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Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad

Revista Realidad 121, 2009


Fundamentos para diálogos interdisciplinarios*

Carlos Enrique Angarita**


Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá

RESUMEN: El Análisis
Teológico de la Realidad
(ATR) que proponemos, se
inscribe dentro de un proyecto
de actualización del pensamien-
to crítico que tuvo su expresión
pujante en las décadas del 60 y
del 70 en América Latina y en
África. En tanto pensamiento
that had an important expres-
trascendental plantea otro mun-
sion during the 70s and 80s in
do posible, otro modo de ser,
both Latin America and Africa.
otra manera de vivir. Trasciende
As a transcendental thought,
lo inmediato y el presente tal y
the theological analysis of
como existen. Pero lo sugiere
reality poses another possible
desde y dentro de la misma
world, another way of being,
historia, a partir del análisis con-
and another way of living. It
creto de las relaciones sociales
transcends the immediate pres-
existentes, y busca a su interior
ents as they exist. But it also
otras posibilidades que están
includes the immediate pres-
(ausentes) en la misma historia.
ent inside the history, through
Ninguna forma de pensamien-
the concrete analysis of the
to, específicamente las ciencias
existing social relations and
sociales y humanas, la filosofía
searches inside them other
y la teología, puede renunciar a
possibilities that are (absent)
este telos: la vida humana en su
the same history. There is no
radicalidad histórica.
way of thought, specifically so-
ABSTRACT: The theological cial and human sciences,
analysis of reality that we pro- which can renounce to
pose is a part of an actualisation this telos: human life in
project of the critical thought its historic radicality.

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F
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ranz Hinkelammert (2001) ha sentido de sus formulaciones utópi-
venido advirtiendo cómo des- cas de mundos, sociedades y seres
de la década de los años 90 se humanos distintos. En particular, en
consolidó en el mundo un totalita- cierta medida quedó en entredicho
rismo capitalista, cuya singularidad la esperanza utópica y trascendental
es la de no pretender mostrar “ros- que de algún modo se había enun-
tro humano” alguno. Tal situación ciado desde el campo de la teología
aparece como resultado del de- de la liberación (Angarita 2008).
rrumbe del socialismo histórico, de Entonces, han advenido teorías en
la desaparición de la guerra fría y las ciencias sociales, la filosofía y
de la desarticulación de movimien- la teología que oscilan entre expli-
tos populares (sociales, políticos y caciones fragmentarias (Gallardo
religiosos) que tradicionalmente se 2006: 361) y elaboraciones de un
opusieron al capitalismo. El fenóme- futuro abstracto, sin suficiente asi-
no se expresa, entre otros asuntos, dero histórico.
en la emergencia de un Estado de
Según Hinkelammert, la trans-
Derecho diferente, con el cual el
formación del actual estado de co-
proyecto totalitarista se apropia de
sas exige el cambio de los sectores
la democracia y los derechos huma-
de poder (no su disolución, des-
nos, desvirtuándolos. La consecuen-
aparición o sometimiento en franca
cia última de todo ello, a juicio de
lid) y la promoción de movimientos
Hinkelammert, es que los sectores
alternativos capaces de resistir y
de poder ejercen una dominación
presionar los cambios que devuel-
absoluta difícilmente vencible por
van el sentido primigenio del Estado
la vía de la lucha de clases.
de Derecho y garanticen de verdad
La afectación del anterior con- la vida a favor de sus asociados.
texto también recayó sobre los Hoy más que nunca se requiere de
movimientos de cristianos libera- organizaciones populares para la or-
cionistas (Mo Sung 2007) y sobre ganización racional de las socieda-
la propia teología de la liberación des modernas. Para dicho propósito
(teología de la liberación), enten- igualmente es necesaria una teoría
dida esta última como reflexión de crítica que, mediante análisis con-
la experiencia de fe de aquéllos. cretos, no sólo caracterice los fenó-
Aunque no el único, el fenómeno menos existentes sino que sugiera
más preocupante al interior de posibilidades históricas nuevas,
muchos movimientos de cambio distintas al poder hegemónico. En
es que interiorizaron el fracaso otras palabras, una función especí-
y hoy día son exponentes de un fica de la teoría tiene que ver con
“alma derrotada” (Hinkelammert su capacidad de reelaboración de
2001: 143). En suma, dichas orga- utopías que aludan e impulsen otros
nizaciones, otrora revolucionarias, mundos posibles. En el caso de la
capitularon y arrastraron consigo el teología, se trataría de la actualiza-

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ción de su ya largo imaginario de lidad, en perspectiva teológica y

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una tierra sin muerte y sin árbol ni en diálogo con la filosofía y las
fruto prohibido (Ap. 21, 1-5), esto ciencias sociales. En medio de esta
es, de una liberación que empieza exploración buscamos, al tiempo,
aquí en la historia y que está por atender cuestiones como estas: el
inventarse, pues el plan de salva- alcance de la teoría que intenta-
ción de Dios no consiste en volver mos, es decir, sus posibilidades de
de nuevo al Paraíso perdido y, de universalización; la articulación de
tal modo, tiene mucho de inédito. la teoría con las praxis sociales de
En este contexto sociohistórico y emancipación; las relaciones teóri-
epistemológico es que proponemos cas y prácticas entre las experien-
el desarrollo de una perspectiva de cias del presente y las del pasado,
lectura de la realidad social que lo que nos aboca al problema de
cómo hacer memoria histórica; las
venimos denominando Análisis Teo-
interacciones entre las dinámicas
lógico de la Realidad (ATR).
cotidianas y los procesos estruc-
El propósito de este artículo turales y globales; y el lugar que
es acercarnos a algunos elementos ocupan los hombres y mujeres en
epistemológicos de lo que sería esta dinámica de construcción de
un método de abordaje de la rea- conocimiento.

1. Marco general para un ATR

E
l ATR que planteamos se ins- desarrollismo en la política econó-
cribe dentro de un proyecto de mica capitalista de sustitución de
actualización del pensamiento importaciones. Desde su perspectiva
crítico que tuvo su expresión pujan- crítica, la TD develaba los efectos
te en las décadas del 60 y del 70, perversos del mercado mundial tan-
en América Latina y en África1. En to en la estructura productiva como
ciencias sociales se conoció como en la cultura de las sociedades peri-
la teoría de la dependencia (TD)2. féricas. De su concepción se infería
Era una concreción de pensamiento la demanda de construir un pensa-
contrahegemónico, en contextos miento propio. En este marco de
neocolonialistas, y se inspiraba en referencia nació, se nutrió, creció y
el marxismo europeo que se venía maduró la teología de la liberación.
reproduciendo principalmente a No obstante, la TD fue neutra-
través de las orientaciones ideológi- lizada como teoría explicativa de
cas de los partidos comunistas y, en la realidad social por la imposición
menor medida, en ámbitos acadé- del pensamiento único representado
micos. Pero también era respuesta en la teoría neoliberal, desde la dé-
a la teoría del desarrollo, devenida cada de los 80, con la cual se justi-

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ficó el proyecto de totalización del discernimiento de la emancipación
mercado. De tal suerte que, unido a humana o, en otras palabras, el
la derrota histórica de los proyectos criterio de verdad de cualquier afir-
socialistas, no hubo formulaciones mación estriba en su capacidad de
generales alternativas que tuvieran explicar y defender la vida de todos
la fuerza suficiente para salirle al los seres humanos y de su hábitat,
paso, durante la siguiente década, empezando por la de aquellos so-
a esta visión (economicista) de lo bre quienes se ciernen las mayores
social. Han primado los análisis amenazas.
fragmentarios ligados a prácticas de
De lo anterior se derivan dos
resistencias múltiples por parte de
consecuencias. Por un lado, la vida
diversos sectores de la población
del ser humano se convierte en
excluida del mercado. Con todo, criterio de discernimiento para la
estas manifestaciones de resisten- producción de los juicios críticos en
cia, en cuanto teorías sociales, co- la teoría, de modo que si una teo-
rren el riesgo de unirse a la visión ría pretende ser neutral, o si busca
postmoderna que declara inútil validarse a partir de la racionalidad
la búsqueda de universales para del cálculo, o si intenta privarse de
el conocimiento y para guiar las fundamento alguno, será objeto de
prácticas, conformándose apenas impugnación por parte del pensa-
con la enunciación de explicacio- miento crítico en la medida en que
nes desintegradas que se afirman éste considera que cualquiera de di-
y legitiman en el bagaje flotante chas manifestaciones es una forma
de los múltiples saberes. Así, tanto de abstracción de la realidad. Pero,
la teoría hegemónica del pensa- por otro lado, en este pensamiento
miento único (metarrelato o relato se sabe que la vida del ser humano
metafísico) como la proliferación en su realización plena es apenas
de saberes (formas de conocimiento una utopía, no es una realidad sino
particulares que no reclaman para sí un deseo, y nos muestra que una
fundamento alguno) terminan con- función primordial de la teoría va
vergiendo en la defensa del carácter más allá de las descripciones de lo
absoluto de su respectiva forma de que acontece (en general, la nega-
conocimiento. Dicho fenómeno se ción de la vida), anunciando y bus-
puede resumir con dos expresio- cando hacer presente ese otro mun-
nes: para los neoliberales,“no hay do ausente, la vida que es posible,
alternativas”; para los posmodernos, necesaria y deseable. En tal sentido,
“todo vale”. se trata de una teoría trascendental.
Esbocémosla un poco más.
El pensamiento crítico, en cam-
bio, sí postula un universal irrenun- En tanto pensamiento trascen-
ciable, no de carácter metafísico dental, la teoría crítica se propone
sino de tipo histórico y real: un prefigurar otro mundo posible,
saber se valida desde el criterio de otro modo de ser, otra manera de

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vivir. Trasciende lo inmediato y el que aún en plena modernidad los

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presente tal y como existen. Pero lo poderes en las sociedades se siguen
insinúa desde y dentro de la histo- acompañando y nutriendo de las
ria, a partir del análisis concreto de imágenes de sus dioses para conso-
las relaciones sociales existentes, y lidarse como tales, y así niegan la
busca en su interior otras alternati- vida humana, o al ser humano como
vas que están ausentes. El principio ser supremo para el ser humano,
de esta imaginación no metafísica o la Gloria de Dios en la vida del
se soporta más recientemente en hombre. Pero también sabemos que
la versión secular de Marx: “el ser la experiencia de emancipación con
humano es el ser supremo para el respecto a estos poderes se acompa-
ser humano”. No obstante, dicho ña de dinámicas de fe e imágenes
principio estaba formulado antici- de Dios no idolátricas, porque reve-
padamente en el marco de la teolo- lan en esas imágenes al ser humano
gía cristiana antigua: “la Gloria de con sus potencialidades humanas y
Dios es que el hombre viva” (San divinas, o, de otra manera, revelan
Ireneo); lo que mucho más tarde —expresado en perspectiva evan-
reaparecería en una versión lati- gélica— la voluntad de Dios: que el
noamericana: “la Gloria de Dios es hombre viva.
que el pobre viva” (Monseñor Óscar
El carácter histórico y trascen-
Arnulfo Romero). Ninguna forma
dental de la teoría (este último sería
de pensamiento —ni la filosofía ni
el aporte específico de la teología
la teología, ni tampoco las cien-
al conjunto de aquélla) ha sido una
cias sociales y humanas— puede
preocupación permanente dentro
renunciar a esta consideración de
de la teología de la liberación. Sin
lo que constituye la realidad que
embargo, pensamos acá, no siempre
intenta comprender: la vida hu-
lo ha conseguido con éxito, entre
mana potencialmente se despliega
otras causas por la forma como
de continuo, y cada vez más, en
ha pretendido articular su diálogo
sus raíces históricas. Lo que quiere
con las ciencias sociales. Cuando
decir: el hombre puede y debe ser
ha recurrido preferentemente a los
cada vez más humano o, dicho teo-
enfoques estructuralistas que arriba
lógicamente, puede y debe ser cada
enunciamos (así sean de proceden-
vez más divino, aunque de facto no
cia marxista), por tratarse éstos de
siempre lo sea.
sistemas cerrados, los frutos han
En tal sentido, el ATR lo en- sido magros. De esto ha hecho par-
tendemos como un pensamiento te el método de Ver-Juzgar-Actuar
teológico no metafísico. Pero su que, en el mejor de los casos, plan-
especificidad como pensamiento tea una trascendencia lineal (cuyos
teológico la definimos en su tarea límites afrontaremos más adelante)
intrínseca de continuar con la crítica cuando no es que la niega por su
de la religión en la sociedad, pensa- forma inadecuada de articular la
da como crítica idolátrica: sabemos teología con las ciencias sociales.

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2. Fundamentos histórico y trascendental del ATR

E
s necesario fundamentar de análisis desde la teoría fetichista, lo
qué manera podemos hablar cual implica un cambio de punto
de una teología histórica y de vista. Con todo, aunque hay un
trascendental, al mismo tiempo. En nuevo enfoque, del primer estudio
recientes reflexiones, Franz Hinke- no se podría deducir la llamada
lammert (2007), retomando el exa- determinación, sino apenas un
men riguroso de la teoría fetichista condicionamiento; así lo puntualiza
de Marx, viene incorporando estos este autor: “La palabra en alemán
dos aspectos como parte constituti- es bedingen, lo que no significa
va del pensamiento crítico global. determinar, sino condicionar. Con-
De modo que el conocimiento dición en alemán es Bedingung, de
teológico —en particular el de la lo cual se deriva el verbo bedingen.
liberación— bien se podría inscribir Otra palabra es entsprechen, que
dentro del mismo, tal y como lo significa corresponder. La palabra
hemos venido sosteniendo. ‘determinar’, Marx no la usa para
Para recuperar el sentido ma- estas relaciones. Por eso, Marx no
terialista histórico del análisis de tiene una teoría de la causación
Marx —y desde éste postular la de la superestructura por la base”
perspectiva trascendental al interior (Hinkelammert 2008: 2, nota a pie
de la historia— Hinkelammert co- de página). De otra parte, la segun-
mienza con dos glosas a las inter- da consideración tiene que ver con
pretaciones que se han hecho del la posición que ocupa este nuevo
pensamiento del filósofo de Tréveris. análisis de El Capital, en el conjunto
Por una parte, revisa la procedencia del pensamiento de Marx. Hinkela-
del análisis de la relación entre mmert cree que allí Marx vuelve a
base económica de la sociedad y la su pensamiento juvenil donde ya
superestructura ideológica, desde la había hablado del “imperativo cate-
cual la tradición marxista ha inferi- górico de echar por tierra todas las
do la pretendida determinación de relaciones en que el hombre sea un
aquella sobre ésta. Hinkelammert ser humillado, sojuzgado, abando-
precisa que dicho análisis aparece nado y despreciable”. Al hacer esa
en 1859 en el libro Contribución a vuelta a su pensamiento primigenio,
la crítica de la economía política, y sus intérpretes no pueden postular
no en El Capital cuya primera pu- una supuesta ruptura epistemoló-
blicación fue en 1867, ocho años gica que necesariamente llevaría
después. En El Capital, más que el al enfoque con el que buena parte
estudio objetivo que pretendió en del marxismo ha leído a Marx: el
el anterior texto, Marx desarrolla un de un estructuralismo pretendida-

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mente objetivo, en detrimento de su forma de mercancías. La normaliza-

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perspectiva humanista. En síntesis: ción de esta dinámica se concreta
desde estos comentarios se puede en el ámbito jurídico, esfera en la
asegurar que Marx siempre mantuvo cual objetivamente los hombres son
la preocupación por la humaniza- reconocidos como propietarios: por
ción del hombre y que la respuesta eso la relación jurídica cumple la
de carácter histórico que encontró función de ser espejo de las relacio-
finalmente en la teoría fetichista nes económicas, y no es sólo una
fue mucho más compleja de lo que determinación de esta última3. De
usualmente se ha explicado. tal manera que la relación jurídica
La penetración en el fetichis- también cumple la función, final-
mo permite descubrir un aspecto mente, de constituir hechos objeti-
esencial: mediante la teoría del vos, pues el acto subjetivo de hacer
espejo (y no de la determinación morar la voluntad del individuo en
de la superestructura por la base el objeto es algo objetivo. Tenemos,
económica) Marx devela cómo en así, al hombre propietario por exce-
el capitalismo el hombre ha sido lencia, naturalizado como tal.
reducido a individuo propietario, Lo anterior constituye la visión
haciéndole creer que esa es su na- del mundo dentro del capitalismo,
turaleza. En efecto, Marx parte del la cual se materializa en el contrato.
análisis de la realidad de la vida, Por eso los individuos internaliza-
que no es otra cosa que la relación mos la idea de que los objetos se
entre sujetos humanos concretos y relacionan por sí mismos, “indepen-
descubre cómo las relaciones eco- dientemente” de nuestra voluntad.
nómicas que establecen no las per- Creemos que los intercambios de
ciben en forma directa sino en un
los objetos nos determinan y se nos
espejo, cual es la relación jurídica
imponen en las relaciones estructu-
propiamente dicha; en ésta, por su
rales y sucumbimos ante las normas
parte, se expresa no sólo la relación
que los regulan. Olvidamos que
económica en sí misma sino ade-
nosotros mismos hemos transferido
más la voluntad de los hombres que
nuestra subjetividad y (voluntaria-
mora en los objetos. Quiere decir
mente) nos despojamos de la mis-
que los hombres se relacionan unos
ma, aceptando el reflejo (jurídico)
con otros en cuanto son poseedores
del reflejo (económico) como una
o propietarios de algún objeto y
realidad que nos constituye. Este
se presentan ante los demás como
orden de cosas lo asumimos en
dueños de algo: se produce un re-
conocimiento en cuanto tales, como cuanto absoluto, imposible de tras-
si esa fuese su subjetividad, de tal cenderlo.
manera que los objetos adquieren Luego el capitalismo configura
la “personalidad” que los individuos un mundo total que lo resume el
les transfieren, esto es, adquieren la mismo Marx así:

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... las relaciones sociales que se establecen entre sus traba-


jos privados aparecen como lo que son: es decir, no como
relaciones directamente sociales de las personas en sus tra-
bajos, sino como relaciones materiales [sachliche!, es decir,
con carácter de cosas] entre personas y relaciones sociales
entre cosas.” (Marx, Karl (1966), El Capital I, FCE, México,
p.38, subrayado nuestro. Citado por Hinkelammert 2008)

Así, pues, lo evidente son las 2008: 9). La posibilidad que se abre
relaciones materiales —como si fue- es la de los juicios críticos basados
ran cosas— entre personas, y las re- en una realidad que está más allá
laciones entre las cosas como si fue- de lo evidente, donde el sujeto no
ran verdaderas relaciones sociales. Y es, o de otro modo, es como au-
lo que no es evidente son las rela- sencia que grita. La ciencia debe
ciones directamente sociales de las hablar de esta realidad y desde allí
personas en sus trabajos (otra forma juzgar críticamente a la teoría que
de decir que “el ser humano es ser no habla de ello; la ciencia, enton-
supremo para el ser humano”). Las ces, debe mostrar lo que es y lo que
últimas relaciones, aunque no son no es: esto es pensamiento crítico, y
evidentes, existen, están presentes, esto es trascendencia en la historia.
así sea como ausencia, de modo
Hinkelammert observa cierta
que son parte de la realidad. Al res-
ambivalencia en el pensamiento de
pecto, afirma Hinkelammert: “Pero
Marx en lo que tiene que ver con el
esta dimensión humana presente
paso de este mundo o este orden de
por ausencia es objetiva y por tanto
cosas, a las relaciones directamente
su reconocimiento es necesario. No
sociales de las personas, es decir,
puede haber ciencia más allá de la
al orden donde se viva el reconoci-
ciencia ideologizada sin este reco-
miento subjetivo o ese otro mundo
nocimiento”. Entonces, se abre otra
posible. En general, considera que
posibilidad para el pensar: “Se trata
Marx vislumbra dicho paso como
de una dialéctica de la presencia de
realmente posible, descontando los
una ausencia, que no es hegeliana.
límites de la conditio humana y el
De hecho se trata de una dialéctica
escenario de su imposibilidad:
trascendental…” (Hinkelammert

Marx tiene cierta conciencia del problema de posibilidad e


imposibilidad, pero aparece solamente al margen. Eso ocu-
rre, por ejemplo, cuando insiste que el reino de la libertad
jamás podrá realizarse sustituyendo el reino de la necesi-

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dad y que, por tanto, su realización será siempre limitada.

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Pero no transforma eso en el fundamento de su reflexión.
Concibe, por tanto, el reino de la libertad como algo que
puede surgir solamente al lado del reino de la necesidad
(Hinkelammert 2008: 17)

Como ese paralelismo entre rei- de nuestro presente al presente que


no de necesidad y reino de libertad le sigue. Solamente lo que en el
no es el fundamento de su reflexión, presente dado es presente por au-
Marx termina propugnando por el sencia, hace posible la orientación
comunismo como la meta insosla- del paso hacia el presente futuro”
yable de la relación social directa (Hinkelammert 2008: 19).
entre los hombres, descontando su
Se trata, entonces, de apren-
conflictividad. Pero, dice Hinkela-
der a reconocer que lo ausente es
mmert, “una imposibilidad nunca
imposible, aunque no por esto no
puede ser una meta posible”. De lo
esté presente, de algún modo, en
que se trata es de establecer la fun-
la realidad. Tal actitud permite la
ción, para la teoría y para la praxis,
libertad humana, intrínsecamente
de lo que no es, asumiéndolo como
conflictiva, por medio de la cual lo
imposible pero sabiendo que, como
que todavía no es, exige ser traduci-
tal, moviliza y aporta a la transfor-
do antes que ser impuesto como fin
mación de lo posible.
inequívoco. Así, lo imposible obra
En consecuencia, el pensa- como especie de “motor inmóvil”4.
miento crítico debe cuidarse de Y quizás la mejor manera de pre-
mantener la lógica del tiempo sentarlo sea en tanto imagen orien-
moderno, infinito, previsible y con- tadora, no como verdad absoluta.
trolable. Porque “…no hay ningún Imagen que propone caminos a
futuro definitivo, el futuro nunca es. inventar, no resultados irrefutables.
Lo que pensamos como futuro es De la mano de Walter Benjamin
nuestra reflexión sobre el desarrollo podemos explorar de qué se trata.

3. Teología y materialismo histórico: rememoración y mesianismo

L
a visión del mundo capitalista min con otras fuentes, particularmen-
efectuada por Marx desde la te la teológica. Por esto, podemos
teoría del fetichismo —entendi- encontrar en su visión, de forma más
da como teoría del espejo— la llevó explícita, la perspectiva trascendental
a cabo y la extendió Walter Benja- del materialismo histórico.

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El capitalismo conocido por día— “como un bache raro en la
Marx fue vivido por Benjamin en su bien asfaltada autopista del progre-
expresión fascista. A este último se so” (Mayorga 2003). Pero Benjamin
lo concebía —al igual a como en lo miraba de otro modo:
buena medida se lo comprende hoy

La tradición de los oprimidos nos enseña que el “estado de


excepción” en que ahora vivimos es en verdad la regla. El
concepto de historia al que lleguemos debe resultar cohe-
rente con ello. Promover el verdadero estado de excepción
se nos presentará entonces como tarea nuestra, lo que
mejorará nuestra posición en la lucha contra el fascismo. La
oportunidad que éste tiene está, en parte no insignificante,
en que sus adversarios lo enfrentan en nombre del progreso
como norma histórica. El asombro ante el hecho de que las
cosas que vivimos sean “aún” posibles en el siglo veinte
no tiene nada de filosófico. No está al comienzo de ningún
conocimiento, a no ser el de que la idea de la historia de
la cual proviene ya no puede sostenerse (Benjamin 1940:
Tesis VIII sobre el concepto de historia).

Es su tesis VIII sobre el con- hay que escribirlo entre comillas,


cepto de historia. Un texto her- porque de suyo es la norma. En
mético y maduro, del final de su consecuencia, estamos (Benjamin,
vida, que no tenía como destino los oprimidos y quienes nos colo-
ser publicado. Recoge mucho de quemos de su lado) por hacer otro
su pensamiento así, en forma de concepto de historia que nos llevará
tesis o posturas frente a asuntos a promover el auténtico estado de
teológicos, filosóficos e históricos excepción así, sin comillas, contra-
cruciales. Aquí toma su posición rio al estado fascista y capitalista.
confrontando la visión moderna Al fascismo, pues, no se le enfrenta
de historia (de la cual no se escapa (como lo hacen sus adversarios) con
la izquierda de tradición marxista) su propia visión histórica: la del
con el hecho concreto del fascismo. progreso. El concepto de historia
Desglosémosla. de los oprimidos no puede estar en
La historia, en su concepción consonancia con el de progreso.
y en su praxis, se lee desde la El progreso moderno es fascismo;
perspectiva de los oprimidos. Ellos el fascismo no es la excepción del
enseñan que lo que el poder ha progreso, sino su realización extre-
llamado “estado de excepción” ma y esto no puede asombrar a los

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oprimidos. Quienes se asombran cipio o “motor inmóvil”, tan carac-

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es porque creen que el progreso es terístico de la modernidad? Se trata
la base filosófica del conocimiento de un esfuerzo que está presente
histórico; sin embargo, tal no se desde los albores de su pensamien-
puede sostener. El progreso es lo to, en el que acerca dos enfoques
que vivieron y padecieron Benja- aparentemente irreconciliables:
min y los oprimidos y exterminados teología y materialismo histórico.
de su tiempo en la segunda guerra Michael Löwy considera que, des-
mundial: la catástrofe. Porque “en el pués de la publicación de las Tesis
fascismo la historia se expresa como sobre el concepto de historia, desde
catástrofe” (Mayorga 2003). 1950 se pueden distinguir tres inter-
¿Qué lleva a Benjamin a im- pretaciones sobre las mismas5. Pero
pugnar esta visión de la historia el filósofo franco-brasileño propone
basada en el progreso como su prin- una cuarta:

W. Benjamin es marxista y teólogo. Es cierto que ambas


concepcio­nes son habitualmente contradictorias. Pero el
autor de las tesis no es un pensador “habitual”: las reinter-
preta, las transforma, las sitúa en una relación de esclare-
cimiento recíproco que permite articularlas de manera co-
herente. Le gustaba compararse con un Jano, uno de cuyos
rostros mira hacia Moscú y el otro, hacia Jerusalén. Pero lo
que suele olvidarse es que el dios romano tenía dos rostros
pero una sola cabeza: marxismo y mesianismo no son
sino las dos expresiones —Ausdrücke, uno de los términos
favori­tos de Benjamin— de un solo pensamiento. Un pensa-
miento in­novador, original, inclasificable, caracterizado por
lo que él lla­ma, en una carta a Scholem de mayo de 1926,
la “paradójica reversibilidad recíproca” (Umschlagen) de
lo político en lo reli­gioso y viceversa (Löwy 2002: 41-42)6.

A juicio de José Manuel Rome- al igual que en el judaísmo, busca


ro (2005), Benjamin refuncionaliza la redención de lo frustrado en el
la teología para leer la historia, pasado dentro del cual se encuentra
criticar la cultura e iluminar políti- la “imagen de un futuro de emanci-
camente el presente. Según el autor, pación aún por realizar”, haciendo
en Benjamin la teología ayuda a “reconocible todo un mundo cir-
restablecer la fuerza mesiánica del cundante histórico-social fenecido
materialismo histórico, mediante que invoca a su redención” (Rome-
un ejercicio de rememoración que, ro 2005: 23). Teología, entonces,

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 545


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aporta rememoración y mesianismo el historicismo, proporcionando al
a ese análisis sobre la mercancía examen de los fragmentos del pasa-
que inició Marx con el análisis do el descubrimiento de los anhelos
del fetichismo. En consecuencia, de gratificación y emancipación de
la teología amplía la experiencia las generaciones anteriores que han
histórica del presente, reducida sido traicionadas en la actualidad.
por el positivismo objetivista y por En palabras de Benjamin:

Existe una cita secreta entre las generaciones que fueron y


la nuestra. Y como a cada generación que vivió antes que
nosotros, nos ha sido dada una débil fuerza mesiánica sobre
la que el pasado exige derechos. No se debe despachar
esta exigencia a la ligera. Algo sabe de ello el materialismo
histórico (Benjamin 1987: 178)

Para Romero (citando a Scho- entre las expectativas de las gene-


lem 1998: 128) hay una relación raciones pasadas y la generación
entre la visión teológica de Benja- actual” (Romero 2005: 26).
min y la cabalística judía de Isaac
Así, pues, la teología es esen-
Luria (1534-1572), denominada
cial en la aproximación a la rea-
Tikkun, dentro de la cual se espe-
lidad que pretendía Benjamin.
ra una redención o restauración
Siguiendo a Buck-Morss, Romero
del cosmos que fue fragmentado
en una de las primeras fases de la recuerda que “la cábala, como mé-
creación, y que estará a cargo de todo hermenéutico-cognoscitivo,
un Mesías. Benjamin reinterpreta convergiría con el materialismo
esta cábala afirmando que el acto histórico, en un sentido fiel a la
de redención será tarea del propio orientación teórica del propio
hombre, del colectivo histórico so- Marx, en tanto que permitiría des-
cial, de modo que el Mesías termina cifrar, interpretar, en lo concreto,
desempeñando un papel estricta- en lo singular (el fragmento), lo
mente simbólico. Por el rol que le trascendente-histórico, caracterizado
asigna a quienes asumen la acción mesiánicamente y relevante en tér-
revolucionaria hoy y, dentro de ésta minos políticos” (Romero 2005: 27).
a la rememoración, es que “el acto El presupuesto con el que la cábala
político revolucionario fusiona en interpreta la realidad “es que, al
Benjamin rememoración, redención estar todo entrelazado y contenido
y reparación del sufrimiento de los en lo demás, todo posee un profun-
oprimidos del pasado y constituye didad infinita” en la medida en que
por tanto el momento de encuentro hay sentidos externos e internos,

546 Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad


abiertos y herméticos, exotéricos y escombros del pasado. En sentido

Revista Realidad 121, 2009


esotéricos; sólo que para Benjamin contrario, la actualización del pasa-
este plano esotérico que alumbra do, propiciada desde la rememora-
la teología lo “va a pretender hacer ción teológica por el materialismo
efectivo en la praxis de las clases histórico, exige la interrupción del
oprimidas en el presente” (Romero progreso, lo que equivale a inter-
2005: 27). Y bajo otra condición: vención mesiánica o redentora en el
que la teología no se deje ver como curso de la historia, o ruptura con el
teología en el trabajo del historiador continuum, con el fin de provocar
materialista pues “mi pensamiento el acabose del capitalismo, el cual
se comporta con la teología como no morirá de muerte natural.
el papel secante con la tinta. Está Terminemos este apartado alu-
completamente empapado de ella. diendo a las palabras de Michael
Pero si por el papel secante fuera, Löwy: “La idea de asociación entre
no quedaría de lo escrito rastro teología y marxismo… algunas dé-
alguno”, decía Benjamin (Benja- cadas después, lo que en 1940 era
min 1982: 588, citado por Romero sólo una intuición ser convertiría en
2005: 27)7. un fenómeno histórico de primerí-
sima importancia: la teología de la
Con esta forma de intervenir
liberación en América Latina”. Así
teológicamente el materialismo
lo asegura este autor, aunque reco-
histórico, Benjamin cree conseguir
noce diferencias entre los contextos
la depuración en éste de los compo-
de las dos producciones teóricas,
nentes mecanicistas, evolucionistas
amén que el muñeco sin vida más
y teleológicos que orientan las que el materialismo histórico es
interpretaciones sobre las socieda- la propia teología, que se trata de
des modernas. Desde la visión del teología cristiana y no judía, y que
progreso, el materialismo histórico los teólogos de la liberación no han
había sido penetrado y puesto al conocido a Walter Benjamin. Pero
servicio de las relaciones socioeco- aún así, “la asociación entre teolo-
nómicas existentes y del mito de la gía y marxismo con que soñaba el
perfectibilidad infinita, el cual no intelectual judío se reveló, a la luz
es otra cosa que la representación de la experiencia histórica, no sólo
del eterno retorno y de la catástrofe posible y fructífera, sino portadora
del presente, especie de huracán de cambios revolucionarios” (Löwy
que impulsa hacia adelante los 2002: 53-54).

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 547


Revista Realidad 121, 2009

4. El sujeto humano como fundamento del ATR

E
l pensamiento crítico necesita sujeto humano. Absorbido, el sujeto
un sujeto que lo produzca y lo con su “su naturaleza” libre terminó
repiense. Si no, sería metafísi- siendo aplastado. Los miles de mi-
ca. El carácter histórico se lo otorga llones de empobrecidos, excluidos
el sujeto humano que lo discierne. y asesinados en el siglo XX y en
Quiere esto decir, también, que el recién iniciado siglo XXI son el
el pensamiento crítico tiene como testimonio mudo de esta debacle.
criterio de verdad al sujeto humano
¿Vale la pena seguir pensando
concreto. Lo uno no se da sin el
al ser humano como sujeto? Los
otro, ni el uno sin lo otro. Sin pen-
fundamentalistas de hoy, de cual-
samiento crítico el sujeto humano
quier índole, responden que no.
es abstraído y ve amenazada su
Los posmodernos también lo re-
existencia; sin sujeto humano no
chazan. Los modernos tradicionales
hay pensamiento crítico, ni siquiera
lo siguen afirmando por principio,
pensamiento. De aquí la ineludible
aunque no como principio de reali-
reflexión sobre el sujeto para funda-
dad. Muchas de las víctimas de toda
mentar el pensamiento crítico.
esta catástrofe gritan también que sí,
La modernidad fundó una nue- pero lo hacen desde sus necesida-
va visión sobre el ser humano, y la des concretas, y están dispuestas a
concretó caracterizándolo como alcanzarlo. En la perspectiva de un
sujeto. En cuanto tal, afirmó su au- pensamiento crítico, ya lo dijimos,
tonomía y su libertad. En principio, es un imperativo que emerge des-
estos fundamentos dejaban sin piso de la misma realidad. Y para una
la visión heterónoma del ser hu- teología que se reclama como parte
mano con respecto a Dios, la cual del anterior, no puede ser menos. El
prevaleció durante todo el medioe- hombre y el colectivo social de los
vo. Mucho más allá, la nueva pers- que hablaba Walter Benjamin son el
pectiva moderna se radicalizó hasta retorno de ese sujeto.
el punto de que, mediante procesos En los desarrollos de su pensa-
de abstracción extremos, se perdió miento crítico, Franz Hinkelammert
la noción de límite alguno para el nos ha ofrecido durante las últimas
sujeto. El resultado fue el divor- décadas reflexiones de carácter
cio de este sujeto con la historia teológico referidas al ser humano
y su asimilación a la racionalidad como sujeto. En su pensamiento,
del continuum del progreso y del nuevamente regresa el sujeto. Bien
tiempo teleológico: todo dependía lo podemos entender como elabo-
del devenir de fuerzas externas al raciones que colocan en diálogo la

548 Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad


teología con el materialismo históri- en relatos bíblicos, erigidos como

Revista Realidad 121, 2009


co, en el sentido benjaminiano que mitos en la tradición de occidente:
venimos exponiendo. Son búsque- el del Paraíso (Gn. 2-3), el de Caín
das de motivos de esperanza que y Abel (Gn. 4) y el de Abraham (Gn.
encuentran su anclaje en las raíces 22). El autor, de manera novedosa,
del judeocristianismo y que sirven los lee en clave de rebelión de un
de base para promover el espíritu ser humano que se ve enfrentado al
emancipador de las víctimas de hoy. dilema de la vida y la muerte en me-
Hinkelammert halla esas referencias dio de situaciones históricas límites:

Las tres rebeliones componen un ciclo. Una responde a la


otra. La primera es rebelión por medio de la cual el animal
se hace ser humano. Revela la maldición de la muerte y de
la condición humana. La segunda es la rebelión en contra
de la vida humana —la vida del hermano—, que conduce a
la constitución de las civilizaciones. La tercera pone la vida
del hermano encima de la ley de las civilizaciones (Hinke-
lammert 2003: 100)

El texto del Paraíso se ha leído Dios (en tal sentido, el Dios que
tradicionalmente en clave de peca- aparece allí no es perfecto, sino
do, así: Dios prohibió a Adán comer que se equivoca y se arrepiente de
del fruto del árbol de la ciencia su mal actuar (Hinkelammert 2003:
del bien y del mal (Gn. 2,17); sin 82). De otro lado, al violar Eva y
embargo, al ser violada esta norma luego Adán la prohibición, ponen
por la mujer y por el hombre (Gn. en entredicho la validez de la ley,
3,12), según la tradición, entró el y con ello se revela que hay leyes
pecado (original) al mundo. Hinke- injustas (aunque también las pue-
lammert hace otra interpretación, de haber justas). De modo que el
estableciendo una relación entre pecado no está en haber violado la
libertad, defensa y reivindicación ley injusta, pues Dios maldice a la
de la dignidad humana y concien- serpiente (Gn. 3, 14) y al suelo (Gn.
cia de la muerte e infinitud en la 3, 17), pero no a los transgresores
historia. de la ley. En cambio, el pecado
vendrá luego, cuando Caín asesine
Las críticas principales que
a su hermano (allí Dios sí maldice
Hinkelammert le formula a la inter-
a Caín).
pretación clásica se pueden resumir
de este modo: por una parte, la En la lectura positiva que pro-
prohibición, de la que se habla en pone Hinkelammert del relato del
el texto, es injusta, así provenga de Paraíso, destaca que la prohibi-

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 549


Revista Realidad 121, 2009
ción pone de manifiesto, como perdido sino de crear una nueva tie-
apetencia, que la libertad es una rra sin árbol ni fruto prohibido. De
necesidad humana (desear el fruto modo que de aquí se concibe un
de conocer y discernir entre el bien sujeto abierto y creativo y no fijado
y el mal es desear algo propio de a ninguna teleología.
la vida). Además, la violación de
La condena por la fruta prohi-
esa prohibición, actitud declarada
bida no es el pecado, de tal forma
de rebelión contra la ley injusta, se
que éste no es evidente en el Paraí-
hace de manera compartida entre el
so. El pecado, en cambio, está en
hombre y la mujer y por iniciativa
Caín: “maldito seas, lejos de este
de ella, significando que la consti-
suelo que abrió su boca para recibir
tución como sujetos pasa por el mu-
de tu mano la sangre de tu herma-
tuo reconocimiento de que su dig-
no” (Gn. 4, 11). En el texto bíblico
nidad está siendo amenazada y, en
se le llama pecado y crimen a lo
contexto, también exige una crítica
que él hizo a pesar de que no había
a la sociedad patriarcal, dominante
ley que lo prohibiera, diferente a la
desde entonces. En consecuencia,
ley de prohibición del Paraíso cuya
rebelión y libertad conducen al
violación no derivó en condena. El
“descubrimiento de la mortalidad
criterio de discernimiento de la ac-
y también de la muerte. El animal
ción, pues, es la vida del hermano:
no sabe de la muerte porque no
“¿dónde está tu hermano, Abel?”
sabe de esta libertad” (Hinkelam-
(Gn. 4, 9). Es sujeto quien sea capaz
mert 2003: 77). En otras palabras:
de discernir su acción en favor de la
rebelión y libertad descubren una
vida y no quien eluda esta pregunta:
conciencia que es típicamente hu-
“No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de
mana. Por tanto, la experiencia de
mi hermano?” (Gn. 4, 9). Caín no
libertad es lo que hace infinito al
enfrentó las maldiciones en su liber-
ser humano pero, al tiempo, le da
tad, ni prescindió del asesinato que
el conocimiento de su finitud hu-
pudo evitar. Caín, por tanto, es res-
mana. En suma, por medio de todo
ponsable del crimen de Abel y lleva
este proceso de hacerse sujeto, el
la señal como fundador de todas
animal se hace ser humano. Des-
las civilizaciones o promotor del
pués de ello, la mujer —ya fuera del
progreso a costa del asesinato del
Paraíso— es llamada Eva o vida y se
hermano (Hinkelammert 2003: 88).
entenderá que las únicas leyes con
sentido serán las leyes para la vida; De tal manera que en la se-
deberá enfrentar las maldiciones, cuencia de los mitos bíblicos lo
ninguna de las cuales proviene de que se coloca al descubierto es que
fuera sino que brotan de la misma detrás del progreso está el asesina-
realidad. La libertad es enfrentar la to del otro que no es reconocido
realidad: de esto se trata de ahora como ser humano. Tal es lo que se
en adelante, no de volver al Paraíso denuncia. En sentido positivo y al

550 Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad


contrario de Caín, el sujeto sabe mano y el problema de la ley. ¿Es

Revista Realidad 121, 2009


estar atento a ello para prevenirlo “necesaria” la muerte en sacrificio,
y evitarlo. Desde esta perspectiva en ciertos momentos, para que Dios
pasa a un segundo plano el ase- salve? ¿Es permitida legalmente esa
sinato del padre o la figura de la muerte? ¿Es voluntad de Dios que
ley, como elemento explicativo del así sea? En concordancia con lo
mal. En la Biblia esto se expresa en que venimos reflexionando, ¿es in-
el mito de Noé que es posterior, y evitable la negación del sujeto en la
quizás con éste se explique la gene- historia humana? ¿El conocimiento
ralización de los mitos del asesinato del bien y del mal (un pensamiento
del padre que aparecen luego en crítico) acaso debe aceptarla en
occidente, con los cuales se vincula situaciones límites?
la fundación de las civilizaciones
Al develar Hinkelammert que
con violaciones de leyes superiores,
en occidente se privilegió la inter-
relegando la importancia del asesi-
pretación sacrificial, pasando el
nato del hermano (Hinkelammert
texto por el tamiz de la interpreta-
2003: 93-97).
ción de Edipo (el destino supues-
El último relato de este ciclo es tamente ineludible y necesario de
el de Abraham. Hinkelammert lo que el hijo mate al Padre para que
trata extensamente en su libro La fe éste no lo mate a él), el autor ana-
de Abraham y el Edipo Occidental liza de otro modo el relato original
(2000). En este texto se retoman del sacrificio de Isaac por parte de
el problema de la muerte del ser Abraham. En general, advierte una
humano a manos de otro ser hu- ambigüedad en el texto:

En cuanto mito fundante, aparece en la ambigüedad, por


un lado, de una decisión de no asesinar y, por el otro, de
asesinar siendo impedido el asesinato por una fuerza ma-
yor. Aparece la ambigüedad de la consideración de la fe
de Abraham, por un lado, como una fe que consiste en la
decisión de no matar a su hijo, y por el otro, en la decisión
de matarlo, quedando ésta en el mero campo de las inten-
ciones. Por un lado, la fe, que no mata, y por el otro, la fe
que muestra su fuerza al mostrar su disposición de matar
(Hinkelammert 2000: 14)

A juicio de Hinkelammert, la frase que se repite en dos versí-


ambigüedad se introduce con la culos y que cambia el sentido del
inserción a posteriori, por parte texto primigenio de que Abraham
de la tradición sacerdotal, de una entiende que no debe matar a su

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 551


Revista Realidad 121, 2009
hijo Isaac: “… pues ahora veo queda en entredicho con estos
que temes a Dios, ya que no me textos ambiguos… Por ahí se abrió
has negado a tu hijo, el único que paso la interpretación sacrificial en
tienes…” (Gn 22, 12b y 16b). Estas occidente, ligada al mito de Edipo.
frases le quitan peso al significado
La ambigüedad sobre el tipo de
del texto original: un Abraham que
fe que pide Dios, será una tensión
decide confrontar la cultura y la
permanente a lo largo de los libros
sociedad, que se rebela frente a
bíblicos. Será la tensión entre el
la ley de su tiempo con la cual se
no matar (fe radical en el Dios de
exige el sacrificio del primogénito,
la vida) y el sacrificio del sujeto
que se niega a matar a Isaac y que
que subyace a toda ley (el Dios
asume las consecuencias de esta
que pide la vida de sus hijos). Esta
actitud, saliendo de su tierra, pero
tensión parece haberse afrontado
haciéndose libre. Teológicamente
en el relato de Abraham denotando
esto quiere decir: “…no has esta-
la conversión del padre: la figura
do dispuesto a matarlo, porque al
patriarcal —referente fundamental
matarlo lo quitas a Dios. Dios, si es
del poder en la sociedad de su
Dios de los vivos, lo querría vivo…
tiempo— se transforma, rebelándose
si [Abraham] es capaz de matar a
contra su propia sociedad y hacién-
su hijo, no tiene fe y, por tanto, no
dose hermano de su hijo. Con todo,
tiene promesa. Al negarse a matarlo,
dicha conversión la provocó el en-
muestra su fe y que no niega a su
frentamiento con la ley de un sujeto
hijo a Dios” (Hinkelammert 2000:
negado (el hijo) que se resistía a ser
18). Al contrario, con esos versos
víctima del sacrificio, lo cual impli-
nuevos “ahora aparece el poder sa-
có la conversión del poder para co-
cerdotal, que es la clase social que
locar la vida por encima de la ley8.
efectivamente asume el dominio
político de la sociedad constituida La anterior hermenéutica —en
por la ley”, legitimando la ley del la que se sintetiza la discusión en
Sinaí (Ex. 32, 26-29) en donde en- los tres relatos bíblicos sobre la vida
tiende la fe como la “disposición de y la muerte del sujeto, y la ley a
matar al hijo y a todos los hijos… a que se enfrenta— servirá de funda-
hijos y hermanos” (Hinkelammert mento y criterio de discernimiento
2000: 19). La afirmación del hijo a Hinkelammert para adoptar una
como hermano, o como sujeto que postura frente al actual contexto to-
reclama ser reconocido en su nece- talitario que enunciamos al inicio el
sidad de vivir para también afirmar presente artículo; el autor de origen
la vida del padre que se hace libre, alemán así lo sintetiza:

Por un lado, hay una significativa reconstitución de los mo-


vimientos populares, que vuelven a aparecer a pesar de las
represiones que sufren. Y, lo que también es importante, en

552 Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad


su conflictividad no se entienden como la contrapartida ma-

Revista Realidad 121, 2009


niquea de la lucha de clases desde arriba que está en curso.
Está apareciendo un proyecto de sociedad que no pretende
la totalidad del capitalismo… ni la totalidad pretendida por
el socialismo histórico… Es posible que de esta manera, los
propios grupos dominantes acepten una apertura que haga
posible la constitución de una sociedad diferente. Sé que
esta confianza tiene razones bastantes débiles, pero no la
quiero excluir. Sin embargo, estoy convencido de que sin
este cambio de sectores importantes de los grupos domi-
nantes no hay salida. Por primera vez en la historia, su po-
der es efectivamente total (Hinkelammert 2001: 144-145).

El pensamiento crítico debe piden para sí mismos la vida de los


discernir la trascendencia y eman- seres humanos y que, por tanto,
cipación en medio de la historici- funcionan cual fetiches) tiene una
dad de esta tensión y conflicto, tan palabra importante que pronunciar.
atávica como los mitos que hemos Pero lo dicho en estos mitos del
rememorado. En este esfuerzo, tal antiguo testamento se condensó,
y como lo acabamos de mostrar, la radicalizó y universalizó con el gran
teología que hace crítica idolátrica mito del nuevo testamento:
(desvelamiento de falsos dioses que

El mito central es que Dios se hizo hombre, por tanto ser


humano. Transforma completamente todo el mundo mítico
y sigue siendo la base de todos los mitos posteriores hasta
hoy, pero también la base para la interpretación del mundo
mítico anterior (Hinkelammert 2007: 87)

Por tanto, es el mito que divide además, el gran mito de la moder-


la historia de occidente en dos y es, nidad:

El gran mito es aquél, según el cual Dios se hizo hombre,


ser humano. En forma religiosa lo expresa el cristianismo,
desde el momento en que Dios se hizo hombre en Jesús
de Nazareth. De esta forma prevalece, aunque no exclu-
sivamente, durante 1500 años, hasta que el Renacimiento

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 553


Revista Realidad 121, 2009
cambia esta perspectiva religiosa y la cuestiona. Pero jamás
se cuestiona que Dios se haya hecho hombre (Hinkelam-
mert 2007: 87).

Su núcleo de sentido es simple y profundo, a la vez. Hinkelammert así


lo deriva:
Dios se hizo hombre, por tanto ser humano. Humanizar
el ser humano, es ahora la nueva dimensión de la vida hu-
mana. Hazlo como Dios, hazte humano. Mach’s wie Gott,
werde Mensch! Al hacerse hombre, se revela algo: que
Dios es ser humano desde siempre (desde la eternidad).
Esa revelación se hace desde ahora patente (Hinkelammert
2007: 87).

De acuerdo con Hinkelammert, no habrá otro Dios…” (Hinkelam-


en la modernidad este sentido radi- mert 2005: 8).
cal es retomado por Marx, aunque Lo que hace Marx —aunque
en una versión secularizada. De no se dé cuenta de ello— al afirmar
ahí la importancia que el mito de “la doctrina de que el hombre es la
Prometeo tiene dentro de su pen- esencia suprema para el hombre” es
samiento, cuando Marx asume la revivir en lenguaje filosófico el prin-
rebelión de este dios-titán griego: cipio teológico expresado por San
“…en contra de todos los dioses del Ireneo de Lyon en el siglo II: “Gloria
cielo y de la tierra, que no recono- Dei, vivens homo; vita autem homi-
cen la autoconciencia humana (en nis visio Dei (La gloria de Dios es la
traducción literal: el ser humano vida del ser humano; la vida del ser
consciente de sí mismo) como la humano, sin embargo, es la visión de
divinidad suprema. Al lado de ella Dios)”. Así lo explica Hinkelammert:

En términos “religiosos”, es lo que irrumpe con el cristia-


nismo: Dios se hizo un ser humano; el ser humano se hace
Dios. De hecho lo que irrumpe es toda una tradición judía
anterior, que es condensada en el cristianismo de una ma-
nera específica y que canaliza ahora toda la cultura greco-
romana en una dirección nueva. Es como una revolución
copernicana, mucho antes de Copérnico. El mundo de los
dioses baja a la tierra y los seres humanos asumen la vida
de los dioses. Dios llega a ser la otra cara de la humanidad.
Esta transformación, por supuesto, tiene antecedentes tanto

554 Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad


en la tradición judía como griega. Pero eso no son más que

Revista Realidad 121, 2009


antecedentes. Ahora irrumpe la convicción, de que la vida
humana debe asumir la vida de los dioses o de Dios. Una
frase como la de Ireneo: Gloria Dei vivens homo, es inima-
ginable antes de esta irrupción. Toda relación con el mundo
de los dioses se ha dado vuelta. Hay acceso a Dios, y Dios
es transformado en el destino humano. En Ireneo aparece
eso en forma radical. No solamente este: Gloria Dei vivens
homo, sino ahora la creación de todo el universo tiene su
sentido en la creación del ser humano, y la historia humana
es transformada en una escalera desde la tierra al cielo, un
camino que lleva a la identidad del ser humano y Dios. El
ser humano se transforma en el centro del universo, de la
historia y de Dios (Hinkelammert 2005: 11).

Para el interés de lo que hemos 9). En suma: el análisis social, si se


reflexionado, lo que hace y lo que lleva hasta las últimas consecuencias
propone Marx es un discernimiento esta perspectiva iniciada por Marx,
de los dioses en la tierra para luego debe reconocer el análisis de dioses
llevarlo al cielo. Esto se mantie- y de ídolos actuando y luchando
ne hasta 1841, pero desde 1844 aquí en la tierra, en contra y a favor
concluye que si el ser humano es del ser humano; o en otras palabras:
la divinidad suprema, ¿para qué, el ATR consiste en un análisis de las
entonces, Dios?, ¿para qué la crítica relaciones sociales entre los hom-
de la religión? Sin embargo, Hinke- bres, en las cuales siempre afirman
lammert piensa que esta crítica pasó alguna imagen de Dios que los niega
a ser un método de análisis que como tales o que los potencia como
parte “de las condiciones de la vida sujetos de su propio destino. En este
real en cada época para remontarse último sentido, desde el cristianismo
a sus formas divinizadas” (Marx, El hay un criterio de discernimiento:
Capital I, nota 4) que permite ana- en la tierra Jesús, cual Prometeo,
lizar los dioses y discernirlos: “se se rebela contra la ley imperial del
trata… de todo un “programa de Estado de Derecho romano y contra
investigación”, pero el cual no se la ley farisaica del Templo judío; en
ha seguido casi nada en la tradición el cielo, Miguel, se rebela contra
marxista… Por supuesto hace falta la divinización de la ley hecha por
analizar… los dioses de Bush, Re- Satanás y es expulsado, cual otro
agan o Hitler… Pero lo mismo vale Prometeo, del cielo a la tierra (Ap.
para el análisis de los diversos pro- 12, 7-12). Dios se hace humano, el
meteísmos…” (Hinkelammert 2005: ser humano se hace Dios.

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 555


Revista Realidad 121, 2009

5. Para concluir

De este modo, creemos que tación disciplinar, hemos obrado


hemos encarado las cuestiones que así. Desde la teología levantamos
anunciamos al comienzo de este la pregunta por las posibilidades de
artículo. Sucintamente lo podemos un conocimiento que mantenga la
referir como sigue. dinámica del trascender. Pero esta
demanda también es una exigencia
Las reflexiones de las páginas
desde la realidad (que se experi-
precedentes, a nuestro juicio, abri-
menta como contexto de enormes
rían un horizonte nuevo de posibi-
limitaciones) la cual, a su vez, pide
lidades para establecer el diálogo
que el conocimiento sostenga su li-
entre teología, filosofía y ciencias gazón consigo misma, es decir, que
sociales. El acercamiento que he- sea histórico. Las respuestas que
mos hecho entre las dos primeras, encontramos no provienen directa-
propone unos fundamentos que mente de la teología —aunque su
necesariamente rompen las fronteras sentido sí— ni de la realidad —por-
epistemológicas establecidas por la que ésta requiere de la abstracción
visión moderna para la producción que le ofrece la teoría— sino de
de conocimiento. Tanto en relación la filosofía, específicamente con el
con el enfoque general como con doble postulado materialista y dia-
respecto a las categorías diseñadas, léctico construido por Marx. De esa
estamos mostrando un camino po- forma llegamos a la formulación de
sible en el cual ninguna disciplina una dialéctica trascendental, nece-
se puede apropiar exclusivamente saria para cualquier conocimiento,
de los mismos, sino que los debe lo cual vuelve a abrirle espacio al
usar y recrear de acuerdo con sus conocimiento teológico en el con-
tradiciones y búsquedas específicas. texto moderno. Filosofía y teología,
En este sentido, el pensamiento crí- en consecuencia, serían parte inte-
tico lo podemos entender como un gral e insoslayable del conocimiento
flujo del conocer que transita por científico, todos con un carácter no
distintos planos, niveles y campos metafísico sino histórico.
temáticos, según las necesidades y
De otra parte, la historicidad
problemas de la realidad y acorde
del pensar la intentamos estable-
con las explicaciones que desde allí
ciendo relaciones del presente con
se emplazan.
el pasado, no con el futuro. El futu-
En la dirección de lo que aca- ro, en el mejor de lo casos, es un
bamos de exponer, en estas prime- desarrollo de las posibilidades del
ras exploraciones en que colocamos presente, pero de cualquier modo
en evidencia la mutua retroalimen- no ha sido. El pasado, en cambio,

556 Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad


sí ha acontecido y, aunque pueden no substituye ni al ser humano ni

Revista Realidad 121, 2009


existir un sinnúmero de dificultades su realidad. En otras palabras, una
para articularse con él, es factible teoría (teológica, filosófica, cien-
plantearse ese proyecto, pues aún tífica) que preserve al ser humano
convivimos con sus vestigios. Es como sujeto. Con este objetivo
el lugar que le asignamos a la me- retomamos el sentido emancipador
moria en el pensamiento crítico: el primordial de la filosofía moderna,
descentramiento del actual estado pero hallamos vestigios históricos
de cosas lo podemos encontrar y existenciales más profundos y
en el pasado donde las mujeres y decisivos en los mitos teológicos de
hombres han vivido experiencias y origen bíblico. Desde estos se nos
motivos de esperanza, de lo cual to- revelan las potencialidades huma-
davía podemos aprender. Este modo nas y divinas del grito, la rebelión y
de proceder nos lo ha enseñado la el discernimiento en función de la
teología judeocristiana. vida y más allá de los límites de la
racionalidad y de la ley que produ-
Con todo, el propósito último cen víctimas y lo justifican.
del conocimiento no es la memo-
ria, esto es, el conocimiento por Por último, el criterio de uni-
el conocimiento. El pensamiento versalización del conocimiento
crítico pretende ser praxis de eman- lo encontramos en el ser humano
cipación del ser humano sojuzgado como sujeto, particularmente en
y sometido. En esto coincide con aquel que es negado como tal
la teología que entiende el conoci- (por exclusión, aplastamiento o
miento de Dios como una experien- aniquilamiento) y que pretende
cia correlacionada con la existencia ser reconocido en su dignidad. El
y reconocimiento de los hombres y pensamiento crítico entiende que
una teoría es universalmente válida
mujeres como seres vivos. De ahí el
en tanto fundamente y explore esta
imperativo de concebir la teología
posibilidad siempre latente: que los
como parte del pensamiento crítico.
seres humanos nos reconozcamos
Además, hemos afirmado que el como hermanos. Renunciar a ello,
conocimiento no puede ser externo es declarar absolutamente relativo
al ser humano ni a la historia. De el conocer y, así, aceptar los límites
aquí el requerimiento de afirmar infranqueables de la muerte expre-
una visión que asegure que la teoría sados en el saber fragmentario.

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 557


Revista Realidad 121, 2009
Referencias bibliográficas razón critica, Departamento
Ecuménico de Investigaciones,
Angarita, Carlos E (2008), “Apuntes
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558 Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad


Notas ba y discernía el inequívoco camino

Revista Realidad 121, 2009


* hacia la liberación y hacia una nueva
El presente artículo es resultado de la
sociedad, signos del Reino entre
investigación denominada Hacia
nosotros. Finalmente, según las
un método de Análisis Teológico de
conclusiones de lo anterior, se deter-
la Realidad, llevada a cabo durante
minaban tendencias en la dinámica
2008 por el grupo de investigación
social y se definían líneas de acción a
Yfantais, de la Facultad de Teo-
tomar. En la práctica era un método
logía de la Pontificia Universidad
alternativo a los enfoques funcional-
Javeriana de Bogotá, Colombia. El
estructuralista y positivista que pre-
proyecto fue financiado por la Vice-
dominaban en aquel entonces. Con
Rectoría Académica de la misma
reconsideraciones, aún sigue siendo
Universidad.
un método al cual se recurre hoy día
**
Docente e Investigador de la Facultad por parte de algunos sectores mino-
de Teología de la Pontificia Univer- ritarios y, supuestamente, fue seguido
sidad Javeriana de Bogotá, Colom- en la última reunión de obispos del
bia. Director del grupo de investiga- CELAM, en Aparecida, Brasil, en el
ción Yfantais. Miembro del Grupo año 2007.
Pensamiento Crítico, Costa Rica.
2 Sin negar sus múltiples expresiones,
1 El ATR, cuyo enfoque y funda- aquí nos referimos específicamente
mentos perfilaremos enseguida a la teoría crítica latinoamericana
y a lo largo del presente texto, con conciencia de ser artesana de
persigue ir más allá de un análisis un pensamiento propio que recogía
social adoptado y popularizado en tradiciones conceptuales de Europa,
el contexto que describimos y que América Latina y del Caribe. En
se conoció como el “método de esta línea asumimos el pensamiento
lectura de la realidad, Ver-Juzgar- de Franz Hinkelammert, referente
Actuar”. El mismo se asumió en la primordial nuestro, cuya mayoría de
educación popular y especialmente su abundante producción intelectual
en las Comunidades Eclesiales de se encuentra disponible en http://
Base. El “ver”, ese punto de partida pensamientocritico.info/. Hinkela-
obligado que pretendía recoger la mmert ha venido considerando la
praxis, se llevaba a cabo recurriendo idea de que la teoría de la dependen-
a los análisis estructuralistas de corte cia debe ser retomada y repensada,
marxista y, en ocasiones, describien- teniendo en cuenta sobre todo su
do además las prácticas sociales de potencial emancipador.
los participantes. Luego, el “juicio”
3 En palabras de Franz Hinkelammert:
crítico pasaba por el examen de la
“Marx de ninguna manera afirma
situación a la luz de los principios
que las relaciones jurídicas son
teleológicos (hacia dónde debía ir la
el simple reflejo de las relaciones
sociedad y la historia) definidos por
económicas. Incluso sostiene lo
corrientes de las ciencias sociales
contrario, es decir, que las relacio-
que igualmente se inspiraban en el
nes económicas son el reflejo de las
marxismo; en el caso de los grupos
relaciones jurídicas. Pero lo dice con
cristianos, dicha crítica se comple-
la palabra “wiederspiegeln”, lo que
mentaba con criterios teológicos y
significa, reflejarse en el espejo o, si
bíblicos desde los cuales se anuncia-

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 559


se quiere «espejar»” (Hinkelammert cfort, Editorial Suhrkamp, 1966, vol.
Revista Realidad 121, 2009
2008: 4). 1, p. 426
4
Dice Eduardo Galeano en su Ven- 7
Benjamin parecía muy consciente
tana sobre la utopía: “Ella está en el del lugar que ocupa la teología en el
horizonte —dice Fernando Birri—. contexto racional moderno: actúa
Me acerco dos pasos, ella se aleja escondida, es pequeña y fea, cual
dos pasos. Camino diez pasos y el enano giboso, pero, a su vez, es
horizonte se corre diez pasos más decisiva para ganar las partidas que
allá. Por mucho que yo camine, por sí mismo no consigue el muñeco
nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve turco llamado materialismo históri-
la utopía? Para eso sirve: para cami- co. Alegóricamente así lo describió
nar”. en su primera tesis sobre el con-
cepto de historia: “Según se cuenta,
Disponible en: www.patriagrande.
hubo un autómata construido de
net/.../eduardo.galeano/.../ventana.
manera tal, que, a cada movimiento
sobre.la.utopia.htm. Es otra manera
de un jugador de ajedrez, respondía
de expresar lo que aquí queremos
con otro, que le aseguraba el triunfo
decir.
en la partida. Un muñeco vestido de
5
1. La escuela materialista: Walter turco, con la boquilla del narguile
Benjamin es un marxista, un mate- en la boca, estaba sentado ante el
rialista consecuente. Sus formula- tablero que descansaba sobre una
ciones teológicas de­ben considerarse amplia mesa. Un sistema de espejos
como metáforas, una forma exótica producía la ilusión de que todos los
que encubre verdades materialistas. lados de la mesa eran transparentes.
Ésta es la posición ya pro­clamada En realidad, dentro de ella había un
por Brecht en su Diario. enano jorobado que era un maestro
en ajedrez y que movía la mano
2. La escuela teológica: Walter Ben-
del muñeco mediante cordeles. En
jamin es ante todo un teólo­go judío,
la filosofía, uno puede imaginar
un pensador mesiánico. En él, el
un equivalente de ese mecanismo;
marxismo no es sino una termino-
está hecho para que venza siempre
logía, un uso abusivo de conceptos
el muñeco que conocemos como
como “materialismo histórico”. Es el
“materialismo histórico”. Puede
punto de vista de su amigo Gershom
competir sin más con cualquiera,
Scholem.
siempre que ponga a su servicio a la
3. La escuela de la contradicción: teología, la misma que hoy, como se
Walter Benjamin trata de con­ciliar sabe, además de ser pequeña y fea,
marxismo y teología judía, mate- no debe dejarse ver por nadie”.
rialismo y mesianis­mo. Ahora bien, 8
En palabras de Hinkelammert:
como todo el mundo sabe, esas
“Según el mito, Abraham sube con
perspecti­vas son incompatibles. De
su hijo Isaac a un cerro para sacri-
allí el fracaso de su intento. Así lo
ficarlo, y así cumplir la ley. El mito
leen tanto J. Habermas como R.
deja entender que Isaac se resiste.
Tiedemann. (Löwy 2002: 41)
Se convierte al asumir su propia
6
A pie de página el autor cita la pro- dignidad, lo que no es compatible
cedencia: W. Benjamin, Briefe, Fran- con la aceptación de ser sacrificado.

560 Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad


No obstante, Abraham tiene todo el vivo, que no vive para morir. Renun-

Revista Realidad 121, 2009


poder sobre él y lo amarra en el altar cia a ser sacrificador. Por tanto, viola
para matarlo. Pero en ese momento la ley que prescribe el sacrificio del
Abraham se convierte también. Ve el hijo primogénito. Convertidos los
rostro de Isaac y le surge su fe: esta dos, pueden bajar juntos del cerro.
fe se confirma al no matarlo. La con- La conversión no es posible si el
versión es doble y complementaria. dominador no se convierte también.
Isaac se convierte al resistirse a ser La conversión es una relación de
sacrificado. Abraham se convierte al reconocimiento mutuo, aunque con-
reconocer a Isaac como ser humano flictivo” (Hinkelammert 2001: 145)

Pensamiento crítico y análisis teológico de la realidad 561

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