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SECUESTRO.
KIELMANOVICH
SECUESTRO
Presupuestos.
El código exige, en principio, que la demostración de la verosimilitud del
derecho se acredite con instrumentos que hagan verosímil el derecho cuya
efectividad se quiere garantizar en la hipótesis del secuestro autónomo.
Frente al supuesto del secuestro complementario o indirecto, el código
no exige la presentación de instrumentos para acreditar la verosimilitud del
derecho, pues dicho presupuesto ha debido ser motivo de acreditación para la
adopción del embargo preventivo al que accede, más allá de que habrán de
comprobarse sumariamente las circunstancias que acrediten la necesariedad
de que se provea a su guarda o conservación.
No se exige la demostración prima facie de que el embargo no asegura
por sí solo el derecho invocado por el solicitante o que el secuestro es
indispensable para proveer a la guarda o conservación de las cosas, para el
secuestro autónomo o directo y el complementario o indirecto,
respectivamente.
Se trata, a nuestro juicio, de la demostración del peligro en la demora,
sea ello a partir de la comprobación de que el embargo no asegura de por sí el
derecho invocado, como de que el secuestro resulta indispensable para
asegurar el resultado de la sentencia definitiva.
Caracteres.
Instrumentalidad: carece de un fin en sí mismo y se encuentra
subordinado y ordenado funcionalmente a un proceso principal del cual
depende, en miras de asegurar el cumplimiento de la sentencia a dictarse en
aquel.
Provisionalidad.
Mutabilidad.
Jurisprudencia:
En el caso “Bouvet Lía María Natalia c/ Gracia de Pérez Rosa Dora s/
litigiosa en un tercero, hasta que se decide a quién pertenece; por lo que hay
secuestro cuando se sustrae del uso y disposición del sujeto aquejado por la
medida una cosa, generalmente mueble, sobre la cual se litiga o se va a litigar,
poniéndola en manos de un custodio mientras se resuelve la controversia”,
para postular en consecuencia el decreto de la cautelar perseguida. Ello atento
a que según surge del título glosado y el propio reconocimiento de la actora, la
Sra. Rosa Dora Gracia de Perez es la titular registral del automotor.
Sostiene la Sala que siempre señaló la viabilidad del pedido de
secuestro de automotores, teniendo en cuentas las contingencias a las que se
hayan expuestos este tipo de bienes.
En virtud de tales argumentos la Cámara hace lugar al recurso de
apelación interpuesto y -por ende admite el pedido de secuestro del automotor
solicitado por la demandada reconviniente, debiendo en la instancia originaria
disponerse lo conducente en orden a la efectivización de la medida, incluso lo
tocante a la contracautela.
En el fallo “Levantamiento de medida cautelar sin tercería en Expte. Nº
A-48545/90”, resuelto el 29 de octubre de 2012, la Sala Tercera de la Cámara
Civil y Comercial de la Provincia de Jujuy resolvió hacer lugar al pedido de
levantamiento de secuestro sin tercería solicitado por el presentante y ordenar
la inmediata devolución del vehículo marca Chevrolet tipo Pick Up a su
propietaria, junto con la documentación retenida perteneciente al mismo,
debiendo librarse los oficios correspondientes. Asimismo, impuso las costas a
la incidentada vencida.
La solicitante, Sra. Juana Guzmán, había comprado la camioneta marca
Chevrolet de la Sra. Esther Luz de la Fuente de Dagil en enero, momento en el
cual el automotor no presentaba gravamen alguno (tal como surgió del informe
de estado de dominio del Registro Automotor de la ciudad de Tartagal), por lo
cual se procedió a su inscripción registral.
No obstante, en junio de este mismo año, pese a que la medida cautelar
originariamente ordenada había perdido vigencia, el Escuadrón de
Gendarmería Nº 52 de la ciudad de Tartagal procedió a incautar el vehículo así
como la documentación perteneciente a la misma.
Corrido el traslado correspondiente, se presentó la Dra. Carmen Mogro
solicitando el rechazo de la pretensión esgrimida en virtud de subsistir una
deuda de la propietaria anterior del vehículo para con dicha letrada (honorarios)
y manifestando la dificultad de hallar bienes de la obligada, por lo que peticionó
que, en todo caso, el vehículo fuera puesto a disposición de un martillero.
Corresponde, dice la Cámara, hacer lugar a lo peticionado, en función
del carácter de tercero adquirente de buena fe que reviste la Sra. Guzmán, ya
que le resulta inoponible cualquier medida trabada sobre el vehículo de su
propiedad que no hubiese estado vigente al momento de la inscripción registral.
Ello es así por cuanto la citada adquirente ha cumplimentado la
formalidad solemne y constitutiva de su título con la registración respectiva que
ha producido efectos entre las partes y con relación a terceros desde dicha
fecha, circunstancia que no es desconocida por la contraria. Esto es así
porque, además de ser constitutiva de derechos reales, la inscripción registral,
cumple una función publicitaria o de oponibilidad a terceros de un determinado
negocio jurídico, en los que cobra particular relevancia la prioridad de los
asientos, según el orden cronológico de presentación de solicitudes. En
consecuencia, los asientos y cualquier otro instrumento que expidan los
encargados de registros del automotor revisten el carácter de instrumento
público.