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educación en
Colombia
Por: Victor Pinedo
Estudiante de Administración de empresas
Expresión Oral
Por otro lado, La cobertura consiste en ampliar las posibilidades para que se eduque la
mayor cantidad posible de gente. El Gobierno se propuso aumentarla en un 50 por ciento,
pero lo que hizo fue incrustar más alumnos en las mismas aulas de antes, sin ampliar
instalaciones ni contratar más profesores. Y en calidad, solo el 10 por ciento de las
instituciones superiores colombianas cuenta con acreditación de alta calidad. Muy pocas de
ellas aparecen en los escalafones mundiales, al contrario de lo que ocurre con Chile, Brasil,
México o Argentina.
El estado, en su afán de dar cobertura y gastar poco dinero en educación, creó un decreto
mediocre, el decreto 230 de 2002, que trajo como consecuencia que los docentes y el
consejo académico de las instituciones educativas no pudieran perder más del 5% de los
estudiantes (art. 9). Esto trajo como consecuencia que muchos jóvenes pasaran todo su
colegio sin perder el año, no gracias a sus conocimientos sino a que siempre hubo alguien
peor que ellos. Cuando un estudiante de este tipo sale del colegio, no puede hacer nada
porque su ICFES es muy malo, y esto no le permite ingresar a la educación superior. Este
pésimo resultado en el examen se da porque el estudiante no tiene conocimientos en
algunos campos y, aunque el colegio le quiso exigir, la ley no lo permitió. Aunque esta
norma terminó por el decreto 1290 de 2009, generaciones completas quedaron marcadas
por sus nefastos efectos.
Los profesores también son un factor, esto puesto a que no se puede medir su desempeño
porque pertenecen al antiguo estatuto que impide su evaluación y obliga a que el salario de
un maestro no se determine por su capacidad si no por su antigüedad.
Por otro lado, en los últimos años se ha visto un incremento masivo de la oferta
universitaria. Como dice la gente, el país se llenó de universidades de garaje. La
viceministra Martínez Barrios revela que en Colombia hay 286 entidades de educación
superior. De ellas, 80 son universidades y el resto son instituciones de diversa naturaleza.
Sin embargo esta abundancia no es mala, según la señora Martínez “No es malo que la
educación superior llegue a todos los rincones del país. Nuestras universidades públicas lo
han logrado con planes de regionalización, mediante alianzas con sectores sociales,
empresariales y otras entidades académicas”.
El pasado presidente en su programa de gobierno decía que era imposible tener una
sociedad justa con 3 millones de niños de edad escolar sin estudiar. Sin embargo, no hizo
nada al respecto, ya que arrebató el 37% de los recursos que estaban destinados a la
educación, destinándolos hacia otros fines.
Por otra parte la creación de organizaciones que financian los estudios universitarios como
el Icetex, etc., becas, proyectos como el plan de tecnología para Colombia reflejan el
interés porque todos accedan a la educación sin embargo no es de esa manera ya que
muchos quedan excluidos y marginados y en la mayoría de los casos el detonante de dicha
situación es la falta de dinero. En definitiva la educación colombiana debe ser
transformada de todas las formas para que así todos tengamos los mismos niveles y se
brinde igualdad de requisitos, no solo para el sector privilegiado sino también para los
menos favorecidos, que los conocimientos impartidos sean los mismos tanto en colegios
privados como en las instituciones de sectores marginados.
Considero que el mayor problema para poder alcanzar una educación de calidad está en la
proyección que tienen los gobiernos sus lentos avances en materia de distribución del
ingreso y las tendencias a la concentración de dinero y poder. Es decir que los gobiernos
hoy en día son cada vez más corruptos y se apoderan fácilmente de los impuestos que todos
los colombianos pagan y no exactamente para mejorar la calidad educativa sino para
enriquecerse ellos mismos
Bibliografía