Utiliza formas y líneas grotescas y extravagantes. Excede en
la decoración. Es una reacción contra los cánones de equilibrio clásico y renacentista. Predomina la libertad de los trazos. Estilo ornamental con profusión de superficies curvas, se impone mediante el efecto de masa, color y movimiento.
Barroco significa degeneración, retroceso, decadencia, carente de
calidad estética. Hoy el barroco es un arte distinto a su predecesor. Los jesuitas difunden el barroco.
En América se hizo surgir un barroco más recargado, con mayor
brillo decorativo. Es más vehemente que el español. Siglos XVII- XVIII.
Para Argan, el Barroco fue una revolución cultural en nombre de la
ideología católica. La Iglesia de Roma para ser un medio de propaganda al servicio de la causa católica, y en el Concilio de Trento se habla de que el artista debe instruir y confirmar al pueblo, recordándole los artículos de la fe, excitándole a adorar y aun a amar a Dios. Para cumplir esta misión, el arte debía poseer fuerza de atracción sobre os sentidos y poder de penetración en el espíritu, es decir, debía ser seductor y didáctico para mostrar el camino de salvación.
Resumiendo un poco, voy a resaltar las ideas más importantes.
Pienso que el arte es una habilidad técnica para desarrollar algún trabajo, pero sin embargo, creo que el arte no es sólo eso, sino que también el talento de una persona con respecto a un oficio visual.
Pienso que el término “cultura” se refiere a los conocimientos de
una persona, es decir, alguien culto es quien tiene estudios. Se podría decir que el arte está dentro de la cultura si designamos a la cultura como un “todo”, pero pienso que no seria lo correcto. El arte es una habilidad y no un conocimiento, por lo que pienso que son conceptos diferentes, aunque relacionados.
El barroco no es un mero concepto artístico, sino también un
movimiento cultural del siglo XVII. Me explico, si definimos arte y cultura como términos diferentes, también podremos decir que el barroco no es sólo un movimiento artístico, sino también cultural, porque esos 2 conceptos son muy relevantes en la época. Es necesario decir, que todo lo que esté relacionado con el barroco, va en torno a la Iglesia, es decir, que los temas, ya sean de dibujos, novelas, canciones, etc., son religiosos.
El Barroco fue una consecuencia de la lucha religiosa que hubo en
Europa que tuvo lugar en Europa a causa de la Reforma protestante y la Contrarreforma católica. El enfrentamiento religioso provocó un cambio de mentalidad que afectó a todos los aspectos de la cultura, del arte y de la sociedad.
Significó el triunfo de los sentimientos exaltados. La serenidad y
la fe que habían caracterizado en el Renacimiento en el ser humano fueron sustituidas por una visión de la vida más mística, muy influida por la religión, y menos optimista.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La evolución del arte barroco, en todas sus formas, debe
estudiarse dentro de su contexto histórico. Desde el siglo XVI el conocimiento humano del mundo se amplió constantemente, y muchos descubrimientos científicos influyeron en el arte; las investigaciones que Galileo realizó sobre los planetas justifican la precisión astronómica que presentan muchas pinturas de la época. Hacia 1530, el astrónomo polaco Copérnico maduró su teoría sobre el movimiento de los planetas alrededor del Sol, y no de la Tierra como hasta entonces se creía; su obra, publicada en 1543, no fue completamente aceptada hasta después de 1600. La demostración de que la Tierra no era el centro del Universo coincide, en el arte, con el triunfo de la pintura de género paisajístico, desprovista de figuras humanas. El activo comercio y colonización de América y otras zonas geográficas por parte de los países europeos fomentó la descripción de numerosos lugares y culturas exóticas, desconocidos hasta ese momento.
La religión determinó muchas de las características del arte
barroco. La Iglesia católica se convirtió en uno de los mecenas más influyentes, y la Contrarreforma, lanzada a combatir la difusión del protestantismo, contribuyó a la formación de un arte emocional, exaltado, dramático y naturalista, con un claro sentido de propagación de la fe. La austeridad propugnada por el protestantismo en lugares como Holanda y el norte de Alemania explica la sencillez arquitectónica que caracteriza a esas regiones.
Los acontecimientos políticos también tuvieron influencia en el
mundo del arte. Las monarquías absolutas de Francia y España promocionaron la creación de obras que, con su grandiosidad y esplendor, reflejaran la majestad de Luís XIV y de la casa de Austria, en especial de Felipe III y Felipe IV.
CARACTERÍSTICAS DEL ARTE BARROCO
Entre las características generales del arte barroco están su
sentido del movimiento, la energía y la tensión. Fuertes contrastes de luces y sombras realzan los efectos escenográficos de muchos cuadros, esculturas y obras arquitectónicas. Una intensa espiritualidad aparece con frecuencia en las escenas de éxtasis, martirios y apariciones milagrosas. La insinuación de enormes espacios es frecuente en la pintura y escultura barrocas; tanto en el renacimiento como en el barroco, los pintores pretendieron siempre en sus obras la representación correcta del espacio y la perspectiva. El naturalismo es otra característica esencial del arte barroco; las figuras no se representan en los cuadros como simples estereotipos sino de manera individualizada, con su personalidad propia. Los artistas buscaban la representación de los sentimientos interiores, las pasiones y los temperamentos, magníficamente reflejados en los rostros de sus personajes. La intensidad e inmediatez, el individualismo y el detalle del arte barroco —manifestado en las representaciones realistas de la piel y las ropas— hicieron de él uno de los estilos más arraigados del arte occidental.
Primer Barroco
Las raíces del barroco se localizan en el arte italiano,
especialmente en la Roma de finales del siglo XVI. El deseo universalista inspiró a varios artistas en su reacción contra el anticlasicismo manierista y su interés subjetivo por la distorsión, la asimetría, las extrañas yuxtaposiciones y el intenso colorido. Los dos artistas más destacados que encabezaron este primer barroco fueron Annibale Carracci y Caravaggio. El arte de Caravaggio recibió influencias del naturalismo humanista de Miguel Ángel y el pleno renacimiento. En sus cuadros aparecen a menudo personajes reales, sacados de la vida diaria, ocupados en actividades cotidianas, así como también apasionadas escenas de tema mitológico y religioso. La escuela de Carracci, por el contrario, intentó liberar al arte de su amaneramiento retornando a los principios de claridad, monumentalidad y equilibrio propios del pleno renacimiento. Este barroco clasicista tuvo una importante presencia a lo largo de todo el siglo XVII. Un tercer barroco, denominado alto barroco o pleno barroco, apareció en Roma en torno a 1630, y se considera el estilo más característico del siglo XVII por su enérgico y exuberante dramatismo. ESCULTURA
La escultura barroca tiene tendencia
a fundirse con la arquitectura y la pintura para producir conjuntos significativos de un contexto más amplio que la mera escultura allí situada.
Esta fusión se presta a la
teatralidad y a la espectacularidad características del barroco que presenta, con frecuencia, la obra como un espectáculo.
En El éxtasis de Sta. Teresa, obra del polifacético Bernini, la
capilla acoge una función en la que aparece en el centro la propia Santa en actitud de desmayo ante la presencia de un ángel, al fondo aparece unos rayos luminosos que indican la presencia de Dios y que proceden del mundo celestial que está pintado en la parte superior y, finalmente, en los laterales hay un palco a cada lado en los que se encuentran algunos personajes asistiendo a la "función"
Los temas tienden a ser más profanos, mitológicos, en donde el
desnudo adquiere particular importancia. Además, la escultura se vuelve urbana, aparecen en las calles, plazas y fuentes, integradas con la arquitectura.
CARACTERÍSTICAS:
La escultura barroca se caracteriza en general por su fuerza y su
monumentalidad, su movimiento compositivo, su dinamismo, proyectado hacia fuera, sus composiciones diagonales, su expresividad y su tratamiento de la ropa.
MOVIMIENTO: las figuras se representan en alguna acción
violenta y en actitudes de esfuerzo y tensión. Las ropas participan también de esta agitación y se arrugan en pliegues que revolotean como sacudidos por el viento. PATETISMO: gusta de la expresión de estados anímicos emotivos tales como: éxtasis, miedo ansiedad, etc., que los rostros traducen con el más vivo verismo.
CLAROSCURO: se buscan efectos propios de la pintura, de
manera que los cuerpos se perciben como envueltos en una atmósfera luminosa. TEATRALIDAD: existe una propensión a lo exagerado y a las actitudes elocuentes que hacen que hacen de ella una representación dramática.
Deseo de movimiento al igual que en arquitectura. A diferencia
de los manieristas cuyo movimiento se contenía en planos, para los escultores barrocos los miembros y los ropajes de las figuras se desplazan hacia fuera vaporosos, hinchados Aparatosidad.
Expresan más la apariencia que la realidad en aras de esa
aparatosidad.
Es una escultura con gran sentido decorativo. No es una
escultura para ser contemplada aislada sino para formar parte de un retablo.
Es además naturalista. Interpreta expresiones exaltadas.
Escultura que casa muy bien con el momento que vive la
cristiandad; época de místicos, de santos. Éxtasis: ojos entornados, boca abierta.
Escultura efectista. Intenta sorprender a quien la contempla
sobre todo el genero funerario: reloj, muerto se levanta, esqueleto tras cortina, reflejo de una sociedad en que los santos tienen una gran importancia.
Se impuso el realismo en las representaciones, a las que se dotó
de rasgos físicos y movimientos naturales. Todos los detalles del cuerpo humano se representaron minuciosamente.
Las representaciones mostraban un gran patetismo. Se exaltaron
los sentimientos y se dio mucha teatralidad a los gestos. Hubo un gran interés por plasmar la psicología de los personajes.
Las figuras adquirieron gran movilidad, energía y vitalidad. Se
hizo muy habitual que éstas se engarzasen unas con otras formando composiciones muy complejas. Se impuso el gusto por lo teatral y las composiciones se pensaban como auténticas escenografías, es decir, como decorado para una representación teatral.
Se potenciaron los efectos luminosos. Los pliegues de la ropa y
los gestos de las figuras provocaban combinaciones de luces y sombras. La temática de las esculturas barrocas fue muy variada. En los países católicos eran frecuentes las representaciones religiosas. En todos los casos se desarrollaban los retratos y las escenas mitológicas.
Autores:
Maderna: de este autor podemos citar "Santa Celia".
Bernini: movimiento. Temas mitológicos como "Apolo y Dafne" (foto
primera de la derecha), o el "David"; temas funerarios como el "Sepulcro del Papa Urbano VII; de carácter urbano como la "Fuerte de los Cuatro Ríos", en la plaza Navona; temas del amor divino como el "Extasis de Santa Teresa" (foto segunda de la derecha). Retratos naturalista: "Constantino a caballo"; "Muerte de la Beata Albertona", que trata el tema del amor divino; "Busto de Luis XIV de Francia".
Para diferenciar la escultura barroca de la escultura
renacentista, vamos a analizar algunas obras de la época, y a resaltar las características que los diferencien.
Éstas 2 obras se denominan “La Piedad”, pero una es de Miguel
Ángel y otra es de Gregorio Fernández, una es del renacimiento y otra del barroco. Bueno, ahora las analizaré más a fondo.
La de la derecha es de Gregorio Fernández. En esta escultura yo
veo una gran viveza y expresividad, queriendo exaltar los sentimientos. Esto último se puede observar en el rostro, en el que con la Virgen nos quiere transmitir el sufrimiento. Es asimétrica. El dinamismo de la escultura nos hace apreciar aún más la vida de la escultura, la cual en el barroco huye de idealizaciones. Pienso que las manos abiertas contribuyen aún más en lo último nombrado, es decir, en la viveza. La escultura renacentista de la izquierda es de Miguel Ángel. Ésta, tiene las ropas con grandes hundimientos, lo que nos expresa movilidad en la obra, sin embargo, lo que más se diferencia al barroco es que ésta obra no tiene vida ni expresividad, de hecho la Vírgen no tiene cara de sufrimiento, sino un rostro agradable. Dicha escultura es más simétrica que la anterior y sin energía ninguna.
Un detalle que puede hacerte ver si es una escultura barroca o
renacentista son, el rostro el cual ya hemos mencionado, y las manos, que ahora las analizaré. Bueno, me he fijado que, en la mayoría de las obras renacentistas los personajes tienen las manos entreabiertas o cerradas, sin embargo en el barroco las tienen muy abiertas. Mi opinión es que las manos abiertas contribuyen a los que se busca en el barroco: la expresividad; sin embargo las manos entreabiertas o cerradas dan una sensación de serenidad y armonía en la obra, por lo que pienso que las manos es un objeto importante para determinar si una escultura es barroca o renacentista.
Escultura Barroca en Italia
La reacción antimanierista en la escultura italiana tiene su
primer ejemplo relevante en la Santa Cecilia de Stefano Maderno (1600, iglesia de Santa Cecilia in Trastevere, Roma). El gusto por lo curvilíneo, el dramatismo y la pronunciada torsión de los cuerpos son características que se repiten en sus primeros trabajos. Fue Gian Lorenzo Bernini, sin embargo, quien dominó la escultura barroca en Roma. Entre sus primeros grupos escultóricos de grandes dimensiones, el Rapto de Proserpina (1621-1622) y Apolo y Dafne (1622-1624, ambas en la Galería Borghese, Roma) muestran su dominio de la escultura en mármol, creando efectos realistas de gran tensión dramática, fuertes contrastes de luz y sombra y la ilusión óptica del jaspeado. El Éxtasis de santa Teresa (1645- 1652, capilla Cornaro, iglesia de Santa Maria de la Victoria, Roma) resume a la perfección la elevada teatralidad que caracteriza al barroco. Bernini fue el artista predilecto de los papas, para quienes realizó los proyectos más ambiciosos en el Vaticano. Tanto el inmenso baldaquino (1624-1633), un enorme ciborio o dosel sobre columnas salomónicas que cubre el altar mayor de la basílica de San Pedro, como la Cátedra de San Pedro (1657-1666), en el ábside de la basílica vaticana, atestiguan con su colosal tamaño y ricos materiales (mármol y bronce dorado) el suntuoso esplendor de la Iglesia católica. Bernini fue también un excelente retratista, como puede verse en los bustos de Constanza Buonarelli (c. 1635, Museo del Barguello, Florencia) y del Papa Inocencio X (c. 1647, Galería Doria Pamphili, Roma). Su único rival en este género fue el escultor Alessandro Algardi.
Las fuentes se convirtieron en uno de los monumentos públicos más
representativos del barroco, un aspecto en el que también destacó el polifacético Bernini. Su fuente de los Cuatro ríos (1648-1651) en la romana plaza Navona, impresiona al espectador por sus gigantescas estatuas, el enorme obelisco egipcio que remata su centro y los efectistas juegos de agua. Bernini fue también un notable e influyente arquitecto; además de la gran columnata (comenzada en 1656) que rodea la plaza de San Pedro del Vaticano, proyectó iglesias como la de Sant’Andrea al Quirinale (1658-1670) en Roma.
Escultura Barroca en Francia
El barroco francés se reconoce por su carácter cortesano,
mitológico y decorativo. Predominan los bustos, las estatuas ecuestres, las alegóricas y la escultura funeraria.
Versalles será el centro del arte. François Girardon: Apolo y
las Ninfas, y el sepulcro del cardenal Richelieu. Pierre Puget es el más barroco por su dramatismo, tensión y la violencia formal. Andrómeda liberada por Perseo.
Escultura barroca en España
El arte italiano apenas tuvo influencia sobre la escultura barroca
española, inclinada, esencialmente, a la tradicional talla en madera policromada. El realismo y la intensa preocupación por el detalle, puestos al servicio del fervor religioso contrarreformista, son sus características fundamentales; las figuras generalmente se pintan (policromía) e incluso a veces llegan a emplearse ojos de cristal, vestimentas auténticas y pelo natural. Entre los trabajos más destacados de escultura barroca española se encuentran los retablos para los altares de las iglesias, algunos de ellos de considerable tamaño y riqueza, realizados por equipos de escultores y arquitectos. Los principales escultores fueron Gregorio Fernández, máximo exponente de la escuela castellana, con impresionantes tallas de Inmaculadas, Piedades y Cristos yacentes; y los representantes de la escuela andaluza, en especial Juan Martínez Montañés, Pedro de Mena, Juan de Mesa y Alonso Cano. Estos últimos repartieron entre Sevilla y Granada buena parte de sus Cristos crucificados, Inmaculadas, santos y otros temas típicos de los pasos procesionales, para los que iban destinadas muchas de estas imágenes cargadas de realismo, expresividad y fervor religioso. ¿En qué período se desarrolla el arte Barroco y qué características presenta?
Tradicionalmente se denomina "Barroco" al período de transcurre
desde el siglo XVII al XVIII. La especial actitud estilista que caracteriza al arte barroco alcanzó su momento de madures en Italia hacia 1630 y se desarrolló en los cuarenta años siguientes. A partir de ese momento se difundió por todas las naciones de Europa. El arte barroco jugó un papel importante en los conflictos religiosos de este periodo. Frente a la tendencia protestante a construir los edificios para el culto de una manera sobria y sin decoración, la iglesia católica usó para sus fines litúrgicos la grandiosidad y la complejidad barrocas. El papado reaccionó contra la división que provocó la reforma iniciada por Lutero generando el movimiento que se conoció como la Contrarreforma. La arquitectura, la escultura y la pintura fueron utilizadas para el prestigio de la autoridad papal e ilustrar las verdades de la fe. En este sentido se puede afirmar que el barroco es la expresión estética de la Contrarreforma.
La monarquía utilizó la magnificencia de este arte para poder
hacer propagandas que los beneficiasen, ya sea en el arte o en la sociedad.
La burguesía de la época, que había logrado obtener un papel muy
notable, utilizó el Barroco para expresar sus ideas y trascender más allá de su época.
En la escultura cobra papel decorativo en la composición general,
y en las grandes pinturas murales viene a corroborar el gusto por la teatralidad, que asimismo reflejan los fondos de los retratos y los grandes altares de las iglesias, con su complicada estructura y dramática vivacidad. Se destacan el movimiento y el dinamismo; las imágenes muestran pasiones violentas, lentas y exaltadas. La valorización de aquellos motivos heroicos de la cultura renacentista injertos en la Contrarreforma y la pintura del Greco y de Caravaggio introdujeron nuevos contenidos religiosos y morales y contribuyeron a una radical renovación de la expresión figurativa. El fortalecimiento de la Iglesia católica trajo consigo una vigorosa reanudación de motivos estrictamente renacentistas.
¿Quién fue el escultor más destacado de ese siglo y cuales fueron
sus obras más representativas? Gian Lorenzo Bernini nació el 7 de Diciembre de 1958 en Nápoles. Hacia el 1605 marchó hacia Roma junto con su familia, donde, gracias a la protección del cardenal Scipione Borghese y una incesable actividad artística, consiguió ocupar, en pocos años, el primer lugar entre los artistas que allí trabajaban. Se reveló en las primeras esculturas realizadas para dicho cardenal: Eneas y Aníquises; el rapto de Proserpina.
Prescindió de los límites del bloque escultórico, realizando
figuras muy movidas, con sus extremidades lanzadas al espacio y representadas en momentos fugaces.
Estas características se apreciaban ya en <<Apolo y Dafne>>
(Galería Borghese, Roma) y en el <<David>> captado en el momento de lanzar la honda. Maestro indiscutible de del barroco romano, mantuvo un proverbial y perspicaz antagonismo con F. Borromini.
De naturaleza devota y sensual a la vez, Bernini aspiraba a
difundir la fe católica y penetrar en el mundo espiritual por medio de unos elementos humanos y perceptibles.
Su obra más importante el << Éxtasis de Santa Teresa>>, está en
éxtasis, llena de voluptuosidad. Su escultura se caracteriza por un extraordinario sentido del movimiento, virtuosismo técnico, expresividad y penetración psicológica; grupo escultórico escenográfico dominado por la visión de la unión mística con Cristo respondía a estos deseos del artista. Otra de sus obras fue <<San Longino>>.
Su producción arquitectónica, generalmente monumental, en
consonancia con las ideas de una Roma triunfal, y con un empleo de diversos materiales, contribuyó a darle a la ciudad parte de su fisonomía actual. Protegido por el papa Urbano VIII, dos de sus principales ceraciones se hallan en el Vaticano; se trata del <<Baldaquino de San Pedro>>, enorme altar en bronce con cuatro columnas salomónicas, y <<La Escalera Regia>>, donde creó la ilusión de profundidad gracias a unas perspectivas convergentes. Esta escalera otorga una mayúscula solemnidad a la entrada del Palacio Vaticano, que anteriormente era solos un mezquino pasadizo construido por Sangallo. Su obra más ambiciosa fue, no obstante, la columnata de la plaza elíptica de San Pedro, verdadero símbolo del barroco romano. Como arquitecto de Iglesia realizó también Sant´Andrea al Qurinale, de planta oval.
Se muestran dibujos del propio Bernini, la Cátedra de San Pedro
(1656-1667) situada en el ábside de la Basílica, pretende y consigue armonizarse con el grandioso baldaquino previamente levantado sobre el altar.
En las postrimerías de su vida, aceptó el arduo cometido de
esculpir en mármol la tumba de Alejandro VII, pero dado a que el maestro se hallaba completamente exhausto solo llegó a diseñarla y fueron sus seguidores quienes la completaron.
La muerte de Bernini ocurrida en Roma el 28 de Noviembre de 1680,
señalaba el fin de la supremacía artística italiana en Europa.
CRONOLOGÍA DEL ARTE BARROCO
1590 Baco adolescente, de Carabagio (Galeria de los Uffizi,
Florencia).
1609 Autoretrato con Isabel Brandt, de Rubens (Alte Pinakothek,
Munich).
1629 Bernini comienza a trabajar en el palacio Barberini de
Roma. Velásquez pinta Los borrachos (Museo del Prado, Madrid). Francisco de Zurbarán trabaja en 22 lienzos sobre la vida de san Pedro Nolasco para el convento de la Merced Calzada de Sevilla.
1630 Martirio de san Bartolomé, de José de Ribera (Museo del
Prado, Madrid).
1632 Retrato del cardenal Borghese, de Bernini (Galleria
Borghese, Roma). La lección de anatomía del profesor Tulp, de Rembrandt (Mauritshuis, La Haya).
1635 Velázquez pinta La rendicion de Breda o Las lanzas (Museo
del Prado, Madrid). Bernini esculpe el monumento de la condesa Matilde para la basílica de San Pedro, en Roma.
1650 La Sagrada Familia del pajarito, de Bartolomé Esteban
Murillo (Museo del Prado, Madrid).
1651 La Venus del espejo, de Velásquez (Nacional Gallery,
Londres).
1654 Caballero del casco de oro, de Rembrandt (Museo
Metropolitano, Nueva York).
1656 Bernini decora el interior del Vaticano y la Catedral de
San Pedro, en el ábside de la cabacera de esta basílica. 1657 Las meninas, de Velásquez (Museo del Prado, Madrid).
1661 Sube al trono Luís XIV de Francia. Se inicia la
construcción del palacio de Versalles.
1666 Tras el gran incendio de Londres, Christopher Wren es
encargado de trazar los planos para la reconstrucción de la ciudad.
1673-1710 Chistopher Wren construye la catedral de San Pablo
en Londres, a imitación de la de San Pedro.
1721 Iglesia de Nuevo Baztán (Madrid), de Pedro de Ribera. Un
año más tarde, el mismo arquitecto construiría el Hospicio de Madrid.
1734 Triunfo de las Artes, de Giambatista Tiépolo (palacio
Archinto, Venecia). Se incendia el Alcázar de Madrid, de estilo herreriano.
1783 Fernando Casas Novoa construye la fachada del Obradoiro en
la catedral de santiago de Compostela.
BIBLIOGRAFÍA:
"Historia del Arte". José Mª de Azcarate Ristori, Alfonso
Emilio Pérez Sánchez, Juan Antonio Ramírez Domínguez. Editorial Anaya, 1991. "Historia del Arte". COU. M.E.C. Seminario de Geografía e Historia del INBAD. Edita: Centro de Publicaciones. Secretaria General Técnica. 1989. "Historia General del Arte". Varios Autores. Summa Artis. Editorial Espasa-Calpe, S.A. 1982. Arteca, para comprender el arte