Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Investigación referente al Título Tercero de la Sección Primera del Código Civil Peruano
titulado Nombre.
INTRODUCCION
Debemos señalar que el Nombre es la designación exclusiva que corresponde a cada persona.
Perreau citado por el Dr. Abado Ruiz García (2009) en su Diccionario Juridico define al
Nombre como “el término que sirve para designar a las personas de manera habitual”. Por
otro lado Alterini(1977) expresa que el Nombre “es el modo de designar a una persona”. Para
Ciocco y Sanchez Urite (1970) “el nombre individualiza a la persona dentro de la masa de sus
semejantes. El nombre es, pues, la designación exclusiva que permite mencionar
individualmente a la persona; también se lo ha definido como el modo de identificación de una
persona dentro de la sociedad en que vive”.
El Titulo tercero del Código incluye catorce dispositivos y parten del supuesto del deber de la
persona a llevar un nombre que la identifique y, simultáneamente, del derecho de exigir que
se le designe por dicho nombre. Dicho Título, por ende, regula las acciones tendientes a hacer
cesar la vulneración de este derecho o a impedir la utilización indebida del nombre. Por otro
lado establece de manera sistemática aquellas normas que contraen a regular el nombre de
los hijos matrimoniales, extramatrimoniales, adoptados o con progenitores desconocidos, así
como el de la mujer casada, separada, divorciada o viuda. También se contempla la facultad
del registrador del estado civil de atribuir un nombre adecuado al recién nacido cuando se
desconozca la identidad de los progenitores.
TITULO III
NOMBRE
Toda persona tiene el derecho y el deber de llevar un nombre. Este incluye los apellidos.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Los seres humanos, a medida que vamos conociendo la realidad, vamos asignando nombres a
todos los seres para distinguir unos de los otros. Los nombres o sustantivos son esas palabras
con las que designamos a las personas, animales, cosas, ideas, sentimientos y sensaciones.
El nombre propio o Nombre de pila: Es el que colocan los padres cuando van a registrar al hijo
en la oficina del Registro civil, sirviendo para distinguirlo jurídicamente de los restantes hijos
de los mismos padres (individualización).
El nombre del individuo tiene las funciones de particularización o individualización por la cual
apenas solo aquella persona pueda ser reconocida con aquel nombre; y de identificación
donde el nombre tiene una atribución social que permite identificar, por un nombre, al
individuo que posee.
Garantías
El nombre civil presúmase constituido para toda a vida del individuo y, como registro de su
existencia. Por su importancia primordial, es objeto de varias garantías, como: Inmutabilidad,
imprescriptibilidad, inalienabilidad, inestimabilidad, irrenunciabilidad y, finalmente, a
intransmisibilidad.
Características
Inmutabilidad
El nombre civil, por norma, es inmutable: o sea, una vez consignado en el registro civil no
puede ser alterado. Solo en virtud de hechos jurídicos que son antecedentes motivo de
cambio: matrimonio, adopción, causas graves que justifiquen su calificación.
Pueden ser alterados los nombres que causen vergüenza a su portador, o degradantes y
equívocos respecto del sexo, criterios muy variables según la época, hasta las que imponen
una serie de nombres confesionales de una religión Otras hipótesis abarcan a incorporación de
apodos o nombres de casada de cambio de sexo.
Imprescriptibilidad
Inalienabilidad e inestimabilidad
El nombre no puede ser objeto de negocio; nadie puede disponer de su nombre para
transferirlo o retirarlo, mediante pago. El nombre de alguien no se vende.
Por otro lado, el valor del nombre civil es inestimable – o sea – es imposible atribuirle un valor,
al contrario de lo que ocurre con las marcas.
Intransmisibilidad e irrenunciabilidad
Nadie puede renunciar a su propio nombre. Una vez nombrado, el individuo se ve obligado a
usar el nombre durante toda su vida. En el caso de que la persona no le guste su propio
nombre esto no constituye causa jurídicamente válida para el cambio de éste.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Para referirnos a los apellidos que debe llevar el hijo citaremos a Juan Carlos Esquivel Oviedo
quien apostilla en el texto del Código Civil comentado de Gaceta jurídica, sobre legislación
comparada del tema que nos ocupa trayendo a colación “la legislación extranjera los Códigos
Civiles que, autorizan u ordenan llevar a los hijos matrimoniales los apellidos del padre y la
madre, tenemos el Código Civil español (artículo 114 y el artículo 53 de la Ley de Registro Civil),
Código portugués (artículo 1877) Código boliviano (artículo 10), Código portorriqueño (artículo
118), Código japonés (artículo 790), Código paraguayo de 1985 (artículo 50) (PLlNER). “
La doctrina define al apellido como el nombre de familia, debido a que la adquisición de éste
se encuentra supeditada a la clase de filiación que corresponda a la persona.
Asimismo el artículo 20 del CC, regula la cantidad y calidad de los apellidos del hijo matrimonial
En tal sentido, es que se establece que éste solo debe llevar dos apellidos, el primero del padre
y el primero de la madre. Fernández Sessarego refiere en su análisis que esta disposición
elimina la posibilidad de los llamados apellidos compuestos, en la medida que estos no
cumplen a cabalidad la función individualizadora que es propia del nombre.
Sobre el particular consideramos que cuando el artículo en comentario dispone que el apellido
que le corresponde al hijo matrimonial sea el primero de ambos padres, está impidiendo que
el hijo tenga más de dos apellidos, evitando que se genere un apellido compuesto. Sin
embargo, si el primer apellido del padre o la madre es compuesto, tal apellido se transmitirá a
su hijo, sin que ello signifique una contravención al artículo en comentario.
ARTÍCULO 21.- INSCRIPCION DEL NACIMIENTO
Cuando el padre o la madre efectúe separadamente la inscripción del nacimiento del hijo
nacido fuera del vínculo matrimonial, podrá revelar el nombre de la persona con quien lo
hubiera tenido. En este supuesto, el hijo llevará el apellido del padre o la madre que lo
inscribió, así como del presunto progenitor, en este último caso no establece vínculo de
filiación.
Luego de la inscripción, dentro de los treinta (30) días, el registrador, bajo responsabilidad,
pondrá en conocimiento del presunto progenitor tal hecho, de conformidad con el
reglamento.
Cuando la madre no revele la identidad del padre, podrá inscribir a su hijo con sus apellidos.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Se establece con claridad, los apellidos que corresponden al hijo habido fuera del matrimonio,
así que el hijo extramatrimonial lleva los apellidos del progenitor que lo haya reconocido. Si
ambos lo reconocen se le atribuye, al igual que al hijo matrimonial, el primer apellido de cada
uno de sus progenitores.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
El menor que ha perdido a sus padres o ha caído en un estado de abandono material o moral,
se incorpora plenamente a una nueva familia, ingresa a un hogar que lo acoge como si fuera el
suyo propio. En cualquiera de los casos el parentesco de origen carece, para el menor
adoptado, de sentido afectivo o simplemente lo ignora.
Esta norma guarda concordancia con el artículo 377 del código, el que prescribe que el
adoptado asume la calidad de hijo del adoptante y deja de pertenecer a su familia
consanguínea.
El recién nacido cuyos progenitores son desconocidos debe ser inscrito con el nombre
adecuado que le asigne el registrador del estado civil.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Este presente artículo prescribe la plena facultad del registrador del estado civil de atribuirle
un nombre adecuado al recién nacido cuyos progenitores sean desconocidos. Esto se justifica
plenamente por la necesidad jurídica, fundada en el interés social, de otorgar un nombre a
cada persona.
La mujer tiene Derecho a llevar el apellido del marido agregado al suyo y a conservarlo
mientras no contraiga nuevo matrimonio. Cesa tal Derecho en caso de divorcio o nulidad del
matrimonio.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
La mujer tiene Derecho a llevar el apellido del marido, mas no está en la obligación de hacerlo,
de no ser así, seguirá llevando la misma identidad de soltera. Dicho derecho de llevar el
apellido del conyugue se extingue cuando:
Se produce el divorcio
Pero en el caso de que se produjera una separación de cuerpos, la mujer sigue conservando la
plena facultad de llevar el apellido del marido mientras no existan razones justificadas que la
obliguen a renunciar a dicho derecho. Para tal caso deberá ser resuelto directamente por el
juez encargado de llevar a cabo el proceso.
Pueden existir razones por lo cual la mujer le sea imposible renunciar a dicha identidad que
pueden ser por razones de haber alcanzado notoriedad, y fama en diferentes actividades
profesionales, literarias, u otras análogas y que al renunciar al apellido podría afectar el normal
desarrollo en el futuro de dicha conyugue; en tal caso el juez deberá dar solución evitando
perjuicios a las partes a través del común acuerdo entre los conyugues o en otros casos
mediante una autorización judicial.
La prueba referente al nombre resulta de su respectiva inscripción en los registros del estado
civil.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Cuando se vulnere este derecho puede pedirse la cesación del hecho violatorio y la
indemnización que corresponda.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Prescribe el derecho que asiste a toda persona de exigir que se le designe e individualice
mediante la utilización de su nombre, se comprueba aquí que la identidad es inherente a toda
persona, de lo cual el nombre es una de sus más importantes expresiones en su vida de
relación
El artículo dispone que la persona a quien se conteste su nombre, se le discuta o niegue, esté
facultada para exigir judicialmente la cesación del hecho violatorio. Asimismo exigir la
indemnización que corresponda en caso que haya daño a la persona.
Es nulo el convenio relativo al nombre de una persona natural, salvo para fines publicitarios,
de interés social y los que establece la ley.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Quiere decir que un acuerdo no es válido cuando es referente al nombre de un ser humano
porque puede causar controversias o conflictos que solo pueden ser solucionados por la vía
arbitral y judicial como por ejemplo cuando una persona celebra con otra un contrato de
compra venta y una de ellas usa el nombre de otra persona ajena a dicho contrato es donde se
vulnera el artículo 28 y es lo que quiere evitar este artículo; por otra parte hay unas
excepciones como cuando es para fines publicitarios, intereses sociales y los que la ley
establezca(tiene que ser legal o licito)
Nadie puede usar nombre que no le corresponde. El que es perjudicado por la usurpación de
su nombre tiene acción para hacerla cesar y obtener la indemnización que corresponda
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Nadie puede usar un nombre que no le pertenece, de ser asi la persona perjudicada puede
tomar acción legal y otener la indemnización que le corresponda.
Nadie puede cambiar ni hacerle adiciones a su nombre, salvo por motivos justificados y
mediante autorización judicial, debidamente publicada e inscrita.
El cambio o adición del nombre alcanza, si fuere el caso, al cónyuge y a los hijos menores de
edad.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Como bien sabemos, por regla general nadie puede cambiar ni hacerle adiciones a su nombre,
salvo por los motivos justificados que son los siguientes:
Que el nombre que se pretende cambiar haya dejado de cumplir su función individualizadora:
Podemos decir que es procedente el cambio o adición del nombre, cuando este tenga una
significación deshonrosa, indecorosa, grosera, ridícula o que genere la burla de terceros, con la
consiguiente afectación a su tranquilidad y a su bienestar también se considera precedente un
cambio de nombre cuando el nombre que se quiera cambiar tenga fallas ortográfica, sea de
difícil pronunciación o este en otro idioma.
Otra causa justa, es que el nombre que se quiera cambiar o adicionar valla contra las buenas
costumbres, el orden público o a la dignidad de la persona.
Puede ser que el cambio de nombre obtenido por una persona coincida con el nombre de otra,
configurándose a si una homonimia que puede resultar inconveniente y hasta intolerable
para la segunda.
En esta circunstancia, corresponde al juez apreciar los efectos adversos que puede generar una
homonimia a cierta persona perjudicada por el cambio de nombre de otra persona.
El juez no solo debe tener en cuenta los daños patrimoniales que puede generar un cambio
de nombre, si fuere el caso, sino también considerar aquellos de carácter no patrimonial
cometidos en agravio de la persona. Daño que de alguna manera. Puede atentar contra la
integridad psicosomática de la persona, al causarle intranquilidad y desequilibrio psicológico
o lesionar su honor.
Es dable advertir que el concepto “cambio de nombre“ tiene una significación comprensiva de
todo caso vinculado con la sustitución total o parcial del nombre, su adicción, su supresión
parcial, corrección, adecuación.
3. Cualquier documento que pruebe el motivo justificado para cambiar de nombre y otros
que sustentan el nuevo nombre (Evaluación psicológica, partidas de nacimiento de sus
hermanos, abuelos, bisabuelos, grados y títulos profesionales, certificados de estudios, etc.).
5. 02 Tasas judiciales.
Debemos de tener en cuenta que cuando hablamos de nombre nos referimos a los
prenombres o pilares y a los apellidos.
Para el cambio de apellidos se debe presentar:
Prueba documental que acredite, en su caso, el uso o cualquier circunstancia en que se base la
petición.
Generalmente, al recién nacido se le imponen dos apellidos, el primero que coincide con el
primero de los que ostenta el padre, y el segundo que es el primero de los que ostenta la
madre.
Generalmente son los progenitores del recién nacido, los que tienen la posibilidad de alterar el
orden e imponer como primer apellido el de la madre, siempre que se den las siguientes
circunstancias:
Que el orden (bien primero el del padre y segundo el de la madre o viceversa) sea escogido en
el momento de la inscripción del nacimiento del niño en el Registro Civil.
Si no existe dicho acuerdo, o no se opta de forma explícitamente por ello, figurará como
primer apellido del hijo el primero del padre.
Es importante destacar que el orden escogido para el primogénito determinará el orden que se
impondrá a sus hermanos, esto es, no podrá alterarse el orden elegido cuando se inscriba el
nacimiento de un segundo hijo.
En el artículo 826 del Código Procesal Civil vigente se regula la pretensión de rectificación de
nombre, con trámite en vía no contenciosa, ante un Juzgado de Paz Letrado, pretensión que
no puede equipararse a la de cambio de nombre, pues rectificar significa subsanar un error u
omisión, generalmente involuntarios, en que se incurrió al consignarse el nombre civil en la
respectiva partida de nacimiento. En cambio, en el cambio de nombre, lo que se pretende es
cambiar una denominación personal, en mérito a ciertas motivaciones; a lo que accederá el
Juez si encuentra que las mismas son justificadas
La falta de una norma que precise la vía procedimental y el Juzgado competente para conocer
de las pretensiones de cambio de nombre ha originado la expedición de resoluciones judiciales
contradictorias, pues para algunos, el competente para conocer la referida pretensión es el
Juez de Paz Letrado, tramitándose la pretensión en la Vía de Proceso No Contencioso. En
cambio, para otros, el competente es el Juez Civil.
Para algunos, la pretensión de cambio o adición de nombre debe tramitarse ante un Juez Civil,
como proceso contencioso. Para otros, debe realizarse ante un Juez de Paz Letrado, en
proceso no contencioso, como Rectificación de Partidas. También, hay quienes son del parecer
que el competente es el Juez de Familia.
Se debe tener en cuenta que según lo dispuesto en el artículo 749 inciso 12 del Código
Procesal Civil (en adelante CPC), se tramitan en proceso no contencioso las solicitudes que a
pedido del interesado y por decisión del Juez carezcan de contención. Una solicitud de cambio
o adición de nombre, en principio, no tiene contención, siendo suficiente comprobar el motivo
justificado que se invoca para el cambio o adición, sobre la base de los medios probatorios
presentados por el interesado, y tramitarla en vía no contenciosa, con la garantía de la
publicidad.
Según lo señalado en el artículo 31 del Código Civil, si una persona se siente perjudicada por el
cambio o adición de nombre, puede impugnarlo judicialmente. Al existir ya contención, esta
pretensión se tramita como proceso abreviado (Inciso 1) de la Cuarta Disposición Final del CPC)
Respecto a determinar el Juez competente, hay quienes arguyen que el cambio o adición de
nombre implica en el fondo una rectificación de Partida de Nacimiento, por lo que el
competente es el Juez de Paz Letrado (artículo 750 del CPC)
Quienes son del parecer que el competente es el Juez Civil, se basan en el artículo 5 del CPC y
artículo 49 inciso 1) del Decreto Supremo No. 017-93-JUS, Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, en los que se señala que corresponde a los órganos
jurisdiccionales civiles el conocimiento de todo aquello que no esté atribuido por la ley a otros
órganos jurisdiccionales.
Respecto al segundo párrafo del mismo artículo, podemos afirmar que solo el cambio de
apellidos es el que alcanza al cónyuge, recordando que al momento de contraer matrimonio
la mujer tiene el derecho de llevar el apellido del esposo ligado al de ella, por lo que se daría
paso también a la rectificación de la partida de matrimonio. Respecto a los a los hijos menores
de edad si los tuviese, es decir a los hijos sujetos a la patria potestad, es decir, aquellos hijos
cuyos bienes son administrados por el adulto que los tiene bajo su cuidado personal, les
afectaría también a ellos el cambio de apellidos, por lo que al igual también se deberá a
fundamentar en la solicitud de cambio de nombre, la rectificación de la partida de nacimiento
de los niños.
El cambio o adición del nombre no altera la condición civil de quien lo obtiene ni constituye
prueba de filiación.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Como bien sabemos no es motivo justificado para cambiar el nombre , el pertenecer al sexo
opuesto , sea por inclinaciones psicológicas o por haber sufrido intervención quirúrgica
destinada a la modificación de los caracteres sexuales a fin de adecuarlos , en la medida de
lo posible , a los del sexo opuesto
No existe ley en nuestro país ley alguna que lo permita, ni se han efectuados a la fecha los
estudios médico-jurídicos previos sobre la materia, ni se conoce jurisprudencia alguna. El
asunto de fondo de esta hipótesis, es la posibilidad médico-legal del cambio de sexo.
Podemos basarnos en el artículo 30 del mismo código civil, y decir que el cambio de nombre
de una persona no la convierte en otra.
Por lo tanto como bien sabes el nombre está muy relacionado al derecho a la identidad,
entonces al igual que los derechos fundamentales de la persona es irrenunciable .por eso el
cambio de nombre no puede afectar a la identidad sexual ya que estaría violando unos de los
derechos constitucionales.
Filiación: es el vínculo jurídico. Que existe entre dos personas donde una es descendiente de la
otra, sea por un hecho natural o por un acto jurídico. En términos generales, se puede indicar
que:
« (…) comprende el vínculo jurídico que existe entre los sujetos llamados ascendientes y
descendientes, sin limitaciones de grados; es decir, entre personas que descienden las unas de
las otras
Filiación matrimonial
Filiación extramatrimonial.
La filiación extramatrimonial es también conocida como filiación ilegitima: es decir, la derivada
de la unión no matrimonial. Esta se da tanto en los casos en que no hay imposibilidad de
matrimonio entre los padres como en aquellos en los que media algún impedimento, ya sea
por matrimonio subsistente de algunos de ellos, relación de parentesco, etc. Así, por filiación
extramatrimonial debemos entender el vínculo que se establece entre padres e hijos cuando
los primeros no están unidos en matrimonio.
Los que dan origen a la filiación extramatrimonial o ilegitima son los hijos de la mujer soltera
provenientes de una relación fuera del matrimonio.
Para el tratadista Guillermo Borda, se refiere. Que son hijos extramatrimoniales los nacidos de
una unión libre de un hombre. y una mujer. Por su parte, afirma Arturo Yungano, que todo hijo
nacido fuera del matrimonio sea cual fuere el estado civil de los padres, es considerado hijo
extramatrimonial.
De acuerdo dentro de los alcances del Art.: 386 que doce: “son hijos extramatrimoniales los
concebidos y nacidos fuera del matrimonio”. No interesa que los padres sean solteros,
divorciados, viudos o uno de ellos esté ligado a un matrimonio, etc.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
El artículo se refiere a que cuando una persona “x”, cambia su nombre por una persona “y”;
cual nombre lo lleva una persona que es muy importante, con una profesión y una reputación
muy buena. Entonces digamos que en un medio de comunicación la persona “y” que el gran
profesional con un buen prestigio, ve que su nombre está involucrado en un acto delincuencial
o de estafa pero no por él; si no por la otra persona, entonces él puede pedir judicialmente la
impugnación del nombre ya que lo perjudica en el tema social y laboral y daña la reputación de
muchos años de buen trabajo.
INTERPRETACIÓN Y ANÁLISIS:
Bueno este artículo se refiere a que no se puede tomar el seudónimo de otra persona para
beneficio económico ya que algunos seudónimos están registrados y adquieren una protección
jurídica y el titular puede comenzar un proceso legal en contra del que está tomando el
nombre o seudónimo.
¿Existen razones suficientes para permitir que una persona que sufre disforia de género o
transexualismo cambie de nombre? En otros términos. ¿Los transexuales tienen o no el
derecho al cambio del prenombre en nuestro sistema legal? tomando como punto de partida
las reflexiones del juez Ramírez, que en este caso las razones expuestas son más que
suficientes para responder afirmativamente a la pregunta propuesta. Veamos.
El ciudadano José Luis Mendoza sufre de disforia o transexualismo, es decir, es una persona
que pertenece físicamente a un sexo pero que siente pertenecer a otro, y para acceder a una
identidad que le corresponda y menos equívoca se somete a tratamientos médicos o
procedimientos quirúrgicos, a fin de adaptar sus caracteres físicos a su psiquismo,
armonizando su sexo biológico y físico con el psicológico y social. Estas personas, viven en
situaciones de rechazo tornando caótica su existencia y entorpeciendo su desarrollo personal,
dado que el proyecto de vida que han decidido elegir se ve entorpecido, ya sea por la propia
situación en sí, o por la actitud de rechazo que estas personas reciben por parte de la sociedad
y el Estado.
Lo dicho anteriormente queda demostrado a cabalidad con la siguiente declaración hecha por
Pamela Estela: “Al llegar a mi adolescencia mi situación empeoró dado que era inocultable mis
ademanes y gestos propios del sexo femenino, y durante el curso de educación física en el
Colegio Nacional Guadalupe de Lima (exclusivo para varones) padecía continuas burlas que me
llevaron a privarme de las clases para no compartir el vestuario de varones, de realizar algún
tipo de paseo recreacional, y, recluirme en mis propios estudios y en mi propia soledad8.
Es decir, a razón de este sentimiento de inconformidad que Pamela Estela decía experimentar
por la incongruencia entre su “yo físico” y su “yo psicológico”, por decirlo de algún modo, se
vio obligada a buscar refugio en su mundo interior, aparatándolo de los demás niños y jóvenes
de su edad, todo ello con la finalidad de evitar burlas, mofas o expresiones peyorativas en su
contra.
En esa misma línea, resulta de suma importancia la respuesta que Pamela Estela brinda al Juez
de la causa ante la pregunta ¿Cuáles son las razones por las que pretende cambiar de nombre?
Pamela Estela responde: “El nombre de Jorge es propio de una persona masculina y yo no me
identifico con dicho sexo y mucho menos con el nombre antes referido, es por ello que solicito
judicialmente el cambio de mi nombre, ya que me identifico con el sexo femenino, dejando en
claro que me siento muy mal, cuando se me nombra con el nombre de Jorge, tal como ha
ocurrido cuando el personal del Juzgado me llamó por dicho nombre al convocarme a dicha
audiencia sin embargo lo comprendo” (…)9
Solo como dato adicional, cabe señalar que en el presente caso la ciudadana Pamela Estela,
aportó abundante material probatorio que acreditaba ampliamente su condición de
transexual. Además, acreditó ser una persona con un desarrollo psicológico normal y una
madurez personal e intelectual suficiente que la convierten en una persona capaz para decidir
libremente si opta por cambiar de sexo o no, incluso, se menciona un informe en el cual la
ciencia médica, reconociendo que Pamela Estela lleva una vida física, psicológica y social
propia de una mujer, recomienda regularizar su situación legal mediante el cambio de nombre
para favorecer su total adaptación a los roles propios del sexo femenino10.
Entonces, a la luz de lo antes dicho, creo que existen motivos justificados para que en este
caso se autorice el cambio de nombre, tal y como lo señala el artículo 29 de nuestro Código
Civil, en el cual si bien es cierto no se prevé de manera explícita la causal de cambio de nombre
para personas que experimentan transexualismo, éste debe ser entendido a la luz de lo que
nuestra Constitución señala al reconocer de manera explícita el derecho a la identidad
personal y el derecho al libre desarrollo. Con lo cual es evidente que la negativa del Estado a
modificar el nombre de una persona que presente disforia de género y que haya acreditado
fehacientemente dicha condición, como sucede en el presente caso, sobre la base de que no
existe en la legislación civil una norma que regule de manera específica este supuesto, resulta
a todas luces inconstitucional y arbitraria. Más cuando debemos recordar que el ejercicio o
vigencia de un derecho fundamental no puede estar supeditado a la presencia de una norma
que lo viabilice o desarrolle.
En tal sentido, debe quedar claro que, como bien señala el juez, el reconocimiento del derecho
a la dignidad de los transexuales pasa por reconocerles su verdad personal, otorgándoles la
posibilidad de ser auténticamente libres, eligiendo vivir como hombre o mujer, de
conformidad con el desarrollo psicológico y social que presentan, todo ello según su propia
autodeterminación personal.
A modo de conclusión
A manera de conclusión, solo nos resta decir que, más allá de las consideraciones morales o
religiosas que se tenga sobre el particular, fallos como éste profundizan y tornan visible el
compromiso del Estado y sus órganos jurisdiccionales con la defensa, promoción y el ejercicio
pleno de los derechos fundamentales por parte de sus ciudadanos, independientemente de la
raza, la religión o la opción sexual de cada uno.
En tal sentido, permitirle a Pamela Estela el cambio de nombre, y por consiguiente abrir esa
posibilidad a toda persona que se encuentre en una situación similar, es un acto que encuentra
fundamento en principios fundamentales del Estado Constitucional de Derecho, como el de
dignidad, identidad personal, libre desarrollo personal y autonomía personal, más si se tiene
en cuenta, como ya dijimos anteriormente, que la decisión de cambiar de nombre o no, hecha
por una persona capaz y madura, no es más que una conducta autorreferente, vinculada
estrictamente a la esfera más íntima de la persona, la cual no lesiona ningún bien jurídico de
terceros o un bien jurídico público, sino por el contrario, reivindica los derechos
fundamentales de un grupo tradicionalmente marginado en una sociedad tan conservadora
como la nuestra, como lo han sido históricamente los homosexuales, lesbianas o transexuales.