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Anales de la Facultad
Universidad NacionaldeMayor
Medicina
de San Marcos Vol. 61, Nº 3 - 2000
Copyright © 2000 Págs. 247 - 252
RESUMEN
Este artículo relata de manera breve la larga trayectoria del Hospital Real de San Andrés, abarcando
sus inicios en 1552 con Francisco de Molina, su evolución hasta convertirse en uno de los más
importantes hospitales de Lima y el Perú durante la colonia, su trascendental vínculo con la Historia
y la Medicina Peruana, en especial de San Fernando, en la reforma de la enseñanza médica con la
creación del anfiteatro de Cirugía y Anatomía, hasta su último día de servicio en Marzo de 1875
fecha en la que es relegado por un Hospital moderno para la época como lo fue el Dos de Mayo. Por
su trascendencia para la Historia, la Medicina y San Fernando sus aun existentes instalaciones
serían las adecuadas para albergar el Museo de Historia de la Medicina del Perú.
Palabras claves: Historia de la Medicina, Perú; Hospitales, Perú, Historia; Hospitales Escuela, Perú,
Historia; Escuelas Médicas, Perú, Historia.
* Texto del discurso presentado en la sesión de la Academia Nacional de Medicina el 20 de julio de 2000.
El Hospital Real de San Andrés, actualmente con- como la Academia Nacional de Medicina y diversas
vertido en un Centro Educativo, ha corrido el peligro personalidades realizan para evitar la demolición, par-
de desaparecer y la Facultad de Medicina de San Fer- cial o total, de este edificio histórico que vio nacer la
nando se suma a los esfuerzos que instituciones tales enseñanza ordenada y sistematizada de la medicina en
nuestro país.
Correspondencia:
El antiguo Hospital Real de Andrés, ubicado en la
Dr. Agustín Iza Stoll calle de San Andrés, en la octava cuadra del Jr.
Facultad de Medicina, UNMSM Huallaga, cerca de la Plaza Italia, antes Plaza Santa
Av. Grau 755. Lima 1, Perú Ana, estaba muy cerca del edificio antiguo del Colegio
E-mail: decanofm@sanfer.unmsm.edu.pe de Medicina y Cirugía de San Fernando inaugurado por
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el Virrey Abascal en 1811. Se encuentra cerca también Valdizán hace notar que antes de 1560 ya se men-
del Hospital San Bartolomé, y del Hospital de Santa ciona en las crónicas la existencia del hospital de San
Ana y debiera ser el local adecuado para albergar el Andrés pues se dice que en 1556 fueron enterradas las
Museo de la Historia de la Medicina del Perú. momias de algunos emperadores Incas. Córdova y
Urrutia señala este acontecimiento en 1556. A la muer-
El Hospital Real de San Andrés tiene sus inicios en te de Francisco de Molina en 1600, el Padre Juan
1552 cuando Francisco de Molina atendía en su casa Sebastián se interesa por el Hospital y solicita la pro-
en el Callejón de Santo Domingo a enfermos que care- tección del Marques de Salinas, Don Luis de Velasco,
cían de recursos. El número de pacientes fue aumen- quien funda una hermandad y mayordomía. Según
tando progresivamente y hubo que recurrir a la caridad Lastres se funda en esa época la loquería del hospital.
pública y luego a la ayuda del Virrey Andrés Hurtado
de Mendoza, Marquez de Cañete, quien le escogió un De los pocos documentos que se pueden encontrar
arrabal, le asignó algunas rentas comenzando la cons- en el Archivo de Indias de Sevilla sobre el hospital,
trucción por la edificación de las enfermerías. Agrade- que me ha proporcionado gentilmente el Dr. Oswaldo
cido Francisco de Molina, puso como nombre al na- Salaverry, prácticamente todo se refiere a los aspectos
ciente Hospital el nombre de su benefactor “Andrés”. contables y provisiones económicas autorizando a los
Virreyes a que las efectúen o las mantengan. Esta fuen-
Recordemos que en esas épocas la atención de los te nos instruye en una de ellas sobre la visita que hicie-
enfermos era un acto de caridad cristiana. La salud era ra Luis de Velasco al Hospital de San Andrés cuando
un don divino y la enfermedad una prueba de fe. El dice lo siguiente:
médico se formaba más como académico que como
práctico y socialmente era mejor considerado en cuan- “El Hospital de San Andrés es de españoles que
to podía comentar adecuadamente los clásicos por ser solo casi toda la gente que no tiene renta acu-
hipocráticos y galénicos. El principal objetivo al fun- de a él en sus enfermedades y así está siempre muy
dar un Hospital era brindar un ambiente para el buen poblado y cargado. Aunque tiene alguna renta, no le
morir. Los que padecían una enfermedad ligera o cura- basta, ni la merced que su majestad le hace y la limos-
ble eran atendidos en sus domicilios. na se van acortando y hecho de ver en años anteriores
que iba muy de caída. He procurado poner a cargo de
Las visitas de los médicos en los hospitales, a dife- 24 personas de algún caudal y buen nombre en la re-
rencia de la actualidad no eran muy frecuentes, pues en pública, con que se ha levantado y mejorado la cura y
general la administración y el cuidado diario estaba a regalo de los enfermos y se le hecha menos de ver la
cargo de una orden religiosa o de mayordomos que de- necesidad. Entendiendo el fruto que de esto se saca
pendían de ella o de un patronazgo real. La mayor par- los he procurado acariciar y alentar, y siempre con-
te del día los enfermos eran atendidos por los botiqueros vendrá que vuestra excelencia le haga merced en esto
y mozos del hospital y tal vez, una vez a la semana, y en lo demás que se ofreciere porque no tiene otro
tenían la visita de un médico titular que daba las indi- recurso, como he dicho, en esta ciudad todo genera de
caciones para su tratamiento. Estas medidas incluían gente”.
medicamentos del arsenal galénico, dietas y ocasional-
mente sangrías o flebotomías. Los medicamentos eran Ya en 1559 se había nombrado médico al Lic. Alonso
preparados por un boticario que disponía de los prepa- Gutiérrez por “tiempo más de un año” con el salario de
rados minerales y en el caso de ser vegetales los obte- doscientos pesos en plata corriente “pagados por sus
nía de la huerta de plantas medicinales que rodeaba el tercios del año”. En 1561 se trata en el Cabildo “de lo
hospital. La dieta, que solía calificarse con términos de ocupado que está el Lic. Gutiérrez y no puede por las
fuerte o ligera era abundantes en sopas o infusiones ocupaciones visitar muchas el Hospital”, por eso le
ligeras las que eran preparadas por los familiares o alle- despiden y nombran en su lugar al Dr. Enrique Méndez.
gados de los enfermos.
Posteriormente se instala el tribunal del
El Hospital de San Andrés desde sus inicios fue un Protomedicato establecido en el Perú desde 1568. El
hospital real, es decir que se encontraba bajo el patro- tribunal estaba integrado por el Protomédico y los Al-
nazgo de la corona quien apoyaba su mantenimiento caldes examinadores que eran dos de medicina y de
con un aporte anual. cirugía; otros Alcaldes de menor categoría eran los
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Alcaldes examinadores de flebotomistas y barberos. Se Al hablar del Hospital de San Andrés no podemos
completaba el tribunal con un Alguacil que fungía de olvidar su relación con la Cirugía y la anatomía. La
Secretario y cobraba las rentas; todos los médicos y enseñanza de la medicina que se inicia en la Universi-
cirujanos y otros sanadores reconocidos debían exami- dad de San Marcos con las cátedras de Prima y de Vís-
narse con el tribunal; este tribunal además cumplía con peras era hasta entonces el producto de una educación
otras funciones como la supervisión de las boticas en escolástica en la que el catedrático leía los textos de
los hospitales y además asesoraba al Virrey en cuestio- Aristóteles, Hipócrates, Galeno y Avicena en una edu-
nes de higiene y Salud Pública. El tribunal del cación eminentemente teórica. Recién en 1711 se crea
Protomedicato creado en España en 1442 fue estable- la cátedra de anatomía. El primer catedrático fue el Dr.
cido en el Virreynato del Perú en 1570, teniendo su José de Fuentidueñas quien realmente no ejerce el car-
sede en Lima. El primer Protomédico peruano fue el go porque ingresa a la vida religiosa, pero sin embargo
doctor Francisco Bermejo y Roldán, natural de Lima. se establece la relación entre la cátedra de anatomía y
Desde el año 1646 se dispuso por Real Cédula que el el hospital de San Andrés, pues el catedrático debía:
Protomédico tuviese anexo a su cargo la cátedra de Pri- “ir una vez cada semana del año al Hospital de San
ma de medicina, que era entonces la de mayor jerar- Andrés y con la asistencia de los cirujanos y cursantes
quía docente. El Tribunal del Protomedicato, que en a de hacer la anatomía en una de los cuerpos que en el
una época extendió su jurisdicción hasta Buenos Ai- muriese”. La cátedra contaba con una renta de 412 pe-
res, fue abolido el 30 de diciembre de 1848, siendo sos la cual era insuficiente y con un monto inferior a la
sustituido por la Junta Directiva de Medicina. El últi- que tenían las cátedras de Prima, Víspera y método. El
mo Protomédico fue Cayetano Heredia, quien ejerció siguiente catedrático fue don Pedro López Godos quien
su cargo entre 1843 y 1848. tenía la misma obligación pero que dicto un curso teó-
rico. Sucedieron a estos catedráticos el Dr. Del Llano y
El Hospital de San Andrés en los años siguientes, luego el Dr. Villarreal; al cese de este asumió la cate-
sufre ampliaciones y modificaciones y pasa por mala si- dral el clérigo Pedro Pavón, tío de Unanue, y luego
tuación económica que lo pone en peligro de cerrarse. Don Francisco de Rua y Collazos.
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que lo habían azotado y de su esperanza de que con el las conferencias clínicas en las que se desarrolla un plan
estudio de la anatomía se solucionen muchos proble- pedagógico. Escoge los mejores profesores para sus-
mas del país. El señala con claridad la disminución tentar las conferencias clínicas, las que irán formando
marcada de la población que ha sido debida no sola- el clima propicio para un estudio más concienzudo de
mente a las enfermedades sino a la falta de médicos y la medicina. “Proyecto inestimable, meditado muchas
cirujanos expertos.: menciona que “delante de la muerte veces y abandonado otras tantas, por la arduidad de la
marchan la consternación y la miseria” y dice: “Con- empresa” “Tan arduo, tan difícil es poseer la ciencia
vertidos en hospitales los pueblos, cada habitación es clínica con la dignidad que corresponde a la más exce-
un retrete sombrío en que el dolor, la necesidad y la lente y sublime de las ciencias naturales, bien que hu-
impericia ejercen a competencia su funesto imperio”. millada hasta el extremos por la ignorancia de muchos
Insiste en la importancia de la anatomía “ya que el ca- de los que la ejercen y la estupidez del vulgo que los
dáver disecado y demostrado es la sabia y elocuente fomenta y acredita”. Por eso quiere que, como se hace
escuela en que se dictan las más seguras máximas para en la Universidad de Halle y siguiendo el método
conservar a los vivientes”. En su discurso se apoya en nosológico de Cullen de Edimburgo, se realicen estas
Galeno, en Riolano, en Sydenham, en Hoffmann y en conferencias por los más prestigiados médicos de la
Boerhaave. Este último había editado los trabajos de época: Valdés, Dávalos, Vergara, Villalobos y el mis-
Vesalio y era el líder de la Escuela Médica de Leyden y mo Unanue.
tenía un prestigio que se extendía desde Holanda hacia
Europa a China a Norte y a Sudamérica. El Plan para el desarrollo de las conferencias clíni-
cas establecía un cronograma semanal alternándose los
Boerhaave, discípulo de Harvey fue uno de los ini- profesores de medicina y cirugía. Se recomendaba cla-
ciadores de la enseñanza al costado del paciente. Cla- sificar las enfermedades de acuerdo al sistema
sificó las diferentes ramas de la medicina consideran- nosológico del Dr. Cullen y la exposición de la enfer-
do primero la vida, luego la salud seguida de las en- medad debía dividirse en tres partes: la historia de la
fermedades, y al final los remedios. Friederich enfermedad, la curación y la observación. Había una
Hoffmann de la Universidad de Halle que arregló las segunda parte que se empleaba en tratar la curación de
doctrinas de Boerhaave en un sistema donde la salud la enfermedad describiéndose los remedios que se pro-
era la primera rama general de la física y se llama Fi- pusieran y cuando se tratara de cirugía, la operación
siología, la segunda rama era llamada patología, la debía practicase en un cadáver. La conferencia termi-
tercera semiótica, la cuarta higiene o profilaxis y la naba ofreciendo toda la utilidad posible a todos los pro-
quinta terapéutica, que se aprende en la naturaleza. fesores que concurrían a ella y al público ofreciendo
Cuando Unanue se refiere en su discurso a ese conti- respuestas ya sea orales o por escrito. Unanue se basa
nuo choque de las partes que componen el edificio de pues en el criterio nosológico de Cullen, un profesor
la mortalidad sometidas a los elementos que la vivifi-
de Edimburgo, que organizó la nosología en cuatro di-
can y menciona que es imposible precaver las conse-
visiones menores:
cuencias del movimiento y evitar los debates y altera-
ciones de los cuerpos que nos rodean y entonces que 1. Pirexia o enfermedades febriles.
por momentos se desarreglan las funciones del cuer- 2. Neurosis o enfermedades nerviosas.
po humano y nazcan las enfermedades, estaba apli-
cando los conceptos de Hoffmann y Boerhaave que 3. Caquexia, enfermedades producidas por malos há-
decía que en los sistemas las fuerzas son inherentes a bitos.
la materia y que se expresaban como movimientos 4. Enfermedades locales.
mecánicos tales como contracción y relajación, por lo
que la vida y la muerte eran fenómenos mecánicos, La creación del anfiteatro anatómico de San Andrés
siendo la salud el resultado de movimientos recurren- y la conferencias clínicas constituyeron los primeros
tes regulares mientras que la enfermedad se originaba pasos de la reforma de la enseñanza médica que culmi-
por la irregularidad de ellos. nó años más tarde con la fundación del Colegio de Me-
dicina y Cirugía de San Fernando. Previamente Unanue
El desarrollo de la anatomía en el anfiteatro del había elaborado un meditado Plan de enseñanza, el fa-
Hospital de San Andrés alentó a un grupo de profesio- moso Quadro Sinóptico, de acuerdo con las doctrinas
nales y estudiantes. Un año después Unanue organiza científicas más avanzadas de las escuelas médicas eu-
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ropeas adaptadas a las necesidades de nuestro medio. beber un vaso de chicha, murió súbitamente en el ca-
El colegio de San Fernando situado al costado del anti- mino un anciano que durante muchos años había sido
guo Hospital de San Andrés y frente a la plaza llamada el “farolero” del Hospital San Andrés.
entonces Santa Ana y actualmente llamada Italia o
Raimondi se inauguró el 1º de octubre de 1811. Posteriormente el Hospital se convirtió en casa de
clausura de las Hermanas de la Caridad de San Vicente
Mientras tanto el hospital de San Andrés tenía una de Paul y luego en 1929 continuó la obra de caridad y
vida intensa y en 1790 había tenido 3598 pacientes enseñanza la congregación de las hijas de María
hospitalizados de los cuales 211 habían fallecido. La Inmaculada.
población de Lima en aquellas épocas era de 52627, y
en ese mismo censo se mostraba que en Lima ejercían Como hemos podido apreciar en esta suscinta rese-
la profesión 21 médicos y 56 cirujanos. ña, en el Hospital de San Andrés se enseñó la anatomía
descriptiva, la anatomía patológica, las ciencias médi-
En los años siguientes la situación del San Andrés ca y quirúrgica y la materia médica, es decir las gran-
pasa por momentos difíciles y cierra en 1821 año en des columnas sobre las que reposa el edificio médico.
que los enfermos pasan al Hospital de San Bartolomé. Aquí comienza, según Avendaño, con la construcción
En 1835 el Director de la Beneficencia Don Juan Gil, del Anfiteatro, la verdadera enseñanza práctica de las
logra ocupar nuevamente el Hospital, previa una refac- ciencias médicas en el Perú y en el se formaron los
ción que demanda un gasto de 7536 pesos. En 1858 primeros profesionales, los clínicos eminentes que hon-
dos años después de la fundación de la Facultad de raron con sus luces los albores del siglo XIX. Estos
Medicina de San Fernando, el Hospital de San Andrés argumentos explican la importancia del antiguo Hospi-
contaba con 10 salas con capacidad para 557 enfermos tal Real de San Andrés y justifican los esfuerzos que
y habían tres médicos, dos cirujanos, dos médicos auxi- realizamos para su preservación.
liares, cinco internos y seis externos.
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