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Sin Avergonzarte

TEXTO:
Romanos 1:16-17

LA VIDA (QUÉ SUCEDE HOY EN DÍA):


Permita al grupo definir las palabras “valioso” y “avergonzado”. (Valioso—De alta consideración
o estima. Avergonzado—Sentimiento vergonzoso referido a una persona o un hecho)
1. ¿Qué cosas crees que tienen gran valor?
2. ¿Qué te haría sentir vergüenza de las personas o cosas que tu valoras?
(Tendrían que lastimarme o decepcionarme.)

Comparta con sus ovejas la última ocasión en que te avergonzaste por algo que hiciste. Luego
pida que dos voluntarios describan un momento donde sintieron gran vergüenza. Pregunte:

1. ¿Por qué se sintieron avergonzados?


2. ¿Consideran que las cosas por las cuales se avergonzaron eran respetables, honorables o valiosas?

3. La vergüenza aparece cuando estamos involucrados en algo que no consideramos


valioso. Con una escala de 1-10, ¿cuán valioso es el Evangelio para ustedes?
4. ¿Qué lo hace ser tan valioso?

LA VERDAD (LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA):


Pida que alguien lea Romanos 1: 16-17. ¿Por qué Pablo está tan orgulloso del evangelio? ¿Creen ustedes que
él tiene razón? También había otros que no estaban avergonzados del evangelio. Examinemos cómo
algunas personas sostuvieron con orgullo el mensaje del evangelio. Divida la clase en tres grupos y asigne a
cada grupo uno de los siguientes pasajes: Hechos 6: 8-12 y 7: 56-58; Hechos 16: 16-34 y Hechos 4: 13-
22. Deberán responder las siguientes preguntas de acuerdo a su pasaje:
1. ¿Quién estaba orgulloso?
2. ¿Cómo lo demostraron?
3. ¿Hubo algún resultado visible?
Cuando terminen, que cada grupo exponga su análisis del pasaje. Utilice la siguiente
información para completar lo que compartan los grupos.
1. Hechos 6: 8-12 y 7: 56-58-- Esteban. Esteban no tuvo temor de decir lo que había visto y
creído, y como resultado fue apedreado hasta la muerte. Noten que un hombre llamado
Saulo fue testigo de la muerte de Esteban, y a través del testimonio de Esteban, el evangelio
transformó a Saulo, de ser un perseguidor de la Iglesia, en Pablo, portavoz del evangelio.

2. Hechos 16: 16-34—Pablo y Silas. Pablo y Silas fueron arrojados a la cárcel por su fe en el
evangelio (ellos impidieron que hombres malvados siguieran enriqueciéndose, echando
fuera el espíritu de adivinación de la muchacha que era su sierva) En prisión, su testimonio
continuó. Ellos cantaban y oraban en alta voz para que los demás prisioneros pudieran
escucharlos. El milagroso terremoto que los liberó de prisión es secundario con respecto al
hecho de que su testimonio conllevó a la salvación del carcelero y toda su familia.

3. Hechos 4:13-22 – Pedro y Juan. Antes de que el Sanedrín les dijera que dejaran
de hablar y enseñar en el nombre de Jesús, Pedro y Juan valientemente
respondieron que ellos no tenían que dar cuentas a los hombres sino a Dios.
Estas personas proclamaron el mensaje del evangelio con tal confianza porque sabían sin duda
alguna que el mensaje era honorable y verdadero, y valiosísimo para el mundo.
1. ¿Qué crees que tiene el evangelio para ofrecer al mundo de hoy?

2. ¿Cuán preparado estás para ser alguien que no se avergüenza de hablar del evangelio con
otros?

3. ¿Qué te alejaría de sentirte orgulloso del evangelio? Lea Marcos 8:38.

4. ¿Por qué es tan importante no avergonzarse de las palabras de Jesús?

ACCIÓN (QUÉ PUEDO HACER EN RESPUESTA):


No importa lo que hacemos en la vida, como cristianos estamos llamados a proclamar el evangelio
con orgullos. Lea Romanos 1: 16-17 nuevamente. Pablo, y nosotros, somos capaces de no sentir
vergüenza del evangelio porque es poder de Dios. Este mismo poder está disponible para nosotros
hoy mientras busquemos propagar Su mensaje.
Cierre con una oración para que los estudiantes puedan procurar proclamar con orgullos
el mensaje del evangelio.

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