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El médico residente como educador

El rol del médico residente dentro de las instituciones de salud dentro de nuestro
país no es limitado solamente al aspecto de ser alumno de un programa de
especialización, sino que también abarca la labor educativa con aquellos personajes
que se desenvuelven dentro del mismo ámbito profesional; este rol muchas de las
veces ocurre de manera espontánea, sin una formación previa en la docencia, lo
cual puede repercutir de forma significativa en la calidad de la atención médica, el
estado de salud del paciente y el desarrollo educativo del personal que recibe la
formación.

La práctica educativa del médico se remonta a los tiempos de Hipócrates, donde se


reconoce la actividad del médico como profesor a través del juramento hipocrático,
pero fue hasta la década de los 60 cuando aparecieron los primeros estudios que
describen el rol del médico residente como educador, los cuales destacaron que el
50% de la capacitación obtenida provenía de otros residentes, ya que hasta el 40%
de su tiempo se utilizaban en labores de supervisión de los otros residentes,
teniendo en cuenta que solo el 15% había recibido formación docente. Dado lo
anterior se destaca que la actividad educativa del médico residente es una labor
cotidiana y necesaria para la formación del personal médico dentro de las
instituciones de salud.

La inclusión curricular del médico residente se dio a la par con la aparición del
modelo de educación por competencias en los últimos años, el cual ha desarrollado
la formación de habilidades docentes en el médico residente. La formalización de
esta actividad representa un reto para los médicos residentes, debido a que genera
una carga extra de trabajo, por lo que es necesario que los residentes reciban
capacitación en dicha actividad para que esta no sea considerada una carga, sino
se considere una actividad gratificante a pesar de las complicaciones que se
presentan dentro del ámbito laboral de las instituciones de salud.

La participación en labores de enseñanza ha demostrado que se aprende más de


los temas que se enseñan comparados con los que se estudian por cuenta propia,
debido al proceso de retroalimentación que existe en esta actividad; por lo que la
enseñanza ayuda a reforzar los conocimientos ya adquiridos durante la formación
médica.

En nuestro país la situación del médico residente como educador tuvo una
transformación a partir de la instauración del Plan Único de Especializaciones
Médicas (PUEM), el cual es considerado la reforma educativa con mayor
importancia en el posgrado médico en México; debido a la inclusión formal en el
plan de estudios de estudios de un seminario de educación en todos los años de las
residencias médicas.

Dado lo anterior la función educadora del residente constituye un papel de vital


importancia en la formación propia y de otros profesionales de la salud, por lo que
es importante formalizar el aspecto docente del médico residente con
capacitaciones continuas en el tema; además es importante que todos los
programas relacionados con esta actividad incluyan la retroalimentación dentro de
sus contenidos, ya que ha dado excelentes resultados.

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