Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lucio Anneo Séneca (en latín, Lucius Annaeus Seneca; Corduba, 4 a. C.-Roma, 65 d. C.),
llamado Séneca el Joven para distinguirlo de su padre, fue
un filósofo, político, orador y escritor romano conocido por sus obras de carácter moralista.
Hijo del orador Marco Anneo Séneca, fue cuestor, pretor y senador del Imperio
romano durante los gobiernos de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, además de ministro, tutor
y consejero del emperador Nerón.12
Séneca destacó como pensador, tanto como intelectual y político. Consumado orador, fue una
figura predominante de la política romana durante la era imperial, siendo uno de los senadores
más admirados, influyentes y respetados; a causa de este extraordinario prestigio, fue objetivo
tanto de enemigos como de benefactores.
De tendencias moralistas, Séneca pasó a la historia como el máximo representante
del estoicismo y moralismo romano tras la plena decadencia de la república romana.1 La
sociedad romana había perdido los valores de sus antepasados y se trastornó al buscar el
placer en lo material y mundano, dando lugar a una sociedad turbulenta, amoral y antiética,
que al final la condujo a su propia destrucción.
Alce Negro (en inglés, Black Elk; en lengua sioux, Hehaka Sapa (ca. diciembre de 1863–17
de agosto o 19 de agosto de 1950) fue un famoso Wichasha Wakan (Medicine Man u Hombre
Santo) de los sioux oglala.
Con unos doce años de edad participó en la batalla de Little Big Horn de 1876, y fue herido en
la masacre de Wounded Knee en 1890.
Alce Negro se casó con su primera mujer, Katie War Bonnett, en 1892. Ella se convirtió
al catolicismo y sus tres hijos fueron bautizados. Después de su muerte en 1903, Alce Negro
también fue bautizado, tomando el nombre de Nicholas Black Elk, y continuando como líder
espiritual de la tribu en lo que él no veía contradicción entre las tradiciones tribales y el
cristianismo.
En 1905 se volvió a casar, con una viuda con dos hijas de nombre Anna Brings White y con la
que tuvo tres hijos más permaneciendo con ella hasta que murió en 1941.
Hacia el final de su vida, Alce Negro contó la historia de su vida y un buen número de rituales
sagrados Sioux a John Neihardt y Joseph Epes Brown para que fuera publicado. Sus
narraciones obtuvieron un considerable interés por parte del público.
En el libro de John G. Neihardt, se dice que el sioux a los nueve años estuvo incosciente
durante doce días y tuvo visiones del caballo de las cuatro direcciones que le llevó ante la
nube de los seis abuelos, es decir, los cuatro puntos cardinales más el cenit y el nadir. Estos
le enseñaron los secretos de conocer y curar. En su juventud lo instruyeron con el saber de los
grandes sacerdotes, entre ellos Whirlwind Chaser, Black Road y Elk Head.
Con ese conocimiento, Alce Negro rezó y ayunó durante grandes temporadas lo que lo
convirtió en un hombre sabio que recibió visiones y un poder especial para el bien de su
nación. Esa misión obsesionó a Alce Negro y le causó mucho sufrimiento aunque pudiendo
guiar a su pueblo al sendero sagrado, no consiguió ver los medios para hacerlo realidad
Se reeditan las famosas memorias del hombre santo de los sioux oglala que estuvo en Little
Bighorn y Wounded Knee
Hay amigos que desaparecen para siempre y otros que vuelven, inesperadamente. Al
hombre santo sioux Alce Negro (1863-1950), primo segundo de Caballo Loco y que
estuvo en fregados como Little Bighorn y Wounded Knee (y luego en el show de
Búfalo Bill), le conocí cuando estudiaba primero de Ciencias de la Información –yo:
en las praderas no se cursaban estudios superiores reglados-. Lo hice a través de uno
de esos libros inolvidables (como Enterrad mi corazón en Wounded Knee, La pipa
sagrada y la novela Hanta-Yo) que en los setentas cambiaron
definitivamente nuestra mirada sobre los mal llamados indios y pieles rojas, los
nativos norteamericanos, que pasaron de ser los malos del Fuerte Comansi a una
gente fascinante, aunque no dejaran de arrancarte la cabellera si se terciaba. Los
últimos sioux, publicado por Noguer en 1974 en su colección Testimonio vivo, eran
las memorias de ese respetadísimo miembro de los oglala, una de las siete sub tribus
de los lakota, que prefieren este nombre que el de sioux, lo cual se entiende pues
“sioux” era el término despreciativo que usaban con ellos los ojibwa o chippewa y
significa “serpientes”.
Neihardt, que fue el primer poeta laureado de Nebraska, tenía un ramalazo místico y
se hizo luego llamar Arco Iris Llameante (por una visión de su entrevistado), se fue
a ver a Alce Negro en 1930 a la reserva de Pine Ridge y consiguió intimar con él,
que estaba ya muy mayor y casi ciego, al interesarse por la sabiduría espiritual que
atesoraba. Publicó el resultado de las conversaciones, realizadas mediante el
intérprete Halcón Volador, en 1932 como Black Elk speaks, Alce Negro habla, que
es el título original que ahora recupera en una cuidadísima edición Capitán Swing
con nueva traducción (Héctor Arnau), bastante material añadido en forma de
prefacios y distintos apéndices, multitud de notas (revólver en lakota es mazawakha,
“hierro sagrado”), así como numeroso material gráfico, incluidas fotos poco
conocidas . A destacar una en la que se ve al propio Neihardt, con un aire a lo
Gustav Mahler, junto a Alce Negro, con lo cual ya le podemos poner cara al
biógrafo.El propio Alce Negro aparece ahora en la portada en full regalia, con
taparrabos y plumas.
En la batalla contra Custer, Alce Negro era jovencito, 14 años, pero remató a un
soldado de un disparo de su seis tiros entre los ojos después de sufrir (y no digamos
el soldado) para arrancarle la cabellera, pues “llevaba el pelo corto” y “el cuchillo no
estaba afilado”. Eran tiempos duros.
Las memorias de Alce Negro, muy sustanciosas, arrancan con sus recuerdos de
niñez y acaban poco después de la masacre de Wounded Knee cuando la lucha
contra los blancos, tras aquel desastre, se revela ya imposible y absurda. “Algo más
pereció en el barro ensangrentado y quedó enterrado durante la ventisca”, dice el
viejo oglala de la matanza, en la que cayeron el jefe Pie Grande y buena parte de su
banda de minneconjous, incluidos muchos ancianos, mujeres y niños. ”Allí murió el
sueño de un pueblo. Era un sueño bello (...) Ya no hay centro alguno y el árbol
sagrado ha muerto”.
Buena parte del libro está consagrado –esa es la palabra- a las revelaciones
espirituales de Alce Negro, sus espectaculares visiones y su íntimo conocimiento de
Wakan Tanka, el Gran Misterio. Pero también explica las costumbres de los lakota y
sigue pormenorizadamente la historia del pueblo y de sus enfrentamientos con otras
tribus y con los blancos. Es sensacional el retrato de primera mano que se ofrece de
Caballo Loco, un guerrero único, pequeño, esbelto y ascético, que, cuenta Alce
Negro, parecía flotar entre el mundo real y el de sus propios sueños y al cuál le
duraban poco los corceles, pues se derrumbaban bajo el peso del poder de su magia.
A los 23 años, Alce Negro, que quería ver mundo y observar cómo vivían los
blancos, se enroló en la troupe de Búfalo Bill y viajó a Nueva York y Londres,
donde conoció a la Reina Victoria. Tras una larga gira regresó a casa y se involucró
en el movimiento místico de Wovoka, el religioso paiute que creó la milenarista
Danza de los Espíritus y sus inútiles (contra las balas) camisas mágicas. Luego
nuestro hombre fue él mismo decisivo en la recuperación de las tradiciones de su
pueblo y de la Danza del Sol, con cierto sentido práctico que no excluía a los
turistas. Murió en 1950 en un mundo radicalmente distinto de aquel en el que había
nacido. Pero ahora vuelve a hablar, y es emocionante y hermoso volver a
escucharlo. ¡Hetchetu aloh!, que así sea.
Puede el Vaticano elevar a los altares a un guerrero sioux lakota? A uno que arrancó
su primera cabellera cuando era adolescente, el día en que sioux y cheyenes
aniquilaron varias compañías del Séptimo de Caballería comandadas por el general
Custer (él incluido) en lo que comúnmente se conoce como la batalla de Little
Bighorn (1876). A un hombre que ejecutaba las danzas indias como nadie y así se
enroló en 1886 en el espectáculo 'Buffalo Bill Wild West Show', llegando a actuar
en el jubileo de la reina Victoria en Londres. A un errabundo que aprendió inglés en
el Reino Unido y luego recorrió Europa, visitando Italia, para acabar volviendo a sus
tierras de Dakota del Sur.
En definitiva, ¿se puede ser un santo de la Iglesia católica habiendo siendo uno de
los legendarios caudillos de las Grandes Llanuras, de los cuales los más conocidos
son Sitting Bull (Toro Sentado) y Crazy Horse (Caballo Loco)? La respuesta es sí;
en teoría, es posible ser canonizado con un pasado, en este caso, de orgulloso jefe
espiritual sioux que en 1890 fue herido de un disparo en el estómago en la masacre
de Wounded Knee, último episodio de la resistencia india, en el que intentó, esta vez
provisto de un bastón sagrado, proteger a mujeres y niños del fuego del Séptimo de
Caballería.
De niño tuvo una visión que lo conectó con la Tierra y los espíritus
Arrancó una cabellera de adolescente en Little Bighorn
Se dice que al morir el cielo cambió y las comunicaciones de la
Guerra de Corea se bloquearon
Fallecido en 1950 casi a la edad de 90 años, la fascinante biografía de este hombre,
recordada por Thomas Saintourens en 'Le Monde', arranca hacia 1860 en la región
donde se encuentra el Parque Nacional Black Hills (Dakota del Sur), a seis
kilómetros del Monte Rushmore, en el que están talladas las gigantescas efigies de
cuatro presidentes de Estados Unidos (George Washington, Thomas Jefferson,
Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt). Alce Negro tenía entonces 9 años y estaba
enfermo en el tipi (la tienda) de su familia cuando se apoderó de él una visión que lo
vinculó con el corazón de la Tierra, y luego sintió que se elevaba para trabar
contacto con los espíritus en la cumbre más alta del territorio, una montaña de 2.207
metros.
Gruss, que antes de hacerse sacerdote fue piloto de líneas aéreas comerciales e
instructor de vuelo, cree que ese último argumento y su potencial para fomentar el
diálogo entre culturas y creencias convencerán al Papa Francisco, que es jesuita.
Porque no cabe duda de la intensidad de la sencilla imagen de un chamán católico
que, en un ejemplo de sincretismo religioso, aparecía por las reservas indias con una
chaqueta y mocasines de piel, y que atendía a enfermos (él mismo contrajo la
tuberculosis) y velaba a los muertos.
Sin embargo, no todos los descendientes de Alce Negro son unánimes sobre la idea
de hacerle santo. Unos temen el menoscabo que ello puede causar a la identidad
india, de la que, después de todo, él fue un protector; pero otros están encantados y
se remiten a la canonización en 2012 de la india mohawk Kateri Tekakwitha, del
siglo XVII, aunque ella no fue una líder para su pueblo mientras que Alce Negro sí,
y fue consciente de ello muy pronto. La conexión con los espíritus en su niñez fue
para él un aviso de que, contra viento y marea, debía ser un guía de su tribu.
A continuación presentamos en Tercera Vía una brevísima selección de sus poemas, para
conmemorar el natalicio del escritor duranguense, uno de nuestros clásicos en las letras
mexicanas.
Antes de que me vaya, antes de que me mueras y me llores, quisiera poseer ese pedazo de
sombra en que estabas detenida la última vez, donde no cabías, aquel espacio puro en el que
te negabas a estar, pero tan anclado por tu presencia, donde te pisaba el aire y doblaban tu
cuerpo aquellas esquinas del tiempo, y tú no hablabas ni reías, detenida, amarga mía,
maravillosa y sola.
Pero déjame, antes de que me vaya, antes de que me dejes, antes de que tu sangre comience
a salir de mis dedos y te tome y se embriague para decirte adiós.
[Si el aire…]
Nocturno de la noche
Para Efraín Huerta
Cuando la noche;
cuando los espejos reciben el asombro culpable de los adulterios
y las sillas saben de las torpes pisadas;
cuando los libros se quedan abiertos como una película de pronto detenida
y los cigarrillos sólo son un recuerdo de angustias y desvelos, quemados para siempre;
cuando los números Palmer del mediocre joven meritorio
son un feroz y enloquecidamente acariciado anhelo de abrazarse por sorpresa
a la Amparito o a la Chole
en un mentido vuelco aéreo del Luna Park;
cuando las prostitutas ofrecen su seco y taciturno sexo a los inspectores
o a las escalofriantes agujas de los que le ponen Roberto o Gustavo;
cuando una gringa en lo alto de un hotel lleno de cafiaspirina
bebe el horroroso brandy desesperadamente sin parar
con el triste frenesí salvaje que cuenta Duhamel;
cuando en las abandonadas conserjerías de latón sólo se sabe ya
del chillido de la niña loca del conserje;
cuando la rubia insidia de la Western Union grita con las pipas
de los colonos que ya no se escriba
sino se cablegrafíe,
que ya no se sueñe
sino se asesine,
que ya no se llore
sino se pisoteen los vientres embarazados;
cuando la noche;
cuando las pistolas de aire y la soldadura autógena
que cada vez parece más una enfermedad de los dientes,
entonces oigo torrentes furiosos de semen que corre por las calles
como entre caños de sombra y de injurias:
semen impuro y vicioso de horrendos señoritos,
destilado en las esquinas oscuras, en los pasillos de los cines
y en los mingitorios.
Semen con la decrepitud alucinante del ojo que mira por la cerradura
en el cuarto del hotel donde la joven pareja se ha sepultado para siempre.
Semen cien veces maldito de las sombras de los jardines.
Cuando el crimen y los papeleros se duermen en la calle.
Se sucede sin fin, ignorándose a sí mismo atormentado,
con una falsa alegría de labios relamidos y de placer gratuito,
sin pensar en la sangre derramada,
sin pensar en el limpio, puro y desvestido espacio,
sin pensar en la música y el aire,
sin pensar en la vida.
Es preciso, es preciso, es preciso que se caigan los muros,
que cesen los venablos de angustia que nos han atravesado,
que quede nada más un grito clamando, herido eternamente,
y una sobrehumana colérica voluntad como ramas de un árbol furioso
para golpear hasta el polvo y el aniquilamiento.
Cuando lo noche.
Cuando la angustia.
Cuando las lágrimas.
Octubre de 1937
Antes de que me vaya, antes de que me mueras y me llores, quisiera poseer ese pedazo de
sombra en que estabas detenida la última vez, donde no cabías, aquel espacio puro en el que
te negabas a estar, pero tan anclado por tu presencia, donde te pisaba el aire y doblaban tu
cuerpo aquellas esquinas del tiempo, y tú no hablabas ni reías, detenida, amarga mía,
maravillosa y sola.
Pero déjame, antes de que me vaya, antes de que me dejes, antes de que tu sangre comience
a salir de mis dedos y te tome y se embriague para decirte adiós.
Enero de 1955.
El cruel director que disfrutaba torturando a sus musas
Alfred Hitchcock espiaba a Grace Kelly cuando mantenía relaciones
con otro hombre, sustituyó las aves mecánicas de 'Los pájaros' por
verdaderas y escondió carnaza en la ropa de Tippi Hedren que fuera
picoteada y le mandó un pollo desplumado a Kim Novak para asustarla
Mucho antes de que Quentin Tarantino instigase a Uma Thurman para rodar
una peligrosa escena de «Kill Bill: Vol. 2», provocando un accidente que casi
«mata» a la actriz, ya existían directores de cine conocidos por sus crueles
métodos para exprimir el talento en la gran pantalla. Uno de ellos, un genio
con un nada recatado gusto por la perversión, alentaba el miedo de sus
musas para dotar de más realismo al material fílmico.
El conocido universalmente como el maestro del suspense era un voyeur, y
muchas veces rozaba lo perverso. Alfred Hitchcockacostumbraba a trasladar
sus costumbres fuera del plató, manipulando la realidad para servirse de sus
resultados como fuente de inspiración.
Así lo hizo con Grace Kelly, la primera de sus musas rubias, que vivió en
primera persona un casting muy especial, cuenta la ilustradora María Herreros
en «Marilyn Monroe tenía once dedos en los pies y otras leyendas de
Hollywood» (Lunwerg Editores, 2016). «Alfred observaba la intimidad de Grace
con otro hombre desde el edificio de enfrente, con un telescopio, como en su
filme 'La ventana indiscreta'», escribe. Y aunque, según Herreros, la que sería
Princesa de Mónaco «voló de las garras del controlador Hitchcock», el director
británico, lleno de rencor, jugaría con su nombre, y siempre que tuvo ocasión
se refirió a ella como «Princess Disgrace» (Princesa Desgracia). Ahí es
cuando resuena el eco de una de sus frases, siempre jaleadas con su
consabida flema: «La venganza es dulce y no engorda».
Tras la espantada de Grace Kelly, fue Tippi Hedren la que probó sus
controladores métodos. La madre de Melanie Griffith, que también tenía sus
particularidades, firmó ingenuamente con el cineasta un contrato de siete años
y tuvo que aguantar las consecuencias de ser su «nuevo objeto de deseo
obsesivo» y blanco de crueles bromas. «Sustituyó las aves mecánicas de
'Los pájaros' por verdaderas y escondió carnaza en su ropa para que fuera
picoteada», cuenta María Herreros.
A Kim Novak le mandó un pollo desplumado para asustarla; a Robert Donat y
Madeleine Carroll los esposó y «perdió», oportunamente, la llave. Según
la ilustradora, medía el aguante de sus actrices metiéndose en su vida privada
y las amilanaba enseñándoles su barriga lisa, sin ombligo tras una operación
de estómago.
Envejecer con una actitud positiva nos
protege ante el alzhéimer
El riesgo de desarrollar alzhéimer es más de un 50% inferior en los portadores de la variante
E4 del gen APOE4 que mantienen una actitud positiva sobre su envejecimiento
De esta forma, una palabra con este tipo de potencial puede introducir una mejora significativa
en nuestras vidas, cambiar nuestra percepción, o ampliarla, y muchas otras cosas que influyen
directamente en nuestro bienestar.
Una palabra con poder
Cada palabra tiene el potencial de afectarnos de una forma u otra. El poder, se entiende como
un concepto sutil, pero con la facultad de afectar nuestra conducta y emociones.
Meraki, es una de esas palabras que constituye en sí un concepto que nos ayuda a celebrar el
crecimiento personal y a continuar superándonos a nosotros mismos.
En otras palabras, nos invita a la búsqueda de la autorrealización como filosofía de vida y
motor de toda acción que podamos emprender. De esta forma, Meraki se convierte en el
corazón del engranaje que mueve nuestra cadena de valores.
Cada cierto tiempo, a todo ser humano llega el momento en el cual debe tomar decisión para
avanzar y mejorar con respecto al pasado. Muchas personas experimentan esto como una
especie de ”zona estanque” en donde la incertidumbre se vive con cierta neutralidad.
En realidad, esta es la parálisis característica del miedo a ejecutar una acción. Después de
todo, el cambio siempre da miedo.
Cuando el ser humano cree que puede perderlo todo si cambia algo en su vida, es cuando las
palabras de poder cobran fuerza y logran infundir el valor necesario para emprender una
nueva búsqueda y abandonar el miedo al cambio.
La incertidumbre nos paraliza al hacernos obviar lo bueno que puede traer un cambio. Cuando
una persona se percata de que lleva un tiempo viviendo en modo automático, sin experimentar
verdaderamente emociones agradables que le permitan ser feliz, llega el vacío.
En este sentido, la palabra Meraki servirá como una guía. No se trata de un medio para
obtener ánimo sino recuperar el mismo a través del compromiso que tú mismo decidas tener
contigo mismo, en tu vida.
No pretende un cambio de paradigma, solo tu entrega y compromiso con lo que haces y
verdaderamente te importa para que esto, se convierta en una forma de experimentar la
felicidad a diario.
Meraki es una palabra que puede inspirarnos a todos: a la madre que siente que no está
dedicando tiempo a lo que verdaderamente le apasiona, al adolescente que no encuentra su
pasión, al niño que tiene dificultades a la hora de desarrollar un proyecto escolar, etcétera.
¿Qué significa la palabra Meraki?
Meraki se trata de una palabra que proviene del griego antiguo. Se trata de una palabra que
representa la idea de una intersección entre emociones de pasión y entrega por algo, pero que
en español no tiene una traducción exacta. La definición más sencilla de Meraki viene a ser:
Poner el alma, creatividad y amor en lo que haces, dejando un pedazo de ti siempre en tu
trabajo.
En este sentido, Meraki denota el pensamiento de grandes líderes, como Steve Jobs, cuya
meticulosidad, creatividad y pasión por su trabajo lo llevo a dejar huella en el mundo de la
computación. ¿Alguna vez has pensado qué podrías hacer tú si pusieras en práctica el
concepto Meraki?
Cómo incorporar la filosofía Meraki a mi vida
Meraki no es una forma de motivación laboral, tampoco es una idea que te mantendrá
motivado todo el tiempo, es un principio que te incita a salir de la monotonía mental, que te
incita a dejar ese rastro de la mejor versión de ti en todo lo que haces y en todo lo que amas.
Meraki no de un pegajoso slogan de marketing, sino una esa esas formas de vivir que tanto en
los momentos buenos como en los momentos malos, te permitirá despertar renovado, listo
para vivir la experiencia de cada día.
Asimismo, te permitirá mantener la energía necesaria para encontrar fácilmente inspiración a
nuestro alrededor: o bien para dejar nuestra firma en la solución de un problema o en la
mejora de una cuestión, e incluso, en invención de algo.
Meraki es un concepto clave que hace que tus visitas a la orilla del mar se conviertan en
excursiones de buceo, escribir un pequeño texto se convierta en un aforismo o incluso un
libro… y te permitirá apreciar cada cosa buena que pase, lo cual atraerá muchas más a tu
vida.
El Triple Veneno: Ignorancia, apego y aversión
Es verdad que escuchar la palabra veneno nos dirige a pensar en algo nocivo e inclusive mortal y
de alguna manera el concepto del Triple veneno en oriente no es mortal pero si bastante nocivo,
de hecho es la raíz de todos nuestros sufrimientos.
El primero de ellos es la Ignorancia, de hecho debe de alguna manera ser considerada como la raíz,
pues de ella emergen acciones de apego y aversión. En realidad si pensamos muchos de nuestros
errores provienen de nuestra falta de atención o simplemente del no saber que es algo dañino.
La ignorancia básicamente se divide en dos, aquella con la que nacemos y que es por ejemplo,
cuando somos pequeños nos acercamos al fuego sin tener la idea de que nos podemos quemar o
cuando cruzamos una calle y desconocemos que existe el peligro de ser atropellados, el segundo
tipo es la adquirida y que en realidad proviene de tendencias y hábitos de nuestro entorno que
validamos como correctos y en el análisis de la causa y efecto encontramos de que no lo son, por
ejemplo, si nacemos en un entorno en el que robar es permitido posiblemente resultado de la
falta de lucidez y conciencia también robaremos sin pensar que es algo no constructivo, de alguna
manera el grupo en el que nos encontramos lo aprueba.
Los dos tipos de ignorancia son de cuidado, aunque para efectos del karma, la motivación de la
acción es la que lo hace pesado, de igual manera generamos sufrimiento para nosotros y los
demás.
Siendo honestos con nosotros mismos tenemos la tendencia a ser personas con conocimientos
pero ignorantes. Por ejemplo, si trabajamos en un lugar y nos percatamos de que existen
irregularidades o prácticas no éticas y decidimos no actuar por la razón que sea, de alguna manera
somos ignorantes del efecto dañino que esa práctica traerá a nosotros y nuestro alrededor. De la
ignorancia surgen la complicidad, la avaricia, la malicia y la vasta cantidad de aflicciones negativas.
el segundo es la aversión
El segundo veneno es el de la Aversión, éste tiene como raíz la ignorancia y se define como la
tendencia a exaltar las cualidades negativas de una persona u objeto, es una acción ignorante pues
no vemos lo que nos rodea en su justa dimensión y resultado de éste generamos ira, odio,
resentimiento por lo que creemos es tremendamente malo o negativo. Normalmente cuando
alguien nos daña generamos ésta aversión y vemos el daño más grande de lo que es, no quiere
decir que el daño no exista , pero si buscamos un razonamiento sabio en lugar de uno resultado de
la ignorancia podernos ver con claridad la dimensión del sufrimiento que nos ocasiona y actuar al
respecto con ecuanimidad y tolerancia, si lo dimensionamos de manera exagerada seremos una
bomba de tiempo alimentada por la exageración del daño o malestar recibido.
el tercero es el apego
El tercer veneno es el del apego, ya hemos hablado de él y es básicamente exagerar en este caso
las cualidades positivas de un objeto, persona ó situación, es así como nos vinculamos de manera
exagerada exaltando cualidades que consideramos benéficas, como por ejemplo, cuando nos
enamoramos y sentimos que no existe otro ser más guapo, maravilloso, cortés…y de repente la
realidad nos alcanza y no es una persona mala necesariamente pero no es un héroe, aquél que
mentalmente construimos, así que demandamos lo que nosotros ideamos y que no es real, esta
actitud proviene de la ignorancia de cómo las cosas, personas y situaciones son.
En realidad podemos observar que la mayor parte de nuestros conflictos y sufrimientos provienen
de la ignorancia y sus dañinos aliados: el apego y la aversión. Se afirma que del triple veneno se
generan las 84,000 aflicciones mentales que nos condicionan a vivir de una manera recurrente en
la alegría y decepción exagerada, que en algún momento será alcanzada por la realidad y el
sufrimiento.
Existen muchas herramientas en la cultura del Tibet para lidiar con éstos venenos, como por
ejemplo, la atención plena en nuestras acciones, el evaluar la causa y efecto de todo lo que
hacemos, el monitorear si en el vínculo que establecemos con alguien o algo sentimos
incomodidad o sufrimiento.
Así que a estar atentos, lúcidos, vigilantes, introspectivos, tolerantes y ecuánimes para que
nuestra vida transcurra en un ambiente de tranquilidad debido a la sabia administración de
nuestros hábitos de vida y no en la ignorancia de la negatividad de las mismas y la falta de paz que
nos generan.
Las escuchas telefónicas incriminan a la viuda del ingeniero asesinado en Valencia y desvelan las
relaciones que mantenía con tres amantes
Las intervenciones de tres teléfonos permitieron a la policía descubrir la doble vida que llevaba
María Jesús M., de 27 años, conocida como Maje y encarcelada por el asesinato de su marido,
antes y después del crimen cometido el 16 de agosto de 2017 en un garaje del barrio valenciano
de Patraix. La viuda recibía llamadas de familiares y contestaba de forma compungida y
desconsolada, para acto seguido mostrar su alegría en otra conversación con una amiga tras
confesarle que la muerte de su esposo, el ingeniero Antonio Navarro, había sido «una liberación»
para ella, según informa Las Provincias.
Varios días antes del asesinato, la joven envió un mensaje de WhatsApp a su marido para decirle
que trabajaba la noche del 15 de agosto en el hospital, pero no era cierto porque durmió con uno
de sus amantes: un publicista que no sabía en aquel entonces que Maje estaba casada. La noche
anterior al crimen, la joven envió otro mensaje para decirle a su esposo que le había preparado la
cena: «Puxi. Ya en el hospital. Goza esa empanada hecha con amor». Maje mintió otra vez porque
ya se encontraba en el piso de su amante en el paseo de la Alameda en Valencia, donde llevó la
otra mitad de la empanada que había cocinado en su domicilio de la calle Calamocha.
Tras muchas horas de escuchas irrelevantes, la policía logra los primeros resultados de su ardua
investigación el 8 de noviembre, cuando la viuda empieza a hablar por teléfono con Salva R., un
compañero de trabajo que está obsesionado con ella, sobre la investigación del asesinato. Tres de
estas conversaciones incriminan a la pareja de amantes encarcelados por crimen.
Transcripción cuando Maje le cuenta a Salva lo que su cuñado le dijo sobre la investigación policial.
-Maje: Ha dicho que la investigación ya está finalizada. Que faltan por recoger un par de pruebas
para aumentar la pena, pero ya tienen al sospechoso con nombre y apellidos. Y entonces, claro, mi
madre se puso a llorar. Imagínate, el corazón no me cabía, no me lo creía...
-Maje: Esto está ya acabado. A finales de enero se levantará el secreto y nos reunirán.
-Salva: Bueno, bien, porque así cobras por lo menos lo del seguro de Santa Lucía.
-Maje: ¿No?
-Salva: No.
El sumario del crimen del ingeniero de Novelda destapa la «movida con tíos buenos» que
mantenía su mujer
Eran las 10.27 horas del pasado 8 de noviembre. María Jesús Moreno, conocida como Maje y
viuda del ingeniero de Novelda (Alicante) Antonio Navarro, asesinado a puñaladas el 16 de agosto
en el garaje de su casa del barrio valenciano de Patraix, llama a su amigo íntimo Salvador Rodrigo
Lapiedra, Salva, entonces aún no identificado.
La mujer no sabe en ese momento que es la principal sospechosa de los investigadores del Grupo
de Homicidios de Valencia, que escrutan sus movimientos y comunicaciones. Los agentes dan un
respingo cuando escuchan esta conversación:
-Salva: No... es que... me ha venido a la cabeza, que, que, es verdad, que tu madre tiene toda la
razón, que tienes que desconectar de tu casa y me ha venido a la cabeza que... en cierta medida
también tendrás que desconectar de mí porque yo te lo voy a recordar cada día que me veas,
entonces...
-Salva: Ya.
-Maje: Lo tenía apar... que no, o sea... es que ni lo pensaba. O sea te prometí que no lo iba a
relacionar y así ha sido, es que ni me lo acabas de recordar tú porque es que no lo tengo yo en
mente eso ¡nunca!
-Salva: Pues me ha dado un bajón, me ha dado un bajón bestial.-Maje: Ya, pero es que eso te lo
pondrás tú en la cabeza, no... O sea, no intentes poner tus pensamientos en los míos porque te vas
a equivocar.
-Salva: A mi amigo.
-Maje: Ahhh...(aliviada)
La conversación, de seis minutos, demostraba que Salva estaba celoso porque su amada le era
«infiel» con otro hombre y se iba a ir de viaje con él. A ella, en cambio, solo le interesaba saber si
la estaban investigando porque dedujo que tendría el teléfono intervenido. Y eso era peligroso.
Atléticos y guapos
A la Policía le llamó la atención que Salva no tuviera el mismo perfil que el resto de amantes de
Maje. Ella, de solo 27 años, coqueta y juerguista, solía buscar jóvenes atléticos y guapos. Su amigo,
en cambio, celador, tenía 47 y no se ajustaba a sus gustos. «He mantenido alguna relación sexual
con él, pero de manera muy esporádica y solo sexo oral, porque no me atrae físicamente», contó a
los investigadores tras su detención.
La personalidad de esta mujer se trasluce a través de las páginas del sumario. Era capaz de jugar su
papel de viuda triste ante el círculo más próximo -memorable la carta que entre sollozos dedicó a
su marido en pleno funeral-, y luego mostrarse feliz con sus amistades íntimas por haberlo perdido
de vista.
A su amiga Rocío le escribió: «Rocío, nosotras tenemos tres puntos que nos definen a la
perfección: 1. Estamos muy locas. 2. Nos gusta la movida, la movida con tíos buenos. Yo la movida
con Antonio que en paz descanse no la quería y ése (en referencia a un mosso con el que tuvo una
relación en Barcelona) me va a follar como me folló en el baño».
De todo ello, concluye la Policía, se desprende que la muerte de su marido fue, para ella, «una
liberación», hasta el punto de que en muchas de las conversaciones que mantiene con su amiga se
muestra eufórica. Eso sí, en otras conversaciones se aprecia que junto al móvil de liberarse de su
marido hay otro económico. Así se ve en esta conversación con Rocío, tras una reunión con su
cuñado por la herencia:
-Maje: Qué muerto de hambre y que hijo de la gran... Que se pudran, tía, que a mí me han «dejao»
en 5.000 euros ¿vale? pero tranquilo que salgo adelante, y se lo restregaré, se lo restregaré, ¿vale?
Rocío, madre mía, yo no esperaba eso.
-Maje: Sí, esta mañana, pero, ¿sabes qué te digo? que yo soy feliz, te lo digo de verdad.
-Maje: ¡Clarooo! Yo ahora soy feliz y gracias a Dios que no se me ocurrió tener un nene, por mucho
que me gusten los nenes, gracias a Dios (...) Yo ahora voy a ser feliz y voy a hacer la vida que
quiero, no sé aún con quién, me da igual. Yo me lo estoy pasando muy bien, y ahora contigo puedo
hacer los planes que me da la gana.
La investigación descartó pronto posibles aventuras amorosas de Antonio, un hombre con una
vida ordenada, sin deudas ni enemigos, al que asestaron seis puñaladas en el garaje de su casa y
no le robaron. El 2 de enero, la Policía grabó a Maje y a Salva en un bar de Torrente, justo después
de que ella riera al teléfono pensando que le iban a «endosar» el crimen a alguien con
antecedentes. «Pase lo que pase tú no vas a tener nada que ver», la tranquiliza él. Una semana
después, los agentes de Homicidios detienen a ambos por la muerte de Antonio Navarro, con el
que Maje no llevaba ni un año casada. Desde el 12 de enero la pareja está en prisión. Ella aún
cobra 1.100 euros como pensión de viudedad.
El crimen, por el que está arrestado un hombre como autor material, se produjo el pasado mes de
agosto.
Caso resuelto. Agentes de la Policía Nacional han detenido a la mujer del hombre asesinado en un
garaje en agosto en València como coautora del crimen. Así mismo, han arrestado a otro hombre,
de 47 años, como autor del apuñalamiento, según ha informado Jefatura en un comunicado.
La víctima era un hombre de 36 años que falleció a causa de ocho puñaladas en el tórax el 16 de
agosto de 2017 en un garaje de València, ubicado en la calle Calamocha.
La Policía abrió una investigación tras el hallazgo del cuerpo y descartó el robo como móvil. Se
centró en el entorno de la víctima, ya que al parecer la violencia del ataque y otros indicios
apuntaba a que el autor o autores estarían esperando a la víctima para acabar con su vida por
sorpresa, por lo que se centraron en su esposa y un compañero de trabajo de ésta.
Los agentes averiguaron que el autor había esperado a la víctima agazapado en el garaje junto a su
coche, a la hora que iba a trabajar, y fue atacado rápidamente.
Tras una larga y dificultosa investigación, los policías han detenido este miércoles a la mujer de la
víctima y a un hombre, como coautora y presunto autor material del apuñalamiento,
respectivamente. Se continúan las investigaciones para el total esclarecimiento de los hechos. Los
arrestados tienen 27 y 47 años y son de origen español.
La mujer detenida como coautora de la muerte de su marido leyó una carta de amor en el
funeral
La arrestada asegura que no sabía de las intenciones de su compañero de trabajo, quien habría
cometido el asesinato después de decirle que se quería divorciar.
El pasado 16 de agosto, la Policía Nacional iniciaba una investigación por la muerte de un hombre
de 36 años cuyo cadáver, que presentaba varias heridas de arma blanca, era encontrado esa tarde
en un garaje de la ciudad de Valencia. El suceso provocaba gran conmoción en su entorno y tres
días después del crimen lo despedían en la iglesia de San Pedro Apóstol de Novelda. Entre una
multitud de amigos, conocidos y familiares, su esposa leía una carta de amor y agradecimiento a
su marido asesinado con el rostro lleno de lágrimas, tal como ha informado Las Provincias.
Pasados cinco meses, la mujer, de 27 años, era detenida este viernes por la Policía como coautora
del crimen. Junto a ella, arrestaban a otro hombre, de 47 años, como autor del apuñalamiento.
La investigación, tras descartar el robo como móvil, se centró en el entorno de la víctima, ya que al
parecer la violencia del ataque y otros indicios apuntaban a que el autor o autores estarían
esperándola para acabar con su vida por sorpresa.
Los agentes averiguaron que había esperado al hombre agazapado en el garaje junto a su coche, a
la hora que iba a trabajar, y fue atacado rápidamente.
El asesino confeso ha revelado dónde escondió el arma homicida, enterrada en una caseta de
campo tras apuñalar hasta ocho veces a la víctima.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han encontrado el cuchillo con el que supuestamente fue
asesinado un hombre de 36 años en un garaje de la calle de Calamocha de Valencia el pasado mes
de agosto. Esta ha sido hallada en una caseta de campo de la localidad valenciana de Riba-roja del
Túria.
Según fuentes de la investigación, el arma homicida ha sido encontrada enterrada bajo tierra tras
confesar el supuesto autor material del crimen dónde tiró el cuchillo con el que asestó ocho
puñaladas en el tórax a la víctima.
Durante las investigaciones, los agentes descartaron el robo como móvil y se centraron en el
entorno de la víctima, ya que al parecer la violencia del ataque y otros indicios apuntaba a que el
autor o autores estarían esperando a la víctima para acabar con su vida por sorpresa, por lo que se
centraron en su esposa y un compañero de trabajo de ésta.
Los agentes averiguaron que el autor había esperado a la víctima agazapado en el garaje junto a su
coche, a la hora en que iba a trabajar, y fue atacado rápidamente.
Maje a Salva tras el crimen de Patraix: «¿Me están investigando a mí? Yo pensaba que iba a
estar descartada»
Las escuchas telefónicas incriminan a la viuda del ingeniero asesinado en Valencia y desvelan las
relaciones que mantenía con tres amantes.
Las intervenciones de tres teléfonos permitieron a la policía descubrir la doble vida
que llevaba María Jesús M., de 27 años, conocida como Maje y encarcelada por el
asesinato de su marido, antes y después del crimen cometido el 16 de agosto de 2017
en un garaje del barrio valenciano de Patraix. La viuda recibía llamadas de
familiares y contestaba de forma compungida y desconsolada, para acto seguido
mostrar su alegría en otra conversación con una amiga tras confesarle que la muerte
de su esposo, el ingeniero Antonio Navarro, había sido «una liberación» para ella.
Tras muchas horas de escuchas irrelevantes, la policía logra los primeros resultados
de su ardua investigación el 8 de noviembre, cuando la viuda empieza a hablar por
teléfono con Salva R., un compañero de trabajo que está obsesionado con ella, sobre
la investigación del asesinato. Tres de estas conversaciones incriminan a la pareja de
amantes encarcelados por crimen.
-Salva: Ya.
-Salva: A mi amigo.
-Maje: Ha dicho que la investigación ya está finalizada. Que faltan por recoger un
par de pruebas para aumentar la pena, pero ya tienen al sospechoso con nombre y
apellidos. Y entonces, claro, mi madre se puso a llorar. Imagínate, el corazón no me
cabía, no me lo creía...
-Salva: Bueno, bien, porque así cobras por lo menos lo del seguro de Santa Lucía.
-Maje: ¿No?
-Salva: No.
-Salva: Existirá supongo. Igual tienen a algún sospechoso que ya hubiera tenido
algún delito y quieren recabar más información para achacárselo a esta persona.
-Salva: Si te preguntan tú no sabes nada... (Se oye hablar a él, pero el ruido no
permite entender lo que dice).
-Salva: Que sí, que yo la cogí del bolso. (Siguen hablando sobre los celos de Salva).
-Maje: ¿Pero tú sabrías salvarte? Yo también pero esto no entraba en los planes.
La joven detenida por el asesinato de su marido ya estaba gestionando los cobros de las pólizas con la ayuda
de su amante.
El ingeniero asesinado en un garaje de Patraix era titular de varios seguros de vida y accidentes cuyos cobros
ya había comenzado a gestionar la viuda con la ayuda de uno de sus amantes, Salva R. L., el autor confeso
del crimen de Patraix. Las cantidades de dinero correspondientes a estas pólizas que iba a percibir Maje M.
C., de 27 años, junto con la herencia y la pensión de viudedad son tres indicios que sustentan la hipótesis
policial del móvil económico en el asesinato.
Los abogados que ejercen la acusación particular en la causa, Miguel Ferrer y Patricia Cogollos, han
solicitado al Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia que requiera a dos compañías sendas copias de
los seguros que contrató la víctima con las cláusulas particulares y generales de las pólizas y los beneficiarios
de las mismas. Según el registro de la Gerencia Territorial de Justicia, el ingeniero Antonio Navarro era
titular de tres seguros suscritos con Mapfre, Santa Lucía y Bankinter, aunque el último lo canceló cuatro
meses después de casarse con Maje.
Según se desprende de las escuchas telefónicas y de la investigación del Grupo de Homicidios de la Policía
Nacional, la viuda mostró su satisfacción por su situación económica tras el crimen, porque la pensión de
viudedad de 1.100 euros al mes había incrementado sus ingresos, y mantenía también una tensa lucha con
la familia de su marido por la herencia. Maje les reclamaba el pago de 30.000 euros, una cantidad que ella
aseguraba haber aportado para la compra de un piso en la calle Calamocha, donde vivía el matrimonio en el
barrio valenciano de Patraix, y la posterior reforma que hicieron en la vivienda.
Las escuchas revelan que la viuda mostró satisfacción por su situación económica La mujer pedía a la familia
de su marido asesinado 30.000 euros por la compra de un piso
Los abogados también han pedido al juez que instruye el caso el embargo preventivo de los bienes y el
bloqueo de las cuentas bancarias de las dos personas detenidas y encarceladas por el asesinato, la viuda y su
amante, para garantizar el pago de las responsabilidades derivadas de una hipotética condena.
El magistrado tiene previsto tomar declaración a más personas en los próximos días para esclarecer el móvil
del crimen. Como ya informó LAS PROVINCIAS, Salva R. confesó que asesinó al ingeniero con un cuchillo
cebollero que había comprado en una ferretería de la calle Lérida de Valencia, pero dio vagas explicaciones
cuando la policía y el juez le preguntaron el motivo. También aseguró que no tenía ninguna inquina contra la
víctima y que pensó que matar al marido de su amante sería bueno para ella, porque su familia de fuertes
convicciones religiosas no llevaría bien el divorcio.
Tras su ingreso en prisión, la pareja fue incluida en un programa de prevención de suicidios y ambos se
encuentran de forma provisional en la enfermería, aunque en dependencias separadas. Cuando fue
detenido el 10 de enero en la cafetería del Hospital de Manises, Salva llevaba en su mochila varias cartas de
amor que Maje y él se enviaron durante su relación. Algunas de ellas fueron escritas poco meses antes de
que la joven se casara con Antonio en Novelda. En una de las misivas, Maje pide disculpas a Salvador porque
su matrimonio supone «un proceso traumático para los dos», pero dice que la boda era algo que ella tenía
que vivir «como experiencia». Aunque la mochila se quedó en el servicio de urgencias del Hospital de
Manises, la mujer del asesino la recuperó y entregó las cartas a la policía al día siguiente.
El cerebro más lento de los neandertales
Científicos del CSIC reconstruyen el patrón de desarrollo de un niño de 7 años de la otra especie humana
inteligente hallado en la cueva asturiana de El Sidrón. El pequeño era diestro y ya realizaba tareas de adulto
El desarrollo del cerebro humano, de un gran tamaño, requiere de una importante cantidad de energía,
motivo por el que durante la infancia se ralentiza el crecimiento del cuerpo hasta el estirón de la
adolescencia. Esa estrategia vital que prioriza el cerebro por encima de todo se creía exclusiva de nuestra
especie, el Homo sapiens, pero resulta que no es así. Los neandertales, la otra especie humana inteligente,
también la compartían, aunque con algunas diferencias. La más señalada es que a la edad a la que nuestros
hijos ya han terminado de desarrollar su capacidad craneal, los neandertales todavía estaban en ello. Esta es
la principal conclusión a la que ha llegado un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) tras analizar el esqueleto de un niño neandertal de 7,7 años que vivió hace 49.000 años en la cueva
asturiana de El Sidrón. La investigación aparece publicada en la prestigiosa revista Science.
Del pequeño, identificado como El Sidrón J1, se han recuperado 138 piezas de las que treinta son dientes -
algunos de leche- y parte del esqueleto, incluidos fragmentos del cráneo. En el momento de su muerte
pesaba 26 kilos y medía 111 cm. Los investigadores creen que se trataba de un varón por los análisis de sus
dientes caninos y la robustez de sus huesos. Pertenecía a una familia de trece individuos cuyo parentesco
está confirmado por el ADN. Su madre está identificada y tenía un hermano menor.
A pesar de su corta edad, el chaval, diestro, «era un aprendiz que ya realizaba tareas de adulto, como el uso
de la boca como una tercera mano para sujetar pieles y fibras vegetales, lo que deja en los dientes unas
marcas reconocibles en el microscopio», explica el paleoantropólogo del Museo Nacional de Ciencias
Naturales y autor principal del estudio, Antonio Rosas. Además, sufrió una hipoplasia, manchas blancas en el
esmalte, cuando tenía 2 o 3 años, posiblemente provocadas por una enfermedad o la malnutrición.
Como si lo llevaran a una revisión pediátrica, los investigadores compararon las características de
maduración de J1 con las de once humanos modernos de su misma edad y comprobaron que su esqueleto,
dentición y tamaño se encontraban dentro de los mismos parámetros. Es decir, su ritmo de desarrollo era
muy similar al de un niño sapiens. «Posiblemente este modelo es heredado de un último antepasado común
a las dos especies, quizás el Homo anteccesor (considerada la especie homínida más antigua de Europa y
cuyos restos fueron encontrados en la sierra de Atapuerca, en Burgos)», apunta Rosas.
Vértebras inmaduras. Sin embargo, el equipo sí detectó dos diferencias importantes. Una es el estado de
maduración de las vértebras, más parecidas a las de una criatura humana de 5 o 6 años, y la otra el del
cerebro. Mientras que el de nuestros pequeños de 6 años ya ha alcanzado el tamaño adulto (1.350
centímetros cúbicos), el de J1 todavía estaba creciendo.
«El período de crecimiento del cerebro neandertal era más largo que el nuestro», apunta Rosas, pero «cómo
esto influía en su vida y en su inteligencia es algo muy complejo que todavía no sabemos», señala. Lo cierto
es que los neandertales también se consideran seres inteligentes. Por ejemplo, se sabe que se adornaban, se
medicaban, cocinaban o enterraban a sus muertos. La explicación de ese desarrollo más pausado, creen los
científicos, radica en que los neandertales tenían una capacidad craneal mayor que la nuestra. Los adultos
alcanzaban los 1.520 cm cúbicos, y J1 ya tenía 1.330. «Necesitaban más tiempo para llegar a ese volumen»,
argumenta el investigador.
El motivo de la muerte de J1 no se conoce, ya que no hay ninguna evidencia en el esqueleto que permita
establecerlo, pero el pequeño sí tiene marcas que indican que fue víctima del canibalismo, una práctica
habitual entre los neandertales de El Sidrón. «El modelo de canibalismo (hay varios) será objeto de una
próxima investigación, esperamos que pronto», anuncia Rosas. J1 aún puede desvelar más secretos sobre la
niñez de esa fascinante especie extinta que desapareció de Europa hace unos 40.000 años.
“La alteración del sueño y de los ritmos circadianos puede dañar la salud”
El premio Nobel de Medicina advierte sobre los riesgos de ignorar los relojes biológicos del cuerpo.
La vida en la Tierra no es constante a lo largo del día. Los animales, las plantas, incluso las bacterias varían su
actividad con un ritmo adaptado a las rotaciones de 24 horas del planeta. Cada célula porta un reloj
bioquímico interno que, gracias a la acumulación nocturna de ciertas proteínas y a la degradación de las
mismas durante el día, asegura la periodicidad de procesos tan importantes como el sueño o el hambre, en
el caso de los animales. Michael W. Young (Miami, 1949) es uno de los científicos que descubrió cómo
funciona el reloj. Junto con Jeffrey C. Hall y Michael Rosbash recibió el Premio Nobel de Medicina el año
pasado por describir el sistema de autorregulación de estas proteínas que gobierna los ritmos circadianos
(del latín circa, alrededor, y dies, día).
Young empezó sus experimentos con moscas del vinagre, pero los científicos saben que estos relojes están
presentes en todos los organismos multicelulares y también en microbios de una sola célula. Ahora, el
genetista de la Universidad de Rockefeller está centrado en descubrir qué papel juegan los relojes
circadianos en la regulación del sueño humano. “Qué agradable ha sido, poder empezar con la mosca y 40
años más tarde estar descifrando el mismo problema en los humanos”, decía Young la pasada semana
durante un acto en Madrid, al que acudió para recibir el premio de la Fundación Fernández-Cruz.
Respuesta: No lo sabemos todavía. Hay muchas sugerencias, suposiciones, hipótesis. Estamos afrontando
este problema buscando mutaciones que varían la cantidad de sueño. Nos interesan especialmente las
mutaciones que reducen el sueño: ¿qué pasa cuando una mosca de laboratorio duerme mucho menos que
una mosca normal? Hemos identificado mutaciones que afectan a distintos genes y reducen en un 30% o
40% la cantidad de sueño. Las moscas afectadas siempre viven menos. El resultado final es menos
longevidad, pero queremos saber por qué.
P: Usted investiga cambios genéticos que causan trastornos de sueño en las personas. ¿Son comunes estas
mutaciones?
R: Es difícil de adivinar. Solo hemos mirado un trastorno por ahora, el síndrome de la fase del sueño
retrasada. Los afectados son noctámbulos crónicos. Son personas que no pueden levantarse por la mañana y
no se duermen hasta bien pasada la medianoche. Es un trastorno bastante común. El 5% de la población de
EE UU viene a la clínica quejándose de algo así. Lo que hemos encontrado es que un 20% de esos casos tiene
un cambio genético.
Ahí hay un impacto muy claro del cambio genético en el trastorno, pero apenas hemos empezado a abordar
estas preguntas. La forma de afrontarlas es buscando en bases de datos genéticas. Buscamos variaciones
que existen en la población humana y tratamos de relacionar los genes conocidos por afectar a los patrones
de sueño y vigilia para averiguar si las mutaciones que hemos encontrado se asocian con trastornos del
sueño. Le damos la vuelta un poco a la pregunta: primero encontramos un cambio genético en un gen que
podría afectar al sueño, y luego vemos si realmente lo hace.
P: Aparte de reducir el sueño, la mutación de un reloj biológico puede manifestarse en cualquier órgano del
cuerpo. ¿Podría tener otras consecuencias para la salud?
En animales, cuando no funciona el reloj biológico del páncreas, se da una respuesta como la diabetes.
Sospecho que pasaría lo mismo si perdemos los relojes biológicos de nuestro páncreas
R: Sí, los efectos de las mutaciones que alteran el sueño o los ritmos circadianos pueden tener
consecuencias de salud importantes. En animales sabemos que cuando no funciona el reloj biológico, por
ejemplo en el páncreas, se da una respuesta como la diabetes. Sospecho que pasaría lo mismo si perdemos
los relojes biológicos de nuestro páncreas, tendríamos un problema similar. Desde luego nos sentimos mal
cuando nuestros relojes internos se desincronizan tras un viaje a través de zonas horarias. Creo que ese es
un buen punto de partida para pensar en lo que puede pasar cuando alteras varios relojes, cuando no tienes
un complemento completo de oscilaciones sincronizadas en el cuerpo.
P: ¿Considera que hay desinformación, entre el público y los profesionales de la medicina, acerca del
funcionamiento de los ritmos circadianos?
R: Pues tengo un compañero que ha estudiado los receptores de los fármacos más comunes, como las
estatinas o la aspirina, y algo así como la mitad de los receptores más comunes oscilan por un reloj
circadiano. Tienen un ritmo, lo cual sugiere que habrá momentos del día óptimos para administrar la
medicina. Y no siempre será la misma: cada fármaco será a una hora. También sabemos, por ejemplo en la
quimioterapia, que la toxicidad del tratamiento varía mucho en función de la hora del día. Así que incluso los
efectos secundarios de las drogas pueden ser importantes en ese sentido.
En la quimioterapia, la toxicidad del tratamiento varía mucho en función de la hora del día.
Más allá de las terapias y del tratamiento de la enfermedad, en la sociedad ahora tenemos luces eléctricas, y
la habilidad de comer a cualquier hora, del día o de la noche. Si sucumbimos a la falta de rutina, va a haber
un conflicto con lo que intenta hacer nuestro cuerpo. Porque nuestro cuerpo se basa en los relojes. Cada
célula del cuerpo lleva un reloj que atiende a cuándo comemos, cuándo vemos la luz solar, una variedad
enorme de señales del entorno. Realmente estamos diseñados para que haya coherencia entre todos esos
relojes, que corran al tiempo y concuerden en la hora del día.
R: Sí. De hecho los relojes biológicos, incluso dentro de un solo cuerpo, pueden tener acción independiente.
Por ejemplo, si solo comes por la noche, si te despiertas en medio de la noche y comes, y luego te vuelves a
dormir, y luego estás por ahí todo el día pero no comes, vas a tener cambios muy profundos en cada reloj.
La zona horaria de tu hígado o de tus pulmones será distinta a la de tu cabeza. Puedes existir en varias zonas
horarias a la vez si no prestas atención a la sincronización de estos relojes.
P: ¿Cómo podemos ajustar nuestros ritmos circadianos, por ejemplo después de un viaje en avión?
Hay que pensar en dónde estaríamos antes de la invención de la luz eléctrica. Ese es el entorno en el que
evolucionaron estos relojes
R: Hemos aprendido que hay varios aspectos muy importantes y cosas que podemos hacer para tener el
sistema circadiano más consistente posible. Esto incluye el horario de las comidas, algo que sabemos gracias
a muchos estudios en animales que reflejan lo que se conoce del reloj biológico humano. Es importante
comer solo durante períodos de actividad del día, comer en medio de la noche no es bueno. Eso sería una
señal para nuestro hígado y nuestros pulmones, y para nuestros músculos esqueléticos de que estamos en
otra zona horaria. La luz también es muy importante. La exposición a la luz solar tiene un efecto tremendo
sobre los relojes del cerebro que controlan nuestros ciclos de actividad.
Hay que pensar en dónde estaríamos antes de la invención de la luz eléctrica. Evolucionamos en un entorno
con ciclos de temperatura muy fuertes, ciclos de luz y oscuridad muy marcados. No nos despertábamos para
comer; comíamos cuando estábamos activos, durante el día. Ese es el entorno en el que evolucionaron estos
relojes, y están diseñados para correr al unísono bajo estas condiciones. Eso es a lo que hay que prestar
atención.