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Nunca llegamos a valorar la amistad de alguien hasta que nuestr@ amigo@ se va.

Pero a veces hace falta


que se vaya para que nos demos cuenta del valor real de su amistad.

El auténtico valor de la amistad se deriva de lo difícil que es conseguirla y mantenerla.

Siempre serás mi mejor amiga. Entres otras cosas, ¡porque sabes demasiado!

Cuando pierdes el camino, andaré a tu lado. Cuando ves todo oscuro, iluminaré tu paso. Cuando te sientes
completamente solo, te abrazaré. Soy tu amigo. No te fallaré.

Si decides tirarte de una montaña, no saltaré contigo. Te esperaré abajo, para salvarte.

La mejor manera de valorar una amistad es saber que


mañana la podrás perder.
Es muy difícil encontrar un buen amigo, más difícil todavía dejarlo e imposible olvidarlo.

La desilución no es más que una bofetada que te da la vida para que


regreses a la realidad y aprendas de esta experiencia a través de el
mejor remedio que es el tiempo.

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