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Las restantes estructuras del conjunto, de gran tamaño se cree que fueron fortalezas, pues
están situadas en lugares estratégicos, rodeadas de muros y con angostas escaleras
empinadas. También se advierten cinco calzadas de anchura constante (9.8 m), con
plataformas paralelas, que sujieren un sistema de relevos de mensajeros. El grupo da una
idea aproximada de cómo pudo haber sido un centro Mochica.
Mural Bonavia
Hans Horkheimer y Gonzalo de Reparaz ofrecieron las primeras noticias acerca de una
valiosa pintura mural, develada en 1958 por huaqueros en Pañamarca. Con el apoyo de
Gonzalo de Reparaz, que por entonces funfía de representante de la UNESCO, Ducio Bonavia
realizó un prolijo análisis de este testimonio pictórico (1959). Lastimosamente no se tomó las
previsiones necesarias para su conservación, por lo que a los pocos años de su
descubrimiento sólo quedaban tristes huellas de esta reliquia pictórica; lo que puede
apreciarse por al fotografía del autor tomada en 1963. Sin embargo, la escena ha sido salvada
documentalmente gracias a una réplica de Félix Caycho.
La composición corresponde a un gran fragmento pictórico, que mide 1,50 m. de ancho por
1,54 metros de alto. Va enmarcada por dos orlas, una en parte superior y otro en el lado
opuesto. Las orlas parecen evocar las crestas de las olas, además se alude a terrazas de
cultivo en forma de escalones-andenes.
La ciudadela fue descubierta en 1958 a partir del hallazgo de una pintura mural.
Posteriormente sería estudiada por el arqueólogo Lucio Bonavia en 1959. A nivel
arquitectónico, las ruinas de Pañamarca se encuentran conformadas por tres construcciones
de forma piramidal y hubiera sido edificada con fines de culto y milicia. Las construcciones se
encuentran hechas a base de adobe y por la misma forma piramidal presentaban en ellas
diferentes niveles superpuestos. Junto con estas estructuras piramidales que tuvieran el
carácter principalmente religioso se encontraban otras que por su ubicación estratégica y difícil
acceso hubieran tenido la finalidad de ser fortalezas.
La Pirámide principal de Pañamarca se caracteriza por presentar cinco niveles, uno sobre
otro, mismos que se encuentran conectados por rampas zigzagueantes que tienen su
ubicación en el frontis principal.
La Pirámide 2 del edificio presenta una altura inferior a la principal y se encuentra distanciada
de esta por la presencia de un patio, es en esta donde se encontrara la importante pintura
mural hallada en el 58 y restaurada posteriormente. Respecto a la tercera pirámide del
complejo, ésta aún no tiene investigaciones profundas y sigue cubierta incluso por el terreno
de la zona.
Actualmente los murales de Pañamarca se encuentran bastante dañados, tanto así que
apenas son distinguibles algunas manchas de color; y la mayoría de los muros presentan un
único matiz. Entre los murales que fueran encontrados por las expediciones a esta ciudadela
se notaba en ellos la presencia de franjas anchas que marcaban el límite o borde de la figura
que circundaban. En los dibujos que se encontraban en los murales destacan escenas de
carácter mítico, en la que recalcan zorros alados; religiosas, en las que podemos ver a sus
sacerdotes; guerreras, entre los que destacan figuras de prisioneros con el cuerpo circundado
de serpientes, entre otros. Además presentan la característica de ostentar todos ellos colores
diversos entre los que resaltaban el blanco, rojo, azul, negro y diferentes tonalidades de los
mismos. Es importante mencionar sobre estos también que estaban cubiertos por toda su área
delimitada ya que los pobladores moches presentaban lo que se llama el horror al vacío.
La pintura mural del 58 reflejaba en ella personajes con atributos míticos que avanzaban a
manera de procesión detrás de un Principal. Es resaltante a la vez notar en este mural la
presencia de rituales en los que intervenían los sacrificios humanos. Acompañando este
séquito también puede observarse la presencia de un felino quimerizado con una serpiente
que podría ser la deidad del área.
Para que el visitante pueda llegar hasta la Ciudadela de Pañamarca deberá invertir un tiempo
de media hora si viene desde la Ciudad de Chimbote. El ingreso al recinto responde a un
costo de s/3.00 por boleto de adulto, s/2.00 a estudiantes, docentes y jubilados y s/0.50
céntimos por escolar. El sitio está abierto al público todos los días de la semana desde las 8
de la mañana hasta las 5 de la tarde.
Pirámides perdidas de Pañamarca
Pirámides de
Pañamarca... perdidas por la indiferencia y el olvido
Las ruinas arqueológicas de Pañamarca , en
Capellanía cerca de San Jacinto, están formadas
por tres edificios piramidalesubicados sobre un cerro.
Fue construída por la cultura Moche.
Los mochicas se expandieron hasta el Valle de
Nepeña y para asegurar su frontera sur edificaron
este centro religioso-militarque es famoso por sus
murales coloridos, aunque ahora, por la falta de
conservación, tales dibujos se han borrado. Tomado
dehttp://www.lasponcianashotel.com/arqueologia.html
Mural perdido
http://mdnepena.wordpress.com/2008/07/04/panamarca/
Muestra prisioneros con el cuerpo rodeado de serpientes, hombres con enormes garras que
hacen cabriolas amenazadoras, zorros sagrados con alas que hacen ofrendas de chicha con
copa de plata, sacerdotes con panojelías que constan de elaborados tocados de
cabeza finamente tejidas y plumas que van desfilando con el fin de halagar a los dioses o
de asustar al espectador. http://www.lasponcianashotel.com/arqueologia.html
Representa una escena completa de supuesto ritual, denominada la
"Presentación" igual al mural descubierto en la Huaca de la Luna http://santa-
ancash-peru.blogspot.com/2010/12/panamarca-ruinas-arqueologicas-nepena.html.
Es la ciudadela más importante de la parte sur del Imperio del Reino Moche por su
monumentalidad y por la presencia de abundantes pinturas murales. Declarada Patrimonio
Cultural de la Nación por Resolución Directoral Nacional Nº 581/INC-2003 del 12 de agosto del
2003.
ESTADO ACTUAL
Se encuentra en regular estado de conservación. Originalmente los muros estuvieron enlucidos y
pintados; en la actualidad se muestran deteriorados, todas de un solo color o con tenues huellas
de pintura, prontas a desaparecer si no hay labor de conservación.
Ciudadela de Pañamarca
Ciudadela de Pañamarca
Descripción
El Complejo Arqueológico de Pañamarca fue un Centro Ceremonial Religioso-Administrativo que sirvió para
asegurar el límite meridional de la Cultura Moche.
Esta formado por tres edificaciones piramidales escalonadas orientada hacia el noroeste; la más importante
esta hecha con cinco plataformas superpuestas, comunicadas por rampas en forma de zig-zag que están en la
fachada principal, orientada hacia el noroeste, tal como la antigua construcción de piedra. Esta estructura fue
la base del templo principal y de mayor visibilidad en el conjunto.
La segunda pirámide, frente a la anterior y separadas por un patio, es de menor altura y está cortada por el
centro, donde hubo una pintura mural muy difundida por Bonavía en 1959. La tercera pirámide, al norte de las
anteriores, todavía permanece enterrada.
Con estos volúmenes se distribuyen en el resto del área patios y habitaciones delimitados por elevados muros.
Todos ellos construídos a base de adobes paralelepípedos sobre la cima de un cerro del mismo nombre, los
muros fueron enlucidos y pintados en varios colores con diseños de escenas de guerra, ceremonias, etcétera.
Aún quedan evidencias de pintura mural que representa la escena de un sacrificio precedido por una
sacerdotisa, denominada `La Sacerdotisa". Los murales muestran prisioneros con el cuerpo rodeado de
serpientes, hombres con enormes garras que hacen cabriolas amenazadoras, zorros sagrados con alas que
hacen ofrendas de chicha con copa de plata, sacerdotes con pañolerías que constan de elaborados tocados de
cabeza, éstas finamente tejidas y plumas que van desfilando con el fin de halagar a los dioses o de asustar al
espectador.
Hay, también, figuras mitológicas (caracol-felino) y escenas cotidianas (luchadores) y religiosas. Entre estas
últimas destaca el Grupo del Gran Sacerdote con un cuchillo o sonaja en sus manos y rodeado de ayudantes
semivampiros o semifelinos. Completan la escena un guardián maltratando a su prisionero y una serpiente-
zorro. Así como las Armas Mochica. También hay dos cementerios que se pueden reconocer por los
innumerables hoyos, producto de las excavaciones de los "huaqueros".
Horarios
En los laterales se encuentran las figuras de dos serpientes, semi enroscadas, verticalmente,
con tres cabezas, dos terminales y una central, con cresta u oreja. El otro motivo presenta
cabezas humanas y zoomorfas estilizadas, y en la parte central cuadrados blancos con
decoraciones simétricas en aspa, sobresalen en este mural el ocre amarillo, rojo indio,
negro, blanco, azul y verde.
Es factible ver en algunas partes el uso de piedras para la base, pero no es lo general. Las
construcciones son de tipo piramidal, con muros altos encerrando espacios abiertos. Se
realizan sobre terrazas dispuestas en diversos niveles, adaptándose a las irregularidades de
la base rocosa, reservando el nivel más alto para el edificio de mayor importancia; el
templo. Como signo de protección y defensa todo el conjunto fue rodeado de murallas.
La más importante esta hecha con 5 plataformas superpuestas, comunicados por rampas en
forma de zig-zag que están en la fachada principal , orientada hacia el noroeste, tal como la
antigua costrucción de piedra. Esta estructura fue la base del templo principal y de mayor
visibilidad en el conjunto.
El muro, una vez levantado, era enlucido con barro escogido, luego se pintaba de color
blanco y mediante trazos incisos, pocos profundos, se ejecutaba el diseño de las figuras que
cobraban vida al ser pintados. Se representarón escenas místicas, religiosas, guerreras, etc.
Los murales de extraordinario colorido están siempre delimitados por bandas anchas, llenos
de figuras de diferentes tamaños para evitar el vacío. Los colores usuales son: Blanco,
rojo,azul,negro y matices de éstos.
Esta sociedad había alcanzado notable desarrollo técnico científico. Su alfarería de carácter
realista espresa la habilidad artística de sus artesanos, de sus creencia y modos de vida; las
pirámides de barro una técnica constructiva nueva, y los sistemas de canales en la ingeniería
hidráulica.
Todo lo anterior, apoyado por un aparato burocrático y militar, condujo a la Cultura Mochica
a extender sus dominios en un amplio territorio; por el norte hasta Piura y por el sur hasta el
valle de Nepeña; de tal modo, Pañamarca fue un bastión importantísimo, cuyo rol político-
religioso sirvió para asegurar el límite meridional Mochica y, por lo mismo, de los antiguos
pueblos de Nepeña. Esto explica el carácter estratégico y primordiales en la construcción de
este centro político administrativo.