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LA CLASE POLITICA* Predominio de una clase dirigente sobre toda la sociedad Entre las tendencias y hechos constantes que se encuentran en todos los organismos pol iti- cos, UNO €S tan Obvio que es obvio a toda manifestacién: en todas las sociedades, co- menzando desde aquellas _ mediocremente desarrolladas y que apenas han arribado a lo primordial de la civilizacién, terminando por las mas numerosas y mas cultas, existen dos clases de personas, una de fos gobernantes Y la otra de los gobernados. La primera, que es siempre la menos numerosa, realiza todas las funciones politicas, monopoliza el poder y goza de las ventajas que ello trae consigo; mientras que la segunda, mds numerosa, es dirigida y regulada por la primera, de un modo més 0 menos legal, ya mas o menos arbitrario y violento, y ella la proveé, al menos aparente- mente, de los medios materiales de subsistencia y de aquellos que para la vitalidad det orga: nismo politico son necesarios, En la vida préctica todas reconocemos la existencia de esta clase dirigente o clase pol/ 7 Este onsiye ob ta rupitoduecion det cap. 17 de la abra Elementi di Scienza Poliview sw (wanes Most, et inate 1808 Gaetano Mosca tica, como en otra parte decidimos definirla.’ Sabernos que en nuestro pais** la direccién de /a cosa publica esté en manos de una mi- noria de personas influyentes, a la cual la mayoria concede, voluntaria o involuntaria- mente a direccion, y que lo mismo sucede en fos paises vecinos, y no sabemos de un mundo organizado en forma diferente, en el cual to- dos, igualmente y sin alguna jerarquia, estén sujetos @ uno solo o todos en igualdad diri giendo fa cosa politica, Si en teoria razona- mos diferentemente, es en parte debido a los hdbitos arraigados en nuestro pensamiento y en parte a la exagerada importancia que da- mos a dos fendmenos sociales, cuya aparien- cia es superior a ja realidad. El primero de estos fenémenos consiste en el hecho que en cada organismo politico hay siempre una persona que es la cabeza de la jerarquia de toda clase politica y que dirige aquello que se llama el timén de! Estado, Esta persona no siempre es aquella que empuiia legalmente el poder supremo; a veces, junto de el rey o del emperador hereditarios, hay un primer ministro 0 mayordomo més pode: Toso; otras veces, en lugar del presidente electo, gobernard el hombre politico mas 1 Moses, Tearica del Governo Parlamentare, 03. 1 ++ Miasca se rotinrea Halia, (N.el E. a8 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA influyente que procuré su eleccién, Bajo circunstancias especiales, puede haber, en lu- gar de una sola persona, dos o tres que de- sempefian las funciones de suprema direccién. El segundo fenémeno se explica con un hecho que es de facil percepci6n: cualquiera que sea e! tipo de organizacién social, las pre- siones provenientes del descontento de las masas que son gobernadas, de las pasiones con las que son agitadas, ejercen una cierta in- fluencia sobre la accién de la clase politica. Pero el hombre que esté a la cabeza del Estado ciertamente no podré gobernar sin el apoyo de una clase numerosa para que sus Ordenes sean seguidas y respetadas, y si él puede hacer sentir el peso de su potencia en uno ©, al parecer, varios individuos de esa clase, no puede en verdad desplazarto por completo o destruir otra clase, sin la cual su accién estarfa completamente paralizada. Por otra parte, aceptando que el desconten- to de las masas lograra deponer a la clase dirigente, debera necesariamente formarse, como mas tarde mostraremos, en el seno de las masas mismas, otra minoria organizada que desempefie el oficio de clase dirigente. Por el contrario, cualquier organizacién o cualquier estructura social, serd destruida, Lo que puede constituir la verdadera supe- rioridad de la clase politica, como objeto de investigacién cientifica, es la importancia preponderante que su constitucién variable tiene al determinar el tipo politico y el grado de civilizacién de tos diferentes pueblos. Estando de acuerdo con la manera de clasifi- car formas de gobierno, que atin esta en boga, Turquia y Rusia son del todo monarquias ab- solutas, Inglaterra e Italia monarquias consti- tucionales y Francia y Estados Unidos, se encuentran en la categoria de repiblicas. Esta clasificacién esté basada sobre el hecho que, en los dos primeros paises mencionados, la cabeza del Estado es hereditario y nominal- mente omnipotente, mientras que en los dos segundos, siendo hereditario, tiene facultades y atribuciones limitadas; en los dos ultimos es elegido. La clasificacion es obviamente super- ficial. Hay poco de comin en las formas como Rusia y Turqu/a son pol/ticamente controla- dos asi como de diferencia en el grado de civilizaci6n y organizacién de las clases pol cas de ambos paises, Siguiendo este criterio, encontramos que ‘el régimen de Italia mondr- quica es més andlogo al de la Francia republi- cana, que al de Inglaterra, igualmente monér- quica. Y hay diferencias importantes entre las organizaciones pol iticas de los Estados Unidos y Francia, aunque ambos paises son repiiblicas. Como antes hemos sugerido, las formas ha- bituadas de pensar estén opuestas, v siguen oponiéndose en este punto, al progreso cientifico. La clasificacién ya mencionada, que divide @ los gobiernos en monarquias ab- solutas, monaquias limitadas y repiblicas, fue establecida por Montesquieu al intentar rem: plazar las categorias cldsicas de Aristoteles, quien dividié a los gobiernos en monarquias, aristocracias y democracias. Lo que Aristéte- tes llamé una democracia era sencillamente una aristocrdcia mas amplia, y el mismo Aris- toteles pudo observar en que cada Estado griego, fuéra aristocrdtico 0 democrdtico, habia~siempre una o pocas personas que tenian une influencia preponderante. De Polibio a Montesquieu muchos autores han perfeccionado la clasificacién aristotélica desarrollando la teorfa de los gobiernos ESTUDIOS a9 mezclados, Mas tarde, \a corriente democratica moderna, que tuvo su inicio en Rousseau, declara que la mayorfa de los ciudadanos en un Estado puede y debe participar en su vida politica; la teoria de soberania popular, a pesar de que la ciencia moderna nos ha de- mostrado la coexistencia en cade organismo politico de los principios democréticos, monérquicos y aristocrdticos, sigue prevale- ciendo en muchas mentes. No nos detendremos a refutar esta teoria, puesto que es el trabajo presente lo que pretende demostrar en su totalidad. Ademés, serie dificil destruir en unas cuantas paginas todo un sistema de ideas que se han arraigado firmemente en la mente humana; como acertadamente escribié Las Casas en La Vida de Cristobal Colén: es mu- cho mas diffcil no aprender que aprender. Prevalencia de la minoria organizada sobre la mayoria Pensamos que puede ser itil, sin embargo, responder a una objecién, la cual parece muy facil desde nuestro punto de vista: Si es facil comprender que un solo individuo no puede mandar a una masa, sin tener una minoria que lo sostenga, es mucho més dificil negar, como un hecho constante y natural, que las minorias gobiernan a las mayorfas y no éstas a aquellas. Pero este es uno de los puntos, como tantos que se dan en todas fas otras ciencias, en el cual la primera impresién de las cosas es contraria alo que son en realidad. De hecho es fatal la prevalencia de una mino- fa organizada, que obedece a un nico im- pulso, sobre la mayor fa desorganizada, que se encuentra en una situacién que lamaremos pasiva. La fuerza de esta minorfa es irresisti- ble frente a cada individuo de la mayoria, el cual se encuentra aislado ante Ia totalidad de la minorfa organizada; al mismo tiempo se puede decir que ella se encuentra organizada por la razén de ser minorfa, Cien hombres actuando uniformemente en concierto y entendiéndose unos con otros, triunfarén sobre mil que no estén de acuerdo y que, por tanto, pueden ser tratados de uno en uno; al mismo tiempo, seré més facil para (os prime- ros actuar en concierto y tener una compren: sién mutua, porque son cien y no mil, De este hecho se recaba facilmente la consecuen: cia que, cuanto mas grande es una comunidad politica, menor serd la proporcién de la mino- rfa_gobernante respecto a a mayorfa gober- nada y tanto mds dificil para esta mayoria ser organizarse por reaccién contra aquelia. Pero, ademés de \a gran ventaja, que pro- viene de la organizacién, las minorias gober- nantes generalmente estén constituidas de manera que los individuos, que las forman, se distinguen de la masa de los gobernados por ciertas cualidades, que les dan superioridad material, intelectual y hasta moral; son tam- bién herederos de las individuos que pcseye- ron tales cualidades. En otras palabras, deben tener cualquier atributo, verdadero oaparente, que sea fuertemente apreciado y de mucho valor en la sociedad en la que viven. Las fuerzas politicas y el valor militar En la sociedad primitiva, que esté en el primer estado de su organizacién, el valor militar es Ja cualidad que més facilmente abre el acceso a la clase politica dirigente, La guerra, que en las sociedades de civilizacién avanzada es un estado exepcional, puede ser considerada como normal en aquellas que estén en el ini cio de su desarrollo y en las cuales los indi duos que muestran las mejores aptitudes en

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