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La teoría de
la transición epidemiológica
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1999
La colección Documentos de Investigación difunde los avances de trabajo realizados por investigadores de El Colegio
Mexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicación definitiva de sus textos. Se
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postal 48-D, Toluca 50120, México.
*Investigadora de El Colegio Mexiquense, A.C.; E-mail: vera@cmq.colmex.mx
Marta G.Vera Bolaños 2
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(1934) pero aparentemente para Notestein pasa- sesenta, lo cual propició en el periodo 1970-1975
ron inadvertidos, en cambio menciona que su un crecimiento de 2.9 por ciento, pasando de 283
debate debe mucho a la compilación de datos millones de habitantes en 1970 a 324 millones en
hecha por Carr-Saunders y su discusión del pro- 1975 (Naciones Unidas, 1971, p.105 y 1976 p. 139),
ceso demográfico. contra los 265 y 303 esperados para esos mismos
Para Notestein la población del oeste y años. Con esto quedó establecido que ese creci-
centro de Europa alcanzaría su máximo alrede- miento era consecuencia del rápido descenso de
dor de 1950 y disminuiría posteriormente; para la mortalidad aunado a los elevados niveles de
el sur de Europa esta situación se previno para fecundidad mantenidos de manera sostenida hasta
1970. Al igual que Thompson, Notestein asumió la década de 1970 en prácticamente toda la re-
que la fecundidad podría caer estrepitosamente, gión, con excepción de algunos países como
sus estimaciones del total de la población mun- Argentina y Uruguay en los que la fecundidad
dial en el año 2000 fueron de 3 mil trescientos inició su descenso en la década de 1940; además
millones muy abajo de los 6 mil millones que de Cuba, Chile y el sur de Brasil que lo iniciaron
habitan actualmente el planeta. en la década siguiente. En el análisis de esa si-
Para algunos historiadores la teoría de la tuación se destacó la relación entre economía y
transición fue «destrozada» por el trabajo de al- crecimiento de la población, lo que dio lugar al
gunos demógrafos dedicados a la historia de esta consenso para actuar con el fin de propiciar el
área, y particularmente por el Proyecto Europeo cambio conocido como transición demográfica.
de Fecundidad (Coale, 1986; Wrigley y Schofield, Para Coale (1973) el concepto de la transi-
1981), pero para otros autores algunas de las ción demográfica, es por demás exitoso, a pesar
conclusiones de este estudio pueden ser desafia- de todo lo limitado que pudiese ser al interpre-
das (Chesnais, 1992). tar el pasado y predecir el futuro; él expresa en
La visión esquemática inicial de la transi- sus debates que se ha convertido en el instrumento
ción demográfica fue enriquecida por nuevas de las medidas apropiadas para reducir la fecun-
investigaciones; por ejemplo, en la Conferencia didad en los países de bajos ingresos con pobla-
Internacional de Población celebrada en Lieja en ciones de rápido crecimiento.
1973, Coale señala que los planteamientos iniciales A cincuenta años de su formulación inicial
de la transición quedaron muy atrás con respec- y una amplia bibliografía proveniente de diver-
to a los eventos subsecuentes y que las diferen- sos países, en los que ha sido discutida, aún no
cias entre las tasas de natalidad y las de mortali- se ha convenido acerca de la transición demográ-
dad fueron mayores que las previstas, ya que la fica como una teoría, una generalización, un es-
mortalidad bajó más rápidamente y configuró una quema para el análisis o meramente una «idea».
experiencia histórica inédita. El debate acerca de su estatus continua ocupan-
En América Latina fueron conocidos y dis- do un lugar central en la demografía, debido a
cutidos en forma amplia los planteamientos de las consecuencias en la estructura y la dinámica
Notestein (1945, 1968), quien junto con Coale de la población, producto de los cambios en la
(1968) estableció la base empírica inicial que sir- fecundidad y la mortalidad observados en las
vió para establecer el esquema del crecimiento distintas poblaciones. La sobrevivencia de la teoría
futuro de la población así como su relación con de la transición es reforzada por el hecho de que
el desarrollo económico, sobre todo en los paí- hasta ahora puede ser utilizada en la previsión de
ses atrasados (Benítez, 1993). las tendencias de la población futura o actuar
A partir de 1960 y durante los siguientes 20 como una guía en la investigación empírica.
años, América Latina se convirtió en el escenario
de la discusión entre población y desarrollo de-
bido a las altas tasas de crecimiento que mantu-
vo durante la década de los años cincuenta y
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tunadamente los títulos de los tres estadios de sadas por el hombre) y otro con la evolución de
Omran no ofrecen mucha guía y son inexactos la enfermedad, pues en casos como la enferme-
(Mackenbach, 1994). dad isquémica del corazón y el cáncer los espe-
Un problema para identificar el comienzo cialistas no las ven como un proceso biológico
de la transición epidemiológica sobre la base de degenerativo relacionado con la edad. Los últi-
los cambios en los patrones de causa de muerte, mos términos tampoco resultan adecuados para
por ejemplo en términos de un descenso en la el propósito de designación ya que algunas en-
proporción de muertes debidas a enfermedades fermedades infecciosas pueden tener un prolon-
infecciosas es la falta de datos adecuados. Con gado curso, además de que no están incluidos los
excepción de Suecia y Finlandia, donde el regis- accidentes por ejemplo los de tránsito que pue-
tro nacional de causas de muerte comenzó en den dejar secuelas, debilitar al individuo, provo-
1749, en el resto de Europa occidental general- car disminución en sus capacidades, disfuncio-
mente no va más allá de la primera mitad del si- nes e incluso incapacitarlo para la realización de
glo XIX, por ejemplo, Inglaterra y Gales comen- sus actividades normales.
zaron en 1848, por lo que resulta difícil estudiar La segunda familia está constituida por
cambios en las causas de muerte desde el comien- designaciones que se refieren a supuestos más
zo del descenso en la mortalidad por causas. Otra amplios sobre las causas del crecimiento de es-
dificultad con los datos se relaciona con la clasi- tas enfermedades, «enfermedades de la riqueza»,
ficación de las causas de muerte, especialmente «enfermedades de la civilización» y «enfermeda-
antes de 1900; la primera edición de la Clasifica- des occidentales», cuyos supuestos requieren de
ción Internacional de Enfermedades fue presen- mayor análisis. Por ejemplo, algunas «enfermeda-
tada en 1900, antes de ese año cada país tenía su des de la riqueza» como se ha considerado la
propio esquema de clasificación el cual se basó enfermedad isquémica del corazón se han des-
en un cuerpo de conocimientos con el cual ya plomado en países cuyos estándares de vida son
no se está familiarizado. elevados; las «enfermedades de la civilización»
Los problemas para identificar el fin de la están referidas a un punto de vista europeocen-
transición epidemiológica no están tan relaciona- trista de la civilización humana. El concepto “en-
dos con la disponibilidad de datos adecuados fermedades occidentales», es el más seriamente
como a la falta de una idea válida acerca de las investigado de estos tres pero básicamente está
causas de muerte que deben ser incluidas en el referido a enfermedades cuya importancia aumen-
análisis. Han habido intentos para encontrar una tó cuando poblaciones «no occidentales» adopta-
designación apropiada para el grupo de causas ron modos de vida «occidentales». Aunque el pro-
de muerte que creció en importancia durante la ceso de incremento de esas enfermedades quizá
transición epidemiológica. Las designaciones pro- no sea ajeno a los cambios ocurridos en las po-
puestas cayeron dentro de dos familias y son blaciones de los países industrializados hace cien
confusas (ibid. p. 330). o doscientos años no tiene que ser necesariamente
La primera familia está constituida por idéntico.
designaciones referidas a aspectos relativos al El estudio de Powles realizado en 1992
origen, evolución y pronóstico de la enfermedad. (citado por Mackenbach, op.cit.) señala que en
El término «enfermedades degenerativas y causa- la discusión relativa a la selección de causas de
das por el hombre» de Omran es un ejemplo, así muerte las cuales incrementaron su importancia
como los términos «enfermedades no contagiosas durante el descenso de las enfermedades infec-
y lesiones» y «enfermedades crónicas». Estos tér- ciosas en Europa occidental y Norteamérica se ha
minos no resultan apropiados para el propósito convenido en incluir la enfermedad isquémica del
de designación. En el primero se ubican dos pro- corazón, algunos cánceres (pulmón, mama, pán-
blemas, uno relacionado con la ambigüedad (cau- creas) y accidentes de tráfico, encontrándose
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