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Depresión

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, que se traduce en un estado de


decaimiento y claudicación psicológica y biológica del paciente importante y continuado, y
se manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo aparecer desinterés, tristeza,
desmoralización, disminución de la autoestima...) y somáticos (pudiéndose presentar en
forma de pérdida del apetito, disminución del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño
con periodos de insomnio y de somnolencia, etcétera).

A la hora de realizar un diagnóstico correctamente se ha descartar los episodios de tristeza


pasajera o frustración, que se consideran como una reacción natural de la persona ante
acontecimientos negativos como las situaciones de duelo por la pérdida de un ser querido u
otras como divorcios o separaciones; aunque si se prolonga más allá de los seis meses o es
tan importante que sea incapacitante puede desembocar en lo que clínicamente se conoce
como una depresión mayor.

Tipos de depresión
Los diferentes tipos de depresión se clasifican en función a los síntomas que muestra el
paciente.

Grupo A

 Duración no inferior a 2 semanas.

 No atribuible al consumo de sustancias psicoactivas o a trastornos mentales


orgánicos.

Grupo B

 Humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y


mantenido en el tiempo de forma casi constante. No varía con las circunstancias
ambientales del sujeto, y persiste al menos durante 2 semanas.

 Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.

 Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.

Grupo C

 Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de


inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
 Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e
inadecuada.

 Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.

 Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse


de falta de decisión.

 Aparición de lentitud de las funciones motoras, o agitación.

 Alteraciones del sueño.

 Variaciones del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso


marcado del apetito).

Grupo D

 Presencia de síndrome somático, compuesto por alucinaciones, delirios, retardo


psicomotor o estupor grave, concordantes o no con el estado anímico del paciente.

De acuerdo a estos criterios se puede clasificar el cuadro depresivo en:

Episodio depresivo leve

Presenta dos o tres síntomas del grupo B. Estos pacientes, por lo general, son capaces de
continuar con sus actividades habituales con total normalidad.

Episodio depresivo moderado

El paciente presenta al menos dos síntomas del grupo B y un cierto número del grupo C,
hasta conformar un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes presentan dificultades
manifiestas para el desarrollo de las actividades habituales.

Episodio depresivo grave

Presentan todos los síntomas del grupo B, unidos a varios del grupo C, hasta conformar un
mínimo de ocho síntomas. Estos pacientes presentan una situación emocional
marcadamente ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y sentimientos
intensos de culpa e inutilidad.

En estos episodios cobran relevancia los intentos de suicidio, asociados a la carga somática,
principalmente en los pacientes de sexo masculino, por lo que estos pacientes deben ser
controlados de forma constante e incluso, en determinados casos, se debe valorar la
hospitalización del paciente. En esta fase pueden aparecer asociados síntomas del grupo D.
Causas de la depresión
Entre las principales causas de la depresión podemos encontrar tanto factores genéticos,
fisiológicos, personales como ambientales:

Factores genéticos
La presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar cercano (padres y
hermanos) incrementa en un 25-30% la probabilidad de sufrir depresión. En diversos
estudios se ha determinado que en los gemelos monocigóticos hay un 50% más de
probabilidades de que uno de los hermanos padezca depresión en el caso de existir
precedentes en el otro. Este porcentaje se reduce al 25% en el caso de gemelos dicigóticos.

Factores fisiológicos
La aparición y cronificación de la depresión se ha relacionado especialmente con un
descenso de los niveles de serotonina a nivel de las uniones neuronales. Por este motivo, en
el tratamiento de la depresión se emplea en ocasiones un grupo de fámacos, los inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina, cuya función consiste precisamente en modificar
los niveles de serotonina que se encuentran alterados en estos pacientes. Existe, además, un
grupo de enfermedades estrechamente ligadas a la aparición de depresión, la mayoría de
ellas relacionadas con alteraciones endocrinas:

 Migraña.

 Diabetes.

 Hipertiroidismo.

 Síndrome de Cushing.

 Enfermedad de Adisson.

 Amenorrea hiperprolactinémica.

Factores personales
Se ha visto que existe un porcentaje significativamente mayor de depresión en mujeres que
en hombres. La edad también es un factor influyente, y la franja comprendida entre los 35 y
los 45 años es la de mayor incidencia de depresiones. El embarazo y el posparto son etapas
vitales de la mujer con un mayor riesgo de aparición de depresión debido a las alteraciones
hormonales sufridas.
Factores ambientales
Se consideran factores potenciadores de la aparición de este trastorno todos aquellos que
son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad de encauzar los problemas...) en
cualquiera de sus ámbitos personales (laboral, familiar...), en especial si el sujeto se
encuentra además en una situación de dependencia o consumo habitual de alcohol, tabaco,
drogas, etcétera. Una situación de escasas o nulas relaciones interpersonales potencia
especialmente estos factores.

http://www.webconsultas.com/categoria/salud-al-dia/depresion

Enfermedades:

Depresión
 ¿Qué es?

 Causas

 Síntomas

 Prevención

 Tipos

 Diagnósticos

 Tratamientos

 Otros datos

¿Qué es?
La tristeza y la melancolía son dos sentimientos presentes en algún momento de la vida de
todas las personas, al igual que la alegría y el placer. Los dos primeros no son en sí
patológicos, pero en algunas ocasiones pueden llegar a serlo para ciertas personas. Cuando
el estado de ánimo de un individuo en un determinado momento de su vida sufre
sentimientos severos y prolongados de tristeza o síntomas relacionados que afectan a su
capacidad para relacionarse con otros, trabajar o afrontar el día, la tristeza se convierte en
una enfermedad, que se conoce como depresión.

Causas
Las causas de la depresión son variadas, pero la bioquímica puede ayudar a explicar
algunos casos. Las personas deprimidas muestran niveles muy altos de cortisol (una
hormona) y de varios agentes químicos que actúan en el cerebro, como los
neurotransmisores serotonina, dopamina y noradrenalina. Estos niveles pueden estar
elevados por motivos hereditarios. Explicaciones dadas al origen familiar de la depresión
son que los niños reciban una visión triste del mundo por el comportamiento de sus padres,
o crecer en un ambiente que no es totalmente enriquecedor.

Respecto a la depresión que no está causada por motivos familiares, las pérdidas
emocionales muy profundas pueden causar cambios bioquímicos que impulsen la
depresión. Estos cambios pueden provocar la enfermedad no de una forma inmediata, sino
más adelante. Otros factores pueden ser la pérdida de un trabajo, o la falta de capacidad de
adaptación a determinados cambios. A pesar de que no se sabe exactamente qué provoca la
depresión existen diversos factores identificados como los desequilibrios de los
neurotransmisores del cerebro. Los fármacos antidepresivos pueden ayudar a solucionar
este problema.

Síntomas de Depresión

 Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día según lo indica el propio sujeto o
la observación realizada por otros. En los niños y adolescentes el estado de ánimo
puede ser irritable.

 Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi


todas las actividades.

 Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso.

 Insomnio o hipersomnia.

 Agitación o enlentecimiento psicomotores.

 Fatiga o pérdida de energía casi cada día.

 Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados.

 Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión.

 Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente sin un plan


específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.

Tipos de Depresión
 La depresión mayor se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren
en la capacidad de las personas para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de
actividades que, en circunstancias normales, deberían resultar placenteras. La
depresión suele ocurrir una vez, pero es una enfermedad que suele provocar
recaídas a lo largo de la vida.

 La distimia es un tipo de depresión menos grave. Los síntomas se mantienen a largo


plazo, pero no evitan la actividad de las personas. También puede ser recurrente, es
decir aparecer más de una vez en la vida.

 El desorden bipolar es el tercer tipo. También se denomina enfermedad maniaco-


depresiva. La prevalencia de esta patología no es tan alta como las dos anteriores.
Se caracteriza por cambios de humor. Estados de ánimo muy altos se ven sucedidos
por otros muy bajos. Estos cambios son bruscos a veces, pero lo más frecuente es
que sean graduales. En el ciclo de depresión, las personas tienen alguno o todos los
síntomas de un problema depresivo.

En el ciclo maniaco, pueden sentirse hiperactivos, excesivamente locuaz y con


demasiada energía. A veces la manía afecta al pensamiento, el juicio y el
comportamiento social del individuo. Si la manía se deja sin tratar puede llevar a un
estado psicótico. Si la manía no se trata puede empeorar y provocar un estado
psicótico Depresion Post-parto Alrededor del 10 o 15 por ciento de las nuevas
madres lloran constantemente, se sienten terriblemente ansiosas, no pueden dormir
e, incluso no son capaces de tomar decisiones sencillas.

Otros síntomas son la tristeza profunda, el insomnio, el letargo y la irritabilidad. Es


lo que se conoce como depresión post-parto. La depresión post-parto es una
deformación severa del baby blues, un problema que sufren las dos terceras partes
de las madres que se manifiesta con un poco de tristeza y ansiedad. Algunas madres
sufren una ruptura total, denominada psicosis post-parto. Las razones por las que se
produce no están muy claras. Puede ser el stress, el desajuste hormonal producido
durante el embarazo y el posterior parto (las hormonas femeninas circulan
abundantemente durante el embarazo y caen bruscamente después). Además,
durante el embarazo suben los niveles de endorfinas, una molécula humana que
hace que el cuerpo se sienta bien. Esta molécula también decae tras dar a luz.

Por último, haber padecido una depresión aumenta el riesgo también. Existen
diversos tratamientos. Uno de los más utilizados es la terapia grupal, aunque en
ocasiones también es necesario tomar antidepresivos. Respecto a estos fármacos,
existe cierto medio de que se puedan transmitir al niño a través de a leche. En
general, el único fármaco que da problemas es el litio, que sí se introducen en la
leche, por lo que es necesario dejar de amamantar.

http://www.dmedicina.com/enfermedades/psiquiatricas/depresion-1
Tipos y síntomas

Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos


pueden clasificarse como leves, moderados o graves.

Una distinción fundamental es la establecida entre la depresión en personas con y sin


antecedentes de episodios maníacos. Ambos tipos de depresión pueden ser crónicos y
recidivantes, especialmente cuando no se tratan.

Depresión unipolar: Durante los episodios depresivos típicos hay estado de ánimo
deprimido, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, y reducción de la energía que
produce una disminución de la actividad, todo ello durante un mínimo de dos semanas.
Muchas personas con depresión también padecen síntomas de ansiedad, alteraciones del
sueño y del apetito, sentimientos de culpa y baja autoestima, dificultades de concentración
e incluso síntomas sin explicación médica.

Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos


pueden clasificarse como leves, moderados o graves. Las personas con episodios
depresivos leves tendrán alguna dificultad para seguir con sus actividades laborales y
sociales habituales, aunque probablemente no las suspendan completamente. En cambio,
durante un episodio depresivo grave es muy improbable que el paciente pueda mantener sus
actividades sociales, laborales o domésticas si no es con grandes limitaciones.

Trastorno bipolar: Este tipo de depresión consiste característicamente en episodios


maníacos y depresivos separados por intervalos con un estado de ánimo normal. Los
episodios maníacos cursan con estado de ánimo elevado o irritable, hiperactividad,
logorrea, autoestima excesiva y disminución de la necesidad de dormir.

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