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Calculo Cap07 PDF
Calculo Cap07 PDF
Sucesiones
7.1. Introducción
Las sucesiones aparecen de manera natural en muchos cálculos que responden a un es-
2 6 2 1
quema iterativo. Por ejemplo, al dividir 2 entre 3 obtenemos D C , igualdad que
3 10 3 10
podemos usar ahora para obtener
2 6 6 2 1 1 6 6 2 1
D C C D C 2C ;
3 10 10 3 10 10 10 10 3 102
y de nuevo
2 6 6 6 2 1 1 6 6 6 2 1
D C 2C C 2
D C 2C 3C :
3 10 10 10 3 10 10 10 10 10 3 103
Y así podemos continuar tantas veces como queramos, obteniendo para cada n 2 N la igualdad:
n
2 X 6 2 1
D C :
3 10k 3 10n
kD1
X n
6 2 2 1
Escribiendo xn D tenemos que 0 < xn D . Observa que, aunque los nú-
10 k 3 3 10n
kD1
meros xn son todos ellos distintos de 2=3, dada una cota de error arbitrariamente pequeña,
2 1
" > 0, y tomando n0 2 N de manera que < " , deducimos que para todo número
3 10n0
natural n>n0 se verifica que jxn 2=3j < " , lo que se expresa escribiendo 2=3 D lKım fxn g.
n!1
325
Introducción 326
El ejemplo anterior está relacionado con la expresión decimal de 2=3 que, como todos
sabemos, es un decimal periódico con período igual a 6, lo que suele escribirse 2=3 D 0; b 6
igualdad en la que, según se dice a veces, el símbolo 0; b6 debe interpretarse como que el 6
se repite infinitas veces. ¿Qué quiere decir esto? Lo que está claro es que, por mucho tiempo
y paciencia que tengamos, nunca podremos escribir infinitos 6 uno detrás de otro... bueno,
podríamos escribir algo como
2
D 0; b
6 D 0; 6666666:::. infinitos 6/
3
lo que tampoco sirve de mucho pues seguimos sin saber cómo se interpreta esta igualdad. Pues
bien, para dar un significado matemático a lo que se quiere expresar con esa igualdad hay que
recurrir al concepto de límite de una sucesión tal como hemos hecho antes.
Veamos otro ejemplo en esta misma línea. Vamos a intentar calcular aproximaciones racio-
p p 10 p
nales de 10. Si partimos inicialmente de un número x > 10, tendremos que < 10 < x.
x
1 10 p
Pongamos y D xC . Entonces, en virtud de la desigualdad de las medias, 10 < y,
2 x p
y como también y < x , deducimos que y está más cerca de 10 que x. Podemos ahora p
repetir este proceso sustituyendo x por y obteniendo una nueva aproximación mejor de 10.
Nótese que si x es racional también lo será y. Esto sugiere
que, partiendo de
un valorinicial,
1 10 1 10
por ejemplo x1 D 4, calculemos x2 D x1 C , y después x3 D x2 C , y así
2 x1 2 x2
podemos continuar tantas veces como queramos, obteniendo para cada n 2 N un número xn
tal que
1 10
xnC1 D xn C
2 xn
con x1 D 4. Con una calculadora manual obtenemos enseguida los valores x2 D3; 25;
x3 D3; 1634615 I x4 D3; 1622779 con seis cifras decimales exactas:
p x 2 10 x 2 10 0; 000005 1
0 < x4 10 D 4 p < 4 < < 6
x4 C 10 6 6 10
p p
es decir, x4 coincide con 10 hasta la sexta cifra decimal. De hecho, como xn > 10 tenemos
que:
p 1 10 p 1 1p p 1 p
0 < xnC1 10 D xn C 10 < xn C 10 10 D .xn 10/
2 xn 2 2 2
p 1 p 1
de donde se sigue que 0 < xnC1 10 < n .x1 10/ < n , por tanto, dado cualquier
2 2
n0 < ", deducimos que para todo número natural n>n se
0 2 N tal que 2
" > 0, y tomando np p 0
verifica que jxn 10 j < ", lo que simbólicamente se expresa escribiendo 10 D lKım fxn g.
n!1
En los ejemplos anteriores hemos dado por supuesto que ya tienes cierta familiaridad con
los conceptos de “sucesión” y de “límite de una sucesión” de los cuales vamos a ocuparnos a
continuación con detalle.
7.1 Definición. Sea A un conjunto no vacío. Una sucesión de elementos de A es una aplicación
del conjunto N de los números naturales en A. En particular, una sucesión de números reales
es una aplicación del conjunto N de los números naturales en el conjunto R de los números
reales.
Por ahora, solamente consideraremos sucesiones de números reales por lo que nos referi-
remos a ellas simplemente como “sucesiones”.
Notación. Dada una sucesión, ' W N ! R , suele emplearse una notación especial para repre-
sentarla. Para n 2 N suele representarse el número real '.n/ en la forma xn D '.n/ (natural-
mente la letra “x” nada tiene de especial y puede sustituirse por cualquier otra). La sucesión
misma se representa por ' D fxn gn2N , es decir, el símbolo fxn gn2N debe interpretarse como
la aplicación que a cada n 2 N hace corresponder el número real xn . Cuando no hay posibilidad
de confusión, escribimos simplemente fxn g en vez de fxn gn2N .
Conviene insistir en que fxn g es, por definición, la aplicación de N en R dada por n 7! xn .
~ No hay que confundir la sucesión fxn g, que es una aplicación, con su conjunto imagen, que es
el subconjunto de R formado por todos los números xn , el cual se representa por fxn W n 2 Ng.
Por ejemplo, f. 1/n g y f. 1/nC1 g son sucesiones distintas con el mismo conjunto imagen.
El número xn se llama término n-ésimo de la sucesión; para n D 1; 2; 3 se habla respectiva-
mente de primero, segundo, tercer término de la sucesión. Una forma apropiada de considerar
una sucesión es como un vector con infinitas componentes (los términos de la sucesión), de
esta forma no te quedará duda de que las sucesiones f. 1/n g y f. 1/nC1 g son distintas pues se
corresponden con los vectores . 1; 1; 1; 1; : : : / y .1; 1; 1; 1; : : : /.
7.2 Definición. Una sucesión fxn g se dice que converge a un número real x si, dado cualquier
número real " > 0, existe un número natural m" tal que si n es cualquier número natural mayor
o igual que m" se cumple que jxn xj < ". Simbólicamente:
Se dice también que el número x es límite de la sucesión fxn g, y se escribe lKım fxn g D x o,
n!1
simplemente, lKımfxn g D x e incluso, si no hay posibilidad de confusión, fxn g ! x.
Teniendo en cuenta que la desigualdad jxn xj < " equivale a la doble desigualdad
x " < xn < x C " o, lo que es igual, xn 2x "; x C "Œ, la definición anterior lo que dice es
que fxn g converge a x cuando, dado cualquier intervalo abierto x "; x C "Œ, se verifica que
todos los términos de la sucesión a partir de uno en adelante están en dicho intervalo.
El número natural m" , cuya existencia se afirma en la definición anterior, cabe esperar que
dependa del número " > 0, lo que explica la notación empleada. Lo usual es que m" tenga que
ser tanto más grande cuanto más pequeño sea el número " > 0. Conviene observar que si p es
un número natural tal que p > m" , entonces para p, al igual que para m" , se verifica que si
n es cualquier número natural mayor o igual que p se cumple que jxn xj < ". Es decir, si
fxn g converge a x, entonces para cada " > 0 dado hay, de hecho, infinitos números naturales
m" para los que se satisface la condición 7.1.
La definición 7.2 es típica del Análisis pues en ella se está definiendo una igualdad, a saber,
lKımfxn gDx , en términos de desigualdades: jxn xj < " siempre que n>m" . Observa también
que, de la definición dada, se deduce enseguida que fxn g ! x es lo mismo que fxn xg ! 0.
Veamos con unos sencillos, pero importantes ejemplos, cómo se usa la definición 7.2 para
probar que una sucesión converge.
7.3 Ejemplo. La sucesión f1=ng es convergente a cero.
Para probarlo, dado " > 0, tenemos que encontrar un m 2 N tal que para todo n > m se
verifique que j1=n 0j D 1=n < ". Como 1=n 6 1=m siempre que n > m, bastará tomar como
número m cualquier natural que verifique que 1=m < ", es decir, m > 1=". Que, efectivamente,
hay números naturales, m, que verifican la condición m > 1=" cualquiera sea el número " > 0
dado, es justamente lo que dice la propiedad arquimediana (5.9) del orden de R. Pues bién,
cualquier m 2 N tal que m > 1=" nos sirve como apropiado m" , pero parece razonable tomar
el más pequeño de todos ellos que será la parte entera de 1=" más una unidad, es decir, m" D
E.1="/ C 1 . Hemos demostrado así que lKımf1=ng D 0.
7.4 Ejemplo. Dado un número real x 2 1; 1Œ, se verifica que la sucesión de las potencias de
x, fx n g, converge a cero.
En efecto, como jxj < 1 podemos escribir jxj en la forma jxj D 1=.1 C / para conveniente
> 0 (de hecho D 1 jxjjxj pero eso no interesa ahora). Dado " > 0, puesto que
1 1 1
jx n 0j D jxjn D n
6 <
.1 C / 1 C n n
1 1
bastará tomar un m" tal que m "
< ", por ejemplo, m" D E " C 1, para garantizar que
jx n 0j < " siempre que n > m" .
Si demostrar, aplicando la definición 7.2, que una sucesión dada es convergente puede
ser complicado, suele serlo todavía más probar, usando dicha definición, que una sucesión no
converge.
Cuando se dice que una cierta propiedad se satisface por todos los términos de una su-
cesión fxn g a partir de uno en adelante, lo que se quiere decir es que existe m 2 N; tal
que para todo n > m el número xn satisface dicha propiedad.
Cuando se dice que una cierta propiedad se satisface por infinitos términos de una suce-
sión fxn g, lo que se quiere decir es que el conjunto de todos los números naturales n,
tales que xn satisface dicha propiedad, es infinito.
Cuando se dice que una cierta propiedad se satisface por un número finito de términos
de una sucesión fxn g, lo que se quiere decir es que el conjunto de todos los números
naturales n, tales que xn satisface dicha propiedad, es finito.
7.7 Proposición. Sea fxn g una sucesión y x un número real. Equivalen las siguientes afirma-
ciones:
i) fxn g converge a x.
ii) Para todo intervalo abierto I que contiene a x se verifica que todos los términos de la
sucesión fxn g a partir de uno en adelante están en I .
Demostración. Que ii) implica i) es consecuencia inmediata del comentario que sigue a la
definición 7.2. Probaremos que i) implica ii). Dado un intervalo abierto I tal que x 2 I , existirá
un número " > 0 (que dependerá del intervalo I ) tal que x "; x C "Œ I . Para dicho
" > 0 existe, por hipótesis, un número natural m tal que para todo n > m se verifica que
xn 2x "; x C "Œ y, por tanto, xn 2 I . 2
Observa que en la definición 7.2 no se exige que el límite sea único, por ello si fxn g conver-
ge a x es lícito preguntar si puede haber otro número real y distinto de x tal que fxn g también
converja a y. La respuesta es que no. En efecto, si fxn g ! x, dado y ¤ x, hay intervalos
abiertos I , J tales que x 2 I , y 2 J e I \ J D Ø (por ejemplo las semirrectas ; xCy 2 Œ y
xCy
2 ; !Œ). Sabemos, por la proposición anterior, que todos los términos de fxn g a partir de
uno en adelante están en I , por tanto sólo puede haber un número finito de términos en J .
Concluimos, en virtud de la misma proposición, que fxn g no converge a y. Hemos probado
que si fxn g es convergente, el número real lKımfxn g está determinado de manera única.
Para estudiar la convergencia de una sucesión dada no suele ser lo más aconsejable usar, de
entrada, la definición 7.2. Es preferible intentar primero otros caminos. Generalmente lo que
suele hacerse en la práctica consiste en relacionar dicha sucesión con otras más sencillas o que
ya han sido previamente estudiadas y deducir de dicha relación si nuestra sucesión es o no es
convergente y, cuando lo sea, el valor de su límite. Por ello son de gran utilidad los resultados
que siguen en los que se estudia cómo se comportan las sucesiones convergentes respecto de
las estructuras algebraica y de orden de R.
a) x 6 y.
b) Para todo número z > y se verifica que x < z.
c) Para todo número " > 0, se verifica que x < y C ".
Demostración. Es evidente que a) ÷ b) ÷ c). Probemos que c) ÷ a). Supuesto que para
todo número " > 0, se verifica que x < y C " debe ocurrir que x 6 y pues, en otro caso, si
fuera y < x, tomando " D x y debería verificarse que x < y C " D y C .x y/ D x, esto
es, x < x lo que es contradictorio. 2
7.10 Proposición. Supongamos que lKımfxn g D x , lKımfyn g D y y que existe m 2 N tal que
para todo n > m se tiene que xn 6 yn . Entonces se verifica que x 6 y.
Demostración. Sea " > 0, probaremos que x < y C ". Por hipótesis existen números naturales
m1 y m2 tales que para todo p > m1 se tiene que x "=2 < xp < x C "=2 y todo q > m2
se tiene que y "=2 < yq < y C "=2. Tomando un número natural n > mKax fm; m1 ; m2 g, se
verifican las dos desigualdades anteriores y también la del enunciado, luego:
Respecto al resultado anterior, conviene advertir que aunque las desigualdades sean es-
~ trictas no puede asegurarse que lKımfxn g D x sea estrictamente menor que lKımfyn g D y. Por
ejemplo, si xn D 0 e yn D1=n, es claro que xn < yn para todo n 2 N pero x D 0 D y.
7.11 Proposición (Principio de las sucesiones encajadas). Supongamos que fxn g, fyn g, fzn g
son sucesiones tales que lKımfxn g D lKımfzn g D ’ y existe un número natural m0 tal que para
todo n>m0 se verifica que xn 6yn 6zn , entonces la sucesión fyn g es convergente y lKımfyn gD’.
Demostración. Sea " > 0. Por hipótesis existen m1 ; m2 tales que para todo p > m1 y todo
q > m2
’ " < xp < ’ C " y ’ " < zq < ’ C " (7.2)
Sea m3 DmKaxfm0 ; m1 ; m2 g. Para todo n>m3 las desigualdades (7.2) se cumplen para pDqDn.
Además como n > m0 se tiene que xn 6 yn 6 zn . Deducimos que, para todo n > m3 se verifica
que:
’ " < xn 6 yn 6 zn < ’ C ";
y, por tanto, ’ " < yn < ’ C ". Hemos probado así que lKımfyn g D ’. 2
7.12 Corolario. Sean fxn g e fyn g sucesiones cuyos términos son iguales a partir de uno en
adelante, es decir, hay un número natural m0 tal que para todo n > m0 es xn D yn . Entonces
fxn g converge si, y sólo si, fyn g converge en cuyo caso las dos sucesiones tienen igual límite.
El principio de las sucesiones encajadas es de gran utilidad y se usa con mucha frecuencia.
Naturalmente, cuando apliquemos dicho principio a un caso concreto, la sucesión fyn g del
enunciado será la que queremos estudiar y tendremos que ser capaces de “inventarnos” las
sucesiones fxn g y fzn g de manera que se cumplan las condiciones del enunciado. Veamos un
ejemplo.
p
7.13 Ejemplo. La sucesión f n ng es convergente a 1.
p
Pongamos yn D n n. La elección de fxn g es inmediata: xn D 1. Un poco más difícil es la
elección de fzn g. Para ello apliquemos la desigualdad de las medias a los números x1 D x2 D
p
D xn 2 D 1; xn 1 D xn D n para obtener que para todo n > 2 es:
p
p
n
n 2C2 n 2
n6 <1C p : (7.3)
n n
2
Por tanto tomando zn D 1 C p , es inmediato que lKımfzn g D 1 y concluimos, por el principio
n p
de las sucesiones encajadas, que lKımf n ng D 1.
Observa que si una sucesión fxn g es creciente (resp. decreciente) entonces se verifica que
xm 6 xn (resp. xm > xn ) siempre que m 6 n.
Conviene advertir que cuando se dice que una sucesión es monótona no se excluye la po-
sibilidad de que, de hecho, sea estrictamente monótona. Es por ello que, en general, suele
hablarse de sucesiones monótonas y tan sólo cuando tiene algún interés particular se precisa si
son estrictamente monótonas.
7.15 Proposición. Toda sucesión convergente está acotada.
Demostración. Supongamos que lKımfxn g D x. Todos los términos de fxn g a partir de uno en
adelante estarán en el intervalo x 1; x C 1Œ, es decir, hay un número m 2 N tal que para
todo n > m se verifica que jxn xj < 1, lo que implica que
jxnj 6 jxn xj C jxj < 1 C jxj para todo n > m.
Tomando M D mKaxf1Cjxj; jx1 j; ; jxm jg, tenemos que jxn j 6 M para todo n 2 N. 2
La proposición anterior es útil a veces para probar que una sucesión no es convergente:
para ello basta probar que no está acotada.
7.16 Ejemplo. La sucesión fHn g definida para todo n 2 N por:
n
X 1 1 1 1
Hn D D1C C C C
k 2 3 n
kD1
no es convergente.
Para todo n 2 N tenemos que:
X2n
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
D 1C C C C C C C C C n C C n >
k 2 3 4 5 6 7 8 2 1 2
kD1
1 1 1 1 1 1 1 1 1 n
> 1C C C C C C C C C n C C n D1C (7.4)
2 4 4 8 8 8 8 2 2 2
˚Pn
de donde se deduce que la sucesión kD1 1=k no está mayorada. Esta sucesión recibe el
nombre de serie armónica.
7.17 Teorema. Toda sucesión monótona y acotada es convergente. Más concretamente, si una
sucesión fxn g es:
i) Creciente y mayorada, entonces lKımfxn g D ˇ, donde ˇ D supfxn W n 2 Ng.
ii) Decreciente y minorada, entonces lKımfxn g D ˛, donde ˛ D Kınffxn W n 2 Ng.
2n
X 1
7.18 Ejemplo. La sucesión fxn g definida por xn D , es convergente.
k
kDnC1
En efecto, como
1 1 1 1 1 1
xnC1 xn D C > C D0
2n C 2 2n C 1 n C 1 2n C 2 2n C 2 nC1
se sigue que xnC1 > xn para todo n 2 N, es decir, es una sucesión creciente. Además
1 .n 1 n
xn 6 C C D <1
nC1 nC1 nC1
por lo que también está mayorada. Concluimos, por el teorema anterior, que dicha sucesión es
convergente.
7.2.3.1. El número e
1 n
En el ejercicio 30 hemos probado que la sucesión xn D 1 C es creciente y que la
n
nC1
1
sucesión yn D 1 C es decreciente. Como 0 < yn , se sigue que fyn g es convergente.
n
Puesto que
1 1 n
x n D yn 1 C D yn
n nC1
se sigue que fxn g también es convergente y lKımfxn g D lKımfyn g. El valor común de este límite
es un número real que se representa con el símbolo e. Como consecuencia del teorema 7.17, se
verifica que:
( )
1 n 1 mC1
e D sup 1 C W n 2 N D Kınf 1C W m2N
n m
En los resultados anteriores han intervenido de manera esencial las propiedades de la es-
tructura de orden de R. Vamos a estudiar ahora el comportamiento de las sucesiones conver-
gentes respecto de la adición y el producto de números reales. Los resultados que vamos a
obtener, conocidos tradicionalmente con el nombre de álgebra de límites, son básicos para el
estudio de la convergencia de sucesiones.
Dadas dos sucesiones fxn g e fyn g, se define su suma como la sucesión fxn C yn g y su
producto como la sucesión fxn yn g.
7.19 Proposición. El producto de una sucesión convergente a cero por una sucesión acotada
es una sucesión convergente a cero.
Demostración. Sea lKımfxn g D 0, e fyn g acotada. Sea c > 0 tal que jyn j6c para todo n 2 N.
Dado " > 0, existe un número natural m tal que para todo n> m se verifica que jxn j < "=c.
"
Deducimos que, para todo n>m, se verifica que jxn yn j D jxn jjyn j < c D ", lo que prueba
c
que lKımfxn yn g D 0. 2
7.20 Proposición (Álgebra de límites). Supongamos que lKımfxn gDx y lKımfyn gDy. Entonces
se verifica que:
lKımfxn C yn g D x C y; lKımfxn yn g D xy :
Si además suponemos que y ¤ 0, entonces lKımfxn =yn g D x=y.
para todo p > m1 y todo q > m2 . Sea m0 D mKaxfm1 ; m2 g. Para todo n > m0 las desigualda-
des (7.6) se cumplen para pDqD n, por lo que, sumándolas término a término, deducimos que
x Cy " < xn Cyn < x Cy C" cualquiera sea n>m0 , lo que prueba que lKımfxnCyn gDx Cy.
Teniendo en cuenta que, por las proposiciones 7.15 y 7.19, se verifica que lKımf.xn x/yn gD
lKımfx.yn y/g D 0, y la igualdad
7.21 Observación. Hay que leer con atención las hipótesis del teorema anterior para no hacer
un uso incorrecto del mismo. En particular, no hay que olvidar que la suma de dos sucesio-
~ nes no convergentes puede ser una sucesión convergente. Por ejemplo, las sucesiones xn Dn,
ynD n, no son convergentes pues no están acotadas, pero su suma xnCynD0 es, evidentemen-
te, convergente. Por tanto, antes de escribir lKımfxnCyn gDlKımfxn gClKımfyn g, hay que asegurarse
de que estos últimos límites existen, es decir, que las sucesiones fxn g, fyn g convergen, pues
pudiera ocurrir que la sucesión fxn Cyn g fuera convergente y no lo fueran las sucesiones fxn g,
fyn g. Análogamente, basta considerar las sucesiones xn Dyn D. 1/n , para convencerse de que
el producto de dos sucesiones no convergentes puede ser una sucesión convergente y, en con-
secuencia, antes de descomponer una sucesión como producto de otras dos, debes asegurarte
de que estas sucesiones convergen.
7.22 Definición. Sea fxn g una sucesión de números reales; dada una aplicación WN ! N
estrictamente creciente, la sucesión que a cada número natural n hace corresponder el número
real x .n/ se representa por fx .n/g y se dice que es una sucesión parcial o una subsucesión
de fxn g. Observa que fx .n/g no es otra cosa que la composición de las aplicaciones fxn g y ,
esto es, fx .n/g D fxn g ı .
Se dice que un número real x es un valor de adherencia de la sucesión fxn g si hay alguna
sucesión parcial de fxn g que converge a x.
7.23 Ejemplo. Sea, como de costumbre, E.x/ el mayor entero menor o igual que x. La suce-
sión fxn g dada por xn D n=5 E.n=5/ para todo n 2 N, tiene a 0; 1=5; 2=5; 3=5 y 4=5, como
valores de adherencia.
En efecto, basta considerar que para cada j 2 f0; 1; 2; 3; 4g, la sucesión parcial fx5n j gn2N
viene dada por x5n D 0, para j D 0, y x5n j D 1 j =5 para j D 1; 2; 3; 4.
todo n>m0 se tiene .n/>m0 , y por tanto, jx .n/ xj < ". Hemos probado así el siguiente
resultado.
7.24 Proposición. Si lKımfxn g D x, toda sucesión parcial de fxn g también converge a x. En
particular, una sucesión convergente tiene como único valor de adherencia su límite.
7.25 Estrategia. Como consecuencia de la proposición anterior, para probar que una sucesión
no converge, es suficiente probar que tiene alguna sucesión parcial no convergente o que tiene
dos sucesiones parciales que convergen a límites diferentes.
Por ejemplo, para la sucesión xn D . 1/n se tiene que x2n D 1 y x2n 1 D 1. Por tanto
dicha sucesión no es convergente.
Observa que hay sucesiones, la de los números naturales por ejemplo, que no tienen ningún
valor de adherencia. También puede ocurrir que una sucesión tenga un único valor de adhe-
rencia y no sea convergente. Por ejemplo, la sucesión dada por xn D .1C . 1/n /n C 1=n para
todo n 2 N, no es convergente y tiene a 0 como único valor de adherencia. Vamos a ver a
continuación que estos comportamientos no pueden darse con sucesiones acotadas.
7.26 Lema. Toda sucesión tiene una sucesión parcial monótona.
b b
b b
b b
b b b
b b
b b
b b
b b
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Resulta así una línea poligonal infinita y podemos imaginar que dicha línea es el perfil de
una cordillera cuyas cumbres y valles son los puntos .n; xn /. Imaginemos ahora que los rayos
de luz del Sol, paralelos al eje de abscisas, iluminan dicha cordillera por el lado derecho (el Sol
estaría, pues, situado en el infinito del eje de abscisas positivo). Pues bien, un número natural
n pertenece al conjunto A si el punto .n; xn / está iluminado y no pertenece a A si dicho punto
está en sombra.
Supongamos que A es infinito. Entonces podemos definir una aplicación W N ! N
estrictamente creciente y tal que .N/ D A de la siguiente forma:
.1/ D mKın.A/
.n C 1/ D mKınfp 2 A W .n/ < pg para todo n 2 N
.1/ D 1
.n C 1/ D mKınfp 2 N W .n/ < p y x .n/ < xp g para todo n 2 N
Es evidente que la sucesión parcial fx .n/g es creciente, pues cada punto . .n/; x .n/ / deja en
la sombra al anterior. 2
7.27 Teorema (Teorema de Bolzano - Weierstrass). Toda sucesión acotada de números reales
tiene alguna sucesión parcial convergente.
Demostración. Sea fxn g una sucesión acotada. En virtud el lema anterior, hay una sucesión
parcial de fxn g que es monótona, dicha sucesión parcial está acotada por estarlo fxn g y, por
tanto, es convergente. 2
Si volvemos a leer la definición de sucesión convergente, parece que para estudiar la conver-
gencia de una sucesión fxn g debemos ser capaces de “adivinar”, de alguna manera, su posible
límite. De hecho, una idea bastante extendida consiste en pensar que es lo mismo probar la
convergencia de una sucesión que calcular su límite. Esto no es del todo correcto; son relativa-
mente pocas las sucesiones convergentes cuyo límite puede efectivamente calcularse. Cuando
se estudia la convergencia de una sucesión fxn g, la mayoría de las veces, lo que conocemos es,
justamente, la sucesión y, naturalmente, se desconoce su posible límite el cual pudiera, incluso,
no existir. Por ello interesa tener criterios de convergencia intrínsecos a la sucesión, es decir,
que no hagan intervenir a un objeto en principio extraño a ella como es su posible límite. Co-
nocemos ya un criterio de convergencia intrínseco para sucesiones monótonas. Usando dicho
criterio hemos probado en el ejemplo 7.18 la convergencia de una sucesión sin necesidad de
conocer su límite.
Demostración. Supongamos que fxn g verifica la condición de Cauchy. Probemos primero que
fxn g está acotada. La condición de Cauchy implica que hay m0 2 N tal que jxp xm0j < 1
para todo p > m0 , y como jxp j 6 jxp xm0j C jxm0j, deducimos que jxp j < 1 C jxm0j para
p > m0 . En consecuencia si definimos M D mKaxfjx1 j; jx2 j; : : : ; jxm0j; 1Cjxm0jg, obtenemos
que jxn j 6 M para todo n 2 N.
El teorema de Bolzano-Weierstrass garantiza que hay un número real x y una sucesión
parcial fx .n/g que converge a x. Probaremos que fxn g también converge a x. Dado " > 0,
existe no 2 N tal que jxp xq j < "=2 siempre que p; q > no . También existe n1 2 N tal que
jx .n/ xj < "=2 siempre que n > n1 . Sea m D mKaxfno ; n1 g. Para todo n > m se tiene que
.n/ > n > m por lo que
" "
jxn xj 6 jxn x .n/ j C jx .n/ xj < C D"
2 2
lo que prueba que lKım fxn g D x.
n!1
Recíprocamente, si fxn g es convergente y lKımfxn g Dx, dado " > 0, hay un número m" 2 N
tal que para todo número natural n > m" se tiene que jxn xj < "=2. Deducimos que si p; q
son números naturales mayores o iguales que m" entonces
7.30 Observación. La condición de Cauchy para sucesiones dada en la definición 7.28, puede
también expresarse de una manera equivalente, aunque formalmente distinta, como sigue.
Una sucesión fxn g satisface la condición de Cauchy, si para cada número positivo, " > 0,
existe un número natural m" , tal que para todo p>m" y para todo número natural h, se verifica
que jxpCh xp j < ".
Equivalentemente, una sucesión fxn g verifica la condición de Cauchy si, y sólo si, la suce-
sión fn g dada para todo n 2 N por:
n D supfjxnCh xn j W h 2 Ng
converge a cero.
Puesto que, evidentemente, para cada h 2 N se tiene que jxnCh xn j 6 n para todo
n 2 N, si fxn g satisface la condición de Cauchy entonces se verifica que lKım fxnCh xn g D 0
n!1
~ para cada h 2 N. Es importante observar que una sucesión fxn g puede verificar esta última
condición y no ser convergente, es decir, no satisfacer la condición de Cauchy. UnPnejemplo
de ello lo proporciona la serie armónica, esto es, la sucesión fHn g dada por Hn D kD1 1=k.
Hemos visto en el ejemplo 7.16 que dicha sucesión no es convergente y, por tanto, no verifica
la condición de Cauchy. Sin embargo, fijado un número natural h 2 N, tenemos que
1 1 1 h
0 < HnCh Hn D C C C <
nCh nCh 1 nC1 n
n o
h
y, como lKım n D 0, deducimos que lKım fHnCh Hn g D 0.
n!1 n!1
lo que prueba que el conjunto fHnCh Hn W h 2 Ng ni siquiera está mayorado para ningún
n 2 N.
Acabaremos esta parte del capítulo, esencialmente teórica, introduciendo dos conceptos,
que también tienen un interés principalmente teórico, que usaremos más adelante para formular
algunos criterios de convergencia para series.
Sea fxn g una sucesión acotada y definamos para cada n 2 N:
El conjunto An está formado por todos los términos de la sucesión a partir del que ocupa el
lugar n-ésimo. Como An A1 y, por hipótesis, A1 es un conjunto acotado, An también está
acotado. Pongamos
˛n D Kınf.An/; ˇn D sup.An/:
Como AnC1 An se tiene que ˛n 6 ˛nC1 , ˇnC1 6 ˇn . Por tanto la sucesión f˛n g es creciente
y fˇn g es decreciente. Además ˛1 6 ˛n 6 ˇn 6 ˇ1 , para todo n 2 N y, por el teorema 7.17,
concluimos que ambas sucesiones son convergentes. El número ˛ D lKımf˛n g se llama límite
inferior de la sucesión fxn g y se representa por lKım inffxn g y también lKımfxn g. El número
ˇ D lKımfˇn g se llama límite superior de la sucesión fxn g y se representa por lKım supfxn g y
también por lKımfxn g. Nótese que ˛6ˇ y además ˛ y ˇ vienen dados por ˛ D supf˛n Wn 2 Ng,
ˇ D Kınffˇn Wn 2 Ng.
7.31 Teorema. Una sucesión acotada es convergente si, y sólo si, su límite superior y su límite
inferior son iguales, en cuyo caso ambos coinciden con el límite de la sucesión.
Demostración. Sea fxn g acotada, ˛ D lKım inffxn g; ˇ D lKım supfxn g. Supongamos que fxn g
es convergente con lKımfxn g D x. Dado " > 0, existe m0 2 N tal que para todo p > m0 es
x "=2 < xp < x C "=2. Por tanto x "=2 es un minorante de Am0 D fxp W p > m0g y, en
consecuencia, x "=2 6 ˛m0 . También, por análogas razones, ˇm0 6 x C "=2. Como además
˛m0 6 ˛ 6 ˇ 6 ˇm0 , resulta que:
x "=26˛m0 6 ˛ 6 ˇ 6 ˇm0 6 x C "=2: (7.7)
De donde se sigue que ˇ ˛ 6". Hemos probado que para todo " > 0 es ˇ 6˛ C" lo que, como
ya sabemos, implica que ˇ6˛ y, en consecuencia ˛Dˇ. Deducimos ahora de las desigualdades
(7.7) que, para todo " > 0, x "=2 6 ˛ D ˇ 6 x C "=2 y, por tanto, x 6 ˛ D ˇ 6 x, o sea,
x D ˛ D ˇ.
Recíprocamente, supongamos que ˛ D ˇ. Dado " > 0, todos los términos de cada una de
las sucesiones f˛n g y fˇn g estarán en el intervalo ˛ "; ˛ C "ŒDˇ "; ˇ C "Œ a partir de uno
de adelante. Luego ˛ " < ˛m0 6 ˇm0 < ˛ C " para algún m0 2 N. Puesto que para n>m0
se verifica que ˛m0 6 xn 6 ˇm0 , concluimos que ˛ " < xn < ˛ C " para todo n>m0 . Hemos
probado así que fxn g es convergente y lKımfxn g D ˛ D ˇ. 2
312. Dado " > 0, calcula m" 2 N tal que para todo n>m" se verifique jxn xj < " donde
xn , x vienen dados en cada caso por:
2n C 3 2 p3 p
a/ xn D ; xD I b/ xn D n C 1 3 n ; x D 0
3n 50 3
p
n
1 n
c/ xn D a .a > 0/; x D 1I d / xn D p ; xD0
p p 2
n C 1 n n ; x D 0I f / xn D n2 an .jaj < 1/; x D 0
n
e/ xn D n
Sugerencia. Como consecuencia del binomio de Newton, para x 1 > 0 se verifica que
x n D.1C.x 1//n >1Cn.x 1/. Esta desigualdad, convenientemente usada, permite
resolver con facilidad los casos b), c), d) y e).
313. Sea A un conjunto no vacío y mayorado de números reales. Prueba que un número real,
ˇ, es el supremo de A si, y sólo si, ˇ es un mayorante de A y hay alguna sucesión de
puntos de A que converge a ˇ.
314. Supuesto que lKımfxn gDx, prueba que el conjunto ADfxn Wn 2 Ng[fxg tiene máximo y
mínimo.
315. a) Sea fxn g una sucesión y supongamos que hay números 20; 1Œ; p 2 N, tales que
para todo n > p es jxnC1 j 6 jxn j . Prueba que lKımfxn g D 0.
jxnC1 j
b) Sea fxn g una sucesión de números no nulos verificando que lKım D , donde
jxn j
0 6 < 1. Prueba que lKımfxn g D 0.
Aplicación. Dados a 2 1; 1Œ; k 2 N, prueba que lKım fnk an g D 0.
n!1
327. Sea fxn g una sucesión y supongamos que hay dos sucesiones parciales fx .n/g y fxs.n/ g
que convergen a un mismo número x y tales que .N/ [ s.N/ D N. Prueba que fxn g
converge a x.
328. Sea fxn g una sucesión tal que las sucesiones parciales fx2n g, fx2n 1g y fx3n g, son con-
vergentes. Prueba que fxn g es convergente.
75
329. ¿Puede existir alguna sucesión acotada, fxn g, verificando que jxn xm j>10 siempre
que n ¤ m? Razona tu respuesta.
330. Sea fxn g una sucesión de números reales y supongamos que hay números 20; 1Œ,
M > 0 y p 2 N tales que jxnC1 xn j 6 Mn para todo n > p. Prueba que fxn g es
convergente.
Sugerencia. Teniendo en cuenta que para todos n; h 2 N se verifica que:
n
nCh 1
C nCh 2
C C n <
1
331. Sea fxn g una sucesión de números reales y supongamos que existen 20; 1Œ; p 2 N,
tales que jxnC1 xn j 6 jxn xn 1 j para todo n > p. Prueba que fxn g es convergente.
Sugerencia. Justifica que jxnC1 xn j 6 Mn donde M es una constante independiente
de n.
332. Sea I un intervalo cerrado (puede ser I D R); f W I ! R una función, y supongamos
que hay un número ˛ 20; 1Œ tal que:
334. Supongamos que la ecuación x 2 D bx C a tiene dos raíces reales distintas ˛ y ˇ. Dados
dos números reales y , definamos fxn g por:
x1 D x2 D 1; xnC2 D xnC1 C xn
1
x1 D a; x2 D b; xnC2 D .xnC1 C xn /:
2
iii) Dados a; b 2 RC , estudia la convergencia de la sucesión definida por:
p
a1 D a; a2 D b; xnC2 D xnC1 xn :
.n C 1/n .n C 1/nC1
< en < :
n! n!
Sugerencia. Recuerda la definición del número e.
x2
x 6 log.1 C x/ 6 x:
2
c) Utiliza dicha desigualdad para calcular lKım fun g.
n!1
x p x
337. a) Justifica, para x > 1, la desigualdad < 1Cx 1< .
2Cx 2
n r !
X k
b) Usa dicha desigualdad para calcular el límite de la sucesión xn D 1C 2 1 .
n
kD1
n
Y
338. Dado 0 < < 1, estudia la convergencia de la sucesión un D .1 C k /.
kD1
Sugerencia. La desigualdad de las medias puede ser útil.
1
339. Sea xn D 1 C . 1/n C . 1/n y A D fxn W n 2 Ng. Calcula lKım supfxn g, lKım inffxn g,
n
sup.A/ e Kınf.A/.
Ejercicio resuelto 152 Dado " > 0, calcula m" 2 N tal que para todo n > m" se verifique
jxn xj < " donde xn , x vienen dados en cada caso por:
2n C 3 2 p3
p
a/ xn D ; xD I b/ xn D n C 1 3 n ; x D 0
3n 50 3
p
n
1 n
c/ xn D a .a > 0/; x D 1I d / xn D p ; xD0
p p 2
n C 1 n n ; x D 0I f / xn D n2 an .jaj < 1/; x D 0
n
e/ xn D n
Sugerencia. Como consecuencia del binomio de Newton, para x 1 > 0 se verifica que
x n D.1C.x 1//n >1Cn.x 1/. Esta desigualdad, convenientemente usada, permite
resolver con facilidad los casos b), c), d) y e).
Solución. Como regla general, en este tipo de ejercicios hay que “trabajar hacia atrás”,
esto es, se calcula y simplifica jxn xj y se convierte la desigualdad jxn xj < " en
otra equivalente a ella de la forma n > '."/ donde '."/ es un número que depende
de ".
Basta entonces tomar m" como la parte entera de '."/ más 1, m" D E '."/ C 1, con lo
cual para todo n > m" se tiene que n < '."/ y, por tanto, jxn xj < ".
Este procedimiento admite muchos atajos. Hay que tener en cuenta que no se pide cal-
cular el m" “óptimo”, es decir, el menor valor posible de m" para el cual se verifica que
n > m" ÷jxn xj < ", sino que se pide calcular cualquier valor de m" para el cual sea
cierta dicha implicación. Para ello es suficiente con obtener, a partir de la desigualdad
jxn xj < ", otra desigualdad del tipo n > '."/ de forma que se verifique la implicación
n > '."/÷jxn xj < ".
En este procedimiento hay que quitar valores absolutos. Esto siempre puede hacerse
porque la desigualdad jxn xj < " equivale a las dos desigualdades " < x n x < ".
Con frecuencia, el número xn x es siempre positivo o siempre negativo para todo n>n0 ,
lo que permite quitar directamente el valor absoluto y sustituirlo por la correspondiente
desigualdad.
Por supuesto, en estos ejercicios hay que trabajar con un valor genérico de " > 0, es
decir, no está permitido considerar valores particulares de " porque se trata de probar que
una cierta desigualdad es válida para todo " > 0.
La verdad es que se tarda más en escribir lo anterior que en hacer el ejercicio porque las
sucesiones que se dan son muy sencillas y la sugerencia muy útil.
a) Tenemos que ˇ ˇ ˇ ˇ
ˇ 2n C 3 2 ˇˇ ˇˇ 109 ˇˇ
jxn xj D ˇˇ D :
3n 50 3 ˇ ˇ 9n 150 ˇ
El denominador es positivo para todo n > 17. Pongamos n D 17 C k donde k 2 N.
Entonces
109 109 109 13
jxn xj D D < < :
9n 150 3 C 9k 9k k
Deducimos que para que se tenga jxn xj < " es suficiente que tomar n D 17 C k donde
k se elige de forma que 13
k
< ", es decir, k > 13 13
" . Por tanto, poniendo m" D 18 C E. " /
podemos asegurar que para todo n > m" se verifica que jxn xj < ".
109
Observa que las acotaciones 3C9k < 1099k
< 13
k
no son imprescindibles; de hecho,
109
podemos despejar k de la desigualdad 3C9k < ", pero las acotaciones hechas facilitan
este paso (aunque se obtiene un valor de k mayor).
b) Tenemos que:
r !
p
3
p
3
p 3 1
0 < xn 0D nC1 nD 3 n 1C 1 :
n
r
3 1
Pongamos zn D 1C 1. Tenemos que zn > 0 y, usando la sugerencia dada:
n
1 1
.1 C zn /3 D 1 C > 1 C 3zn ÷ zn 6
n 3n
Deducimos que:
p
3
1 1 1 1
xn D n zn 6 p 6 p :
3 3 n2 3 3 n
Por tanto:
1 1
p < " ÷ xn < " ÷ jxn 0j D xn < "
3 3n
1 p1 1
La desigualdad 3 3 n < " se verifica para todo n > 27"3
. Por tanto, es suficiente tomar
1
m" D 1 C E 27"3
.
1 1 1 p1
Observa que la acotación 3 3 n2 6 3 3 n no es imprescindible; de hecho, podemos des-
p
1 p1
pejar n en la desigualdad 3 3 n2 < ", pero la acotación anterior facilita este paso (aunque
se obtiene un valor mayor para n).
p p
c) Sea a > 1. Entonces 1 < n a. Pongamos zn D jxn 1j D n
a 1 > 0. Tenemos que:
a 1
.1 C zn /n D a > 1 C nzn ÷ zn <
n
Deducimos que:
a 1
< " ÷ zn D jxn 1j < "
n
La desigualdad a n 1 < " se verifica para todo n > a 1
" . Por tanto, es suficiente tomar
m" D 1 C E a " 1 .
1
Si 0 < a < 1, poniendo b D a y usando lo ya visto, tenemos que:
p
p
n
n
b 1 p
n b 1 1 a1
0<1 aD p
n
< b 1< D
b n a n
De donde se sigue que podemos tomar m" D 1 C E 1a"a .
p
n
p
n
e) Sea xn D n nC1 n . Tenemos que:
r !
p p p 1
n n n
0 < xn D jxn 0j D n nC1 n Dnn n 1C 1 :
n
r
n 1
Pongamos zn D 1C 1. Tenemos que zn > 0 y:
n
1 1
.1 C zn /n D 1 C > 1 C nzn ÷ zn < 2 :
n n
Por tanto, usando la desigualdad 7.3, tenemos que:
p 1p 1 2 1 2 3
jxn 0j D n n nzn < n n < 1C p 0 C p n
6
n n n n n n n
Deducimos que tomando m" D 1 C E 3" , entonces para todo n > m" se verifica que
jxn 0j < ". ©
Ejercicio resuelto 153 Sea A un conjunto no vacío y mayorado de números reales. Prueba
que un número real, ˇ, es el supremo de A si, y sólo si, ˇ es un mayorante de A y hay
alguna sucesión de puntos de A que converge a ˇ.
Solución. Supongamos que ˇ D sup.A/. Entonces ˇ es, claro está, un mayorante de A.
Veamos que hay una sucesión de puntos de A que converge a ˇ. Como ˇ es el mínimo
mayorante de A, ningún número menor que ˇ puede ser mayorante de A. Por tanto,
dado " > 0, como ˇ " < ˇ, tiene que haber algún a" 2 A tal que ˇ " < a" . En
particular, para " D n1 tiene que haber algún an 2 A tal que ˇ n1 < an y, por supuesto,
an 6 ˇ. Deducimos así la existencia de una sucesión, fan g, de puntos de A que verifica
ˇ n1 < an 6 ˇ. Es claro que fan g ! ˇ.
La afirmación recíproca te la dejo apara que la hagas tú. ©
Ejercicio resuelto 154 Supuesto que lKımfxn g D x, prueba que ADfxn Wn 2 Ng[fxg tiene
máximo y mínimo.
Solución. Los elementos de A son los términos de la sucesión junto con el límite de la
misma. Observa que el conjunto A puede ser finito o infinito. El caso en que A es finito
es trivial porque sabemos que todo conjunto finito tiene máximo y mínimo. Conviene
considerar, por tanto, que A es infinito. La idea para hacer este ejercicio es la siguiente:
aún siendo A infinito, todos sus elementos están en un intervalo de la forma x "; x C"Œ,
con la posible excepción de un número finito de elementos de A que pueden quedar fuera
de dicho intervalo. Para probar que A tiene máximo debemos fijarnos en los elementos
más grandes de A. Dichos elementos deberían estar a la derecha del número x C " para
" > 0 suficientemente pequeño. Pero no tiene por qué haber ningún elemento de A en
estas condiciones, y eso pasa justamente cuando x es el mayor elemento de A, en cuyo
caso x sería el máximo de A.
Esto lleva a razonar de la siguiente forma. Si x es el máximo de A, hemos acabado. En
otro caso, tiene que haber algún elemento en A, digamos a 2 A que sea mayor que x,
a > x. Tomemos un " > 0 tal que x C" < a (por ejemplo "D.a x/=2). Entonces, todos
los elementos de A están en x "; x C "Œ excepto un número finito de ellos que quedan
fuera de dicho intervalo; además, como a > x C ", el conjunto B D fu 2 A W u > x C "g
no es vacío (a 2 B), es finito y, evidentemente, se tiene que mKax.B/ D mKax.A/. ©
Ejercicio resuelto 155 a) Sea fxn g una sucesión y supongamos que hay números 2
0; 1Œ; p 2 N, tales que para todo n> p es jxnC1 j6 jxn j . Prueba que lKımfxn g D0.
jxnC1 j
b) Sea fxn g una sucesión de números no nulos verificando que lKım D , donde
jxn j
0 6 < 1. Prueba que lKımfxn g D 0.
Aplicación. Dados a 2 1; 1Œ; k 2 N, prueba que lKım fnk an g D 0.
n!1
Solución. a) Podemos hacer este apartado de dos maneras. La primera consiste en darse
˚ jxnC1 j 6 jxn j para todo n > p, junto con que 0 < < 1,
cuenta de que la hipótesis
implica que la sucesión jxnCp j n2N es decreciente y, como es de números positivos,
tiene que converger a un número ˛ >0. Por tanto lKımfjxn jgD˛. La desigualdad jxnC1 j6
jxnj implica que ˛ 6 ˛ y, como 0 < < 1, la única posibilidad para que dicha
desigualdad se cumpla es que ˛ D 0.
Otra forma consiste en escribir para n > p:
jxnC1 j
6 ÷ jxnC1 j 6 jxn j:
jxn j
Y podemos aplicar el resultado del punto anterior para concluir que lKım fnk an g D 0.
n!1
©
Ejercicio resuelto 157 Estudia la convergencia de la sucesión:
n
X
p 1
xn D 2 n p
kD1
k
Esta desigualdad prueba que la sucesión fxn g es creciente. Además, sumando las de-
sigualdades anteriores desde k D 2 hasta k D n resulta que:
1 1 1 1
xnC1 x2 < < ÷xnC1 < x2 C Dlog.log 2/:
2 log 2 .n C 1/ log.n C 1/ 2 log 2 2 log 2
Por tanto, la sucesión está mayorada y, como es creciente, es convergente y su límite es
menor o igual que log.log 2/. ©
Ejercicio resuelto 159 Dados 0 < a1 < b1 , definamos para todo n 2 N:
an C bn p
bnC1 D ; anC1 D an bn :
2
Justifica que las sucesiones así definidas son monótonas y convergen al mismo número
(que se llama media aritmético-geométrica de a1 y b1 ).
Solución. Teniendo en cuenta que la media geométrica de dos números es menor que su
media aritmética, y que ambas están comprendidas entre dichos números, se sigue que
a1 < a2 < b2 < b1 . Volvemos a razonar ahora igual con a2 < b2 para obtener que
a2 < a3 < b3 < b2 . Este proceso puede continuarse indefinidamente. Deducimos que
fan g es creciente y fbn g es decreciente. Además, ambas están acotadas porque para todo
n 2 N es a1 < an < bn < b1 . Por tanto, ambas convergen. Pongamos fan g ! a y
an C bn aCb
fbn g ! b. De la igualdad anC1 D se sigue que a D , de donde se obtiene
2 2
que a D b. ©
Ejercicio resuelto 160 Estudia la convergencia de las siguientes sucesiones.
p
a) x1 D 1, xnC1 D 3xn .
3 C 3xn
b) x1 D 3, xnC1 D .
3 C xn
4 C 3xn
c) x1 D 1, xnC1 D .
3 C 2xn
xn 2
d) Dado a 2 2; 1Œ, definimos x1 D a, xnC1 D .
xn C 4
p p
e) Dado a > 0, definimos x1 D a, xnC1 D a C xn .
1
f) x1 D 0, xnC1 D .
3 xn2
1 a
g) Dado a > 0, a ¤ 1, definimos x1 D a, xnC1 D 2xn C 2 .
3 xn
1
h) Dado a 2 R, definimos x1 D a, xnC1 D C .xn /2 .
4
i) Dado a 2 2; 1Œ, definimos x1 D a, 3xnC1 D 2 C .xn /3 .
p p
a) Supuesto que fxn g ! ˛, de la igualdad xnC1 D 3xn , se sigue que ˛ D 3˛, por
lo que ˛ D 3. Observa que no hemos probado que fxn g sea convergente. Lo que hemos
probado es que, suponiendo que fxn g sea convergente, entonces p
su límite es 3. Este dato
nos ayudará en lo que sigue. Por ejemplo, como x1 D 1 < x2 D 3, podemos sospechar
que fxn g es creciente. En tal caso debería verificarse que xn < 3 para todo n 2 N.
Empezaremos probando esta desigualdad.
p p
Tenemos que x1 D 1 < 3; supuesto que xn < 3 deducimos que xnC1 D 3xn < 9 D 3.
Luego, por inducción, concluimos que xn < 3 para todo n 2 N. Probemos ahora que
fxn g es creciente. Tenemos que:
2
3xn D xnC1 D xnC1 xnC1 < 3xnC1 ÷ xn < xnC1
por tanto, la sucesión es estrictamente creciente y, como está mayorada por 3, es conver-
gente y, por lo visto al principio, su límite es 3. ©
3 C 3xn 3 C 3˛
b) Supuesto que fxn g ! ˛, de la igualdad xnC1 D , se sigue que ˛ D ,
3 Cp xn 3C˛
de donde resulta que ˛ 2 D 3, por lo que deberá ser ˛ D 3 ya que el límite debe ser un
número no negativo pues, evidentemente, todos los términos de la sucesión son positivos.
Observa que no hemos probado que fxn g sea convergente. Lo p que hemos probado es que,
suponiendo que fxn g sea convergente, entonces su límite es 3. Este dato nos ayudará
en lo que sigue. Por ejemplo, como x1 D 3 > x2 D p 2, podemos sospechar que fxn g es
decreciente. En tal caso debería verificarse que xn > 3 para todo n 2 N. Empezaremos
probando esta desigualdad.
p
Claramente x1 D 3 > 3. Por otra parte:
p 3 C 3xn p p p
xnC1 > 3” > 3 ” 3 C 3xn > 3 3 C 3xn ”
3 C xn
p p p p
” xn 3. 3 1/ > 3. 3 1/ ” xn > 3
p p
p si xn > 3 también es xnC1 > 3. Luego, por inducción, concluimos que
Por tanto,
xn > 3 para todo n 2 N. Probemos ahora que fxn g es decreciente. Tenemos que:
3 C 3xn 3 xn2
xnC1 xn D xn D < 0 ÷ xnC1 < xn
3 C xn 3 C xn
p
por tanto, la sucesión es estrictamente decreciente p y, como está minorada por 3, es
convergente y, por lo visto al principio, su límite es 3. ©
7.32 Estrategia. Para estudiar las sucesiones recurrentes pueden usarse técnicas de de-
rivadas; para ello hay que expresar la sucesión recurrente en la forma xnC1 D f .xn /,
donde la función f generalmente es fácil de obtener a partir de la definición de la suce-
3 C 3xn
sión. En nuestro caso, tenemos que xnC1 D , por lo que deberemos considerar la
3 C xn
3 C 3x
función f .x/ D . Con ello, tenemos que xnC1 D f .xn /. Esta relación, junto con
3Cx
x1 D3 determina la sucesión. Seguidamente, hay que elegir un intervalo donde la función
f va a estar definida. Tenemos que elegir dicho intervalo de forma que la función tome
valores en él. En nuestro caso, la elección es fácil pues, si x > 0 también es f .x/ > 0, por
ello vamos a considerar que f está definida en RCo . Podemos volver a enunciar nuestro
ejercicio como sigue.
3 C 3x
Sea f W RC o ! R la función dada para todo x > 0 por f .x/ D . Definamos fxn g
3Cx
por x1 D 3 y xnC1 D f .xn /. Estudiar la convergencia de fxn g.
Lo primero que debemos observar es que la sucesión está bien definida pues x1 D 3 > 0
y, supuesto que xn > 0, también es xnC1 D f .xn / > 0 por lo que tiene sentido f .xnC1 /.
Si la sucesión converge, su límite debe ser un número ˛ > 0 y, por ser f continua, f
permuta con el límite, por lo que debe verificarse que
Obtenemos así que fxn g es decreciente. Además, como es de p términos positivos, está
minorada, luego es convergente. Su límite ya sabemos que es 3.
Observa que, al proceder de esta forma, podemos probar muy fácilmente
p el decrecimien-
to de la sucesión, sin necesidad de probar previamente que xn > 3.
Las sucesiones recurrentes del tipo xnC1 D f .xn / donde f es una función continua,
cuando son convergentes, fxn g ! ˛, su límite viene dado por ˛ D f .˛/, es decir, es un
punto fijo de la función f .
p p
e) Definamos f W RC o ! R por f .x/ D a C x. La sucesión está dada por x1 D a y
xnC1 D f .xn /. Como f es continua, si la sucesión es convergente, su límite debe ser un
punto fijo de f , es decir, debe ser solución de la ecuación ˛ D f .˛/, lo que implica que
˛ 2 D a C ˛ y deducimos que
p
1 C 1 C 4a
˛D ;
2
p
donde
p hemos elegido la solución positiva de la ecuación. Puesto que x1 D a < x2 D
2a y, evidentemente, f es estrictamente creciente, se sigue x2 D f .x1 / < f .x2 / D x3
y, en general, xn < xnC1 . Por tanto fxn g es estrictamente creciente. Veamos que está
p
mayorada. Probaremos que xn < ˛. Claramente x1 D a < ˛. Supongamos que xn < ˛.
Entonces:
2
xnC1 D a C xn < a C ˛ D ˛ 2 ÷ xnC1 < ˛
Concluimos, por inducción, que xn < ˛ para todo n 2 N. Luego fxn g es creciente y
mayorada, por tanto converge y su límite es ˛.
restrictivo suponer que a > 1 (porque si fuera 0 < a < 1, podemos eliminar el primer
término de la sucesión lo que no afecta para nada a su estudio). Comparemos x1 con x2 .
Tenemos que:
1 a 2a2 C 1 1 a2
x2 x1 D a aD aD <0
3 a2 3a 3a
Por tanto se tiene que x2 < x1 y, como f es estrictamente creciente en I , las de-
sigualdades se conservan por f , luego, supuesto que xn < xn 1 , se tiene también que
xnC1 D f .xn / < f .xn 1 / D xn . Resulta así que fxn g es decreciente. Además es de
p
términos positivos (de hecho mayores que 3 a), luego fxn g es convergente y su límite es
p3
a. ©
h) Consideremos la función f .x/ D 41 C x 2 . Tenemos que f .x/ > 41 . Como los términos
de la sucesión dada, con la posible excepción del primero, son todos ellos valores de f ,
se cumple que xn > 14 para todo n > 2. No es restrictivo por eso suponer que a > 14 .
Pongamos I D Œ1=4; C1Œ. Tenemos que f .I / I . Como f 0 .x/ D 2x, se sigue que
f es estrictamente creciente en I . Por tanto la sucesión fxn g será monótona creciente si
x1 6 x2 y será monótona decreciente si x2 < x1 . Tenemos que:
2
1
2 21 1
x1 6 x2 ” a6a C ” 06a C aD a
4 4 2
1 1 1
xn D1C C C log.n/; yn D xn :
2 n n
Prueba que fxn g es estrictamente decreciente e fyn g es estrictamente creciente. Deduce
que ambas sucesiones convergen a un mismo número. Dicho número se llama la cons-
tante de Euler, se representa por la letra griega ”.
1 C 1=2 C C 1=n
a) Deduce que lKım D 1.
n!1 log.n/
1 1 1
b) Justifica que lKım C C C D log 2:
n!1 n C 1 nC2 2n
( )
1 1 1 . 1/nC1
c) Justifica que lKım 1 C C C D log 2:
n!1 2 3 4 n
Ejercicio resuelto 162 Sea fxn g una sucesión y supongamos que hay dos sucesiones parcia-
les fx .n/g y fxs.n/ g que convergen a un mismo número x y tales que .N/ [ s.N/ D N.
Prueba que fxn g converge a x.
Solución. Dado " > 0, existen números naturales m" y n" tales que jx .n/ xj < " para
todo n > m" y jxs.n/ xj < " para todo n > n" . Sea p D mKax fm" ; n" g y pongamos
A D f .n/ W n > pg [ fs.n/ W n > pg. Como, por hipótesis es .N/ [ s.N/ D N, se sigue
que el conjunto B D N n A es finito pues B f .n/ W 1 6 n < pg [ fs.n/ W 1 6 n < pg.
Definamos mDmKax.B/C1. Para q >m se tiene que q 62 B, o sea, q 2 A, es decir, q es de
la forma q D .n/ o q D s.n/ con n > p, en cualquier caso se verifica que jxq xj < ".
Este resultado suele aplicarse cuando .n/ D 2n y s.n/ D 2n 1, es decir, a las suce-
siones parciales de los términos pares e impares. Cuando sabemos que fx2n g y fx2n 1 g
convergen a un mismo número, podemos concluir que fxn g converge a dicho número.
Este resultado puede generalizarse de manera fácil. Por ejemplo si fx3n g, fx3n 1 g y
fx3n 2 g convergen todas a un mismo número, también fxn g converge a dicho número. ©
Ejercicio resuelto 163 Sea fxn g una sucesión de números reales y supongamos que hay nú-
meros 20; 1Œ, M > 0 y p 2 N tales que jxnC1 xn j 6 Mn para todo n > p. Prueba
que fxn g es convergente.
Sugerencia. Teniendo ahora en cuenta que para todos n; h 2 N se verifica que:
n
nCh 1
C nCh 2
C C n <
1
deduce que fxn g verifica la condición de Cauchy.
Solución. Sean n; h 2 N, tenemos:
ˇ ˇ
ˇh 1 ˇ h 1 h
ˇX ˇ X X1
jxnCh xn j D ˇ ˇ .xnCkC1 xnCk /ˇˇ 6 jxnCkC1 xnCk j 6 M nCk D
ˇkD1 ˇ kD0 kD0
h
X1 1 h M
D Mn k D Mn < n D Kn
1 1
kD0
M
Donde hemos puesto K D , que es una constante independiente de n y de h. De-
1
ducimos que:
Dado " > 0, determinamos m" por la condición de que m" < "=K. Entonces para todo
n > m" y para todo h 2 N se verifica que jxnCh xn j < ", lo que prueba que la sucesión
fxn g verifica la condición de Cauchy y, por tanto, es convergente. ©
Ejercicio resuelto 164 Sea fxn g una sucesión de números reales y supongamos que existen
20; 1Œ; p 2 N, tales que jxnC1 xn j 6 jxn xn 1j para todo n > p. Prueba que fxn g
es convergente.
Sugerencia. Justifica que jxnC1 xn j 6 Mn donde M es una constante independiente
de n.
Solución. Es muy fácil, basta iterar la desigualdad del enunciado. Sea n > p:
jxpC1 xp j
Donde M D es una constante independiente de n. El ejercicio anterior nos
p
dice que la sucesión fxn g es convergente. ©
Ejercicio resuelto 165 Sea I un intervalo cerrado (puede ser I D R); f W I ! R una fun-
ción, y supongamos que hay un número ˛ 20; 1Œ tal que:
Las sucesiones que no son convergentes pueden tener comportamientos muy variados. Por
ejemplo, una sucesión acotada que tenga dos valores de adherencia diferentes no es convergen-
te, los términos de dicha sucesión se aproximan a un valor de adherencia o al otro, antigua-
mente se decía que la sucesión “oscilaba” entre estos valores. Pero una sucesión acotada no
convergente puede tener muchos valores de adherencia. No debes hacerte una idea demasiado
esquemática de las sucesiones. En el capítulo 5 hemos visto que el conjunto de los números
racionales es numerable, esto significa que es posible escribir todos los números racionales co-
mo los términos de una sucesión y también podemos hacerlo con los racionales que están en
el intervalo Œ0; 1. Pongamos Q \ Œ0; 1 D D frn W n 2 Ng. La sucesión frn g es acotada y, como
consecuencia de la densidad de Q en R (proposición 5.11), dicha sucesión tiene como valores
de adherencia todos los puntos del intervalo Œ0; 1.
Vamos a estudiar ahora un tipo muy particular de sucesiones no convergentes pero que
presentan una gran regularidad.
7.34 Definición. Una sucesión fxn g se dice que es positivamente divergente, y escribimos
fxn g ! C∞, si para todo número real K > 0 existe un número natural mK 2 N, tal que para
todo n 2 N con n>mK se verifica que xn >K.
Una sucesión fxn g se dice que es negativamente divergente, y escribimos fxn g ! ∞,
si para todo número real K < 0 existe un número natural mK 2 N, tal que para todo n 2 N con
n>mK se verifica que xn 6K.
Diremos que una sucesión es divergente para indicar que es positivamente o negativamente
divergente.
7.35 Observación. Es importante que te des cuenta de que “divergente” no es sinónimo de “no
~ convergente”. Las sucesiones acotadas no convergentes no son tampoco divergentes. Sin em-
bargo, muchos textos usan la expresión “sucesión divergente” con el significado de “sucesión
no convergente”. También es lamentablemente frecuente llamar “sucesiones oscilantes” a las
sucesiones acotadas no convergentes. No te dejes confundir: una sucesión o es convergente o
no es convergente. Un tipo especial de sucesiones no convergentes son las sucesiones positiva-
mente divergentes y negativamente divergentes. Eso es todo, lo demás son ganas de confundir
al lector.
En consecuencia, las sucesiones del tipo fxn Cyn g donde fxn g ! C∞, fyn g ! ∞, requieren
un estudio particular en cada caso. Tales sucesiones suele decirse que son una indetermina-
ción del tipo “∞ ∞”.
Análogamente, si sabemos que fxn g ! 0 y que fyn g es divergente, ello no proporciona
ninguna información sobre el comportamiento de la sucesión fxn yn g; la cual se dice que es
una indeterminación del tipo “ 0 ∞”. Las indeterminaciones que aparecen al estudiar el co-
ciente de dos sucesiones divergentes o de dos sucesiones que convergen a cero, las llamadas
indeterminaciones de los tipos “∞=∞”, “ 0=0”, pueden reducirse a una indeterminación del
tipo “ 0 ∞”.
El siguiente resultado permite resolver en muchas ocasiones indeterminaciones de la forma
“∞=∞”.
7.37 Teorema (Criterio de Stolz). Sea fyn g una sucesión positivamente divergente y estricta-
mente creciente y sea fxn g cualquier sucesión. Supongamos que
xnC1 xn
!L
ynC1 yn
xn
donde L 2 R, o L D C∞, o L D ∞. Entonces se verifica también que ! L:
yn
Demostración. Supongamos, en primer lugar, que L 2 R. Dado " > 0, existe, por hipótesis, un
número natural k, tal que para todo n>k se verifica que
" xnC1 xn "
L < <LC :
2 ynC1 yn 2
Así todas las fracciones
xkC1 xk xkC2 xkC1 xn xn 1 xnC1 xn
; ; ; ;
ykC1 yk ykC2 ykC1 yn yn 1 ynC1 yn
se encuentran comprendidas entre L "=2 y L C "=2, por lo que, usando el ejercicio 8, obte-
nemos que:
" xnC1 xk "
L < <LC (7.10)
2 ynC1 yk 2
cualquiera sea n>k. Teniendo en cuenta ahora la igualdad
xnC1 xk Lyk yk xnC1 xk
LD C 1 L
ynC1 ynC1 ynC1 ynC1 yk
deducimos que: ˇ ˇ ˇ ˇ ˇ ˇ
ˇ xnC1 ˇ ˇ xk Lyk ˇ ˇ xnC1 xk ˇ
ˇ ˇ ˇ
Lˇ 6 ˇ ˇ ˇ
Cˇ Lˇˇ : (7.11)
ˇy ynC1 ˇ ynC1 yk
nC1
˚
Como lKım .xk Lyk /=ynC1 D 0, existe un número natural q tal que, para todo n> q, se
n!1
verifica ˇ ˇ
ˇ xk Lyk ˇ "
ˇ ˇ<
ˇ y ˇ 2
nC1
Teniendo en cuenta (7.10) y (7.11), deducimos que para todo n> mKaxfk; qg se verifica que
ˇ ˇ
ˇ xnC1 ˇ
ˇ Lˇˇ < ":
ˇy
nC1
˚
Hemos probado, pues, que lKım xn =yn D L.
n!1
Supongamos ahora que L D C1. En tal caso, para todo n 2 N suficientemente grande,
se tendrá que xnC1 xn > ynC1 yn > 0, por lo que la sucesión fxn g es, a partir de un
término en adelante, estrictamente creciente. Supondremos, pues no es restrictivo hacerlo, que
dicha sucesión es toda ella estrictamente creciente y que xqC1 xq > yqC1 yq para todo
q 2 N. Sumando estas desigualdades desde q D 1 hasta q D n, resulta xnC1 x1 > ynC1 y1 .
Y, como fyn g ! C1, deducimos que fxn g ! C1. Podemos usar ahora lo ya probado,
intercambiando las sucesiones fxn g e fyn g, para obtener que
yn ynC1 yn
lKım D lKım D 0:
xn xnC1 xn
xnC1
7.40 Corolario. Supongamos que ! L donde fxn g es una sucesión de números
xn p
positivos y L es un número real o bien L D C∞. Entonces se verifica que f n xn g ! L:
Demostración. Basta aplicar el criterio de la media geométrica a la sucesión fan g definida por
xnC1
a1 D1, anC1 D para todo n 2 N. 2
xn
El siguiente resultado establece una relación entre límite funcional y límite de sucesiones
que es de gran utilidad práctica, pues proporciona una estrategia general para calcular límites de
sucesiones y permite utilizar para ello las técnicas conocidas para calcular límites funcionales.
7.41 Proposición. Sea f W A ! R una función y sean a; L 2 R [ fC∞; ∞g. Equivalen las
afirmaciones:
i) lKım f .x/ D L.
x!a
ii) Para toda sucesión fxn g de puntos de A tal que fxn g ! a con xn ¤ a, se verifica que
ff .xn /g ! L.
Demostración. i/÷i i/. Supongamos que lKım f .x/ D L y sea fxn g ! a con xn 2 A y
x!a
xn ¤ a. Debemos probar que sucf .xn / ! L. Consideremos el caso en que a y L son números
reales. Dado " > 0, por hipótesis, existe ı > 0 tal que para todo x 2 A con x ¤ a y jx aj < ı
se verifica que jf .x/ Lj < ". Como fxn g ! a, existe un número n0 2 N tal que para todo
n > n0 se verifica que jxn aj < ı. Por tanto, para todo n > n0 tenemos que xn 2 A, xn ¤ a
y jxn aj < ı; en consecuencia, se verificará que jf .xn / Lj < ". Hemos probado así que
ff .xn /g ! L.
Para probar que i i/÷i/, probaremos que noi/÷noi i/. Que f no tiene límite en a igual
a L, quiere decir que existe un "0 > 0, tal que para todo ı > 0 hay algún punto xı 2 A, con
xı ¤ a y jxı aj < "0 pero jf .xı / Lj > "0 . Tomando para cada n 2 N ı D n1 , obtenemos un
xn 2 A con xn ¤ a y jxn aj < 1n pero jf .xn / Lj > "0 . Claramente se tiene que fxn g ! a,
con xn 2 A y xn ¤ a pero ff .xn /g no converge a L.
Los demás casos en que o bien a o L son infinitos se hacen de manera parecida. 2
Una consecuencia inmediata de este resultado es que todo límite funcional que conozcas te
va a permitir resolver muchos límites de sucesiones. En particular, de la lista de límites básicos
que debes conocer se deducen los siguientes resultados.
tg xn xn 1 log.1 C xn / xn 1
lKım 3
D lKım D
n!1 .xn / 3 n!1 xn2 2
7.43 Estrategia. Una estrategia para calcular límites de sucesiones consiste en convertir el
límite de la sucesión que tienes que calcular en un caso particular de un límite funcional. El
por qué de esta estrategia es que para calcular límites de funciones disponemos de muchas más
herramientas que las que tenemos para trabajar directamente con sucesiones.
Según esta estrategia, para calcular el límite de una sucesión fyn g lo que hay que hacer
es relacionar dicho límite con un límite funcional. Debemos inventarnos una función, f , y
una sucesión convergente, fxn g ! a, de forma que se tenga yn D f .xn /. Entonces, podemos
asegurar que si lKım f .x/ D ˛, también es lKımfyn g D ˛.
x!a
log.n/
7.44 Ejemplo. Se trata de calcular el límite de la sucesión yn D p .
n. n n 1/
p p
Para ello nos fijamos en que en el denominador aparece n n 1. Poniendo xn D n n,
sabemos que xn ! 1. La sucesión cuyo límite queremos calcular recuerda el límite funcional
log x log x
lKımx!1 D 1. Pongamos f .x/ D . Como caso particular de este límite funcional,
x 1 x 1
tenemos que f .xn / ! 1, y es claro que yn D f .xn /. Hemos probado así que yn ! 1 y todo lo
que hemos tenido que hacer es relacionar dicho límite con un límite funcional que ha resultado
ser (cosa muy frecuente) una derivada: la derivada de la función log x en el punto x D 1.
Podemos expresar este resultado como sigue: la continuidad permuta con el límite secuen-
cial, esto es, si f es continua entonces:
lKım f .xn / D f lKım xn
n!1 n!1
i) fxn zn g es convergente si, y sólo si, fyn zn g es convergente, en cuyo caso ambas sucesiones
tienen el mismo límite.
ii) fxn zn g es divergente si, y sólo si, fyn zn g es divergente, en cuyo caso ambas sucesiones son
divergentes del mismo tipo.
En particular, fxn g es convergente (resp. divergente) si, y sólo si, fyn g es convergente (resp.
divergente), en cuyo caso ambas tienen igual límite (resp. son divergentes del mismo tipo).
se sigue que fxn zn g también es convergente y tiene el mismo límite que fyn zn g.
El mismo razonamiento prueba que si fxn g es divergente entonces también fyn g es diver-
gente del mismo tipo.
La afirmación hecha al final del enunciado es consecuencia de lo anterior tomando zn D1. 2
El siguiente resultado, que es la versión para sucesiones del criterio de equivalencia loga-
rítmica para límites funcionales, permite resolver en muchos casos las indeterminaciones “11 ”
y “ 0 1”.
7.50 Teorema (Criterio de equivalencia logarítmica). Sean fxn g una sucesión de números
positivos distintos de 1 que converge a 1, fyn g una sucesión cualquiera y L un número real.
Entonces se tiene que:
y
lKımfxn n g D eL ” lKımfyn .xn 1/g D L.
Los ejercicios que siguen son de cálculo de límites de sucesiones. Deberás usar los criterios
de Stolz y de las medias aritmética y geométrica y el criterio de equivalencia logarítmica. En
general, debes seguir la estrategia básica de relacionar un límite de una sucesión con un límite
funcional apropiado.
Donde Hn D1C 12 C C n1 .
Sugerencia. Usa equivalencias asintóticas apropiadas.
xnC1
347. Sea fxn g una sucesión de números positivos tal que ! L 2 RC . Calcula el
r xn
xn
límite de la sucesión n p
n
.
x1 x2 xn
348. Sea fxn g una sucesión de números positivos, ˛ un númerop real, y supongamos que
˛ n
fn˛ xn g ! L 2 RC
o . Calcula el límite de la sucesión n x 1 2 xn .
x
349. Sean a, b números positivos; definamos xk DaC.k 1/b para cada k 2 N y sea Gn la
media geométrica de x1 ; x2 ; : : : ; xn y An su media aritmética. Calcula el límite de la
Gn
sucesión .
An
350. Sea fxn g ! x, fyn g ! y, x¤y. Definamos z2n 1Dxn , y z2nDyn . Justifica que la sucesión
z1 C z2 C C zn
n
es convergente.
352. Sean fxn g, fyn g sucesiones de números positivos verificando que f.xn /n g ! x > 0
f.yn /n g ! y > 0. Dados ˛; ˇ 2 RC , con ˛CˇD1, calcula lKım.˛xn Cˇyn /n .
353. Sea fan g una sucesión de números positivos tal que fa1 C a2 C C an g es divergente,
y sea fbn g ! L, donde L puede ser un número real o ˙∞. Justifica que
a1 b1 C a2 b2 C C an bn
! L:
a1 C a2 C C an
n
1 X n
Aplicación. Supuesto que fxn g ! x, calcula lKım n xk .
2 k
kD1
354. Dadas dos funciones polinómicas P; Q, tales que el grado de Qes mayor
o igual que el
P .n/
grado de P y Q.n/¤0 para todo n 2 N, justifica que la sucesión es convergente
Q.n/
y calcula su límite.
355. a) Sea f W Œa; b !a; b creciente y continua. Prueba que la sucesión fxn g definida para
todo n 2 N por x1 D a y xnC1 D f .xn /, converge a un punto u 2a; b tal que f .u/ D u.
b) Dado 0 < ˛ 6 14 , estudia la convergencia de la sucesión fzn g definida por:
z1 D ˛; znC1 D ˛ C zn2 8n 2 N:
357. Se considera la función f W RC ! R definida para todo x > 0 por f .x/ D log x x C 2.
xnC1 D log xn C 2 ; 8n 2 N:
Prueba que fxn g es una sucesión monótona creciente y acotada que converge a ˇ.
358. Dado un número ˛ 20; Œ, se define la sucesión fxn g dada por x1 D sen ˛, xnC1 D
sen xn .
Ejercicio resuelto 170 Calcula los límites de las sucesiones fxn g definidas por:
1˛ C 2˛ C 3˛ C C n˛
a) xn D , donde ˛ > 1.
n˛C1
p
b) xn D k .n C a1 /.n C a2 / .n C ak / n , donde k 2 N, aj 2 R; 16j 6k.
p pn
!n
˛ n aCˇ b
c) xn D donde a > 0, b > 0 y ˛; ˇ 2 R, ˛ C ˇ ¤ 0.
˛Cˇ
!n
1 C 2p=n C 3p=n C C p p=n
d) xn D , donde p 2 N.
p
!
1 C 2k C 3k C C nk 1
e) xn D n , donde k 2 N.
nkC1 k C1
!n2
3 1 C 32 C 52 C C .2n 1/2
f) xn D
4 n3
n
1
g) xn D n 1 C 3 1
n log.1 C 1=n/
1 n 1 n 2 2 1
h) xn D nC C C C C log.n!/
n 2 3 n 1 n
Solución. a) Pongamos xn D uvnn . Aplicamos el criterio de Stolz, lo cual puede hacerse
porque, al ser ˛ > 1 se tiene que n˛C1 es una sucesión estrictamente creciente.
unC1 un .n C 1/˛ nC1 ˛ 1
D ˛C1 ˛C1
D ˛C1
vnC1 vn .n C 1/ n n 1
n 1C n 1
unC1 un 1 1
Deducimos que lKım vnC1 vn D ˛C1 y, por el criterio de Stolz, lKım xn D ˛C1 .
b)Tenemos que:
p r
k k
a1 a2 ak
.n C a1 /.n C a2 / .n C ak / nDn 1C 1C 1 C 1
n n n
1 h a1 a2 ak i
n log 1 C 1C 1 C D
k n n n
k
1X aj a1 C a2 C C ak
D n log 1 C ! :
k n k
j D1
a
Donde hemos tenido en cuenta que lKım n log 1 C n D a.
n!1
Apliquemos ahora el criterio de Stolz con zn D 3 1 C 32 C 52 C C .2n 1/2
4n3 ,wn D n. Tenemos:
znC1 zn
D 3.2n C 1/2 4.n C 1/3 C 4n3 D 1:
wnC1 wn
3
Deducimos que vn .un 1/ ! 43 y, por tanto, lKımfxn g D e 4 D p 1
4 3.
e
h n i n
1 1
g) xn D n 1 C n3 log.1C1=n/ 1 . Pongamos zn D 1 C n3 log.1C1=n/ . La sucesión
1
fzn g es una indeterminación del tipo 1 . Tenemos que:
1 1 1
n D ! 0 ÷ zn ! 1:
n3 log.1 C 1=n/ n n log.1 C 1=n/
En consecuencia:
!
1 1 1
xn n log.zn / D n2 log 1 C 1
n2 1
D 1
:
n3 log 1 C n n3 log 1 C n n log 1 C n
Ejercicio resuelto 171 Calcula los límites de las sucesiones fxn g definidas por:
log 1 C 21 C C n1 p p p
e e 3 e n e
a/ xn D b/ xn D
log.log n/ n
n
1 log n log.n C 2/ n log n
c/ xn D 1C d / xn D
n n log.n C 1/
X n Y k j p
1 1 1 .2 n n 1/n
e/ xn D log 1C f / xn D
n k j n2
kD1 j D1 s
log.n C 1/ n .pn/!
g/ xn D log n 1 h/ xn D n .p; q 2 N/
log n .q n/p n
P ! n
5 nkD1 k 4 1 p n
i/ xn D 5
j / xn D log 1 C n!
n n
p 2 32 43 .nC1/n
e esen.1=n/ 1 C 2 C 32 C C n n 1
n
k/ xn D n l/ xn D
1 n sen.1=n/ n2
7.51 Observación. Hemos visto en el ejercicio resuelto 161 que Hn log n, pero
de aquí no puede deducirse directamente que log.Hn / log.log n/ que es lo que he-
mos probado. La razón es que no es cierto en general que si fxn g fyn g también sea
1 1
log.xn / log.yn /. Por ejemplo, las sucesiones fe n g y fe n2 g son asintóticamente equi-
valentes porque ambas convergen a 1, pero sus logaritmos son las sucesiones f n1 g y f n12 g
que no son asintóticamente equivalentes.
En general, no hay garantías de que una equivalencia asintótica entre sucesiones se con-
serve por una determinada función.
log.1 C x/ x 1
lKım D
x!0 x2 2
Tenemos que:
log n log n
log 1 C n n .log n/2
log xn D 2
log n n
n
log n
Poniendo un D n , como un ! 0, deducimos que la primera de las dos fracciones
1 .log n/2
anteriores converge a 2 y la segunda n ! 0. Concluimos que log xn ! 0 y, por
tanto, fxn g ! 1.
n k
1X1 Y 1 j
e) xn D log 1C . Pongamos:
n k j
kD1 j D1
k
X
1
j log 1 C
k j
1 Y 1 j j D1
zk D log 1C D :
k j k
j D1
p
.2 n n 1/n
f) xn D . Pongamos:
n2
p n r r !n
2nn 1 n 1 n 1
xn D p D 2
n
n2 n n2
q q
Se trata de una sucesión de potencias de la forma xn D uvnn donde un D 2 n 1n n 1
n2
1
y vn D n. Claramente un ! 1, por lo que se trata de una indeterminación del tipo 1 .
Aplicaremos el criterio de equivalencia logarítmica.
r r ! r !2
n 1
1 n n 1
vn .un 1/ D n 2 1 D n 1
n2
n n
r 2 !
n 1 log n
n log D ! 0:
n n
Deducimos que xn ! 1.
n
log.n C 1/
g) La sucesión xn D log n 1 es de la forma bn .an 1/ donde
n log n
an D log.nC1/
log n , bn D log n. Veamos que fan g ! 1. Para ello, como se trata de una
indeterminación del tipo 11 , aplicamos el criterio de equivalencia logarítmica:
n
n log 1 C 1 log 1 C 1
log.n C 1/ n n
n 1 D D !0
log n log n log n
Por tanto, fan g ! 1. Podemos aplicar ahora el criterio de equivalencia logarítmica a la
sucesión bn .an 1/. Tenemos que:
bn log.n C 1/ n log n
an D
log n
Esta sucesión es una indeterminación del tipo 11 y podemos volver a aplicarle el criterio
de equivalencia logarítmica.
log.n C 1/ 1
n log n 1 D n log 1 C ! 1:
log n n
Concluimos que fxn g ! 1.
s
.pn/! p
h) xn D n donde p; q 2 N. Es una sucesión del tipo xn D n zn donde zn D .q.pn/!
n/pn
.
.q n/pn
Tenemos que:
pn
znC1 .pn C p/! .q n/pn .pn C 1/.pn C 2/ .pn C p/ n
D D
zn .q n C q/pnCp .pn/! .q n C q/p nC1
La fracción .pnC1/.pnC2/.pnCp/
.q nCq/p
es un cociente de dos polinomios en la variable n
del mismo grado p y coeficientes líder iguales a p p y q p respectivamente, por tanto su
np
p p
n pn 1
límite es igual a q . La sucesión nC1 D 1 nC1converge a e p . Por tanto,
p
en virtud del corolario 7.40, la sucesión dada converge a qpe .
p 1 1
n
e esen.1=n/ e n esen. n / ex esen x
k) xn D n D 1 . Consideremos la función f .x/ D .
1 n sen.1=n/ n sen. n1 / x sen x
Pongamos yn D 1n . Tenemos que xn D f .yn /. Como yn ! 0, el límite de fxn g es igual
al límite de f .x/ en x D 0. Tenemos que:
ex esen x ex sen x 1
f .x/ D D esen x esen x 1 .x ! 0/
x sen x x sen x
ex sen x 1 e h.x/ 1
Donde hemos usado que la función x sen x es de la forma h.x/
donde lKım h.x/D0,
x!0
por lo que dicha función tiene límite igual a 1 en x D 0. ©
Ejercicio resuelto 172 Sabiendo que fan g ! a, calcula el límite de las sucesiones:
p
a) xn D n. n an 1/
exp.a1 / C exp.a2 =2/ C C exp.an =n/ n
b) xn D
log n
a1 C a2 =2 C C an =n
c) xn D
log n
un
Solución. b) Es una sucesión del tipo xn D vn . Aplicaremos el criterio de Stolz.
anC1
unC1 un exp nC1 1 anC1
D 1
n ! a:
vnC1 vn log 1 C n nC1
p 1
En virtud, del citado corolario, se tiene que nC1 xnC1 ! L. Sea zn D x1 x2 xn n.nC1/ .
Consideremos la sucesión:
log.x1 / C log.x2 / C C log.xn /
log zn D
n.n C 1/
Ejercicio resuelto 174 Sean a, b números positivos; definamos xk DaC.k 1/b para cada
k 2 N y sea Gn la media geométrica de x1 ; x2 ; : : : ; xn y An su media aritmética. Calcula
Gn
el límite de la sucesión .
An
n.n 1/
na C 2 b n 1
Solución. Tenemos que An D DaC b. Por tanto:
n n
p r
Gn n x1 x2 xn 1 n
x1 x2 xn
D D
An aC n 1
n b C n2n1 b a
n
nn
r
n
x1 x2 xn p
Calcularemos el límite de la sucesión Un D n
, que es del tipo Un D n zn ,
n
usando el corolario 7.40, tenemos:
n
znC1 xnC1 n xnC1 1 b
D n D 1 ! :
zn .n C 1/nC1 nC1 nC1 e
Gn
Deducimos que f An
g ! 2e . ©
Ejercicio resuelto 175 Sea fxn g ! x, fyn g ! y, x ¤y. Definamos z2n 1 Dxn , y z2n Dyn .
Justifica que la sucesión
z1 C z2 C C zn
n
es convergente.
z1 C z2 C C zn
Solución. Pongamos un D . Tenemos que:
n
z1 C z3 C C z2n 1 z2 C z4 C C z2n
u2n D C D
2n 2n
1 x1 C x2 C C xn 1 y1 C y2 C C yn x y xCy
D C ! C D :
2 n 2 n 2 2 2
Donde hemos aplicado el criterio de la media aritmética. Análogamente se comprueba
que fu2n 1 g ! xCy
2 . Concluimos que fun g ! 2 .
xCy
Observa que no se puede calcular el límite de fun g aplicando el criterio de Stolz. Lla-
mando Zn D z1 C z2 C C zn , Vn D n, tenemos un D Z n
Vn y:
ZnC1 Zn xmC1 ; si n D 2m es par;
D ZnC1 Zn D
VnC1 Vn ym ; si n D 2m 1 es impar.
ex e0 ex 1
D D ec
x 0 x
donde c es un punto comprendido entre x y 0, esto es, c 20; xŒ si x > 0, y c 2x; 0Œ si
x < 0. En el primer caso es 1 < ec < ex y en el segundo es ex < ec < 1. Á partir de
aquí se deducen enseguida las desigualdades del enunciado.
ex 1
b) Definamos f .x/Dlog y f .0/D0. La función f es continua en R. Supongamos
x
que x < 0. Entonces, como consecuencia de la segunda de las desigualdades del apartado
anterior, se tiene que la sucesión fxn g es creciente y xn < 0 para todo n 2 N. Por tanto,
dicha sucesión converge y su límite es un número ˛ 6 0, que debe verificar la igualdad
˛ D f .˛/ lo que exige que ˛ D 0. ©
Ejercicio resuelto 177 Se considera la función f W RC ! R definida para todo x > 0 por
f .x/ D log x x C 2.
a) Prueba que f tiene exactamente dos ceros, ˛ y ˇ, con ˛ < 1 < ˇ.
b) Dado x1 2˛; ˇŒ, se define la siguiente sucesión por recurrencia:
xnC1 D log xn C 2 ; 8n 2 N:
Prueba que fxn g es una sucesión monótona creciente y acotada que converge a ˇ.
Ejercicio resuelto 177 Dado un número ˛ 20; Œ, se define la sucesión fxn g dada por x1 D
sen ˛, xnC1 D sen xn .
Solución. a) La conocida desigualdad 0 < sen x < x, válida para todo x 20; Œ, implica
que la sucesión es estrictamente decreciente y de números positivos. De aquí se deduce
enseguida que es convergente y su límite es 0.
b)
1 1 1 1 xn2 sen2 .xn /
zn D 2 2
D 2
D
xnC1 xn sen .xn / xn2 xn2 sen2 .xn /
xn2 sen2 .xn / sen.xn / C xn xn sen.xn / 1
D ! :
xn4 xn 3
xn 3
©
7.52 Definición. Una sucesión de números complejos fzn g se dice que converge a un número
complejo z si, dado cualquier número real " > 0, existe un número natural m" tal que si n es
cualquier número natural mayor o igual que m" se cumple que jzn zj < ". Simbólicamente:
Se dice que el número z es límite de la sucesión fzn g y se escribe lKım fzn g D z o, simple-
n!1
mente, lKımfzn g D z e incluso, si no hay posibilidad de confusión, fzn g ! z.
Recordemos que mKaxfjRe zj; jIm zjg6jz j6jRe zjCjIm zj. Gracias a esta desigualdad tenemos
que: )
jRe zn Re zj
6 jzn zj 6 jRe zn Re zj C jIm zn Im zj
jIm zn Im zj
Deducimos que jzn zj ! 0 si, y sólo si, jRe zn Re zj ! 0 y jIm zn Im zj ! 0. Hemos
probado así el siguiente resultado.
7.53 Proposición. Una sucesión de números complejos fzn g es convergente si, y sólo si, las
sucesiones de números reales fRe zn g y fIm zn g son convergentes. Además, en dicho caso
p 2n in
i) zn D n
n C i n an .a 2 R; jaj < 1/ ii) zn D C n
n 2
p
n
1 1 1
iii) zn D a C i sen .a > 0/ iv) zn D n sen C 5 i cos
n n n
1Ci n 1 1 n
v) zn D vi) zn D p C i p
2 2 2
361. Sea fzn g una sucesión de números complejos no nulos y sea 'n 2 Arg.zn /. Supongamos
que f'n g ! ' y fjzn jg ! . Justifica que la sucesión fzn g ! .cos ' C i sen '/.
p !n
2 C i 3
362. Calcula el límite de la sucesión zn D 1 C .
n
Sugerencia. Expresa zn D jzn j.cos 'n C i sen 'n / y usa el ejercicio anterior.
p
n
363. Calcula el límite de la sucesión zn D n 2 cos C i sen 1 .
2n 2n
pn
Sugerencia: Recuerda que el límite de la sucesión n 2 1 es bien conocido.
364. Sea z 2 C, con jzj D 1, z ¤ 1. Prueba que la sucesión fz n g no converge (¿qué pasa si
supones que converge?). Deduce que si ' es un número real que no es un múltiplo entero
de , las sucesiones fcos.n'/g y fsen.n'/g no convergen.
Solución.
p p p
n n n
zn D n 2 cos 1 C i 2 sen C 2 1 D
2n 2n
p p cos 1 p sen 2n
n n 2n n
Dn 2 1 C 2 Ci 2 ! log 2 C i
2 2n 2 2n 2
Ejercicio resuelto 179 Sea z 2 C, con jzjD1, z¤1. Prueba que la sucesión fz n g no converge
(¿qué pasa si supones que converge?). Deduce que si ' es un número real que no es un
múltiplo entero de , las sucesiones fcos.n'/g y fsen.n'/g no convergen.
Solución. Siguiendo la sugerencia, supongamos que fz n g converge a un número w 2 C.
Como jz n jDjzjn D1, debe ser jwjD1. Por una parte, es claro que fz nC1 g ! w y también
fz nC1 g D zfz n g ! zw, por tanto debe ser z D wz, lo que implica que .z 1/w D 0 lo
cual es imposible porque z ¤ 1 y w ¤ 0. Concluimos que fzn g no converge.
Sea ' un número real que no es un múltiplo entero de . Pongamos z D cos ' C i sen '.
Tenemos que z ¤ 1 y jzj D 1. Por lo antes visto, la sucesión fz n g D fcos.n'/ C i sen.n'/g
no converge. Veamos que esto implica que ninguna de las sucesiones fcos.n'/g, fsen.n'/g
converge.
En efecto, de la igualdad:
1
sen.n C 1/ D sen n cos 1 C cos n sen 1 ÷ cos n D sen.n C 1/ sen n cos 1
sen 1
se deduce que si fsen.n'/g converge, también converge fcos.n'/g y, por tanto, la suce-
sión fcos.n'/ C i sen.n'/g converge, lo que es contradictorio.
Análogamente, de la igualdad:
1
cos.n C 1/ D cos n cos 1 sen n sen 1 ÷ sen n D cos.n C 1/ cos n cos 1
sen 1
se deduce que si fcos.n'/g converge, también converge fsen.n'/g y, por tanto, la suce-
sión fcos.n'/ C i sen.n'/g converge, lo que es contradictorio. ©
7.54 Teorema (Otra demostración del teorema de los ceros de Bolzano). Toda función con-
tinua en un intervalo que toma valores positivos y negativos se anula en algún punto de dicho
intervalo.
Demostración. Sea f W Œa; b ! R continua y supongamos que f .a/ > 0 y f .b/ < 0. Si
dividimos el intervalo Œa; b por un punto c 2a; bŒ en dos subintervalos Œa; c y Œc; b, puede
ocurrir que f .c/ D 0 en cuyo caso hemos acabado; en otro caso será f .c/ ¤ 0, por lo que una
sola de las desigualdades f .a/f .c/ < 0, f .c/f .b/ < 0 tiene que ser cierta, es decir, la función
f toma valores de signos opuestos en los extremos de uno de los subintervalos Œa; c y Œc; b en
que hemos dividido el intervalo Œa; b. Podemos ahora repetir este proceso partiendo de dicho
subintervalo. Esto es lo que hacemos seguidamente.
Pongamos a1 D a; b1 D b. Dividimos el intervalo Œa1 ; b1 por la mitad en dos subintervalos
y elegimos aquél en el que la función f toma valores de distinto signo en sus extremos y a
este subintervalo le llamamos Œa2 ; b2 . Repetimos ahora el proceso dividiendo por la mitad el
intervalo Œa2 ; b2 y obtenemos un intervalo Œa3 ; b3 tal que f .a3 /f .b3 / < 0. Este proceso o bien
se acaba porque en alguna etapa hemos dividido el intervalo por un punto en el que la función
f se anula, en cuyo caso ya hemos encontrado un punto de Œa; b donde la función se anula, o
bien podemos proseguirlo indefinidamente obteniendo una sucesión de intervalos Œan ; bn con la
propiedad de que f .an /f .bn / < 0 para todo n 2 N. Como f .a1 / > 0 y f .b1 / < 0, fácilmente
se sigue que debe ser f .an / > 0 y f .bn / < 0 para todo n 2 N. Las sucesiones fan g y fbn g
son monótonas y acotadas por lo que convergen. Además, como bn an D .b a/=2n 1 , se
sigue que ambas sucesiones convergen a un mismo número. Pongamos lKımfan g D lKımfbn g D ˛.
Como para todo n 2 N es a 6 an 6 b, se sigue que a 6 ˛ 6 b. Como f es continua en Œa; b, en
particular es continua en ˛ por lo que se verifica que:
Como para todo n 2 N es f .an / > 0, se sigue que f .˛/ > 0. Como para todo n 2 N es
f .bn / < 0, se sigue que f .˛/ 6 0. Concluimos que f .˛/ D 0. 2
La demostración anterior da lugar al método de bisección para calcular (de forma aproxi-
mada) raíces de ecuaciones. Dicho método tiene la ventaja de que se programa muy fácilmente
y permite controlar el error máximo que se comete así como el número de iteraciones necesarias
para lograr una determinada precisión.
7.55 Teorema (Otra demostración del teorema de Weierstrass). Toda función continua en
un intervalo cerrado y acotado alcanza en dicho intervalo un máximo y un mínimo absolutos.
Demostración. Sea f W Œa; b ! R continua. Probaremos primero que f está acotada en Œa; b,
es decir, que el conjunto imagen f .Œa; b/ está acotado. Razonaremos por contradicción. Si f
no está acotada en Œa; b para todo n 2 N tiene que haber algún xn 2 Œa; b tal que f .xn / > n.
De esta forma obtenemos una sucesión fxn g de puntos de Œa; b verificando que f .xn / > n
para todo n 2 N. Como la sucesión fxn g está acotada, el teorema de Bolzano–Weierstrass nos
dice que fxn g tiene alguna sucesión parcial, fx .n/g convergente. Pongamos yn D fx .n/g y sea
D lKımfyn g. Como a 6 yn 6 b tenemos que a 6 6 b. Además, por la continuidad de f debe
verificarse que f ./ D lKımff .yn /g. Pero esto es imposible porque al ser f .yn / D f .x .n// >
.n/>n, se sigue que la sucesión ff .yn /g no está acotada, por lo que no puede ser convergente.
Concluimos que necesariamente f está acotada en Œa; b.
Una vez que hemos probado que el conjunto f .Œa; b/ está acotado, como evidentemente
no es vacío, el axioma del supremo nos dice que hay un número real M que es el mínimo
mayorante del mismo, es decir, M D sup f .Œa; b/. Usando el resultado probado en el ejercicio
resuelto 153, se sigue que hay una sucesión fzn g de puntos de Œa; b tal que lKımff .zn /gDM . La
sucesión fzn g está acotada por lo que, en virtud del teorema de Bolzano–Weierstrass, tiene una
parcial, fz .n/g convergente. Pongamos wn Dz .n/ y sea lKımfwn gDc. Como a6w ˚ n 6b se tiene
que a 6 c 6 b. Por la continuidad de f se tiene que f .c/ D lKım ff .wn /g D lKım f .z .n/ / D M .
Luego la función f alcanza en c 2 Œa; b un máximo absoluto. 2
7.58 Observaciones.
El concepto de “continuidad uniforme” es un concepto global: depende del comportamien-
to de la función en todo un intervalo. No tiene sentido decir que una función es uniformemente
continua en un punto: la continuidad uniforme no es un concepto local.
Es muy interesante comparar las definiciones de continuidad puntual (4.1) y de continui-
dad uniforme (7.12). Resulta evidente que la continuidad uniforme en un intervalo I implica
la continuidad en todo punto de I : toda función uniformemente continua en un intervalo es
continua en dicho intervalo.
En general, no es cierto que una función continua en un intervalo I sea uniformemente con-
tinua en I como lo prueban los ejemplos dados al principio. Pero hay una situación particular
en la que dicha afirmación sí es cierta. Este es el contenido del siguiente teorema. Se trata de
un resultado importante en el que pueden destacarse aportaciones de varios matemáticos. Di-
richlet ya lo incluyó en sus lecciones de 1862 y en 1872 Heine dio una primera demostración
del mismo. Posteriormente Weierstrass, Borel y Lebesgue generalizaron el resultado inicial.
7.59 Teorema (Teorema de Heine). Toda función continua en un intervalo cerrado y acotado
es uniformemente continua en dicho intervalo.