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CICLO CELULAR
Una célula se reproduce mediante una secuencia ordenada de acontecimientos en los que
duplica su contenido y luego, se divide en dos. Este ciclo de duplicación y división, conocido
como ciclo celular, es el mecanismo esencial de reproducción de todos los seres vivos. Los
detalles del ciclo celular varían en los distintos organismos y en diferentes momentos de la vida
de un organismo dado.
Hay dos grandes tipos de células en los organismos pluricelulares: las células somáticas y las
células germinales. Las células somáticas son las que no producirán gametos, mientras que las
células germinales sí. Esta distinción es importante porque las células germinales dan lugar a
los gametos por un proceso denominado meiosis, mediante el cual se consiguen cuatro
gametos haploides a partir de una célula diploide. Las células somáticas que proliferan
terminarán su ciclo celular dividiéndose y convirtiéndose en dos células hijas con la misma
dotación génica que su antecesora por un proceso denominado mitosis.
El ciclo celular de los distintos tipos celulares dentro de un tejido o de un organismo debe estar
fuertemente controlado y coordinado. Durante el desarrollo embrionario y juvenil de los
animales se crece en tamaño y muchos tipos celulares contribuyen a ello. Sin embargo,
alcanzado el tamaño adulto muchas poblaciones celulares detienen o disminuyen sus tasas de
proliferación, ajustándolas a las necesidades de reparación, mantenimiento o supervivencia del
organismo. En algunas ocasiones ocurren errores en ciertas células que escapan a dichas
regulaciones del ciclo celular y se dividen sin control. Éstas son las células cancerosas.
El ciclo celular pasa por una serie de etapas denominadas: G1, S, G2 y M (las letra G significa
intervalo o "gap", la S síntesis y la M mitosis). Esta secuencia se mantiene en prácticamente
todas las células que proliferan y sólo ocasionalmente alguna de las fases es omitida. Las fases
G1, S y G2 se suelen agrupar en la denominada interfase.
Interfase
Fase G1
Algunas estructuras son sintetizadas por la célula; entre estas se encuentran microtúbulos,
microfilamentos de actina y los ribosomas, los cuales están compuestos por subunidades
proteicas.2, 9, 10 Las estructuras membranosas como el aparato de Golgi, los lisosomas, las
vacuolas y las vesículas se derivan del retículo endoplásmico, el cual se renueva y aumenta en
tamaño por la síntesis de proteínas y lípidos. También hay replicación de mitocondrias y
cloroplastos previamente existentes. Las células en G1 pueden detener su progresión en el
ciclo y entrar en un estado de reposo especial, llamado Go (G cero), donde pueden
permanecer durante días, semanas o años antes de volver a proliferar y en ocasiones nunca
más dividirse, como por ejemplo las fibras musculares esqueléticas que no se dividen, pero sí
renuevan sus organelas citoplasmáticas.
Senescencia celular: fase Go. El estado de Go es de reposo y ausencia de crecimiento,
que difiere de todos los estados que experimenta el ciclo celular. La ausencia de
factores de crecimiento apropiados llevan a las células a una especie de latencia en el
ciclo celular, en el cual el sistema de control no avanza a través de G1, ya sea porque es
incapaz o porque no lo necesita; además, si se suprimen los nutrientes a la célula, ésta
no podría proseguir con el ciclo. Por ejemplo, en la ausencia de aminoácidos la síntesis
de proteínas no se llevaría a cabo óptimamente y por tanto la célula no continuaría con
su división. El estado de Go depende de la historia de la célula a largo plazo de una
manera compleja: en cada tipo celular, cada estado del desarrollo del animal obedece
a unas leyes ligeramente distintas, lo cual refleja las diferencias en su maquinaria de
control interno; por ejemplo, en el cuerpo humano algunas células como las neuronas
que no continúan replicándose sino manteniendo y creando comunicaciones
intercelulares.
El estado de Go no está relacionado con el comportamiento de los telómeros
(secuencias de ADN repetitivo especiales por ser los “sellantes” en los extremos de los
cromosomas). Cuando una célula se divide los elómeros no se replican de la misma
forma que el resto del genoma sino que son sintetizados por una enzima llamada
telomerasa, la cual actúa con menos precisión, creando una variación aleatoria en el
número de repeticiones de la secuencia telomérica del ADN. El estado Go está muy
relacionado con la reducción progresiva del número de estas repeticiones, lo cual
sugiere que Go puede estar provocada por la incapacidad de mantener la longitud de
los telómeros, quizá porque estas células son deficientes en telomerasas.
Fase S
La replicación del ADN comienza cuando la célula adquiere el tamaño suficiente, las proteínas
necesarias se han sintetizado y se tiene el ATP necesario. Dado que el ADN lleva la información
genética de la célula, antes de la mitosis debe generarse dos juegos o complementos de ADN
idénticas para ser repartidas entre las dos células hijas.
Durante la interfase el ADN asociado a las histonas constituye la cromatina, que se encuentra
desenrollada en largas y delicadas hebras. El ADN es una doble hélice que durante la
replicación se abre y cada cadena es utilizada como molde para la producción de una nueva
doble cadena, que queda unida a la original y que sirve como guía. Por esta razón, la
replicación del ADN se denomina semiconservativa. Estas dos dobles cadenas de DNA quedan
unidas por el centrómero hasta la mitosis, recibiendo el nombre de cromátides hermanas.
El proceso clave de la replicación del ADN ocurre durante la fase S (síntesis) del ciclo celular,
momento en el cual las histonas (H1, H2a, H2b, H3 y H4) y otras de las proteínas asociadas al
ADN son sintetizadas (ADN polimerasas, ligasas, topoisomerasas entre otras).
Fase G2
La fase S del ciclo celular da paso a la fase G2, la cual termina con la entrada en la fase M o
mitosis. En la fase G2 se acumulan progresivamente aquellas moléculas cuyas actividades serán
necesarias durante la fase M. Tradicionalmente se ha considerado como un estado de tránsito
entre las fases S y M. Durante esta etapa, sin embargo, se comprueba si ha habido errores
durante la replicación del ADN y si se ha producido su duplicación completa. Si éstos defectos
son detectados la célula no entrará en fase M y el ciclo celular se detendrá hasta que los daños
sean reparados o el ADN sea completamente copiado. Se puede entender que estos
mecanismos son críticos para la célula puesto que los errores no detectados pasarán
irremediablemente a las células hijas. Durante la fase G2 la células también aumentarán en
tamaño y los centrosomas, duplicados durante la fase S, se dirigirán a lugares opuestos de la
célula para formar posteriormente el huso mitótico.
Fase M
La fase M supone la división de una célula en dos células hijas. Conlleva una serie de procesos
encaminados a repartir los componentes celulares sintetizados durante las fases anteriores del
ciclo celular, destacando el ADN duplicado en la fase S, entre las dos células hijas resultantes de
una forma generalmente equitativa. La fase M se divide en procesos que corren paralelos:
mitosis con las etapas profase, metafase, anafase, telofase y la citocinesis.
Mitosis
Profase
La profase comienza con la condensación del ADN, de manera que llegan a ser visibles las
cromátidas de forma aislada, y con la desaparición del nucléolo. La condensación parece estar
favorecida por la fosforilación de las histonas que componen la cromatina.
Metafase
Al final de la profase (o prometafase) las cromátidas hermanas están unidas entre sí y también
a los microtúbulos cinetocóricos del huso mitótico. Las dos cromátidas hermanas unidas
forman los cromosomas, que son desplazados hacia el centro del huso mitítico, equidistante a
los dos centrosomas, formándose la denominada placa ecuatorial. Esto define a la metafase.
Los desplazamientos son consecuencia del acortamiento y alargamiento de los microtúbulos,
así como de la acción de las proteínas motoras. Durante este periodo los cromosomas se
mueven para ocupar su posición enla placa ecuatorial y a veces se desplazan temporalmente
fuera de ésta. Ello es indicio del tira y afloja que mantienen los microtúbulos de cada
centrosoma.
Anafase
La anafase comienza con la rotura de las conexiones entre cromátidas hermanas a nivel del
centrómero gracias a la participación de proteasas, de manera que cada cromátida irá hacia
uno de los centrosomas.
Cada cromátida irá hacia uno de los centrosomas. Existen dos etapas: la anafase A, en la cual
los microtúbulos cinetocóricos se acortan por despolimerización, tanto en el extremo menos
como en el más; mientras que en la anafase B los propios centrosomas se separan entre sí,
empujados por los microtúbulos polares, favoreciendo aún más la separación de las
cromátidas. Esta separación de los centrosomas va acompañada por una elongación de los
microtúbulos polares, aportando la fuerza las proteínas motoras, que hace que se deslicen
unos microtúbulos polares sobre los otros.
También parece que otras proteínas motoras se asocian a los microtúbulos que salen desde los
centrosomas en dirección opuesta a las cromátidas y contactan con el cortex celular, tirando de
los centrosomas. Son los microtúbulos del áster. En los husos mitóticos grandes, donde el
número de microtúbulo puede llegar a miles, como ocurre en las células de algunos anfibios y
del endospermo de angiospermas, hay microtúbulos que no tienen sus extremos conectados a
ningún polo del huso y la mayoría están asociados a los cromosomas.
Telofase
Durante este proceso, se desfosoforilan las proteínas del proo nuclear y las láminas nucleares
que fueron fosforiladas durante la prometafase, lo que permite que se vuelvan a ensamblar y
formen la envoltura nuclear y la lámina nuclear, respectivamente. Una vez reconstruida la
envoltura nuclear y la lámina nuclear, los pros bombean proteínas al interior del núcleo que se
expande, y los cromosomas mitóticos condensados se descondensan hasta recuperar su estado
de interfase.
Citocinesis
La citocinesis es la etapa final del ciclo celular y supone la separación del citoplasma de la
célula madre en dos partes que conformarán a las células hijas. Esta separación tiene lugar tras
la segregación de los cromosomas, si no podría dar lugar a ploidías (desigual cantidad de
cromosomas en las células hijas). La citocinesis es diferente en animales, plantas y hongos.
Pero en todos se sigue una serie de etapas: elección del plano de división, ensamblaje de la
maquinaria de división y separación
celular.
Hay varios puntos de control, pero los tres más importantes son:
La mayoría de las células que forman los organismos tienen la capacidad de migrar en
respuesta a estímulos externos o a programas genéticos internos. Cuando está correctamente
regulada, la migración celular constituye una pieza clave en algunas de las funciones biológicas
más asombrosas que existen en la naturaleza como son la defensa inmunitaria, el desarrollo
embrionario o la regeneración de tejidos por células madre.
Quimiotaxis
Quimiotaxis en neutrófilos
Los neutrófilos son un tipo de células del sistema inmune fundamentales en la defensa contra
las infecciones. Dentro del cuerpo, los neutrófilos migran hacia los lugares donde haya una
infección o una lesión de los tejidos.
La migración de estas células está mediada por la quimiotaxis, que actúa como la fuerza de
atracción para determinar la dirección en la que se mueven los neutrófilos. Este proceso es
activado por la liberación de unas proteínas especializadas del sistema inmune, llamadas
interleucinas, en los sitios donde hay daño tisular.
De los muchos neutrófilos que circulan fuera de la médula ósea, la mitad están en los tejidos y
la otra mitad en los vasos sanguíneos. De los que se encuentran en los vasos sanguíneos, la
mitad están dentro de la corriente principal de sangre circulando rápidamente por todo el
cuerpo.
Quimiotaxis en fagocitos
La quimiotaxis es el proceso, una vez activada una célula fagocítica, donde persigue el agente
extraño que va a ser fagocitado mediante el gradiente de partículas químicas que desprende el
microorganismo o partícula extraña, se desplaza rápida y eficazmente siguiendo este gradiente
hasta poder adherirlo, rodearlo y fagocitarlo.
Quimiotaxis y la inflamación
Durante la inflamación, los glóbulos blancos (leucocitos) se adhieren a las células del interior
de los vasos sanguíneos, desde donde migran a través de la capa de células endoteliales y se
mueven entre los tejidos hacia la fuente de inflamación, donde cumplirán su función de
defensa del hospedador.
La quimiotaxis de los leucocitos se
considera esencial para la migración
desde la sangre hacia los tejidos
donde hay inflamación. Esta respuesta
inflamatoria es causada por un agente
infeccioso o por una sustancia que
cause alergia. Desde el punto de vista
cronológico, los mediadores de la
inflamación van a producir
básicamente dos efectos. En una
primera fase inicial, alteraciones
vasculares que facilitan el trasvase de
moléculas desde la sangre
(inmunoglobulinas, factores de
coagulación) al foco inflamatorio, así
como la producción de edema. En una
segunda fase, más tardía, las propias
alteraciones vasculares, así como la
liberación en el foco de factores quimiotácticos, determinan la llegada de células inmunes
procedentes de la sangre y de los tejidos circundantes como neutrófilos, basófilos, eosinófilos,
neutrófilos, linfocitos T y B, macrófagos.