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Batalla de Yungay
Beligerantes
Comandantes
40521-61002hombres 52672-53024hombres
4 piezas de artillería3 8 piezas de artillería5
Bajas
[ocultar]
v
d
e
(1836 - 1837)
Guayaquil y Callao
San Lorenzo
Paucarpata
Captura de la Peruviana
Juan Fernández
Talcahuano
Frente argentino
(1837 - 1838)
Humahuaca
Santa Bárbara
Vicuñay
Laguna Acambuco
Zapatera
San Diego
El Pajonal
Iruya
Montenegro
(1838 - 1839)
Islay
Captura de la Confederación
Captura de la Socabaya
Guías
Callao (1°)
Montoneras confederadas
Matucana
Pisco
Sierpe
Callao (2°)
Captura del Arequipeño
Captura en Samanco
Chiquián
Puente de Llaclla
Buin
Casma
Yungay
La batalla de Yungay fue el enfrentamiento bélico que puso fin a la Confederación Perú-Boliviana,
en el marco de la Guerra contra la Confederación Perú-Bolivianaentre el Ejército Confederado
Perú-Boliviano y el Ejército Unido Restaurador, formado con fuerzas de Chile y de peruanos
contrarios a la confederación, para lo cual Agustín Gamarra otorgó el mando al general Manuel
Bulnes .nota 1 Se desarrolló en Yungay, en territorio del Estado Nor-Peruano, a partir de las nueve de
la mañana del 20 de enero de 1839.
Las acciones de los generales Manuel Bulnes y Ramón Castilla decidieron la batalla en favor de los
restauradores, quienes desalojaron el cerro Pan de Azúcar, cruzaron la quebrada del río Áncash y
derrotaron al Ejército Confederado. Andrés de Santa Cruz, el mandatario de la Confederación,
afirmó que la deserción del coronel Eusebio Guilarte Vera influyó en el resultado del combate.
Índice
1Fuerzas enfrentadas
o 1.1Orden de batalla
2Antecedentes
3Geografía
4La batalla
o 4.5Finaliza el enfrentamiento
5Después de la batalla
6Consecuencias
7Véase también
8Referencias
o 8.1Notas
9Bibliografía
10Enlaces externos
Fuerzas enfrentadas[editar]
El Ejército Confederado contaba con un total de entre 40521 soldados (1521 de ellos eran
bolivianos) y 61002 hombres. El general Andrés de Santa Cruz, si bien era un
notable administrador y político, era un militar medio, que en esta ocasión no contaba entre su
estado mayor a dos de sus mejores generales, el británico Francisco Burdett O'Connor y el
alemán Otto Philipp Braun, veteranos ambos de las guerras de independencia
hispanoamericana que se habían distinguido en las anteriores campañas de Santa Cruz
primero contra Salaverry y luego en el frente argentino.
El Ejército Restaurador contaba con un total de entre 52672 soldados (4467 chilenos y 800
peruanos) y 53024 hombres (4280 chilenos y 1022 peruanos de los batallones Huaylas y Cazadores
del Perú), según relación del Estado Mayor General.11 A favor de los restauradores se encontraban
oficiales de gran experiencia en combate como el general y futuro presidente peruano, Ramón
Castilla, además, el general en jefe del Ejército restaurador era Manuel Bulnes y el jefe del Estado
Mayor, José María de la Cruz, ambos chilenos; los generales de las divisiones del ejército
restaurador eran los peruanos Juan Crisóstomo Torrico, Juan Bautista Eléspuru, Juan Francisco de
Vidal y Ramón Castilla. A pesar de que la batalla se libró por cuerpos y no por divisiones, los
generales peruanos condujeron el despliegue de las tropas.
Orden de batalla[editar]
Batallón Arequipa (Coronel Gil Espino) Batallón Cazadores del Perú (Coronel Isidro
Frisancho)
Batallón Cazadores del Centro(Coronel José
Gabriel Téllez) Compañía de Artillería (Teniente
Coronel Marcos Maturana)
Escuadrón de Carabineros de la
Frontera(Teniente Coronel José Ignacio García)
Antecedentes[editar]
Santa Cruz, al mando del Ejército Confederado, intentaba dar caza a los restauradores y tras un
indeciso combate en Buin el 6 de enero de 1839, trataba de terminar pronto con las tropas del
Ejército Restaurador para estabilizar la situación interna de la Confederación y evitar nuevos
alzamientos en su contra.
Los confederados avanzaron sobre sus enemigos y ocuparon Yungay, con el objetivo de cortar la
línea de abastecimiento de la Expedición Restauradora. Santa Cruz buscaba forzar la paz
aprovechando su situación ventajosa, pero Bulnes sabía que el regreso a Chile "sólo con la paz" era
inaceptable a la luz de los sucesos de la primera expedición liderada por Manuel Blanco Encalada,
quien, sin haber trabado combate, firmó el Tratado de Paucarpata, que mantenía la paz y el statu
quo. El Gobierno chileno desconoció el documento y Blanco Encalada fue destituido a su regreso a
Chile.
Bulnes junto con el Estado Mayor del Ejército Restaurador deciden buscar una posición más
adecuada y presentar batalla.
Geografía[editar]
El pueblo de San Miguel (donde se encontraban las tropas restauradoras) está tres leguas
de Yungay (donde se encontraban las tropas confederadas). A la izquierda de este se encuentra
el río Santa, pegado a la cordillera, el cual es cortado por el Ancash que baja desde esta y forma un
barranco. Desde San Miguel, a dos leguas, se ve a la izquierda primero el cerro Punyán, luego el
Pan de Azúcar y después el barranco del Ancash. A lado del Punyán está la hacienda del mismo
nombre.
La batalla[editar]
Los restauradores se establecieron cerca de Tarar, y el 13 de enero el general Santa Cruz ocupó el
pueblo de Yungay. A todo esto, los víveres comienzan a escasear en las tropas restauradoras, y no
habiendo donde obtenerlos, se requiere elegir entre continuar con la retirada o atacar a los
confederados en el sitio que ha elegido y que fortifica apresuradamente.
Ambos ejércitos, deciden dirimir una situación que se prolonga demasiado, y en la madrugada del
20 de enero el ejército restaurador pone en marcha desde San Miguel hacia Yungay las cuatro
divisiones que incluyen infantería, caballería y artillería.
La noche del 19 de enero Santa Cruz había enviado al coronel Manuel Rodríguez Magariños para
observar las acciones de los restauradores, pero Magariños mantiene una conversación con el
líder restaurador Agustín Gamarra.
Santa Cruz envía al general Anselmo Quiroz con 600 soldados a las cumbres del cerro Pan de
Azúcar, desde donde puede dominar todo el terreno. A lado de la quebrada del río Áncash se
encontraba por la derecha la división del general Ramón Herrera y por la izquierda la de José
Trinidad Morán. Al medio la artillería y detrás de ellos la caballería al mando del general José
María Pérez de Urdininea.
Separan a los dos ejércitos, un llano poco largo, encerrado entre el río Santa, y la Cordillera, y en
cuyo fondo se destacan, como en avanzada los cerros empinados de Áncash, Punyán y Pan de
Azúcar, detrás de cuales, se esconde la barranca profunda del río Áncash. Sigue después una
plazoleta de 350 metros de ancho, por 600 de largo, y a continuación las trincheras confederadas.
El caserío de Yungay cierra el cuadro.
El ataque de las tropas chilenas al cerro Pan de Azúcar, detalle de la acuarela de Carlos Wood.
Bulnes comienza su ataque por elPunyán. El batallón Aconcagua, al mando de Pedro Silva y guiado
por el coronel Juan Antonio Ugarteche, escala el cerro que es de fácil acceso, luego baja y espera
entre este y el Pan de Azúcar a reunirse con el resto del ejército restaurador.
Santa Cruz envía al batallón Ayacucho, que sube el Punyán y para sostener las posiciones allí
manda luego tres compañías más a órdenes del coronel Eusebio Guilarte Vera. Así Santa Cruz
tendría el control de las alturas de este cerro y del Punyán.
Bulnes ordena a los batallones Portales, Valdivia y Huaylas ocupar el cerro Punyán y enfrentarse a
las tropas confederadas que se encuentran allí. Las compañías confederadas del coronel Guilarte
abandonan la batalla por la derecha retrocediendo sin dar un disparo. El
batallón Ayacucho también es obligado a retroceder por los restauradores que toman el Punyán.
A las 9 de la mañana, Bulnes envía una columna de 400 hombres al mando de Jerónimo
Valenzuela de las compañías Carampangue, Santiago, Valparaíso y sexta de los Cazadores del
Perú, a ocupar el Pan de Azúcar; a ellos se les une el coronel Juan Antonio Ugarteche.
Las tropas confederadas de Quiroz hacen fuego nutrido y ruedan peñascos cuesta a bajo. En las
tropas restauradoras caen muertos el comandante Valenzuela, y luego el mayor Andrés Olivares,
quien le había sucedido en el mando. Las compañías siguen la ascensión liderados por sus
capitanes.
Para sostener a las tropas confederadas en el cerro Pan de Azúcar, Santa Cruz envía al
batallón Loa dividido en dos compañías, una al mando del coronel Feliciano Deheza y otra del
coronel Manuel Isidoro Belzu futuro presidente de Bolivia. El Loa atraviesa el barranco del río
Áncash y allí se enfrenta a otras tropas restauradoras enviadas por Bulnes.
Para las 10 de la mañana, la compañía del batallón Carampangue ya no tiene más jefe que una
sargento segundo, llamada Candelaria Pérez. Otras compañías están reducidas a la mitad, y
finalmente logran llegar a la cumbre tras un duelo a la bayoneta, donde mueren 500 confederados
incluyendo su jefe, el general Anselmo Quiroz.
Bulnes para contar con una mejor visión del campo de batalla, se acerca a la hacienda Punyán, la
cual ocupa sin resistencia. Desde allí observa los sucesos de la batalla.
Santa Cruz envía al regimiento Loa a apoyar a la guarnición de Quiroz en el cerro Pan de Azúcar. El
Regimiento Loa cruza la quebrada del río Áncash por un camino pegado a su lado derecho en las
faldas del cerro Áncash. Bulnes envía contra el Loa al batallón Colchaguade Urriola, quienes
ocultados bajo alta vegetación los dejan acercarse hasta dispararle una descarga, lo que tiende un
tercio del regimiento boliviano. El Regimiento Loa carga a la bayoneta sobre el Colchagua,
haciéndolo retroceder. Bulnes envía al batallón Portalesapoyar al Colchagua el general Juan
Bautista Eléspuru conduce personalmente a este cuerpo cayendo mortalmente herido durante el
enfrentamiento que hace retroceder al Regimiento Loa por el mismo camino de la quebrada del
río Áncash.17 Los soldados del Portalespersiguen a los confederados pasando la quebrada y
llegando hasta sus defensas, pero tienen que retroceder por la superioridad numérica en las
defensas confederadas de Herrera, por lo cual retornan atrás de la quebrada.
Los confederados se mantienen tras las trincheras de piedra y barro, colocados en la derecha se
encuentra las divisiones de Herrera con los batallones de Peña, Sierra y Bermúdez y las divisiones
Trinidad Moran en la izquierda con los batallones Pichincha, Arequipa y Cazadores del Centro.
Detrás se encontraba la caballería confederada y las compañías Lanceros y Escolta del Protector
Santa Cruz.
La batalla se hace general, los restauradores a campo abierto, y los confederados tras sus
trincheras. Detrás del río Áncash se encontraba la artillería del coronel Maturana del ejército
restaurador. La artillería confederada se atacaba desde el medio de su línea al mando del coronel
Pareja.
A las 14:30, el general Pedro Bermúdez envía al regimiento Constituyente a saltar sus trincheras, y
cargar a la bayoneta, sobre el batallón Portales, que comienza a batirse en retirada, quebrantando
a toda la línea restauradora con su ejemplo, recibiendo además la carga de los confederados
desde las trincheras.
Dando por segura la derrota de los restauradores, la caballería del general Pérez de Urdininea,
parte a cortar a los batallones en retirada, y la infantería confederada deja sus parapetos para
atacarlos en campo abierto.
Ante la carga de Santa Cruz, existen dos versiones diferentes, una peruana y otra chilena.
La historiografía chilena indica que ante la carga de Santa Cruz y la retirada de los restauradores,
Bulnes toma el mando del batallón Valparaíso, cruzando la quebrada del río Ancash, para apoyar
al Portales. De igual manera cruzan el la barranca de Ancash el Santiagoy la mitad del Huaylas para
apoyar la retirada del Carampangue. La acción de Bulnes permite organizarse al Portales y
el Carampanguey volver a la batalla. Algunos batallones confederados que habían dejado sus
trincheras regresan a sus defensas.
La caballería restauradora también cruza el Ancash que apenas organizada al otro lado al mando
de Fernando Baquedano se enfrenta a la caballería confederada de Pérez de Urdininea.
Carga final de la caballería chilena en la última fase de la batalla.
El coronel Fernando Baquedano también se lanza a la carga. Se enfrentan cerca a las líneas de la
infantería confederada contra los Lanceros de Bolivia y la escolta de Santa Cruz. Los confederados
envían al coronel García Pizarro con los escuadrones Coraceros y Carabineros de la Frontera que,
hacen retroceder a Baquedano después de ser herido. Baquedano con una nueva carga con la
cincos escuadrones de caballería, hace retirar a los confederados agrupándose con su infantería.
En una tercera carga en masa de la caballería restauradora, quiebra la línea de defensa de Santa
Cruz.
La historiografía peruana indica que ante la carga de Santa Cruz y la retirada de los restauradores,
Castilla ordena a los batallones Santiago al mando de Sessé y medio Huaylas al mando de Vivero a
regresar a la batalla pidiéndole a Gamarra sostenga su posición con estas tropas junto al
escuadrón Lanceros. Castilla informa a Bulnes de sus acciones.
Castilla se reúne con el general Eléspuru y el coronel Frisancho para que con sus tropas y el
escuadrón Carabineros se dirijan a enfrentar a los confederados y evitar la retirada.
Con ello, Castilla a la cabeza del Santiago y Lanceros cruza la boca del río Ancash y haciendo
retroceder la carga confederada.
Finaliza el enfrentamiento[editar]
Así confederados y restauradores nuevamente se enfrentan entre la quebrada del río Ancash y los
parapetos defendidos por las tropas del Protector.
En sus trincheras, los confederados intentan resistir en ellas, pero son dispersados a la bayoneta,
en una carga final. Allí quedan de los bolivianos, 2 generales y 1400 hombres muertos: 3
generales, 9 coroneles, 155 oficiales, y 1600 soldados prisioneros, 7 banderas, toda su artillería,
2500 fusiles, todo el material de su ejército, y hasta la correspondencia privada de Santa Cruz.
El Diario Militar del coronel Antonio Plascencia describe que, a una legua de Yungay a Mancosh, se
encontraron 277 confederados muertos por la espalda lanceados por la caballería restauradora.
Bulnes cuenta 1300 muertos, en el mismo campo de batalla, el presidente del Perú Agustín
Gamarra confiere a Manuel Bulnes el título de gran mariscal de Ancash y a José María de la Cruz el
grado de general de división del Perú.
Después de la batalla[editar]
Santa Cruz, acompañado de los generales Riva Agüero, Blas Cerdeña y Guillermo Miller, llega
a Lima después de cuatros días. Desconfiando de su seguridad personal en esa ciudad, Santa Cruz
viaja a Arequipa, de donde enfrenta un motín popular. Refugiado en el consulado inglés de Islay,
un buque de guerra de la misma nación desembarca 50 hombres para conducirlo a bordo e
impedir que caiga en manos opositoras.
Por otro lado 900 soldados confederados comandados por los generales Pardo De Zela, Francisco
de Paula Otero y Ramón Herreramarchaban hacia Lima con el fin de reunirse con las tropas del
ejército del sur al mando del mariscal Blas Cerdeña y las tropas del general Antonio Vigil que
llegaban a 1000 hombres en el Callao.
Una insigne traición estallada en los críticos momentos del combate ha sido desgraciado
acontecimiento que nos priva hoy del triunfo
En Bolivia el canciller José María Urcullo del gobierno de José Miguel de Velasco se declara en paz
con Chile, agradeciendo la destrucción del protectorado.
Bolivia por su parte ha recibido con transportes de alegría un suceso que ha asegurado en América
meridional la existencia de los principios republicanos afianzando la independencia de Perú y
Bolivia para la conservación del equilibrio continental
Por toda recompensa, Bulnes pide al presidente Prieto que reincorpore a los militares dados de
baja en 1830 y restituya a Bernardo O'Higgins el título y honores de capitán general, lo que es
acordado por decreto del 8 de agosto de 1839.
Campo de batalla, enero 20 Amado primo: Son las 4 de la tarde de este día, a cuya hora soy
vencedor sobre el ejercito de Santa-Cruz, de tal modo que le puedo asegurar a Ud. que la campaña
es terminada: como que luego, luego le notificare a Ud. de sus pormenores.
Urriola adelantara este conocimiento. Prepárese Ud. para dispensar premios a un ejército que por
su valor sin igual i moralidad es sin ejemplo. Siempre, siempre de Ud
Manuel Bulnes, General en Jefe del Ejército Unido Restaurador[1]
En Lima, Bulnes es recibido con entusiasmo y Agustín Gamarra instala su gobierno. El gobierno
Perú pagó al gobierno de Chile el servicio prestado por el ejército de este país al derrotar a Santa
Cruz,20 así como reconoció las acciones de los oficiales de Chile otorgándoles premios21 y
condecoraciones del ejército peruano.22 Gamarra envió una carta de felicitación al presidente
Joaquín Prieto, agradeciendo su apoyo y reconociendo el accionar del ejército chileno. El 21 de
enero, el Presidente Gamarra dirigió a los soldados del ejército unido restaurador la siguiente
proclama:23
Soldados. habéis probado espléndidamente que conocéis vuestros deberes para sostener vuestros
derechos; sois dignos de combatir por la libertas, en donde quiera que se la ultraje; ella es también
el objeto que mas venera vuestro compañero.
Agustín Gamarra, Presidente del Perú. Casa de Gobierno en Yungay, 21 de enero de 1839.24
Consecuencias[editar]
El triunfo en esta batalla es recordado por el Ejército de Chile con el Himno de Yungay,25 y en el
Perú con la creación del Departamento de Ancash, zona donde se realizó la batalla de Yungay,
reemplazando al antiguo Departamento de Huaylas.
La batalla de Yungay no tiene, en la memoria histórica del Perú, la misma importancia que tiene en
la de Chile. Mientras que en el primero no se conmemora oficialmente, ya que las guerras contra
la Confederación se vivieron más como una guerra civil que como una guerra externa, en Chile se
la recuerda como un hito fundacional de la nación.
Véase también[editar]
Candelaria Pérez
Roto chileno
Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b Gustavo Vásconez Hurtado "El general Juan José Flores: la república,
1830-1845" pág. 219
5. Volver arriba↑ Gonzalo Bulnes, " Historia de la Campaña del Perú en 1838", pág.
385
6. Volver arriba↑ Sotomayor Valdés, Ramón (1896). Campaña del ejército chileno
contra la Confederacion Perú-Boliviana en 1837: Memoria presentada a la
Universidad de Chile. Santiago: Imprenta Cervantes, pp. 141.
9. Volver arriba↑ Velázquez, Luis Horacio (1958). Vida de un Héroe: Biografía del
Brigadier General Juan Esteban Pedernera. Buenos Aires: Ed. Peuser, pp. 169.
11. Volver arriba↑ inserta en "Historia del jeneral Salaverry" por Manuel Bilbao, pág.
145
12. Volver arriba↑ Bulnes, Gonzalo (1878). "Batalla de Yungay, 20 de enero de 1839".
En Historia de la Campaña del Perú en 1838. Santiago de Chile: Impr. de "Los
Tiempos", pp. 379-396. Véase enMemoria Chilena.
13. Volver arriba↑ Del Busto D., José Antonio: Historia Cronológica ( 2006) Lima,pp.
373-374
14. Volver arriba↑ Ernesto Díez Canseco, "Perú y Bolivia: pueblos gemelos", pág. 353
15. Volver arriba↑ Gonzalo Bulnes, "Historia de la Campaña del Perú en 1838", pág.
322
17. Volver arriba↑ Sotomayor Valdés Ramón "Campaña del ejército chileno contra la
Confederación Perú-Boliviana en 1837"
19. Volver arriba↑ "Santa Cruz. El Cóndor Indio". Por Alfonso Crespo.
20. Volver arriba↑ Convención celebrada con el gobierno de Chile para el pago de la
deuda peruana
21. Volver arriba↑ Concediendo premios a los jefes y oficiales de la marina chilena
25. Volver arriba↑ Pedemonte, Rafael (2008). Los acordes de la patria. Música y
nación en el siglo XIX chileno. Santiago: Globo Editores.
Notas[editar]
1. Volver arriba↑ Por decreto de 15 de octubre, alegando Gamarra que las fuerzas
peruanas y chilenas debían marchar bajo un solo jefe, y que las atenciones de la
administración no le permitían ser general en jefe de las fuerzas unidas cuyo
supremo mando y dirección debía ejercer en la campaña inminente, nombró para
el arduo cargo de general en jefe al general Bulnes.[sic]10
2. Volver arriba↑ Estas eran compañías escogidas y sacadas de otros cuerpos del
ejército protectoral.[sic]14
Bibliografía[editar]
Bulnes, Gonzalo (1878). «Historia de la Campaña del Perú en 1838». Santiago, Chile: Impr.
Los Tiempos. Archivado desde el original el 28 de septiembre de 2007. Consultado el 2007.
Crespo, Alfonso (1979). «Santa Cruz, el cóndor indio.». La Paz, Bolivia: Librería y Editorial
Juventud. Consultado el 2007.
Enlaces externos[editar]
Mapa de Yungay, Rio Ancash, Rio Santa, Cerro Punyan, Cerro Pan de Azúcar
La Batalla de Yungay
Categorías:
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Perú en 1839
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