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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL JUICIO: “ANTOLIANO CARDOZO REYES C/ EL ESTADO

PARAGUAYO S/ INDEMNIZACION DE DAÑO MORAL”. AÑO: 2009 – Nº 1667.------------------------------------

ACUERDO Y SENTENCIA NUMERO: MIL DOSCIENTOS SETENTA Y DOS.-

En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los Catorce


días del mes de Octubre del año dos mil trece, estando en la Sala de Acuerdos de la
Corte Suprema de Justicia, los Excmos. Señores Ministros de la Sala Constitucional, Doctor ANTONIO
FRETES, Presidente y Doctores GLADYS BAREIRO DE MÓDICA y VÍCTOR MANUEL NÚÑEZ RODRÍGUEZ,
Miembros, ante mí, el Secretario autorizante, se trajo al acuerdo el expediente caratulado: ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD EN EL JUICIO: “ANTOLIANO CARDOZO REYES C/ EL ESTADO PARAGUAYO S/
INDEMNIZACION DE DAÑO MORAL”, a fin de resolver la acción de inconstitucionalidad promovida por el
Abogado Hernán Salazar, en nombre y representación del señor Antoliano Cardozo Reyes.-------------------

Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Constitucional, resolvió
plantear y votar la siguiente:-----------------------------------------------------------------------------------------------------

C U E S T I O N:

¿Es procedente la acción de inconstitucionalidad deducida?.----------------------------------------------------------

A la cuestión planteada el Doctor NÚÑEZ RODRÍGUEZ dijo: Se presenta ante esta Corte el Abog. Hernán
Salazar, en nombre y representación del señor Antoliano Cardozo Reyes a promover acción de
inconstitucionalidad contra el A.I. Nº 825 de fecha 09 de octubre de 2009, dictada por el Tribunal de
Apelación en lo Civil y Comercial del Tercer Turno, en los autos caratulados: “ANTOLIANO CARDOZO REYES
C/ ESTADO PARAGUAYO S/ INDEMNIZACION DE DAÑO MORAL”.------------------------------------------------------

1- Alega el accionante que el citado pronunciamiento adolece de abierta arbitrariedad, en razón de que
los miembros del Tribunal han omitido el estudio y análisis de principios jurídicos que hoy día dominan la
doctrina de los derechos humanos, contenidos en instrumentos internacionales firmados y ratificados por
el Estado Paraguayo, para considerar que su derecho había prescripto. Resalta que han soslayado el
precepto contenido en el Art. 5 de la Constitución, que claramente establece la imprescriptibilidad de las
acciones judiciales por violaciones de derechos humanos, declarados en todo el repertorio del derecho
humanitario internacional, sobre todo cuando se deben a motivos políticos. Señala que tampoco han
tenido presente la normativa dispuesta por la Ley Nº 838/96, que indemniza a las víctimas de la dictadura,
pues en aquel año ya hubieran estado prescriptas las acciones de resarcimiento. Concluye así que carecen
de lógica, coherencia y no tienen sustento en las leyes fundamentales la posición de los juzgadores.------

2.- Por A.I. Nº 825 de fecha 09 de octubre de 2009, dictada por el Tribunal de Apelación en lo Civil y
Comercial del Tercer Turno resolvió: “Declarar desierto el recurso de nulidad; CONFIRMAR el auto
apelado; IMPONER costas a la perdidosa...” La resolución confirmada fue el A.I. Nº 826 de fecha 11 de
agosto de 2008, dictada por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Décimo Tercer
Turno, por el que se hacía lugar a la excepción de prescripción opuesta, y declaraba prescripta la acción
que tenía el demandante para reclamar de la accionada indemnización de daños y perjuicios por
responsabilidad extracontractual. Esgrime el Tribunal, que la normativa aplicable al caso es la contenida
en el Código Civil, que establece el plazo de dos años para reclamar la responsabilidad civil derivada de

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actos ilícitos. Puntualiza que el Art. 5 de la Constitución, al tratar de la imprescriptibilidad, se refiere
exclusivamente a los delitos, es decir, a la acción de la víctima en el ámbito penal, que es independiente
de la acción civil, y sujeta a otro régimen prescripcional. Menciona además que la Ley Nº 838/96 que
indemniza a las víctimas por violación de derechos humanos durante la dictadura, es la correspondiente
exclusivamente a la Defensoría del Pueblo, no aplicable a las demandas promovidas en el ámbito civil.
Finalmente, en lo que respecta al principio del cómputo, concluye afirmando que la demanda no hubiera
podido ser interpuesta sino a la caída del gobierno dictatorial, debiendo entonces estar planteada y
notificada, a más tardar, 03 de febrero de 1991, a las 09:00 horas.--------------------------------------------------

3.- La acción debe prosperar

De la lectura y análisis de la acción planteada, podemos notar que los argumentos esgrimidos por el
accionante cuentan con un sustento jurídico y lógico que permiten considerar arbitraria la resolución
impugnada, puesto que se ha violado el deber constitucional que tienen los Magistrados de fundar sus
decisiones en primer lugar, en la Constitución; así como tampoco han tenido en cuenta el derecho
internacional sobre la materia, receptado a través de los tratados internacionales que integran nuestro
ordenamiento positivo en el segundo orden, por debajo de la Ley Fundamental.--------------------------------

Se advierte que el razonamiento edificado por el Tribunal no se apoya en un análisis cabal e integrado de
nuestro ordenamiento jurídico, al ignorar el orden de prelación asentado en el Art. 137 de nuestra Carta
Magna, dando prioridad a una disposición contenida en una ley general por sobre un claro precepto
constitucional directamente aplicable para la decisión correcta, razonable y justa de la controversia. En
efecto, soslaya la aplicación del Art. 5 de la Constitución, que propugna la imprescriptibilidad de los delitos
de lesa humanidad, haciendo una interpretación restrictiva, aislada y por demás irrazonable del citado
artículo, circunscribiendo su alcance al ámbito penal, en desmedro del derecho a la defensa integral de
los derechos, a la protección de la dignidad humana, y a obtener una tutela judicial efectiva.-----------------

Habiendo adelantado mi opinión sobre la cuestión sometida a estudio, creo oportuno señalar que si bien
en reiterados fallos esta Corte ha sostenido que esta vía excepcional no constituye una tercera instancia
para la revisión de las cuestiones de fondo y forma que fueron debatidas y resueltas en las instancias
ordinarias, salvo que se advierta una ostensible conculcación de derechos, principios o garantías
constitucionales en las decisiones emanadas de los juzgadores; es justamente esta la circunstancia que se
advierte en autos.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Tampoco podemos dejar de recordar que la Corte Suprema de Justicia es la encargada de cumplir y velar
por el cumplimiento de la Constitución, para mantener su vigencia y el ideal de justicia que es uno de los
pilares fundamentales de todo Estado Social de Derecho.---------------------------------------------------------------

Pues bien, en el caso de autos, se reclamó la indemnización de daños y perjuicios (daño material y daño
moral) con motivo de los atropellos sufridos durante la época de la dictadura, derivados de la privación
ilegítima de su libertad. El quid de la cuestión en torno a la cual giró la discusión en ambas instancias,
recayó netamente sobre lo relativo a la prescriptibilidad o no de la acción de indemnización de daños y
perjuicios por responsabilidad extracontractual, cuando se reclama el resarcimiento de los daños
provocados por la violación de derechos humanos durante el periodo de la dictadura (1954 – 1989).------

En lo medular, el Tribunal interpretó que el Art. 5 de la Constitución hacía referencia exclusivamente a los
delitos, a la acción penal, que es independiente de la acción civil, sujeta a otro

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régimen prescripcional establecido en el Código Civil. Coincidió así con el juzgador inferior en que la acción
se hallaba prescripta, habiendo transcurrido el plazo de dos años establecido en el Art. 663 inc. f) del C.C.
a contar desde la caída de la dictadura en febrero de 1989.-------------------------------------------------------------

Para abordar el tema de la prescriptibilidad de la acción de indemnización derivada de la comisión de


delitos de lesa humanidad, creemos conveniente remitirnos al repertorio legal vigente en el orden
interno e internacional, que será nuestro marco para sentar nuestra posición al respecto.---------------------

En nuestra Constitución de 1992, tanto en el preámbulo como en el primer artículo de las declaraciones
fundamentales, se pone énfasis en que todo el aparato estatal, la nueva estructura democrática descansa
fundamentalmente en el reconocimiento de la dignidad humana. En su Artículo 137, dispone que “La ley
suprema de la República es la Constitución. Esta, los tratados, convenios y acuerdos internacionales
aprobados y ratificados, las leyes dictadas por el Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior
jerarquía, sancionadas en consecuencia, integran el derecho positivo nacional en el orden de prelación
enunciado”. Por su parte, el Artículo 141 de nuestra Carta Magna señala particularmente que los tratados
internacionales forman parte del ordenamiento legal interno, con la jerarquía establecida en el Artículo
137. Asimismo, el Artículo 143 denota el compromiso asumido por nuestro país, de aceptar someterse al
derecho internacional en sus relaciones internacionales, ajustándose entre otros principios, al de “…la
protección internacional de los derechos humanos” Conforme al Artículo 145, admite la vigencia de un
orden jurídico supranacional, “…que garantice la vigencia de los derechos humanos…”. Para este
mismo efecto, el Art. 5, 2da. Parte, trata: “…El genocidio y la tortura, así como la desaparición forzosa de
personas, el secuestro y el homicidio por razones políticas son imprescriptibles”.----------------------------------

El Estado paraguayo ha ratificado la gran mayoría de los tratados sobre derechos humanos y los dos
protocolos adicionales que se han celebrado en el marco de la OEA. Así, Paraguay es Estado parte de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, aprobada y ratificada
por Ley Nº 1/89, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas. En el marco de la ONU, el Estado paraguayo es
parte, entre otros tratados relacionados con derechos humanos, del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de la Convención
contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Merece especial mención
que por Ley Nº 3458/2008 ha aprobado la Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de
Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad.------------------------------------------------------------------------------

El Art. 1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica,
establece: “Obligación de Respetar los Derechos. 1. Los Estados Partes en esta Convención se
comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidas en ella y a garantizar su libre y pleno
ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otro índole, origen nacional o social,
posición económicas, nacimiento o cualquier otra condición social” A su vez, al regular sobre las funciones
de la Corte Interamericana sobre Derechos Humanos, en el Art. 63.1 refiere: “Cuando decida que hubo
violación de un derecho o libertad protegido en esta Convención, la Corte dispondrá que se garantice al
lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá asimismo, si ello fuera procedente,
que se reparen las consecuencias de la medida o situación que ha configurado la vulneración de esos
derechos y el pago de una justa indemnización a la parte lesionada”.------------------------------------------------

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Entonces, cuando el Art. 5 de la Carta Magna sienta el principio general de la imprescriptibilidad de los
delitos por razones políticas, más conocidos en la doctrina universal como delitos de lesa humanidad, y
haciendo una correcta y armoniosa exégesis de dicho precepto, atendiendo al contexto constitucional e
internacional, en materia de protección a los derechos humanos, no es razonable admitir una
interpretación restrictiva del mismo, en el sentido que solo se circunscribe a la acción penal; sino que se
refiere a todas las consecuencias que tienen su origen en estos tipos delictivos, tanto punitorias como
resarcitorias, por lo que estimo que la imprescriptibilidad debe entenderse extensiva tanto a la acción
penal como a la civil.------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Admitir una interpretación en sentido restrictivo, limitándolo solo a la esfera penal, no se compadecería
con el reconocimiento efectivo de la dignidad humana, sobre el cual se asienta todo nuestro diseño
constitucional. Más aun, que en esta materia, y en virtud del principio pro homine, se debe estar siempre
por la interpretación más amplia o extensiva cuando se trata del reconocimiento de derechos, y a la más
restringida cuando se establecen limitaciones a los mismos. Demás está decir, que la norma constitucional
no hace ningún distingo especial, por lo que la imprescriptibilidad establecida alcanza a cualquier acción
emergente del ilícito, incluso a la acción resarcitoria. Cabe traer a colación el adagio “Ubi lex non distinguit,
non distinguire debemus”.--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Dejo sentada así mi postura sobre este tema, en el sentido de que la imprescriptibilidad de los delitos
contra la humanidad abarca tanto a la acción civil como a la penal que emanan de estos ilícitos
internacionales. Ello es así, porque este tipo de crímenes, por su extrema gravedad y trascendencia, se
enmarcan en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos como un atropello a la dignidad de la
persona humana, que constituye en definitiva el bien jurídico supremo, que el Estado debe proteger en
toda su extensión.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

A modo de reforzar la tesis sostenida, si de un mismo hecho nacen ciertas acciones, darles un tratamiento
distinto no guarda coherencia, por lo tanto, si de los crímenes contra la humanidad derivan acciones civiles
y penales, ambas deben correr la misma suerte, por la necesaria correlación entre la imprescriptibilidad
de la acción penal y de la acción civil. Si bien no es menos cierto que ambas acciones tienen enfoques
diferentes, una con tinte eminentemente punitorio, y la otra, destinada a la reparación de las
consecuencias dañosas; tratándose de delitos de lesa humanidad, debe colegirse que todas las
consecuencias que engendra son imprescriptibles, en tanto amerita un trato especial, por involucrar la
misma dignidad humana.--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Solamente predicando también la imprescriptibilidad respecto de la acción civil emergente de estos


ilícitos, se estaría dotando de plena operatividad y efectividad a la protección de los derechos humanos,
en el sentido de que únicamente de esta forma el Estado estaría cumpliendo a cabalidad la obligación a
su cargo, de reparar de forma integral a las víctimas, con miras a restablecer el orden quebrantado,
cuando sea posible, o de una forma sustitutiva. En este sentido, es claro el Art. 39 de nuestra Constitución,
cuando dice que “Toda persona tiene derecho a ser indemnizada justa y adecuadamente por los daños y
perjuicios de que fuese objeto por parte del Estado…”.------------------------------------------------------------------

En esta línea de razonamiento, si se parte de la premisa de la imposibilidad de oponer la prescripción


frente a la potestad punitoria del Estado, a fortiori, la imprescriptibilidad debe asumirse también respecto
de la reparación de los daños ocasionados por la comisión de dichos ilícitos.--------------------------------------

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En otro orden de ideas, si bien el Código Civil regula esta materia en lo que respecta a la responsabilidad
extracontractual, consagrando la regla general de la prescriptibilidad de las acciones; no es menos cierto
que solo rige para las relaciones entre particulares o de estos con el Estado en un plano doméstico, habida
cuenta que la situación generada con motivo de estos tipos delictivos de extrema gravedad, excede el
marco legal del Código Civil y amerita un tratamiento diferenciado. En efecto, este Código no ha sido
elaborado para regular la responsabilidad internacional del Estado que se origina con los crímenes de lesa
humanidad, y la consecuente obligación de reparar a las víctimas y a sus familiares por las graves
violaciones a los derechos humanos.------------------------------------------------------------------------------------------

No está demás acotar, que las normas del derecho común interno son aplicables en tanto y en cuanto no
entren en contradicción con la fuente de la obligación indemnizatoria a cargo del Estado; obligación
estatal que dimana de la propia Constitución y de los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos.-

Dicho lo cual, siendo el instituto de la prescripción liberatoria una disposición de derecho interno, de
gradación inferior a la constitucional, debe ceder inexorablemente frente a una norma jerárquicamente
superior, de rango constitucional, y que ha sido acogida por nuestra Carta Magna del Derecho
Internacional. De tal manera, que respecto a las indemnizaciones derivadas de los delitos de lesa
humanidad, no pueden estar sujetas a ningún límite temporal para su ejercicio.----------------------------------

En este tren, y trasladándonos al escenario internacional, “…de acuerdo a los artículos 1.1 y 63.1 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, cuando ha habido una violación a los derechos humanos,
surge para el Estado infractor la obligación de reparar con el pago de una justa indemnización a la parte
lesionada. A juicio de la Corte Interamericana, el artículo 63.1 de la Convención “constituye una norma
consuetudinaria que es, además, uno de los principios fundamentales del actual derecho de gentes tal
como lo han reconocido esta Corte (...) y la jurisprudencia de otros tribunales (...)” (Caso Aloeboetoe y
otros de 1993). En un fallo reciente, aplicando este criterio señala: “Tal como ha indicado la Corte, el
artículo 63.1 de la Convención Americana refleja una norma consuetudinaria que constituye uno de los
principios fundamentales del derecho internacional contemporáneo sobre la responsabilidad de los
Estados. De esta manera, al producirse un hecho ilícito imputable a un Estado, surge de inmediato la
responsabilidad internacional de este por la violación de una norma internacional, con el consecuente
deber de reparación y de hacer cesar las consecuencias de la violación”. (Caso Trujillo Oroza, de 2002. En
el mismo sentido: caso Cantoral Benavides, de 2001; caso Cesti Hurtado, de 2001; caso Villagran Morales
y otros, de 2001; Caso Bamaca Velasquez, de 2002). En otras sentencias la misma Corte ha manifestado:
“Es un principio de Derecho Internacional, que la jurisprudencia ha considerado ‘incluso una concepción
general de derecho’, que toda violación a una obligación internacional que haya producido un daño
comporta el deber de repararlo adecuadamente”. (Caso Velásquez Rodríguez, de 1989. En el mismo
sentido: caso Godinez Cruz, de 1989. Asimismo, la Corte también ha aclarado que el artículo 63.1 de la
Convención, no remite al derecho interno para el cumplimiento de la responsabilidad del Estado, de
manera que la obligación “no se establece en función de los defectos, imperfecciones o insuficiencia del
derecho nacional, sino con independencia del mismo”. (Caso Velásquez Rodríguez)”.-----------------------

Entonces, siguiendo esta línea de pensamiento, si la prescripción está regulada por el derecho interno,
debe ceder irremediablemente frente al derecho imperativo internacional, en tanto estos convenios
internacionales sobre la materia, también integran nuestro ordenamiento jurídico en el orden de
prelación enunciado en el Art. 137 del C.C., y por ende, también por sobre las leyes internas. Compartimos
plenamente lo apuntado por la CIDH, que el cumplimiento de la obligación de garantizar el ejercicio pleno

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de los derechos, exige el restablecimiento de la víctima a su condición anterior al ilícito; de ahí que sólo
puede concluirse que la comisión de un delito de lesa humanidad deja sin efecto las normas internas
relativas a la prescripción.-------------------------------------------------------------------------------------------------------

Se suma otro argumento contundente para terminar de apuntalar esta posición, y que hace referencia a
la responsabilidad directa asumida por el Estado Paraguayo, en virtud de la Ley Nº 838/96, de correr con
las indemnizaciones a favor de las víctimas de la dictadura, que imperó en nuestro país desde 1954 hasta
1989, por violación de derechos humanos por cuestiones políticas e ideológicas.---------------------------------

El Art. 1 de la aludida ley dispone: “Las personas de cualquier nacionalidad que durante el sistema
dictatorial imperante en el país entre los años 1954 a 1989 hubieren sufrido violación de sus derechos
humanos (…) serán indemnizadas en los términos de la presente ley. Las mismas tendrán un plazo de
treinta meses a partir de la promulgación de esta ley para la presentación del reclamo correspondiente”
Esta artículo fue modificado en varias ocasiones, por sucesivas leyes, en el sentido de extender el plazo
para efectuar los reclamos indemnizatorios.------------------------------------------------------------------------------

Sin embargo, en la última modificación dispuesta por la Ley Nº 4381/2011, en la última parte del Art. 1º
introdujo lo siguiente: “…El derecho a peticionar por parte de las víctimas es imprescriptible”,
estableciendo expresamente en el Art. 2º, la derogación de todas las demás disposiciones contrarias a
dicha ley. Valga resaltar, que esta norma se haya en perfecta consonancia con el precepto constitucional
contenido en el Art. 5 de la Carta Magna y con la normativa internacional.-----------------------------------------

Entonces, por un principio elemental de coherencia que subyace a la teoría de los actos propios, si el
Estado Paraguayo ha declarado por esta ley de reciente data, que el derecho a reclamar indemnizaciones
por parte de las víctimas de violaciones de derechos humanos durante la dictadura, es imprescriptible, no
puede pretender ahora en sede judicial y como parte demandada, pretender invocar esta defensa para
rehusar el cumplimiento de la obligación resarcitoria asumida.--------------------------------------------------------

Conforme a los argumentos pergeñados, considero que el fallo impugnado debe ser descalificado como
acto judicial por ser arbitrario. En efecto, y como ya lo he manifestado, se ha violado el deber
constitucional que tienen los Magistrados de fundar sus decisiones en primer lugar, en la Constitución, en
segundo lugar, en los tratados internacionales vigentes en nuestro país, priorizando una disposición legal
de inferior jerarquía. Ha endilgado al mandato constitucional inserto en el Art. 5, una interpretación
restrictiva, irrazonable, y hasta distorsionada, no habiendo justificado su decisión interpretativa de
manera coherente y sistemática, teniendo en cuenta el plexo normativo vigente en nuestro país sobre la
materia. Todo lo cual, lo llevó a adoptar una decisión arbitraria, obviando aplicar el claro postulado
constitucional que trata de la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad, e impidiendo así el
ejercicio pleno de los derechos, coartando a la víctima la posibilidad de reclamar y obtener una justa
reparación.---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Por todo lo expuesto precedentemente, considero que corresponde hacer lugar a la presente acción de
inconstitucionalidad, y en consecuencia, declarar la nulidad del A.I. Nº 825 de fecha 09 de octubre de 2009,
dictado por el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial, Tercera Sala, por ser arbitrario y violatorio de
principios y garantías de rango constitucional. Los antecedentes de la causa deberán ser reenviados al
Tribunal que sigue en orden de turno, de manera que se estudie nuevamente los recursos de apelación,
conforme al Art. 560 del C.P.C. Costas a la perdidosa. Es mi voto.----------------------------------------------------

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A su turno el Doctor FRETES dijo: El Abog. Hernán Salazar en representación del Sr. Antoliano Cardozo
Reyes, plantea acción de inconstitucionalidad en contra del A.I. Nº 825 de fecha 9 de octubre de 2009
dictado por el Tribunal de Apelaciones en lo Civil y Comercial del Tercer Turno de la Capital, en los autos
caratulados: “Antoliano Cardozo Reyes c/ Estado Paraguayo s/ indemnización por daño moral”, por
considerarla arbitraria.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

La resolución impugnada resuelve: “DECLARAR desierto el recurso de nulidad. CONFIRMAR el auto apelado.
IMPONER las costas a la perdidosa”.------------------------------------------------------------------------------------------

Analizadas las pretensiones del accionante, corresponde destacar ab initio el hecho de que el auto
impugnado surge como consecuencia de la interposición de un recurso de apelación contra el A.I. Nº 826
de fecha 11 de agosto de 2008 dictado por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del
Décimo Tercer Turno que resolvió hacer lugar a una excepción de prescripción y ordenar el archivamiento
de la causa, la cual motiva el recurso posteriormente. Sobre este particular aspecto cabe señalar que el
fallo del A Quo no ha sido objeto de la presente acción de inconstitucionalidad, aun habiéndose iniciado
con él el agravio que la accionante menciona. A este respecto esta Sala ha pronunciado en repetidas
ocasiones, particularmente por medio del Acuerdo y Sentencia Nº 1182 del 20 de diciembre de 2005
cuando expresa: “Se advierte que el accionante solo impugna el fallo de 2ª Instancia y no el de 1ª Instancia,
y considerando que el fallo del Tribunal es confirmatorio en forma integral del de 1ª instancia, y que el
accionante no alega inconstitucionalidad alguna en el fallo de 1ª Instancia, por ende: esta causa ya goza
de una doble instancia plena, y asumiendo que la Sala constitucional no es una tercera instancia, pues no
es el rol que le compete según lo fijado en la Carta Magna, sin embargo sí debe ser custodio e intérprete
final de la Constitución, y reabriendo el debate se estaría desnaturalizando esta función, pues la Sala
Constitucional no puede inmiscuirse en cuestiones que le son ajenas a su cometido exclusivamente
jurisdiccional”.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En esta inteligencia surge incuestionable que las pretensiones vertidas por el accionante en este proceso
resultarían notablemente inoficiosas de hacerse lugar ya que en la hipótesis de resolver la
inconstitucionalidad del fallo atacado, el motivo que diera nacimiento a los agravios expresados
continuaría vigente por medio de la sentencia de primera instancia tornando la decisión de esta Sala en
una mera declaración en beneficio de la ley, cuestión que le está vedada. A ello se le suma una
consecuencia práctica, ya que en caso de anular el fallo de segunda instancia y ordenar el reenvío,
plantearía la hipótesis de que el tribunal que siga en orden de turno vuelva a confirmar el fallo de primera
instancia, lo que a su vez podría una vez más ser impugnado por el accionante ante esta Sala, presentando
así una situación cíclica a todas luces injustificable.------------------------------------------------------------------------

Por lo precedentemente expuesto y en concordancia con el parecer del Ministerio Público, considero que
la presente acción no puede prosperar. ES MI VOTO.---------------------------------------------------------------------

A su turno la Doctora BAREIRO DE MÓDICA dijo: 1) El Abog. Hernán Salazar (Mat. Nº 1.801), en nombre
y representación del Sr. Antoliano Cardozo Reyes, promovió acción de inconstitucionalidad contra el A.I.
Nº 825 del 09 de octubre de 2.009, dictado por el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial, Tercera
Sala, de la Capital.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

2) La resolución impugnada dispuso: “DECLARAR desierto el recurso de nulidad; CONFIRMAR el auto


apelado; IMPONER costas a la perdidosa”.-----------------------------------------------------------------------------------

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3) En su presentación la parte accionante señaló que …el señor Antoliano Cardozo Reyes estuvo detenido
arbitrariamente por 17 años y más durante la dictadura stronista, sin haber sido sometido a proceso
judicial alguno, vale decir que durante todo ese tiempo, estuvo desprovisto de toda cobertura judicial, en
abierta violación a su derecho a una legítima defensa. Fue sometido a las más aberrantes torturas y otros
actos crueles y degradantes durante todo ese lapso. Consta en las documentaciones del ARCHIVO DEL
TERROR, documentos públicos agregados a autos de la referida demanda en Primera Instancia, toda la
gama de arbitrariedades y las violaciones y atropellos a los más elementales derechos humanos del actor…
en desconocimiento de las prescripciones constitucionales e instrumentos internacionales de protección
de Derechos Humanos, el Juzgado de Primera Instancia se pronunció a favor de la tesis del Estado en
relación a la prescripción de la acción por A.I. Nº 826 del 11 de agosto de 2008. Sorprende que tanto el
Juzgado, como los profesionales a cargo de la defensa estatal ignoren elementales derechos consagrados
por nuestro sistema jurídico en relación a los derechos humanos…Se funda la presente acción
principalmente en la supuesta conculcación del Art. 5 de la Constitución Nacional, calificando a la
resolución impugnada como arbitraria (fs. 5/8).----------------------------------------------------------------------------

3.1) Corrido el traslado de ley a la Procuraduría General de la República, se pronunció por intermedio
del Abog. Rolando Daniel Schapt Ibarrola (Mat. Nº 16.566), manifestando que…las acciones civiles para el
resarcimiento de los supuestos daños y perjuicios ocasionados, tiene en el derecho común plazo de
prescripción, conforme lo establece el inc. “f” del Art. 663 citado, que establece el plazo de DOS AÑOS para
promover la demanda por indemnización de daños y perjuicios… Concluye su presentación, solicitando la
desestimación de la acción deducida (fs. 28/31).--------------------------------------------------------------------------

4) El Fiscal Adjunto, Abog. Marco Alcaraz R., se expidió conforme a los términos del Dictamen Nº 1.014
del 31 de agosto de 2.011, señalando…que analizado el fallo impugnado a la luz de los objetivos y límites
de la acción de inconstitucionalidad, esta Representación Fiscal es del parecer que corresponde el rechazo
de la presente acción… (fs. 33/37).---------------------------------------------------------------------------------------------

5) En el caso de autos la parte accionante ha promovido demanda por indemnización de daños y perjuicios
contra el Estado Paraguayo, el cual opuso excepción de prescripción fundado en lo dispuesto en los Arts.
635 y 663 inc. f) del Código Civil. Esta defensa procesal fue acogida en forma favorable por el Juzgador y
confirmada por el Ad-quem. En este estado de cosas resulta pertinente analizar si la excepción de
prescripción opuesta en el marco de una demanda de indemnización de daños y perjuicios, promovida
por una víctima del régimen dictatorial, debe correr la misma suerte, en lo que respecta al régimen de
prescripciones previsto en nuestro ordenamiento civil.-----------------------------------------------------------------

5.1) Uno de estos principios claramente asentados es la imprescriptibilidad de los delitos (Art. 5, CN). Si
bien es cierto que la imprescriptibilidad de la acción penal en estos casos no levanta duda, la
imprescriptibilidad de la acción civil sí plantea controversia. La aplicación de criterios de coherencia e
integralidad permite concluir que las acciones, tanto penales como civiles, en casos como el presente, en
los cuales lo que es objeto del juicio es el resarcimiento como consecuencia de una privación ilegítima de
libertad, gozan del estatuto de imprescriptibilidad.------------------------------------------------------------------------

6) La violación de derechos humanos es algo que debe ser recogido por los principios del derecho
internacional de los derechos humanos. Esto porque el fenómeno de transgresión a los derechos humanos
es algo muy posterior a la Codificación Civil. Por su parte, la acción indemnizatoria de responsabilidad
extracontractual del Estado no es de índole patrimonial, sino que de índole humanitaria. Por tanto, las
normas aplicadas al fallo no resultan adecuadas, toda vez que entran en contradicción con las normas del

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derecho internacional de los derechos humanos que tutelan el derecho a recibir reparación, violándose
una serie de tratados ratificados por nuestro país, los cuales ya fueron citados en el voto que me precedió,
y que en el orden de prelación de las normas previsto en el Art. 137 de la Constitución Nacional, se
encuentran en un rango superior al de las normas internas.------------------------------------------------------------

6.1) Pese a que la prescripción es considerada una institución general del derecho, no debería operar
respecto de todas las acciones destinadas a obtener indemnización, sin considerar o distinguir la
naturaleza de la causa que da origen a dicha acción. No es posible aplicar idéntico plazo de prescripción
tratándose de acciones destinadas a hacer efectiva la responsabilidad extracontractual de un particular
contra otro; que tratándose de acciones encaminadas a perseguir la responsabilidad extracontractual del
Estado, cuya causa es la violación de derechos humanos, ambas acciones poseen distinta naturaleza, de
modo que no se les puede aplicar la misma normativa.-------------------------------------------------------------

6.2) Los hechos en los que se funda la demanda resarcitoria, son hechos catalogados como violación a
derechos humanos durante el periodo de la dictadura que tantos estragos ha causado, en todos los niveles
y ámbitos en nuestro país, los que a su vez deben ser calificados como crímenes de lesa humanidad,
incluyéndose en dichos crímenes actos como el asesinato, exterminio, deportación o traslado forzoso de
población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales
de derecho internacional, tortura, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada
en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, u otros motivos
universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, desaparición
forzada de personas. Dichos actos fueron cometidos por medio de un ataque generalizado y sistemático
contra un sector de la población civil, durante los años de dictadura, situación que genera responsabilidad
del Estado. Por tanto, aceptar la prescripción de la responsabilidad civil del Estado, constituiría una
vulneración tanto de los tratados internacionales ratificados por la República del Paraguay, como también
una vulneración a derechos humanos, como el derecho a obtener reparación.------------------------------------

6.3) Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de
nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra
condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna, siendo
interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Los derechos humanos universales están a menudo
contemplados en la ley y garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional
consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional. El derecho
internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar
medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de
promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos. El
Estado tiene la obligación de establecer el contexto adecuado para que el ciudadano disfrute en plenitud
de los derechos humanos. En este sentido, la República del Paraguay ha suscripto y ratificado diversos
instrumentos internacionales de derechos humanos, entre los que se encuentra la Convención Americana
sobre derechos humanos o Pacto de San José de Costa Rica, ni bien cayó la dictadura stronista, que lleva
sugestivamente la numeración “Ley Nº 1/89”, es decir, la primera ley sancionada por el Congreso
post stronista.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

7) Atento a las consideraciones vertidas, considero que el A.I. Nº 825 del 09 de octubre de 2.009, dictado
por el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial, Tercera Sala, de la Capital, constituye un fallo arbitrario,
puesto que resulta violatorio de los Arts. 5, 137 y 256, 2do. párrafo de la Carta Magna. En consecuencia,

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corresponde declarar su nulidad y atento a lo dispuesto en el Art. 560 del C.P.C. se deberá remitir el juicio
al Tribunal que le sigue en orden de turno. Las costas deben ser impuestas a la parte vencida. Es mi
voto.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante mí, de que certifico, quedando
acordada la sentencia que inmediatamente sigue:

Ante mí:

SENTENCIA NUMERO: 1272.-

Asunción, 14 de Octubre de 2.013.-

VISTOS: Los méritos del Acuerdo que anteceden, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA - Sala Constitucional

R E S U E L V E:

HACER LUGAR a la acción de inconstitucionalidad promovida y, en consecuencia, declarar la nulidad del


A.I. Nº 825 de fecha 09 de octubre de 2009, dictado por el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial,
Tercera Sala.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

COSTAS a la perdidosa.----------------------------------------------------------------------------------------------------------

REMITIR estos autos al Tribunal que sigue en orden de turno para que se estudien nuevamente los
recursos de apelación, conforme al Art. 560 del C.P.C.-------------------------------------------------------------------

ANOTAR, registrar y notificar.--------------------------------------------------------------------------------------------------

FDO.: Doctor ANTONIO FRETES, Presidente y Doctores GLADYS BAREIRO DE MÓDICA y VÍCTOR MANUEL
NÚÑEZ RODRÍGUEZ. ANTE MÍ: Arnaldo Levera Gómez (Secretario Judicial I).--------------------------------------

Ante mí:

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