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Diario de campo

Bitácora de investigación.
Fecha: sábado 11 de agosto de 2018
Hora de llegada: 12:30 pm
Hora de salida: 3:08 pm
Lugar: Mercado municipal de Naucalpan de Juárez
Dirección: Avenida Universidad S/N, Naucalpan Centro, 53000 Naucalpan de
Juárez, Méx.
Detalles.
Me presente a las instalaciones del mercado municipal con el fin de realizar una
primera visita a este establecimiento, el cuál tiene que ver con mi investigación.
La primera impresión se la lleva el entorno del establecimiento, éste tiene varias
entradas, me enfocaré solo en 2, la primera, en la que se aprecia el amplio y largo
pasillo donde venden ropa y disfraces, que se encuentra casi enfrente de una
“Comercial Mexicana” y que en sus banquetas podemos encontrar diversos
puestos ambulantes de diferentes productos, como lo es ropa, discos, comida,
útiles escolares, etc. El ambiente es escandaloso, se escucha música de varios
géneros a la vez y a un volumen alto, y los gritos de los vendedores ofreciendo su
mercancía a la gente que transita por la calle.
La segunda entrada, da lugar al estacionamiento, donde, se puede entrar al área
de frutas, verduras y carnes. Aquí el ambiente cambia, de éste lado no se
encuentran puestos ambulantes, pero antes de llegar al estacionamiento, se tiene
que pasar por la “puerta” donde el camón de la basura recoge todos los desechos
del mercado, su olor es muy fuerte, el olor a basura y restos de alimentos es muy
penetrante, cuando pase por ahí, tuve que cubrirme la nariz con mi sudadera,
porque de verdad, huele muy feo. Seguí caminado y en mi recorrido encontré un
local donde venden pollo, peces, alimento para animales etc. Al lado de este local
se encuentra un local de refacciones para autos y justo al lado de éste se
encuentra el pasillo que nos lleva al estacionamiento.
Primero entre por el pasillo de la ropa y disfraces, por la temporada, habia mucha
gente comprando uniformes, en los locales de disfraces, en su gran mayoría se
encontraban trajes típicos y regionales, ya que se acerca el 15 de septiembre.
También observé que tenían disfraces para los “pequeños” que se disfrazan el día
de muertos para pedir la famosa “calaverita”, los disfraces que encontré son los de
siempre, de vampiro, brujas, diablos, payasos o “it”, etc. Fue muy evidente que
todos estos disfraces no son de nuestra cultura, y los niños son los que prefieren.
Mientras observaba los disfraces un niño de unos 6 años tal vez pasaba con su
mamá por ese mismo local y dijo –“Mira mamá, me compras ese disfraz para ir a
pedir Halloween”-, la verdad quede algo sorprendida, porque la mayoría de niños
pequeños no conocen nuestra tradición mexicana, en otras ocasiones los he
escuchado decir siempre que es Halloween, o que van a pedir Halloween.
Le pregunte a la dueña del local sobre los disfraces para día de muertos y me
contesto que se venden más disfraces “extranjeros” o los que están de moda por
alguna película de terror, que los disfraces mexicanos como los de catrina, llorona
o calavera, son los menos solicitados. Agradecí su información y seguí mi
recorrido, pero ya no encontré algo más referente a mi tema que es el día de
muertos. Asi que salí y me dirigí hacia la otra entrada, aquí en muy difícil escuchar
con claridad a alguien, ya que como dije anteriormente, aquí se venden frutas,
verduras y diferentes carnes, aquí todos gritan.
Recorrí todo el mercado esperando encontrar algo, pero para mí mala suerte no
halle nada. Después me dirigí a la zona de verduras, ahí encontré a una señora de
edad avanzada comprando en uno de los tantos puestos que se encuentran en el
lugar, mientras yo escogía un poco de fruta que iba a comprar, la señora
conversaba con la señora que atiende, a diferencia de la otra ésta es mas joven,
de unos 45 o 50 años talvez, “doña rosa”, como la llamaba la “marchanta” le decía
que le gustaban mucho las cañas, y que lo bueno es que ya casi se acercaba el
día de muertos, porque asi podría comerlas. Siguieron conversando y hubo algo
que llamo mi atención, ya que “Doña Rosa” comentó a Lilia (la marchanta) que
cada año veía a menos gente comprando cosas para sus altares, Lilia le respondió
y dijo que ya no es mucha gente la que acostumbra a hacer eso, y que eso lo
hacen mas en los pueblos, aquí en la ciudad ya casi no.
Interrumpí su platica y le dije a Lilia que, si podía brindarme un poco más de
información sobre este tema, ella muy amables me contestó que sí. Me dijo que
cada año baja la cantidad de gente que compra fruta para sus ofrendas, y que en
el estacionamiento del mercado ponen puestos ambulantes con todo lo referente a
esta celebración. Pero que es poca la gente la que realmente la celebra, la gran
mayoría asiste a comprar los famosos disfraces de Halloween, que es asi como se
refieren a la tradición.
Le agradecí por la información y le comenté que si mañana en una segunda visita
podía hacerle una entrevista y ella accedió. Me despedí de ella y de Doña Rosa
que aún se encontraba ahí y salí del lugar.

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