Características obsesivas
Efecto psicastenio
Una baja de tensión psicológica, agitación psicomotriz (tics,
actos estereotipados, gestos conjurativos, etc) agitaciones
ideoverbales (rumiaciones, letanías, jaculatorias) constituyen
un aspecto fundamental de este desorden en la vida psíquica
del paciente, enteramente sometido a actividades de ajo nivel
(automatismo psicológico).
Psicastenia: En la afectividad esta consagrado a sentimientos
depresivos, testimonio de su debilidad psíquica, (escrúpulos,
duda, sentimientos de influencia, irrealidad, extrañeza, fatiga,
confusión, etc.) frecuentemente el sentimiento de realidad
esta alterado, porque son incapaces de elevar sus acciones
dentro de la jerarquía de las funciones de realidad, acciones
de elevado nivel son imposibles (adaptación social, ejecuicion
de actos difíciles, eficacia y precisión de las conductas) y solo
les quedan como posibles las acciones vacías o incoordinadas.
Ausencia de decisión de resolución voluntaria, la falta de
confianza y de atención, la incapacidad de experimentar un
sentimiento exacto en relación con la situación presente. La
retrogradación hacia el pasado y hacia lo imaginario.
Los ritos obsesivos: El pensamiento mágico del obseso
Ante su problema insoluble, el obseso encuentra una solución de
compromiso que constituye el sentido de su neurosis. Establece una
“relación mágica” con el mundo. Si el universo que presenta tales
contradicciones es hostil y puesto que no puede vencerlo va a
conjurarlo.
A los maleficios opondrá procedimientos mágicos, ritos misteriosos,
trucos irrisorios e imperiosos, que ligan todas las conductas
obsesivas en torno a una unidad profunda la de mistificación de si
mismo. Cuando el ritual es complicado, constituye un verdadero
ceremonial, una especie de liturgia en la que los actos se ordenan
en relación a los valores y a los tabúes, en una serie de
obligaciones, prohibiciones y reglamentos sagrados.
La ritualización de la vida es el punto final de la actividad obsesiva,
el vacío formalismo de la conjuración reemplaza o alivia sin dejar de
mantener la coacción interna. El obseso tiende a alinearse en el rito
para escapar de lo que aun le queda de libertad en el conflicto
compulsivo.
Ciertos actos rituales son típicos:
■ Locura de la duda: asociada al delirio de contacto (incapaces de
tocar la perilla de la puerta, viven con terror a los microbios, se
entregan a complicados lavados
que con gran esfuerzo para no dejarse llevar por una
acto ridículo, grotesco, odioso, sacrílego o criminal)
El paso al acto temido es excepcional, puede que sea
realizado solo como un esbozo simbólico cuando la
oposición a la tendencia impulsiva facilita un gesto
masculla un insulto). Un grado más y la osbequiosa
1. Emergencia de fenómenos obsesivos (fenómenos
de limpieza, lo infinito, de de culpabilidad,
verificación) referentes a una idea representación,
situación convertida en preocupación exclusiva.
2. Por los medios de defensa del obsesivo contra su
propia obsesión medios que a su vez se convierten
en obsesivos (se refier del obsesivo para luchar
contra la obsesión) e a los trucos y estrategias
conscientes para luchar contra la obsesión.)
3. una clase de trastornos afectivos e intelectuales
(duda, abulia, perplejidad, sentimiento de irrealidad,
de extrañeza, o de artificio) que constituyen los
estigmas psicasténicos.
NEUROSIS
OBSESIVA
Actividad compulsiva: Obsesión-impulsión
La intromisión del circulo ideocompulsivo lleva al
sujeto a la indecisión, y dificultad para la acción,
contenido en la lucha suspensiva y paralizadora,
estéril y de abulia, aparecen las obsesiones
impulsiones acciones contenidas.
El sujeto se queja de “no poder contenerse” más
acción que no puede cometer, siempre resulta ser
un acto agresivo contra el sujeto o los demás (un
debido a que no se “debe hacer” por lo que el
obseso se siente obligado a hacerlo.
frenado de amenaza (se levanta el brazo, se
sumisión del obseso se invierte de golpe en una
descarga impulsiva con un torrente de insultos,
amenazas. Que alivian al sujeto (cleptomanía,
exhibiciones)
Clínica
El sujeto es invadido por ideas obsesivas que
se le imponen a pesar de él es el
“pensamiento compulsivo”
Experimenta una tendencia a los actos
agresivos, impulsivos, particularmente
temidos o no deseados es la “actividad
compulsiva”
Se siente forzado a realizar actos repetidos de
carácter simbólico, son los “ritos del
pensamiento mágico”
Esta lucha agotadora es a la vez el efecto y la
causa de una astenia psíquica (psicoastenia)
El conjunto de estos síntomas merece el
nombre clásico de obsesión ya que el mismo
enfermo se “sitía” a si mismo con sus propias
defensas.
Pensamiento compulsivo: La idea obsesiva
■ La intrusión en el campo de la consciencia de un pensamiento no deseado
insistente, repetido, reconocido por el sujeto como suyo, sin embargo
repudiado por molesto u odioso, es un fenómeno que en estado de fatiga o
tensión puede experimentar cualquier persona, pero la intensidad, sus
exigencias exclusivas y su permanencia transforman este fenómeno en una
experiencia de otra naturaleza, ya que la obsesión no es un fenómeno de
aislado inoportuno o espontáneo sino se traduce en desquiciamiento del
equilibrio pulsional y afectivo de la vida psíquica.
El pensamiento intruso varía de persona a persona, pero en un mismo sujeto
no se modifica sustancialmente puede ser una imagen, ideas ( dudas, votos,
temores, prohibiciones) a veces una oscilación intelectual, manías de
presagio, de verificación de perfección, manías de simetría, de interrogación
(que pasaría si).
Escrúpulos, constante idea de moralidad, reparación o purificación, palabras
cifras, repetición de una serie, sin omisiones ni errores (aritmomanía.
Tendencia a la repetición, se presenta en largas series como una manipulación
ideo verbal, con ideas y vueltas incesantes, desencadenada por un mínimo
incidente, un gesto o un recuerdo anodino.
Se convierte en una lucha del sujeto contra la intrusión, el obseso sufre a
causa de su síntoma y generalmente se le ve concentrado, absorto, ansioso
durante la crisis compulsiva, sin embargo obtiene de este sufrimiento cierta
satisfacción que responde al deseo de martirizarse, de forzarse y de
contenerse, rechaza lo que le atrae pero se abandona a o que teme, es lo que
se llama el “juego del obsesivo”
Para el psicoanálisis la
obsesión revela:
Una regresión a los sistemas
pulsionales del estadio sádico
anal
Excesivas defensas del Yo
contra las pulsiones
Imperativos inconscientes del
Superyo