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ETT, LE TET TE Publicacién de la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje Universidad Nacional Redectores: Flora Eugenia Ovares, Sonia Marte Mara, Jorge Alfaro Pérez y Juan Qurén Luzio NO-2, (Set. 1989} Heredia, Costs Rica PRESENTACION informe de tabores de 1981 de fa Facultad de Fitaso- fia.y Letras de la Universidad Nacional caracteriza a ta Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje “por un gran dinamismo que incursions en varias direcciones. Sin descuidar el desarrollo cuatitatwo de ta dacencia, la investigacion y la extension, forta a . Md con un buen némero de acc SMM altamente be- ra el logro de los objetivos” CQrertamente, la preo- pmica por respon: struc en nuestras dreas defestudio a "en Peggramas que permiten ae Ademas det boletin Cilampa —dedicado basicamente en és. te tercer numero a |a obra de Carlos Luis Fallas— que se orienta a la comunicaci6n con ios profesores de ensefianza media, la Es- cuela mantiene proyectos que persiguen Otros objetivos. La revista Letras, por ejemplo. se ha constituide en cada Uno de los siete nimeros publicados hasta la fecha en un medio fundamental para exponer tos resultsdos de Ia investigacién es- Pecializada y la produccién de académicos v creadores costarri- eenses ¥ ex tranjeros, + Por su parte, el Certamen UNA-PALABRA, que organiza. mos conjuntamente con el Departamento de Filosofia, se ha constituido en uno de los concurses més prestigiades, en centro de contacto de creadores y pensadores que a wavés de la obra |i. teraria y ¢l ensayo ofrecen su aporte al pais. Once premios, nue ve menciones honor fficas y quince libres publicados es ef resu- men.de las cinco versiones realizadas hasta el momento: En el plano de la ensefanza ge idiomas, la Escuela de Lite ratura y Ciencios del Lenguaje realiza programas pioneras de en- sefianza de inglés y francés en Ja escuela primaria, que se llevan a €abo en ta Escuels Joaquin Lizano y en ta Escuela Laboratorio fespectivamente, ambos en la ciuded dé Heredia. Los primeros resultados de fa experiencia nos permiten ser opumistas respec- toa los logros finales de esta novedese experiencia. En ‘los préximos niémeros de Cilampa presentaremas pro: vectos que en otras dreas realize la Escuela y precuraremus com- - - pari par este medio les yesultadas pertinantes con la ensefianza de idiomas y dela lengua materna Jorge A. Alfaro Pare ‘GIRECTOR Escyeta cle Liteeaeura y Ciencias ‘del Lenguaje DIRECCION POSTAL: Boletin Cilemoa Exucls de Literatura y Cienclas det Lenguaje Universidad Nacional Apartado 86, Heredia MI MADRINA DE CARLOS LUIS FALLAS En tres procesas se puede organizer ef mundo de Mi madrina. Un Proceso initial, que contiene Ia historia de la pobreza y religinsidad de da- ‘ta Chon y su ahijado. Un desarrollo de procesos, que da cabida a dos his: ‘torias sinwiténeas: a historia de ta brujeria y fa solvencia econémica que con ella aicanza esta familia. Un proceso final se hase en el enlrentamiento de Ta madrina con Ia iglesia catdlica y 1a comunidad, sv muerte y fa incor- poracién exitosa de Juan Ramon a los estudios. Jerarquicamente, a religiémes la instancia superior. Impone una vi- - sidn det mundo e través del conjunto de preceptos.que contiene: principios éticos y morales y formas de comportamiento. Los personajes de 1a obra sin excepcién, aprehenden esa cosmovi- ‘sidn, aunque en cada uno de ellos adquiere variantes particutares: devia Chon mantiene una relacién que entendemos como vertical, sinos apaya- “mos en los acontecimientos del procesa iniciat que distinguimas: |a précti- ta permanente del rezo, el cumplimienta de ta misa dominical, el estoicis: ‘mo can que enfrents ta miseria y el apogea irrestricto @ una conducta so- ‘cial y personal consecuente con sus ereencias. Los requerimientos basicos de la religién son asumides con pureza ‘Ror el personaje. Ningin acto de infraccién atenta contra el mandamienta ‘supremo. Hay acato fiet a lo encomendado. No sucede asi con las restan- ‘es personajes. La relacién es transversal en ta medida que “adecuan” los ‘Preceptos a su necesidad personal: asi Juan Ramdn, Dona Mercedes, Ber- _ nardo y el cura Carlos. (De tas relaciones establecidas se puede colegir una oposicién entre . Ja madrina y el resta de los personajes. Le primera, fiel a las convicciones. y # los sequndas, transgresores de las mismas. Sin embargo, en el curso gla- __ bal de tos acontecimientos, los papeles se invierten: {a madrina es castiga- _ da con el exitio religigso y la marginacion social. Los demas, pese a sus transgresiones, permanecen incélumnes, desarrollande el curso de su vida 8n las marcos de la normalidad. En la mayaria de los casos, logran las me graduada de médico; Juan Remon nase ce ace BO a dado par Doiia Chon supers su estade de miseria y el cura Carle ww vide desordeneda, A diferencia de estas, a matting os6 intraducirst en la praciica de Ja brujeria, medio natural que se utiliza para curar o enfermar personas, clemento basico de transgresion que ta instancia superior tama en cuenta pare aplicar el castiga. Aunque esta piactica surge como praducto de una hecosidad inmediata (Ia miseria extrema de data Chon) y es ejecida desde su anguis. pasitivo, porque ta madrina da “consejos”, acompaitados de so- brecitos con palves inatensives, el castiga se impone con dureza, y esto opera asf, par el rango mitice que ocupa ia religion en el-dmbita novelesco. En uno etapa ariginaria, !a explicecian réligiosa que el hombre te dio a.su entoma lo ubieé en relecion can el poder sagrado comp ser muy pe quefio. Situaciée que varié cuando’se despiaré hacia una explicacién cien- tifica que le permitié establecer relaciones de distancia, ya.na ante Un po: der sagrada sino ante ta naturaleza. Pero to religiosa ha seguida coexistien- de cen taconceprién racionat det hombre, solo que esta vez desdoblada en “su naturateze tecnificada. Ello tiene origen en el tuncionamienta de ta reli- gion come opresién; lo anterior implica que ta ley retigiosa se concibe tam- bién en forma de fotiche, pues se le da un cardcter ético que impide af hombre buscar une solucion 2 sus problemas concretos, haciéndosele ctecr que fos mismacse resuelven mediante el refugia religioso donde encontiaré “compasion y resignacifn. En el marco de Mi Madrina esta percepeion de fo raligiose se cumple cuando ella enfrenta su entorme can paciencia y el estoicismo que niegan ‘posibilidades a su accién recional pare someter el mettio, actitud a le que acude gracias 2 fa aparicion de la brujeria como media que, al final, le pro- ‘cura ne sds ta sotucion de sus problemas materiales inmediatos, sino tam~ bién plontearse la posibilidad de gue Juan Remon estudie medicina. Enresto rallica it mctuimibertive Gta! siectiny jie et cul os Sagtige! da; ja perspective que configura para el ahijado es un acto de agresién dos mitas simultaneas: Io religioso ¥ la esatérico. La diferencia radica ‘que 10 religions se diluye en si mismo ("'Sélo en Religin parecfa Haquear- Tio me gustaba esa asignatura y me dormia en la clase apenas la maestra 24 ‘ba en mi el recuerde de los aburridos novenanos y el monétona bisbiseo de plegarias”), mieatras que lo esotérice pase a estado supenior (""Dedico estas mal ascritas paginas que resumen fa veridica y sincera historia de mi infancia, a ta humilde gente det barria donde yo se criéy donde ejerzo mi profesion de médico”). La actitud deta madrina cuestiona e! mite reliyiase. El personaje no ‘tiene conciencia de esta actitud, toda vez que es victima de la percepcién fetichizaria de lo refiginso, asume la culpabilidad y el castigo impuesto ("Por tres dias senuides ayuné y rezG fervorosamente y una noche de esas Ja sorprendi atra vez mortificéndose can las piedras y los granas de maiz"). La brijeria es corolario de a religion en la medida que le sive a ésta_ de soporte en fa peccepcian maniquea del mundo, que propene para man— tener su rol cohercitive. Surge de ahi la oposicion plana-entie ol Bien y ef Mal, que da cabida 2 la asuncién de ta brujerfa como “realidad”. En los “mareos de una sociedad opresora, oponer Io oculta a Io raligioso implica tener en fa mana otro instrumente para controlar y eohesianar al geuposo- cial, Desde Ia brujeris'se hace emanar te pasibilidad del castigo. pues in- “-currit en ella es un acta de agresién al Bien. Cbsérvese que en Mi madrina funciona este mecanismo a través de! vocere de (a Autoritiad retigiose, (“El fuego del infierno te estd esperando, mala mujer “Ja brujeria y la pasion pecaminosa del dinero”), y qué hipderitas, se va a salar fa iglesia, . . hay que decirle al padre que le eche una maldiciéat”). Se completa asi un eireulo que por ascilar en lo | mitico impide la trescendencia hacia un estado racional liberador, que en fa novela sj es stiperada, Dos Chon, habiamos abservada, es el elemento vital para esa tras: eencencia, sequida par Juan Ramon y por otre persanaje muy significati- vo: dofia Mercedes. A diferencia de dofia Chon, ta actitud desmitificadora parte aqui de Ia relacién de distancia que se establece entre el sujgto y su realidad. Proveniente de la ciudad, solvente econdmicamente y con un “grado cultural bésico, dofia Mercedes dscubre desde el principio et sentido ‘oculto de ambos mitos. El religioso to enfrenta desde su naturaleza genui- ‘na, en la medida que lo asume como una explicacién glabal y ao inmediate de] mundo: ella cree en Dios y es catélica, pero es capar de entender que

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