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Los Estragos de La Guerra
Los Estragos de La Guerra
Julio 1999, Nº 1
Del 16 al 27 de mayo, una misión de las Naciones Unidas (ONU) estuvo en Kosovo y en
otras regiones de la República Federal de Yugoslavia. Conducida por el secretario
general adjunto de asuntos humanitarios y coordinador de asistencia de emergencia,
Sergio Vieira de Mello, la misión entregó un informe detallado sobre la dramática
situación que atraviesan las poblaciones. Publicamos sus principales conclusiones.
Violencias desenfrenadas
Problemas a nivel nacional. En toda la RFY, los ataques aéreos de la OTAN provocaron
numerosos muertos y heridos entre los civiles. La destrucción masiva y los considerables
perjuicios a la infraestructura y a los medios de producción tuvieron un efecto devastador sobre
la industria, el empleo, el medio ambiente, los servicios básicos y la agricultura. Entre las
personas más vulnerables y más descuidadas figuran los más de 500 mil refugiados serbios de
Croacia y de Bosnia que habían escapado de conflictos anteriores.
Dos incidentes diferentes que presenció la Misión, en las regiones donde no había combates y
durante los que fueron quemadas casas, contradicen las explicaciones oficiales según las cuales
las destrucciones son la consecuencia de los combates entre las fuerzas serbias y el Ejército de
Liberación de Kosovo (ELK)1. En Kosovska Mitrovica, una ciudad que la Misión visitó y donde
numerosos barrios habían sido saqueados y quemados, el jefe de la administración regional
admitió que la policía había expulsado a numerosos albaneses de la aldea para evitar que el ELK
utilizara sus casas y sus comercios. Esta explicación confirma los dichos de los refugiados.
Entre las ciudades y las aldeas visitadas por la Misión, excepto las aldeas de mayoría serbia, las
municipalidades de Pristina y de Prizren son las únicas donde los bienes de subsistencia de los
albaneses de Kosovo no han sido sistemáticamente destruidos. El Tribunal Penal Internacional
para la ex Yugoslavia debe llevar adelante rápidamente una profunda investigación.
Kacanik. Mientras que otrora los albaneses conformaban el 70% de la población de Kacanik,
cuando la Misión visitó el lugar, el 21 de mayo, todos los albaneses se habían ido, excepto
cuatro hombres enfermos y de edad avanzada, que no habían podido ser llevados y que vivían
en la mezquita. La Misión tuvo la impresión de que los albaneses habían sido evacuados de
forma apresurada. Habían dejado todo: el ganado, las mascotas, los electrodomésticos, los
objetos que tenían un valor personal como los álbumes de fotografías y los documentos
personales. En un departamento, una tetera llena había sido abandonada sobre la mesa y la
ropa recién lavada estaba tendida en el balcón. Varios jóvenes gitanos declararon a la Misión
que la población albanesa fue expulsada por la fuerza por los militares y que les caería una
desgracia en caso de volver a la aldea (...).
Mujeres y niños. En toda sociedad arrasada por conflictos, las consecuencias para las mujeres y
los niños son particularmente dolorosas y nefastas. En Kosovo, el conflicto afectó a los niños de
muchas formas: su escolaridad fue interrumpida, fueron testigos de asesinatos o ellos mismos
fueron víctimas de agresiones. Algunos niños se exponen a múltiples amenazas; dos niños
entrevistados en Corisa por la Misión habían sido capturados en su domicilio por la policía,
sobrevivieron a los ataques áereos de la OTAN y aún no pueden volver a su casa, que pueden
divisar desde una colina vecina. No reciben ninguna ayuda y estaban visiblemente aterrorizados
cuando los aviones de la OTAN pasaban por encima de sus cabezas y escuchaban caer las
bombas en las cercanías.
Además de los artículos de primera necesidad, la ayuda humanitaria debe prever medidas para
ayudar a esos niños y sus familias y responder a las necesidades relacionadas con el desarrollo
de los pequeños, en especial tratando de que recuperen una vida normal mediante el juego, el
entretenimiento y una enseñanza informal. Muchas mujeres en Kosovo han perdido todo y por
primera vez ocupan el lugar de jefe de familia; deben asumir la pesada responsabilidad de tratar
de encontrar el alimento, una vivienda y una protección para ellas mismas y sus padres
sobrevivientes. Las mujeres de familias rurales y tradicionales, de las cuales un gran número ha
perdido a los hombres de su familia, tendrán particular dificultad para reintegrarse. La situación
de las mujeres en las aldeas superpobladas donde viven personas desplazadas cerca de
Poduvejo fue considerada particularmente preocupante por la Misión. No fue posible hacer
entrevistas detalladas, pero una mujer a quien se le preguntó sobre el acoso o la violencia
sexual en las condiciones de sobrepoblación actual de su aldea, donde había gran cantidad de
hombres, describió la situación como "catastrófica" . Un informe reciente del Fondo de las
Naciones Unidas para la población (FNUAP) indica que las albanesas de Kosovo fueron objeto de
violencia sexual sistemática. Este es un asunto que debería ser examinado más adelante. (...)
República de Serbia (excepto Kosovo). Situación general. La Misión pudo constatar, en todas las
regiones serbias que visitó, que los ataques aéreos de la OTAN provocaron muchas
destrucciones materiales. La Cruz Roja yugoslava registró 700 civiles asesinados, 6.400 civiles
heridos y un número mucho más importante aún que perdió sus casas durante los ataques
aéreos. La Misión no pudo verificar con exactitud las cifras. La mayor cantidad de civiles habrían
sido asesinados o heridos en muchas ciudades que la Misión visitó, en Aleksinac, Surdulica,
Cacak, Kragujevac, Pancevo y Nis. La situación general de la economía, el cierre de empresas
industriales ya sea por la destrucción directa por la guerra, o por la ruptura de stocks de
materias primas, la pérdida de mercado y los daños sufridos por las redes de transporte han
empobrecido considerablemente a la población serbia. Los daños causados a los servicios
básicos como el abastecimiento de agua, electricidad, medios de calefacción y servicios de
asistencia médica, educación y transporte crearon enormes dificultades para la población civil.
(...)
Problemas de empleo y de migración. Más allá de las destrucciones materiales, el desempleo fue
el principal problema relevado en todas las ciudades y las comunidades serbias a las que
concurrió la Misión. La destrucción de las principales industrias y los perjuicios causados a los
servicios básicos dejaron en la calle de un día para el otro a un gran número de trabajadores.
Según fuentes gubernamentales, 600 mil trabajadores quedaron desempleados después de los
daños o la destrucción total de las instalaciones industriales. Estos despidos tuvieron impacto
sobre unos dos millones de personas.(...).
Mujeres y niños. Las mujeres y los niños han sufrido particularmente los efectos del conflicto en
Serbia; los efectos directos de los ataques aéreos y los efectos indirectos debidos al desempleo,
la incertidumbre económica y en cuanto al futuro. Al parecer, eran los adolescentes quienes
veían más difícil la situación; así un niño a quien se entrevistó temblaba con todo el cuerpo
cuando describía el bombardeo que había vivido unas semanas atrás. La educación es un
elemento esencial para reestablecer una vida normal y retomar los hábitos de los niños. La
enseñanza está alterada en todos los niveles en toda Serbia. En la mayor parte de las regiones
visitadas, los niños no habían frecuentado la escuela de forma regular desde el inicio de los
ataques aéreos, los establecimientos de enseñanza estaban cerrados. Muchas escuelas habían
sufrido "daños colaterales" . Algunos jardines de infantes están abiertos para las madres que
trabajan, pero en líneas generales, los niños no tienen acceso a las instalaciones recreativas o a
la educación. No fue posible evaluar en todo su alcance los daños causados a las escuelas, pero
hay una imperativa necesidad de material escolar y reacondicionamiento de los edificios
perjudicados. (...)