Robin Maconie
TRADUCCION DE J. L. GIL ARIST”I
LA COMUNICACION
A\lver en la arena la huella de unos pies, el naufrago enten-
dié el mensaje humano mas fundamental: que ya no estaba
solo.
Aquel mensaje era involuntario ¢ inesperado, pero, aun
asi, absolutamente inequivoco. Alguien hab{a pasado por
alli. En la isla se hallaba otra persona. La marea no habia
borrado la marca; el viento y la Iuvia no la habian disper-
sado. Debia de ser reciente; tenia que significar la presen-
cia cercana de alguien mas.
Las impresiones dejadas por la vida poseen una viveza
extraordinaria. La marca de un pulgar en una vasija anti-
gua o la huella de la pata de un animal en la baldosa de un
suelo de la Edad Media estan escritas en un lenguaje uni-
versal que trasciende cualquier sentimiento de tiempo, cul-
turao dialecto. Las huellas de manos anénimas preservadas
durante decenas de miles de afios en pinturas rupestres de
Australia y Europa son firmas que nos hablan més alla del
tiempo con la misma insistencia esencial y reciente que po-
see la pintura trazada hoy mismo por los dedos de un nifio.
El deseo acuciante de comunicarse se halla en la natu-
raleza de todo cuanto vive. La comunicacién expresa con-
trol: control de uno mismo, mediante la coordinacién de
s sentidos, que nos dan informacién sobre el mundo; con-
- trol del entorno, que hace del mundo un lugar menos peli-
groso en el que vivir; y control social, por el hecho de com-
partir una informacién que permite a los miembros de una
13LA MUSICA COMO CONCEPTO
sociedad actuar conjuntamente de forma productiva y mu-
tuamente grata. La comunicacién supone enviar mensajes,
y también recibirlos. La transmisién y recepcién de men-
sajes es incesante. La ciencia presta atencién a los mensajes
involuntarios de la naturaleza, asi como al comportamien-
to intencionado de los seres inteligentes. Los astrénomos
sintonizan con galaxias lejanas en la esperanza de encon-
trar sentido a las energias fluctuantes de algunos astros
particulares.
Volviendo a la Tierra, acostumbramos a distinguir en-
tre mensajes deliberados e involuntarios. Lo que dice una
persona suele ser un mensaje planeado para inducir a un
oyente a pensar 0 actuar de determinada manera. Esa es la
finalidad del lenguaje. El lenguaje es un complicado siste-
ma de comunicacién que sdlo puede funcionar satisfacto-
riamente entre quienes han Ilegado a dominarlo hasta un
grado equivalente. El intercambio verbal implica sumision
mutua a la autoridad del propio lenguaje. Sus ventajas se
descubren en la precisién y complejidad de la informacién
que podemos compartir gracias a él.
Esta luego el lenguaje del ademan, el vocabulario ges-
tual y el tono de la voz. Las sefiales conductuales indican la
personalidad que guia el lenguaje de las ideas. Pueden re-
forzar un argumento 0, por el contrario, vaciarlo de cual-
quier conviccién. El caracter y la personalidad son dificiles
de camuflar 0 controlar, La expresién personal nos habla
en un plano individual, emocional y, segiin se cree comtin-
mente, superficial. No es algo sobre lo que solemos leer en
reportajes de prensa, analicemos 0 evaluemos de manera
critica. Lo habitual es pensar que no tiene nada importan-
te que aportar al mundo de las ideas.
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LA COMUNICACION
Esa es, al menos, la opini6n clasica, la opinién de una
cultura alfabetizada y dependiente de la prensa. En su re-
lato sobre la huella de unas pisadas en la arena, Defoe cues-
tiona la idea predominante de la supremacia del lenguaje y
de la explicacidn ulterior dada por el hombre civilizado,
Robinson Crusoe, que entra en contacto con un aborigen y
tiene que volver a aprender desde el principio el significa-
do del lenguaje y la comunicacion. Defoe no fue el tnico
autor clasico que sometio deliberadamente a examen las
ideas acerca del lenguaje y la comunicacién. En Los viajes
de Gulliver, el dean Swift adopté un tono mucho menos de-
licado al hablar de las actitudes rebuscadas de su tiempo.
Es indudable que no compartfa la idea de que la comuni-
cacién mediante el lenguaje era intrinsecamente superior,
precisa, objetiva y civilizadora. En una de sus expediciones
alas distintas civilizaciones, Gulliver se encuentra con una
raza de fildsofos cuyo mundo conceptual se transmite me-
diante un fastidioso intercambio de objetos transportados
en bolsas—un lenguaje objetivo llevado al extremo—. En
otro lugar, Gulliver se topa con algo que es para Swift la
idea de una civilizacion perfecta: una raza de caballos cuya
nobleza y sabiduria reflejan una filosofia de la inteligencia
en armonia'con la naturaleza.
Hoy, la postura dominante que considera el lenguaje
como medio eficaz de comunicacién para las masas esta
siendo revisada una vez mas. En una cultura de frases pu-
blicitarias, la eficacia comunicativa de lo que se dice es, qui-
za, menor que la de cémo se dice. Los que antes eran ele-
mentos transitorios y subjetivos de la expresién individual
se estén convirtiendo en factores deliberados y ensayados.
En la actualidad podemos preservar la dindmica de la ex-
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