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newhield@ Pe Ca eG eRe keno Taare PTET eRe Cur eunl el arte del coaching profesional Programa de Formacién y Certificacién de Coaching Ontolégico Reconstruccion Lingtistica de Emociones y Estados de Animo Julio Olalla Paper de Estudio - Guia n° 6 ACP 2016 Reconstrucci6n Lingijistica de Emociones y Estados de Animo A través de nuestra vida, podemos observar el desarrollo de coherencias entre los dominios del lenguaje, emociones y el cuerpo. A rtos mundos interpretativos los siguen determinados mundos emocionales y también ciertas posturas corporales. A su vez, nuestras emociones gatillan mundos interpretativos. Igualmente cambios en nuestra corporalidad son seguidos por cambios en nuestro mundo emocional. Asi, el mundo linguistico, emocional y corporal se influencian reciprocamente creando un devenir del vivir en una coherencia particular para cada ser humano. La observacién de la coherencia e interaccién entre estos tres dominios esta en la base misma del coaching: el lenguaje, en tanto nos permite distinguir narrativas y discursos en los que vive el coachee; las emociones en cuanto nos sefialan cémo esta predispuesto a mirar el mundo, y el cuerpo, que nos permite ver cémo se revelan su presencia y su forma de moverse y actuar en el mundo. Identificar coherencias entre los tres dominios nos permite, como coaches, conocer al coachee, descubrir qué le impide realizar nuevas posibilidades de ser y hacer: pueden ser posturas corporales que le imposibilitan acceder a nuevos mundos_interpretativos; interpretaciones que perpetuan ciertos universos emocionales, estados animicos que no permiten movimientos del cuerpo, etc. Todo aprendizaje transformacional es un reajuste de la coherencia entre los tres dominios constitutivos de la persona. Cuando aprendemos, alteramos esas coherencias en algtin grado. Por lo tanto, “leer” y “escuchar” esas coherencias es una competencia clave que facilita el disefio de las acciones de coaching. Una de las herramientas poderosas con que contamos los coaches es la posibilidad de intervenir cada uno de esos dominios desde los otros dos. Esa intervencién la llamamos “reconstruccién”. Podemos reconstruir corporalmente la emocién (a través de la respiracién, la postura y los gestos); el cuerpo desde la emocién (determinada emocién genera una corporalidad especifica); el lenguaje desde el cuerpo (cambios en la corporalidad permiten cambios en los discursos) 0 el cuerpo desde el lenguaje (el lenguaje me permite describir las distinciones corporales disponibles) y el lenguaje desde la emocién (qué discursos estan disponibles desde distintos estados de énimo). Queda una reconstruccién més, y es esta la que queremos mostrar en este documento: vamos a concentrarnos en cémo reconstruir los estados emocionales desde el lenguaje. La lectura de las coherencias entre nuestras emociones y el lenguaje es lo que llamamos “reconstruccién linguistica de emociones y estados de dnimo". El objetivo de este escrito es mostrar los pasos fundamentales de este proceso. Recordemos que interpretamos los estados de animo como la disposicién animica en que nos encontramos antes de ocuparnos en cualquier accién especifica, y las emociones como los cambios temporales en nuestra predisposicién para actuar, que resultan como consecuencia de las interrupciones en la transparencia de las acciones en las que ya estamos ocupados. Usemos como ejemplo la siguiente situacién: Josefina, quien habitualmente interpreta el futuro como positive y lleno de posibilidades (podemos decir que su estado animico es el optimismo), recibe la noticia de la muerte de su querido profesor de canto. Este le estaba ayudando a desarrollar una nueva carrera como cantante profesional. Josefina recibe la noticia con gran tristeza. No ver mas a su profesor, no tener més su guia y su aliento, le parece devastador. Piensa que esto puede ser el fin de su incipiente carrera. Ella habitualmente interpreta el futuro como positive y, sin embargo, en un momento determinado y gatillado por un evento particular —la muerte de su mentor— cambia temporalmente su predisposicién a la accién. Distinguimos asi un estado animico, el optimismo, de una emocién, la tristeza. El punto de conexién entre los mundos emotivo y del lenguaje tiene que ver con los juicios que hacemos, con nuestra manera de hacer sentido e interpretar: si por ejemplo, voy caminando por la calle y alguien me da un golpe en la cabeza, puedo interpretar que el golpe es un acto injusto y entonces reaccionaré con rabia, y mi accion sera reclamar o defenderme, por ejemplo. Si por el contrario, juzgo que el golpe es un aviso de peligro cambiaré la emocién de rabia por otra. Mi accién podria ser, en este caso, de agradecimiento. La manera como enjuicio un evento en el mundo es clave para determinar la deriva emocional y la disposicién que se gatillaré dado el Observador que estoy siendo en ese momento. Mirando otras emociones vemos que la tristeza existe cuando enjuicio que he perdido algo; en cambio en la emocién del miedo enjuicio que algo malo me va a ccurrir. En cualquier caso, se me abren 0 se me cierran posibilidades de accién. Podemos verlo en este cuadro: (lo que ocurris) Genera una sfirmaclén. wuicio (quesurge de interpretario ‘ocurrido) eMociOn (iver que se ede ent rpretacion). ‘Surge uns disposicién ‘la acciin Deena DEcLARACION Y ‘ACEION on ee Cuadro 1: Reconstruccién lingiifstica de una emocién En el ejemplo citado arriba, el hecho es “alguien me golpes” (efirmacién basada en algo que ocurrié), la interpretacién “fui agredido” (que genera juicios como, por ejemplo: “esto es injusto” o “no me lo merezco”), viene la rabia, (vivencia que se gatilla) y me predispone a una accién final fruto de una declaracion. Al igual que en las emociones, en los estados de dnimo también hay una interpretacién, un juicio, pero no responde a un evento concreto que lo desencadena: si por ejemplo vivo con el juicio de que el mundo es peligroso viviré en el estado animico del miedo. Recuerden que el estado de dnimo no remite necesariamente a causas especificas y que, normalmente, no podemos relacionar con acontecimientos determinados. Cuando nos damos cuenta, ya estamos instalados alli. Por eso hemos dicho que més que tener estados de énimo, los estados de animo nos tienen a nosotros. Los estados de dnimo son, de alguna manera, juicios automaticos, que viven en el trasfondo desde el cual actuamos. Estemos donde estemos y hagamos lo que hagamos, siempre estamos en un determinado estado de dnimo, que comunmente no elegimos ni controlamos. Una vez en él, nos comportamos dentro de los pardmetros que ese estado de dnimo nos permite. El estado de dnimo nos lleva a interpretar el mundo de una determinada manera, generando juicios que nos llevan a una predisposicién a la accién ESTADO OE ANIMO (estate ionic oneal pre ontente ‘snren del mundo). INTERPRETACIONES / Tues (el mundo “desde” pertelor, no dasae ae ‘Sigur “gotlants) DeciaracioN Dvsrosicgn Ata Cuadro 2: Reconstruccién lingiiistica de un estado de dnimo Ejemplo: Si estoy en el estado de dnimo de la resignacién puedo interpretar que haga lo que haga, nada me va a resultar, y sobrevienen juicios: “yo no seré capaz", “las posibilidades de éxito son escasas”, “otros lo pueden hacer mejor que yo", por ejemplo. Y podria declarar que, dado lo anterior, “no haré nada”. Esa es mi disposicién a la accién, la inmovilidad. Para qué nos sirve reconstruir emociones y estados de nimo desde el dominio linguistico? La reconstruccién lingUistica de las emociones busca develar la conexién que hay entre nuestros discursos con las emociones que experimentamos y la disposicién a la accién a la que finalmente llegamos. Desde el punto de vista del aprendizaje del coaching ontolégico, la practica de la reconstruccién lingiifstica nos permite penetrar en las sutilezas de la experiencia emocional de una manera inusual, y experimentar, por ejemplo, el poder de distinguir la culpa de la verguienza; la indignacién de la rebia; la aceptacién de la resignacién, y nos devela juicios que son centrales en nuestros estados animicos. Esto nos permite entender y comunicar nuestras emociones de una manera efectiva, nos permite mitigar el sufrimiento a partir de la reinterpretacién de ciertos hechos del pasado y nos permite disefiar las acciones futuras, respondiendo con mayor inteligencia emocional ante los quiebres de nuestra vida. Quiero insistir en un punto: la practica de la reconstruccién lingiiistica de las emociones aqui propuesta es fundamental en el desarrollo de la capacidad de “leer” las coherencias de que hablamos anteriormente. En mi caso, hacer este ejercicio repetidamente me ha permitido tener “bajo la piel” distinciones del dominio emocional que surgen en momentos de coaching, permitiéndome conversaciones o actividades que claramente no me estarian disponibles sin ellas. Les pido que reconstruyan decenas de experiencias, ojala trabajando en grupos. Los beneficios de esa practica les seran evidentes al poco tiempo. Preguntas claves sobre el mundo emocional del aprendiz Antes de pasar a estudiar los pasos de una reconstruccién lingufstica, les sugiero algunas preguntas que considero fundamental que todo coach se haga en el ejercicio profesional: éCuédles son los estados de animo del coachee? éCuéles son las emociones en las que cae regularmente? éSon esos estados de dnimo y emociones un impedimento para que se haga cargo de sus quiebres en forma efectiva? éCual es el mundo emocional del ambito social del aprendiz? De qué forma definen el mundo emocional del coachee las narrativas en las que vive? éCémo se traduce su historia personal en inteligencia emocional? Qué estados de dnimo y emociones necesita aprender para moverse en la direccién que busca? Cinco pasos basicos para reconstruir lingiisticamente estados de dnimo y emociones Como ya dijimos, la reconstruccién lingulistica de las emociones y los estados de dnimo es un proceso en el cual traducimos la experiencia emocional en narrativa. Lo hacemos identificando actos del habla especificos sin tener que describir los detalles de cada narrativa. Lo que sigue es una serie de pasos para que ustedes hagan sus propias reconstrucciones. 1. Pénganse en contacto con una experiencia en particular que estén experimentando 0 hayan experimentado. 2. Escriban la narrativa original separandola en los diferentes actos del habla que la constituyen. Si pueden identificar un evento “causante” de la experiencia, escribanlo como una afirmacién. En este caso estarén reconstruyendo una emocién. Si no pueden identificar ningun evento gatillante en particular, _estarian reconstruyendo un estado de dnimo. Identifiquen entonces el juicio més relevante de esa narrativa que los lleva a mirar el mundo desde esa forma en particular. 3. Si fueron capaces de identificar un evento “causante”, anoten sus juicios acerca de ese evento que encontraste en la narrativa. La narrativa es “lo que te dices a ti mismo acerca de lo que ocurrié", es el hecho transformado por ti en una historia 4. Aseguirense de que en su reconstruccién revelen su predisposicién para la accién tan especificamente como les sea posible: castigar, declarar gratitud, reparar un dafio, esconderse, abandonar... dada la emocién que los visito. 5. Tengan presente que no estén “definiendo” un estado emocional. No impongan su interpretacién de una determinada emocién a su experiencia emocional. Permite que la experiencia te “hable”. Es importante que quede claro esto: no estamos diciendo que las emociones sean fenédmenos linguisticos. Solamente estamos buscando “traducir” al dominio lingilistico lo que hemos encontrado en el dominio emocional. Hay mas de una reconstruccién de lo que parece ser “una emocién”. De hecho, el Observador particular que es cada uno de nosotros esté reconstruyendo una “experiencia”, no definiendo la “esencia” de una emocién. El resultado puede ser que la reconstruccién de la tristeza, la soberbia o la serenidad, por ejemplo, sea distinta en distintos Observadores. Reconstruccién lingiiistica de algunas emociones Lo que sigue es la reconstruccién de algunas emociones. Trabajen con ellas solo como una herramienta de aprendizaje, una guia que les ayude a enriquecer el Observador que son en ese dominio. Tengan cuidado con considerarlas “descripciones”. Comenzaré con un grupo de cuatro emociones relacionadas con la preocupacién por la identidad publica o privada que generamos como consecuencia de nuestras acciones. Ellas son: arrepentimiento, culpa, verguenza y turbacién. Podria agregar otras, como remordimiento y humillacién, pero las dejaré para que ustedes las reconstruyan. Nota: en las reconstrucciones que siguen, X se refiere a hechos y P a personas. El arrepentimiento > Afirmo que hice (0 no hice) X. > Juzgo que X ha producido consecuencias negativas para alguien. > Juzgo que pude haber actuado de otra manera. > Declaro que, en cualquier situacién similar en el futuro, no repetiré lo hecho. » Pido a Dios que me perdone / ofrezco disculpas a quienes afecté. Comentario: En esta emocién nos podemos hacer cargo de la preocupacién por nuestra identidad privada, a través de nuestro compromiso interno de actuar de distinta manera en el futuro 0 de nuestra identidad publica ofreciendo disculpas. La culpa Afirmo que hice (0 no hice) X. Juzgo que no debi (o debi) haberlo hecho. Juzgo que he violado mis propios principios y valores. Me juzgo como un ser humano inferior. Declaro que no me puedo perdonar. Declaro que merezco ser castigado. vvvyvy Comentario: Esta emocién es gatillada por eventos que, juzgamos, afectan nuestra identidad privada. Revela estandares y valores que son generados en nuestras més antiguas tradiciones y creencias. El reconocimiento de diversos discursos histéricos es de enorme valor para el coach en la reconstruccién de esta emocién. La vergtienza Afirmo que hice (0 no hice) X. Juzgo que no debi (o debi) haberlo hecho. Juzgo que he roto algunos estandares de esta comunidad. Juzgo que esto afecta negativamente mi identidad publica. Ofrezco mis disculpas a los afectados. Declaro mi deseo de desaparecer de la faz de la tierra. VYVYVY Comentario: Aqui yo distinguiria dos tipos de predisposiciones para la accién: en un caso, el reparar los dafios causados, ofrecer disculpas y encarar el juicio de la comunidad. En el otro caso, la disposicién a esconderse. Podriamos llamarle la verguienza responsable y la vergtienza _irresponsable, respectivamente. Es importante distinguir la verguenza de la turbacién, el ponerse rojo repentina y sorpresivamente. La turbacién > Afirmo que X ha ocurrido. Juzgo X como algo inesperado. > Juzgo que la ocurrencia de X ha llamado la atencién de los demas hacia mi. > Juzgo que esto genera juicios multiples sobre mi. > Declaro mi deseo de desaparecer de aqui. V Comentario: En esta emocién, el factor sorpresa es importante. Lo que esté en juego en términos de identidad es relativamente pequefio comparado con lo que esté en riesgo en la vergiienza. Hay otro grupo de emociones que estén conectadas a nuestra preocupacién por el destino o suerte de otra gente o por acciones que realizan y que no necesariamente nos afectan en forma directa. Solidaridad, envidia, admiracién, desprecio, compasién y lstima son algunas de ellas. La solidaridad la dejo para que ustedes la reconstruyan. La admiracién > Afirmo que has estado haciendo X. Juzgo que esta extremadamente bien hecho. > Juzgo que has excedido los (mis) mas altos estdndares de competencia. » Declaro que, de hacer lo que ti haces, me gustaria hacerlo como tt lo haces. y El desprecio La Afirmo que tu haces o hiciste X. Juzgo que nada bueno puedo esperar de ti debido a eso. Juzgo que soy superior a ti. Declaro que no estoy abierto a futuras conversaciones contigo. vvvy envidia Afirmo que P ha logrado algo. Afirmo que yo no he logrado eso. Declaro que me molesta el logro de P. > Declaro que deseo que P pierda lo que tiene. La La lastima > Afirmo que X ha ocurrido. » Juzgo que X ha producido consecuencias negativas para alguien, % Juzgo que no hay nada significative que pueda hacer al respecto. > Juzgo que lo que ha sucedido no me concierne. > Juzgo que el mundo seria mejor si no ocurriesen situaciones como X. > Declaro que, salvo lamentarme por lo que ocurrié, no hay nada que pueda o quiera hacer al respecto. compasi6n > Afirmo que a P le ocurrié X. Juzgo que como consecuencia de X, P esté sufriendo. > Acepto que todos estemos sujetos a tales riesgos como parte de la vida. > Declaro que sufro con el sufrir de P. > Declaro mi disposicién a ayudar. V Como vivimos en el lenguaje, somos capaces de traer el pasado a nuestro presente. La forma en que traemos el pasado en el presente también se refleja en nuestro dominio emocional. Podemos revivir practicamente cualquier emocién recordando el evento que la gatillé originalmente. Sin embargo, hay dos emociones que surgen especificamente de la La forma en que revivimos el pasado: la nostalgia y el remordimiento. Esta linguisticamente, esta directamente conectada con la culpa. Es una especie de culpa que se procesa constantemente, que se “muerde” (rumia) constantemente. Ultima, que la dejaremos para que ustedes la reconstruyan nostalgia Afirmo que X sucedié (hace mucho tiempo). Juzgo que X fue un periodo maravilloso en mi vida. Acepto que X no puede volver a suceder. Declaro que disfruto con esos recuerdos. Declaro que me gustaria volver a vivir esos dias. vv Otras emociones tienen que ver con nuestra preocupacién por la defensa de lo que consideramos nuestra independencia, autonomia y dignidad: los celos, la rabia y la indignacién. Los celos La La Si > Afirmo que has hecho (0 estas haciendo o planeando) X. > Juzgo que es una deslealtad al amor que siento por ti. > Declaro mi deseo de castigarte. rabia > Afirmo que X ha ocurrido. > Juzgo que P (0 algo) es responsable de eso. > Juzgo que X ha dafiado mis posibilidades. » Juzgo que X es injusto (abusivo, descuidado). > Declaro que deseo castigar a P. indignacién Afirmo que me hiciste una promesa. Afirmo que no la has cumplido. Juzgo que eso me ha causado dafio. Te pido que la cumplas ahora o respondas por las consecuencias. vvvyY bien hay muchas emociones que podriamos considerar que contienen juicios de ganancias o pérdida de posibilidades, o de potenciales ganancias o pérdidas de posibilidades, algunas tienen una relacién directa con esos juicios: La tristeza > Afirmo que X ha ocurrido. > Juzgo que X constituye una pérdida para mi, % Juzgo que importantes posibilidades han disminuido para mi. > Declaro mi deseo de repasar mis memorias en relacién con lo perdido. El miedo Afirmo que X esta sucediendo o ha sucedido. Dado X, predigo que Y puede pasar. Juzgo que Y seria una pérdida para mi. > Juzgo que es posible prepararme para enfrentarme a esto. Comentario: Sin el juicio de la posibilidad de enfrentar esto, el miedo se convertird en panico. La frustraci6n > Afirmo que he hecho una promesa o me he propuesto hacer algo. Juzgo que estoy haciendo todo a mi alcance para cumplir con ella. Juzgo que a pesar de eso, no logro realizarlo. Juzgo que hay algo injusto en todo esto Juzgo que he perdido control sobre la situacion. Declaro que me daré por vencido si esto continua asi. y vYVY La ansiedad V Afirmo que X ha ocurrido. > Dado X, predigo que algo indefinidamente peligroso podria sucederme. > Declaro que no sé qué hacer para evitar esa potencial pérdida. > Juzgo que ninguna de mis acciones puede cambiar esta incertidumbre. * Declaro que no puedo quedarme tranquilo. El panico > Afirmo que X esta ocurriendo o ha ocurrido. > Juzgo que estoy a punto de perderlo todo. > Me juzgo absolutamente incapaz de enfrentar X. > Declaro que estoy paralizado (0 corriendo sin direccién). La gratitud > Afirmo que P hizo X. > Juzgo que X ha producido beneficios para mio para otros. > Juzgo que P pudo no haber hecho X. » Me declaro abierto a futuros pedidos de P. Quiero distinguir la gratitud como emocién, de la gratitud como estado de dnimo. La primera puede surgir por el cumplimiento de las condiciones de satisfaccién cuando una promesa ha sido cumplida. También puede ser gatillada por las acciones de alguien o por un evento que se juzga como positivo. La gratitud como estado de dnimo es una forma de vivir. En este caso no esta gatillada por un evento en particular, sino porque juzgamos que es un privilegio el estar vivo; que vale la pena vivir. Por eso pienso que la alegria requiere de la gratitud para existir. Algunas emociones son gatilladas por nuestras propias acciones, como el orgullo, la arrogancia o la satisfaccién. La arrogancia > Afirmo que he hecho X. > Juzgo que lo hice porque normalmente sé cémo funcionan las cosas. > Declaro que es raro que yo no sepa algo. > Juzgo que la mayoria de la gente es menos inteligente que yo. > Juzgo que la gente generalmente no sabe nada. > Declaro no estar dispuesto a escuchar a nadie. El orgullo > Afirmo que he hecho X. > Declaro mi satisfaccién por lo que hice. * Juzgo que hay mérito en lo que hice. > Me felicito a mi mismo. Si el orgullo o la arrogancia surgiesen simplemente de un juicio de si mismo (por lo demas, vivido como afirmacién), estariamos en presencia de un estado animico y en ese caso el primero se pareceria més a la vanidad. Reconstruccién lingtifstica de algunos estados animicos La reconstruccién lingiiistica de los estados de dnimo difiere ligeramente de la reconstruccién de las emociones. Como hemos dicho anteriormente, interpretamos los estados animicos como predisposiciones recurrentes para la accién, es decir, predisposiciones en las que nos encontramos habitualmente. Por ello, en nuestro hablar cotidiano ellos aparecen como nuestra forma de ser: “yo soy optimista” o “Yo soy timido”. Esto quiere decir que nos referimos a ellos como a nuestra forma de ser y no como a una predisposicién temporal resultado de un evento o acontecimiento particular, inmediato. Esos estados de dnimo funcionan como juicios automaticos sobre nosotros mismos y también sobre la vida o sobre otras personas, dado que tendemos a “ver” e “interpretar” nuestro vivir desde un determinado espacio emocional. Ciertos estados animicos pueden haber nacido como una emocién: tuve miedo algiin dia por algo que ocurrié y posteriormente he permanecido alli a pesar de que lo ocurrido quedé perdido en el tiempo. Hoy me juzgo temeroso o miedoso. De cualquier manera, lo central en la préctica de reconstruir linguisticamente los estados animicos, es la ausencia de una afirmacién sobre un evento gatillador de la predisposicién a la accién en la que nos encontramos. Por otra parte, los estados animicos no son predisposiciones temporales, sino maneras recurrentes de enfrentar el devenir de la vida. Trabajemos con algunos ejemplos: Aceptacién > Juzgo que algunas posibilidades se han cerrado para mi. > Declaro mi gratitud a la vida independientemente de eso. Resolucién > Juzgo que hay posibilidades en la vida. > Declaro que he escogido realizar algunas de ellas. > Declaro que voy a comenzar a hacerlo ahora mismo. Optimismo > Juzgo que cosas buenas y malas ocurren en la vida. > Juzgo que la mayor parte de las cosas que a mi me ocurren son buenas. > Juzgo que eso va a continuar. Juzgo que eso se debe a mi habilidad o a mi suerte. > Declaro mi disposicién a actuar para confirmar esta tendencia. y Pesimismo Juzgo que cosas buenas y malas pasan en la vida. Juzgo que la mayoria son malas. Juzgo que esto es particularmente cierto para mi. Juzgo que esto va a continuar. Declaro mi disposicién a actuar poco y con desgano. vvyvy Resignacién Juzgo que hay muy pocas posibilidades para mi en la vida. Juzgo que soy incapaz de realizarlas. Juzgo que no puedo cambiar eso. > Por lo tanto, juzgo que no haré nada. Seguridad > Juzgo que hay posibilidades para mi en la vida. » Juzgo que soy capaz de aprovecharlas la mayor parte del tiempo. > Juzgo que puedo aprender si me siento incapaz para tomar acciones. > Ofrezco fundar lo que estoy diciendo. Serenidad > Juzgo que en el curso de la vida voy a tener pérdidas y ganancias. > Declaro que en cualquier caso, le estaré agradecido a la vida. > Declaro que no acepto la manera en que se ha desarrollado mi vida. > Juzgo que esto es injusto. > Declaro mi intencién de desquitarme (venganza, revancha). Hay una infinidad de estados animicos y emociones que no hemos considerado en este breve trabajo. Les propongo que practiquen la reconstruccién del amor, el entusiasmo, la amistad, el odio, la devocién, la angustia, la ofensa, la adoracién, la indiferencia, el rencor, la ambicién, la curiosidad, la esperanza, la paciencia, el asombro, la perplejidad, la obsesién, la desesperacién, la inquietud, la vanidad, la depresion y la timidez. Si lo hacen, se llevarén mas de una sorpresa. Escrito por Julio Olalla Mayor y editado por José Luis Vai ahs epee ee eee ree are ee eee ee er eae Ce Re ge ee gaa aT ee Ne ee ger ae ey ea ec ec eee ee ea

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