Investigación

40
Estrategias para evaluar estructuras
b
i
de hormigón armado con patologías
a por falta de adherencia
M. MOLINA HUELVA
Dra. Arquitecta. Cesuga - University College Dublin
J. P. GUTIÉRREZ JIMÉNEZ
Dr. Ingeniero de Caminos. Instituto de Ciencias
de la Construcción Eduardo Torroja, CSIC
M. D. GARCÍA ALONSO
Dra. Arquitecta. Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, UPM

El siguiente trabajo resume la investigación que ha obtenido el pri-

mer premio, dotado por Gas Natural SDG, correspondiente a la se-
gunda edición de los Premios de Investigación que convoca la Fun-
dación Escuela de la Edificación.

Resumen este artículo se resume el trabajo realizado,

La adherencia es el principio básico del fun-
cionamiento del hormigón armado como ma-
terial estructural por la cual se transmiten los
esfuerzos de tracción del hormigón al acero.
Una de las hipótesis básicas en el cálculo de
estructuras de hormigón es suponer la misma
deformación para ambos materiales admitien-
do que la adherencia es perfecta. Sin embar-
go, algunos síntomas patológicos que se pro-
ducen durante las diferentes fases del proceso
constructivo, del período de utilización o du-
rante el mantenimiento, pueden debilitar el
mecanismo de transferencia de tensiones entre
las armaduras y el hormigón y disminuir la
capacidad portante y las condiciones de segu-
ridad de las estructuras.
El objetivo fundamental de este artículo es
aportar información y criterios con base teó-
rico - experimental para abordar la evalua-
ción de una estructura de hormigón armado
afectada por una pérdida de adherencia. En
por un lado un amplio programa experimen-
tal, y por otro, la propuesta de un modelo teó-
rico para la evaluación de estructuras existen-
tes que incorpora los fenómenos de degrada-
ción de la adherencia.
1. Introducción
La adherencia es el fenómeno de transferencia
de tensiones entre el acero y el hormigón. És-
ta es la que hace posible combinar el buen
comportamiento del hormigón a compresión y
la alta resistencia del acero a tracción en las
estructuras de hormigón armado.
Cuando una barra embebida se somete a una
fuerza de tracción, la transferencia de tensio-
nes desde el acero al hormigón se produce a
través de unas fuerzas de compresión inclina-
das que se originan en las corrugas según un
ángulo α. La componente radial de estas fuer-
zas de compresión se equilibra con un anillo
de tracciones que aparece en el hormigón ro-
deando a la barra originando fisuras longitudi-
 41

b
i
a

nales internas. Si no existe armadura confi-
nante estas fisuras atraviesan el recubrimiento
y se producirá un fallo frágil en la superficie
del hormigón, fallo por splitting (Figura 1a).
Sin embargo, si la barra de acero tiene buenas
condiciones de confinamiento, el fallo se ori-
ginará por un desgarramiento de la barra res-
pecto al hormigón que la rodea, fallo por pull-
out (Tepfers 1973).
La complejidad del fenómeno de la adherencia
entre el hormigón y el acero se debe a que son
muchos los factores y parámetros que intervie-
nen, tanto de carácter físico como químico.
Además de los relacionados con las caracterís-
ticas de la barra hay que tener en cuenta otros
aspectos tales como las propiedades del hor-
migón, el recubrimiento, la posición de las ba-
rras respecto a la dirección de hormigonado, el
confinamiento, la historia de carga, etc.,
(CEB-FIP 1996, fib 2000).

a) b)

Figura 1. a) Formación de anillo de tracción en el hormigón equilibrando las fuerzas de

adherencia (Tepfers 1973), b) Relación tensión de adherencia local / deslizamiento (Mag-
nusson 2000).
 Investigación
42
b
i
a
Figura 2. Probetas del ensayos pull - out.
Para caracterizar el fenómeno de la adherencia
se emplean curvas tensión de adherencia local
- deslizamiento, que se obtienen de ensayos
normalizados pull-out o beam test, que se re-
fieren al desplazamiento relativo entre la barra
embebida y el hormigón que la rodea al apli-
car una fuerza creciente en el extremo (Figura
1b). En éstas se pueden apreciar los diferentes
mecanismos resistentes que intervienen en el
fenómeno de la adherencia: adhesión química,
rozamiento e interacción mecánica; depen-
diendo la importancia de cada uno de ellos de
las características superficiales de la armadu-
ra. Por ejemplo, para barras lisas la adherencia
depende fundamentalmente de la adhesión
química y, tras el deslizamiento, del rozamien-
to, mientras que para barras corrugadas depen-
de de la interacción mecánica existente entre
las corrugas y el hormigón que las rodea (CEB
1982, Balazs 1986).
2. Programa experimental
Se ha llevado a cabo un programa experimen-
tal para relacionar la adherencia hormigón-
acero con el comportamiento resistente de pie-
zas de hormigón armado y estudiar los princi-
pales factores que influyen en ella. Se reali-
zan: a) ensayos de adherencia tipo pull-out, b)
ensayos tipo beam test , y c) ensayos de fle-
xión en vigas.
a) Ensayos de adherencia tipo pull - out
El objeto de esta parte del programa experi-
mental es determinar el efecto de la relación
recubrimiento/diámetro (c/Ø) en la capacidad
de adherencia de elementos estructurales.
Este ensayo consiste en la extracción de una
barra de acero embebida en hormigón y me-
dir la fuerza necesaria que se aplica para
romper la adherencia. Se realizan 31 ensayos
sobre probetas prismáticas según las especi-
ficaciones del ensayo normalizado pull -out
propuesto por el CEB (1983) en el Bulletin
d´ Information nº 13, introduciendo algunas
modificaciones en lo que respecta a la posi-
ción de la barra para simular piezas de hor-
migón armado con recubrimientos variables
(Figura 2).
Se ensayan tres series con barras de diámetros
representativos empleados en edificación:
Ø12, Ø16 y Ø20. Para cada diámetro se ha va-
riado la posición de la barra desde el centro de
la probeta (recubrimiento máximo) hasta la
posición extrema (recubrimiento mínimo).
 Serie Ø Probeta Recubrimiento teórico (mm) c/Ø 43

1 12 12A 94 7,8 b
12 12B 47 3,9
12 12C 31 2,5
i
12 12D 23 1,9 a
12 12E 0 0
2 16 16A 92 5,7
16 16B 64 4
16 16D 32 2
16 16E 0 0
3 20 20A 90 4,5
20 20B 60 3
20 20D 40 2
20 20E 0 0
Tabla 1. Programa de ensayos pull-out.

En la Tabla 1 se presenta un resumen de las del "Ensayo de la viga" normalizado en la

probetas ensayadas: serie, diámetro, recubri-
miento de hormigón en mm y relación recubri-
miento/diámetro (c/Ø). La longitud adherente
es en todos los casos 5Ø. En la Figura 3 se pre-
sentan unas fotografías del ensayo.
UNE 36740 (AENOR 1998), una con barras
de diámetro 16 mm y otra, con barras de diá-
metro 25 mm. En la Figura 4 se presenta el
dispositivo de ensayo según la norma.

b) Ensayos de adherencia tipo beam test

Consiste en realizar un ensayo de flexión so-

bre una viga biapoyada mediante dos cargas
puntuales. De este ensayo se obtiene la rela-
ción tensión de adherencia local-deslizamien-
to, la tensión media de adherencia y la tensión
de rotura en barras corrugadas. Se llevan a ca- Figura 4. Dispositivo del ensayo beam test
bo dos series siguiendo las especificaciones para Ø = 16 mm (UNE 36740.98).

Figura 3. Probetas y dispositivo del ensayo pull - out.

 Investigación

44 c) Ensayos de flexión en vigas

b Una vez caracterizado el fenómeno de la ad-

herencia y los mecanismos en los que se basa,
i se ha realizado un programa experimental en
a vigas con adherencia hormigón - acero degra-
dada. Se analiza la influencia de varios pará-
metros tales como el porcentaje de degrada-
ción de adherencia, la armadura transversal y Figura 6. Programa de ensayos, Serie I.
el recubrimiento en el comportamiento resis-
tente de estas piezas. b) Serie II, vigas de esbeltez media con hor-
El rango de niveles de degradación se ha esta- migón de resistencia del orden de 50 MPa y
blecido en función del porcentaje de la arma- sin armadura transversal. Se realizan 8 ensa-
dura traccionada sin adherencia, comprendido yos con diferente porcentaje de armadura ad-
entre un nivel bajo (aproximadamente 30% de herida: 70%, 54%, 30% y 0% (Figura 7).
falta de adherencia) y un nivel alto (aproxima-
damente 70% de falta de adherencia).
Se ensayan vigas simplemente apoyadas so-
metidas a carga creciente hasta la rotura y se
registra la curva carga - desplazamiento en el
centro de la viga, el mapa de formación de fi-
suras, la carga de rotura y la forma en que se
produce (Figura 5).

Figura 7. Programa de ensayos, Serie II.

c) Serie III, vigas de pequeña esbeltez. Se re-

alizan 8 ensayos con diferente porcentaje de
pérdida de adherencia (70% y 0%) y recubri-
miento (20, 10 y 0 mm). Se ensayan vigas con
armadura transversal y sin ella (Figura 8).
Figura 5. Dispositivo de ensayos a flexión en vigas.

Se han obtenido resultados en vigas de peque-

ña y mediana esbeltez. En estas últimas se han
ensayado vigas fabricadas con hormigones de
resistencia a compresión en torno a 30 MPa y
en torno a 50 MPa. Los ensayos se han dividi-
do en tres series según la esbeltez y la resis-
tencia del hormigón.
a) Serie I, vigas de esbeltez media con hormi-
gón de resistencia en torno a 30 MPa. Se rea-
lizan 9 ensayos con pérdida parcial de adhe-
rencia en zonas localizadas de la armadura de
tracción (73%, 55% y 0%) y diferente recubri-
miento (20, 10 y 0 mm). Se ensayas vigas con
armadura transversal y sin ella (Figura 6). Figura 8. Programa de ensayos, Serie III,
vigas de pequeña esbeltez.
 Serie Vigas h/L fc (MPa) bxh (mm) Armadura 45

I A, B, C 10,40 30 150x250 3Ø12+2Ø8 b

II 1,2,3,4 12,33 50 200x300 4Ø16+2Ø8
i
III E,F 3,75 30 200x200 2Ø10+2Ø10
a
Tabla 2. Programa de ensayos en vigas.

En la Tabla 2 se presenta un esquema del pro- 1,0 Figura 9.

grama de ensayos: serie, vigas, relación can- Efecto del
0,8 recubrimiento
to/luz (h/L), resistencia del hormigón a com- en la tensión
presión f , sección de las vigas (bxh) en mm, y
c 0,6 máxima de
armadura (inferior y superior). adherencia
0,4 local.

3. Resultados 0,2
ø12mm
ø16mm
ø20mm
0,0
A lo largo del desarrollo de este trabajo se han –1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
obtenido resultados que pueden considerarse Relación c/ø
de utilidad dentro del área del comportamien-
to resistente del hormigón armado y, concreta-
mente, dentro del ámbito de la evaluación de
aquellas estructuras existentes que presenten La relación tensión de adherencia - desliza-
una deficiente transferencia de tensiones entre miento se ha determinado mediante un pro-
el acero y el hormigón, afectando por tanto, al grama de ensayos tipo beam test para diáme-
principio básico del comportamiento de estas tros de barras comprendidos entre 14 mm y 25
estructuras (Molina 2005). mm. El acero utilizado es B500S y la resisten-
cia del hormigón ha variado entre 22 y 30
3.1. Resultados relativos a la evaluación de MPa.
la adherencia Se ha adoptado como base, el tipo de curva
propuesto por el Código Modelo, definida por
Según los resultados obtenidos de ensayos cuatro tramos. Las barras corrugadas cumplen
pull-out se ha determinado la capacidad de ad- los requisitos de la UNE 36-068-94. La curva
herencia de barras con recubrimiento variable está definida por cuatro tramos, teniendo en
de hormigón (Figura 9). Se deduce que la ca- cuenta la resistencia a compresión del hormi-
pacidad de anclaje de las barras disminuye gón f , el diámetro de la barra Ø, la resistencia
c

con el recubrimiento. Para una relación entre a la adherencia τ , y los deslizamientos repre- máx

el recubrimiento y el diámetro de la barra sentativos s, (Figura 10).

(c/Ø) mayor o igual que 2,8 no se produce va-
Figura 10. Re-
riación en la tensión máxima de adherencia. τmáx
τ = τmáx= 2,28. (fck)2/3 - 0,37ø
lación tensión
Sin embargo, para relaciones menores de 2,8 de adherencia
Tensión de Adherencia (MPa)

la disminución de la capacidad de adherencia deslizamiento

τ=τmáx-(τmáx- τf).
obtenida de
se puede aproximar de forma lineal entre el τ = τmáx. (s/s1)α
(s-s2)/(s3-s2)
ensayos
valor máximo y cero para c/Ø = -1 (simula- beam - test.
τf
ción de barra exterior tangente a la sección de τ = τf=
hormigón), mediante la expresión: (τ /f ) =
máx c =0,4τmáx.

0,15 (c/Ø + 1).

s1 s2 s3
Deslizamiento, s (mm)
 Investigación
46 En esta gráfica se pueden distinguir cuatro tra-
mos: una rama ascendente hasta alcanzar el
b deslizamiento de cedencia para la tensión má-
xima de adherencia; un tramo sensiblemente
i horizontal; un tercer tramo descendente y un
a último tramo horizontal, con una tensión resi-
dual de adherencia aproximadamente igual a
40% de la tensión máxima.
3.2. Resultados relativos al comportamiento
en flexión de elementos con adherencia ace-
ro - hormigón degradada
La pérdida de adherencia de la armadura de
tracción de los elementos flectados produce
una disminución de la rigidez de la pieza y, en
consecuencia, un incremento de la deforma-
ción. En la Figura 11 se presenta el fallo de las
vigas de la serie I, A2 y A0.
Figura 11.
Fallos en
serie I (viga
A0 y A2).
En vigas de esbeltez media con hormigones de
resistencia en torno a 50 Mpa y sin armadura
transversal (serie II), se produce una disminu-
ción significativa de la capacidad portante con
la pérdida de adherencia. Así, para valores del
30% de pérdida de adherencia, se aprecia una
disminución en la capacidad a flexión entre un
10% y un 20%. La reducción es del 35% para
un deterioro de la adherencia en torno al 50%
y se alcanza un 63% de pérdida de capacidad
resistente cuando la falta de adherencia se si-
túa en el entorno al 70%. La falta de adheren-
cia en las zonas de anclaje provoca el fallo por
deslizamiento de las barras. En las vigas ensa-
yadas sin armadura transversal, el fallo de ad-
herencia desencadenó una rotura por cortante.
La existencia de un confinamiento proporcio-
nado por la armadura transversal asegura la
capacidad portante de las vigas incluso cuan-
do la falta de adherencia se estima en más de
un 70% de la longitud de la armadura.
En vigas sin armadura transversal la falta de
adherencia de la armadura traccionada da lu-
gar a una reducción de la capacidad resistente
de la pieza y puede originar un fallo de adhe-
rencia por la fisuración del recubrimiento en
la dirección de la armadura principal (split-
ting). En vigas de esbeltez media con cercos
de 6 mm de diámetro cada 15 cm (serie I), una
falta de adherencia del 55% ocasionó una re-
ducción de la capacidad resistente del orden
del 14%, así como un fallo de adherencia por
splitting.
Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en
vigas de esbeltez media, en los ensayos de vi-
gas de pequeña esbeltez y armadura transver-
sal, sí se registra una disminución de la capa-
cidad a flexión cuando la pérdida de adheren-
cia es importante. Así, para pérdidas de adhe-
rencia del 70% se produce una disminución
de la capacidad a flexión del orden del 25%,
pero si no hay armadura transversal, la dismi-
nución de la capacidad resistente casi se du-
plica (es del 46% para el 70% de falta de ad-
herencia). En la Figura 12 se presenta el fallo
de las vigas CA3 y CB3 de la serie III de pe-
queña esbeltez.
Estos resultados ratifican el papel fundamen-
tal que juega el confinamiento proporcionado
Figura 12. Fallos en vigas de pequeña es-
beltez CA3 y CB3 (serie III).
por la armadura transversal para asegurar una
capacidad resistente suficiente en los elemen-
tos flectados, aunque se haya producido un de-
terioro de la adherencia.
4. Modelo teórico
Una vez concluido el programa experimental
y a partir de los resultados obtenidos se ha
propuesto un modelo de cálculo de aplicación
práctica para la evaluación de estructuras de
hormigón armado, afectadas por diferentes
patologías que impliquen variaciones del
comportamiento resistente en relación con el
previsto en el proyecto.
El modelo considera los tramos de pieza con
armaduras no adheridas, zonas de armadura
con escaso o nulo recubrimiento, e incorpora
otros daños que disminuyen la sección geo-
métrica resistente y afectan a la adherencia en-
tre ambos materiales como: presencia de co-
queras, defectos de geometría, defectos de
materiales, etc. (Figura 13).
El modelo no considera la variable tiempo,
por lo que debe conocerse el grado de deterio-
ro en la estructura para redefinir la geometría
de la sección, las acciones (estado real de car-
gas) y las características de los materiales (re-
sistencia del hormigón, cuantía y localización
de armaduras, recubrimiento, etc.).
En el modelo de comportamiento que se pro-
pone, las deformaciones y curvaturas se esti-
man del siguiente modo:
a) en los tramos de la pieza donde la adheren-
cia está totalmente deteriorada, y para longitu-
des pequeñas, se consideran como en un esta-
do fisurado (Estado II),
b) en los tramos donde la adherencia es per-
fecta se incorpora el efecto tensión - stiffening
que tiene en cuenta la rigidización por trac-
ción del hormigón entre fisuras,
c) en los tramos con degradación parcial de la
adherencia (situación intermedia a las anterio-
res) se consideran como un estado intermedio
con efecto tensión - stiffening degradado, y
d) en los tramos con adherencia perfecta don-
de no se supere la resistencia a tracción del
47
b
i
a
Izquierda:
Figura 13.
Estructuras
afectadas por
pérdida de
adherencia.
hormigón, las deformaciones y curvaturas se
estiman como en un estado no fisurado (Esta-
do I).
Para un estado de cargas determinado, se lleva
a cabo un proceso iterativo de cálculo. El mé-
todo tiene en cuenta la no linealidad geométri-
ca, mediante cambios de la geometría en el
proceso iterativo, y la no linealidad mecánica,
asociada al comportamiento de los materiales.
Al final del proceso se obtienen tanto los es-
fuerzos, como los desplazamientos asociados
a la estructura degradada.
En la figura 14 se presentan comparativamen-
te los resultados del modelo propuesto y los
experimentales, gráficas carga - flecha para la
viga con 0% de deterioro [B2] y, para la viga
con 55% de deterioro [DB3]. Se muestran en
línea continua los resultados experimentales y
con puntos los obtenidos en el modelo teórico,
(la curva superior representa la viga de refe-
rencia sin degradación, y la inferior la viga
con un 55% de falta de adherencia global en la
armadura de tracción).
 Investigación
48 ø6
b
Alzado L0 = 2600 mm
i L = 3000 mm
a
Planta VIGA B2: 0% de Pérdiba Global de Adherencia
Planta VIGA DB3: 55% de Pérdiba Global de Adherencia
Numeración de nudos y barras
Figura 14. Curvas carga - flecha en vigas sin cercos: B2 sin degradación y DB3 con degradación (experi-
mentales y teóricas), Qt = P.
En la figura 14 se aprecia la buena correlación
obtenida entre los resultados teóricos y expe-
rimentales para cualquier valor de carga apli-
cada. El modelo teórico se adapta correcta-
mente a la forma de las curvas experimentales
y se aprecia además, la sensibilidad del mode-
lo a la pérdida de adherencia. El buen ajuste
entre los resultados numéricos y los obtenidos
experimentalmente, tanto en vigas con arma-
dura transversal como sin ella, confirman la
validez del modelo.
5. Conclusiones
Se resumen a continuación las principales
aportaciones que se han realizado en este tra-
bajo.
La propuesta de un diagrama teórico para es-
timar la tensión máxima de adherencia en fun-
ción de la relación recubrimiento/diámetro
(c/Ø). Este diagrama está formado por dos ra-
mas: un primer tramo lineal en el que la ten-
sión de adherencia crece con la relación c/Ø y
un segundo tramo en el que la adherencia per-
manece constante independientemente del va-
lor que tome c/Ø. Con el fin de poder analizar
la influencia de recubrimientos variables en la
tensión de adherencia se ha modificado el en-
sayo normalizado pull-out propuesto por el
CEB (1983).
En cuanto a los ensayos beam test, se ha plan-
teado una curva tensión de adherencia local /
deslizamiento (τ/s), según el diámetro de las
barras (basada en el tipo de curva propuesto
por el Código Modelo) teniendo en cuenta los
resultados experimentales. Este diagrama está
formado por cuatro tramos: una rama ascen-
dente hasta alcanzar la τ , un tramo horizon-
máx
tal, un tramo descendente lineal y un último
tramo horizontal con una tensión residual de
adherencia.
En cuanto a los ensayos en vigas dirigidos a
analizar la influencia de determinados facto-
res, como son los porcentajes de degradación
de la adherencia, la armadura transversal o el
recubrimiento en el comportamiento resisten-
te de vigas, destacar que la falta de adheren-
cia en zonas parciales y distribuidas a lo lar-
go de la armadura de tracción reduce la capa-
cidad de carga de los elementos sometidos a
solicitaciones de flexión. La forma en que se
distribuye el deterioro tiene poca incidencia
en la capacidad resistente para niveles de fal-
ta de adherencia de hasta el 50%, siempre que
quede garantizado el anclaje extremo de las
armaduras. Si esto no ocurre la capacidad re-
sidual de vigas con adherencia irregular dis-
minuye a partir de un 30% de pérdida de ad-
herencia de la armadura principal sin confina-
miento. En las vigas tanto de pequeña como
de mediana esbeltez se ha constatado un in-
cremento de la deformación bajo cargas de
servicio con pérdidas de adherencia crecien-
tes. Los fallos de adherencia en piezas sin ar-
madura transversal pueden ocasionar fallos
por cortante. Como consecuencia, no parece
adecuado proyectar piezas de hormigón ar-
mado sin armadura de cortante, sobre todo si
se piensa que pueden producirse fenómenos o
patologías que afecten y degraden la adheren-
cia hormigón - acero.
El modelo propuesto resulta de gran utilidad
en cuanto que incluye el deterioro de los me-
canismos de interacción resistente de las pie-
zas, considerando también el efecto de tensión
stiffening "degradado", aspectos imprescindi-
bles para abordar con éxito la evaluación de
una estructura de hormigón armado.
Entre las principales aplicaciones del modelo
se puede mencionar la estimación del compor-
tamiento estructural de vigas que presenten di-
ferentes estados de degradación de adherencia
hormigón - acero, causados por recubrimien-
tos nulos o deficientes, existencia de coqueras,
defectos de geometría, pérdida o disminución
de la sección de acero, etc.
6. Agradecimientos
Este trabajo es parte del proyecto de investi-
gación PB98-0515 "Análisis de estructuras de
hormigón armado con una deficiente transfe-
rencia de tensiones hormigón acero" financia-
do por el Ministerio de Educación y Ciencia
desarrollado en el Instituto de Ciencias de la
Construcción Eduardo Torroja.
7. Bibliografía

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36740:1998. Determinación de la adherencia
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 Investigación
40
Sistema de prevención frente al riesgo
b
i
de rayo durante la construcción
a del edificio Torre Espacio
VICENTE MORENO MARTÍNEZ
Técnico de nivel superior en PRL
Coordinador de Seguridad y Salud
El siguiente trabajo describe la investigación que ha obtenido el pri-
mer premio, otorgado por el Colegio Oficial de Aparejadores y Ar-
quitectos Técnicos de Madrid, correspondiente a la segunda edición
de los Premios de Investigación que convoca la Fundación Escuela
de la Edificación.
INTRODUCCIÓN AL PROYECTO
TORRE ESPACIO
El edificio Torre Espacio es uno de los cuatro
rascacielos que forman parte de la operación
urbanística denominada "Cuatro Torres Busi-
ness Area".
Torre Espacio ha sido promovida por Torre Es-
pacio Castellana, S.A., una filial de la Inmobi-
liaria Espacio, perteneciente al Grupo Villar
Mir, sobre proyecto del estudio neoyorkino
Pei, Cobb, Freed & Partners.
Consta de 57 alturas, 6 sótanos y alcanza una
altura de 224 metros sobre rasante.
FACTORES PARA LA EVALUACIÓN
DEL RIESGO DE RAYO DURANTE LA
CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO
TORRE ESPACIO
Factores singulares en la construcción de
Torre Espacio
Para la construcción del edificio Torre Espacio
se han empleado dos grúas autotrepantes, cu-
yas plumas, como es lógico, barrían por enci-
ma de la estructura del edificio, lo que las con-
virtió, a excepción de otras grúas de la misma
actuación urbanística, en los elementos de ma-
yor cota de Madrid, por encima incluso de To-
rre España.
En concreto, la dispuesta en la cara norte al-
canzó una altura bajo gancho de 235 metros, a
lo que hay que sumar los 6 metros de los ele-
mentos de arriostramiento de pluma y contra-
pluma. Es decir, 265 metros de altura, lo que
supone una cota sobre nivel del mar de
+997,00 m. A modo de ejemplo, el pueblo de
Guadarrama está a 958 metros.
Estos datos muestran con claridad la particular
exposición a la caída de rayos en el propio edi-
ficio durante su construcción y especialmente
a las grúas, algo que normalmente no se tiene
en consideración o está razonablemente re-
suelto mediante la puesta a tierra de las mis-
mas. Por eso, desde las primeras etapas de la
construcción, se plantea la necesidad de abor-
dar este riesgo mediante algún sistema alterna-
tivo a la instalación de protección definitiva
del edificio y hasta que ésta es operativa.
Los trabajos y trabajadores que se consideran
expuestos al riesgo de rayo son los siguientes:
 Los directamente relacionados con las grúas
torre:
-Gruistas.
-Técnicos de mantenimiento de las grúas.
 -Personal involucrado en las operaciones de 41
trepado de las grúas.
-Manejo y guía de cargas. b
 Todos los tajos que se realizan en la proxi-
midad de los mástiles de las grúas. i
 Mantenimiento o reparación del distribuidor
a
de hormigón y sus conducciones.
 Operación de los andamios trepantes.
 Trabajos en situación expuesta a gran altura.
Destacando, por el manejo de elementos metá-
licos asimilables a puntas de captación:
-Ferrallas (redondos y armaduras).
-Encofradores (puntales y vigas).
-Topógrafos (miras).
 Usuarios de otros equipos con mástiles de
gran altura:
-Montacargas.
-Ascensores de obra.
Si bien en las primeras fases de la construc-
ción se tiene la fortuna de estar bajo el para-
guas del pararrayos del Hospital de La Paz,
contiguo a la obra, ya en septiembre de 2005
se inician las primeras averiguaciones en torno
a posibles alternativas técnicas para la protec-
ción de los trabajadores frente a las previsibles
caídas de rayos. De esta manera se lanzan va-
rias propuestas que son estudiadas en paralelo,
hasta que una de ellas se destaca claramente
frente al resto por su simplicidad técnica y efi-
cacia sobresaliente en relación con su econo-
mía.
Número
Accidentalidad relacionada con el rayo de avisos
por mes.
El riesgo de que una persona sufra algún daño
provocado por la caída de un rayo es algo que
en principio puede parecer improbable, aun-
que con alguna frecuencia aparezcan noticias
en los medios de comunicación sobre sucesos
de esta índole.
Obviamente, el primer paso para la evaluación
del riesgo de rayo en una situación concreta
como la que ocupa este artículo, es la búsque-
da de datos estadísticos que permitan una ob-
jetivación del mismo y de sus factores.
Así, según las investigaciones llevadas a cabo
dentro del "Proyecto Inaris" del Instituto Geo-
lógico y Minero de España, en colaboración
con otras instituciones y universidades espa-
 Investigación

42 Gráfico porcen- ñolas, con objeto de elaborar

tual de tipos una estadística sobre los peli-
de alertas.
b gros naturales en nuestro país;
mientras las muertes provoca-
i das por rayos en la década de
a 1940-50 fueron más de 140, en
la década de 1990 a 2000 des-
cendieron hasta 73. Si bien los
propios investigadores recono-
cen que las limitaciones en la
recopilación de datos hacen
que estos resultados estén, pro-
bablemente, deformados a la
baja.
Ampliando el campo de investigación hacia en los incidentes relacionados con rayos, debi-
los accidentes relacionados con rayos y no só- do al aumento de las actividades de ocio al ai-
lo a las muertes, otros trabajos indican un des- re libre.
censo desde 2,5 accidentes por millón de habi- Se deduce, por lo tanto, que la exposición al
tantes en los años cuarenta, hasta los 0,6 en los riesgo de rayo es el factor de mayor peso para
setenta. su evaluación y, como veremos más adelante,
Profundizando en las cir- aquel sobre el que va a poder actuarse con ma-
cunstancias de estos acci- yor facilidad para minimizarlo.
dentes, se comprueba que Centrándonos en casos concretos de acciden-
el principal factor para el tes provocados por rayos en el sector de la
descenso de este riesgo es construcción, si bien en las estadísticas anua-
la menor exposición de la les del Ministerio de Trabajo y Asuntos Socia-
población en general, de- les no se llega a estratificar los datos con este
bido al abandono de traba- nivel de detalle, sí se pueden encontrar refe-
Detalle de la jos y entornos agrarios ha- rencias a nivel internacional, de incidentes
cabina de una cia otros urbanos. No obs- donde precisamente la situación expuesta de
grúa de la tante, estudios similares grúas ha sido un factor determinante (por
serie EC-H
procedentes de Estados ejemplo www.craneaccidents.com).
Litronic de
Liebherr. Unidos indican un repunte Aunque no era un caso a ser evaluado en la
obra del edificio Torre Espa-
cio, cabe citar que más grave
Niveles de aún es la influencia de los
alerta en fun- efectos de las tormentas eléc-
ción de la zo- tricas sobre los circuitos eléc-
na donde es
tricos instalados para la deto-
detectado el
rayo. Torre nación de cargas explosivas.
Espacio es el
centro de to- Legislación aplicable
das las zonas. al riesgo de rayo

Desde la entrada en vigor del

Código Técnico de la Edifica-
ción (CTE), las instalaciones
de protección contra los rayos
de los edificios quedan regula-
das mediante el Documen-
to Básico "SU Seguridad
de Utilización", que en su
sección 8 trata de la "segu-
ridad frente al riesgo cau-
sado por la acción del ra-
yo".
Este documento hace obli-
gatoria la instalación de
protección en tres casos:
1. Todos los edificios de
más de 43 metros de altura.
2. Los edificios en donde
se manipulen sustancias
tóxicas, radioactivas, infla-
mables o explosivas.
3. Aquellos cuya frecuen-
cia esperada de impacto de
rayos sea mayor que la ad-
misible.
La primera depende de la
ubicación, entorno y volu-
metría del edificio y la se-
gunda del tipo de construcción, el contenido y
su uso. Ambas se calculan según las tablas y
fórmulas del propio CTE.
El edificio Torre Espacio cuenta con una insta-
lación de protección contra el rayo conforme a
normativa. Sin embargo, cabe preguntarse qué
ocurre hasta el día antes en que un edificio ob-
tiene su licencia de actividades. Máxime cuan-
do uno de los casos que hacen obligatoria di-
cha instalación (altura de 43 m), en el caso de
este edificio, se cumple apenas con el 19% de
la estructura construida. ¿Distingue el rayo en-
tre estructuras terminadas o en ejecución?
Hay que añadir también que usando los crite-
rios del CTE de la manera más favorable posi-
ble, el número de impactos de rayo al año es-
perable en Torre Espacio supera los 20.
La parte A del anexo IV del Real Decreto
1627/1997 sobre "disposiciones mínimas de
seguridad y salud en las obras de construc-
ción" es la que describe las condiciones míni-
mas generales para los trabajos en exteriores y
no hace referencia a riesgos derivados de con-
diciones climatológicas, salvo de forma indi-
recta, a las altas temperaturas. De manera que
se puede afirmar que no existe una referencia
43
b
i
a
explícita al riesgo de rayo en la legislación que Ejemplo real
aplica a las obras de construcción. de uno de los
Por lo tanto, como en tantos otros casos que avisos de
alerta en for-
nos podemos encontrar en la práctica habitual mato SMS,
de la prevención en el sector de la construc- creado a par-
ción, se debe acudir a la legislación superior tir de un co-
que, si bien no especifica medidas concretas, rreo electró-
dispone las obligaciones de los distintos suje- nico del INM,
tal y como se
tos del proceso productivo. recibe a pie
Así la Ley de Prevención de Riesgos Labora- de obra.
les (31/1995) indica en su artículo 14 que "en
cumplimiento del deber de protección, el em-
presario deberá garantizar la seguridad y sa-
lud de sus trabajadores en todos los aspectos
relacionados con el trabajo". De igual manera
describe los "principios de la acción preventi-
va", entre los que cabe citar:
 "b) Evaluar los riesgos que no se puedan
evitar."
 "f) Tener en cuenta la evolución de la técni-
ca."
 "i) Dar las debidas instrucciones a los tra-
bajadores."
A su vez, el Real Decreto 1627 antes comenta-
do, implica a los contratistas en la aplicación
de los principios de la acción preventiva y a
 Investigación

44 En la página nidense, se define como agencia sin ánimo de

web del INM lucro con el objetivo de informar sobre los
se pueden
b consultar la riesgos del rayo. Por su interés se reproduce a
localización continuación, prácticamente íntegras, sus con-
i de los rayos sideraciones cuando se les plantea el proble-
detectados ma:
a por su red,
"Tenemos experiencia con grúas de construc-
aunque con
varias horas ción y rayos aquí en los Estados Unidos. Ca-
de retraso. da emplazamiento es diferente debido a las
En la imagen condiciones locales pero en general:
se observa co- 1. Ningún lugar cerca de la grúa puede ser
mo la tormen-
considerado seguro para los trabajadores
ta del 15 de
junio de 2006 que permanecen en el terreno. La razón son
evolucionó de las corrientes mano-pie (touch voltage) y
4:00 a 8:00 pie-pie (step voltage).
a.m. desde 2. Para máxima seguridad es recomenda-
Ciudad Real
los Coordinadores de Seguridad en la coordi- ble evacuar a los trabajadores (lejos de la
a Madrid.
Ese día se re- nación "coherente y responsable" de los mis- grúa y sin permanecer en terreno abierto).
cibieron en mos. 3. Ningún equipo o producto del mercado
Torre Espacio proporciona seguridad. Esto se aplica es-
18 mensajes; Consultas a expertos pecialmente a los pararrayos con dispositi-
uno de ellos
vo de cebado (early stream emision termi-
de alerta má-
xima Tanto para la evaluación del riesgo que se te- nals), permitidos por los reglamentos espa-
(Crédito: Ins- nía que prevenir, como para la valoración de ñoles pero no por los de la Comisión Elec-
tituto Metere- las distintas alternativas técnicas que podían trotécnica Internacional (IEC) o los ameri-
ológico Nacio- evitarlo o paliarlo, se hacen diversas consultas canos.
nal).
a técnicos relacionados con las grúas torre, 4. En todos los informes de consultoría que
sistemas de protección frente a rayos y otros, hemos realizado se recomienda usar:
en busca de experiencias previas y criterios 4.1. Alerta temprana fiable con detecto-
técnicos. res de rayos de alta calidad.
Se puede afirmar que la obra del edificio To- 4.2. Una directriz o procedimiento que
rre Espacio ha sido pionera en el planteamien- describa cuándo evacuar, a dónde eva-
to de este problema y sus posibles soluciones, cuar y cuánto tiempo permanecer en los
en el ámbito de la edificación. emplazamientos seguros."
El fabricante de las grúas torre informa de dos
aspectos que son importantes en la solución fi- DESCRIPCIÓN DE LA SOLUCIÓN
nalmente adoptada: IMPLANTADA
 La puesta a tierra de las estructuras metálicas
de sus equipos garantizan el comportamiento Esquema del sistema
de los mismos como "virtuales" pararrayos de
la obra. Del reconocimiento por un lado del riesgo de
 La cabina de operación del gruista esta aisla- rayo como real y susceptible de causar acci-
da eléctricamente y en caso de caída de rayo dentes durante la construcción de Torre Espa-
se comporta como una "jaula de Faraday" pro- cio y, por otro, de las dificultades técnicas y
tegiendo a quien se encuentre en su interior. económicas para implantar una instalación de
Especialmente importantes fueron las reco- protección provisional, se decide en febrero
mendaciones que hace llegar el National Ligh- de 2006, diseñar un sistema de alerta que
ting Safety Institute (NLSI). El NLSI estadou- combinando diversos servicios, proporcione
el máximo nivel de eficacia que la tecnología
de detección de tormentas permita y a su vez,
sea económico y de fácil implantación para
todos los contratistas y subcontratistas afecta-
dos.
Este sistema consta de tres elementos o servi-
cios:
1. Red de detección de rayos del Instituto Na-
cional de Meteorología
El Instituto Nacional de Meteorología (INM)
dispone de una red de detección de descargas
eléctricas atmosféricas (los rayos nube-tierra
son una parte de ellas) operativa desde 1992.
La información detectada por la red es con-
trastada por un concentrador de datos situado
en la sede central del INM en Madrid, donde
se hacen las oportunas operaciones goniomé-
tricas.
Estos equipos son capaces de detectar fenó-
menos eléctricos a 400 km de su emplaza-
miento.
La dispersión de los detectores y su empleo en
conjunto, permiten al centro de cálculo de Ma-
drid, proporcionar la localización del rayo en
tiempo y lugar, con un retraso de sólo 15 se-
gundos desde que se produce. La precisión en
la localización es de pocos cientos de metros y
la eficiencia de la red se calcula en el 90%.
A instancias del Coordinador de Seguridad de
la obra, en enero de 2006 el INM informa fa-
vorablemente de la viabilidad técnica de utili-
zar su red de detección de rayos para la emi-
sión de alertas relativas a la obra de Torre Es-
pacio y oferta el desarrollo de una aplicación
específica. En marzo de 2006 la aplicación ya
es operativa.
Esta aplicación contrasta las coordenadas ge-
ográficas de la obra (se empleó una de las
grúas torre como referencia) con el dato
equivalente de los rayos caídos en lapsos de
10 minutos. Si la aplicación comprueba que
uno de los rayos se encuentra en la proximi-
dad de la obra, se envía de forma automática
un correo electrónico a la dirección que la
empresa promotora contrató específicamente
para este fin.
El contenido de los correos electrónicos sigue
el siguiente esquema:
45
b
i
a
Anatomía de
INM: alerta de rayos en el área de "NOM-
una tormenta.
BRE IDENTIFICADOR DEL EMPLAZA-
MIENTO" "FECHA" "HORA UTC" comien-
zo "NIVEL DE ALERTA"
Donde:
 Nombre identificador del emplazamiento: se
informó al INM que para este caso se usara
"T-ESPACIO" para cumplir con las limitacio-
nes de caracteres tanto de su aplicación como
de los SMS.
 Fecha y hora UTC: el INM proporciona el
dato de fecha y hora según el meridiano de
Greenwich por lo que hay que sumar una o
dos horas para transformarlo al horario oficial
español en invierno o verano respectivamente.
No obstante, la transmisión del mensaje es tan
rápida que en la práctica la hora de llegada del
correo electrónico o el SMS es la misma que
resultaría de dicha operación.
 Nivel de alerta: son las denominaciones pro-
puestas por el INM en función de la distancia
al rayo detectado. Pueden darse cuatro cir-
cunstancias:
-Caída de rayos en un radio de 25 km: se
envía un correo electrónico informando
"del estado de pre-alerta".
-Caída de rayos en un radio de 8 km: se en-
vía un correo electrónico informando "del
estado de alerta".
 Investigación
46 -Caída de rayos en un radio de 5 km: se en-
vía un correo electrónico informando "del
b estado de alerta máxima".
-Ningún rayo en los últimos 10 minutos,
i dentro del radio de 25 km tras uno de los ni-
a veles de alerta anteriores: se envía un co-
rreo electrónico informando del "comienzo
de la situación normal".
2. Pasarela SMS
Desde el comienzo del diseño del sistema, pa-
ra el Coordinador de Seguridad era fundamen-
tal que las alertas fueran recibidas con fiabili-
dad y transmitidas con rapidez a los distintos
responsables a pie de obra, que son en defini-
tiva, los encargados de tomar y hacer que se
tomen las medidas oportunas.
Por todo ello, se apostó por la transformación
de los correos electrónicos del INM en men-
sajes SMS, algo por otro lado ya habitual en
servicios bancarios y otros sistemas de alerta o
aviso (niveles de polen, bolsa de valores, etc.).
El mercado ofrece diversas opciones para que
esto sea posible, bien a través de servicios de
aviso de correo electrónico vía SMS que ac-
tualmente ofertan todas las compañías de tele-
fonía móvil o bien con dispositivos móviles
para recibir e-mail directamente (PDA, Black-
berry o móviles 3G).
Para una total seguridad en el servicio, la em-
presa promotora optó porque se encargara la
implementación de una solución específica a
una empresa especializada en tecnologías de
la información del mismo grupo industrial,
Avalora Soluciones Informáticas de Gestión,
lo cual, a la vez eliminaba los inconvenientes
antes citados mediante las siguientes ventajas:
 La cuenta de correo electrónico se encuentra
en un servidor conectado, mediante líneas du-
plicadas de fibra óptica, a otro de respaldo en
diferente edificio; ambos con todas las medi-
das de seguridad propias de estas instalaciones
(alimentación eléctrica suplementaria, mante-
nimiento técnico 24 horas, instalación anti-in-
cendios, etc.).
 Recepción directa de los avisos por el perso-
nal a pie de obra.
 Redundancia entre los destinatarios para evi-
tar que ningún mensaje se pierda por falta de
cobertura u otras razones técnicas o de tipo
personal como enfermedad o vacaciones.
 Y una última ventaja que ha resultado ser
muy positiva: filtrado de correos electrónicos
no deseados, spam, fishing, etc.
Para evitar el uso mal intencionado de la pa-
sarela SMS, la dirección de correo electrónico
deber ser sólo conocida por un número muy li-
mitado de personas que necesitan tener acceso
a ella.
3. Procedimiento de seguridad
Una vez recibida la alarma a pie de obra, se
deben de tomar las medidas preventivas opor-
tunas, en función del nivel de la misma.
Debido a que en la obra de Torre Espacio
había varios contratistas principales y traba-
jadores de la empresa promotora y de los
distintos consultores, no era práctico que
cada uno de ellos incluya en su respectivo
plan de seguridad o evaluación de riesgos,
medidas de prevención distintas para el ca-
so de tormenta eléctrica. Además, algunos
de los equipos cuyos funcionamientos que-
daban afectados por las mismas, tenían
usuarios de empresas distintas a las que los
operaban.
Por lo tanto, a fin de tener la máxima unifor-
midad y coordinación de las actividades pre-
ventivas, el Coordinador de Seguridad optó
por redactar las medidas de seguridad necesa-
rias en forma de procedimiento de coordina-
ción, al cual los distintos contratistas y empre-
sas se adhirieron, teniendo el carácter de orden
de la Dirección Facultativa.
A continuación se transcribe la práctica tota-
lidad del procedimiento:
1.- Objeto y alcance.
El objeto de este procedimiento es establecer
las pautas de actuación comunes de todos los
contratistas de la obra Torre Espacio, en Pa-
seo de la Castellana 259, Madrid, en el caso
de tormenta eléctrica con riesgo de caída de
rayos.
Este procedimiento es exigible a los contratis-
tas y éstos, a su vez, lo exigirán a
los subcontratistas que realicen
trabajos con riesgo frente a tor-
mentas eléctricas.
2.- Descripción del servicio de
alerta.
[…]
Se distinguen tres radios de riesgo
equivalentes a tres niveles:
 Prealerta: radio de 25 km
 Alerta: radio de 8 km
 Alerta máxima: radio de 5 km
Pasados diez minutos sin rayos,
tras una de las alertas, el INM emi-
te un aviso de "comienzo de la si-
tuación normal".
Los correos electrónicos son en-
viados a una dirección de correo
electrónico que conocen el Coordi-
nador de Seguridad y las personas
autorizadas por él. No se debe
usar para ningún otro fin, excepto los mensa-
jes de prueba que éstos puedan hacer.
Torre Espacio ha concertado con una empre-
sa especializada la transformación de los co-
rreos electrónicos enviados por el INM en
mensajes SMS, que son remitidos a una lista
de distribución.
Los Jefes de Obra de los contratistas princi-
pales y los consultores de la propiedad, infor-
man a OHL y SGS de los números de teléfono
en los que reciben los avisos y sus posibles
cambios.
Los contratistas cumplen y hacen cumplir a
sus subcontratistas las prevenciones a adop-
tar en función de los niveles de alerta y que se
describen en este procedimiento.
3.- Acciones a ejecutar en función del nivel de
alerta
 Prealerta (25 km)
-No comenzar, ni planificar actividades pa-
ra las siguientes 12 horas que sean de inte-
rrupción complicada y que supongan expo-
sición de trabajadores a la intemperie o
contacto con las grúas torre. Por ejemplo el
trepado de grúas.
-Comunicación verbal de la prealerta a los
subcontratistas.
47
b
i
a
 Alerta (8 km) Esquema del
-Todas las correspondientes a "prealerta". sistema.
-Prohibido subir a las cabinas de las grúas;
si están funcionando, los gruístas deben
permanecer en la cabina.
-Comunicación verbal de la alerta a sub-
contratistas.
-Preparación para la interrupción inmedia-
ta de cualquier trabajo en situación ex-
puesta (coronación de la estructura de la
torre, fachadas y acopios al aire libre) o
cerca de los mástiles de grúas torre.
 Alerta máxima (5 km)
-Todas las correspondientes a "prealerta" y
"alerta".
-Comunicación verbal de la alerta máxima
a los subcontratistas.
-Parada de los tajos en fachadas.
-Parada de los tajos y evacuación en la co-
ronación de la estructura de la torre y nú-
cleos.
-Revisión de que no se estén realizando y
parada, en su caso, de todos lo trabajos en
proximidad a los mástiles de las grúas to-
rre.
-Bajada de las plumas en las zonas de aco-
pios al aire libre.
 Investigación
48 -Parada y evacuación de los ascensores de
obra.
b  Comienzo de la situación normal
-Se permite la ocupación de las zonas y
i equipos antes evacuados.
a -Reanudación de los trabajos antes inte-
rrumpidos.
-Los gruistas pueden abandonar o acceder
a las cabinas.
VENTAJAS COMPARATIVAS
DE LA SOLUCIÓN IMPLANTADA
Para exponer las ventajas del sistema de pre-
vención frente al riesgo de rayo diseñado para
Torre Espacio, se puede contraponer éste a las
que en grandes rasgos, hubieran podido ser
sus alternativas:
Instalación provisional
de protección contra el rayo
Respecto a la instalación de un pararrayos pro-
visional hay que reconocer una gran ventaja: se
trata de una protección colectiva. Sin embargo,
los inconvenientes de su aplicación al caso con-
Un pararrayos creto de Torre Espacio la hacían una opción in-
externo al edi- viable.
ficio debería  No es posible instalarlo sobre la planta del
alcanzar una
altura enorme
edificio pues interferiría con el barrido de las
para que la grúas. Y un pararrayos más bajo que éstas no
torre esté den- tiene sentido.
tro de su cono  Si se sitúa sobre una de las grúas se presen-
de protección. tan los siguientes inconvenientes que tienen
tal complejidad técnica que ni siquiera se lle-
garon a valorar económicamente:
-Dado que las grúas eran autotrepantes, el
derivador debe ser de longitud creciente. La
posibilidad de tener un rollo de cable para ir
desenrollándolo a medida que es necesario,
implica un aumento en la inductancia del
circuito que hace perder capacidad de cap-
tación al pararrayos de una manera inacep-
table.
-En cualquier caso, para evitar la creación
de arcos entre el cable y el mástil de la grúa
donde se situaría este pararrayos, se necesi-
tarían unos niveles de aislamiento inabor-
dables, máxime al tratarse de lo que va a ser
una instalación provisional.
 Cabe como tercera opción que no presenta
excesivos problemas técnicos en cuanto al di-
seño de la instalación, disponer el pararrayos
externamente al edificio. Sin embargo, hay
que tener en cuenta dos factores determinantes
en este caso: sería necesaria una estructura
provisional de soporte y el edificio que hay
que proteger (además, a distancia) llegaría a
los 224 metros de altura.
A continuación, usando como referencia la
CTE se hacen unos "números gordos" para sa-
ber qué altura debería de tener esta estructura.
 Por un lado, consideramos un riesgo admisi-
ble Na = 5,5 x 10 -3, lo que es un valor co-
rriente.
 Sin embargo por otro lado tenemos que con-
siderar una frecuencia de impactos/año espe-
rada Ne = 22,58 que viene dada fundamental-
mente por una superficie de captura equiva-
lente enorme que sobrepasa los 1.800.000 m2.
 De lo anterior obtenemos una necesidad de
eficiencia E mayor de 0,98 y por lo tanto un
nivel de protección requerido 1.
 Aplicando el método del ángulo de protec-
ción, para que el edificio se encuentre den-
tro del cono de seguridad del pararrayos,
aun separando la punta lo necesario para no
interferir con la pluma de la grúa, se obtie-
ne que se debe suplementar la estructura
provisional unos 172 metros sobre la cu-
bierta. Es decir, se necesitaría una torre de
¡396 metros!
Por lo tanto, en este caso, una instalación de pro-
tección provisional es inabordable económica-
mente sin entrar en los aspectos constructivos.
Detectores de tormentas
En el mercado existen detectores de tormentas
en un amplio rango de calidades que va desde
los pequeños aparatos portátiles de 200 € has-
ta estaciones de 150.000 €.
Estos aparatos pueden ser de diversos tipos:
 Detectores de radiofrecuencia: detectan la
señal electromagnética provocada por la des-
carga eléctrica del rayo y en función de la in-
tensidad percibida estiman su distancia. Pue-
den verse interferidos por otro tipo de fuentes
electromagnéticas y/o grandes estructuras me-
tálicas.
 Interferómetros: son dispositivos multi-esta-
ción mucho más costosos que los detectores
de radiofrecuencia. Son precisos pero necesi-
tan personal cualificado para su operación.
 Medidores de campo eléctrico: miden varia-
ciones en el campo eléctrico terrestre para an-
ticiparse al posible rayo.
 Equipos ópticos: detectan los relámpagos
entre nubes que suele haber antes de que el ra-
yo se produzca.
 Equipos híbridos: combinan algunas de las
tecnologías anteriores.
De todos estos equipos los únicos que se pue-
den plantear como opción viable para el caso
concreto de Torre Espacio son los detectores
de radio frecuencia que, como se ha explicado
antes, basan su precisión en la medida de la in-
tensidad de la señal que el rayo ha provocado.
Además ésta es la única opción de la que se
han recogido referencias de uso en construc-
ción, aunque no en edificación sino en obra
civil.
Siendo por lo tanto, una opción aceptable y
aceptada, se plantea una comparación en tér-
minos de relación calidad/precio con el servi-
cio de alertas del INM.
Con éste último, por un coste inferior a los mil
euros, se dispone en la obra de la precisión de
una red de varios millones de euros, operada
por personal especializado y sin ninguna obli-
gación sobre el mantenimiento o 49
uso de los equipos.
Tanto la propiedad como la coor- b
dinación de seguridad de Torre
Espacio coinciden en resaltar co- i
mo ventajosa la calidad del servi- a
cio prestado por el INM en rela-
ción con el obtenido con un equi-
po de precio similar y prestacio-
nes inferiores.
A estos costes, hay que añadir lo
que en cada caso se estime más
conveniente como medio de co-
municación de los correos elec- La fotogra-
trónicos de alarma al personal de obra. Esto fía se tomó
podrá variar en función de las características durante una
tormenta en
de la obra para la que se plantee.
abril de
En el caso de Torre Espacio, el hecho de dis- 2006. Fue-
poner de una empresa de tecnologías de la in- ron los pri-
formación dentro del mismo grupo industrial meros rayos
ha tenido un gran peso a la hora de optar por sobre Torre
Espacio.
la opción de más calidad, aunque también la
Era la prue-
más costosa. ba definiti-
De la misma manera que se ha comentado res- va de que el
pecto a la red de detectores del INM; disponer riesgo que
de un servicio específico de envíos de SMS, se había
puesto sobre
ofrece la mayor seguridad y calidad posibles
la mesa era
en el servicio y descarga al personal de obra real. La an-
de cualquier gestión o mantenimiento relati- ticipación
vos al tema. Sin embargo es importante seña- de varios
lar otras opciones que, con menor calidad, es- meses con
la que se
tán disponibles en el mercado.
había traba-
Así, casi todos los operadores de telefonía jado había
móvil vinculan de manera gratuita, cuentas de dado sus
correo electrónico al número de teléfono y, a frutos.
su vez, ofrecen la opción de que los correos
electrónicos que se reciben en esos buzones
sean reenviados a listas de distribución y que
se emita un aviso SMS a la llegada de los mis-
mos.
Otra posibilidad intermedia son los móviles
con correo electrónico en tiempo real. Estos
dispositivos no reciben el correo transformado
en SMS, sino que directamente acceden al ser-
vidor de correo usando el protocolo POP. Es-
tos equipos en combinación con las alertas del
INM se convierten en virtuales detectores por-
tátiles de tormentas.
 Investigación
50 APLICABILIDAD DE LA SOLUCIÓN
IMPLANTADA EN TORRE ESPACIO A
b OTROS TRABAJOS, ESPECIALMENTE
CON EXPLOSIVOS
i Así, desde el 17 de abril hasta el 23 de agosto
a El sistema descrito en este trabajo se ha dise-
ñado específicamente para la obra del edificio
Torre Espacio. Entre los factores que se pue-
den mencionar como exclusivos de una edifi-
cación de este tipo están:
 Carácter puntual del centro de trabajo.
 Emplazamiento fijo en el tiempo.
 Exposición prolongada durante varios me-
ses.
Entrando concretamente a
los riesgos provocados por
tormentas eléctricas res-
pecto a los trabajos con
explosivos (voladuras,
movimientos de tierras,
canteras, etc.) se puede
afirmar que el sistema im-
plantado en Torre Espacio
cubre las necesidades de
Varios tipos alerta con mayor eficacia y precisión que los
de detectores detectores de tormenta estándar y, por supues-
de rayos.
to, mucho más que con la simple observación
del cielo.
Sobre esto último, es necesario indicar que
pueden caer rayos a distancias alejadas mu-
chos kilómetros de las nubes de tormenta.
Puede que no esté lloviendo sobre el lugar o
incluso que la tormenta esté fuera del alcance
visual.
Un sistema de alertas similar al implantado en
Torre Espacio cumple con creces los paráme-
tros de seguridad tanto por las distancias de
detección requeridas como las acciones a to-
mar posteriormente, en la medida en que estas
son de tipo preventivo.
VALORACIÓN DE LA EXPERIENCIA
OBTENIDA
La Coordinación de Seguridad y Salud ha ido
recopilando los datos de tipo de alerta, fecha y
hora de todos los avisos del INM en una hoja
de cálculo a fin de poder explotar esta infor-
mación para extraer conclusiones sobre el fun-
cionamiento del sistema y poder estudiar las
mejoras necesarias de los procedimientos de
seguridad.
de 2007, se han recibido un total de 628 avi-
sos emitidos por el INM que se desglosan del
siguiente modo:
 378 avisos de prealerta (radio de 25 km).
 57 avisos de alerta (radio de 8 km).
 29 avisos de alerta máxima (radio de 5 km).
 Y 464 avisos de vuelta a situación normal.
Hay que resaltar que prácticamente cada una
de las alertas máximas ha conllevado caída de
rayos en la obra, aunque hay que aclarar que
no todas ellas han coincidido con el horario la-
boral.
Del tratamiento de los datos de los avisos tam-
bién se pueden elaborar las siguientes estadís-
ticas:
1. La hora promedio a la que se recibe el avi-
so son las 16:54 (hora local), es decir, en ple-
na jornada laboral.
2. Cuando la tormenta comienza, se recibe de
media, un aviso cada 10 minutos.
3. Las situaciones de alerta máxima han dura-
do una media de 42 minutos, siendo la de ma-
yor duración de 1 hora y 46 minutos.
4. El tiempo medio de reacción del que se dis-
pone desde el aviso de alerta al de alerta má-
xima es de 6 minutos y 30 segundos.
Por lo expuesto en el punto 4, se decidió que
en caso de alerta máxima era más seguro que
los gruístas permanecieran en sus cabinas a
que las abandonaran con riesgo de que el rayo
cayera mientras bajaban. Además, tal como se
explica en el punto 3, no hay que temer que
deban pasar encerrados un periodo de tiempo
excesivamente prolongado.
Por último, como suele ocurrir por desgracia
en las labores preventivas, si bien podemos te-
ner datos sobre accidentalidad, es imposible
saber cuántos accidentes se han evitado por el
buen funcionamiento del sistema. No obstan-
te, a pesar de que como se ha dicho, han caído
rayos en la obra, no se ha producido ningún
daño personal. La valoración no puede ser
más positiva.