Calaverita a Euclides

Euclides trazando líneas se encontraba

En la geometría quería ayudar
De calcular nunca se cansaba
Aún que eso le llegara a fastidiar

Él trazaba todo el día sin parar

En la ciudad de Alejandría
Trazaba y trazaba sin cesar
Hasta que la muerte un día aparecería

La calaca en la escuela lo agarró

Como hombre de notable modestia
Aunque sin dudarlo se lo llevó
Con una fuerza como de bestia

Euclides por su vida suplicó

Pero la calaca no le dio el perdón
El pobre hombre lo aceptó
Y ahora se encuentra en el panteón