Paeae uray Ruenperedts, Recline, Cobubiae ie Libel
i Spe aaa a 6 De eras
Breve noticia sobre los lugares
donde existieron San Sebastién de Urabé
y Santa Marfa la. Antigua del Darién
or Etvardo Acevedo Latorre
Comisionado por la Contraloria General de la Repiblice para
recorter el interesante (errtorio chocoano con el fin He hacer fas ob-
servaciones necesarias para la elaboraciOn de la geogeafla econdmmi=
ca de la Intendencia fue uno de mis primeros pensamientos y deseos
el de visiter y constatar os sitios de aquellos lugares hist6ricos del
Darién, donde se dio comienzo a la conquista de América y donde se
fund en debida forma la primera ciudad del continente: Santa Ma-
tla la Antigua,
Leyendo a los principales cronistas e historiadores det siglo xv1,
aparece ante nuestros ojos el golfo del Darién como un gran centro
de actividades: expedicionarias. Casi no se encuentra. conguistador
ni aventurerd de la épaca que io se hubiese adentrado por aquellos
pafajes con una w otra intencién, Contraste hace la soledad que hoy
presenta et golfo de Urabé, de aguas turbias por Ia mezcla que for
rma cun las del Atrato, con aquellos dias en que los galeones: de
Bastidas, Ojeda, Enciso, Colmenares, Pedrarias, Heredia y téntos
otros, {ban y venlan teayendo aventureros y baratijas y regresando
tudgo con ricos adornos y joyas de las tribus que, agresivas y es-
pantadas,librabaa guerra a muerte contra los. advenedizos; guerra
perdida de antemano desde que Ia planta del primer europeo se e8-
tampé en América,
Nada queda de aquellas Iuchas legendarias y de aquel trajinar
de barcos; nada hay que recuerde las glorias que pasaron; y para
colmo de nuestro descuido, se duda en la localizaciéa de los sitios3
ide Urabé
del Darién
Bévardo Acevedo Latorre
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lugares historicos del
de América y donde se
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tiadores del siglo XVI,
como un gran centro.
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DE LAS ANTILLAS
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Con la mejor voluntad de contribuir en algo al estudio de nues-
{ra historia, presento este modesto trabajo Sobre la ubieacién de los
lugares arriba mencionados.
Retresquemos los recuerdos histéricos y veamos edimo se pue-
den fr determinando aquellos sitios:
Fue don Rodrigo Galbén de Bastidas el primer peninsular que
metié su galeén por aguas del golf, Ciertamente este gran caballe-
ro lleg6 a nuestras playas en una forma desconcertante en aquella
época, No’traia ninguna intenciOn de conquista; su bajel venia rex
pleto de tetas de mil colores, espejos tijeras, cuentas de cristal y de
cuanto cachivache encontré en los bazares de Sevilla y que le pare-
cleron serian del gusto de los moradores de aqueste lado del mar.
De manera carinosa y con la ecuanimidad de un escrupuloso mer
caer iba comerciando con su tienda flotante por Nueva, Andalucia
4 Castilla de Oro, Los indios entraban a la nave, escogian con li
bertad lo que querian y le dejaban en cambio a don Rodrigo dijes
1 joyas de buen oro,
Con este comertiante venia embarcado un joven que, al de>
cir del Padre Las Casas, sera de buen entendimiento, mafioso y
animoso y de muy linda disposicién y hermoso de gesto y presen
clas ete tal era Vasco Niiez de Balboa, Y mientras el patréa ne
sgoclabs, Vasco Nie tomaba atenta nota de las tiereas y observ
bal cardctec de cada tribu. Recorrieron asi foda la costa de las
Antillas y se metieron hasta donde su embarcacién se fo permiti,
sde manera que nadie mejor que ellos conocieron todos esos parajes.
La suerte separé a este par de aventureros. Don Rodtigo se rtiré a
la cludad de Santa Marta por &¢ fundada, y fiel a su. consigna de
tralar con 10s indios como con europeos, fue muerto por sus
amigos ambiciosos, que no podiantolerar est extranay caballeres-
ca manera de obrar en tempos de rapina, Vasco Nunee atm tienda
aparte en la Espatioa, y ya sabemos cémo anduvo de mal en sus
negocios, ue se vio obligado a huir de sus acreedores ocultoen una
vela de una nave del bachiller Enciso:
Pasando por alto as peripecias del viaje accidentado de Balboa
xyel disgusto del bachller, veamos a esta expediciin compuesta de