Señor Juez:
Carlos Alberto Beraldi, CUIT 20-13430665-4, en mi carácter de abogado defensor de
la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, en la causa Nº 9608/2018, caratulada
“Fernández, Cristina Elisabet y otros s/ asociación ilícita”, del registro del Juzgado en
lo Criminal y Correccional Federal Nº 11, Secretaría Nº 21, con domicilio constituido
en Av. Santa Fe 1752, 2º piso “A” de esta ciudad, digo:
I.-
Objeto
1. Que, en los términos previstos por el art. 166 y siguientes del ordenamiento de rito
vengo a promover el presente planteo de nulidad.
A mérito de los argumentos fácticos y jurídicos que serán desarrollados en esta
presentación y en función de las pruebas requeridas en su capítulo V, desde ya
solicito que se declare la invalidez de todo lo actuado en este proceso.
2. Asimismo, por los fundamentos que serán brindados peticiono que oportunamente
se extraigan testimonios de las presentes actuaciones a efectos de investigar la
posible comisión de los delitos que se habrían perpetrado en el marco del trámite de
este expediente.
3. En virtud de la naturaleza de este planteo y de las consecuencias que habrán de
desprenderse del mismo, a través de dos presentaciones independientes habré de
requerir el inmediato apartamiento tanto del fiscal como del magistrado que
intervienen en la causa.
4. A todo evento, en virtud de las garantías constitucionales vulneradas y la enorme
gravedad institucional del caso, hago expresa reserva de acudir, de ser necesario,
ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la vía prevista en el art. 14 de la
ley 48, así como también ante los Organismos Internacionales competentes en
materia de Derechos Humanos.
II.-
Aclaración preliminar
Según enseña la más calificada doctrina, uno de los objetivos fundamentales de la
investigación penal consiste en esclarecer la verdad de los hechos que son
denunciados. Por tal razón, los deberes impuestos por la ley a los magistrados y
funcionarios judiciales se dirigen, precisamente, a garantizar que la tarea de
reconstrucción histórica sea llevada a cabo en base a los principios de imparcialidad,
legalidad y objetividad, impidiéndose así que la misma quede a merced de cualquier
tipo de especulación, manipulación o interés subalterno.
Como se explicará en los siguientes apartados, el planteo que aquí introduzco no solo
se dirige a colocar este proceso en un marco de legalidad -del que se ha visto privado
desde su inicio- sino fundamentalmente busca que se lleve a cabo una verdadera
investigación judicial sobre hechos que han tomado gran repercusión pública y que se
vinculan con la posible comisión de graves delitos.
Ahora bien, debo enfatizar que este segundo propósito perseguido por la parte que
represento (la búsqueda de la verdad) no se originó a partir de esta nueva citación a
prestar declaración indagatoria. Muy por el contrario, la Dra. Cristina Fernández de
Kirchner, ya en el año 2016 y en el marco de la causa Nº 5048/2016, públicamente
conocida como el expediente de “Obra Pública” solicitó en reiteradas oportunidades
que se investigaran todas las contrataciones que en materia de obra pública se
llevaron a cabo entre los años 2003 y 2015. No sólo eso, la bancada de diputados del
espacio político que lidera la ex Presidenta de la Nación presentó e impulsó un
proyecto de ley por el cual se creaba una comisión bicameral de investigación de la
obra pública realizada entre los años 2003 y 2015.
Concretamente, mi representada, en su primera presentación en las actuaciones de
referencia, señaló que para determinar o descartar una supuesta matriz de corrupción
debía necesariamente investigarse toda la inversión que en materia de obra pública
se había ejecutado durante el período aludido. Lamentablemente, hasta aquí tan
elemental planteo no sólo no fue atendido, sin que se brindara para ello ninguna razón
jurídica valedera, sino que además se rechazó el planteo en todas las instancias
judiciales. Pareciera ser que sólo se quería investigar a una única y determinada
empresa contratista y, también, en una única y determinada provincia.
Por ende, resulta cuanto menos llamativo que, casi dos años después, se haya
abierto súbitamente este nuevo proceso, en el cual se pretende abordar una
investigación de iguales o similares características a la que fuera reclamada por mi
parte. Empero, lo que deviene aún más desconcertante y sospechoso es que para
llevar a cabo tal supuesta tarea se vuelva a recurrir por cuarta vez a la imputación de
una presunta asociación ilícita que ya se encuentra investigada en tres expedientes
judiciales en trámite por ante este fuero. Es más, uno de esos expedientes se inició en
este mismo Juzgado y en la resolución en la que se dictó el procesamiento de mi
defendida por el presunto delito de asociación ilícita, V.S. se declaró incompetente,
remitiendo la causa al Juzgado Nº 10. A tal efecto brindó una extensa explicación,
justificando las razones por las cuales no le correspondía seguir investigando ese
delito, pronunciamiento que además fue, por si fuera poco, ratificado por la Cámara de
Apelaciones.
III.-
El planteo de nulidad
A. Antecedentes
A partir de la asunción del Ing. Mauricio Macri como Presidente de la Nación mi
representada ha sido sometida a una múltiple persecución judicial a través de la cual
se judicializan hechos que tienen que ver con la política económica adoptada durante
su gobierno, el manejo de las relaciones diplomáticas de nuestro país con terceras
naciones y los criterios de asignación de obra pública fijados en las leyes de
presupuesto votadas por el Congreso de la Nación.
Para que la maniobra persecutoria sea eficaz y rinda sus efectos ante la opinión
pública, en todos los casos se ha pretendido conectar a tales actos de naturaleza
política con maniobras de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y otros presuntos
hechos de corrupción en los que también incluso se llegó a imputar a los hijos de mi
representada y a otros miembros cercanos de su familia.
Veamos.
En el marco de la causa públicamente conocida como “Dólar Futuro” (Expte. Nº
15.152/2015), el 13 de abril del año 2016 la Dra. Kirchner prestó declaración
indagatoria en este Juzgado en orden a un hecho que se vincula exclusivamente con
la política monetaria que fue desarrollada por el Banco Central de la República
Argentina durante el año 2015. En este expediente fue procesada, embargada y, entre
otras arbitrariedades, obligada a viajar miles de kilómetros en dos oportunidades para
cumplimentar diligencias de mero trámite que podían y debían ser llevadas a cabo en
su lugar de residencia en la ciudad de Rio Gallegos.
También en el mismo mes de abril de 2016 y violentándose todas y cada una de las
pautas establecidas en materia de asignación de causas, se formó el expediente
conocido como “Los Sauces” (causa Nº 3732/2016). Se trataba nada más ni nada
menos que de un expediente mellizo a la causa “Hotesur” (Expte. Nº 11.352/2014),
que tramitara originariamente ante este mismo Juzgado hasta que V.S., como
consecuencia de las nulidades procesales acaecidas, fue separado del conocimiento
de esa causa por la Cámara de Apelaciones.
Pese a los planteos efectuados por las defensas, el titular de este Juzgado logró
retener esta causa melliza y, como era de esperar, volvió a realizar las mismas
arbitrariedades que había cometido en la causa “Hotesur”: se ordenó una infinidad de
allanamientos, se convocó a prestar declaración indagatoria a decenas de personas
(incluidos los dos hijos y la sobrina de mi mandante), se intervino sociedades
comerciales (varias de las cuales administran medios de comunicación que siguen
una línea editorial crítica del actual gobierno), se dictaron procesamientos, embargos
millonarios e incluso se ordenó la prisión preventiva de quien fuera el contador de la
familia Kirchner bajo la falsa fundamentación de que había violado una medida
cautelar que, para colmo, ni siquiera existe en nuestro ordenamiento jurídico: la
“intervención” de un condominio.
Después de cometer todas estas arbitrariedades, el juez, por propia iniciativa, se
declaró incompetente en la causa y ordenó su remisión al Juzgado Nº 10 del fuero en
la misma resolución en la que ordenó los procesamientos de decenas de personas.
Debo destacar que en la causa “Los Sauces” la Dra. Cristina Fernández de Kirchner
fue procesada en orden a los delitos de lavado de activos, negociaciones
incompatibles con la función pública y también de asociación ilícita. Con relación a
esta última figura, la conducta imputada quedó definida en los siguientes términos:
No puedo dejar de recordar que en la causa “Los Sauces”, Florencia Kirchner fue
considerada como organizadora de la banda, sin repararse que al inicio de la
supuesta maniobra delictiva ella tenía tan solo doce años.
También, y utilizando una vez más la técnica del expediente mellizo, el titular de este
Juzgado inició una nueva investigación en contra de mi representada ahora por el
delito de traición a la patria (Expte. Nº 14.305/2015) llegando a afirmar la existencia de
una situación de guerra exterior que, como es de público y notorio conocimiento,
jamás ocurrió. También aquí se dispusieron múltiples detenciones, procesamientos
infundados, embargos millonarios y prisiones preventivas. En esta ocasión, y con la
clara y manifiesta intención de que mi representada no asumiera el cargo que el
pueblo de la provincia de Buenos Aires le había conferido como Senadora de la
Nación, el día 7 de diciembre de 2017 -último día hábil anterior a tomar posesión
efectiva de su banca- V.S. pidió su desafuero para proceder a su detención.
Curiosamente, durante los dos años previos en los que mi representada carecía de
fueros parlamentarios, V.S. jamás había pedido su detención, pese a haberla acusado
en el marco de dos procesos de graves delitos (uno de ellos, el de asociación ilícita).
Ahora bien, más allá del carácter protagónico asumido por el titular de este Juzgado
en la persecución desatada en contra de mi mandante, lo cierto es que en el Juzgado
Nº 10 del fuero se desarrollaron otras investigaciones de similares características.
En efecto, en primer lugar debo recordar que desde el año 2008 viene tramitando allí
la causa Nº 15.734/2008 caratulada “Kirchner, Néstor y otros s/ asociación ilícita”.
Según fue descripto en el requerimiento de instrucción formulado en esa causa, la
asociación ilícita habría operado de la siguiente manera:
“…se indicó que los ilícitos cometidos habrían comenzado desde fines de 2003 y que,
en general, se vinculan a los contratos de obra pública llevados adelante desde el
Estado con un grupo reducido de empresas, sin cumplir con las normas y
reglamentaciones establecidas para el adecuado y eficiente funcionamiento de la
administración pública.
Así, refirieron que los contratos observados presentarían como características la
concentración económica, la concurrencia de los mismos grupos empresarios a las
licitaciones sin nuevos oferentes, la escasa diferencia en las cotizaciones ofrecidas
por las empresas, la alternancia en las adjudicaciones y la existencia de sobreprecios”
(lo subrayado me pertenece).
Este proceso, en el marco del cual hasta finales del año 2015 sólo se había
comprobado la inexistencia de las ilicitudes denunciadas (dictándose los
correspondientes sobreseimientos) a partir del cambio de gobierno tuvo un vuelco
inesperado (al menos desde el plano jurídico), pasando a tener ahora tal relevancia
que en las resoluciones judiciales dictadas en diferentes procesos que tramitan en
este mismo fuero, comenzó a ser denominada como la “causa madre”. Dicha
condición determinó que en marzo del año 2016 el expediente “Hotesur” (causa Nº
11.352/2014) fuera remitido al Juzgado Nº 10 del fuero, donde actualmente continúa
su trámite. En este proceso mi representada ha sido procesada por el supuesto delito
de lavado de activos en concurso real con el de asociación ilícita.
Por otro lado, por razones de conexidad también tramita en dicho Juzgado la causa
Nº 5048/2016, a la que ya me refiriera (expediente de la “Obra Pública”). Aquí, la Dra.
Cristina Fernández de Kirchner se encuentra procesada en orden a los delitos de
defraudación en perjuicio de la administración pública y también -sí, una vez más-
asociación ilícita. La imputación de este segundo delito quedó descripta de la
siguiente manera:
“Que se encuentra acreditado en autos en los términos del artículo 306 del Código
Procesal Penal de la Nación, que Cristina Elisabet Fernández, Julio De Vido, José
Francisco López, Nelson Guillermo Periotti, Carlos Santiago Kirchner, Lázaro Antonio
Báez y otras personas cuya intervención aún no se encuentra acreditada en el
expediente, habrían formado parte de una asociación, la que habría funcionado, al
menos, entre el 8 de mayo del año 2003 y el 9 de diciembre de 2015, destinada a
cometer delitos, para apoderarse ilegítimamente y de forma deliberada de los fondos
asignados a la obra pública vial, en principio, en la provincia de Santa Cruz”.
En síntesis, como puede apreciarse, antes de que se iniciara el presente proceso ya
existían tres expedientes por la misma imputación de asociación ilícita que se quiere
investigar en estas actuaciones.
Ergo, esta causa constituye el cuarto proceso en el cual mi defendida pasa a ser
enjuiciada como presunta jefa de una misma organización criminal desarrollada
mientras se desempeñó como Presidenta de la Nación entre los años 2007 y 2015. En
resumen, el caso de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner es un precedente que, a
no dudarlo, resulta único en los anales de jurisprudencia de cualquier sociedad, no ya
democrática, sino mínimamente civilizada.
B. El caso
Si bien las presentes actuaciones se encuentran al día de la fecha bajo secreto de
sumario, la cobertura periodística brindada al proceso permite reconstruir su inicio y
desarrollo. Veamos.
1. Según lo describió el periodista Diego Cabot en distintos artículos que fueron
publicados en el diario La Nación, el 8 de enero de 2018 el nombrado habría tomado
contacto por primera vez con las inscripciones que habría realizado el chofer Oscar
Centeno en un anotador, seis cuadernos espiralados y un cuaderno azul de tapa dura,
así como también con una serie de videos y algunas fotografías.
El material en cuestión, según informó el periodista, se encontraba en una caja
cerrada que habría sido entregada por el mismo Centeno meses antes a Jorge
Bacigalupo con el encargo de que éste la mantuviera bajo reserva. No obstante ello,
Bacigalupo se habría contactado con el periodista Cabot haciéndole entrega del
material que tenía bajo su custodia, lo cual habría ocurrido en el domicilio del primero.
A partir de aquí, siempre según el relato periodístico, Cabot habría convocado para el
análisis del material recibido a dos alumnos de la Maestría en Periodismo de la
Universidad Di Tella y La Nación, a saber, Candela Ini y Santiago Nasra. Ello, con el
propósito de estructurar la información y volcarla en un informe periodístico.
2. Según explicó Cabot, el 8 de marzo Bacigalupo le reclamó la devolución del
material que le había entregado. Ello así pues, Centeno, quien ignoraba por completo
que la caja había sido abierta y su material entregado a terceros, exigía la devolución
del mismo.
Aparentemente a través de engaños, Bacigalupo dilató la devolución del material a
Centeno, lo cual recién habría ocurrido el día 21 de marzo. Así lo relató Cabot, quien
explicó que previo a devolver los papeles a Bacigalupo fotocopió y digitalizó sus
originales. Luego, Bacigalupo se los habría devuelto a Centeno, quien no habría
disimulado su disgusto al advertir que la caja en cuestión había sido abierta,
retirándose de la casa del depositario infiel luego de haber discutido con éste.
3. El 26 de marzo, Cabot se habría reunido en un bar del barrio de Palermo con el
fiscal Carlos Stornelli, a quien le habría relatado el trabajo que venía desarrollando.
Luego, el 3 de abril el periodista habría visitado al fiscal en su casa para hablar más
tranquilo y exhibirle lo que tenía.
Ante un pedido del fiscal, el 10 de abril Cabot habría concurrido a la fiscalía del Dr.
Stornelli, en la cual habría prestado declaración y entregado las copias que obraban
en su poder, así como también una base de datos y la digitalización de todo el
material.
4. Aparentemente, la declaración del periodista y el material recibido fueron
incorporados a un legajo de investigación que tramitaba en el marco de la causa Nº
10.456/2014, públicamente conocido como el expediente de “gas licuado”. Luego, el
12 de junio del año en curso se habría ordenado la formación de un nuevo proceso
con el material reunido, que fue registrado bajo el Nº 9608/2018. El expediente en
cuestión quedó a cargo del mismo juez y del fiscal sin haberse realizado en este caso
el sorteo de práctica.
Esta información se desprende de los considerandos de la resolución dictada el 6 de
agosto con motivo del planteo de recusación formulado por la defensa de Oscar Isidro
José Parrili. Concretamente, se transcribió en dicha resolución lo que se habría
consignado en el “Legajo de Investigación Nº 62” de la causa Nº 10.456/2014, ya
mencionada, a saber: