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CRISIS HIPERTENSIVA, CLASIFICACIÓN Y TRATAMIENTO.

Las crisis hipertensivas se definen como elevaciones agudas de la presión arterial capaces
de producir alteraciones funcionales o estructurales en los órganos diana de la hipertensión.
Se divide en 2 tipos: urgencias y emergencias hipertensivas, con diferente clínica,
tratamiento y pronostico. Se considera un tercer tipo llamado seudocrisis o falsas crisis
hipertensivas.

 Urgencia hipertensiva: no provoca afectación de los órganos diana o si esta se


produce es leve o moderada, permitiendo un descenso tensional lento y progresivo
(horas-días) con fármacos vía oral habitualmente en el ámbito extrahospitalario.
 Emergencia hipertensiva: provocan lesiones agudas y graves de los órganos diana
con riesgo de compromiso vital, precisando un descenso tensional rápido (minutos-
hora) pero muy controlado con fármacos por vía intravenosa en el ámbito
hospitalario.
 Seudocrisis hipertensiva: elevaciones tensionales agudas que no pueden llegar a
clasificarse ni como urgencia ni como emergencia. No producen daño en los órganos
diana y son reactivas a situaciones de ansiedad, síndromes dolorosos o a procesos
de cualquier otra naturaleza. La P.A se corrige cuando cesa el estimulo
desencadenante y no requiere tratamiento hipotensor especifico.

MEDIDAS GENERALES:
Ante una crisis hipertensiva, se debe seguir una serie de etapas en la atención en
urgencia:

 Confirmar las cifras tensionales.


 Valoración rápida de la posible lesión en los órganos diana a través de la
anamnesis y una correcta exploración física.
Si se descarta la presencia de una urgencia vital o de lesiones importantes de los órganos
diana con riesgo de compromiso vital o de lesiones importantes en los órganos diana se
debe dejar al paciente en reposo y a los 15-30 min volver a tomar P.A.
Si con lo anterior persiste la elevación tensional, se debe comenzar con el tratamiento
farmacológico más oportuno.
TRATAMIENTO DE URGENCIA HIPERTENSIVA:
Objetivo: reducir la P.A de una forma gradual a cifras seguras, es decir, P.A diastólica 100
y 110 mmHg en las primeras 24h, normalizando los valores en días siguientes. Se debe
evitar un descenso rápido de las cifras tensionales ya que puede ocasionar la
hipoperfusión de los órganos diana, sobre todo en ancianos y en pacientes con
arterioesclerosis. No se requiere ingreso hospitalario.
Tratamiento con fármacos se escalona en 3 pasos:
1) Fármacos por vía sublingual: nifedipino o captopril. La elección de uno u otro esta
condicionado por la existencia de situaciones que contraindiquen su uso. Si ambos
estuvieran contraindicados, se pasa a la siguiente fase. La dosis puede repetirse
según la respuesta cada 30min hasta dos o tres veces.
2) Administración de intravenosa de un diurético de asa, habitualmente la
furosemida.
3) Si fracasa los dos pasos previos se usará labetalol por vía oral.
Tratamiento de emergencia hipertensiva:
Objetivo: reducir la P.A de forma inmediata, aunque no siempre hasta cifras normales.
En estos casos se requiere una serie de medidas:

 Monitorización de la P.A y F.C


 Canalizar una vía venosa periférica con suero glucosado al 5% a 7 gotas/min.
Tratamiento especifico de cada una de las distintas formas de emergencia hipertensiva:

 Encefalopatía hipertensiva: nitroprusiato.


 Síndrome coronario agudo: nitroglicerina.
 Edema agudo de pulmón: nitroglicerina más furosemida.
 Fallo renal agudo: nitroprusiato
 Aneurisma disecante de aorta: nitroprusiato más propanolol.

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