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LIBRO DEL PROFETA OSEAS

ANALISIS DEL CAP. 11, 1-11

Para empezar el estudio de esta porción del libro del profeta Oseas, es necesario
que conozcamos ciertos datos importantes que nos ayudarán a profundizar el
mensaje que el profeta quiere transmitirnos. En seguida conoceremos el texto y le
estudiaremos los rasgos más importantes para tratar de descubrir el mensaje;
finalmente se hará una comparación con el numeral 21 de la bula Misericordies
bultus.

DATOS IMPORTANTES:
El ministerio del profeta Oseas se desarrolló cerca de los años 750-725 a.C.
ubicándolo espacialmente en el Reino del norte, es decir, el Israel, en tiempos de
Ozias, Jotán y Acaz.
Oseas emplea muchas imágenes de la vida diaria presenta a Dios como esposo e
Israel es presentado como la esposa. Usando estas imágenes se entiende porque
para entender estas líneas es necesario conocer la historia de Oseas. El
acontecimiento mas importante de la vida de Oseas es su matrimonio, el cual
marcará indeleblemente su mensaje.
Oseas se enfoca en la desviación moral de Israel y su rompimiento de pacto de la
relación con Dios, anunciando que el juicio es inminente.
La estructura del libro: el libro se divide en dos grandes partes, la primera parte gira
en torno al matrimonio de Oseas que abarca del capitulo 1 al 3; la segunda parte es
de en forma de oráculos del capitulo 4-14. Estos oráculos pueden ser de dos tipos,
conminatorios contra Israel (4-9) y oráculos que desarrollan las tradiciones de Israel
(10-14); estos segundos son acusaciones contra pecados, que para subrayar su
gravedad le recuerdan la historia.

TEXTO:
Oseas, 11, 1-11
1.Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
2.Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí: a los Baales sacrificaban, y a los
ídolos ofrecían incienso.
3.Yo enseñé a Efraím a caminar, tomándole por los brazos, pero ellos no conocieron
que yo cuidaba de ellos.
4.Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor, y era para ellos como los
que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia él y le daba de comer.
5.Volverá al país de Egipto, y Asur será su rey, porque se han negado a convertirse.
6.Hará estragos la espada en sus ciudades, aniquilará sus cerrojos y devorará, por
sus perversos planes.
7.Mi pueblo tiene querencia a su infidelidad; cuando a lo alto se les llama, ni uno
hay que se levante.
8.¿Cómo voy a dejarte, Efraím?, ¿cómo entregarte, Israel? ¿Voy a dejarte como a
Admá, y hacerte semejante a Seboyim? Mi corazón está en mí trastornado, y a la
vez se estremecen mis entrañas.
9.No daré curso al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraím, porque soy
Dios, no hombre; en medio de ti yo soy el Santo, y no vendré con ira.
10.En pos de Yahveh marcharán, él rugirá como un león; y cuando ruja él, los hijos
vendrán azorados de occidente,
11.azorados vendrán de Egipto, como un pájaro, como paloma desde el país de
Asiria; y yo les asentaré en sus casas - oráculo de Yahveh

ANÁLISIS
Textual: La imagen del amor conyugal se complementa aquí con la del amor
paterno. Dios es Padre, que cuida con ternura a su hijo Israel; aunque este amor no
es correspondido la misericordia y la compasión de Dios prevalecen sobre la ira y
la rebeldía del pueblo.

Cuando el profeta habla de un niño está haciendo referencia al pueblo de Israel, el


cual Dios sacó del país de Egipto, lo llevó de la mano y lo crió. Se pone de relieve
que a pesar de esto, el pueblo fue capaz de romper la alianza que había hecho con
él, adorando a los ídolos de los Baales. Se manifiesta la ira de Dios, pero sobre esta
prevalece la misericordia.

Este capítulo 11 del libro de Oseas recuerda brevemente el éxodo, pero sólo para
poner de relieve la particularidad del amor que Dios había mostrado gratuitamente
a un pueblo que desde el comienzo ni había sido capaz de comprenderlo ni de
corresponder a él.

Al hacer un recuerdo de la etapa del Éxodo, se está poniendo de relieve el pecado


que Israel ha cometido con su pueblo, por ende, podemos decir que este trozo de
texto es un oráculo que desarrolla la tradición de Israel, que para hacerle caer en
cuenta de la gravedad de sus acciones recurre a la historia del pueblo.

Literario: A pesar de todo esto, podemos denominar este oráculo como oráculo de
salvación, porque aunque el Señor reprocha la actitud del pueblo, en los versículos
finales promete que su misericordia no va a pasar, sino que permanecerá siempre
fiel.
Podemos hacer mención que además de ser un oráculo de salvación, es a la vez
un oráculo de castigo, debido a que presenta, en cierta manera, la deportación que
el pueblo sufrirá en el año 587 parte de los Babilonios, y esto queda expresa en el
versículo 11, cuando dice que los instaurará nuevamente en sus casas.

Contexto histórico: Este oráculo está situado durante el reinado de los reyes Ozias,
Jotán y Acaz que habían dotado de una estabilidad aparente en todos los ámbitos
(social, político, económico) al pueblo de Israel y por ende, estos dejaron la
adoración a Yahvé y se enfrascaron en hacer lo que desagrada a Dios.

Doctrinal: La enseñanza que deja este pasaje del profeta Oseas es que Dios es un
Dios fiel y misericordioso, que a pesar de las ofensas que el pueblo comete, como
lo dice san Agustín, es más fácil que Dios contenga la ira que la misericordia.

COMPARACION CON MISERICORDIE VULTUS (No 21)

La importancia de este texto para la bula de la Misericordia de su Santidad el Papa


Francisco, radica en que el profeta Oseas muestra a Dios como un Dios lleno de
misericordia, dispuesto siempre a perdonar, en quien el amor por sus hijos está por
encima de todas las otras cosas, especialmente lo hace cuando dice que se olvida
de su ira y se acuerda de la misericordia.
El papa Francisco quiere recalcar que Dios, es un Dios de perdón y no de castigo.

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