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Pero no solo le piden hoy ética, a la pol tun actor fundamental del actual sistema econémico mundial, las empresas. a los Gobiernos, la piden crecientemente a Tienen claras razones para hacerlo. El poder de las grandes empresas en la economfa ha at centracién que ha llevado a que un grupo reducido de ellas tenga enorme influencia sobre el funcionamiento de los mercados y la economia. Se es- tima que menos de 1000 empresas tienen actualmente la mitad de todas las acciones de los mercados mundiales (Eccles, 2013). ntado aceleradamente. Hay un fuerte proceso de con- Con esos niveles de poderfo econémico, y con su manejo de buena parte del stock de tecnologfas de punta, sus decisiones son centrales para la po- blacién. Lo que resuelven hacer incide a diario en las condiciones de vida de vastos sectores del género humano. Si esas decisiones estan presididas por criterios de responsabilidad colectiva, y actuacién ética, seré muy distinto a si se toman solo atendiendo a la ma- ximizacién de beneficios de corto plasu- Ya Adam Smith sefialaba en 1759 que los mercados tenfan un gran poten- cial pero para que operaran eficientemente y no se convirtieran en peligros, debfan practicar valores éticos como “prudencia, humanidad, justicia, ge- nerosidad y espfritu pablico”. FRIEDMAN SE EQUIVOCO El debate latente sobre la ética de las empresas fue “reprimido” por tesis como la de Milton Friedman quien destacé que estaba fuera de lugar, que 11cm aa uPRsARIOS no habia articulo utilidad pedirles cuenta alguna fuera de rendir ganancias en un célebre ido “La responsabilidad social de las empresas es aumentar sus Un respetado lider empresaral, titular de la catedra de pricticas gerenciz el Harvard Business School Bill George resalta al respecto (20 “Friedman excomulg6 a los Ifderes empresa dos por sus empleados, vieron una monumental les que estuvieran preocupa- comunidad, y el medio ambiente... Sus teorias tu- fluencia sobre gen ‘on su filosoffa”. jones de economistas y ejecutivos que si Friedman era el pope de la Escuela de Chicago que tuvo discipulos de mucha influencia. Su perspectiva incidié en postergar un debate que final- ‘mente exploté en las quiebras en Ia década del 2000 y la crisis del 2008 y el 2009 que con epicentro en Wall Street arrastré a toda la economia mun- dial, y cuyos efectos siguen presentes. George precisa el divorcio entre esas tesis y la realidad: “La influencia de Friedman crecfa, mientras que el mercado de acciones se hacfa cada vez ‘més cortoplacista y la tenencia de acciones promedio cafa de ocho atfos a seis meses”. Estaba en plena marcha la especulacién que favorecida pot las desregulaciones del periodo presidencial de Bush crecié exponencialmente. Ubicado adentro del mundo einpresarial este agudo observador retrata: “Infortunadamente la carrera por ganancias de corto plazo levé a la destruccién de muchas grandes compaiifas como General Motors y Sears, 9 a las quiebras de Enron, WordlCom, Kmart y Kodak y mas de cien grandes empresas que fueron forzadas a rehacer sus balances financieros en el 2003-2004 por contabilidad cuestionable. Estos problemas fueron pdlidos en comparacién con la caida en el 2008 de empresas financieras mayores como Fannie Mae, Bear Ste- ‘ams, Lehman Brothers, Countrywide, Citigroup, y muchas otras, ‘cuando instituciones financieras sobredimensionadas colapsaron, tra- ‘eRWARDO KURSBERG tando de maximizar el valor de sus acciones. En efecto la presién de Wall Stret sobre las corporaciones para au- ‘mentar los precios a corto plazo de sus acciones, tuvo un efecto boo- ‘merang destruyendo muchas de las mismas empresas financieras”. Estos procesos, no hubieran tenido esta evolucién si hubiera habido serios mecanismos de control de la ética de los participantes, y lo ético hubiera tenido peso real en sus decisiones. Los efectos fueron letales para Ia gente y la economia. Se destruyeron mi- ones y millones de puestos de trabajo, en USA yen el mundo entero, yse ingres6 a un periodo recesivo en la economfa mundial del que no se ha sa- lido. Por otra parte cayé a pico la confianza en las empresas, ylos altos ejecutivos empresariales financieros, y de otras éreas. En diversos casos se enriquecieron personalmente en medio de las manio- bras especulativas que comandar En un caso ejemplificativo de otros, el Presidente de Lehman Brothers, fue interpelado por el Congreso de Estados Unidos en el 2008. Habfa llevado a la quicbra al tercer banco del mundo, con 158 afios de existencia, y al mismo tiempo habfa ganado cifras astron6micas. Su paquete de remuneraciones estaba atado a las ganancias a corto plazo del Banco. Lo habia intoxicado de hipotecas basura, y derivativos sin base patrimonial. Subié sus ganancias personales, y destruyé la empresa. EI Presidente dé la Comisién del Congreso Henry Waxman le pregunts “Is es esto “juego limpi Kristoff, Premio Pulitzer escribié en el New York Times (17/9/2008).un ar- ticulo titulado: “Necesita un trabajo! .000 délares por hora. No se re- quiere ser exitoso”. Eso es lo que ganaba. TICA PARA EMRESARIOS El Presidente Obama habl6 de una cultura empresarial que practicaba “la codicia desenfrenada”. TABACO Y ARMAS El debate sobre la ética empresarial, no es solo en el campo financiero. El New England Journal of Medicine present6 (29/1/13) los resultados de una investigacién del Centro de Prevencién y Control de las enfermedades de USA sobre 200,000 imericanos Lleg6 a la conclusién de que la gente que fuma durante largo tiempo, pierde no menos de 10 afios de vida. Un estudio del Gobierno inglés (Skapinker, ial Times, 17/5/12) dice que la mayorfa de las muertes por céncer de tréiquea, pulmén, bronquios 0 ido de fumar. La mitad de los consumidores regulares norir de una enfermedad ligada a a ello. Los cigarrillos incluyen segtin el Atlas del Tabaco, Arsenio, DDT, y plomo. La CEO de Imperial Tabaco, afirm6 frente a nuevas regulaciones guberna- rmentales que “esto no era acerca de la salud sifo antiempresas... no es més una cuestién de la industria del tabaco, sino acerca del rol del gobierno” Aleg6 que defendia el derecho de la gente a elegiryargumento frecuente- ‘mente utilizado por los voceros de In industria del tabaco.. Los estudios en cambio dicen, que el supuesto derecho a la eleccidn libre Segin el e inico, el consumo empieza a edades muy tempranas antes de que se puedan tener toda la informacién para decidir, 39% lo hace antes de los 16 aftos. Tres cuartas partes ademés dijeron que trataron de dejar de fumar, pero resulta que no es tan senci es adictiva, no es ti io bri En otto terreno diferente, la industria de la venta de armas esté bajo una intensa polémica ética en USA. El asesino de 20 nifios y 6 maestros en un

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