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GUÍA PARA EL SEGUIMIENTO DE LAS CLASES DE

ORDENACIÓN DE MONTES
Y
CASOS PRÁCTICOS

E.U.I.T.FORESTAL
DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA Y GESTIÓN FORESTAL
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID

Inés González Doncel


Madrid, 2010-11
PROGRAMA DE ORDENACIÓN DE MONTES

ESCUELA UNIVERSITARIA DE INGENIERÍA TÉCNICA FORESTAL


DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA Y GESTIÓN FORESTAL
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID

TEMARIO………………………………………………………………………………………….

I. INTRODUCCION Y ANTECEDENTES: ANTECEDENTES HISTÓRICOS EN ESPAÑA. DEFINICIONES.


ÁMBITO DE ACTUACIÓN Y OBJETIVOS GENERALES DE LA ORDENACIÓN DE MONTES. LA SUPERFICIE DE
ORDENACIÓN. LAS CONDICIONES MÍNIMAS DE LA ORDENACIÓN CLÁSICA.

II. LAS INSTRUCCIONES PARA LA ORDENACIÓN DE MONTES ARBOLADOS. HISTORIA.


NUEVAS INSTRUCCIONES.

III. EL PROYECTO DE ORDENACIÓN. ESTRUCTURA (INVENTARIO Y PLANIFICACIÓN). LOS PLANES


ANUALES (APLICACIÓN). LAS REVISIONES (SEGUIMIENTO).

IV. DE LA ORDENACIÓN DE MONTES A LA GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE: DEFINICIÓN,


CRITERIOS E INDICADORES DE GFS. REVISIÓN DE LAS CONDICIONES MÍNIMAS DE LA ORDENACIÓN DE
MONTES

V. OBJETIVOS CONCRETOS DE LA ORDENACIÓN DE UN MONTE. EL USO MÚLTIPLE.


DEFINICIÓN DE USOS Y SU COMPATIBILIDAD EN EL TIEMPO Y EN EL ESPACIO. TIPOLOGÍA DE USOS:
PROTECCIÓN DEL SUELO, PRODUCCIÓN (DE MADERA, RESINA, CORCHO,…), CONSERVACIÓN DE LA
VIDA SILVESTRE (ESPECIES EMBLEMÁTICAS/INDICADORAS), CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD
(ECOSISTEMAS, ESPECIES, RECURSOS GENÉTICOS), MEJORA Y DIVERSIFICACIÓN DEL PAISAJE,
ORDENACIÓN PARA EL RECREO/DEL RECREO, DESARROLLO RURAL,……
5.1. ZONIFICACIÓN DEL MONTE: SECCIONES Y CUARTELES, CANTONES Y RODALES.

VI. BASES PARA LA ORDENACION DE MONTES


6.1. EL PRINCIPIO DE LA PERSISTENCIA (CONSERVACIÓN Y MEJORA). LOS TRATAMIENTOS
SELVÍCOLAS (CORTA FINAL Y TRATAMIENTOS PARCIALES). FORMA PRINCIPAL O ESTRUCTURA
DE LA MASA: DISTRIBUCIONES DIAMÉTRICAS: UNIMODALES, DECRECIENTES Y BIMODALES.
FUNCIONES DE DISTRIBUCIÓN DIAMÉTRICA.
6.2. EL PRINCIPIO DEL MÁXIMO RENDIMIENTO. CRITERIOS PARA LA DETERMINACIÓN DE LA EDAD DE
MADUREZ Y/O EL DIÁMETRO DE CORTABILIDAD (CR. BIOLÓGICOS, CR. TÉCNICO-FORESTALES Y
CR. DINERARIOS). EL CONCEPTO DE TURNO
6.3. EL PRINCIPIO DE LA RENTA CONSTANTE. LAS UNIDADES DE TIEMPO (PERIODO DE
REGENERACIÓN, ROTACIÓN DE LA ENTRESACA) Y DE ESPACIO EN LA ORDENACIÓN
(TRANZONES, TRAMOS Y TRAMOS DE ENTRESACA. LOS CANTONES Y RODALES EN LA
ORDENACIÓN).
6.4. EL MONTE NORMAL: CONCEPTO Y UTILIDAD. TIPOS TEÓRICOS DE ORGANIZACIÓN. EL MONTE
ENTRESACADO IDEAL. ESTIMACIÓN DE EXISTENCIAS Y CRECIMIENTOS NORMALES
6.5. LA POSIBILIDAD MADERERA: CONCEPTO Y ESTIMACIÓN. FÓRMULAS.

VII. METODOS GENERALES DE ORDENACION DE MONTES ARBOLADOS: CONCEPTO, USOS Y


APLICACIONES. VENTAJAS E INCONVENIENTES. ESTIMACIÓN DE LA POSIBILIDAD.
7.1. MÉTODOS CLÁSICOS DE ORDENACIÓN DE MONTES ARBOLADOS
 MÉTODOS QUE LLEVAN A LA ESTRUCTURA DE MASA REGULAR (EN SENTIDO AMPLIO):
MÉTODO DE DIVISIÓN POR CABIDA (DE TRANZONES)
MÉTODOS DE LOS TRAMOS PERIÓDICOS Y DEL TRAMO ÚNICO
MÉTODO DEL TRAMO MÓVIL
1
 MÉTODOS QUE LLEVAN A LA ESTRUCTURA DE MASA IRREGULAR: MÉTODO DE ENTRESACA
7.2. NUEVOS MÉTODOS DE ORDENACIÓN
 “MÉTODO” DE ORDENACIÓN POR RODALES/CANTONES
 “MÉTODO” SELVÍCOLA

VIII. CERTIFICACION FORESTAL. DEFINICIÓN. CONCEPTOS BÁSICOS. SISTEMAS IMPLANTADOS EN


ESPAÑA.

IX. POLÍTICA Y PLANIFICACIÓN FORESTAL. ESCALAS: SUPRANACIONAL: CONVENIO DE RÍO,


CONFERENCIAS PANEUROPEAS DE BOSQUES (ESTRASBURGO, 1990; HELSINKI, 1993; LISBOA, 1998,
VIENA, 2003. VARSOVIA 2007), ESTRATEGIA FORESTAL EUROPEA; NACIONAL: ESTRATEGIA FORESTAL
ESPAÑOLA, PLAN FORESTAL ESPAÑOL, AUTONÓMICO/REGIONAL: ESTRATEGIA Y PLANES FORESTALES
AUTONÓMICOS; COMARCAL: PLANES DE ORDENACIÓN DE LOS RECURSOS FORESTALES

EJERCICIOS Y CASOS PRÁCTICOS DE ORDENACIÓN DE MONTES ….………….

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA EN ORDENACIÓN

ACTAS DE LOS CONGRESOS FORESTALES ESPAÑOLES (1989 Galicia, 1993, 1997 Navarra, 2001
Granada, 2005 Zaragoza) Varios autores

BETTINGER, P., BOSTON, K., SIRY, J.P., GREBNER, D.L. 2009. “Forest Management and Planning”
Ed. Elsevier. USA. 331 pp.

BUONGIORNO, J. y GILLES, J.K. 1987. "Forest Management and Economics". MacMillan Publishing
Company. New York.

BUONGIORNO, J., GILLESS, K. (2003) “Decision methods for forest resource management”. Academic Press.
Elsevier Science. 439 pp.

CLUTTER, J.L. y col. 1983. "Timber Management: a quantitative approach". John Willey & Sons. New York.

CUADERNOS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CIENCIAS FORESALES (SECF). Actas Reuniones del


Grupo de Trabajo sobre Ordenación de Montes
DAVIS, L.S. and JHONSON, K.N. 1987. "Forest Management". Mac-Graw Hill. 3ª Ed. New York.

DAVIS, L.S.; JHONSON,. 2001. “Forest management to sustain ecological, economic and social values”. 4th
ed. Mc-Graw Hill. Nueva York.

DUBOURDIEU, J. 1993. "Manual de Ordenación de Montes". Ed. Española traducida por A. Prieto y M.
López Quero. Ed. Paraninfo. 261 pp.

DUBOURDIEU, J. 1997. “Manuel d`aménagement forestier”. Office Nacional des Forets.


Technique&Documentation- Lavoisier. 244 pp.

GONZÁLEZ MOLINA, J.M.; PIQUÉ NICOLAU, M. y VERICAT GRAU, P. 2006. “Manual de Ordenación por
Rodales: Gestión Multifuncional de los espacios forestales”. Ed. Centre Tecnològic Forestal de
Catalunya. 205 pp.

JUNTA DE ANDALUCIA. 2004. “Instrucciones generales para la ordenación de montes de la Comunidad


Autónoma Andaluza”. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía (IGOMCA)

2
JUNTA DE CASTILLA Y LEON. 1999. “Instrucciones generales para la ordenación de montes arbolados en
Castilla y León”. Consejería de Medio Ambiente. Dirección General del Medio Natural. Junta de Castilla y
León, (IGOMACyL)

LEUSCHNER, W.A. 1984. "Introduction to Forest Resource Management". John Willey & Sons. New York.

LIMON GARCIA, J., De LUCIO, J.V., MÚGICA de la GUERRA, M. 2000. “Los Espacios Naturales Protegidos
del Estado Español en el umbral del Siglo XXI”. EUROPARC España. Ed. Fundación Fernando González
Bernáldez. 94 pp.

MACKAY, E. 1944 y 1949. "Fundamentos y Métodos de la Ordenación de Montes". Escuela Especial de


Ingenieros de Montes. Primera (336 pp) y Segunda parte (768 pp). Madrid.

(COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MADRID, 2007. “Instrucciones de Ordenación de montes de la Comunidad de


Madrid”. En fase de borrador)

MADRIGAL COLLAZO, A. 1994/2003. "Ordenación de Montes Arbolados". ICONA. Ministerio de


Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. España.

MINISTERIO DE AGRICULTURA. 1971. "Instrucciones para la Ordenación de Montes Arbolados". Dirección


General de Montes, Caza y Pesca Fluvial. Madrid. (IOMA)

MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE, 1999. Estrategia Forestal Española

MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE, 2002. Plan Forestal Español

MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE. 2003. “Criterios e indicadores de gestión forestal sostenible en los
bosques españoles”

OLIET, J.; ABELLANAS, B.; CUADROS, S.; FERNÁNDEZ REBOLLO, P.; ZAMORA, R. 2005. “Manual de
Ordenación de montes de Andalucía”. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía. 356 pp.

ROJO, A.; MADRIGAL, A. Y PEREZ, A. 1998. “Estructura y contenido de los Proyectos de Ordenación”

SERRADA, R. MONTERO, G Y REQUE, J.A.(Eds.) 2008. “Compendie de Selvicultura Aplicada en España”.


Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria. Ministerio de Educación y Ciencia.
Madrid. 1178 pp.

SEVILLA MARTINEZ, F. 2008. “Una teoría ecológica para los montes ibéricos”. Ed. IRMA, S.L., León.
715 pp.

3
I.- INTRODUCCION Y ANTECEDENTES

1. ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LA ORDENACIÓN DE MONTES: DEFINICIÓN DE MONTE

a) Diccionario Forestal. SECF. 2005.

“1.- Superficie utilizada para el fin de producir madera y otros productos forestales, o que se mantiene con
vegetación leñosa para la obtención de beneficios indirectos ecológicos, culturales o de recreación. Terreno
no dedicado a la agricultura cubierto de árboles, arbustos, matas o hierbas. 2.- Superficie de terreno
declarada de carácter forestal por una ley o reglamento”

b) Ley 43/2003, de 21 de noviembre de 2003, de Montes (modificada por la ley 10/2006 de 28 de


abril)

Artículo 2. Ámbito de aplicación.


1. Esta ley es de aplicación a todos los montes españoles de acuerdo con el concepto contenido en
el artículo 5. En el caso de los montes vecinales en mano común, esta ley les es aplicable sin perjuicio de lo
establecido en su legislación especial.
2. A los terrenos de condición mixta agrosilvopastoral, y en particular a las dehesas, les será de
aplicación esta ley en lo relativo a sus características y aprovechamientos forestales, sin perjuicio de la
aplicación de la normativa que les corresponda por sus características agropecuarias.

3. Los montes que sean espacios naturales protegidos o formen parte de ellos se rigen por su
legislación específica, así como por las disposiciones de esta ley en lo que no sea contrario a aquélla.

4. Las vías pecuarias que atraviesen o linden con montes se rigen por su legislación específica, así
como por las disposiciones de esta ley, en lo que no sea contrario a aquélla.

Artículo 5. Concepto de monte.


1. A los efectos de esta ley, se entiende por monte todo terreno en el que vegetan especies
forestales arbóreas, arbustivas, de matorral o herbáceas, sea espontáneamente o procedan de siembra o
plantación, que cumplan o puedan cumplir funciones ambientales, protectoras, productoras, culturales,
paisajísticas o recreativas.

Tienen también la consideración de monte:


a) Los terrenos yermos, roquedos y arenales.
b) Las construcciones e infraestructuras destinadas al servicio del monte en el que se ubican.
c) Los terrenos agrícolas abandonados que cumplan las condiciones y plazos que determine la
comunidad autónoma, y siempre que hayan adquirido signos inequívocos de su estado
forestal.
d) Todo terreno que, sin reunir las características descritas anteriormente, se adscriba a la
finalidad de ser repoblado o transformado al uso forestal, de conformidad con la normativa
aplicable.
e) Los enclaves forestales en terrenos agrícolas con la superficie mínima determinada por la
1
Comunidad Autónoma

2. No tienen la consideración de monte:


a) Los terrenos dedicados al cultivo agrícola.

1
De acuerdo con la legislación autonómica: Aragón, > 10 áreas; Castilla La Mancha, > 1 área; Castilla y
León, >1 ha.
4
b) Los terrenos urbanos y aquellos otros que excluya la comunidad autónoma en su normativa
forestal y urbanística.

3. Las comunidades autónomas, de acuerdo con las características de su territorio, podrán


determinar la dimensión de la unidad administrativa mínima que será considerada monte a los efectos de la
aplicación de esta ley.

d) Superficies registradas en el 3er Inventario Forestal Nacional (IFN III) (Escala 1;50.000)
Tamaño mínimo de tesela: 2’5 ha en superficie forestal arbolada
6’5 ha en superficie forestal desarbolada
Superfície arbolada: Bosque: Fcc  20%
Arbolado ralo: 10%  Fcc  20%
Arbolado disperso: 5%  Fcc  10%
Superfície desarbolada: Fcc  5%

c) Otras definiciones en el ámbito internacional

No hay una definición común de bosque acordada entre los Estados miembros de la UE. No obstante, las
definiciones utilizadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) y la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE/ONU) en sus evaluaciones
periódicas de los recursos forestales, así como por la MCPFE (Conferencias Ministeriales de Bosques),
2
constituyen una descripción adecuada :
.
«Bosque»: Tierra con una cobertura de copas (o densidad de población equivalente) de más
del 10 % y superficie de más de 0,5 hectáreas. Los árboles deben poder alcanzar una altura
mínima de 5 metros en su madurez in situ.

«Otras tierras boscosas»: Tierras con una cobertura de copas (o densidad de población
equivalente) de entre un 5 y un 10 % de árboles que puedan alcanzar una altura de 5 metros
en su madurez in situ, o una cobertura de copas (o densidad de población equivalente)
superior al 10 % de árboles que no puedan alcanzar una altura de 5 metros en su madurez in
situ y de arbustos o matorrales.

2
UE (2010) Libro Verde sobre protección de los bosques e información forestal en la UE: Preparación de
los bosques al cambio climático. 26 pp.
5
2. ORDENACIÓN DE MONTES. DEFINICIONES

OLAZÁBAL, L. (1883) (Dasocracia): … “regula el orden y el aprovechamiento para largo tiempo. A este
fin, explora el monte , y tomando rumbo de esta primera exploración, inquiere, observa y valora una á una
primero, y en sus choques y conciertos después, las múltiples fuerzas que en él actúan; discute estos
resultados en sí y á la luz de las condiciones extrínsecas que se ofrecen; saca las conclusiones é informa
en éstas, la Ordenación que ha de regirle, y que siempre y en todas partes, busca la renta mayor anual y
constante, dentro de la especie, método de beneficio y turno que se hubiera adoptado.

MACKAY (1944, 1949) "Ordenar un monte es organizarlo conforme a las leyes económicas, sin infringir
las biológicas que la investigación selvícola y epidométrica revelan". “Ordenar un monte es dar realidad
económica a su capacidad rentable, en grado máximo y por tiempo indefinido”

BAKER (1950) "La ordenación es el manejo científico de los bosques para la continua producción de
bienes y servicios".

MANUEL PRACTRIQUE D'AMENAGEMENT (1970) "Ordenar un monte es primeramente fijar unos


objetivos para a continuación prever las medidas necesarias en orden a alcanzar dichos objetivos".

BUONGIORNO y GILLES (1987) "Es el arte y la ciencia de saber tomar decisiones relativas a la
organización, uso y conservación de los montes".

LEUCHNER (1992) “La ordenación de montes se refiere al estudio y a la aplicación de técnicas


analíticas que ayuden a la elección de aquellas alternativas que mejor contribuyan a los objetivos de la
empresa forestal”

FAO (1994) “La ordenación forestal lleva a que se pueda y deba decidir lo que se desea hacer con
una masa forestal, teniendo en cuenta lo que se puede hacer con ella, y deduciendo lo que se debe
hacer con ella. Lo que se desea hacer lo representaría los objetivos de la ordenación; lo que se puede
hacer, el contexto legal, físico y socioeconómico y lo que se debe hacer las prescripciones para la
conservación y uso racional del bosque.”.

Diccionario Forestal (2005) Ordenación de montes es, “En general, la aplicación práctica de principios
científicos, económicos y sociales a la administración y utilización de un terreno forestal con fines
determinados. En particular, rama de la dasonomía que se ocupa de: a) s.lato, los aspectos globales de
carácter administrativo, social y legal, b) s. str., los aspectos esencialmente científicos y técnicos, en
especial referidos a la selvicultura, defensa del bosque, regulación de cortas y regulación de usos”.

3. OBJETIVOS GENERALES DE LA ORDENACIÓN DE MONTES CLÁSICA (CONDICIONES “MÍNIMAS”)


(MACKAY, 1945))

Persistencia: “Implica que se utilicen por el vuelo las energías del suelo y del ambiente sin
interrupciones imprevistas”
Constancia de la renta: “Marca a la realización del producto periodicidad en época y en cuantía
conformes a la conveniencia del propietario o a la demanda del mercado. …… La renta en especie será
anual o periódica, constante o variable… pero lo que no se admite es que se realice arbitrariamente”.
Máximo rendimiento: “El beneficio directo obtenido será máximo dentro de las condiciones biológicas y
económicas impuestas”.

¿Cómo se conseguía satisfacer estas tres condiciones mínimas o principios? Aunque en los comienzos
de la ordenación hubo diferentes formas de hacerlo, la base conceptual es relativamente sencilla.
Suponiendo que la producción es la madera, se trataba de organizar la masa forestal con vistas a que
cada año –RENTA ANUAL– ó cada h años –RENTA PERIÓDICA–, fuera posible cortar una parte alícuota del
monte –RENTA CONSTANTE– , aquella en que los árboles tuvieran las dimensiones óptimas para ser
6
aprovechados –MÁXIMO RENDIMIENTO– . La forma de conseguirlo sería “generar” un monte en el que en
todo momento se dispusiera de árboles de todas las edades, hasta una edad máxima por encima de la
cual no interesaba dejarlos crecer más. Cuando los árboles maduros se aprovechaban eran sustituidos
por un regenerado (ya fuera de forma natural o con siembras o plantaciones), lo que aseguraba la
PERSISTENCIA DE LA MASA además del equilibrio de las edades (representación de todas las edades en
superficies iguales o equiproductivas).

Pequeños medianos grandes “maduros”

En resumen, el esquema ilustra la forma en que se satisfacen las condiciones mínimas de la ordenación:

• Persistencia: sustituyendo la masa adulta por un regenerado


• Renta constante: cortando siempre la misma cantidad de producto o la misma
extensión de superficie
• Máximo rendimiento: asegurando que en cada momento de corta haya masa madura
en edad óptima para ser aprovechada de acuerdo con los objetivos asignados a la
ordenación del monte.

Las diferentes maneras en que los árboles, según su edad, se distribuyen por la superficie del monte, y la
corta de regeneración que se aplique, son los aspectos que definen las diferentes formas de ordenar un
monte, lo que se ha conocido como “MÉTODOS DE ORDENACIÓN”.

Hasta tiempos relativamente recientes la Ordenación de Montes ha sido una disciplina que trataba de la
organización de la producción forestal con valor de mercado (madera, resina, corcho, pastos, …) de forma
“científica y económica”. ¿Quiere esto decir que si no hay producción no es necesario un proyecto de
ordenación?. Considerada la ordenación en su versión clásica y original, no, no sería necesario. No obstante
ello no querría decir que no es necesario intervenir o llevar a cabo en él una sería de actividades para:
asegurar su persistencia en el mejor estado de desarrollo, mejorar su estado sanitario, ampliar su superficie
arbolada, enriquecer su composición específica o genética con plantaciones y/o siembras, prevenir posibles
incendios, crear infraestructuras para mejorar o favorecer el uso recreativo, ….. Es decir, sí sería necesario
elaborar un PLAN DE GESTIÓN que proyecte, organice y valore –económica, social y ambientalmente- todas
estas actividades. En estos casos, cuando la producción no es una función u objetivo de la gestión (ni
prioritario ni subordinado) se debe decidir si el plan de gestión debe tener o no la estructura de un proyecto de
ordenación. En todos los demás casos en los que, con mayor o menor protagonismo, la producción de bienes
con valor de mercado está contemplada dentro de los objetivos, el proyecto de ordenación es el mejor
instrumento para su gestión.

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II- LAS INSTRUCCIONES PARA LA ORDENACIÓN DE MONTES (ARBOLADOS)

A) Instrucciones de ámbito estatal (1857-1983)


• 1857 Instrucción para llevar a efecto la ordenación provisional de los montes públicos
• 1865 Instrucción para llevar a cabo la ordenación definitiva de los montes públicos (30 artículos)
1. Memoria de Reconocimiento
2. Inventario (Planos + Inventario)
3. Ordenación (Planos + Memoria de Ordenación)
• 1890 Instrucciones para el Servicio de las Ordenaciones de montes públicos (115 artículos)
1. Formación de los Proyectos de Ordenación (Inventario + Ordenación ppd)
2. Ejecución de los Proyectos de Ordenación (Planes anuales y Revisiones)
3. Organización del Servicio de Ordenaciones (Inspecciones, Contabilidad)
• 1924 Normas que regulan el estudio y confección de los proyectos o planes de ordenación
provisional de montes públicos (52 artículos). Derogadas en 1929.
• 1930 Instrucciones para la Ordenación y organización económicas de la producción forestal (243
artículos)
1. Las Comarcas Forestales (Estudio de la Comarca + Desarrollo trabajos y
organización)
2. Formación de los Proyectos de Ordenación (Inventario + Ordenación + P. Especial)
3. Ejecución de los Proyectos de Ordenación (Planes anuales y Revisiones)
• 1970 Instrucciones para la Ordenación de los Montes arbolados (148 artículos)

1. Inventario: Estados Legal, Natural, Forestal, Económico.


2. Planificación: Fundamentos y fines de la ordenación, Plan General, Plan Especial

B) Instrucciones de ámbito autonómico (1983-2007)


• Cataluña, 1994-2003.Normas que regulan el contenido, la aprobación, la revisión y el seguimiento
de los planes técnicos de gestión y mejora forestal y de los planes simples de gestión forestal –Sólo
para Planes Técnicos (dirigidos principalmente a propietarios privados)-
• Castilla y León, 1999. Instrucciones Generales para la Ordenación de Montes Arbolados en Castilla
y León (Proyectos de ordenación y Planes dasocráticos)
• Andalucía, 2004. Instrucciones Generales para la Ordenación de Montes de la Comunidad
Autónoma Andaluza (Proyectos de ordenación y Planes técnicos)
• Diputación Foral de Vizcaya, 2004. Instrucciones Generales para la redacción, aprobación,
seguimiento y revisión de los Planes Técnicos de Gestión Forestal Sostenible (PTGFS). (modificado
por el Decreto Foral 108/2005 de 5 de julio)
• Madrid,. Instrucciones de Ordenación de montes de la Comunidad de Madrid. (Aún sin
aprobar/publicar)

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III.- EL PROYECTO DE ORDENACIÓN

Documento (con frecuencia impreso y publicado) en el que se deja constancia de la forma en que se
consigue “lograr una continuidad en las políticas y en la acción y en el que se prescriben y regulan
operaciones básicas a realizar en un terreno forestal durante un periodo de años” (Diccionario Forestal,
2005)

Ley 43/2003, de 21 de noviembre de 2003, de Montes

Artículo 6. Definiciones.
……….
m) Instrumentos de gestión forestal: bajo esta denominación se incluyen los proyectos de
ordenación de montes, planes dasocráticos, planes técnicos u otras figuras equivalentes.

n) Proyecto de ordenación de montes: documento que sintetiza la organización en el tiempo y el


espacio de la utilización sostenible de los recursos forestales, maderables y no maderables, en un monte o
grupo de montes, para lo cual debe incluir una descripción pormenorizada del terreno forestal en sus
aspectos ecológicos, legales, sociales y económicos y, en particular, un inventario forestal con un nivel de
detalle tal que permita la toma de decisiones en cuanto a la selvicultura a aplicar en cada una de las
unidades del monte y a la estimación de sus rentas.

ñ) Plan dasocrático o plan técnico: proyecto de ordenación de montes que, por su singularidad -
pequeña extensión; funciones preferentes distintas a las de producción de madera o corcho; masas
inmaduras (sin arbolado en edad de corta), etc.- precisan una regulación más sencilla de la gestión de sus
recursos arbóreos. En consonancia, el inventario forestal podrá ser más simplificado, si bien será necesario
que incorpore información sobre densidades en número de pies y áreas basimétricas, en el caso de montes
arbolados.

o) Monte ordenado: el que dispone de instrumento de gestión forestal vigente.


……..

Ley 42/2007, de 13 de noviembre de 2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad

Artículo 3. Definiciones.
m) Instrumentos de gestión forestal: bajo esta denominación se incluyen los proyectos de ordenación de
montes, planes dasocráticos

GUION DE UN PROYECTO DE ORDENACION (IOMA, 1970)

CAPITULO I: INVENTARIO

1) ESTADO LEGAL
2) ESTADO NATURAL
3) ESTADO FORESTAL:
3.1. Estado forestal de la masa (Aspectos generales de la masa: estructura, composición,
estado ...)
3.2. Cálculo de existencias
3.3. División inventarial
3.4. Descripción de las unidades inventariales (Apeo de cantones)
4) ESTADO (SOCIO)ECONOMICO
4.1. Resumen económico del último decenio
4.2. Condiciones intrínsecas del monte
4.3. Condiciones de la comarca y mercado de los productos forestales

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CAPITULO II: PLANIFICACION

1) FUNDAMENTOS Y FINES DE LA ORDENACION

1.1. Determinación de los objetivos


1.2. Prioridad y compatibilidad entre los aprovechamientos y servicios del monte
1.3. Formación definitiva de cuarteles y secciones: Zonificación y asignación de usos.

2) PLAN GENERAL (Planificación y toma de decisiones de carácter indicativo, a largo plazo).

2.1. Elección de las características selvícolas


2.1.1. Especie(s) principal(es)
2.1.2. Forma fundamental de masa
2.2.3. Tratamientos selvícolas
A) Cortas de regeneración: A1) Cortas a hecho
A2) Cortas por aclareo sucesivo
A3) Cortas de entresaca
B) Cortas de mejora: B1) Régimen de claras
B2) -Cortas por entresaca de extracortables-
2.2. Elección de las características dasocráticas
2.2.1. Método de ordenación
A) Masas coetáneas: M. de división por cabida
B) Masas regulares o semirregulares: B1) M. tramos periódicos
B2) M. del tramo único
B3) M. del tramo móvil
B4) M. de ordenación por rodales
C) Masas irregulares: M. de entresaca
2.2.2. Edad de madurez, Turno, diámetro de cortabilidad. Criterios de máximo rendimiento.
2.2.3. Articulación del tiempo: intermitencia entre cortas a hecho, amplitud de la clase de
edad, periodos de regeneración, rotación de la entresaca.
2.3.4. Articulación del espacio o División dasocrática: Tranzones, tramos, tramos de
entresaca.

3) PLAN ESPECIAL (Planificación a medio plazo de carácter ejecutivo. Cuantifica y localiza las actuaciones).

3.1. Plan de Aprovechamientos


3.1.1. Plan de cortas: localización y cuantía (Posibilidad)
3.1.2. Plan de resinación (cuando proceda)
3.1.3. Plan de descorche (cuando proceda)
3.1.4. Plan de otras producciones: pastos, leñas, setas, uso recreativo, caza, pesca,....
3.2. Plan de mejoras
3.2.1. Trabajos selvícolas (Regeneración, rozas, clareos, podas, eliminación de residuos,...)
3.2.2. Creación, mejora y/o conservación de infraestructuras: vías de saca, cargaderos, áreas
recreativas, ....
3.2.3. Trabajos de defensa del monte frente a plagas
3.2.4. Trabajos de defensa contra incendios.
3.3. Balance dinerario y financiero (compara los ingresos previsibles en el Plan de aprovechamientos
con los gastos presupuestados en el Plan de mejoras)

PLANOS: Todos los del inventario y el Plano de ordenación en donde se localizan las unidades dasocráticas
(cuarteles, tranzones, tramos,...) sobre el plano de inventariación. E= 1:5.000, 1:10.000 ó 1:25.000.

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MONTE MONTE
“DESORDENADO” “ORDENADO”
Estado INICIAL ………………………………….…¿años?………………... ¿Estado FINAL?

P. ORDENACIÓN 1ª Revisión 2ª Revisión n Revisión


Objetivos ¿Revisión objetivos? ¿Revisión objetivos? ¿Revisión objetivos?
 Plan General  ¿Rev. P.General?  ¿Rev.PGeneral? …..…..…… ¿Rev.P.General?
 1 Plan Especial  2º Especial  3 P. Especial  n+1 P. Especial
er er

  
Planes Planes Planes
Anuales anuales anuales

MONTE NORMAL

PLANES ANUALES: Presuponen la ejecución de lo planificado. En el plan anual de cortas se relaciona la madera
extraída, con indicación de la especie, número de pies, clases diamétricas, volúmenes (maderables y de leñas) con la
localización exacta (al nivel de cantón) de cada lote marcado en el año. Se deben indicar los precios alcanzados en las
subastas. En caso de que existan otras producciones, se procederá de forma análoga. Los planes anuales de mejoras
contienen la descripción pormenorizada de las obras realizadas así como el presupuesto gastado en su ejecución. Cada
plan anual queda condicionado por cómo se han ejecutado los planes anteriores.

Permitirán comparar lo planificado con lo ejecutado y elaborar el resumen económico del inventario en las sucesivas
Revisiones.

REVISION DE LA ORDENACION. Suelen realizarse cada semiperiodo (en masas regulares) o cada rotación.
Rara vez se superan los 15 años para hacer una nueva revisión. En los últimos años, dados los grandes
cambios que se han producido en las demandas de la sociedad hacia los montes, tienen casi el carácter de
una ordenación. Antiguamente, su nivel de detalle variaba dependiendo de que se iniciara o no un nuevo
periodo de regeneración.

GUION RECOMENDABLE para una Revisión

1) ANTECEDENTES
2) EVOLUCION DE LA ORDENACION. CUADRO RESUMEN
3) REVISION DEL PLAN ESPECIAL ANTERIOR. Cortas extraordinarias.
4) INVENTARIO (era frecuente que, en el caso de que se tratara de una revisión en donde no se
iniciaba nuevo periodo -de regeneración o de aplicación-, se inventariaran sólo los
cantones asignados a los tramos en destino o regeneración)
5) COMPARACION DE INVENTARIOS
6) PLANIFICACION
REVISION DE LOS OBJETIVOS (cuando proceda)
REVISION DEL PLAN GENERAL (cuando proceda)
PLAN ESPECIAL
7) ANEXOS
8) PLANOS

11
Instrucciones Autonómicas de Ordenación de Montes

GUION DE UN PROYECTO DE ORDENACION (IGOMA DE CASTILLA Y LEÓN, 1999)

TITULO I . INVENTARIO

Capítulo. I. ESTADO LEGAL


Capítulo. II ESTADO NATURAL
Capítulo. III ESTADO FORESTAL
Sección. 1ª División Inventarial
Sección. 2ª Estudio cuantitativo de las masas arbóreas
A) Monte alto
a) Estimación de existencias maderables
b) Pinares resineros
c) Alcornocales
d) Pinares de pino piñonero
B) Monte bajo
C) Montes medios
D) Montes adehesados
E) Cuarteles protectores y de recreo
Sección. 3ª Apeo de Rodales

Capítulo. IV ESTADO SOCIOECONÓMICO


Sección. 1ª Análisis retrospectivo de la oferta y la demanda de bienes y servicios
Sección. 2ª Análisis de la oferta potencial de bienes y servicios
Sección. 3ª Análisis de la demanda previsible de bienes y servicios

TITULO II. DETERMINACIÓN DE USOS

A) Usos actuales y potenciales


B) Restricciones a los usos definidos
C) Prioridades y compatibilidades
D) Determinación de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupo de montes
E) Formación definitiva de cuarteles y secciones

TITULO III. PLANIFICACIÓN

Capítulo. I. PLAN GENERAL


Sección. 1ª Características Selvícolas
A) Elección de especies
B) Elección del método de beneficio
C) Elección de tratamientos: cortas de regeneración
D) Elección de tratamientos: cortas de mejora
Sección. 2ª Características Dasocráticas
A) Caso general
B) Elección del método de ordenación
C) Elección del turno y determinación de las edades de madurez
D) Articulación del tiempo en masas regulares e irregulares
E) División dasocrática
F) Pinares resineros
G) Alcornocales
H) Pinares de pino piñonero
I) Montes adehesados
J) Montes incluidos en Espacios Naturales Protegidos

Capítulo. II. PLAN ESPECIAL


Sección. 1ª Plan de Aprovechamientos y regulación de usos
12
A) Plan de cortas
B) Plan de resinación
C) Plan de descorche
D) Plan de aprovechamientos de pastos
E) Plan de aprovechamiento de frutos y de material forestal de reproducción
F) Otros planes de aprovechamiento y de regulación de usos
G) Modalidades de enajenación
H) Ingresos previsibles
Sección. 2ª Plan de Mejoras
A) Defensa y consolidación de la propiedad
B) Seguimiento, apoyo y control de la ordenación
C) Ayuda a la regeneración
D) Mejoras selvícolas y silvopascícolas
E) Creación, mejora y conservación de infraestructuras
F) Protección contra incendios forestales y agentes nocivos
G) Conservación de paisajes, habitats y fauna
H) Uso social
Sección. 3ª Balance

GUION DE UN PROYECTO DE ORDENACION (IGOM DE LA C.A. ANDALUZA, 2004)

TITULO I . INVENTARIO

Capítulo. I. DESCRIPCIÓN DEL MONTE


Sección. 1ª Estado Legal
Sección. 2ª Estado Natural
Sección. 3ª Estado Socioeconómico
3.1. Balance retrospectivo de los beneficios del monte y de las inversiones realizadas
3.2. Análisis de las condiciones actuales de la comarca y de la demanda de productos,
servicios y funciones

Capítulo. II. EVALUACIÓN DE LOS RECURSOS, SERVICIOS Y FUNCIONES


Sección. 1ª Diagnóstico y definición preliminar de usos
Sección. 2ª Inventarios
2.1. División Inventarial
2.2. Inventario del sistema forestal
2.2.1. Inventario de Vegetación
2.2.2. Paisajes y enclaves de interés especial
2.3. Inventarios de recursos y funciones
2.3.1. Recursos maderables
2.3.2. Piñas y otros frutos
2.3.3. Corcho
2.3.4. Pastos
2.3.5. Ganado
2.3.6. Fauna silvestre
2.3.7. Otros recursos y singularidades
2.3.8. Beneficios intangibles y externalidades
Sección. 3ª Formación y descripción de cantones

Capítulo. III. ANÁLISIS DE LA OFERTA POTENCIAL DEL MONTE EN RECURSOS, SERVICIOS Y


FUNCIONES

TITULO II. PLANIFICACIÓN

Capítulo. I. DETERMINACIÓN DEL MODELO DE USOS


Sección. 1ª Descripción de objetivos generales de la ordenación

13
Sección. 2ª Descripción de modelos de usos y formación de Cuarteles y Secciones de ordenación

Capítulo. II. PLAN GENERAL


Sección. 1ª Ordenación de la vegetación
1.1. Descripción del modelo de gestión de la vegetación
1.2. Características Culturales
1.2.1. Elección de especies y tipos fisionómicos
1.2.2. Elección de la forma fundamental de masa arbolada
1.2.3. Diseño del régimen de tratamientos culturales
1.3. Características Dasocráticas
1.3.1. Elección del criterio de cortabilidad
1.3.2. Elección y caracterización del método de ordenación
1.3.3. Articulación del tiempo
1.3.4. División Dasocrática
Sección. 2ª Ordenación de la ganadería
Sección. 3ª Ordenación de la fauna silvestre
3.1. Fauna cinegética
3.2. Fauna silvestre catalogada
Sección. 4ª Ordenación del uso público
Sección. 5ª Ordenación de otros recursos, singularidades y enclaves o paisajes de interés especial
5.1 Pinares resineros
5.2. Hongos
5.3. Brezo
5.4. Esparto
5.5. Melíferas
5.6. Aromáticas, medicinales y otras
5.7. Paisajes
5.8. Singularidades

Capítulo. III. PLAN ESPECIAL


Sección. 1ª Programa de Usos y Aprovechamientos
1.1. Programa de aprovechamientos de madera y leña
1.1.1. Posibilidad de regeneración para métodos de ordenación de de masas
regulares, semirregulares, irregulares incompletas e irregulares completas
entresacadas por bosquetes.
1.1.2. Posibilidad de mejora para métodos de ordenación de masas regulares,….etc.
1.1.3. Posibilidad del cuartel en el método de ordenación para masas irregulares
completas entresacadas pie a pie.
1.2. Programa de aprovechamiento de piña
1.3. Programa de aprovechamiento de otros frutos
1.4. Programa de descorche
1.5. Programa de uso ganadero
1.6. Programa de aprovechamiento cinegético
1.7. Programa de uso público
1.8. Otros programas de uso o aprovechamiento (resinación, hongos, brezo, esparto, miel y/o
de plantas aromáticas, medicinales y otras)
Sección. 2ª. Programas de Mejora y Defensa
2.1. Programa de defensa y consolidación de la propiedad
2.1.1. Montes Públicos
2.1.2. Montes privados
2.2. Programa de mejora de la vegetación
2.3. Programa de mejora de la fauna silvestre
2.3.1. Fauna cinegética
2.3.2. Fauna silvestre catalogada
2.4. Programa de mejora de la infraestructura básica
2.5. Programa de mejora de otros recursos y singularidades
2.6. Programa de defensa contra incendios
2.7. Programa de seguimiento, apoyo y control de la ordenación.
Sección. 3ª Balance

14
IV.- DE LA ORDENACIÓN DE MONTES A LA GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE.

Uno de los equívocos que llevó a la crisis de la ordenación de montes durante la décadas 80 y 90 del siglo
XX fue identificarla de modo biunívoco con la gestión forestal sostenible. La ordenación nació y se aplicó
durante más de 100 años para organizar de forma económica la producción del monte, muy en particular, la
producción maderera, pero también todos los productos directos y con valor de mercado (resina y corcho
fundamentalmente). Sin producción no había ordenación. La gestión forestal, sin embargo, engloba todas
aquellas actividades que el hombre realiza en el monte. En ambos casos se interviene en el monte con uno
o más objetivos, apoyados en fundamentos técnicos y científicos, tras un análisis en el que se valoran
alternativas y se consideran los diversos condicionantes. Se intenta buscar la mejor solución posible.

Y, en ambos casos también, la solución final depende de:


• Las características del medio en la que se aplica:
Topográficas, climáticas, ecológicas
Tamaño y tipo de propiedad
• Las demandas de la sociedad hacia los montes
• Los mercados de los productos y servicios
• La normativa nacional e internacional
• Los recursos económicos disponibles

Sevilla (2008) define la gestión (forestal) como el conjunto de actividades que constituyen los instrumentos
concretos para configurar un ecosistema. Añade además que las acciones de gestión deben derivar de un
proceso de planificación. Así pues gestión forestal no sólo es ordenación de montes, sino también cualquier
otra actividad que se haga en un territorio forestal, actividad emanada de las técnicas y conocimientos y que
permita satisfacer, en cada momento, unos determinados objetivos. Selvicultura, pascicultura, reforestación,
combate de plagas, infraestructuras contra incendios… son actividades desarrolladas en el ámbito forestal.
Todas ellas suponen gestión forestal. En ocasiones se ha llegado a hablar de gestión de la no intervención
lo que en realidad supondría más una decisión de la planificación que gestión propiamente dicha.

1. GESTIÓN SOSTENIBLE DE LOS BOSQUES

“La administración y uso de los bosques y tierras forestales de forma e intensidad tales que mantengan
su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración, vitalidad y su potencial para satisfacer,
ahora y en el futuro, las funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes a escala local, nacional
3
y global, no causando daño a otros ecosistemas” (Conferencia de Helsinki, 1993)

La ambigüedad del concepto de sostenibilidad ha confundido a muchos y el sector forestal no ha sido ajeno
a ello. Máxime cuando, aplicado a la ordenación de montes, inclinó la balanza hacia los aspectos
ecológicos, dando escaso peso a los sociales y prácticamente ignorando los económicos, pese a que han
sido éstos los que han permitido una evolución positiva desde el estado regresivo en que se encontraban
los montes a mediados del siglo XIX. Dos enfoques se le suele dar a la Ordenación bajo las previsiones de
la gestión forestal sostenible, a su vez los más extendidos:

 Gestión/ordenación para la sostenibilidad de los múltiples usos del monte (o gestión


multipropósito). Es la interpretación más defendida por el sector forestal y en ella subyace la idea
de que las funciones clásicas del monte (producción con valores de marcado) se amplíen a otras
funciones, algunas ya consideradas desde hace tiempo (protección, paisaje, uso recreativo) y otras
relativamente nuevas (biodiversidad intra e interespecífica, cambio climático). Se busca la
obtención de máximas rentas, mantenidas en el tiempo, con la potenciación de los demás servicios,
todas ellas limitadas por cuestiones de tipo legal, social y/o ecológico.

 Gestión (no es ordenación propiamente dicha) para la sostenibilidad ecológica. Es el significado


más respaldado por el mundo ecologista y el que, también, ha calado en la sociedad. La gestión

3
En lo relacionado con las Conferencias Ministeriales de Bosques, ver capítulo de Política y Planificación
forestal
15
forestal debe tener como objetivo fundamental preservar la biodiversidad y funcionalidad del
ecosistema. Tales valores, en este caso, no se configuran como una limitación sino que, por el
contrario, son el propósito prioritario y último de la gestión -¿el de la no intervención?-, mientras
que el suministro de bienes y servicios (salvo alguna excepción) pasa a ser una limitación, que de
ser necesario, se elimina.

Parecería procedente incorporar a ambos modelos de gestión/ordenación una consideración explícita a la


sostenibilidad socioeconómica y al desarrollo rural que asegure el suministro de recursos forestales e
ingresos al propietario, que evite que determinados productos del monte, aún demandados, pasen a ser
objetos de lujo sólo disponibles para unos pocos, además de impedir que se extingan oficios tradicionales
del monte en territorios que van camino de convertirse en desiertos humanos.

2. CRITERIOS PARA UNA GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE

La forma de evaluar la sostenibilidad de la gestión forestal es a través de una serie de criterios e indicadores
que, a escala paneuropea, se acordó que fueran los siguientes (Conferencia de Lisboa, 1998)

Criterio 1: Mantenimiento y mejora de los recursos forestales y de su contribución al ciclo del


carbono
Criterio 2: Mantenimiento de la salud y vitalidad de los ecosistemas forestales
Criterio 3: Mantenimiento y fomento de las funciones productivas de los bosques (madereras y no
madereras).
Criterio 4: Mantenimiento, conservación y mejora de la diversidad biológica en los ecosistemas
forestales.
Criterio 5: Mantenimiento y adecuado desarrollo de las funciones protectoras en la gestión forestal
(en especial sobre el suelo y el agua)

Criterio 6: Mantenimiento de otras condiciones y funciones socioeconómicas.

Cada criterio se evalúa o mide por una serie de indicadores (variables -cuantitativas o cualitativas- que
indican de forma específica e inequívoca si un determinado criterio se cumple o no, en un determinado
contexto).

3. INDICADORES EUROPEOS “MEJORADOS” PARA LA GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE

A partir de 1998 se inició una revisión, con un análisis exhaustivo y amplias consultas, que dio lugar a un
conjunto de criterios e indicadores “mejorados” que se adoptó en 2002 y que fue ratificado al año siguientes
por los ministros en la cuarta conferencia ministerial de Viena (JUSZCZAK et al, 2004).

 INDICADORES CUANTITATIVOS (TOTAL= 35)

Criterio Nº Indicador Explicación

Superficie de bosque y otras áreas forestales,


clasificadas por tipo de bosque y por su
contribución al ciclo del
mejora de los recursos
C1: Mantenimiento y

1.1 Superficie forestal disponibilidad para suministro de madera y


forestales y de su

porcentaje de bosque y otras áreas forestales con


respecto a la superficie total
carbono

Existencias en volumen, clasificadas por tipo de


1.2 Existencias en volumen bosque y por la disponibilidad de suministro de
madera.
Distribución de la masa Estructura de la masa por edad y /o clase diamétrica,
1.3 por clases de edad y/o clasificadas por tipo de bosque y por criterios de
clases diamétricas disponibilidad para suministro de madera.
16
Almacenamiento de Fijación de carbono por la biomasa leñosa y los
1.4
carbono suelos en los montes
Deposición de Deposición de contaminantes atmosféricos en

C2: Mantenimiento de la salud y


2.1 contaminantes bosques y otras áreas forestales, clasificados por N,

vitalidad de los ecosistemas


atmosféricos S y cationes básicos.
Propiedades químicas de los suelos (pH, CEC, C/N,
C orgánico y saturación de bases) en bosques y
forestales
2.2 Estado de los suelos otras áreas forestales en relación con la acidez de
los suelos y la eutrofización, clasificados por los
principales tipos de suelos.
Defoliación de una o más especies arbóreas en cada
2.3 Defoliación una de las clases de defoliación: “moderada”, “grave”
y “muerto”.
Bosques y otras áreas dañadas, clasificadas según
2.4 Daños al monte el agente principal (abiótico, biótico y de origen
antrópico) y por tipos de bosque.
Comparación entre crecimientos y las cortas anuales
bosques (madereras y no
fomento de las funciones

3.1 Crecimiento y cortas de madera en montes aptos para el suministro de


C3: Mantenimiento y

productivas de los

madera
Valor y cantidad de la madera en rollo
madereras).

3.2 Madera en rollo


comercializada
Productos no Valor y cantidad de los productos forestales no
3.3
maderables madereros comercializados
Valor de los servicios comercializados en bosques y
3.4 Servicios
otras áreas forestales
Montes con planes de Proporción de bosques y otras áreas forestales
3.5
gestión sujetos a planes de gestión o equivalentes
Superficie de bosques y otras áreas forestales,
Composición específica
C4: Mantenimiento, conservación y mejora de la diversidad biológica en

4.1 clasificadas por número de especies arbóreas y por


de la masa arbórea
tipo de bosque
Superficie de regeneración en masas/rodales
4.2 Regeneración regulares e irregulares, clasificadas según el tipo de
regeneración.
Superficie de bosques y otras áreas forestales,
Grado de clasificadas por “no modificados por el hombre”,
4.3
Naturalidad “seminaturales” o “plantaciones”, cada una según el
tipo de bosque.
los ecosistemas forestales.

Superficie de bosques y otras áreas forestales


Especies arbóreas
4.4 pobladas predominantemente por especies
introducidas
introducidas.
Volumen de madera muerta en pie y de madera en
4.5 Madera muerta el suelo en bosques y otras áreas forestales,
clasificados por tipo de bosque
Superficie gestionada para conservación y utilización
del material genético de especies arbóreas
4.6 Recursos genéticos forestales (conservación de material genético in situ
y ex situ) y superficie gestionada para producción de
semillas.
4.7 Modelos de paisajes Patrón paisajístico espacial de zonas de bosque.
Número de especies forestales amenazadas,
Especies forestales
4.8 clasificadas de acuerdo con la Lista Roja de UICN,
amenazadas
con respecto al número total de especies forestales
Superficie de bosques y otras áreas forestales
protegidas para conservar la biodiversidad, el paisaje
4.9 Áreas protegidas y elementos naturales específicos, de acuerdo con
las directrices de la MCPFE para la evaluación de
montes protegidos.

17
Superficie de bosque y otras áreas forestales

C5: Mantenimiento y
adecuado desarrollo
Montes protectores de

gestión forestal (en


destinadas a prevenir la erosión del suelo, preservar

especial sobre el
protectoras en la
de las funciones

suelo y el agua)
agua, suelo y otras
5.1 los recursos hídricos o mantener otras funciones del
funciones del
ecosistema forestal, parte de la categoría “funciones
ecosistema
protectoras” de la MCPFE
Montes protectores de Superficie de bosque y otras áreas forestales
infraestructuras y de destinadas a proteger infraestructuras y recursos
5.2
otros recursos naturales naturales gestionados contra riesgos naturales, parte
gestionados de la categoría “funciones protectoras” de la MCPFE
Número de propiedades forestales, clasificadas por
6.1 Propiedad forestal
tipos de propietario y tamaño
Contribución de la actividad forestal y las
Contribución del sector
6.2 manufacturas de productos de madera y papel y su
C 6: Mantenimiento de otras condiciones y funciones

forestal al PIB
contribución al Producto Interior Bruto.
6.3 Ingresos netos Ingresos netos de las empresas forestales
Inversiones totales destinados a servicios forestales
6.4 Inversiones en servicios
sostenibles a largo plazo
Número de personas empleadas e inversiones para
Empleo en el sector la creación de empleo, clasificadas por grupos de
6.5
socioeconómicas.

forestal edades y sexos, educación y características de los


puestos.
Seguridad e higiene en Frecuencia de los accidentes y de las enfermedades
6.6
el trabajo laborales en el sector forestal
Consumo per cápita de madera y de sus productos
6.7 Consumo de madera
derivados
Importaciones y exportaciones de la madera y
6.8 Comercio de madera
productos derivados de la madera
Porcentaje de energía proveniente de la madera con
Energía procedente de
6.9 respecto al consumo total de energía, clasificado
la madera
según el origen de la madera.
Superficie de bosques y otras áreas forestales en las
Accesibilidad para el
6.10 que está permitido el acceso público para recreo e
uso recreativo
intensidad de uso
Número de lugares en los bosques y áreas
Valores culturales y
6.11 forestales designados como poseedores de valores
espirituales
culturales o espirituales.

 INDICADORES CUALITATIVOS: Son indicadores relativos a políticas globales, institucionales e


instrumentales para la gestión forestal sostenible: elaboración de Planes forestales nacionales,
desarrollo de estructuras institucionales, compromisos internacionales, marcos legal y
reglamentario, políticas económicas, instrumentos financieros y medios para la formación e
información.

4. REFORMULACIÓN DE LAS “CONDICIONES MÍNIMAS”: DE LA ORDENACIÓN DE MONTES EN EL


CONTEXTO DE LA GFS

Pese a la tradición de más de un siglo, a finales de los años ochenta prácticamente nadie había odio hablar
de Ordenación. Y es por estas fechas cuando surge, con una difusión sin precedentes en lo forestal, el
concepto de Gestión Forestal Sostenible y, una década después, el de la Certificación Forestal. Así pues, y
sin haber perdido su vigencia, parecía procedente reformular las condiciones mínimas de la ordenación al
objeto de adaptarlas a las nuevas demandas y a los nuevos mercados de los productos y servicios del
monte, con una perspectiva más multifuncional y más sostenible al objeto de que la ordenación perdurase
como la mejor garante del máximo de utilidades de nuestros sistemas forestales .

18
Persistencia, renta (anual) constante y máximo beneficio han pasado, pues, a formularse con nuevos
términos:

 Persistencia  Persistencia, estabilidad y/o recuperación a un estado de conservación


favorable del ecosistema/monte y sin que ello afecte negativamente a otros ecosistemas.
 Renta constante  Rendimiento sostenido en bienes y servicios económicos, ecológicos
y sociales tanto ahora como para futuras generaciones.
 Máximo rendimiento  Máximo de utilidades (multifuncionalidad del monte=cumplimiento
de los 6 criterios de GFS) al propietario y a la sociedad en su conjunto.

Si bien pueden parecer iguales y distinto sólo el léxico utilizado, fruto del contexto histórico en el que unas y
otras han sido formuladas, subyacen más diferencias de lo que inicialmente pueda parecer. La persistencia
ya no hace referencia al recurso (aunque también, por ende, se refería a la masa forestal), sino que implica
el mantenimiento o la recuperación a un estado de conservación favorable del ecosistema monte y sin que
ello afecte negativamente a otros ecosistemas. Además, las amenazas que hoy cuestionan esa
4 5
persistencia son muy distintas a las que existían cuando la ciencia forestal aparece en España . El
rendimiento sostenido y el máximo de utilidades quedan condicionados por el tipo de demanda, que hoy
poco o nada tiene que ver con las necesidades de la población de hace más de un siglo. Paisaje, uso
recreativo, conservación de la diversidad biológica o mitigación del cambio climático son servicios que el
monte proporciona y que la sociedad del siglo XXI demanda. Algunos de ellos llevan ya años
considerándose pero otros son absolutamente nuevos y de valoración y cuantificación aún incierta. Pese a
todo, han sido los esfuerzos por organizar la producción forestal –en definitiva, la ordenación- los que han
salvado a las masas forestales.

Estamos pues en un momento en el que los sistemas forestales no son vistos como fuente de recursos que
satisfacen necesidades básicas, si no que han pasado a ser sujetos de derecho de una sociedad que sólo
los quiere para su goce y disfrute para lo cual no es raro que se afirme que no hace falta intervenir. En
definitiva, los principios que han inspirado y justificado la ordenación de montes durante más de 100 años
pasan a un segundo plano: interesa la producción, pero siempre y cuando no interfiera con “el mejor estado
de conservación” del monte. La incertidumbre que esta situación crea entre los gestores queda
acertadamente recogida en las palabras de GIL (2006) “El problema surge en definir en función de qué
intereses se establece el modelo de gestión: de la propia naturaleza, de los propietarios del territorio, o de
los que la disfrutan los fines de semana. Incluso al hablar de la naturaleza, ¿como se considera la actual?
¿Es un punto de partida hacia otras con mayor nivel evolutivo o se estabiliza bajo unos supuestos de no
intervención?

4
Pérdida irreversible de territorio forestal (urbanismo), incendios desmedidos en número y superficie,
cambio climático, contaminación, abandono de la producción …
5
Roturaciones y quemas para cultivos y pastos. Talas abusivas.
19
V.- OBJETIVOS CONCRETOS EN LA ORDENACIÓN DE UN MONTE

Tienden, con cierta frecuencia, a confundirse las condiciones mínimas u objetivos generales de la
ordenación de montes con los objetivos concretos, lo que en principio no parece procedente desde el
momento en que cualquier plan de ordenación debe cumplir aquéllas con independencia de las
características del medio, de la vegetación, de la propiedad o del contexto socioeconómico del monte objeto
de la ordenación. Por otra parte, así como sí son susceptibles de revisión los objetivos concretos de la
ordenación, los objetivos generales no lo son en la medida en que son la esencia misma de la ordenación.

A la hora de fijar los objetivos concretos es importante entender que en la actualidad “Los ecosistemas
forestales se ordenan para una variedad de objetivos relacionados con los muchos bienes (madera y
productos no madereros) y servicios (por ejemplo, conservación del suelo y agua, conservación de la
diversidad biológica) que pueden proporcionar. En la mayoría de los casos se ordenan para más de un
objetivo. Incluso en el caso en que se declare un solo objetivo, la ordenación forestal puede lograr otros
fines que pueden estar o no claramente expresados. Por ejemplo, si la producción sostenida de madera es
el único objetivo explícito, los bosques continúan proporcionando otros servicios como los referentes a la
conservación del suelo y el agua”. FAO, 1994.

Sin embargo, no siempre fue así. Por ello, es conveniente conocer la evolución que ha tenido la ordenación
en España, y los diferentes contextos en que se han ido estableciendo los objetivos concretos. Como ya se
ha visto, desde 1883 disponemos de una definición de ordenación de montes y desde 1890 de unas
Instrucciones. Los dos textos que aún hoy pueden ser un referente para los estudiantes de las escuelas
forestales de España, los de Lucas OLAZABAL (1883) y Enrique MACKAY(1944 Y 1949), vienen a confirmar
que durante más de 6 décadas la ordenación se ha definido –y aplicado- como el aprovechamiento racional
de los montes, como la organización económica de su producción. Medio siglo después, aunque MADRIGAL
(1994, 2003) no propone ninguna nueva definición en su libro “Ordenación de Montes Arbolados”, sí lo hace
–y en los mismo términos- la geógrafa GOMEZ MENDOZA en la presentación del texto, al afirmar que Ordenar
es mantener y mejorar los recursos forestales, desde luego con respeto biológico y paisajístico, pero sin
prescindir nunca de garantizar la rentabilidad.

Por esas mismas fechas tiene lugar la conocida Conferencia de Río (1992) y poco después se celebra la
segunda Conferencia Paneuropea sobre Bosques. En ella toma definitivamente cuerpo y forma la Gestión
Forestal Sostenible, al menos en lo que a su definición se refiere. Se podría señalar que es a partir de este
momento cuando en España, y muy probablemente en el resto de Europa, se desborda la crisis, ya iniciada
varios lustros antes, de la ordenación de montes y se evidencia el cuestionamiento de algunas actuaciones
forestales aplicadas durante más de siglo y medio. La sociedad había sufrido en menos de un cuarto de
siglo un cambio mayor que el experimentado en los dos siglos anteriores pero no parecía que la profesión
forestal lo hubiera percibido o, lo que es peor, aceptado y la Ordenación de Montes pasa a ser el
paradigma de este desencuentro, si bien ya habían existido tímidos intentos por incorporar los cambios
percibidos al modo de gestionar los montes, potenciando su multifuncionalidad.

En efecto, el reconocimiento de los múltiples usos del monte se contempla y considera desde hace tiempo,
6
pero lo cierto es que no todos, ni por todos, fueron aceptados . De hecho, las técnicas de manejo han
permanecido igual por largo tiempo, segregando a lo más aquellos usos que interferían con la gestión
7
clásica para la producción . Un breve repaso por la historia de nuestras normas reguladoras así parece

6
“Y un parque, en efecto, se ha tratado de hacer de los montes de la Sierra del Guadarrama, en los que durante
muchos años fueron perdiendo importancia los principios en que se fundaba su explotación ordenada, para ganarla, en
cambio, los de las exigencias del turismo. Así dejaron de hacerse cortas de reproducción para sustituirlas por las
llamadas entresacas, como pudieran llevarse a cabo en un jardín en el que conviniera quitar solamente el arbolado
decrépito; cortas que tienen la ventaja de no alarmar excesivamente a los veraneantes o deportistas de la nieve, ni
producir la crítica de los que toman aquellos lugares como finca propia en la que no debe tocarse nada de lo que les
produzca comodidad, sombra, abrigo o simplemente agrado” (MARTÍNEZ DE PISÓN Y NEBOT, 1948)
7
“Cabe, en mi opinión, llegar a soluciones armónicas (entre aprovechamiento forestal y recreo). Cabe ordenar el
ejercicio del turismo, señalando las zonas en que pueda ejercerse, constituyendo cuarteles especiales en los que la
ordenación técnica de sus masas no obedezca exclusivamente a los fines físicos y económicos que generalmente
persigue, que son obtener renta máxima y constante, sino que procure su conservación como elemento esencial del
paisaje, tratándolas de modo que su embellecimiento se consiga del modo más completo y rápido posible, conservando
los ejemplares más hermosos durante el cual cumplan esta misión decorativa, sin sujeción a turnos calculados a la vista
20
evidenciarlo. En las de 1890 no cabe otro destino para los montes que el de su ordenación para la
8
producción maderable, no tanto por ser la más importante, cuanto que era de la que menos había . Todas
las demás –a excepción del corcho- debían subordinarse a ella. En las siguientes Instrucciones de 1930, se
reglamenta sobre otro tipo de producciones (madera, corcho, resinas, pastos) y aparece una mención a los
Montes o rodales reservados por sus beneficios indirectos, que serán segregados y en los que “la
cortabilidad física, realizada por entresaca, y la conservación de la forma espontánea de masa serán, por lo
general, las normas más adecuadas” (art. 185.4), en definitiva, se aplica –en su caso– selvicultura pero
nada se ordena en ellos. En 1970, año en que aparecen las últimas Instrucciones de Ordenación de ámbito
estatal, hay un mayor reconocimiento a los beneficios indirectos y ya se mencionan de forma explícita los
cuarteles de producción, los de protección (en los que la producción está supeditados a tal fin) y los de
recreo, turismo o deporte, con la idea subyacente de que “Cuando la ordenación tiene múltiples objetivos,
puede ser posible atenderlos simultáneamente mediante áreas determinadas de bosque” (FAO, 1994). Lo
cierto es que para los dos primeros casos se ordenaba la producción, pero para los últimos no existían
disposiciones ordenadoras de ningún tipo.

Las instrucciones autonómicas, de reciente aprobación, ya consideran de forma expresa la


multifuncionalidad y la sostenibilidad como los pilares sobre los que debe apoyarse la ordenación de montes
y admiten como objetivos exclusivos de la ordenación otros diferentes a los de la producción. No obstante,
en ocasiones cabría preguntarse si realmente “se está ordenando un monte” cuando entre sus objetivos
concretos no está el de la producción de bienes con valor de mercado.

La determinación de los objetivos concretos de la ordenación conlleva habitualmente a la división del monte
en zonas especializadas o CUARTELES (en algunos casos, el pequeño tamaño de la superficie objeto de
un uso especializado lleva a que se denominen cantones o rodales de recreo, reserva integral, etc.…) en
donde se jerarquizan unos objetivos concretos, se asigna un objetivo prioritario o se les asigna uno
“exclusivo”. El cuadro siguiente pretende mostrar una serie de objetivos posibles dentro de un monte en
donde el gestor deberá valorar el grado de compatibilidad entre ellos (en el tiempo y/o en el espacio):

Aprov.
Científico Cinegético Conservación Ganadero Paisajístico Producción Protección Recreativo
Hongos
Aprov.
hongos
Científico

Cinegético
Conservación
Ganadero
Paisajístico
Producción
Protección
Recreativo
Posibles situaciones: T =compatibles al mismo tiempo, incompatibles en el mismo espacio o zona (pueden
ser simultáneos pero en diferentes zonas del monte)
E = compatibles en la misma zona, incompatibles al mismo tiempo (secuenciales)
TE = compatibles al mismo tiempo y en el mismo espacio o zona (multifuncionalidad
plena en una parte del monte)
I = incompatibles en tiempo y/o espacio
V = variable (según naturaleza de los estudios, figuras de protección existentes, tipo de
producción, etc.)

de sus crecimientos máximos y recurriendo a la repoblación artificial con especies bien elegidas cuando sus sustitución
sea necesaria” (GARCÍA ESCUDERO, 1956)
8
La Crónica de los planes de aprovechamiento del año forestal 1868-69, publicada en la Revista Forestal de 1868
recoge la tasación de subastas a realizar en los montes públicos de dicho año. El montante total asciende a algo más
de 4 millones y medio de escudos. De tal partida, más de un 53% procedería de los pastos y sólo el 30% se atribuye a
leñas y maderas. El resto se repartiría entre ramón, brozas, cortezas, frutos, jugos, plantas industriales, labor, caza,
rozas y corcho.

21
En relación con la definición de los objetivos concretos, las Instrucciones de ordenación vigentes en la
actualidad difieren en lo relativo a cuándo se deben establecer; las IOMA (1970) y las IGOMA CyL (1999) lo
sitúan con posterioridad al inventario y las IGOM C.A.A (2004) sugieren llevar a cabo un diagnóstico y
definición preliminar de usos previo al Estado Forestal lo que parece más adecuado puesto que
condicionarán las técnicas, metodologías, nivel de detalle y tipo de inventario. Posteriormente, los objetivos
concretos se podrán precisar una vez realizado el inventario, sus conclusiones y diagnóstico.

LA SUPERFICIE EFECTIVA DE ORDENACIÓN


No es infrecuente que exista una cierta confusión en cuanto a la clasificación de la superficie de un monte de
acuerdo con su estado y, por tanto cual es la superficie de ordenación del arbolado y cuál, aún siendo objeto de
la gestión forestal del espacio, quedaría fuera de los cálculos pormenorizados en cuanto a la posibilidad,
existencias, etc . En el Estado Legal existe un avance de la distribución de cabidas existente de acuerdo con el
tipo propiedad, aptitud para soportar vegetación y tipo de vegetación que lo puebla.

De esta forma, ya en una parte tan temprana como el Estado Legal se presenta un primer análisis del monte de
acuerdo con las diferentes tipologías de superficie (típica, por otra parte, de montes públicos que, hasta hace
relativamente poco tiempo, eran los únicos objeto de un proyecto de ordenación):

Superficie Total

Superficie privada Superficie pública


(Enclavados) (sólo para montes públicos)

S. Inforestal S. Forestal

S. arbolada S. rasa

Prescindiendo del tipo de propiedad (en donde habría que distinguir entre pública y privada, o siendo de una
de éstas, entre los diferentes propietarios cuando hubiera más de uno), dentro de un monte se considera
como superficie inforestal toda aquella superficie que no presenta –o no debería presentar− vegetación
forestal (arbórea, arbustiva o herbácea) ya sea por incapacidad física (afloramientos rocosos, cursos de
agua, infraestructuras, etc …) o por vocación de uso o destino (vías pecuarias, caminos, carreteras,
cortafuegos, ….). Antiguamente, cuando en los montes aún se daban cultivos, éstos también eran
considerados superficie inforestal. No obstante, debe tenerse en cuenta que desde el punto de vista legal
toda esta superficie sí se considera parte integrante del monte. Como superficie forestal estaría toda aquella
superficie del monte con vegetación que a su vez podrá ser superficie arbolada cuando en ella vegetan
especies arbóreas, o superficie rasa, cuando la vegetación es de matorral o herbácea. En los montes con
usos ganaderos es importante establecer una segunda tipología dentro de la superficie rasa que valore y
diferencie la capacidad de atender a dicho uso.

Por otra parte, la existencia de cursos de agua, carreteras o ferrocarriles que atraviesan o limitan un monte
tiene repercusiones desde el momento que todos ellos están vinculados a dominios públicos que requieren,
en su caso, una autorización de la administración competente (siempre distinta de la administración forestal)
para poder actuar en ella. Otro tanto cabría decir en montes próximos a la línea de costa. Esta superficie,
que es forestal, tiene cargas legales adicionales por lo que debe ser cartografiada e identificada en los
planos del monte y, cuando proceda, segregada de la superficie objeto de la ordenación.

22
En relación con la superficie rasa, y dependiendo de las circunstancias (propiedad, objetivos de la
ordenación, régimen de protección del monte) debe quedar claramente identificado en el proyecto de
ordenación el destino final de dicha superficie; en particular si será objeto de repoblación, en cuyo caso
acabará por incorporarse a la superficie arbolada, o si se mantendrá como superficie rasa con otros usos y
funciones diferentes a los vinculados al arbolado.

En el caso de que existan enclavados dentro del monte y, en especial, cuando pueden interferir en la
marcha de la ordenación, es recomendable adoptar medidas que tiendan a conseguir su máxima integridad
―recuperar para el monte los enclavados mediante compras o permutas― .

Finalmente, un aspecto a considerar es el nivel de detalle del trabajo (escala) pues será el que establezca
los límites para identificar y localizar las diferentes tipologías de superficie antes mencionadas y por tanto el
tamaño mínimo del rodal/cantón en el inventario. En la actualidad las dimensiones del monte y, sobre todo,
la superficie que está bajo la gestión de un técnico serán los aspectos que más condicionen el nivel de
detalle con el que se trabaje. Habrá casos en que será posible identificar y aplicar una selvicultura
específica a rodales que apenas superen la hectárea y en otras en las que será imposible trabajar con tal
minuciosidad.

IOMA (1970)
Art. 60. Con la información aportada por el inventario se concretarán:
A) Los objetivos de la ordenación.
B) La prioridad y compatibilidad entre los aprovechamientos y servicios del monte.
C) La formación definitiva de cuarteles y secciones.

A) Objetivos de la ordenación

Art. 61.
1. La planificación tiene que fijar objetivos claros y precisos que orienten la ordenación.
2. Los objetivos de política forestal más destacables serán:
 Persistencia, conservación y mejora de la capacidad productiva del suelo y vuelo.
 Máximo rendimiento de utilidades a la colectividad en productos, puestos de trabajo, aspectos
recreativos y paisajísticos, así como otros beneficios directos e indirectos.
 Posible expansión del área forestal.
3. Los objetivos económicos atenderán a:
 Las tendencias consumidoras del mercado y demanda en materia prima del sector industrial.
 Las necesidades locales en productos del monte.
 La estabilidad de la mano de obra, especializada para un trabajo permanente en las diversas
operaciones forestales.

Art. 62. 1. La constancia de la renta, consecuencia de un tratamiento eficiente y ordenado, se considerará


como un objetivo a cumplir con rigor decreciente desde el nivel de comarca al de monte y unidades
dasocráticas del mismo.
2. Una producción comarcal regularizada será garantía de permanencia de las industrias forestales y
de vinculación con el monte de la mano de obra especializada. Sin embargo, cuando se desciende a la
organización productiva del cuartel, las crecientes inversiones en maquinaria y material, obligarán a una
concentración de las intervenciones selvícolas, sacrificando, si es preciso, la renta anual y constante,
siempre que no se lesionen intereses más importantes de la propiedad.

B) Prioridad y compatibilidades entre los aprovechamientos y servicios del monte

Art. 63. 1. La evolución tecnológica y social impone una planificación flexible de los aprovechamientos para
adaptarse a las condiciones fluctuantes de la demanda y a las peculiaridades de cada monte.
2. En gran número de casos, la producción maderable será la preferente, pero, aun así, habrá que
distinguir diferentes tipos de aprovechamiento, según las dimensiones tecnológicas óptimas requeridas por
las industrias existentes o que puedan establecerse en interés general.
3. En montes de producción procedentes de repoblación artificial, el aprovechamiento de sus
recursos debe guiarse por criterios financieros que desarrollen al máximo la capacidad productiva de la
estación.
23
Art. 64. Los beneficios indirectos que el monte proporciona como un servicio a la colectividad tienden a
adquirir una importancia creciente, que hay que prever en relación con la evolución demográfica y las
nuevas necesidades creadas a los núcleos urbanos.
La integridad del vuelo, a efectos de protección o paisaje, puede ser, en estos casos, condición
indispensable a la que debe subordinarse cualquier otro criterio de producción.

Art. 65. La preferencia por una determinada utilidad productora, protectora o de recreo, se hará compatible
con la percepción de otros beneficios del monte, que tendrán la consideración de complementarios o
subordinados.
En montes extensos será aconsejable una especialización de destinos por cuarteles o secciones, de
acuerdo con las condiciones ecológicas de la estación y los fines de la ordenación.

C) Formación definitiva de cuarteles y secciones.

Art. 66. La organización de la producción modificará o confirmará el perímetro del cuartel una vez conocidos
los resultados del inventario de los cantones que lo componen.

Art. 67. 1. La delimitación definitiva del cuartel, como unidad de plan dasocrático, implica la aspiración a una
relativa igualdad en las condiciones productivas, económicas y diferenciales del vuelo. Por ello será preciso
obtener cuarteles no excesivamente grandes para que sean homogéneos, ni demasiado pequeños para el
desarrollo armónico y eficiente de la ordenación.

2. La regularidad de la producción no será consecuencia del cuartel extenso, difícilmente manejable,


sino de la adecuada coordinación de las cortas intermedias y finales en el conjunto de cuarteles que
integren el monte o grupo de montes.

3. La formación del cuartel por agrupación de cantones requerirá, en general, un estudio más atento
en masas regulares, donde hay que equilibrar las distribuciones de clases de edad, que en las masas
irregulares en los que éstas no existen.

Art. 68. 1. La homogeneidad en las condiciones de estación, de especie y aun de clases de edad pueden
imponer el cuartel abierto, compuesto de varias piezas bajo un plan de ordenación común.

2. En ciertos casos, diferencias de especie, crecimientos y edades de madurez en masas regulares


procedentes, en general, de repoblación artificial, hacen aconsejable prescindir del cuartel y considerar el
monte como una agrupación de rodales.

Art. 69. En montes de gran extensión se integrarán los cuarteles en secciones de ordenación que tengan
una cierta afinidad respecto al tratamiento, especie o destino de la producción. Asimismo, razones de
pertenencia pueden obligar a distinguir secciones a meros efectos de gestión administrativa.

Art. 70. A las secciones se les designará con números ordinales correlativos a partir del “1”, y a los
cuarteles de cada sección, con letras mayúsculas, comenzando en todas las secciones con la letra “A”.

Art. 71. La separación sobre el terreno de las secciones y cuarteles se señalará, generalmente, por calles,
cuya anchura precisará el plan de mejoras, según las condiciones de cada caso.
Razones de conservación del paisaje pueden aconsejar el empleo de hitos y otros tipos de señales
que no modifiquen el aspecto del monte y sean fácilmente identificables.

IGOMA CyL (1999)


Determinación de usos

Artículo 96. 1. La información aportada por el Inventario se analizará para establecer:


 Los usos actuales y potenciales del monte o grupo de montes.
 Las restricciones que los objetivos generales de la ordenación de montes puedan imponer a los
mismos.
 El estudio de las posibles prioridades y compatibilidades entre usos.
24
 La determinación de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupo de montes.
 La zonificación o división del monte en cuarteles de ordenación a partir de los cuarteles de
inventario definidos en el Título I. La agrupación de los cuarteles de ordenación en Secciones, si
se juzgase necesario. La confirmación de los rodales especiales, si los hubiese.
2. Los objetivos concretos de la ordenación y, consecuentemente, los usos previsibles que se asignen al
monte o grupo de montes podrán coordinarse con las previsibles planificaciones de recursos a escala
regional y comarcal.
3. El contenido de este Título II se desarrollará en los siguientes capítulos:
A) Usos actuales y potenciales.
B) Restricciones a los usos definidos.
C) Prioridades y compatibilidades.
D) Determinación de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupo de montes.
E) Formación definitiva de cuarteles y secciones. Rodales especiales.

A) Usos actuales y potenciales.

Artículo 97.
1. El estudio detallado contenido en los estados del Inventario permitirá establecer los usos actuales y
potenciales, que podrán ser: Producción (cualitativa de maderas, cuantitativa de maderas, de leñas,
corchera, resinera, de frutos, de hongos, ganadera, ...) Protección (de suelos, del régimen hidrológico, de
habitats). Uso social (intensivo, extensivo,...). De reserva científica.
2. Los datos de oferta y demanda contenidos en el estado socioeconómico permitirán valoraciones globales
de los usos definidos, que facilitarán posteriores comparaciones entre ellos.

B) Restricciones a los usos definidos.

Artículo 98.
1. En primer lugar procederá examinar, para cada uno de los usos definidos, en qué grado y hasta que
intensidad se cumplirá el objetivo de persistencia, estabilidad y mejora de las masas forestales.
2. Del mismo modo se valorará el afianzamiento de la biodiversidad y la contribución que cada uso aporta al
desarrollo rural.
3. Podrán estimarse también de forma aproximada los horizontes temporales necesarios para alcanzar
rendimientos sostenidos.

C) Prioridades y compatibilidades.

Artículo 99.
1. Los resultados del estudio que supone el desarrollo de los dos capítulos anteriores se plasmarán, si
procediese, en un listado de prioridades de usos, con indicación de las posibles compatibilidades o
incompatibilidades entre los mismos, así como su previsible secuencialidad.
2. Este listado, basado en datos objetivos, se revisará de acuerdo con los intereses de la propiedad y de los
usuarios.

D) Determinación de los objetivos concretos de la ordenación del monte o grupos de montes.

Artículo 100.
1. El resultado final de los análisis y estudios precedentes llevará al establecimiento de los objetivos
concretos de la ordenación del monte o grupo de montes. Las medidas para alcanzar dichos objetivos serán
objeto de la planificación que se contiene en el Título III.
2. En general los objetivos podrán ser de:
• Protección prevalente.
• Protección-producción.
• Producción prevalente.
• Producción-uso social.
• Protección-uso social.
• Uso social prevalente.
• Reservas.
O cualesquiera combinaciones de los anteriores.

25
3. Dentro de los epígrafes de producción, protección y uso social, podrán especificarse los tipos citados en
el artículo 97, apartado 1.
Dentro del uso social podrá distinguirse entre uso extensivo o intensivo. El uso cinegético podrá participar
de los caracteres de producción y social.
4. Los objetivos concretos podrán asignarse al conjunto del monte o grupo de montes, o localizarse por
cuarteles de ordenación y, si procediese, por rodales especiales.

E) Formación definitiva de cuarteles y secciones.

Artículo 101.
1. Los resultados del inventario y la asignación de usos y objetivos confirmarán o modificarán la delimitación
de los cuarteles de inventario formándose los cuarteles de ordenación. Análogamente se confirmarán, si
procediese, los rodales especiales.
2. Se tratará de obtener cuarteles de ordenación de la mayor homogeneidad posible desde el punto de vista
de las características de las masas forestales y de acuerdo con los objetivos concretos y usos definidos.
3. Los cuarteles de ordenación podrán especializarse de acuerdo con los objetivos concretos definidos,
como se indicó en el artículo 100 apartado 4. Los rodales especiales serán, por definición, especializados.
4. Al objeto de facilitar la búsqueda de homogeneidad de las masas así como su especialización por
objetivos y usos, los cuarteles podrán ser abiertos.
5. En determinados casos podrá prescindirse de la división en cuarteles y considerar el monte como una
agrupación de rodales.

Artículo 102. En montes de gran extensión podrán agregarse los cuarteles formando secciones de
ordenación. Para ello deberá existir afinidad respecto a especies, estructura de las masas u objetivos y
usos.
La agrupación en secciones será también recomendable en aquellos casos en los que razones productivas
o de otra índole aconsejen superficies de gestión de mayor tamaño.

Artículo 103. Las secciones se designarán con números ordinales correlativos a partir de 1. Los cuarteles
se designarán, como se indicó en el inventario, por letras mayúsculas, comenzando por la A, en todas las
secciones. Cuando en el monte exista un solo cuartel se denominará cuartel único.

IGOMCAA (2004)

 Análisis de la oferta potencial del monte en recursos, servicios y funciones

Artículo 135. Considerando la serie histórica de aprovechamientos, junto con el estado actual de los
recursos medido en el Inventario, se realizara una evaluación de la oferta potencial del monte en recursos
cuantificables, incluyendo una valoración económica aproximada.

Artículo 136. Para el análisis de la potencialidad del monte en servicios y funciones se partirá, en primer
lugar, de la información obtenida en el Balance retrospectivo (articulo 29 y siguientes). Dicha información
podrá constituir en sí misma la potencialidad del monte, salvo que el estudio ulterior del mismo realizado en
el Capítulo segundo del presente Título permita detectar variaciones importantes de la oferta del monte en
este ámbito. En todo caso se procurará cuantificar el valor de dichos servicios y funciones, bien en especie,
en unidades monetarias empleando procedimientos de valoración indirectos, o bien en unidades
ambientales.

Artículo 137. La comparación de los diferentes beneficios que el monte puede potencialmente originar se
utilizará para realizar un diagnóstico de preferencia que orientará el modelo de usos a elegir en la
Planificación.

 Determinación del modelo de usos

Artículo 139. La Determinación del modelo de usos incluirá las siguientes Secciones:
- Sección 1.„ Descripción de objetivos generales de la ordenación.
- Sección 2.„ Descripción del modelo de usos y formación de cuarteles y secciones de ordenación.
26
 Sección 1. Descripción de objetivos generales de la ordenación

Artículo 140. Se elegirá y justificará un estado final de los propuestos por el Plan Forestal Andaluz que
suponga el mayor grado de cumplimiento de los objetivos generales de política forestal que dicho Plan
establece. Todo ello de acuerdo con las características descritas en el Titulo Primero, y para cada una de
las unidades de vegetación y/o clases de población faunística definidas en el monte y sus cuarteles (estado
inicial). El paso de uno a otro estado se conseguirá en el denominado horizonte temporal de la ordenación.

 Sección 2. Descripción del modelo de usos y formación de cuarteles y secciones de ordenación

Artículo 141. 1. La elección y descripción del modelo de usos para el monte consistirá en la definición del
listado de los usos elegidos y en el establecimiento de una jerarquía entre los mismos. Se razonará
teniendo en cuenta la máxima adecuación de los usos a los objetivos generales de la ordenación.
Asimismo, el desarrollo del modelo de usos no podrá comprometer el cumplimiento de los principios básicos
de persistencia y estabilidad, y de máximo de utilidades a la colectividad, de los ecosistemas forestales.
2. Los diferentes usos que se asignen al monte entrarán en alguna de las siguientes categorías:
- Producción de bienes en especie: madera y leñas, caza, pastos, frutos, cortezas, hongos,
aromáticas, etc.
- Servicios recreativos, de esparcimiento o usos sociales, incluido el uso científico.
- Funciones de protección física del medio natural y humano: protección de suelos, de cauces y de
laderas, regulación del régimen hídrico, fijación de dióxido de carbono, protección de
infraestructuras y asentamientos, etc.
- Funciones de protección biológica: mantenimiento e incremento de la biodiversidad general,
protección de habitats de especies en peligro, etc.
- Funciones de mantenimiento de ecosistemas.

Artículo 142. Para el establecimiento de la jerarquía entre los usos elegidos deberá tenerse en
consideración, en primer lugar, la importancia relativa de cada uno, establecida en el Capítulo tercero del
Título Primero (Análisis de la oferta potencial del monte en recursos, servicios y funciones); dicha importancia se
corresponde con la intensidad de la gestión y/o regulación de dicho uso. Deberá indicarse asimismo si se
prevén cambios en la importancia relativa de los mismos durante la marcha de la ordenación. A
continuación se tendrán en cuenta las relaciones y los grados de compatibilidad entre los usos propuestos,
estudiando si admiten un desarrollo simultáneo en el tiempo y/o en el espacio o si, por el contrario, deben
segregarse por épocas o por zonas del monte. Todo ello preemitirá realizar el análisis final, que deberá
identificar los usos que admiten una gestión integrada y los que, por el contrario, deben segregarse. En la
medida de lo posible se tenderá a la propuesta de formas de gestión integrada de usos. Estas formas de
gestión deberán precisarse con mayor detalle durante la descripción de las diferentes decisiones que se
tomen a lo largo de la Planificación.

Artículo 143. 1. Cuando el modelo de usos definido implique la existencia de usos incompatibles será
necesaria una segregación de las distintas superficies según su vocación, dando lugar a una división del
monte o grupo de montes en cuarteles de ordenación, caracterizados por la aplicación, en cada uno de
ellos, de un modelo de usos diferente. En este apartado se deberán reseñar aquellos paisajes y enclaves de
interés especial descritos en el Inventario del sistema forestal que deban segregarse de las directrices
generales de la ordenación del cuartel. Según su tamaño y características, dichas unidades se denominarán
cantones o rodales especiales.
2. Se procurará que los cuarteles de inventario coincidan con los de ordenación, que serán los cuarteles
definitivos. Si esto no sucede, deberán revisarse los resultados de los Inventarios, pudiéndose dar varias
situaciones. Si el cuartel o cuarteles de ordenación se forman como agrupación de cuarteles de inventario,
las exigencias del muestreo en cuanto a precisión quedarán sobradamente cumplidas. Si, por el con trario, la
formación de cuarteles de ordenación supone la división de la superficie de los cuarteles de inventario será
necesario estudiar, con la nueva configuración, los errores de muestreo cometidos. Si éstos no alcanzan los
requisitos establecidos, se planteará la necesidad de realizar un muestreo adicional hasta la precisión
exigida en el conocimiento del recurso en cuestión.

27
Artículo 144. Una vez realizada la zonificación definitiva del monte o grupo de montes en cuarteles de
ordenación y cantones o rodales especiales, se procederá a la definición del modelo de usos para cada una
de las unidades formadas.

Artículo 145. Los cuarteles de ordenación definitivos podrán agruparse en secciones de ordenación, que se
formarán cuando razones productivas, de economía de escala, aconsejen superficies de gestión de mayor
tamaño; asimismo cuando razones administrativas o de pertenencia permitan su agrupación, por ejemplo,
bajo un mismo propietario o jurisdicción.

Artículo 146. Las secciones se designarán con números ordinales correlativos a partir de la 1. Los
cuarteles tal y como se determinó en el artículo 47, por letras mayúsculas comenzando por la A, dentro de
cada sección.

Artículo 147. Se elaborará un plano de cuarteles y secciones, que deberá incluir también los cantones o
rodales especiales. Este plano se completará posteriormente con la división dasocrática realizada en el Plan
General, y así constituido se denominará definitivamente Plano de ordenación.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DE APARTADOS I A V (No citadas en la Bibliografía recomendada)

(1) BAKER (1950) . En Daniel, P.W., Helms, U.E. y Baker, F.S. 1979. “Principios de Selvicultura”. Ed.
McGrawHill. Segunda Edición (Primera en español)
(2) CRÓNICA. (1868). Revista Forestal Económica y Agrícola. TOMO I pp: 490-492.
(3) FAO (1994). “El desafío de la ordenación forestal sostenible. Perspectivas de la silvicultura mundial”.
Roma.
(4) GARCÍA ESCUDERO, P. (1956). En: Gómez Mendoza, J. 2002 “Paisajes Forestales e Ingeniería de
Montes”. En Zoido, F. et al (coord.). “Paisaje y Ordenación del Territorio”. Sevilla. Junta de Andalucía
y Fundación Duques de Soria, pp: 237-254
(5) GIL, L. (2006). “Fuegos antrópicos y la extinción local de los bosques de Pinus y Quercus en
España”. 20-21 de Marzo de 2006. “Los Incendios Forestales en el Mediterráneo: Nuevas
aproximaciones para una problemática antigua”. Casa De Velázquez -ENS Lyon: Madrid.
(6) INSTRUCCIONES PARA EL SERVICIO DE LAS ORDENACIONES DE MONTES PÚBLICOS (1890). 115 ARTÍCULOS.
DIRECCIÓN GENERAL DE AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO. MINISTERIO DE FOMENTO. MADRID.
(7) INSTRUCCIONES PARA LA ORDENACIÓN Y ORGANIZACIÓN ECONÓMICAS DE LA PRODUCCIÓN FORESTAL.
(1930). 243 ARTÍCULOS. DIRECCIÓN DE MONTES, CAZA Y PESCA. MINISTERIO DE FOMENTO. MADRID.
(8) MARTÍNEZ DE PISÓN Y NEBOT, M. (1948) “Defensa del método denominado Ordenar Transformando”.
Centenario de la Fundación de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes. Madrid. 108 pp.
(9) OLAZÁBAL, L. (1883). “Ordenación y Valoración de Montes”. Madrid, Imprenta de Moreno y Rojas.
Madrid. 517 pp.

28
VI.- BASES PARA LA ORDENACION DE MONTES

1.- EL PRINCIPIO DE LA PERSISTENCIA


El principio de la persistencia se logra con la sustitución de la masa madura aprovechada por una masa
nueva o regenerado. En la ordenación de montes se pretende que esta “renovación” se logre de forma
natural mediante la adecuada aplicación de las cortas de regeneración. En última instancia, si no se logra
de forma natural suele recurrirse a la regeneración artificial. Desde el punto de vista dasocrático la
denominación de los diferentes tipos de corta de acuerdo con su previsión, naturaleza o tipo de productos
proporcionados es la siguiente:

Los tratamientos selvícolas

Carácter de las cortas en los planes de ordenación:


1. Ordinarias (previstas):→De estudio (se correspondían con las cortas de árboles tipo para la
investigación de los valores modulares)
→De replanteo (eliminación de la masa arbolada para la señaliación de los
límites de las unidades dasocráticas)
→De organización (regeneración + mejora)
• Cortas de regeneración  FORMA PRINCIPAL DE MASA
• Cortas de mejora: clareos, claras, (cortas por entresaca o de policía)

2. Extraordinarias (no previstas). Recogidas en los planes anuales y resumidas en las revisiones de
la ordenación. Dependiendo de la zona del monte en dónde se produzcan, deberán o no
descontarse de la posibilidad del año (ver Apartado posibilidad).

De acuerdo con los objetivos de la ordenación (producción de madera de unas determinadas dimensiones) y
el tipo de producto inventariable y/o con valor de mercado que generan, también se pueden clasificar en:
1. Productos principales: Cortas de regeneración, cortas por entresaca de masa extramadura
2. Productos intermedios: Claras (y clareos si tuvieran valor de mercado).

La forma principal de masa

La forma en que se aplican las cortas de regeneración en el cuartel de ordenación son las que determinan
las formas principales de masa (decisión adoptada dentro del Plan General de las IOMA de 1970). En la
ordenación de un monte se deben conocer la forma principal de masa existente (reflejada en el inventario)
y, de acuerdo con los objetivos de la misma, la forma principal de masa deseada. En algunas ocasiones
podrán coincidir pero en otras no.

Conceptos:

Masa regular: “Una masa es regular cuando su vuelo se halle distribuido por edades en superficies
distintas, de tal manera que en cada una de ellas al menos el 90% de sus pies pertenezcan a la misma
clase de edad” (art. 74 IOMA, 1970)

“La formada por árboles de una misma clase de edad. Masa en la que la diferencia de edad de sus pies es
pequeña, del orden de 10 a 20 años como máximo. En el caso de turnos largos puede llegar a alcanzar
excepcionalmente el 25% del turno”. (Diccionario Forestal, 2005)

“Cuando la edad del arbolado en la unidad descrita no excede a ¼ de la edad de madurez” (PHILIP, 1994)

“La amplitud de las edades es del orden de la duración de una regeneración natural” o “La amplitud de las
edades no excede, como máximo, a la mitad de la edad de madurez de la especie principal” (DUBOURDIE,
1989)

29
Masa semirregular: “Una masa es semirregular cuando su vuelo se halle distribuido por edades en
superficies distintas, de tal manera que, en cada una de ellas, al menos el 90% de sus pies sólo pertenezca
a dos clases de edad cíclicamente continuas”. (art. 74, IOMA, 1970)

“Masa constituida por pies de edades que se diferencian en más de 1/10 del turno y en menos de 1/3 del
mismo”. (Diccionario Forestal, 2005)

Clase artificial de edad: “Las clases artificiales de edad han de comprender un número de años igual o
inferior al menor número entre los siguientes: 20 años o la cuarta parte del turno” (IOMA, 1970)

“Intervalos constantes en que se dividen las edades de los árboles de una masa, normalmente inferior a 20
años o la cuarta parte del turno y superior a 10 años en España, para agruparlos en conjuntos homogéneos”
(Diccionario Forestal, 2005)

Masa irregular: “Una masa es irregular cuando no cumple las condiciones fijadas para las masas regulares
o semirregulares” (IOMA, 1970)

“La que presenta árboles con mezcla de diferentes clases de edad”. (Diccionario Forestal, 2005)

9
CUESTIÓN NO SIEMPRE PRECISADA NI CLARA : ¿Cuál es el tamaño mínimo en superficie de la unidad
de referencia para considerar que una masa es regular o irregular, que se practica una corta a hecho o una
entresaca por “bosquetes”?

Tipos de distribución diamétrica (edad ≈ diámetro)

1. Unimodales. La distribución normal. Medidas de tendencia central, m. de dispersión, m. de


asimetría y curtosis. Evolución en el tiempo
2. Decrecientes:
3. Multimodales (bimodales)

Se analizan a escala cantón o rodal.

Funciones teóricas de densidad/distribución (Permiten modelizar las distribuciones diamétricas y


por tanto, conocer la distribución diamétrica esperada. Muy útiles para incorporar a los modelos de
producción en los que interesa la clasificación y/o tamaño de los productos)

• Función de densidad “A” de Charlier (unimodales o bimodales)


• Función de densidad SB de Jonson (unimodales)
• Función de Meyer (decrecientes)
• Función de densidad de Weibull (unimodales y decrecientes)
• Ecuación de crecimiento de Pearl-Reed (unimodales, bimodales y/o decrecientes)
• La función de densidad Gamma (unimodales con asimetría positiva y decrecientes)
• La función de densidad Beta (unimodales y decrecientes)
9
Sirva como ejemplo el caso alemán; las cortas a hecho se han definido y restringido por ley, de tal forma que se
requiere un permiso especial de la autoridad federal si se quieren sobrepasar unas determinadas dimensiones,
dimensiones que varían de un estado a otro. Así en Nordrhein-Westfalen la corta a hecho está limitada a 3 hectáreas
mientras que en Baden-Württemberg se requiere permiso especial para cortas a hecho superiores a 1 ha. En
comparación con otros países, Alemania establece estándares bastante restrictivos . (Häusler, A. y Scherer-Lorenzen.
2001. “Sustainable Forest Management in Germany: The Ecosystem Approach of the Biodiversity Convention
Reconsidered”. Results of the R+D-Project 800 83 001. Federal Agency for Nature Conservation). De acuerdo con las
IOM de la Comunidad de Madrid, pendientes de aprobación, será “corta a hecho” toda corta que sobrepase las 2 ha. En
el Estado de Oregón (USA) la máxima corta a hecho continua está limitada por ley a 49 ha. (120 acres) (Bettinger et al,
2009)

30
Hasta la fecha ha sido habitual ordenar los montes para conseguir la estructura global de la masa (regular,
semirregular, irregular) a escala cuartel, siendo éstos frecuentemente unidades “cerradas y continuas” en el
10
territorio. Referida la forma principal de masa a esta unidad, toda distribución diamétrica a escala cuartel ,
cuando están representadas todas las edades de la masa, debería adoptar la forma de una curva
decreciente.

Figura: Distribución diamétrica de un rodal de acuerdo con su forma principal de masa.


Fuente: Daniels, P.W., U.E. Helms, y F.S. Baker. 1979. Principios de Silvicultura. Ed. MacGrawHill

10
En la actualidad, en que se tiende a prescindir del cuartel como unidad dasocrática, el equilibrio de edades y, por
tanto, la distribución diamétrica decreciente deberá buscarse a escala monte.
31
IOMA (1970),

Art. 75. La elección del tratamiento se basará en los siguientes hechos:

 La composición de la masa arbórea y el temperamento de la especie principal.


 La facilidad de ésta para su regeneración natural y la posibilidad de empleo de la regeneración
artificial.
 La conservación del suelo y la posibilidad de daños catastróficos por plagas, enfermedades o
agentes meteorológicos.
 La duración y costo probable de los cuidados culturales que hubieran de aplicarse al vuelo
arbóreo, según la forma principal de masa que se adoptara, así como las disponibilidades de
personal técnico y de mano de obra.
 La situación del monte con respecto a los posibles mercados, así como la clase y cantidad de los
productos a obtener.

IGOMACyL (1999)

Art. 119.1. La elección del tratamiento de cortas de regeneración tendrá en cuenta, junto con los objetivos
concretos de la ordenación, los caracteres culturales de las especies principales, y en especial su
temperamento y la frecuencia y abundancia de las cosechas de semilla, o su facilidad de rebrote de cepa o
raíz.
2. En segundo lugar, se tendrán en cuenta las siguientes características de las masas:
 Composición específica actual y previsible.
 Forma principal de masa que pretende conseguirse.
 Estado de la vegetación acompañante no arbórea, y dinámica de la misma, en vista de la
competencia que pueda ejercer sobre las nuevas masas surgidas como consecuencia de las
cortas.
 Necesidad de acudir a la regeneración artificial, total o parcial; costes derivados de esta
operación.
 Riesgos de plagas, enfermedades y daños abióticos.
3. Por último, se examinarán los siguientes factores:
 Los condicionantes climáticos y sobre todo microclimáticos (riesgos de sequías prolongadas y de
heladas tardías o tempranas).
 Las características del suelo y del relieve, sobre todo si existe riesgo de erosión.
 La economía de las operaciones de aprovechamiento de los productos previsibles, y de las de
eliminación de residuos.
 Las limitaciones paisajísticas y las que se derivan de la conservación de hábitats de fauna y flora
en peligro de extinción y restantes especies protegidas.

IGOMCAA (2004)

Art. 165. La elección de una u otra forma principal para la masa final se hará teniendo en cuenta tanto la
dinámica propia de las especies principales como la adecuación de cada forma principal a la consecución
de los objetivos concretos de la ordenación.

32
2.- EL PRINCIPIO DEL MÁXIMO RENDIMIENTO

De los tres principios de la ordenación clásica se suele considerar que el tercero, el máximo rendimiento, se
resuelve mediante la determinación del momento o edad óptima de la corta, del árbol o de la masa que
puebla un determinado rodal o cantón. Desde el siglo XIX ha sido un tema ampliamente debatido por los
forestales europeos y en la actualidad continúa generando cierta polémica. Habitualmente se conoce este
proceso como la determinación del turno óptimo si bien lo que realmente se investiga y concreta es la edad
de madurez. Ambos conceptos están íntimamente relacionados pero son sensiblemente diferentes:

Edad de madurez: Número de años para que el árbol o la masa alcancen sus dimensiones de
cortabilidad de acuerdo con la utilidad máxima que se estime  Criterios de cortabilidad

Turno: Número medio de años para la renovación del vuelo en una superficie objeto de un método de
ordenación. El turno se deduce de la edad de madurez y sólo se asocia a la gestión de masas
11
regulares en sentido estricto, por ser las únicas en donde se precisa la localización concreta, para un
plazo de tiempo determinado, de las cortas de regeneración. Existían dos “tipos” de turno:

a) Turno transitorio: Número de años preciso para renovar un vuelo logrando a la vez la estructura
del mismo fijada en la ordenación. En este plazo se sustituye la masa actual, con una estructura
diferente a la elegida, por otra que tenga la estructura prevista. Corresponde a la etapa
organizativa de la masa
b) Turno definitivo: Periodo de años para, en una masa cuya estructura esté ya lograda de acuerdo
con la organización establecida, renovar dicha masa. Es este caso se mantiene la misma
estructura (salvo que en algún momento, por criterios de cualquier índole, se haya decidido
modificarla, en cuyo caso se volvería a iniciar un nuevo turno transitorio)

En la actualidad, con las nuevas formas de ordenar los montes y dados los sucesivos cambios en las
demandas, y pese a que se sigue utilizando la expresión, el concepto de turno carece de sentido desde el
momento en que es improbable llegar a conocer, ni a prever, en qué momento se habrá recorrido con cortas
de regeneración todo el cuartel. Máxime además cuando también se prescinde del concepto de cuartel.

Edad de supervivencia : En determinadas ocasiones, cuando existe un desigual desarrollo de una


12

masa forestal (fuerte desequilibrio de clases de edad), en particular exceso de masa extramadura,
interesa saber, no tanto cuántos años tiene la masa que puebla un determinado cantón o rodal, sino
cuantos años puede sobrevivir en buenas condiciones de desarrollo y sanitarias (cuánto tiempo puede
esperar para ser cortada) asegurando además su autorregeneración.

Asociado al concepto de edad de madurez está el de sacrificio de cortabilidad:

Sacrificio de cortabilidad: pérdida de producción en especie como consecuencia del adelanto o


retraso de la corta final de árboles con respecto a la edad óptima de corta (edad de madurez). En
desuso en la actualidad puesto que, con criterios ecológicos y ambientales, es frecuente que se dejen
en el monte una serie de árboles en pié más allá de la edad de madurez.

La determinación del momento óptimo de corta es un problema exclusivo de la ordenación y pertenece,


dentro de las decisiones que se adoptan en la planificación, a una de las disposiciones dasocráticas del
Plan General. Y, por supuesto, es revisable con el tiempo.

11
Las masas regulares son las únicas en las que se podría llegar a conocer el tiempo que se tardará en renovar la
masa de una determinada superficie. El Turno ha sido un concepto (una decisión de la planificación) aplicado al cuartel
de ordenación. Hoy en día carece de sentido aplicarlo con la rigidez de antaño y se podría aplicar, en su caso, a escala
rodal, pero sin tener nunca la certeza –nunca se tuvo realmente– de cuándo se volverá a cortar con cortas de
regeneración (las asociadas, por supuesto, a masas regulares o coetáneas) ese mismo rodal.
12
Montero, E. 2007. “Aplicación de la ordenación por rodales en Navarra. Experiencias y Valoraciones”. Ponencia
presentada a la Reunión del Grupo de Trabajo de Ordenación de Montes celebrada en Solsona (Lérida) del 28 al 30 de
noviembre de 2007.

33
El problema de la determinación de la edad óptima de corta depende de multitud de factores pero, en
especial, de los objetivos y funciones prioritarias asignadas a la masa forestal que se está ordenado, y en
consecuencia, de quién ostenta la propiedad de la monte. También se deberán tener en consideración
aspectos de tipo legal tales como la inclusión del monte en un espacio natural protegido o el tipo de
productos más demandamos en el mercado.

La idea es sencilla, si el árbol/rodal cumple de la forma más satisfactoria y eficiente las funciones que le han
sido asignadas a una determinada edad, una vez alcanzada ésta el árbol/rodal se corta y se sustituye por
un regenerado, iniciándose nuevamente el ciclo. Dependiendo de los objetivos y funciones prioritarios, el
problema se aborda desde diferentes perspectivas o criterios:

CRITERIOS BIOLÓGICOS: En propiedad no definen una edad de madurez (y, por supuesto, en absoluto un
turno) sino que establecen “una forma” de trabajar o de aplicar la selvicultura. Por tanto, y aunque resulte
una paradoja, sensu stricto, de su aplicación no resulta una masa forestal “ordenada” (y, por supuesto,
carecerían de un modelo teórico de referencia o monte normal) puesto que es difícil planificar (prever)
“dónde” y “cuando” se va a actuar. Son criterios que consideran que el árbol (o bosquete, o la masa)
“produce” beneficios (suelen hacer referencia a las externalidades positivas) durante la mayor parte de su
vida, a veces con independencia de las dimensiones, edad o estado del arbolado. Se admiten dos enfoques
(que a su vez, no siempre se denominan de la forma que aquí se propone):

CRITERIO FÍSICO: Establece que el árbol genera beneficios por el simple hecho de existir, luego la edad
óptima de corta coincidiría con la propia longevidad de la especie, o del individuo. Carece de sentido por
tanto que se hable de un turno físico de 200 años para el haya o de 150 para el pino silvestre. Solo tendría
sentido especificar que en una determinada zona, o a un determinado conjunto de árboles, se quiere
aplicar, para la determinación del momento óptimo de corta, el criterio físico, lo que implicaría que los
árboles se extraerían sólo cuando dejaran de producir los beneficios que se le atribuyen; es decir, cuando
mueran, y sólo antes si sus condiciones sanitarias ponen en peligro la persistencia del resto de la masa
forestal.

HONGOS CRECIENDO SOBRE UNA RAMA


INSERCIÓN DE UNA RAMA PRINCIPAL
RECIENT EMENTE TRONCHADA
RAMA GRANDE MUERTA
PEQUEÑA CAVIDAD EN LA INSERCIÓN
DE UNA RAMA PRINCIPAL
RAMIFICACIÓN DEBILITADA CON PÉRDIDA DE CORT EZA
GRAN CAVIDAD EN LA INSERCIÓN
MADERA RAJADA DE UNA RAMA PRINCIPAL

RAMA PRINCIPAL A PUNTO HERIDA HECHA POR UN RAYO


DE ROMPERSE

AGUJERO DE PÁJARO CARPINT ERO

HUECO DE PUDRICIÓN
RELLENO DE AGUA
RAMA ROTA SUSPENDIDA

CORTEZA ATACADA POR HONGOS

EXUDADOS DE SAVIA

VIEJA HERIDA HASTA LA MADERA


CON PERDIDA DE CORT EZA

CUERPOS FRUCTÍFEROS DE HONGOS EN GRUPOS

HONGOS CRECIENDO SOBRE LAS RAÍCES

RAMAS SOBRE EL SUELO


RAMA CAÍDA
RAÍZ DAÑADA POR EL GANADO
CAVIDAD EN LA BASE HUECO DE PUDRICIÓN EN EL TRONCO

Un árbol viejo “ideal” para la vida silvestre (Read, H.J., 2000. Veteran trees: a guide to good
management. English Nature, London, 167 pp.)

34
En la actualidad, cuando numerosos montes han sido propuestos o ya están incluidos en la Red europea
Natura 2000 (Lugares de Interés Comunitario, LIC, ó Zonas de Especial Conservación, ZEC, y Zonas de
Especial Protección para las Aves, ZEPA), la ordenación debe incorporar criterios de gestión dirigidos a la
protección y conservación de los habitats y de las especies –animales y vegetales– que los habitan. En
definitiva, se deben incorporar criterios que favorezcan la biodiversidad –específica, estructural,
genética…..–. Por ello cada vez es más frecuente favorecer la presencia de pies de reserva en cortas de
regeneración, árboles singulares por su porte o tamaño o, incluso árboles muertos en pié. Se podría decir
en puridad por tanto, que la aplicación del criterio físico podría llevar a que determinados árboles no se
extrajeran nunca del monte.

Es un criterio que se aplicaría árbol a árbol o un pequeño grupo de árboles, pero rara vez todo un monte se
ordena fijando un criterio físico pues, en el límite, de su aplicación podría resultar que la decisión final fuera
la no actuación. En el hipotético caso de que las Reservas Integrales se gestionaran con criterios de
ordenación de montes, el criterio físico sería, con toda probabilidad, el criterio a aplicar a la masa forestal.
Dado que no se ordenan, no acabe hablar de un turno para ellas.

CRITERIO SELVÍCOLA: Define como edad óptima de corta la edad a la cual se obtiene la máxima producción
de semilla viable para facilitar la regeneración natural. Esta edad es bastante anterior a la máxima edad del
árbol (longevidad) y podría incluso ser anterior también a la de la culminación del crecimiento en volumen
(Criterio de máxima renta en especie), Además, esta edad varía con las condiciones de la estación
13
(topográficas y climáticas) y los tratamientos aplicados a la masa. (Williams, 1990) .

Sin embargo, es más usual considerar que el criterio selvícola es aquel que, bajo una perspectiva análoga a
la del criterio físico, considera que árbol cumple su función por el hecho de existir, pero no posponiendo su
corta más allá de una edad en la que no sea capaz de producir semilla viable que asegure su regeneración
natural. Es decir, una edad conocida como edad de supervivencia (Ver apartado Unidades de tiempo)

Este criterio tendría sentido aplicarlo a espacios protegidos en los que las funciones asociadas a la masa
están vinculadas a aspectos ecológicos, paisajísticos o recreativos y cuando la dinámica de la masa no
asegure su regeneración de forma natural. Tiene más sentido de ser aplicado a superficies de una cierta
extensión ya que si se aplicara a árboles o a un conjunto de árboles, sería la masa circundante que queda
en pié – a ser cortada con criterios diferentes a los biológicos– la que podría asegurar la regeneración del
lugar que ellos ocupan cuando mueren. Cabría también la posibilidad de aplicarlo cuando es la producción
de semilla, en definitiva, el fruto, la que se quiere maximizar.

CRITERIOS TÉCNICO FORESTALES: Son criterios que pretenden maximizar la producción en especie, muy en
particular, la producción de madera, aunque admitirían ser aplicados a otro tipo de producciones del árbol
(resina, corcho, fruto), si bien en estos casos no es infrecuente que su aplicación lleve a una cierta
indeterminación en el turno. En general suelen aplicarse para la ordenación de masas regulares. Se admite
que, dentro de este grupo y según el enfoque, estarían dos tipos de criterios técnicos:

CRITERIO TECNOLÓGICO: investiga la edad a la cual se consiguen pies de un tamaño tal que optimice la
producción de madera de unas determinadas dimensiones en función de su destino final (que, a su vez,
puede depender de las demandas del mercado en cada momento, lo que requeriría disponer de información
sobre los precios pagados según dimensiones y según la coyuntura económica del momento). Habría que
investigar para cada edad o clase de edad de los árboles, qué porcentaje (Ki ) de cada tamaño o dimensión
se obtiene:

n
V j  ( K j1  K j 2  ...  K jn ) * V j donde K
i 1
ji 1 y j  1 a T años

13
Williams, M.R.W. 1990. “La presa de decisions en la gestió forestal”. Diputació de Barcelona. Servei de
Parcs Naturals.140 pp.
35
Se investigaría la edad a la cual se maximiza un determinado Ki de acuerdo con el destino prioritario de la
madera (madera para pasta, para sierra, para desenrollo, biomasa residual …). Dada la correlación entre
14
edad y diámetro (dimensiones), no es infrecuente investigar los diámetros medios que se obtienen para
las edades deseadas, diámetros condicionados a su vez por las demandas del mercado. Esta correlación
permite que sea un criterio relativamente fácil de aplicar en la ordenación de masas irregulares en las que
no se dispone de la información de la edad de la masa en una determinada superficie, pero sí se fija el
diámetro máximo que se espera en la distribución diamétrica (y el número de pies en esta clase diamétrica
que condiciona, cuando se asumen las hipótesis del criterio bilógico de Liocourt, la densidad y espesura de
la masa).

También es frecuente aludir a criterios tecnológicos cuando se fijan momentos o dimensiones de corta
buscando una determinada calidad en los productos.

Sin embargo, la inestabilidad de los mercados de la madera y la incertidumbre en cuanto a las necesidades
o demandas futuras llevan a que este criterio se aplique con bastante frecuencia pero sin excesivo rigor.

CRITERIO DE MÁXIMA RENTA EN ESPECIE: Aplicado literalmente, buscaría la edad a la cual se maximiza la
producción en volumen de madera (cuando ésta es la producción preferente), luego prácticamente
coincidiría con la propia longevidad del árbol o de la masa (antes de que entrara en procesos de decrepitud
y de pérdida de biomasa) puesto que, siempre y cuando no se sobrepase la edad en la que se inician tales
procesos, cuanto más tiempo se mantenga el árbol en pie, más producción se logra (Williams, 1990). Esta
edad seria aquella a la cual se estabiliza la producción, es decir, cuando se alcanza la asíntota de la función
de producción, lo que llevaría a una cierta imprecisión. No obstante, el problema no se aborda desde esta
perspectiva desde el momento en que no se puede, en rigor, comparar la producción con independencia del
3
plazo de tiempo en que ésta se percibe. Es decir, ante el problema de qué es mejor, si conseguir VT m
(volumen referido a la unidad de superficie cuando se aplica a rodales regulares o a un individuo, si se aplica árbol a
árbol) a la edad de T años o VT’’ con T’ años, lo lógico es referirlo a un mismo plazo de tiempo. Para ello se
presupone que el primer modelo se repite T’ veces, mientras que el segundo se repite T veces:

Opción a
0  VT  VT  .....  VT  P roducción Total  V (m 3 ) * T ' esdecir
(T ' turnos de T años)
 T ' veces 

Opción b
0  VT '  VT '  .....  VT '  P roducción Total  VT ' (m 3 ) * T esdecir
(T turnos de T ' años)
 T veces 

Se trata ahora de comparar, para un mismo horizonte temporal de TxT’ años, cual de los dos modelos
proporciona la máxima producción:

VT V
VT  T '  ó  ó  VT '  T   ó  ó  T'
T T'
En definitiva, el problema se reduce a investigar en qué momento de la vida de la masa se produce el
máximo del crecimiento medio. La evolución del crecimiento medio, y su relación con el crecimiento
corriente, está ampliamente estudiado en la epidometría de las especies forestales españolas más
importantes.

14
Correlación que suele ser significativa –aunque no siempre– en masas regulares y mucho menos en las irregulares.

36
Para conocer los factores que influyen en la determinación del turno de máxima renta en especie es
conveniente repasar algunos conceptos relacionados con los modelos de producción (modelos que predicen
la producción en volumen/peso de madera en masas regulares a lo largo del tiempo).

La mayoría de los estudios de producción, y más concretamente las tablas de producción clásicas, se
asientan en dos leyes de producción forestal conocidas como la Ley de Clasificación o ley experimental de
Assmann y la ley de Eichhorn. La primera establece la siguiente relación: H (Ho) = f1 (Edad). La segunda
afirma que la producción total alcanzada por una masa regular normalmente densa, es función de la altura
media (o dominante), independientemente de la fertilidad de la estación y del tiempo empleado en alcanzar
dicha altura, es decir que Vtot = f2 (H ó Ho), o lo que es lo mismo, que a una determinada altura le
corresponde siempre una misma producción total. La combinación de ambas funciones quedaría recogida
en la siguiente expresión:

Vtot = f3 (Edad)

Tradicionalmente se acepta que esta ley se cumple de forma más o menos precisa cuando se aplica a una
determinada región forestal; sin embargo son numerosos los trabajos que han observado que la citada ley
no se cumple con una precisión lo suficientemente elevada en muchos casos. Concretamente, SCHÜTZ et
al (1979) recogen que la ley de Eichhorn es válida para la estimación de unos valores medios de
producción, pero ha de ser completada cuando se busca una alta precisión y/o cuando la ocupación del sitio
por la masa forestal muestra una amplitud de rango elevada.

En trabajos posteriores, el mismo autor (SCHÜTZ, 1990) precisa que la producción total en volumen para
una misma estación está influida de manera significativa por el tratamiento (densidad en este caso) y que
existe un óptimo de producción que varía con la edad. Aún más, “que la fertilidad expresada por la altura
alcanzada a una edad dada no se relaciona más que débilmente con la productividad de las distintas
estaciones”.

En síntesis, dado que puede existir una gran variación de la producción en una región forestal para una
misma altura dominante o, lo que es lo mismo, que la capacidad productiva de una estación referida a una
especie varía según la densidad de población base, será necesario también tener en cuenta estos aspectos
a la hora de investigar la edad a la que se produce el máximo del crecimiento medio.

Por ello, una vez se dispone de la expresión que relaciona la producción con la edad (habitualmente se
dispondrán de tantas relaciones como calidades de estación y densidades se presenten en la comarca en
cuestión), bastaría con derivarla con respecto al tiempo para determinar la edad a la que se alcanza el
máximo valor que, a su vez, es fácil demostrar que es aquel en el que coincide con el crecimiento corriente:

V f (t )
V  f (t ) IV  
t t
dIV f ' (t )  t  f (t ) f (t )
 0  f ' (t ) 
dt t2 t

El problema admite diversos enfoques dependiendo de las circunstancias que concurren en la ordenación
del monte:

 Producción a maximizar: Producción final o producción total (la masa final ó ésta más la masa
extraída en concepto de claras). Las tablas de producción clásicas suelen proporcionar la evolución
del crecimiento de la masa total.

 Calidad de estación: la calidad de estación influye en la evolución del crecimiento de la masa


y, por tanto, en la edad a la que se alcanza el crecimiento medio máximo. Si en un mismo monte
existen diferentes calidades de estación, con producciones significativamente diferentes, será
necesario investigar para cada una la edad a la que culmina el crecimiento medio.

 Las especies forestales presentes en la masa: En masas mixtas con más de una especie
principal (y todas ellas con fines productivos), cada una alcanzará el máximo a una edad diferente.
37
 La selvicultura aplicada (o las diferentes densidades): Dado que la producción total de la
masa puede variar de forma significativa dependiendo de la densidad de la masa, también lo hará en
función del tipo de selvicultura que se aplique. En general es difícil tener en consideración este
aspecto desde el momento que es improbable conocer la selvicultura que se aplicará a una masa
forestal, muy en especial cuando se trata de masas naturales y turnos largos.

Un aspecto importante a tener en cuenta cuando se aplica este criterio y que, además, simplifica la
determinación del turno de máxima renta en especie en masas mixtas, con diferentes calidades de estación o
con previsión de diferente selvicultura a aplicar, es el que las curvas de crecimiento medio suelen adoptar una
forma bastante aplanada en el entorno del máximo por lo que más que de una edad de madurez, es más
apropiado hablar de un periodo favorable para la edad de corta con vistas a maximizar la producción por lo que
no es infrecuente aplicar un turno “medio” cuando existen tales diferencias.

Una curiosidad: En los inicios de la historia dasocrática en España, dada la dificultad de disponer de modelos
de producción o de curvas de evolución del crecimiento, no era infrecuente que la determinación de este
máximo se estudiara con motivo del apeo de los árboles tipo, investigando en qué momento el crecimiento
relativo de los árboles (uno de los valores modulares) se igualaba a la inversa de la edad, puesto que ese
momento coincidiría con el máximo crecimiento medio. Se presenta el razonamiento:

f (t max)
IV f ' (t ) para t t maz f ' (t max ) t max 100
p(%)  100   100    p(%)  100   100  
V f (t ) f (t max) f (t max ) t max

Hoy en día, dada la disponibilidad de modelos de crecimiento y producción para las especies forestales
españolas más importantes (a excepción de la encina, pese a ser la más representada), es relativamente
sencillo aplicar este criterio en la ordenación de masas regulares. Una de sus ventajas, o inconveniente según
el enfoque que se le quiera dar, es que, al no tener en consideración ningún tipo de parámetro económico
(tipos de demanda, precios de la madera, costes de explotación, etc.), su valor es relativamente constante con
independencia de las condiciones de mercado de cada momento. Ha sido el criterio que más se ha utilizado en
la determinación de los turnos de corta en la ordenación de montes en España, que además, han sido en su
mayoría montes públicos.

Cuando se ha pretendido aplicar el criterio de máxima renta en especie a otras producciones diferentes a las
de la madera, en particular a la producción de resina o a la de corcho, la investigación del momento en que se
produce la máxima producción media lleva a una cierta indeterminación por existir un plazo en la vida del árbol
en que no se obtiene producto:

Habitualmente se recomienda empezar la resinación cuando el árbol alcanza los 20-30 cm. de diámetro
normal. Hasta entonces, no existe producción de miera. En la producción de corcho, el primer descorche o
desbornizamiento se efectúa cuando el árbol ha alcanzado los 20-25 cm. de diámetro normal sobre bornizo
(unos 60 cm. de circunferencia), dimensiones que se alcanzan a edades muy variables. Lo que es común a
ambos tipos de producción es el hecho de que exista un plazo de tiempo de d años en los que no se percibe
“renta en especie”, por tanto, y por analogía con la producción de madera, es difícil, cuando no imposible, que
las curvas de producción media y producción corriente lleguen en algún momento a encontrarse.

En el caso de la producción de miera, en un momento cualquiera de la vida de un árbol (o de un rodal) de t


años, suma de los d años que tardó en alcanzar las dimensiones mínimas para empezar a producir y los h
años que lleva produciendo, se tendría que:

ph ph
P. media  P. corriente  donde p  producción anual de miera const.
d h h

Es decir, como en este caso siempre P media < P corriente, en ningún momento la producción media alcanzará
los valores de la producción corriente, lo que vendría a proponer que se siguiera resinando el árbol de forma
indefinida. Es por ello que para la resina se solía fijar el turno de acuerdo con el número de caras de
38
resinación (desde 5 hasta 12), el número de entalladuras por cara (normalmente 5) y el número de años en
alcanzar las dimensiones mínimas para que el árbol fuera resinado (unos 20-30 cm de diámetro normal).
Existía una limitación de tipo práctico impuesta por la imposibilidad de exceder a un número determinado de
caras, límite que se alcanzaba bastante antes de alcanzar el momento en que declinaba la producción de
15
resina (Lleó, 1920) . Así por ejemplo, si el árbol en la zona considerada necesitaba N años para alcanzar los
30 cm de diámetro normal y se quería/podía abrir X caras de resinación y cada una de ellas con K
entalladuras, el turno estimado sería de:

T = N+X*K años

En donde X*K resulta ser la duración de la resinación, plazo en el que quedaría incluido el periodo de
regeneración (durante el cual se practicaría la ”resinación a muerte”). De acuerdo con esta expresión los turnos
más frecuentes en España aplicados al pino resinero para la producción de resina han sido (Serrano Orodea,
en Madrigal, 1994):

Turno= 80 N=40 X*K= 40


Turno= 100 N=40 X*K= 60
Turno= 120 N=48 X*K= 72

En definitiva, se estarían combinando ambos criterios técnico forestales para la determinación del turno que
optimiza la producción de resina.

Cuando se plantea el criterio de máxima renta en especie a la producción corchera es sensiblemente diferente
por el hecho de que la producción de corcho no es, como en la resina, constante en el tiempo. Asimilando la
producción corchera de cada turno de descorche con el crecimiento corriente, y el crecimiento medio con la
producción de corcho media a lo largo de la vida del rodal, el valor máximo de esta producción se alcanza a
edades muy avanzadas, probablemente posteriores al inicio de la decrepitud biológica del rodal/árbol. Además,
la función de la producción corriente es constantemente creciente y, aún cuando no está estudiado, se estima
que no alcanza su máximo antes de la decrepitud física del rodal. Es por ello que ambas funciones carecen de
punto de intersección o si existe, está aún indeterminado (Montero, en Madrigal, 1994). Es frecuente por ello
que en alcornocales ordenados se alargue la edad de corta del arbolado lo más posible, siendo la única
limitación la decrepitud de los individuos de la masa (criterios biológicos) o la calidad del corcho (criterios
tecnológicos). Como la propiedad suele ser reacia a cortar el árbol mientras produzca corcho, la práctica
habitual es “entresacar” sólo aquellos alcornoques que lo han dejado de producir o en los cuales es difícil su
extracción. De acuerdo con estas consideraciones se deduce que la ordenación de los alcornocales suele
generar formas de masa irregular.

CRITERIOS DINERARIOS: Son criterios que pretenden maximizar la producción en dinero de la inversión forestal.
Al utilizar como unidad que cuantifica la producción el euro (u otra moneda) tienen la ventaja de permitir
abordar la optimización de funciones de producción múltiples: madera, miera, corcho, pastos, caza, recreo…,
siempre y cuando se sea capaz de valorarlas. En este caso, sería necesario también desarrollar modelos
matemáticos que expresen la evolución de esta producción conjunta en función del tiempo o edad de la masa.
Los enfoques, dependiendo de que se tenga en cuenta o no el interés de la inversión, son:

1. Criterio de máxima renta en dinero  No consideran el interés de la inversión


2. Criterios financieros  Consideran el interés de la inversión (Índices Valor actualizado neto –
VAN– y Tasa interna de retorno –TIR– ). Existen diferentes criterios para este enfoque:
 Criterio de Fisher (maximiza el beneficio dinerario –VAN– de un proyecto forestal en el
que solo existe un pago inicial de la inversión y un ingreso final único)
 Criterio de Hartmann (incorpora al criterio de Fisher las externalidades positivas de la
masa forestal –beneficios ambientales-)
 Criterio de Faustmann (incorpora al criterio de Fisher el coste de oportunidad de la tierra
que se destina a la producción forestal)
 Criterio de Boulding (Maximiza la TIR)

15
Lleó, A. 1920. “Notas sobre el turno y sobre las dimensiones de las caras de resinación en los pinares
españoles”. Montes Nº 1043, 1044 y 1045. 29 pp.
39
Habitualmente NO se utiliza un único criterio para fijar el momento óptimo de corta, sino una combinación de
dos ó más. Con ello se facilita la consecución de los múltiples objetivos, productos o funciones que concurren
en un mismo monte. Igualmente, aunque por facilidad en los cálculos se suele adoptar una edad concreta
como edad de madurez, es más adecuado hablar de un intervalo de edad óptimo lo que, a su vez, resta
importancia a los sacrificios de cortabilidad.

Un ejemplo en el que se combinan diferentes criterios para determinar el turno se puede apreciar en la
ordenación de pinares de pino piñonero dependiendo de cuál sea la producción prioritaria. Montero, Calama y
16
Ruíz Peinado (2008) sugieren para la producción conjunta de madera y piñón turnos entre 80 y 120 años
que, sin embargo, rebajarían a los 60 a 80 si la producción es la madera; y lo elevarían hasta los 150 años
cuando la producción de piñón es la prioritaria. Sugieren no obstante que el gestor investigue en su zona en
qué momento se aprecia una merma en la producción piñera. Se citan turnos de unos 40-50 años para la
producción de biomasa (leñas), edad inferior a la que se alcanza el máximo crecimiento medio que sitúan en
torno a los 35 años. Comentan finalmente que los turnos más largos son los más compatibles con uso
recreativo y paisajístico.

IOMA (1970),
Art. 90 “La índole de la propiedad y las finalidades de la ordenación proporcionarán elementos de juicio sobre
el criterio de cortabilidad mas deseable en las condiciones selvícolas y productivas de cada monte en
particular”.

Art. 91 “Las condiciones fluctuantes de la demanda influirán en que el turno tenga un carácter provisional de
base de partida, revisable antes de su plena vigencia. Sin embargo, se evitará una reducción incontrolada de
los turnos que, aparte de los riesgos selvícolas, envilezca los precios, haciendo inviable una ordenación de
masas aptas para producciones de mejor calidad y precio”

Art. 92 “La adopción del cuartel al tipo ideal de organización, se producirá en un turno transitorio cuya
duración dependerá de las diferencias existentes entre las formas de masa actuales y las señaladas como
objetivo de la ordenación en la hipótesis de un turno definitivo”

IGOMACyL (1999)
Art. 143
1. “La elección de las edades de madurez de las especies principales, y la posible previsión de un turno de
transformación o plazo de organización, debe hacerse teniendo en cuenta los objetivos de la ordenación.
A tal efecto podrán considerarse distintos criterios de máximo rendimiento: de máxima renta en especie,
tecnológicos, financieros y de cortabilidad física, contrastando, a ser posible los resultados obtenidos con
cada unos de los criterios”.
2. Las edades de madurez, y en su caso, los turnos de transformación elegidos serán revisables
periódicamente.

IGOMCAA (2004)
Art. 185
1. “…..La elección del criterio o criterios de cortabilidad aplicables al cuartel se hará razonadamente, en
correspondencia con el modelo de usos elegido y con objeto de optimizar las funciones asociadas a
dichos usos.”
2. Los criterios de cortabilidad pueden se de tres tipos: biológicos, técnico-forestales o financieros.
3. La preferencia por uno u otro criterio estará en función de la jerarquía de usos que se establezca en el
cuartel. En modelos de uso múltiple, sin jerarquía apreciable, deberá optarse por una combinación de
criterios que, en la medida de lo posible, maximice el potencial del cuartel en todos los usos existentes”
4. Los criterios de cortabilidad podrán ser revisados periódicamente.

16
“Selvicultura de Pinus pinea L.” En Serrada, R. Montero, G y Reque, J.A. 2008 “Compendio de
Selvicultura aplicada en España”. INIA. Ministerio de Educación y Ciencia.
40
3. EL PRINCIPIO DE LA RENTA CONSTANTE
La articulación del tiempo y el espacio, es decir, cómo se aplica la selvicultura en el tiempo y en el espacio, y c
son decisiones de la ordenación correspondientes al Plan General y su denominación difiere dependiendo del
tipo de tratamiento de cortas de regeneración que se aplique.

Las unidades de tiempo en la ordenación: en la ordenación de masas regulares se refiere a los plazos
o subdivisiones del turno en los que se aplica una determinada corta de regeneración y/o de mejora. En
masas irregulares, la forma en que se organiza la corta de entresaca en el transcurso del tiempo.

Periodo de regeneración: plazo de tiempo exigido/utilizado para la reposición del vuelo extraído por la corta
final en una determinada superficie  Clases artificiales de edad. Para masas monoespecíficas, o mixtas con
especies de temperamento análogo, se determinaba un único periodo submúltiplo del turno.

Tiempo de paso: Intervalo de tiempo que transcurre para que el diámetro normal de un árbol pase de una
clase diamétrica a la siguiente

Rotación: Plazo de tiempo entre dos cortas consecutivas de igual naturaleza en una misma superficie.
También, ciclo de una corta periódica.  Rotación de la entresaca
 Rotación de claras
En las masas regulares la rotación de la corta de regeneración equivaldría al turno.

Periodicidad en la percepción de la renta: los principios de la ordenación abogaban por un modelo que
generara rentas constantes pero no necesariamente anuales puesto que no siempre es necesario, posible o,
incluso conveniente. Motivos de diferente índole (intereses de la propiedad, condiciones del aprovechamiento,
fluctuaciones en los precios de mercado, tamaño del cuartel, ...) llevan en numerosos casos a modelos de
organización en donde la renta es periódica, recomendándose que dicha periodicidad no supere los 5 años.

Las unidades de espacio en la ordenación

Sección: Agrupación de cuarteles con una cierta afinidad en propiedad, tratamiento, especie y/o destino de la
producción.

Cuartel: Unidad mínima a la que se refiere un Plan de ordenación y, por lo tanto, una unidad de objetivos
comunes y una unidad que busca el equilibro de las clases de edad (en masas regulares) o el equilibrio de la
distribución diamétrica (en masas irregulares). (Ver Objetivos concretos de la ordenación).

Unidad selvícola de corta17: Agrupación de cantones o de rodales, no necesariamente contiguos (aunque


en los inicios de la ordenación se promovía, por economía del aprovechamiento y problemas con el pastoreo,
que sí lo fueran) en los que se interviene en un mismo plazo de tiempo con una misma selvicultura 
Potenciales estratos del Inventario. Los más habituales en la ordenación clásica son:

 Tranzones  Área anual de corta a hecho o a matarrasa (En la ordenación clásica, también superficie de la
que se extraen anualmente productos no madereros –resina, corcho–).  Modelo de Serie
ordenada/graduada de Tranzones.
 Tramos  Unidad de corta por aclareo sucesivo; ocasionalmente, suma de superficies continuas de cortas a
hecho  Modelo de Tramos
 Tramos de entresaca  cortas de entresaca  Modelo de Monte irregular

En la actualidad se tiende a prescindir de la división del monte en cuarteles y se promueve la definición clara e
“indeleble” de los cantones en el monte. Estos quedarían como las únicas unidades permanentes. La
heterogeneidad interna de estos cantones (con superficies variables, superiores a 10 ha aunque

17
La posibilidad, cada vez más frecuente, de que los tramos o tranzones no sean superficies cerradas y continuas
(Método de ordenación por rodales), está llevando a que la unidad de actuación selvícola sea prioritariamente el rodal.

41
preferiblemente mayores de 30 ha) obligaría a su subdivisión en rodales (unidades superiores a 1 ha y como
máximo, la superficie del cantón) que quedarían como unidades selvícolas de corta.

De la organización en el tiempo y en el espacio de los tratamientos selvícolas surgen los diferentes tipos
teóricos de organización (modelos de MONTE NORMAL). La consecución de estos modelos teóricos llevó a
que se desarrollaran diferentes MÉTODOS DE ORDENACIÓN. Todos ellos tienen un objetivo común, generar
un modelo de monte tal que proporcione rentas constantes. Para ello el fundamento es relativamente sencillo,
dividir el monte o cuartel de ordenación en superficies iguales (o equiproductivas) y aprovechar cada una de
ellas en igual plazo de tiempo.

Tipos teóricos de organización  Modelos de Monte Normal

Forma Tratamiento de
Renta en Modelo de Monte
Principal Condiciones cortas de
especie Normal
de masa regeneración

Serie Ordenada
Anual
de Tranzones
Masas Equilibrio/proporcionalidad Cortas a hecho
coetáneas entre edades y superficies o a matarrasa
Serie Graduada
Periódica
de Tranzones

Equilibrio/proporcionalidad Cortas por


Masas Anual (ó
entre clases de edad y aclareo Tramos Periódicos
regulares periódica)
superficies sucesivo

Masas Equilibrio en la distribución Cortas de Anual o Monte


irregulares diamétrica entresaca periódica Entresacado Ideal

42
4. EL MONTE NORMAL18

4.1. EL MONTE NORMAL EN LAS MASAS REGULARES

El monte normal es un modelo conceptual –matemático, teórico e ideal–- desarrollado en Alemania en los
inicios de la ciencia dasocrática para facilitar la organización racional y económica de las masas arboladas.
Hoy en día tiene sentido por su valor pedagógico, de ahí que se siga incluyendo en los programas académicos
19
de la asignatura de ordenación de montes. Lo que Judeich comentó al respecto hace más de un siglo es
bastante esclarecedor:

“Las particularidades de la madera, de contarse


entre los bienes imprescindibles y de ser una
mercancía poco manuable para el comercio
ulterior, y además de la circunstancia de que en
la Economía forestal están separados
generalmente el nacimiento del árbol y su
aprovechamiento por grandes espacios de
tiempo, hicieron aparecer pronto como una
necesidad económica la determinación del
rendimiento posible. Cuanto más difícil parecía
ser o era realmente la solución de este
problema, tanto más se esforzaron los hombres
de ciencia en encontrar y allanar el camino que
debía conducir a este objeto. Evidentemente, no
podía proporcionar el estado desordenado de la
mayor parte de los montes el principio director,
sino que hubo de idear para el monte estados
sencillos, artificiosos y libres de la influencia de
todos los fenómenos que perturban el
aprovechamiento regular. Solamente de este
modo fue posible un fundamento utilizable por
medio del llamado “monte normal”, que es tan imprescindible para el estudio de estados reales de monte,
como las fórmulas de los volúmenes de cuerpos sencillos geométricos (cono y cilindro) lo son para la
cubicación de los árboles, aún cuando estos mismos no sean cuerpos regulares. Es más: este fundamento,
por su esencia principalmente matemática, encontrado en el monte normal, constituía la meta a la cual se trató
de encaminar más o menos directamente el estado anormal existente en el monte, si bien en la convicción de
que este ideal no podría alcanzarse jamás por completo”.

Mackay (1944) se expresa en términos muy parecidos: “El monte normal surge de la necesidad de establecer
un conjunto de normas referentes a organizaciones ideales, claras y sencillas que superen las trabas que la
realidad física y social opone al desarrollo completo y exacto de los planes de ordenación. El cuartel de
ordenación en el que se suponen esta organización se llama monte normal. Cada combinación de método de
beneficio, tratamiento y modo de rentabilidad da origen a uno de esos tipos o patrones”.

Pese a que el monte normal parece un concepto “superado” hace ya muchos años, el ordenador debe seguir
teniendo una referencia sobre el modelo o tipo de monte hacia el que se dirige con sus actuaciones. Llamarlo
“monte normal”, “tipo de bosque final” o “monte objetivo” es indiferente, lo cierto es que sigue siendo necesario
establecer el modelo de monte que se quiere en el futuro (próximo o lejano), modelo que no tiene por qué ser,
o no debe ser, un punto de referencia único y estático ya que se irá modificando en el transcurso del tiempo
(revisiones) de acuerdo con las nuevas demandas o los nuevos conocimientos que se tengan de la masa
forestal y del ecosistema.

18
Más propiamente debería hablarse de “cuartel” normal puesto que la estructura global de masa y los
objetivos a alcanzar se establecen de forma independiente para cada cuartel definido en el monte.
19
Judeich, F. 1904. “La Ordenación de Montes”. Traducido por E.Herbella y Zobel en 1913. 221 pp.

43
En la ordenación para la consecución de masas regulares los modelos de monte normal varían en función del
tipo de corta de regeneración y el modo de rentabilidad. Así para un cuartel de S hectáreas y una edad de
madurez de T años se podrían fijar los siguientes modelos:

1.- Cortas a hecho o a matarrasa:


1.a.- Renta anual → Serie ordenada de tranzones
 Superficie de actuación = tranzones  Ca= S/T (ha) (cabida anual de corta)
 Balance equilibrado de edades: Cada edad está representada por una superficie igual a Ca= S/T
(ha) hectáreas

EDAD TRANZONES 1 2 3 4 …………… T-1 T (año 0)

1.b.- Renta periódica → Serie graduada de tranzones (renta periódica, cada h años, con h submúltiplo de T
T/p =  K (nº de tranzones)
 Superficie de actuación = tranzones  Ca= S/k = (S/T)h (ha) (cabida anual de corta, cada h años)
 Balance equilibrado de edades: Cada edad, a intervalos de h años, está representada por una
superficie igual a Ca= S/k = (S/T)h

EDAD TRANZONES h 2h 3h ……………….. T-h T


(Tranzón maduro en edad de corta)

EDAD TRANZONES h+1 2h+1 3h+1 ……………….. T-h+1 1


(faltan h-1 años para la corta del tranzón maduro)

2.-. Cortas por aclareo sucesivo → Tramos periódicos (renta anual o periódica)

 Periodo de regeneración = p años (p submúltiplo de T)  T/p = K (nº de tramos)


 Superficie de actuación = tramos Cp= S/k = (S/T)p (ha) (Cabida periódica o superficie de corta
durante p años)
 Balance equilibrado de clases de edad: Cada clase de edad está representada por una superficie
igual a la cabida periódica Cp hectáreas

CLASES DE EDAD 1~ p (p+1) ~ 2p (2p+1) ~ 3p ……… T-2p+1 ~ (T-p) T-p+1 ~ T


EN TRAMOS

Hipótesis para la definición, comprensión y configuración del monte normal


• Masa monoespecífica y de calidad de estación única
• Regeneración inmediata (en los tiempos y plazos previstos o deseados)
• Ritmo de crecimiento anual constante a lo largo de toda la vida de la masa (y conocido)
• Turno óptimo (y conocido)

Datos de partida para el Monte Normal


Superficie del cuartel = S ha “normalmente” pobladas
Edad de madurez = turno = T años (óptimo de acuerdo con uno o varios criterios de cortabilidad)
Es posible llegar a determinar:
 Vi = Existencias normales, en m /ha, a la edad i (supuestamente conocidas por modelos de
3

crecimiento y producción  Vi = f (edad) )


ó
 α = crecimiento normal medio, constante (supuestamente conocido) a lo largo del turno

44
Estimación de existencias y crecimientos “Normales”

1. TRATAMIENTO DE CORTAS A HECHO (O A MATARRASA)

1.A) Serie ordenada de tranzones (renta anual constante)

EDAD TRANZONES 1 2 3 4 …………… T-1 T (año 0)

VOLUMEN EN OTOÑO V1 V2 V3 V4 ………………… VT-1 VT (año 0)


VOLUMEN EN PRIMAVERA V1 V2 V3 V4 …………………. VT-1 0 (año 1)
VOLUMEN EN OTOÑO V2 V3 V4 V5 ………………… VT V1 (año 1)

VOLUMEN EN OTOÑO α 2α 3α 4α …………..... (T-1)α Tα (año 0)


VOLUMEN EN PRIMAVERA α 2α 3α 4α …………..... (T-1)α 0 (año 1)
VOLUMEN DE OTOÑO 2α 3α 4α 5α …………..... Tα α (año 1)

VOTOÑO m 3   V1  V2  V3  .....  VT 1  VT 


S
T Ó

VOTOÑO m 3     2  3  ....  (T  1)  T     T 


S S
T 2
Progresión aritmética con T términos

VPRIMAVERA m 3  V1  V2  V3  .....  VT 1  0


S
T Ó

VPRIMAVERA m     2  3  ....  (T  1)  0  T   


3 S S
T 2

VOTOÑO( 0)  VPRIMAVERA (1) S V  S T 


V N (m 3 )   V1  V2  V3  .....  VT 1  T  
2 T 2  2
De donde se deduce que la “normalidad” en las existencias de un monte no implican que el monte esté
“normalizado” puesto que un monte poblado por una masa coetánea, con una edad de T/2 años, y con la
misma superficie de S ha tendría las mismas existencias –bajo la hipótesis antes enunciadas– que otra con
la distribución normal de clases de edad (presencia de todas las edades del turno y todas ellas
representadas por la misma superficie)

S  VT S  T  
IVN (m 3 / año)  VOTOÑO(1)  VPRIMAVERA (1)    S 
T T
De esta igualdad se deduce que el crecimiento total de la masa ( S x α m /año) es equivalente a las
3

existencias del tranzón maduro.

Los modelos de Serie graduada y Tramos periódicos no son más que casos particulares del modelo general
de la Serie ordenada:

45
1.b) Serie graduada de tranzones

EDAD TRANZONES h 2h 3h ……………….. T-h T


(Tranzón maduro en edad de corta)

VOLUMEN EN OTOÑO Vh V2h V3h …………………………. VT-h VT


VOLUMEN EN PRIMAVERA Vh V2h V3h …………………………. VT-h 0

(Transcurridos h años)

VOLUMEN EN OTOÑO V2h V3h V4h …………………………. VT Vh

 h  Vh  2 2 h  ....  VT h  VT    h  h  2h  ...   (T  h)  T    (h  T )


S S S
VOTOÑO (m 3 ) 
T T 2
Progresión aritmética con K términos

VPRIMAV (m 3 )   h  Vh  V2 h  .....  VT h  0   h  h  2h  ....   (T  h)  0   (T  h)


S S S
T T 2

VOTOÑO  VPRIMAVERA S  V  S T 
V N (m 3 )    h  Vh  V2 h  .....  VT h  T  
2 T  2  2

S  h  VT 3 S
IVN  VOTOÑO  VPRIMAVERA  m / año cada h años  IVN  VT  S   m 3 / año
T T

2. TRATAMIENTO DE CORTAS POR ACLAREOS SUCESIVOS: Tramos periódicos(renta anual o periódica)

CLASES DE EDAD 1~ p (p+1) ~ 2p (2p+1) ~ 3p ……… T-2p+1 ~ (T-p) T-p+1 ~ T


EN TRAMOS

VN y IVN se estimarían de igual forma que en el modelo de la serie ordenada de tranzones (si bien en este
caso son las clases artificiales de edad, y no las edades, las que están localizadas en superficie)

En este caso, y dado que en el monte normal se corta lo que la masa crece, una alternativa a la estimación
del crecimiento normal IVN sería como media del volumen extraído en el tramo maduro (última clase de
edad) durante el periodo de regeneración:

Vregeneración S  VT  p 1  VT  p  2  ....  VT 1  VT 


IVN (m 3 / año)  
p Tp

No obstante, esta expresión infraestima el crecimiento de la masa al no considerar el crecimiento de la


masa residual que va quedando durante las diferentes fases del aclareo sucesivo.

46
Estimación de las Existencias Normales a partir de una Tabla de Producción

Cuando no se dispone de la expresión matemática que estima las existencias a partir de la edad de la masa
3
[Vi = f (edad)] pero sí se conocen los volúmenes unitarios (m /ha) para determinados valores de la edad (a
intervalos constantes de  años), la estimación de las existencias normales vendría dada por la siguiente
expresión:

S  V 
V N (m 3 )     Vk  Vk   Vk  2  .....  VT   T 
T  2 

Donde:
  intervalo de edad de las tablas de producción
K = edad mínima a partir de la cual la tabla de producción aporta datos

S
Y el crecimiento normal: IVN (m 3 / año)   VT
T

Una de las conclusiones más prácticas (y, por otra parte, lógica para el aprovechamiento de un recurso
renovable) deducidas de estos cálculos matemáticos es que, de acuerdo con las hipótesis de partida, en el
monte normal la tasa de corta sería igual al crecimiento de la masa arbolada. De hecho, el mejor indicador
para valorar la magnitud de la tasa de corta en un monte, una comarca o, incluso, un país o continente es en
porcentaje del crecimiento de sus bosques.

Dado lo obsoleto del concepto, también el conocimiento de las existencias y crecimientos normales tiene
hoy escasa utilidad. Si acaso, podrían tener aplicación para la estimación de la posibilidad teórica a partir
de las fórmulas racionales (Ver capítulo Posibilidad maderera), es decir, la tasa de corta en los montes
ordenados.

Las enormes incertidumbres que rodean a la evolución de una masa forestal, y el largo tiempo para
conseguir los estrictos modelos de monte normal, llevaron a que, pese a que formalmente se estableció
como objetivo en la mayoría de los montes inicialmente ordenados (siglos XIX y XX –hasta los años 70–),
la rígida aplicación por la que fueron duramente criticados fue más teórica que real y sus prescripciones
fueron adaptadas con mucha más flexibilidad de la que aparentemente admitían los métodos de ordenación.
La base conceptual, eminentemente teórica, del monte normal y la multitud de factores y circunstancias que
confluyen en la ordenación tal cual se concibe hoy en día, le otorgan un valor histórico y pedagógico, nada
más.

Más que los modelos de monte normal, son necesarios modelos de crecimiento y producción de masas
para cada especie (casi siempre suelen ser monoespecíficas) y calidad de estación, que permitan tomar
decisiones de carácter silvícola (densidades iniciales, fechas y peso de las claras –en plantaciones, podas o
fertilizaciones–), dasocráticas (momentos óptimos de corta), relativas a la planificación a escala comarcal o,
20
incluso, permiten también actualizar inventarios con pocos datos (García, 2007) (las tablas de producción
serían los modelos más sencillos de todos los que habitualmente se elaboran)

20
García, O. 2007. “Desarrollos de matemática aplicada e informática en la modelización forestal”. Curso impartido en la
Facultad de Informática por el Prof. Oscar García (University of Northern British Columbia)

47
4.2. EL MONTE NORMAL EN LAS MASAS IRREGULARES: EL MONTE ENTRESACADO IDEAL O MONTE EN
EQUILIBRIO

El monte entresacado ideal tiene unas connotaciones análogas a las del modelo de monte normal de las
21
masas regulares. Schütz define el monte entresacado ideal o monte irregular ideal como el fustal constituido
por árboles con copas contiguas ocupando todo el espacio vertical y cuya estructura se mantiene invariable en
el espacio y el tiempo, en una superficie restringida (pequeña) y donde se lleva a cabo siempre el mismo
tratamiento, la entresaca. Este modelo viene a ser el paradigma de la constancia y autorregulación del
ecosistema forestal en el que se “superan” todas las trabas que la realidad impone. La denominación de
monte “en equilibrio” se le atribuye por el hecho de que en él se supone que las muertes o, en su caso,
extracciones, quedarían compensadas por las incorporaciones (regeneración, paso a fustal y “salto” de árboles
de una clase diamétrica a la siguientes). Tal “equilibrio” lleva a que –en teoría– un rodal irregular mantendría
más o menos estable la distribución diamétrica (a diferencia de los rodales regulares para los que la
distribución diamétrica variaría con la edad desplazándose hacia valores superiores de diámetros y
disminuyendo el número de pies por unidad de superficie)

En las formas de masa irregular no están localizadas ni las edades ni las clases de edad. Su estructura se
mantiene mediante cortas de entresaca que tienen el doble carácter de corta de regeneración y corta de
mejora en una misma superficie (rodal o cantón) por lo que, en principio, es el modelo de organización en
donde es más difícil diferenciar qué parte es selvicultura (tratamiento) y cuál ordenación (organización del
tratamiento)

El estudio del monte entresacado ideal obliga también a establecer una serie de hipótesis de partida que
hagan más fácil su comprensión.

Hipótesis para la definición y configuración del monte entresacado ideal

• Masa monoespecífica y de calidad de estación única


• Regeneración inmediata tras la corta de los árboles de mayor diámetro

22
Ritmo de crecimiento diametral conocido y constante a lo largo de toda la vida de la masa
(=tiempo de paso constante en todo el rango diamétrico) Diámetro  Edad.
• Diámetro de cortabilidad óptimo de acuerdo con la máxima utilidad

Distribución diamétrica del monte en equilibrio

La caracterización de la distribución diamétrica del monte en equilibro permite valorar y comparar la


distribución de un determinado rodal con aquella supuestamente en equilibrio. A partir de tal comparación se
dispone de información valiosa que facilita la toma de decisiones relacionadas con su gestión: presencia
“adecuada”, o no, de pies en todas las categorías (medianos, delgados gruesos o muy gruesos), ritmo de
incorporación de pies a la primera clase diamétrica inventariable, niveles de producción, modo de aplicar la
entresaca, etc.

Estas funciones de distribución adoptan la forma de J invertida y suelen formularse a partir de criterios de
equilibrio selvícolas, entre los cuales los más conocidos son el criterio biológico de Liocourt y el criterio areal
de Beranger, ambos formulados a finales del siglo XIX.

21
Schütz , J.Ph. 1989. “Le régime du jardinage”. Document autographique du cours de sylviculture III
(régénération des forêts). Chaire de sylviculture, ETH – Zurich.
22
En realidad esta hipótesis se aproxima bastante a la realidad en las masas irregulares, a excepción de en
las primeras edades en las que, al estar los más jóvenes “a la espera” bajo el dosel de los mayores un
número indefinido, y variable, de años, pueden llegar a presentar unos crecimientos menores.

48
1. CRITERIO AREAL DE BERANGER
Este criterio establece que “en una masa irregular en equilibrio, la proyección de las copas de cada clase
diamétrica ocupa una cabida equivalente”, de forma que existirían tantas superficies iguales como clases
diamétricas. Admitiendo una relación lineal entre proyección de copas y secciones normales respectivas, el
criterio establece, por simplificación, que:

  
n1 d12  n2 d 22  ...  nk d k2  const. k  nº de clases diamétrica s
4 4 4
De acuerdo con este criterio, sólo sería necesario conocer o determinar la espesura “normal” u óptima para
la especie, calidad de estación y objetivos de la ordenación (que, a su vez, ayudarían a establecer el
diámetro máximo de cortabilidad) para definir la distribución diamétrica óptima. Este criterio es de escasa
aplicación si bien sus postulados se han utilizado para la determinación de la espesura de las diferentes
categorías de resalvos en los tratamientos de conversión de montes bajos y en los montes medios.

2. CRITERIO BIOLÓGICO DE LIOCOURT


Este criterio se ha utilizado y se utiliza con frecuencia en los estudios para determinar las distribuciones
diamétricas de equilibrio pues se tiende a aceptar que sus hipótesis o postulados se aproximan más a la
realidad de las masas irregulares. El criterio establece que en una masa irregular en equilibrio “la relación
entre el número de pies de una clase diamétrica y la siguiente es constante (q) en todo el rango diamétrico”.
Es decir:
N1 N 2 N
  .....  K 1  q k  nº de clases diamétrica s
N2 N3 NK

o lo que es lo mismo:

N1  qN 2  q 2 N 3  .....  q k 1 N k

equivalente a una progresión geométrica a partir de la cual se puede definir la Serie Mínima o aquella “serie
de árboles que producen, en la distribución en equilibrio, 1 pie de la clase diamétrica madura”. Una vez
conocido q, la serie mínima se obtendría a partir de la hipótesis de Liocourt sin más que sustituir Ndmax por
la unidad.

A la constante q se la denomina constante de Liocourt (1898), coeficiente de mortalidad o tasa de


decrecimiento. Su valor define la pendiente de la curva y siempre es mayor a la unidad, oscilando entre 1’3
23
y 2 para intervalos de clase diamétrica de 5 cm (Daniel et al. 1979) aunque en España no son infrecuentes
valores mayores. Los valores inferiores del coeficiente producen curvas más planas para la distribución de
frecuencias lo que supone una mayor proporción de árboles grandes en el rodal. Por el contrario, valores
mayores de q generan curvas de distribución con mayor proporción de árboles pequeños. La tasa de
decrecimiento también depende de la especie y de la calidad de estación. Para un mismo intervalo de clase
diamétrica y especie, q es menor cuanto mejor es la calidad de estación. Es decir, serían necesarios menos
pies en las clases diamétricas inferiores para proporcionar un pie de la clase diamétrica superior. No es
infrecuente, al menos en los comienzos de la ordenación de un monte para aproximarlo a la estructura
irregular, adoptar un valor de q para las clases diamétricas superiores y otro diferente para las inferiores.

La ley de Liocourt fue expresada matemáticamente por Meyer muchos años más tarde mediante una
función exponencial negativa:

y  Ke  ax

23
Daniel, P.W., Helms, U.E., Baker, F.S. Principios de Silvicultura. Ed. McGraw Hill. 2ª Edición (1ª en
español). 492 pp.
49
Donde
y = frecuencia (en pies por ha, porcentaje, o tanto por 1) en la distribución diamétrica
x = diámetro normal
K, a = constantes, características de la distribución diamétrica que, conocido q, se pueden
determinar a partir de las siguientes expresiones:

a) .
e aω  q y conocido a, k se deduce de la expresión de la función de distribución

d min

 ke
 ax
b) . dx  1, 100 ó N pies / ha del monte entresacado ideal
d maz

En el inicio de la ordenación de un monte y cuando no se dispone de información sobre las espesuras


normales y sobre la tasa de decrecimiento para una determinada especie y calidad de estación es
recomendable investigar ambos valores a partir de su observación –inventario- en rodales del monte que
muestren densidades adecuadas para los objetivos de la gestión y una distribución diamétrica adecuada
(con presencia de pies en todas las clases diamétricas y sin “saltos” bruscos de una clase a otra). Los
posibles errores cometidos se irán detectando con la aplicación de la selvicultura y se podrán ajustar los
valores en las siguientes revisiones.

Estimación de las existencias y crecimientos del monte entresacado ideal.

La estimación de las existencias y crecimientos normales del monte entresacado ideal se obtendría por la
3 3
aplicación de tarifas de de volumen [V (dm /pie)= f(d)] crecimiento y [IV (dm /pie y año)= f(d)]
respectivamente a la distribución diamétrica del monte entresacado ideal.

50
5. – LA POSIBILIDAD (MADERERA)

La posibilidad es un concepto forestal de carácter netamente técnico-económico que permite al gestor medir la
intensidad con que interviene en la masa con vistas a lograr algunos de los objetivos previamente establecidos
en el plan de ordenación. La posibilidad maderera es la herramienta con la que el gestor consigue los objetivos
de la ordenación y, en los montes productores, constituye también uno de los fines de la ordenación.

MACKAY (1949) "Tasa que sirve de norma o límite para la realización o extracción de los productos en
especie". En el monte normal se amplía a "la expresión de la capacidad productiva del cuartel bajo las
características elegidas".

TERMINOLOGIA FORESTAL ESPAÑOLA (1973) "Cantidad de productos que pueden aprovecharse en un


tiempo dado, con arreglo a la ordenación del monte".

DICCIONARIO FORESTAL MULTILINGÜE (1975) "Cálculo de lo que podrá ser cortado anual o periódicamente
sobre una extensión de bosque y por unos lapsos de tiempo dados, de acuerdo con los objetivos de la
ordenación".

DICCIONARIO DE LA NATURALEZA (1987) "Tasa de corte anual, calculada en función del rendimiento
constante y medida en volumen de madera o en superficie de bosque a talar". "Volumen o cantidad de
productos principales o intermedios, que podrán ser extraídos anual o periódicamente de una superficie forestal
y en un plazo de tiempo dado, de acuerdo con los objetivos de la explotación y con unas restricciones
determinadas".

FAO, (1993) “La ordenación sostenible de los bosques para la producción de madera se basa en un principio
aparentemente sencillo. Todo lo que hay que hacer es aprovechar la madera con una tasa anual media no
superior a la que puede producir el bosque…”

DICCIONARIO FORESTAL (2005) “Es la cuantificación de los productos directos que un monte ha producido o
debe producir. Se expresa en unidades de producto; para madera, normalmente, en metros cúbicos con
corteza, por unidad de espacio y de tiempo”

POSIBILIDAD EN CABIDA

La estimación de la superficie anual de corta es un dato relativamente sencillo de estimar en la ordenación de


masas en las que se busca la estructura regular. Se puede comprobar cómo para los tres modelos de monte
normal estudiados la posibilidad en cabida es siempre la misma y sólo varía la forma en conseguirla. Así
tenemos que para una superficie de ordenación de S ha pobladas por una masa forestal cuya edad de madurez
es de T años, la posibilidad en cabida sería:

Serie ordenada de tranzones: Ca= (S/T) hectáreas/año


Serie graduada de tranzones: Ca= (S/T)h hectáreas/cada h años  Ca= (S/T) hectáreas/año
Serie graduada de tranzones: Ca= (S/T)p hectáreas/durante p años  Ca= (S/T) hectáreas/año
Monte entresacado ideal: Ca= S hectáreas/año

Esta forma de estimar la posibilidad es la más sencilla de aplicar puesto que la superficie de corta sería
fácilmente localizable y produce (o mantiene) el modelo de monte normal de forma automática (siempre y
cuando, tras la corta, la regeneración se consiga en el plazo previsto). Su aplicación es posible tanto en masas
regulares como irregulares si bien en este último caso no es posible deducir de la superficie tratada la cantidad
de producto a extraer. Para masas regulares, sin más que disponer de una tabla de producción que proporcione
V=f(edad), sería posible estimar la posibilidad en volumen si bien la corta de superficies iguales casi nunca
genera volúmenes de corta iguales. Por otra parte, y también para masas regulares, cualquier imprevisto o
alteración rompería el equilibrio de las clases de edad.

En la ordenación de montes es frecuente trabajar casi siempre con un cierto control de la superficie anual a
regenerar si bien rara vez se aplica, ni nunca se aplicó, de forma estricta.

51
POSIBILIDAD EN VOLUMEN (POSIBILIDAD TEÓRICA): El volumen de corta se estima a partir de la aplicación de
diferentes fórmulas al total del monte o cuartel.

Formulas Racionales (…que, por un proceso de autocorrección, tienden a alcanzar los niveles de existencias
previstas en el turno de transformación. Art. 119, IOMA. 1970).

Siendo:
3 3
VN Existencias Normales (m ) IVN Crecimiento Normal (m /año) (=PN Posibilidad Normal)
3 3
VR Existencias Reales (m ) IVR Crecimiento Real ((m /año)
Tt Turno transitorio

Tasa Austriaca (1788) Tasa Austriaca Modificada (Heyer)

VR  VN VR  VN
P(m 3 / año)  IVN  P(m 3 / año)  IVR 
Tt Tt

Karl
VR  VN IVR  IVN
P(m 3 / año)  IVR  h
Tt Tt

Donde:
h número de años transcurridos desde el inventario (en la actualidad, igual a 1).

Hundeshagen

VR
P(m 3 / año)  PN
VN

Von Mantel

2VR 2VR 2 * T * VR
P(m 3 / año)  P(m 3 / año)  P(m 3 / año) 
T T t T 2 t2
Presupone un crecimiento medio constante a lo largo de toda la vida de la masa por lo que PN= IVN*T y,
aplicando la fórmula de Hundeshagen:

IV N T VR 2V R
VN   IV N  P(m 3 / año) 
2 IV R T

En las otras dos expresiones t es la edad a partir de la cual se considera que la masa alcanza las dimensiones
inventariables.

Formula de Masa Cortable (Crecimientos progresivamente menguantes)

IVC * T Vc IVc
MC (m 3 )  Vc   P(m 3 / año)  
2 T 2
Donde:
3
VC → Existencias del Cuartel de ordenación (m )
3
IVC → Crecimiento del Cuartel de ordenación (m /año)
T → Turno establecido (plazo esperado para extraer la masa VC )

52
Formula de Melard (… fórmulas que cifran la liquidación de las existencias de mayor grosor a plazo fijo y la
realización de un porcentaje del crecimiento en las restantes clases diamétricas Art. 119, IOMA. 1970)

 Vext IVext   Vg IVg 


P(m 3 / año)        K IVm  IVd 
 n 2  T /3 2 

Donde:
Vext, IV ext → Existencias y Crecimiento de la masa extramadura (Edad > T) de la superficie de ordenación
Vg, IV g → Existencias y Crecimiento de la masa madura (2T/3< Edad < T)
IVm, IVd → Crecimientos de los pies medianos (T/3< Edad < 2T/3) y delgados (Edad < T/3)
n → plazo de tiempo en que el que se espera extraer la masa extramadura (n ≤ T/3)

POSIBILIDAD SELVÍCOLA
Estima la posibilidad como resultado de la combinación de la posibilidad en cabida y la posibilidad en volumen.
Resultaría de la suma de volúmenes a extraer en todos y cada uno de los rodales en los que se he decidido
intervenir (tanto cortas de regeneración como de mejora) durante los años del plan especial. Así, en el caso de
querer estimar la posibilidad a obtener procedente de un tramo o cantón que va a ser sometido a cortas de
regeneración en un plazo previsto de p años, la posibilidad media a obtener durante estos p años sería:

Vreg IVreg
P regeneraci ón (m 3 / año)  
p 2

Donde:
3
Vreg → Existencias del Tramo/cantón en regeneración (m )
3
IVreg → Crecimiento del tramo/cantón en reg.(m /año)
p → periodo de regeneración o plazo previsto para aprovechar Vreg.

En la misma línea, si un determinado cantón j ha sido propuesto para ser aclarado con un peso de la clara
equivalente a un K (en tanto por 1) del volumen, la forma de estimar su posibilidad sería:

 Vj IVj 
Pmejora (m 3 / año)  K *   
 pe 2 

Donde pe se correspondería con la vigencia del plan especial (plazo en el que está previsto hacer la clara) y Vj
y IVj serían el volumen y crecimiento en volumen del cantón j.

NOTA: Aplicar la fórmula de masa cortable para un determinado periodo de tiempo (t años) equivale a suponer
que la corta (sea de regeneración sea de mejora) se practicaría a la mitad del periodo considerado (t/2 años),
es decir:

 t 
Posibilida d (m 3 en los t años)  Vi  * IVi 
 2 

Supongamos una propuesta de corta de mejora con un peso del K% en volumen que además está
perfectamente programada por lo que se sabe el año concreto en que se va a realizar, el tercero. En este caso
la fórmula se aplicaría con más precisión:

53
Pmejora (m3 en los pe años)  K * Vj  3 * IVj 

La posibilidad selvícola se obtendría de la suma de la posibilidad de regeneración más la de mejora de todos


los cantones en los que se han propuesto tratamientos parciales. El resultado así obtenido siempre debe
compararse con los valores obtenidos por las diferentes fórmulas, con los valores históricos de la posibilidad y,
muy especialmente, con el crecimiento total de la masa (cuantía de la producción anual)

González et al (2006) sugieren que “A partir de posibilidad teórica calculada, la posibilidad histórica y la
posibilidad selvícola debe decidirse una cifra final o posibilidad final. Esta cifra se acercará a la calculada, a la
histórica o a la selvícola, o será intermedia entre las tres. La decisión final la marcará el balance de clases de
edad y el análisis de las causas de las posibles divergencias entres las tres cifras anteriores”.

Pselvícola Pregeneración  Pmejora  Phistórica  Pteórica  fórmulas   Crecimient o en volumen

IOMA (1970),
Art. 115. La posibilidad será la expresión numérica de la capacidad productiva del cuartel al servicio de los
fines de la ordenación.

De la determinación correcta de la posibilidad dependerá en último término el acierto o fracaso de las


restantes medidas de planificación. Por ello, su cálculo debe ser el resultado de una ponderación global de
criterios, que, partiendo de la situación real del monte, armonice las exigencias reguladoras de los métodos
de ordenación con el tratamiento selvícola.

Art. 116. La posibilidad periódica maderable comprenderá separadamente, para cada cuartel, el volumen de
madera en pie y con corteza que puede y debe ser realizado en el curso de un período de aplicación de la
ordenación o durante la vigencia del plan especial.

En el cálculo de la posibilidad se hará distinción, siempre que sea posible, entre productos intermedios y
finales, especies y clases dimensionales.

Art. 117. La organización productiva, esbozada en el plan general, influirá decisivamente en la selección de
los criterios numéricos más adecuados para deducir la posibilidad.

Art. 120. 1. La posibilidad numérica deducida anteriormente deberá ser contrastada, donde no hay superficies
definidas de cortas de reproducción, con la suma de los volúmenes presumiblemente realizables por razones
selvícolas en cada una de las unidades dasocráticas que constituyen el cuartel.
2. La posibilidad ejecutiva, durante la vigencia del plan especial, se establecerá por un compromiso entre
ambos puntos de vista, debidamente ponderados según los fines señalados por la ordenación.
3. Esta posibilidad será controlada con el desarrollo de los planes anuales de aprovechamiento y, en su
caso, corregida para la próxima revisión.

IGOMA CyL (1999)


Art. 199. 1. La posibilidad es el resultado numérico, directa o indirectamente inferido y expresado
generalmente en metros cúbicos, de las cortas anuales ordinarias previstas en el cuartel. Habida cuenta de
las clasificaciones de las cortas que se han propuesto en el artículo anterior, podría distinguirse una
posibilidad en productos principales o finales y una posibilidad en productos intermedios. Razones de
economía, al considerar los diferentes precios que puedan alcanzar dichos tipos de productos, abundarían
en tal clasificación.
No obstante, por razones de control de la gestión selvícola, parecería más adecuado considerar una
posibilidad de regeneración, originada por las cortas del mismo nombre; una posibilidad de extracortables, si
procediese y fuese factible; y una posibilidad de mejora, consecuencia del resto de las cortas del mismo
nombre.

54
En todo caso y siempre que sea posible, la cuantía de la posibilidad se desglosará por especies y
clases dimensionales.
2. En algunos de los métodos de ordenación que se han propuesto es fácil la distinción entre
posibilidad de regeneración, posibilidad de extracortables y posibilidad de mejora; en otros, por el contrario,
dicha diferenciación se ve dificultada por el hecho de desconocerse a priori las superficies que van a
regenerarse; por último, en los métodos de ordenación por entresaca pie a pie, la distinción es imposible,
pues dichas cortas tienen simultáneamente el carácter de regeneración, mejora y eliminación de
extracortables.
Art. 200.
La posibilidad en volumen del cuartel, posibilidad global, se obtendrá por agregación de las
posibilidades de regeneración, de eliminación de extracortables y de mejora, cuando éstas puedan
determinarse.
En general se desaconseja el cálculo directo de la posibilidad del cuartel mediante la aplicación de la
fórmula de la masa cortable del mismo, que sólo es válida cuando se ha conseguido, o se está muy cerca,
del equilibrio en la distribución de edades o clases de edad. Incluso en estos casos es recomendable la
utilización de fórmulas correctoras que comparen las existencias reales con las ideales del monte ordenado.

IGOMCAA (2004)
Art. 230. El Programa de aprovechamientos de madera y leña determinará, de acuerdo con las prescripciones
establecidas por el Plan General, la cuantía de las cortas y su localización en las unidades dasocráticas y de
gestión del cuartel o cuarteles. Dicha cuantía constituirá la posibilidad en madera y leñas durante la vigencia
del Plan Especial procedente de las cortas ordinarias, que corresponden a las previstas por la aplicación de
las prescripciones del Plan General.

Art. 231. Todo aprovechamiento que no corresponda a las cortas ordinarias tendrá el carácter de corta
extraordinaria, cuyo origen podrá ser la construcción de infraestructuras (cortas extraordinarias motivadas) o
los daños provocados por perturbaciones naturales (cortas extraordinarias forzosas). Si las cortas
extraordinarias no generan rasos permanentes, deberán descontarse de la posibilidad ordinaria durante la
ejecución del Plan Especial; dicho descuento se realizará sobre cada una de las categorías de posibilidad (de
regeneración o mejora) afectadas por la corta extraordinaria. Si dichas cortas generan rasos permanentes,
deberá recalcularse la posibilidad del cuartel si la variación de la cabida forestal es significativa.

Art. 232. 1. Para el cálculo de la posibilidad se distinguirán varios procedimientos, en función del método de
ordenación elegido.
2. En los métodos de ordenación para masas regulares, semirregulares, irregulares incompletas e
irregulares completas entresacadas por bosquetes, el cálculo de la posibilidad deberá diferenciar entre
posibilidad de regeneración, correspondiente a las cortas que dan lugar a una renovación de la masa en una
superficie conocida y predefinida, y posibilidad de mejora, correspondiente en su mayor parte a las claras. La
posibilidad del cuartel o cuarteles será la suma de ambas categorías.
3. En los métodos de ordenación para masas irregulares completas entresacadas pie a pie no podrá
diferenciarse entre ambas categorías, debido a la tipología de las cortas por entresaca.
4. El cálculo de la posibilidad del cuartel o cuarteles mediante fórmulas globales sólo tendrá carácter
indicativo, no pudiendo utilizarse para el establecimiento de una cifra vinculante a la ordenación.

VOLUMEN DE ORDENACIÓN Y VOLUMEN DE APROVECHAMIENTO. Tarifas de cubicación y volúmenes


comerciales. Diferencias. Factores de conversión.

55
VII.- METODOS GENERALES DE ORDENACION DE MONTES

MÉTODO DE ORDENACIÓN: “Se llama método de ordenación a un proceso razonado que, tomando como
base el origen y el estado actual, va paso a paso acomodando la disposición interna del monte a un tipo de
características biológicas y económicas determinadas. En el aspecto aritmético de la organización, este tipo es
el cuartel normal” (Mackay, 1945).

“Sistema de planificación de la gestión de los recursos y funciones de un monte arbolado para conseguir un
modelo organizativo teórico caracterizado por una composición y estructura óptimos de la masa forestal”.
(Diccionario Forestal, 2005)

Los métodos de ordenación se podrían clasificar de acuerdo con sus orígenes, objetivos (iniciales) y formas
principales de masa que generan (vinculadas a un modelo teórico o monte normal). Se propone la siguiente
clasificación:

MÉTODOS CLÁSICOS (inicialmente concebidos para organizar la selvicultura en montes productores de madera,
aunque también de resina o corcho). Fueron creados a partir del desarrollo de un modelo de monte normal fijo
y único (que se alcanzaría transcurrido el turno transitorio) o un modelo de monte entresacado ideal para
masas irregulares. En el límite, todos ellos pretenden alcanzar los mismos objetivos (y todos admiten la
multiplicidad de objetivos y funciones) y sólo varían en la forma de conseguirlos. En definitiva, eran métodos
que imaginaban el futuro lejano del bosque y tomaban las medidas que en aquel momento se estimaron las
mejores para alcanzar ese bosque óptimo “del futuro”, sin imaginar cuánto iba a cambiar el modelo de
sociedad y, por tanto, sus preferencias de bosque ideal.

Método de Forma Principal de


Modelo de Monte Normal
Ordenación masa final

Serie Ordenada de
Tranzones
División por cabida o Masas coetáneas
Serie Graduada de en tranzones
Tranzones
Tramo periódicos
Masas regulares
Tramos Periódicos Tramo Único
(Masas semirregulares)
(Tramo móvil)
Método de Entresaca Masas irregulares
Monte Entresacado Ideal
(Tramo móvil) (Masas semirregulares)

NUEVOS MÉTODOS DE ORDENACIÓN (se podrían considerar variantes de los anteriores en donde se prescinde de
un modelo teórico –no se planifica un modelo de bosque futuro y, por lo tanto, se prescinde en cierto modo del
plan general–, se atiende a las condiciones del monte presente, se admite que las demandas y, por tanto, los
óptimos de monte, variarán con el tiempo y, en consecuencia, se aplica una selvicultura a corto plazo con la
que atender demandas, simultanear funciones en el mismo territorio y promover un modelo de bosque flexible
que no sea vea alterado por imprevistos, episodios catastróficos o modificación de demandas). La selvicultura
a aplicar es muy flexible y no es homogénea en la unidad de ordenación. No buscan tampoco una forma
principal de masa a escala cuartel por lo que sólo cabe definirla a escala rodal. Cada monte es único y no hay
un modelo común para ellos.
 “Método” de ordenación por rodales/cantones
 “Método” selvícola

56
IOMA (1970),

a) Elección del método de ordenación


Art. 82. La elección del método de ordenación se hará por un proceso razonado que, partiendo del estado
actual, acomode la disposición interna del cuartel a un tipo de características selvícolas y económicas definido.
Tal adaptación modificará la distribución espacial del vuelo por medio de la corta y creación de nuevas masas.

La tendencia actual a conceder mayor flexibilidad en la aplicación de los métodos de ordenación,


aconseja dar un carácter abierto a las opciones que se ofrecen a continuación, permitiéndose, previa
justificación, la adopción de nuevas variantes o sistemas.

IGOMA CyL (1999)

a) Elección del método de ordenación.


Art. 133.
1. Los métodos de ordenación son los modelos prácticos cuya aplicación continuada, en el tiempo y
en el espacio, pretende organizar las masas según los modelos teóricos definidos como formas principales
de masa.
La elección del método de ordenación queda condicionada, en primer lugar, por la del tipo de cortas
de regeneración, que configura la correspondiente forma principal. El estado actual de la distribución de
edades de las masas es el segundo condicionante de la elección.

2. La aplicación del método de ordenación elegido supone la adopción de medidas de gestión para
un largo plazo, en general. La evidencia de que las previsiones para períodos de tiempo largos pueden ser
inciertas, ha conducido a la adopción de métodos flexibles que ofrezcan opciones abiertas.
En este sentido, además de los métodos de ordenación que van a proponerse a continuación,
podrán adoptarse justificadamente otras variantes y métodos.

IGOM CAA (2004)

1.3.3. Elección y caracterización del método de ordenación


Art. 191.
1. Los métodos de ordenación son los modelos prácticos de gestión para la transformación del
estado inicial del monte arbolado y sus unidades de vegetación en un estado final, caracterizado por una
distribución equilibrada de clases de edad en la masa. Dicho estado final corresponde al modelo
organizativo teórico del Monte normal. La finalización del plazo o turno de transformación para la
consecución del modelo organizativo teórico del Monte normal, coincidirá en estos casos con el horizonte
temporal de la ordenación.
2. Si la consecución del estado final no supone la transformación de la estructura global de la masa
en un modelo de Monte normal, deberán proponerse modelos de gestión durante el horizonte temporal de la
ordenación que permitan planificar las actuaciones en todo ese plazo. Estos modelos serán específicos,
pudiendo consistir en variantes de los métodos contemplados en las presentes Instrucciones.

Articulo 192.
1. Los métodos de ordenación se clasifican según la estructura de masa que gestionan o en la que
transforman la masa original. Así pueden distinguirse básicamente dos tipos: 1º. Métodos para masas
regulares, semirregulares de primer grado, semirregulares de segundo grado o irregulares incompletas, y
2.º Métodos para masas irregulares completas.
La transformación de una estructura actual en otra muy alejada será un caso que deberá justificarse
24
profundamente, de acuerdo con las consideraciones realizadas en el artículo 165 y para el que deberán
aplicarse variantes particulares de los métodos contemplados en las presentes Instrucciones.

24
Art. 165. La elección de una u otra forma principal para la masa final se hará teniendo en cuenta tanto la dinámica
propia de las especies principales como la adecuación de cada forma principal a la consecución de los objetivos
concretos de la ordenación.

57
2. Las características de cada cuartel de ordenación en que ha quedado dividido el monte o grupo de
montes podrán imponer la necesidad de aplicar un método de ordenación diferente a cada uno.
3. La elección del método de ordenación vendrá determinada fundamentalmente por la forma
principal de masa que predomine actualmente en el cuartel y sus unidades de vegetación. Asimismo, dada
la necesidad de compatibilizar la transformación del monte con el modelo de usos concreto asignado a cada
cuartel, la elección del método podrá estar condicionada, en segundo lugar, por el grado de compatibilidad
entre dicho modelo de usos y las características organizativas de cada método.

58
1.- MÉTODO DE DIVISIÓN POR CABIDA (M. DE DIVISIÓN EN TRANZONES)

IOMA (1970),
Art. 83. El método de división por cabida, con sus ventajas en la gestión y ejecución de los aprovechamientos,
será aconsejable en monte alto regular con turnos cortos, suelos relativamente homogéneos y climas propicios
para la regeneración natural o artificial.

En el beneficio del monte bajo, la división por cabida será, en general, el método más apropiado en
razón de la homogeneidad de la producción y el automatismo de la regeneración por brotes.

IGOMA CyL (1999)

Art. 134.
1. El método de división por cabida se elegirá cuando se cumplan las siguientes condiciones:
Las cortas a hecho en monte alto, o las cortas a matarrasa en monte bajo son técnicamente viables y
han sido elegidas, de acuerdo con las estaciones y especies presentes.
En el caso de masas mixtas cuya composición específica se pretenda mantener, este tipo de cortas
de regeneración no supone la disminución o desaparición de alguna de las especies.
El objetivo concreto de la ordenación es la producción preferente de maderas o leñas.
La regeneración, salvo plazos de reposo previstos, va a seguir inmediatamente a la corta:
Generalmente artificial, en monte alto; por brotes en el monte bajo.
Los turnos previsibles serán cortos, tanto para evitar una división excesiva del cuartel, como para
eludir planificaciones a largo plazo.
2. El método de división por cabida constituirá también el marco formal en el caso de las
ordenaciones de monte medio, a las que se otorgará la consideración de variante del primero. Se le
superpondrán entonces las previsiones referentes a la resalvía, que adoptarán generalmente la forma de un
plan de resalveo, a incluir en el Plan General.
Consideraciones productivas al margen, las condiciones de aplicación de esta variante de la división
de cabida quedan descritas en el artículo 126.
3. Las diferentes modalidades de ordenación en régimen de monte medio vendrán predeterminadas
por los criterios de cálculo de los planes de resalveo que puedan emplearse.

IGOM CAA (2004)

A) Métodos de ordenación para masas regulares, semirregulares de primer grado, semirregulares


de segundo grado o irregulares incompletas

Art. 193. Estos métodos se aplicarán preferentemente cuando la descripción de los cantones arroje un
predominio claro de estructuras de masa próximas a estas estructuras teóricas. Los distintos métodos
dentro de esta categoría se aplicaran razonadamente en función de las siguientes consideraciones:
- Si toda la masa del cuartel va a ser tratada a un mismo turno, o a turnos diferentes en razón de especie
y/o calidad de estación, pero en superficies amplias, que permitan que se da la condición de extensión
suficiente para dar cabida a todas las clases de edad que componen el turno, podrán distinguirse dos casos:
a) Si el turno o turnos de corta propuestos son inferiores a 20 años, podrá proponerse la división
dasocrática de todo el cuartel según el método de división en tranzones.
b) En el caso de turnos largos, que permitan proponer cabidas de regeneración articuladas en
periodos, se podrá aplicar alguno de los métodos de tramo: tramo único o tramo móvil, en sus
variantes de simple y ampliado.
- Si las diferencias de masa en razón de especie y/o calidad de estación se dan a escala de cantones o de
rodales, y son lo suficientemente importantes como para proponer turnos diferentes a cada uno de ellos,
podrá aplicarse el método de ordenación por rodales.

59
METODO DE DIVISION POR CABIDA/DE TRANZONES: Método de ordenación para crear y/o gestionar masas regulares tratadas a turnos cortos y basado
en la división de todo el cuartel en tranzones de corta anual o periódica. Busca, en general, la estructura global de masa coetánea.

1) OBJETIVOS: Producción, principalmente madera y leñas. Compatible con otras funciones, en especial dependiendo del tamaño de los tranzones.

2) SITUACIÓNES EN QUE SE APLICA: - Masas monoespecífica (Admitiría mezcla de especies con mismo turno)
- Especies de luz
- Especies de crecimiento rápido
- Monte alto y monte bajo
TIPO DE MASA QUE GENERA: Regular o coetánea

3) TRATAMIENTO: Cortas a hecho en 1 ó en 2 tiempos y cortas a matarrasa en tranzones


REGENERACION: Artificial (o natural, en especial en monte bajo)

4) TURNO (EDAD DE MADUREZ): Criterios de máxima renta en especie, tecnológico y financiero.

5) ARTICULACION DEL TIEMPO:

La elección de una u otra dependerá de una combinación de: la superficie del cuartel, el tamaño máximo de los tranzones, el turno establecido, las finalidades
de la ordenación y los intereses del propietario

6) DIVISION DASOCRATICA: Tranzones potencialmente equiproductivos → T tranzones en la Serie ordenada


(no necesariamente cerrados) → T/h tranzones en la Serie graduada

Asignación de cantones o rodales a tranzones: Estado sanitario, edad, economía en la gestión, protección al regenerado.

7) POSIBILIDAD: En cabida y/o en volumen (cortas finales y de mejora)

VENTAJAS INCONVENIENTES (según tamaño de tranzones)


- Sencillez en su aplicación. Económico - Posibles riesgos de erosión hídrica.
- Posibilidad de control del genotipo - Perdida de suelo, deslizamientos
- Mayor seguridad en operaciones de corta - Posible modificación (temporal) de habitats
- No existen daños a la masa residual - Fuerte alteración del paisaje
- Productos muy homogéneos - Rigidez en su aplicación: sacrificios de cortabilidad
- Mejores condiciones para la instalación de la nueva masa - Posible pérdida de fertilidad
(competencia,...) - Inestabilidad (el modelo de monte normal creado es muy frágil)

60
2.- MÉTODOS DE TRAMOS PERIÓDICOS Y TRAMO ÚNICO

IOMA (1970),
Art. 84.
1. Los métodos de ordenación por tramos periódicos, con sus actuales variantes, representarán la
adaptación de los métodos combinados de distribución a las circunstancias prácticas que exigen una cierta
flexibilidad en la ordenación del vuelo por clases de edad localizadas.
2. La clásica versión de los tramos permanentes exigirá especies de análoga edad de madurez y las
condiciones señaladas para el tratamiento de monte alto regular, mediante cortas de aclareo sucesivo o cortas
a hecho.
3. La variante de los tramos revisables permitirá, por transferencia de rodales, aprovechar en un mismo
cuartel especies con edades de madurez diferentes, siempre que no estén íntimamente mezcladas. Asimismo,
dará mayor amplitud a la regeneración de rodales rebeldes.
4. La variante de tramo único facilitará aún más la adaptación del vuelo a sus peculiares características
de situación, madurez y regeneración, agrupando en tramo abierto o cerrado solamente aquellos cantones
que sean objeto de renovación de masa en el próximo período.

IGOMA CyL (1999)


Art. 135.
1. El método del tramo único requiere las siguientes condiciones:
 Las cortas por aclareo sucesivo o las cortas a hecho, en uno o dos tiempos, adecuadamente
agrupadas, son viables técnicamente y han sido elegidas de acuerdo con las estaciones y
especies presentes.
 El objetivo concreto de la ordenación es producción, o producción-protección, siendo posibles otros
usos (sociales, ganadero, etc.) subordinados al primero.
 No existen restricciones paisajísticas ni de conservación importantes.
 Hay garantía de una buena regeneración natural. En caso contrario existen medios suficientes para
acudir a la regeneración artificial.
 Las especies principales en el caso de masas mixtas siguen pautas de regeneración natural
semejantes, y sus edades de madurez previsibles son próximas, con lo que se garantiza la
estabilidad de la mezcla.
 Se denota una tendencia hacia la distribución equilibrada de las clases artificiales de edad.
 La carga ganadera no supone riesgos para la regeneración o existen medios para acotar el tramo.
2. Aunque en las condiciones señaladas podría adoptarse el clásico método de tramos periódicos, no
parece aconsejable su elección, dada la mayor facilidad de aplicación del método del tramo único.

IGOM CAA (2004)


Articulo 194.
1. La elección de uno u otro método de tramo vendrá condicionada principalmente por las
características selvícolas y estructurales de la masa, con especial referencia al conjunto de cantones que
formen parte de la próxima unidad selvícola que entre en regeneración, denominada para estos métodos
tramo de regeneración. Asimismo, podrán aportarse otros argumentos que justifiquen la adopción de uno u
otro método en razón de la necesidad de compatibilizar usos que tengan carácter preferente en el cuartel.

2. En el caso de cuarteles transformados o próximos a la transformación podrá mantenerse la


composición de los tramos y su numeración, de acuerdo con el método de los tramos periódicos.

3. El método del tramo único se elegirá preferentemente cuando se den las siguientes condiciones:
- La masa presenta una estructura preferentemente regular, o próxima a ésta, o bien la vocación del
monte exige la creación de estructuras de esta naturaleza.
- No existen problemas de regeneración natural, pudiéndose llevar a cabo en un solo periodo de
regeneración la transformación de la masa del próximo tramo en regeneración por una nueva. En caso
contrario, se deberá acudir a la repoblación artificial.

61
METODOS DE LOS TRAMOS PERIODICOS Y EL TRAMO ÚNICO: Potencian la regeneración natural y tienden a una masa estratificada en clases artificiales
de edad localizadas, resultantes de la aplicación de las cortas por aclareo sucesivo. La versión del Tramo Único sólo localiza (inicialmente) el tramo en destino,
el cual sólo se debería permanecer un periodo en regeneración, transcurrido el cual tiene lugar la formación de un nuevo tramo único. La versión de Tramos
Periódicos tiene actualmente su aplicación en las Revisiones de montes ordenados con el turno de transformación mediado o próximo a su finalización.

1) OBJETIVOS: Producción fundamentalmente, compatible con otros usos; tanto más cuanto que no se adopten tramos cerrados.

2) SITUACIÓNES EN QUE SE APLICA: - Monoespecífica o pluriespecífica (para especies no tengan turnos muy diferentes o estén íntimamente mezcladas)
- Especies de luz, media luz y de media sombra
- Especies de crecimiento medio y lento
- Monte alto o montes bajos a convertir
TIPO DE MASA QUE GENERA: Regular o semirregular por cantones y/o tramos

3) TRATAMIENTO: Cortas por aclareo sucesivo en cantones o tramos. En ocasiones, cortas a hecho en 1 o en 2 tiempos
REGENERACION: Natural (o artificial)

4) TURNO (EDAD DE MADUREZ): Criterios de máximo rendimiento (en especie, en dinero) y tecnológico.

5) ARTICULACION DEL TIEMPO: Periodo de regeneración (función de la especie -temperamento y vecería- y calidad de estación) la
clase artificial de edad. Era obligado que fuera un submúltiplo del turno o, en masas mixtas, submúltiplo de la edad de madurez de una de las especies
principales.

6) DIVISION DASOCRATICA: Tramos potencialmente equiproductivos con una superficie equivalente a la cabida periódica y siempre que sea posible cerrados
(tantos como periodos contenga el turno). Cada tramo estará asignado a un periodo de corta. En tramo único:

Tramo único o en regeneración con una superficie equivalente a la cabida periódica y asignado al primer periodo.
Grupo de preparación (previsiblemente futuro tramo único)
Grupo de mejora (masa más joven y/o regenerada)

Asignación de cantones o rodales al tramo en regeneración: Estado sanitario, regeneración, edad, calidad del arbolado, espesura, economía en la gestión.

7) POSIBILIDAD: En volumen, distinguiendo la posibilidad de regeneración de la posibilidad de mejora. En cabida, para las cortas de regeneración expresada
para la duración del periodo de regeneración. Para las cortas de mejora, indicando las superficies a recorrer con claras y entresaca de extracortables.

VENTAJAS INCONVENIENTES
- Mayor protección al medio compatible con la rentabilidad económica. - Mayor complejidad y riesgo en las operaciones de corta
- Protección al regenerado en climas agresivos - Posibles daños a la masa residual y al regenerado
- Se potencia la regeneración natural. - Escasa aplicación en zonas de suelo poco profundo y fuertes vientos.
- Permiten minimizar sacrificios de cortabilidad y atenuar los efectos
no previstos.
-Posibilidad de aplicación a masas mixtas.
3.- MÉTODO DEL TRAMO MÓVIL

IOMA (1970),
Art. 85. El método del tramo móvil en regeneración será el más indicado para las resinosas de montaña que
presentando tendencia natural hacia la estructura de masa regular, tienen las edades deficientemente
repartidas para una ordenación por tramos periódicos.
La agrupación desigual de parcelas en superficies abiertas de regeneración, preparación y mejora dará
un mayor poder de maniobra para lograr la regeneración en condiciones selvícolas y económicas aceptables.

IGOMA CyL (1999)


Art. 136.
1. El método del tramo móvil se elegirá cuando se den las siguientes condiciones:
 Las cortas por aclareo sucesivo son técnicamente viables, han sido elegidas de acuerdo con las
estaciones y especies presentes y pueden localizarse a nivel de rodal.
 El objetivo concreto de la ordenación es productor-protector pero limitado por razones de protección
del suelo o consideraciones paisajísticas y de conservación; o bien el objetivo concreto es protector-
productor.
 La regeneración natural es desigual en cuantías y plazos, no existen medios para acudir a la artificial,
y, consecuentemente, es previsible que las futuras masas contengan dos clases artificiales de edad
contiguas.
 Las especies principales en el caso de masas mixtas presentan pautas de regeneración muy
diferentes y sus previsibles edades de madurez son muy distintas, con lo que es previsible la presencia
de dos clases artificiales de edad contiguas.
 Existe un fuerte desequilibrio inicial en la distribución de las clases de edad, singularmente de masa
vieja, cuya transformación y regeneración debe escalonarse convenientemente en el tiempo.
 Existe una presencia importante de masas abiertas y sin regeneración, o de masas abiertas con
exceso de regeneración, localizadas en ambos casos en superficies muy superiores a las que
teóricamente deben ocupar las clases de edad (cabida periódica).
 La carga ganadera no supone riesgos para la regeneración natural o se dispone de medios para
acotar superficies en regeneración muy dispersas.
2. El método del tramo móvil podría ser muy apropiado para montes bajos muy degradados que se
pretende convertir en montes altos y que presentan superficies de urgente regeneración superiores a la
cabida periódica.

Artículo 137. Cuando las restricciones de protección de suelos y las limitaciones paisajísticas y de
conservación de habitats sean muy fuertes se podrá elegir una variante del método del tramo móvil o un
tramo móvil ampliado, en el que se admitirá que los rodales puedan contener, una vez recorridos por las
cortas de aclareo sucesivo, hasta tres clases artificiales de edad contiguas o dos no contiguas.
El método del tramo móvil ampliado organizará masas irregulares en primer grado y se considera
adecuado para organizar un uso productivo subordinado a la protección y a la conservación.

IGOM CAA (2004)


Articulo 194.
4. El método del tramo móvil en cualquiera de sus dos variantes se elegirá preferentemente cuando
la masa presente una estructura semirregular o irregular incompleta, o bien cuando la regeneración natural
sea desigual en cuantías y plazos, por lo que la transformación de la masa del próximo tramo en
regeneración vaya a realizarse probablemente en dos o tres periodos. La opción por una u otra variante se
justificará preferentemente en razón de las siguientes consideraciones:
- El método del tramo móvil simple se elegirá cuando la masa presente una estructura preferentemente
semirregular de primer grado, o próxima a ésta, o bien la vocación del cuartel exija la creación de
estructuras de esta naturaleza.
- El método del tramo móvil ampliado se elegirá cuando la masa presente una estructura preferentemente
semirregular de segundo grado o irregular incompleta, o bien la vocación del cuartel exija la creación de
estructuras de esta naturaleza
METODO DEL TRAMO MOVIL. Método de ordenación de tramo en el que los cantones que forman el tramo en destino pueden permanecer uno, dos (y hasta
tres) periodos en regeneración. Se suele recurrir a él en masas con regeneración natural difícil o caprichosa, en masas uniformemente envejecidas, con
fuertes desequilibrios de clases de edad o cuando se busca estructuras de masa semirregulares y/o clases de edad poco localizadas.

1) OBJETIVOS: Producción (de madera) y protección (del medio, la masa y el paisaje)

2) SITUACIÓNES EN QUE SE APLICA: - Monoespecífica o pluriespecífica (por cantones o rodales)


- Especies de crecimiento medio y lento en monte alto
- Especies de media luz y de media sombra y de sombra
TIPO DE MASA QUE GENERA: Regular o semirregular por cantones

3) TRATAMIENTO: Cortas por aclareo sucesivo (uniforme, en fajas o en bosquetes) en cantones


REGENERACION: Natural (sólo en última instancia artificial).

4) EDAD DE MADUREZ (TURNO): Criterios de máximo rendimiento (en especie, en dinero) y tecnológico. Criterios selvícolas

5) ARTICULACION DEL TIEMPO: Periodo de aplicación: tiempo para el cual es válida la división dasocrática propuesta (su duración dependerá del estado de
la regeneración en los cantones del tramo en regeneración, la vigencia del plan especial y la rotación de las claras). Su amplitud podría variar de unas
revisiones a otras.

Cada cantón tendrá su propio plazo para regenerarse. Se puede/debe mantener el de Clase artificial de edad al objeto de clasificar los cantones por la forma
principal de masa así como base para una futura gestión por tramos periódicos (cuando proceda)

6) DIVISION DASOCRATICA: Tramo móvil (deseable, si se busca la regulación por cabida, que Sc*d/E  Stm < 0.5 Sc  Superficie de equilibrio), grupo de
preparación y grupo de mejora. Dependiendo del estado de la masa, no tiene porqué definirse las tres unidades en cada cuartel de ordenación.
La regeneración de un cantón se puede prolongar a dos o más periodos de aplicación, siempre y cuando no se sobrepase la mitad de la edad del turno
esperado, al objeto de no llevar al cantón a estructuras de masa irregular.

Asignación de cantones o rodales al tramo móvil: Estado sanitario, densidad y desarrollo de la regeneración, espesura, dimensiones (edad) y calidad del
arbolado, contigüidad de cantones

7) POSIBILIDAD: En volumen, distinguiendo la posibilidad de regeneración de la posibilidad de mejora. Se especificará qué parte es posibilidad imperativa (de
obligado cumplimiento para el gestor) y cual indicativa (una referencia a seguir que queda condicionada por la evolución de la masa).

VENTAJAS INCONVENIENTES
- Permite cambios de estructura minimizando sacrificios de cortabilidad: - Exige un mayor seguimiento y cuidado de la masa
Masa regular  Masa irregular - Impone mayores superficies acotadas al pastoreo (cuando exista)
- Potencia al máximo la regeneración natural - Lleva a estructuras semirregulares
- Muy flexible en su aplicación, adaptando la gestión a la evolución de la masa. - Desfavorable en zonas con riesgos de derribos (vientos, nieve...)
- Minimiza alteraciones en el medio. Paisajísticamente bueno -Mayores daños a masa residual y regenerado que Tr. Periódicos
- Lleva a estructuras semirregulares - Trabajos están más dispersos y productos son menos homogéneos
- Especialmente apto para especies con marcada vecería - El control de la superficie regenerada es difícil y menos preciso
- Especialmente adecuados para el inicio de ordenaciones
ALGUNAS CONSIDERACIONES RESPECTO AL MÉTODO DE ORDENACIÓN POR TRAMO MÓVIL

El tramo móvil ha sido un método de ordenación que, con independencia de su uso y aplicación en Francia,
país en el que surge, en España se ha utilizado fundamentalmente para iniciar la ordenacion de masas
uniformemente envejecidas, con fuertes desequilibrios en las clases de edad, con regeneración iniciada en
una gran superficie del mismo y también en masas con una regeneración que podría clasificarse de
caprichosa o imprevisible. También son muchos los casos en los que ha sido aplicado tras el fracaso –por
diferentes motivos– en la aplicación del método de tramos permanentes (o método de ordenar
transformando, en su denominación anterior). El objetivo de este método suele ser doble, por una parte,
minimizar sacrificios de cortabilidad y por otra, aprovechar el trabajo ya hecho por la naturaleza en la
renovación de la masa, es decir, utilizar la regeneración natural ya instalada como parte del inicio de la
ordenación o, por el contrario, disponer de plazos largos de regeneración cuando ésta no se consigue en los
plazos previsibles. Además, el modelo de estructura buscada –modelo al que todo método de ordenación
tiende (monte normal)– era, en última instancia, el de tramos periódicos con clases de edad localizadas en
superficies equiproductivas. No importaba que este modelo no se alcanzara en el turno transitorio pero
generaba un modelo intermedio, tras su aplicación, más satisfactorio (al objeto de cumplir los principios
básicos de la ordenación) que la forma de masa precedente. Bien es verdad que hoy en día también podría
utilizarse con el objeto de llevar a la masa (o de mantenerla) en estructura semirregular como forma de
masa más conveniente.

1.- CUESTIONES DE TIPO GENERAL. LOS PLAZOS PARA LA REGENERACIÓN

En síntesis el método propone definir en cada unidad de ordenación –cuartel- tres grandes grupos:

1. Tramo móvil (tramo en regeneración)


2. Grupo de preparación
3. Grupo de mejora

El primero es el que interesa puesto que en él quedarán incluidos los cantones a regenerar de forma más o
menos inmediata. Es frecuente que los cantones a incluir en el tramo móvil se clasifiquen en tres categorías,
si bien podría haber más (o menos, dependiendo de cada tipo de masa)

Las tres categorías mencionadas son:

a. Cantones a finalizar la regeneración en el plazo de tiempo “d” años


b. Cantones a continuar la regeneración el los “d” años
c. Cantones iniciar la regeneración en los “d” años

Al plazo “d” se le conoce como periodo de aplicación (o duración de la aplicación) y se define como el
número de años para el cual es válida la división dasocrática propuesta. Es decir, en el momento que algún
cantón cambia de ubicación, aunque sólo fuera 1, el periodo de aplicación habría finalizado y se iniciaría
otro. Posteriormente se discutirá qué duración debe tener este plazo de tiempo.

Por otra parte, de forma implícita, se entiende que los cantones de los grupos a y b ya tienen una
regeneración instalada que deben finalizar en un plazo más o menos largo, pero en ellos ya existe una
cierta masa joven instalada que es necesario liberar de la competencia de la masa adulta. Supongamos que
la edad máxima de estos regenerados son e1 y e2 respectivamente.

Supongamos también que los cantones del grupo a finalizan su regeneración, tal como se esperaba, en d1
años. Finalizado este plazo “saldrían” del tramo móvil y pasarían al grupo de mejora con una masa
transformada con una clase de edad de 1 a d1 años más la máxima edad del regenerado ya existente, e1.
Mientras tanto, en los cantones de los grupos b y c la regeneración seguiría o se iniciaría, respectivamente,
durante estos d1 años.

Finalizado d1 se iniciaría un nuevo periodo de aplicación d2 (que puede ser igual o no a d1) en el que
previsiblemente entrarían nuevos cantones al tramo móvil procedentes del grupo de preparación pero a los
que no consideraremos por ahora. Este plazo es en el que es probable que se espere finalizar la
regeneración en los cantones del grupo b (y si no en todos, al menos en parte de ellos).

Transcurrido este nuevo plazo de d2 años, los cantones (todos o una parte) del grupo b saldrían del tramo
móvil con una masa transformada con una clase de edad de 1 a d1+d2 años más la máxima edad del
regenerado previamente instalado (e2)

Con igual razonamiento se puede suponer que finalizado el tercer periodo de aplicación (d3, que podrá ser
igual o distinto a los periodos d1 y/o d2), en los cantones del grupo c se dispondrá de una masa
transformada con una clase de edad de 1 a d1+d2+d3.

Es decir, transcurridos estos d1+d2+d3 años tendríamos un nuevo tramo móvil y en el grupo de mejora
estarían los grupos de cantones que componían el tramo móvil original, con los siguientes intervalos de
clases de edad según van “saliendo” del tramo en regeneración:

Cantones Clase de edad de los brinzales Periodo de


regeneración
Grupo a 1→d1+e1. d1
Grupo b 1→d1+d2+e2. d1+d2
Grupo c 1→d1+d2+d3. d1+d2+d3

Siendo los más “viejos” los cantones del grupo a y los más jóvenes los del grupo c, los últimos en entrar.

Pero lo que sí es claro es que cada cantón o grupo de cantones del tramo móvil ha tenido su propio plazo
para regenerarse.

En principio, el único intervalo de clase de edad que podríamos controlar –y siempre a posteriori- será el de
los cantones del grupo c, salvo que pongamos una cota superior a d1 y d2 para que los intervalos de edad
de la masa de los cantones de los grupos a y b, una vez finalizada la regeneración, no sobrepasen un
determinado límite en función de la edad máxima del regenerado previamente instalado en ellos.

Prescindiendo de esta última posibilidad (que no suele tenerse en cuenta), ¿tienen un límite los plazos para
regenerar los cantones?. Dado que el método surgió para ordenar masas inicialmente irregulares pero con
tendencia a la regularidad, el objetivo general suele ser utilizar la estructura semirregular (en su sentido más
25
clásico ) como paso intermedio entre ambas estructuras extremas, luego, para aquella superficie en la que
sí podemos controlar el plazo de regeneración (d1+d2+d3 en los cantones del grupo c) sí existiría un plazo
máximo equivalente a dos clases artificiales de edad. Es decir:

d1+d2+d3  2 clases artificiales de edad

(que podrían ser hasta tres en las nuevas versiones del tramo móvil, el conocido como tramo móvil
ampliado, pero que no consideraremos)

Luego, con independencia de que cada cantón tenga su plazo para la regeneración, la clase artificial de
edad sirve de referente en este método ya que su concreción permite clasificar la forma principal (regular,
semirregular) de masa que puebla un determinado cantón.

2.- CABIDA DEL TRAMO MÓVIL. LA SUPERFICIE DE EQUILIBRIO

Con esta “articulación del tiempo”, ¿qué superficie debe tener el tramo móvil? Hasta ahora nada se ha dicho
de la superficie de los tres grupos de cantones que conforman inicialmente el tramo móvil. Supongamos
que estas superficies son respectivamente S1, S2 y S3 para los grupos de cantones a, b y c
respectivamente, de forma que

S1+S2+S3 = Superfície tramo móvil

25
Masa que, en la unidad de referencia ó cantón, presenta pies de dos clases de edad consecutivas
66
En la habitual correlación que se establece entre el tiempo y el espacio en la ordenación, en especial de
masas regulares, en este caso tendríamos que

En d1 años “salen” del tr.móvil S1 ha regeneradas


En d2 años “salen” del tr.móvil S2 ha regeneradas.
En d3 años “salen” del tr.móvil S3 ha regeneradas

En los métodos clásicos de ordenación, que ordenan por cabida, se busca en general que cada año se
regenere una superficie equivalente a una “1/E” parte de la del cuartel, siendo E la edad de madurez, fijada
por algún criterio de máximo rendimiento (o una combinación de ellos), que a su vez se suele hacer coincidir
con el Turno (T) –plazo en el que el cuartel será recorrido con cortas de regeneración- al objeto de que,
finalizado este plazo, la masa disponga ya de cantones en edad óptima de corta así como toda la secuencia
completa de edades o de clases de edad.

Es decir, manteniendo la clásica correspondencia entre tiempo y superficie regenerada, se buscaría que en
cada periodo de aplicación se regenerara una superficie igual a:
S cuartel
d i  S equil
E
Superficie conocida como “superficie de equilibrio”, que equivaldría a la cabida anual Ca=(S/T) en la serie
ordenada de tranzones o a la cabida periódica (Cp=S*p/T) en el método de tramos periódicos. No obstante,
esta igualdad no es condición exigible a este método.

En el caso de este método, en donde hay una gran libertad para ir avanzando en la regeneración, se
pueden producir las siguientes 3 situaciones:
S reg  ó  ó  S equil
¿Qué consecuencias tiene que la superficie de equilibrio se cumpla o no en los sucesivos periodos de
aplicación?

Si en cada periodo de aplicación se fuera consiguiendo que:


S reg  S equil  E  T

O lo que es lo mismo, el turno coincidiría con la edad de madurez

Si siempre se produjera que:

S reg  S equil  E  T

Es decir, el turno sería más largo que la edad de madurez fijada.

Y finalmente, si siempre:
S reg  S equil  E  T
Lo que en este caso supone que el plazo para renovar la masa sería más corto que la edad de madurez.

Como a lo largo de la ordenación por tramo móvil se van sucediendo alternativamente estas tres
posibilidades, nunca existe certeza de cuándo finalizará el turno (de ahí que en este método se fije la de
edad de madurez pero no se concrete el turno)

¿Qué implicaciones tiene ésto para fijar la superficie del Tramo móvil? Como en general este método se ha
utilizado como paso intermedio entre las estructuras más o menos irregulares y las regulares, y se quiere a
lo sumo masas semirregulares localizadas en cantones, en el límite se podría suponer que, al igual que el
plazo máximo de regeneración no puede sobrepasar dos clases artificiales de edad, la superficie a
regenerar tampoco puede superar la cabida equivalente a dicho plazo, es decir:

S cuartel
S TMmáxima   2CAE
E 67
Aceptando –en el caso más general- que una clase de edad puede alcanzar hasta un 25% de la edad de
26
madurez (CAE=E/4), tendríamos que la superficie máxima del tramo móvil sería :

Scuartel E S
STMmáxima   2   cuartel  50%Scuartel
E 4 2
¿Tendría una superficie mínima? En principio no parece necesario, pero se podría suponer que, al objeto de
no retrasar en exceso la transformación del vuelo en el cuartel (avanzar en la ordenación), se podría fijar
como deseable la superficie de equilibrio

S cuartel
S TMmínima  d
E
No obstante, dado que este método suele adoptarse para iniciar la ordenación de montes que, en general,
necesitan poner en regeneración más superficie que la cabida periódica, el valor mínimo no es ninguna
limitación del método.

3.- DURACIÓN DEL PERIODO DE APLICACIÓN

En cuanto a la duración del plazo “d”, de acuerdo con la definición que de él se ha dado, vendrá
condicionado fundamentalmente por:

 El estado (cantidad y calidad) de la regeneración en los cantones con mayor urgencia para
finalizarla.
 Lapso más conveniente/deseable entre revisiones de la ordenación
 Rotación entre claras

Así pues, y suponiendo que ya existe una parte del tramo móvil con regeneración instalada al inicio de la
ordenación, parece razonable que dicho plazo esté acotado por los siguientes valores:

Periodo entre revisiones ≤ periodo de aplicación ≤ CAE

Menor duración supondría modificar la composición del tramo móvil sin su correspondiente revisión, y mayor
supondría que los supuestos cantones con mayor urgencia para la regeneración podrían llegar a tener una
masa instalada muy superior a dos clases artificiales de edad (en función de la máxima edad del
regenerado ya instalado). No obstante, siendo rigurosos en la interpretación que permite el método, se
podría imaginar el caso en que todos los cantones que componen el tramo móvil son del tipo c y que, siendo
en la zona la regeneración difícil, se podría llegar a necesitar un plazo máximo de dos periodos para su
completa regeneración (para no permitir la irregularidad de la masa). En este supuesto:

Periodo entre revisiones ≤ periodo de aplicación ≤ 2.CAE

Pese a que esta cota superior sería perfectamente válida para los planteamientos del método, no se conoce
ningún monte en donde el periodo de aplicación sea mayor a la clase artificial de edad, circunstancia por
otra parte lógica ya que plazos superiores a 30/40 años (máximos periodos de regeneración aplicados)
llevarían a una incertidumbre excesiva en la planificación a medio plazo (análoga, casi, a la que se asume
para los planes generales),

26
Nunca ha quedado clara la condición impuesta por las IOMA (1970) de que no debiera superar el 40% de la superficie
del cuartel, salvo que viniera condicionada por el hecho de que la mayoría de nuestros montes estuvieran ordenados
por tramos, muy frecuentemente 5 (equivalente a 100 años para el turno y 20 para el periodo de regeneración), de tal
forma que si el método del tramo móvil en sus primeras versiones sólo admitía masas semirregulares (2 clases de edad,
es decir, el 40% del turno) el tramo móvil podría tener como máximo un porcentaje de superficie del cuartel equivalente .
68
De acuerdo con la desigualdad anterior, ¿es recomendable que d sea igual, múltiplo o un submúltiplo de la
clase artificial de edad? En realidad esta proporcionalidad no es condición del método .

Es cierto que son frecuentes los montes ordenados por este método en que el periodo de aplicación se ha
fijado igual al de regeneración. Sin embargo, dado que los periodos de regeneración “p” (o lo que es igual,
las CAE) suelen ser números “redondos” no excesivamente grandes, es muy probable que “d” sea igual o
inferior a “p”, pero no necesariamente un submúltiplo y rara vez mayor. Se muestran algunos posibles
valores de d para los periodos de regeneración más utilizados en nuestros montes ordenados:

Turnos y Clases Valores posibles para el periodo de aplicación (*)


artificiales de edad buscando un “encaje” con el periodo de regeneración
(CAE=p) y/o con un número “redondo”
80/18 9, 15, 18, 20, 25,36
80-100/20 10, 20, 25, 30, 35, 40
125/24 10, 12, 15, 20, 24, 30, 40, 45, 48
100-125/25 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40, 50
120-150/30 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40, 45, 50, 60
(*) En negrita, los más probables al objeto de hacerlos coincidir con el periodo entre revisiones.

Nada importa que d no sea submúltiplo de la CAE; en cada caso lo que realmente será importante es
conocer los plazos que cada cantón o grupo de cantones han necesitado para regenerarse y tener, por
tanto, un cierto control de las superficies regeneradas en cada periodo de aplicación y la consiguiente
localización de las clases de edad de la masa transformada. La dificultad de ésta tarea (máxime con los
frecuentes cambios en los responsables de la gestión de nuestros montes) supone una de las mayores
dificultades en la aplicación del método y puede ser el motivo que ha llevado, con toda probabilidad, a que
para facilitar dicho seguimiento, en la mayoría de los casos en los que se ha aplicado este método, se haya
fijado d = p

Así pues, dado que en este método no es necesario manejar el concepto de periodo de regeneración y si
acaso sólo sería necesario el de clase artificial de edad al objeto de poder clasificar una masa como regular,
semirregular o irregular y que aquélla puede asimilarse de forma general a una cuarta parte de la Edad de
27
madurez , el concepto que sí debe realmente fijarse es este último que, además, permitirá ir controlando la
superficie de equilibrio y, por tanto, la marcha y el avance de la ordenación y, muy especialmente, facilitar la
futura gestión hacia una organización de masas regulares cuando sea éste uno de los objetivos.

4.- EL MONTE NORMAL EN EL MÉTODO DEL TRAMO MÓVIL

¿Cual sería la teórica estructura de monte normal de los montes ordenados por el método del tramo móvil?,
en definitiva, suponiendo una aplicación continua del método, ¿qué modelos de bosque tendríamos
finalmente?. No tenemos mucha experiencia en su aplicación y, en concreto, no tenemos suficiente historial
dasocrático para saber cómo evolucionan los montes que están ordenados por este método. Es difícil
aventurar un posible modelo de estructura de masa en sintonía con el concepto de la “normalidad forestal”,
aunque en principio sería el de una estructura de masa semirregular con equilibrio de clases de edad,
modelo difícilmente alcanzable en este método ―si bien alcanzar el modelo teórico es irreal, cuando no
imposible, en todos los casos―. Además, en su enfoque actual, el método no se utiliza para regularizar
masas más o menos irregulares sino que la estructura que crea, semirregular, es el modelo final buscado (el
modelo de monte final) por lo que quedan relegados a un segundo plano tanto las rentas constantes como
el máximo rendimiento sensu stricto (cortar la masa o el árbol lo más próximo a la edad de madurez). De ahí
que si este modelo de gestión se adopta como modelo definitivo lo más importante en su seguimiento será,
tal como hemos comentado antes, el control de las superficies regeneradas en cada periodo de
aplicación y la localización de las clases de edad de la masa transformada (que además, supondrán un
importante ahorro en esfuerzo y dinero para el gestor en el futuro)

27
En el caso de fijar el intervalo de clase de edad en 20 años, como ha sido habitual, también sería necesaria la
determinación de la edad de madurez.
69
5.- LA ESTIMACIÓN DE LA POSIBILIDAD SELVÍCOLA

La forma de estimar la posibilidad en el método del tramo móvil es análoga a la de cualquier otro método de
tramos aunque quizás incorpore mayor incertidumbre (si bien ésta siempre está presente en estimaciones
que se proyectan a un número de años largo, 10 ó 15, pues lo numerosos imprevistos que pueden acaecer
en este tiempo propician que la posibilidad ejecutada se desvíe –en más o en menos- de la estimada). La
posibilidad total del monte o cuartel tendrá, como es habitual, dos componentes, una posibilidad de
regeneración y otra de mejora, procedentes a su vez de las cortas que, con el mismo nombre, se hayan
propuesto para la vigencia del plan especial.

La posibilidad de regeneración media para el tramo móvil se estima a partir de la fórmula de masa cortable y
adaptada a la propuesta de organización de las cortas de regeneración. Una vez fijado el periodo de
aplicación en d años de acuerdo con los criterios antes expuestos, el tramo móvil se habrá formado por
cantones/rodales de diferente tipología. Habrá un primer grupo con cantones/rodales G1 (con un volumen
3 3
V1 m y un crecimiento en volumen IV m /año) en los que la regeneración su quiere finalizar en el periodo
de aplicación, luego esta primera componente de la posibilidad de regeneración se obtendrá de la
expresión:

V 1 IV 1
Pr eg (1)   m 3 / año
d 2
puesto que la propuesta es que, una vez finalizado el periodo, se hayan extraído todas las existencias de la
masa madura (o casi todas si se opta por dejar una cierta masa envejecida por más tiempo) para ser
sustituida por un regenerado. A esta componente de la posibilidad se la suele denominar “posibilidad
imperativa” por cuanto es la que se debe cumplir si se quiere avanzar en la ordenación (en la sustitución de
masa adulta por regenerado).

Habrá otros grupos de cantones en los que la regeneración deberá continuar o iniciarse durante el periodo
de aplicación en los que las existencias a extraer serán una parte de las existentes pero nunca todas. En
este caso, la posibilidad se deduciría de la misma fórmula pero afectada de un coeficiente K inferior a la
unidad (que puede ser variable de unos cantones a otros).

 V 2 IV 2   V 3 IV 3 
Pr eg (2)  K 2 *     K 3 *     .... m 3 / año
 pe 2   pe 2 

En donde:

Pe = vigencia del plan especial (o periodo de aplicación –d– si ambos plazos de tiempo coinciden)
K2, K3, Ki =coeficientes, inferiores a la unidad, que cuantifican la proporción de las existencias a ser
extraídas con las cortas del aclareo sucesivo durante los pe años en los grupos de cantones 2, 3, i, … La
determinación del valor de estos coeficientes es una decisión que entra dentro del campo de la selvicultura
y depende de la especie y su vecería, la duración de pe, del estado de los cantones (nivel de existencias y
regeneración principalmente) y de la calidad de estación y/o exposición de los cantones.

A esta componente de la posibilidad se la denomina “posibilidad indicativa” en tanto que la cantidad


obtenida está condicionada por el valor de los coeficientes Ki, a su vez afectados de una cierta
“subjetividad”. Además, la no realización de esta parte de la posibilidad no afecta de forma tan patente a la
marcha de la ordenación (puesto que en estos cantones aún no está previsto finalizar las cortas de
regeneración).

La posibilidad de mejora se calcularía para los cantones fuera del tramo en regeneración igual que para
cualquier otro método (ver capítulo de la posibilidad maderera) y, por la misma razón, también podría ser
considerada posibilidad indicativa dependiendo de cómo se estime el peso de la clara. La suma de ambas
posibilidades [regeneración (1) y (2) y mejora] proporcionará la posibilidad global del cuartel.

70
4.- MÉTODOS DE ORDENACIÓN POR ENTRESACA

IOMA (1970),

Art. 87. Los métodos de ordenación por entresaca se impondrán cuando las condiciones ecológicas variadas
o difíciles, o la función preferente asignada al monte, aconsejen el tratamiento de masa irregular.

IGOMA CyL (1999)

Artículo 139.
1. Los métodos de ordenación por entresaca pie a pie solo podrán aplicarse a aquellas masas de
especies tolerantes y con marcada tendencia a la mezcla más o menos íntima de pies, que requieren
precisamente el tipo de cortas de regeneración que da nombre a los métodos.
2. La extensión del cuartel aconsejará la adopción del método de entresaca generalizada (sin división
del cuartel) o del método de entresaca regularizada (con el cuartel dividido en tramos de entresaca).
3. Los métodos de entresaca pie a pie son compatibles con objetivos concretos de producción y de
protección, y no alteran el paisaje, pero excluyen el uso ganadero dado que la regeneración natural será
continua bajo el dosel de copas en todo el cuartel.

Artículo 140.
1. Los métodos de ordenación de entresaca por bosquetes serán aplicables, en general, a aquellos
montes con objetivos concretos de protección o de protección-producción, en los que las necesidades de la
defensa de los suelos contra la erosión y las restricciones paisajísticas y de conservación los hagan
preferibles a los métodos del tramo único, del tramo móvil y de su versión ampliada.
2. En su elección razonada deberá tenerse en cuenta el elevado coste de la gestión intensiva que
supone su aplicación.

IGOM CAA (2004)

Articulo 195. Los métodos de ordenación para masas irregulares completas se aplicarán preferentemente
cuando la descripción de los cantones arroje un predominio claro de estructuras de masa próximas a estas
estructuras teóricas.

Dentro de este grupo pueden distinguirse básicamente dos tipos de métodos:


- El método de entresaca pie a pie se elegirá cuando se desee una mezcla de todas las edades por
árboles individuales, por lo general en masas de especies tolerantes, aunque en determinados casos
puede ser de aplicación en especies con temperamentos flexibles en los que la vocación del cuartel
aconseje estructuras de esta naturaleza. También se considera entresaca pie a pie el modelo práctico
de gestión de entresaca por bosquetes de tamaño inferior a 0,2 hectáreas.
- El método de entresaca por bosquetes se elegirá cuando se desee una mezcla de todas las edades por
bosquetes de tamaño medio y grande (0,2 a 2 hectáreas, o incluso superior), pudiéndose aplicar con
especies de cualquier temperamento.
METODO DE ORDENACION DE ENTRESACA: Método que crea y/o gestiona masas irregulares basado en las cortas de entresaca pié a pié o por
bosquetes.

1) OBJETIVOS: Producción y protección del medio (físico y biológico) y del paisaje. Uso recreativo difuso

2) SITUACIONES EN LAS QUE SE APLICA: - Monoespecífica o pluriespecífica


- Especies de media sombra y de sombra con tendencia a la irregularidad, pie a pie o por bosquetes
- Especies de crecimiento medio y lento
- Monte alto y monte bajo
TIPO DE MASA QUE GENERA: - Irregular por tramos de entresaca o por cantones

3) TRATAMIENTO: Cortas de entresaca pie a pie o por bosquetes


REGENERACION: Natural (artificial en última instancia, en entresaca por bosquetes)

4) DIAMETRO DE CORTABILIDAD (EDAD DE MADUREZ-E-): Criterios tecnológico, selvícola y físico (Financiero).

5) ARTICULACION DEL TIEMPO: Rotación de la entresaca (intervalo de tiempo entre dos cortas de entresaca sobre una misma superficie). Su duración
condicionará o impondrá la intensidad de la corta de entresaca y dependerá de: la calidad de estación, el crecimiento de la masa, (el tiempo de paso de la
última clase diamétrica), la superficie del cuartel, aspectos selvícolas de la masa –rotaciones cortas- y criterios económicos de la gestión –rotaciones largas-

Oscila entre un valor mínimo de 1 año -Entresaca pura y renta anual- y un valor teórico máximo equivalente al tiempo de paso (número medio de años que un
pie tarda en pasar de una clase diamétrica a la siguiente. Se supone constante para todo el rango diamétrico) - Entresaca regularizada-.

6) DIVISION DASOCRATICA: La totalidad del cuartel de ordenación (Entresaca pura) o tramos de entresaca equiproductivos, tantos como años dura la
rotación (Entresaca regularizada) o un submúltiplo si se desea renta periódica. La irregularidad se busca/logra a escala cantón o grupo de cantones.

7) POSIBILIDAD: Muy frecuentemente tendrá carácter indicativo. En número de pies y en volumen (Definición de la curva de equilibrio del monte entresacado
ideal) en la entresaca pie a pie. También se puede expresar en cabida en la entresaca por bosquetes (con indicación del tamaño medio de bosquete)

VENTAJAS INCONVENIENTES
- - Escasa aplicación (especies tolerantes) en su versión de entresaca pie a pie
integración en el entorno - Gestión compleja y costosa.
- Minimiza los sacrificios de cortabilidad - Requiere de una red de vías de saca completa
- Gran flexibilidad de aplicación a distintos temperamentos en su - Acotado total al pastoreo (cuando exista)
aplicación por bosquetes. - Máxima complejidad en operaciones de corta y saca
- Máxima diversidad estructural en pequeñas superficies. - Mayores riesgos de daños a la masa residual y al regenerado
- Valores paisajísticos (y recreativos)
- Posibilidad de aplicación en montes de pequeña extensión
- Especialmente aceptado socialmente
5.- “MÉTODO” DE ORDENACIÓN POR RODALES28

De acuerdo con los autores de la publicación Manual de Ordenación por rodales. Gestión Multifuncional de los
espacios forestales, las mayores diferencias entre los métodos clásicos de ordenación (incluida la versión
29
inicial de la ordenación por rodales – Judeich ) y este método son:

 La división inventarial y dasocráticas coinciden (se realizan simultáneamente)

 La identificación de los rodales, descripción y propuesta de actuación y su inventario constituye una


fase “a caballo” entre el inventario y la planificación.

Como aspectos más destacados y diferenciadores del método se señalan:

1.- DEFINICIÓN DE CUARTELES

No constituyen ni una unidad de inventario ni una unidad de ordenación que incluya una distribución
equilibrada de clases de edad. Las funciones prioritarias se asignan a cada rodal por lo que el cuartel sólo
tiene sentido y se define o mantiene: para facilitar la gestión de la información de los cantones y rodales en
montes de gran extensión; si ya están definidos de ordenaciones anteriores o porque existan condicionantes
importantes a la gestión en determinadas partes del monte o servidumbres de cierta relevancia que deban
ser claramente identificadas. Es decir, el cuartel ya no es la unidad de ordenación. Cuando existan, sus
límites deben marcarse en el terreno.

2.- DEFINICIÓN DE CANTONES Y SUBDIVISIÓN. LA RODALIZACIÓN

El cantón es la unidad mínima territorial permanente en que se divide el monte, con los tamaños habituales
de los inventarios para la ordenación por otros métodos (mayores de 10 ha,. preferiblemente en torno a las
30). Deberán estar perfectamente identificados en el terreno a lo largo de toda la ordenación.

En cada cantón, dependiendo de sus características, se puede señalizar 1 o más rodales. El rodal, en este
método, es una unidad de terreno forestal homogéneo de acuerdo con una serie de criterios de distinta
naturaleza: formas fundamental y principal de masa, densidad y Fracción de cabida cubierta (adehesados,
rasos, diferentes Fcc…), clases naturales de edad, necesidad y urgencia de intervención según tipos de
corta, objetivos prioritarios, condiciones del habitat. El rodal es la unidad última de gestión y de actuación
selvícola.

Los límites de cada rodal pueden variar con el transcurso del tiempo, por la propia evolución de la masa o
por los tratamientos selvícolas aplicados, por lo que no se señalizan en el terreno. Así pues, los rodales son
unidades temporales con una vigencia mínima igual al periodo de la ordenación y que tienen una superficie
mínima de al menos 1 ha. y como máxima la del propio cantón.

La fase de rodalización o de determinación de masas (reconocimiento exhaustivo del terreno para la


localización e identificación de los rodales) es previa al inventario de toma de datos en campo y permite
obtener:

 La diferenciación y delimitación espacial de los rodales o masas de características homogéneas


 Diagnóstico general de la masa que lo puebla, con caracterización de estructura horizontal y vertical así
como su variabilidad
 Una propuesta de actuación según las necesidades, condiciones y vocación de cada rodal, y de una
prioridad en la intervención

28
Tomado de Manual de Ordenación por rodales. Gestión Multifuncional de los espacios forestales, 2006.
Glez. Molina, JM; Piqué Nicolau, M y Vericat Grau, P. Centro Tecnológico Forestal de Cataluña. 205 pp.
29
El método clásico de ordenación por rodales está contemplando en las Insstrucción de Ordenación de Montes de
1970 pero nunca llegó a aplicarse en España.
 Determinación del tipo de inventario más adecuado para cada rodal o, en su caso, la recomendación de
no llevar a cabo mediciones.
 Una identificación y delimitación de áreas o zonas singulares: con valores naturales destacados,
necesidad de cambio de vocación, micro reservas, zonas recreativas, ….

Posteriormente, y a efectos de facilitar la toma de decisiones en la gestión, los rodales se agruparán por
similitudes en su tipología (determinación de masas). Frecuentemente los criterios de agrupación se refieren
a la especie arbórea, la estructura de la masa, su edad o estado de desarrollo y los objetivos de la gestión
(tipo de selvicultura a aplicar). Cada tipología de rodal se correspondería con un estrato en el caso de un
inventario por muestreo estratificado. Otras posibles tipologías podrían ser, además de las relativas a las
especies principales, la estructura de la masa y a las clases naturales de edad, los bosques ribera, el monte
adehesado, los montes bajos, pastizales, matorrales, improductivos.

3.- TIPO DE INVENTARIO

El inventario de los rodales será de diferente naturaleza en función de la tipología de rodal y sus objetivos.
Las tres posibles decisiones a tomar para cada rodal o grupo de rodales (adoptadas en la fase de
rodalización) serían:

 Estimación pericial inmediata (masas regulares en estado de monte bravo o latizal bajo o alto si se
tratan de claras no comerciales), arbolado abierto, excluidos de la gestión o propuestos para no
ser intervenidos en la vigencia de la ordenación.
 Inventario dasométrico convencional (rodales arbolados con tratamientos que generarán
ingresos). Se diseñarán para cada tipología de rodal, pie a pie o por muestreo, con diferentes
intensidades (aunque se recomiendan al menos 3 parcelas por rodal o tipología de rodal). Los
errores de muestreo, en el caso de inventarios de este tipo, se estimarán para cada tipología de
rodal.
 No se realiza inventario (rodales desarbolados o excluidos de la gestión)

Los diferentes tipos de inventario pretenden optimizar la relación coste/eficacia y simplificar los trabajos de
medición por lo que no es recomendable utilizar demasiados tipos en un mismo monte.

4.- EL LIBRO DE RODALES Y CANTONES ( APEO DE RODALES O CANTONES)

Cada rodal debe quedar perfectamente caracterizado cualitativa y cuantitativamente (una ficha para cada
rodal). Así mismo se deberá indicar para cada uno de ellos la propuesta de gestión para la vigencia de la
ordenación.

Dado el carácter temporal de los rodales, es recomendable incluir también una ficha para cada cantón que
contendrá los valores promedio de los rodales que contiene. El libro de cantones constituirá un registro
histórico del estado de cada cantón por lo que facilitará y permitirá el análisis, estudio y comparación de la
evolución de la masa y de la ordenación.

5.- ESTUDIO DE USOS Y DETERMINACIÓN DE OBJETIVOS

Utilizando la información obtenida durante las diferentes fases de recopilación de la información (reuniones
con la propiedad y los gestores del monte, estudios específicos, documentos de gestión previos, etc…) y el
trabajo de campo, es necesario concretar los usos preferentes y los objetivos que guiarán la planificación y
la gestión del monte.

Tales usos y funciones pueden dividirse en tres grupos (el planteamiento es análogo al de otros métodos
de ordenación, la posible diferencia con ellos estriba en que se asignan a los rodales y no a los cuarteles):

1. Funciones inherentes a la existencia de la cubierta forestal y a su buen desarrollo: regulación


hídrica, conservación de la biodiversidad, paisaje, control de la erosión….). Dependiendo de la
legislación existente, aspectos de tipo social, topográficos, etc.. condicionarán más o menos la
gestión y, por tanto, deberán ser o no prioritarios.
74
2. Usos y funciones preferentes: son aquellos que justifican la ordenación y, en general, la financian
(en parte o en todo). Suelen ser usos y funciones productivos que generan beneficios económicos:
madera, corcho, pastos, caza, resina, …
3. Usos secundarios o complementarios: usos que condicionan mínimamente la gestión por sus
escaso impacto económico o porque afectan a pequeñas superficies del monte.

Se fijarán las funciones y usos para la vigencia de la ordenación y se determinará la intensidad con que
deban ser satisfechos (su importancia y prioridad puede variar de un periodo a otro). Todo ello configurará
los objetivos concretos de la ordenación, que deberán ser localizados en el espacio, a escala rodal o grupo
de rodales, tipología de rodal o todo el monte.

6.- PLANIFICACIÓN DE LA ORDENACIÓN

Una vez definidos los usos y determinados los objetivos de la ordenación se pasa a la fase de planificación
que contendrá, al igual que para los métodos clásicos, una planificación general ( Plan General) y una
planificación Especial ( Plan Especial) si bien el contenido de cada una varía en algunos aspectos:

En la PLANIFICACIÓN GENERAL se definen:

 El periodo de vigencia de la ordenación, que suele ser entre 10 y 20 años


 Los condicionantes generales y específicos a la definición y ejecución de las actuaciones en el monte
 Las características selvícolas en las que se eligen los modelos selvícolas (especies principales, forma
fundamental y principal de masa, turnos, etc…). Se podrá elegir un modelo selvícola diferente para cada
tipología de rodal o incluso para cada rodal, en función de los objetivos concretos. Los modelos selvícolas
a adoptar variarán en función de las formaciones forestales presentes en el monte (especies, formas de
masa y calidades de estación), los condicionantes y los objetivos concretos de la ordenación. Así, para
cada formación y objetivo concreto se definirá un modelo selvícola. Algunos ejemplos podrían ser, para
una determinada especie:

1. Rodales de alta calidad y objetivo productor


2. Rodales de baja calidad y objetivo productor-protector
3. Rodales de alto valor ecológico y presencia de fauna protegida
4. Rodales con subpiso de frondosa y objetivo de transformación
5. Rodales en franjas de defensa contra incendios forestales
6. Rodales irregulares con alto valor paisajístico

Los condicionantes a la elección de uno de estos modelos selvícolas dependerán de las características y
situación del monte, a la presencia de especies de interés, a la existencia de alguna figura legal de
protección, etc…. Surgen, en general, como consecuencia de la normativa vigente, de los intereses de la
propiedad o por iniciativa del equipo redactor del proyecto de ordenación.

Para cada una de estas tipologías se establecerá un o más especies principales, un método de beneficio,
un tipo de corta de regeneración, un turno/edad de madurez o rotación, etc.
 Las características dasocráticas con las que se decide cómo avanzar hacia una organización selvícola del
monte que asegure su persistencia y estabilidad. Afectarán fundamentalmente al equilibrio de las clases
de edad en masas regulares (o de clases diamétricas en irregulares) y al ajuste de la posibilidad.

En la PLANIFICACIÓN ESPECIAL, de acuerdo con las decisiones adoptadas en el estudio de usos y


determinación de objetivos y de la planificación general, se concretarán las actuaciones a dos niveles o
escalas:

 Planificación a escala rodal: se decide en qué rodales se va a actuar en la vigencia de la ordenación,


cómo (de acuerdo con el modelo selvícola adoptado en la planificación general) y cuándo (en qué año o
momento de la vigencia)  Se establece una nueva agrupación de rodales, esta desde el punto de vista
del tratamiento selvícola a aplicar –o a no aplicar-: grupo de regeneración, grupo de preparación, grupo
de mejora, grupo de cortas de entresaca, grupo de no intervención en la vigencia de la ordenación, grupo
de no gestión, …

75
 Planificación a escala monte: se concretan las actuaciones que superan el ámbito del rodal individual:
redes de caminos y pistas, infraestructuras de defensa contra incendios, infraestructuras de uso ganadero
o recreativo, etc.

Deberán también concretarse el resto de usos y aprovechamientos el monte (ganadero, recreativo, etc.)
para la vigencia de la ordenación. Finalmente se incorporará un análisis económico de acuerdo con las
previsiones de ingresos y gastos propuestos.

7.- EL CUMPLIMIENTO DE LA PERSISTENCIA Y SOSTENIBILIDAD: EQUILIBRIO DE LAS CLASES NATURALES DE EDAD

Al objeto de satisfacer dos de los principios fundamentales u objetivos generales de la ordenación de


montes, es necesario llevar a cabo un análisis del balance de superficies por clases de edad para el
conjunto de rodales regulares del monte. En este caso, tal balance va referido a las clases naturales de
edad. La ventaja de las clases naturales de edad frente a las clases artificiales es que permiten comparar
estadios similares independientemente de la especie, calidad de estación, forma fundamental de masa y
tratamiento de cortas recibido. Las clases utilizadas serán por lo común 6: regenerado-monte bravo, latizal,
fustal bajo, fustal medio, fustal alto, fustal en regeneración.

En los rodales con masa irregular deberá analizarse su mayor o menor grado de aproximación al “equilibrio”
deseado y el control deberá comprobar si están o no en ese equilibrio.

8.- EL TIPO DE BOSQUE FINAL ( MONTE NORMAL) EN LA ORDENACIÓN POR RODALES

Abandonado el concepto de monte normal, incluso como utopía, no debe prescindirse de él (además de por su
30
valor pedagógico) en la medida en que hace referencia al modelo de monte final, supuestamente mejor (o al
menos igual) al modelo de monte de partida, antes de la ordenación. En definitiva, tanto en este como en los
restantes métodos de ordenación, la aplicación sucesiva de las cortas de regeneración van localizando en el
tiempo y en el espacio las estructuras de masa deseadas de acuerdo con los objetivos y funciones atribuidas a
la ordenación, generando diferentes Tipos de Bosque Final que, a su vez, también dependen de las diferentes
combinaciones de especies, estructuras de masa y duración del turno o rotación. La esencia de ambos
conceptos ― Monte Normal y Tipo de Bosque Final ―, salvando las diferencias a las que obliga una distancia
de más de 150 años, es muy similar.

En este caso, el Tipo de Bosque Final es susceptible de ser modificado con motivo de cada revisión (u
ordenación, tal como proponen los autores del texto), pero en cada momento se deberá hacer un balance de
clases –naturales o artificiales– de edad para el conjunto de rodales, al objeto de verificar el equilibrio y
asegurar con ello el rendimiento sostenido. Para el conjunto de rodales con estructura irregular, se deberá
comprobar el mayor o menor equilibrio de la curva de distribución diamétrica.

30
Como “mejor” se entienda un monte que satisface de forma más adecuada las funciones y usos establecidos
76
7.- “MÉTODO” SELVÍCOLA31
Rojo y G. Montero (2005) comentan al respecto de este método:

“A grandes rasgos, la filosofía del método selvícola consiste en aplicar en todo momento la selvicultura que esté
precisando la masa sobre la que se quiere actuar (de ahí su nombre), sin necesidad de establecer, en principio, una
noma de regulación ni de buscar una organización estructural de las masas. De esta manera el método selvícola
adquiere una gran flexibilidad en su aplicación, y se evitan totalmente las enormes complicaciones derivadas de la
búsqueda de una estructura y organización determinadas inherentes a los métodos de ordenación clásicos. En este
sentido, CIANCIO et al. (1995) aseguran que el método ha influido notablemente en el desarrollo del pensamiento
forestal, determinando el paso de la considerada “selvicultura reguladora o reglada” a la llamada “selvicultura libre” que
reniega de la normalización y regulación estructural de las masas, y está en contra de los intentos por simplificar e
imponer un orden donde quizás sería mejor, o más digno, perseguir o mantenerla disformidad, la heterogeneidad, la
complejidad y la diversidad bioecológica , siguiendo paso a paso las indicaciones que dicta el bosque. En términos
similares se expresaba CEBALLOS (1945) cuando afirmaba que un bosque “está lejos de ser una masa regular y
compacta de árboles iguales, monótona y amorfa como puede serlo un campo de trigo; el bosque es una población
vegetal, pero no un ejército de árboles”.

Según CANTANI (1963), el método selvícola podría y debería aplicarse durante la primera y más temporal fase de la
ordenación de masas “irregulares”, entendiendo como tales todas aquellas que no se pueden considerar regulares o
semirregulares (o irregulares ideales, según terminología española), es decir, las que poseen estructuras variadas o no
uniformes, que no siguen ningún patrón de organización.”

Los autores afirman que este ´”método”, por la gran flexibilidad de las cortas que proponen:

… permite dar cumplimiento a algunas de las propuestas de sostenibilidad forestal, mediante el establecimiento de
sistemas selvícolas próximos a la naturaleza, que se pueden agrupar dentro del concepto denominado en inglés
Continuous Cover Forestry ó CCF

La selvicultura que se propone en este modelo puede ser especialmente adecuada en zonas de topografía
compleja o en espacios protegidos en los que se quiera o esté permitido el aprovechamiento forestal. No
obstante, dado que es necesario un conocimiento exhaustivo del monte para la aplicación y localización de
una selvicultura tan pormenorizada es conveniente que cuando se aplique la relación superficie
gestionada/gestor no sea muy elevada (inferior a 10-15.000 ha). en todo caso, y en puridad, el “método”
selvícola ni es método ni es ordenación.

31
Para más información, consultar “Aproximación al Método Selvícola: Una alternativa para la ordenación
de montes en Zonas Protectoras o Protegidas”. A. Rojo y G. Montero. Ponencias del 4º Congreso Forestal
Español, Zaragoza 2005.

77
VIII.- CERTIFICACION FORESTAL.

1. Concepto y antecedentes

La certificación forestal es un proceso (voluntario), llevado a cabo por una tercera parte independiente, que
garantiza que la gestión de la masa forestal y de sus productos se realiza de acuerdo con unos criterios de
gestión sostenible (GFS) que contemplan aspectos económicos, sociales y ambientales. Existen dos
variantes de la certificación: Certificación de la gestión forestal y Certificación de la Cadena de Custodia
(evalúa la línea de producción y transformación de los productos forestales, desde el árbol hasta el producto
final, para verificar que la madera -u otros productos- utilizada procede de un bosque bien gestionado).

Ante la fuerte deforestación en todo el planeta y muy especialmente en los países tropicales (se estima que
en éstos desaparecen del orden de 10 millones de hectáreas al año), algunas organizaciones ecologistas de
Holanda, Reino Unido, Austria y Estados Unidos promovieron en la década de los 80 un boicot internacional
al comercio de productos forestales tropicales, como un mecanismo para reducir la demanda y frenar la
deforestación.

Estas medidas, si bien consiguieron reducir el consumo de maderas tropicales en los países desarrollados
(hasta un 36% en Alemania, Holanda y Reino Unido entre 1992 y 1996), no produjeron el impacto deseado
en la lucha contra la deforestación tropical y, es más, en muchas ocasiones contribuyeron a su aumento. En
este sentido, la pérdida de valor económico de los bosques tropicales fomentó el cambio de uso del suelo
hacia actividades más productivas a corto plazo, como la ganadería y la agricultura.

El fracaso de las campañas de boicot a la madera tropical llevó a que algunas organizaciones plantearon
una lógica diferente: en lugar de castigar a los que lo estuvieran haciendo mal, premiar a los que estuvieran
haciendo una gestión forestal adecuada, mediante un sistema de etiquetado de madera. Surge, de esta
manera, la certificación forestal, que garantiza al consumidor que el producto procede de una masa forestal
bien gestionada.

La idea se extendió rápidamente y a principios de los 90 había más de 600 sellos de certificación forestal,
situación que generó una gran confusión y falta de credibilidad entre productores y consumidores. A partir
de la constitución del Forest Stewardship Council (que pretende crear un sello único que pudiese garantizar
la credibilidad de la certificación a través de unos estándares de aplicación global ), se inicia una fase de
extensión de estos criterios hacia el bosque europeo y durante 1998 y 1999 determinados mercados
iniciaron una presión en fomento de la gestión forestal sostenible y la certificación, momento en que este
esquema ha comenzado a desarrollarse en nuestro país con mayor intensidad .

En la actualidad, existen numerosos sistemas de certificación desarrollados y diferenciados entre sí. La


Confederación Europea de la Industria del Papel ha elaborado una matriz que enumera y compara estos
sistemas y puede ser consultada en su página web: www.cepi.org.

2. Sistemas de Certificación en España

Pese a que en el mundo existen diversos sistemas de certificación, en España (y también en Europa son los
que dominan aunque no los únicos), hasta la fecha sólo se han implantado dos que son, a su vez, los
únicos de ámbito internacional):

 FSC (Forest Stewardship Council – Consejo de Gestión Forestal): El FSC es una organización
independiente, no gubernamental, internacional y sin ánimo de lucro creada en 1993, en Toronto
(Canadá) con el objetivo de promover una gestión forestal ambientalmente responsable, socialmente
beneficiosa y económicamente viable en los bosques de todo el mundo. Está formada por
representantes de grupos sociales, de comerciantes de madera, organizaciones de pueblos indígenas,
grupos comunitarios de forestales y organizaciones certificadoras de todo el mundo. En 1996, los
miembros del FSC, por entonces 130 representantes de organizaciones de 25 países distintos,
ratificaron, tras un riguroso proceso de consulta internacional, el Principio 10 referido a Plantaciones
Forestales. Con ello, quedaban constituidos los 10 Principios Generales y sus correspondientes 56
Criterios (PyC) del FSC sobre gestión forestal. En 1999 los miembros de FSC y su junta directiva
ratificaron la última versión de los PyC. Estos Principios y Criterios están diseñados para servir de guía

78
para el desarrollo de estándares regionales, acordes con las características propias de cada país o
región. Este sistema está promovido en España por WWF/Adena.

La Iniciativa nacional FSC está representada en España por el Grupo de Trabajo español para la
Certificación FSC (GT FSC).El GT FSC es un equipo multidisciplinar encargado, entre otras tareas, de
desarrollar, revisar y actualizar los estándares de gestión forestal en el marco de la política del FSC. Está
compuesto por tres cámaras (social, económica y ambiental) con voz y con voto, una cuarta cámara
(Administración forestal e Investigación) de carácter consultivo, es decir, con voz pero sin voto, y un
Presidente y un Secretario, ambos con voz pero sin voto.

Los estándares españoles, además de desarrollar los principios del 1 al 10 del FSC (a excepción del
Principio 3, relativo a las poblaciones indígenas), incorporan estándares específicos para el
aprovechamiento del corcho y la resina, productos forestales no maderables de especial interés en el monte
mediterráneo. El borrador definitivo de estos estándares se aprobó en febrero de 2005. Actualmente están
en proceso de revisión. Los 10 principios para los que se establecen una serie de criterios e indicadores
asociados, son:

1. Observación da las leyes y los principios de FSC


2. Derechos y responsabilidades de tenencia y uso
3. Derechos de los pueblos indígenas (no desarrollado para España)
4. Relación con las comunidades locales y derechos de los trabajadores
5. Beneficios del monte
6. Impacto Ambiental
7. Plan de Gestión Forestal
8. Seguimiento y Evaluación
9. Mantenimiento de Montes con Alto Valor de Conservación
10. Plantaciones

(Existen dos anexos que incorporan estándares específicos para el aprovechamiento de corcho y de resina)

En relación con el Principio 7, disponer de un Plan de gestión Forestal, resulta interesante analizar el criterio
7.1 por cuanto engloba los contenidos de lo que ha venido siendo un proyecto de ordenación durante los
últimos 100 años (y, por tanto, su encaje con los diferentes modelos de Instrucciones de Ordenación de
Montes):

Criterio 7.1 El plan de gestión y los documentos que lo sustentan deberán proporcionar:

a) Los objetivos de la gestión.


b) La descripción de los recursos del monte que serán gestionados, las limitaciones ambientales, el estado
de la propiedad y el uso de la tierra, las condiciones socioeconómicas, y un perfil de las áreas
adyacentes.
c) La descripción del sistema silvicultural y/o otro sistema de gestión, basado en la ecología del monte y en
la información obtenida a través de los inventarios forestales.
d) La justificación de la tasa de aprovechamiento anual y de la selección de especies.
e) Las medidas para el seguimiento del crecimiento y la dinámica del monte.
f) Las medidas ambientales preventivas basadas en las evaluaciones ambientales.
g) Los planes para la identificación y la protección de las especies raras, amenazadas o en peligro de
extinción.
h) Los mapas que describan la base de los recursos forestales, incluyendo las áreas protegidas, las
actividades de gestión planeadas y la titulación de la tierra.
i) La descripción y justificación de las técnicas de aprovechamiento y del equipo a ser usado.

Fuente y consultas en: http://www.wwf.es/bosques_comercio/certificacion_forestal.php

 PEFC (Program for Endorsement of Forest Certification – Programa para la promoción/el


reconocimiento de la Certificación Forestal): Aparece en 1998 por iniciativa de la Confederación
Europea de propietarios de montes privados, denominándose entonces Pan European Forest
Certification. En España, en mayo de 1999, se constituyó legalmente la asociación PEFC- España con
dos fines principales: difundir la GFS en los montes españoles y crear un sistema de certificación
79
forestal español dentro del sistema europeo PEFC. Sus miembros fundadores fueron: COSE
(Confederación de Organizaciones de Selvicultores Españoles), ASAJA- FORESTAL (Asociación
Agraria de Jóvenes Agricultores - Sectorial Forestal), ANFTA (Asociación Nacional de Tableros
Aglomerados), ASPAPEL (Asociación Nacional de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón) y
CONFEMADERA (Confederación de Industriales y Comerciantes de Madera). Posteriormente se ha
incorporado la Dirección General de Montes de Galicia como titular de los montes públicos gallegos.

PEFC - España acordó promover la normalización de la GFSE utilizando los criterios y los indicadores
paneuropeos, adaptando los segundos a las características de los montes españoles, y suscribió para ello,
en octubre de 1.999, un acuerdo de colaboración con AENOR, entidad encargada por el Real Decreto
2200/1995 de la normalización española.

En Madrid, en febrero de 2000, se constituyó el Comité Técnico de Normalización de la GFSE, CTN 162,
con la participación de representantes de asociaciones de propietarios privados y públicos, de empresas
forestales, industriales y comerciales de la madera, por colegios profesionales, universidades, centros de
investigación públicos y privados, sindicatos y asociaciones de consumidores, etc.

El CTN 162 constituyó tres Subcomités encargados de elaborar los Proyectos de Norma: SC1 “Vocabulario,
terminología y definiciones”, SC2 “Criterios e Indicadores de las Unidades de Gestión” y SC3 “Criterios de
Cualificación de Auditores y Entes Certificadores”.

Durante el proceso, dirigido por AENOR, se elaboraron cinco Proyectos de Normas que fueron aprobados
por los Órganos de gobierno de AENOR el 4 de junio de 2001 y editados como Normas UNE en la
Resolución de 10 de septiembre de 2001 del entonces Ministerio de Ciencia y Tecnología con los títulos
siguientes:

162001 “Vocabulario, terminología y definiciones”


162002 - 1 “Parte 1 : Criterios e indicadores genéricos”
162002- 2 “Parte 2 : Criterio e indicadores complementarios para evaluación a escala regional”
162003 “Criterios de cualificación de auditores forestales”
162004 “Criterios de cualificación de las entidades de certificación”

Recientemente han sido sometidas a un proceso de revisión y adaptación a los nuevos indicadores
“mejorados”, y ya están publicadas en el BOE las nuevas normas (UNE 162001:2007 Gestión forestal
sostenible. Vocabulario, terminología y definiciones, UNE 162002-1:2007 Gestión forestal sostenible.
Criterios e indicadores. Parte 1: Genéricos para la unidad de gestión y UNE 162002-2:2007 Gestión forestal
sostenible. Criterios e indicadores. Parte 2: Complementarios para la evaluación a escala regional)

Fuente y consultas en: http://www.pefc.es/

De la superficie que ha obtenido la certificación de Gestión Forestal Sostenible en España se incluyen


montes en los que existen usos adicionales a los exclusivamente madereros como son el uso social, de
recreo o de protección. Del más del millón de hectáreas certificadas, cerca de 600.000 se corresponden con
montes de carácter recreativo con algún tipo de valor ecológico y de protección de sus recursos naturales,
en particular con espacios naturales protegidos y de la Red Natura 2000, tales como el Parque Regional de
Sierra Espuña (Murcia), el Parque Natural de la Sierra de Cebollera (La Rioja), el Parque Natural Sierra de
Urbasa (Navarra) o el Monte de Valsaín en Segovia (Castilla y León).

80
Superficie con certificación GFS en España (ha) (Datos a Noviembre de 2007)

FSC + PEFC (mayo 2007) TOTAL


Superficie
Comunidad
forestal
Autónoma Superficie Monte Superficie %
arbolada
(mayo 2007) (sept. 2007)
Andalucía 2.099.505 63.917 14.775 65.666 Silvasur Agroforestal, S.A (Huelva) 144.358
Aragón 1.612.708 74 333 407
Asturias 458.474 2.300 2.300
C.Valenciana 625.307 1.219 1.219
Canarias - - 1.531 1.531
Cantabria 218.716 22.636 22.636
Castilla La Mancha - - -
Castilla y León 3.085.214 460.475  10.604 Montes de Valsaín (Segovia) 471.079
Extremadura - 745(*) 745
Cataluña 1.586.865 17.996 17.996
Galicia 1.415.701 115.579  11.877 NORFOR (Asturias, Galicia y Cantabria) 127.456
Islas Baleares - - - -
La Rioja 175.276 47.850 47.850
Madrid 0
Murcia 359.787 10.070 10.070
Navarra 485.618 136.384  13.577 Sierra de Urbasa y Andía 149.961
País Vasco 390.004 27.992 27.992
TOTAL 12.513.175 906.492 17.384 101.723 1.025.599

Cadena de Custodia (Entidades e


194 73
instalaciones) (**)

(*) La superficie certificada por FSC incluye 444 ha. de plantaciones de Bosques Naturales ubicadas en Extremadura y Gerona (Este
certificado se suspendió en febrero de 2007)

(**) No se han identificado las posibles entidades certificadas por ambos sistemas por lo que la suma no tendría porqué dar el total de
empresas certificadas en España.
Superficie con certificación GFS en España (ha) (Datos a Diciembre de 2010)

Comunidad Superficie forestal


Autónoma arbolada sep-10 oct 10

Andalucía 2.099.505 149.831


Aragón 1.612.708
Asturias 458.474 5.138
C.Valenciana 625.307
Canarias -

Sin datos pormenorizados


Cantabria 218.716 25.340
Castilla La Mancha 23308,53
Castilla y León 3.085.214 530.946
Extremadura
Cataluña 1.586.865 81.490
Galicia 1.415.701 99.726
Islas Baleares
La Rioja 175.276 71.514
Madrid
Murcia 359.787 10.070
Navarra 485.618 183.932
País Vasco 390.004 63.731
Varios 12.548
32
TOTAL 12.513.175 1.258.794 125.391

Cadena de Custodia (Entidades e 554 282


instalaciones)

32
Se corresponde con 1626 gestores forestales
IX.- POLÍTICA Y PLANIFICACIÓN FORESTAL.

La política forestal española está desde hace años inevitablemente condicionada por las políticas y directrices
emanadas de los acuerdos internacionales, paneuropeos y comunitarios de los organismos a los que España
pertenece o es signataria (Naciones Unidas, Unión Europea, etc…).

FORO FORESTAL DE NACIONES UNIDAS33

En el contexto de la celebración de la CNUMAD22 en Río de Janeiro en 1992, se procedió a la negociación


de los Convenios de Biodiversidad (CBD), de Cambio Climático (CMCC), y de Lucha contra la
Desertificación (CCD), éste con posterioridad. Si bien la suscripción de estos Convenios no fue más que la
expresión de una voluntad política de aceptarlos, no existiendo sanciones por su incumplimiento, de ellos se
derivan normativas o protocolos que afectan a los sistemas forestales y, en general, al medio natural, por lo
que, sin ser vinculantes, son de obligado cumplimiento.

Tras este encuentro de repercusión internacional quedó pendiente el cuarto acuerdo internacional previsto
en Río, el referente a los bosques, pues lo único que en ese momento pudo consensuarse fueron los
denominados Principios Forestales, que ya en el título se definen como no vinculantes jurídicamente.

En 1995, la Comisión de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (CSD), en su tercera sesión, estableció
el Panel Intergubernamental de Bosques (IPF), foro de composición abierta y con una misión definida, para
lograr un consenso y Propuestas de Acción coordinadas que apoyasen la gestión, conservación y desarrollo
sostenible de toda clase de bosques. El Panel mantuvo cuatro reuniones entre 1995 y 1997, y envió su
informe final a la CSD-5 en abril de 1997. El informe contiene aproximadamente 140 propuestas de acción
concretas referentes a los bosques.

La CSD-5 adoptó el informe del IPF y transmitió un conjunto de recomendaciones a la Sesión


Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas (UNGASS) en junio de 1997 para una revisión
general del progreso en la aplicación de los acuerdos de la CNUMAD. En la UNGASS la Asamblea General
decidió continuar el diálogo intergubernamental sobre política forestal estableciendo el Foro
Intergubernamental sobre Bosques (IFF), también objeto y con mandato concreto, dependiente de la CSD.
Además, decidió que el Foro debería también identificar los posibles elementos, trabajando en pos de un
consenso, de mecanismos y acuerdos internacionales, como por ejemplo, un instrumento legalmente
vinculante. La Resolución del consejo Económico y Social 1997/65 estableció el Foro Intergubernamental de
Bosques (IFF), con el mandato de informar a la CSD-8 en el año 2000.

El IFF mantuvo cuatro reuniones durante los años 1997 (Nueva York), 1998 (Ginebra), 1999 (Ginebra) y
2000 (Nueva York). El informe del IFF4, que sugería la creación de un nuevo órgano especializado dentro
de la ONU denominado Foro Forestal de Naciones Unidas (UNFF) como foro intergubernamental y una
Asociación de Cooperación Forestal (CPF) como órgano informal interagencias, fue adoptado en la CSD-8
celebrada en abril-mayo del 2000, y enviada al Comité Económico y Social de la ONU (ECOSOC), que
estableció estos nuevos órganos mediante decisión a finales del año 2000.

Este nuevo foro, que celebra reuniones anuales desde 2001, tiene como misión controlar y coordinar la
puesta en práctica de las propuestas de acción del IPF y del IFF, negociar temas de finanzas, comercio y
transferencia de tecnología así como decidir, en sus primeros cinco años, su conversión o no en un
Convenio Forestal.

Tras intensas negociaciones, en la séptima Sesión del Foro en 28 Abril 2007 se adoptó un Instrumento
Jurídicamente NO Vinculante sobre Todos los Tipos de Bosque. Este instrumento se considera un hito
dado que es la primera vez que todos los Estados Miembros han estado de acuerdo con un instrumento
internacional dirigido a la gestión forestal sostenible. Se espera que con él se logre un importante impacto

33
Fuente: Plan Forestal Español, 2002. MMA
en la cooperación internacional y en las acciones nacionales al objeto de reducir la deforestación, prevenir
la degradación y reducir la pobreza de las poblaciones dependientes de los bosques. La Asamblea General
de Naciones Unidas adoptó el Instrumento el 17 de diciembre de 2007.

La Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado 2011 como Año Internacional de los Bosques.

CONFERENCIAS MINISTERIALES DE BOSQUES34

La Conferencia Ministerial sobre Protección de Bosques de Europa (FOREST EUROPE):

 es un punto de encuentro donde cooperan los Ministerios responsables de los bosques de 46


países europeos y la Comunidad Europea.
 es un foro en que se tratan los problemas forestales desde un ámbito de alta política y relevancia
social. Desde allí se emiten recomendaciones en favor de la protección y la gestión sostenible de
los bosques en Europa.
 se inició en 1990. Se trata de un proceso continuo, basado en conferencias ministeriales y
reuniones de expertos.
 es una plataforma de diálogo para los estados firmantes, la Comunidad Europea y los países y
organizaciones observadores de FOREST EUROPE así como para los observadores
internacionales relacionados con los bosques. También es una plataforma de colaboración entre la
política y la ciencia.
 está vinculado a los procesos globales y a iniciativas y procesos regionales que tratan de los
problemas forestales.

A iniciativa de Francia y Finlandia se empieza a preparar la primera de estas Conferencias Ministeriales


sobre Protección de los Bosques de Europa, que se desarrolló en la ciudad francesa de Estrasburgo en el
año 1990, y en la cual los asistentes, ministros a cargo de bosques de la mayoría de los países de Europa,
firmaron seis Resoluciones:

S1: Red Europea de parcelas permanentes para el seguimiento de ecosistemas


forestales
S2: Conservación de recursos genéticos forestales
S3: Base de datos descentralizada sobre incendios forestales
S4: Adaptación de la gestión de bosques de montaña a nuevas condiciones
ambientales
S5: Expansión de la red EUROSILVA de investigación sobre fisiología de los árboles
S6: Red Europea de investigación en ecosistemas forestales

Pese a su carácter técnico, estos compromisos crearon las bases del futuro desarrollo forestal paneuropeo,
propiciando el clima que permitió lograr posteriores progresos de carácter político.

Es en Helsinki, en 1993, en la Segunda Conferencia Ministerial, donde se hacen oficiales en Europa los
Principios Forestales de las Naciones Unidas y se aplican a nuestras condiciones. De hecho, es aquí donde
se firman cuatro Resoluciones más, siendo tres de ellas derivadas de las conversaciones habidas en Río el
año anterior (Cumbre de Rio de Janeiro, 1992) y se define y concreta el concepto de Gestión Forestal
Sostenible. Las Resoluciones de Helsinki son las siguientes:

34
Fuente: Pag. Web del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y pg. web de la Conferencia Ministerial
para la protección de bosques en Europa.
84
H1: Directrices generales para la gestión sostenible de bosques en Europa
H2: Directrices generales para la conservación de la biodiversidad en los bosques
europeos
H3: Cooperación forestal con países con economías en transición
H4: Estrategias para un proceso de adaptación a largo plazo de los bosques
europeos a un cambio climático

La tercera conferencia Ministerial, celebrada en Lisboa en 1998, aprueba las herramientas de la


sostenibilidad, es decir, los Criterios e indicadores y las Directrices de planificación y gestión, y define los
aspectos socioeconómicos de dicho concepto, que no se habían podido abordar cinco años antes por falta
de criterios de tipo científico.

L1: Sociedad, bosques y selvicultura – mejora de los aspectos socioeconómicos de


la gestión sostenible de bosques
L2: Criterios e indicadores paneuropeos y directrices operativas de gestión
sostenible de bosques

La cuarta Conferencia Ministerial se celebró en abril de 2003 en Viena, denominada Cumbre de los
bosques para la vida y en ella los ministros firmaron una declaración general que incluye un alto grado de
compromiso titulado Bosques europeos - beneficios comunes, responsabilidades compartidas y cinco
Resoluciones más:

V1: Refuerzo de las sinergias para la gestión forestal sostenible en Europa a través
de la cooperación intersectorial y los programas forestales nacionales
V2: Mejora de la viabilidad económica de la gestión forestal sostenible en Europa
V3: Mantenimiento y mejora de la dimensión social y cultural de la gestión forestal
sostenible en Europa
V4 Conservación y mejora de la diversidad biológica en Europa
V5 Cambio climático y gestión forestal sostenible en Europa

En 1998 se había iniciado una revisión, con un análisis exhaustivo y amplias consultas, que dio lugar a un
conjunto de criterios e indicadores “mejorados” que se fue ratificado por los ministros en esta cuarta
conferencia ministerial.

En la quinta conferencia, celebrada en Varsovia en noviembre de 2007 (Bosques para la calidad de vida), y
por ahora la última, se aprobaron dos resoluciones relativas al papel que juegan los bosques en la
mitigación del cambio climático, en la promoción de la madera y productos leñosos como fuentes de energía
renovable así como en la protección de la cantidad y calidad del agua lo que evidencia el eminente carácter
político de las Conferencias

W1: Bosques, madera y energía


W2: Bosques y agua
En ella se firmó la Declaración de Varsovia, en que los Estados se comprometen a llevar a cabo actividades
comunes que faciliten la aplicación de la gestión forestal sostenible como un elemento indispensable del
desarrollo sostenible. La Declaración presenta el protagonismo que los montes europeos tienen en la
mejora de la calidad de vida de nuestro planeta y una visión a largo plazo del futuro de los mismos. También
señala la cualidad del propio proceso ministerial como proceso regional idóneo para contribuir a las
iniciativas globales sobre temas forestales.

85
Todas estas Resoluciones han sido firmadas por los ministros de más de 40 países europeos y por la
Comunidad Europea, y como compromisos vinculantes que representan, han de ser los principios que
orienten las reformas de los sectores forestales de todos ellos, en orden a la consecución de los objetivos
de gestión forestal sostenible propuestos.

ESTRATEGIA FORESTAL DE LA UNIÓN EUROPEA (1998)


Bruselas, 16 de diciembre de 1998 (12.01)
Documento 14244/98

I. ELEMENTOS ESENCIALES
a. La explotación sostenible de los bosques
35
b. El principio de subsidiariedad y de la responsabilidad compartida
c. La puesta en práctica de obligaciones, principios y recomendaciones internacionales a través de
los programas forestales nacionales o subnacionales
d. La coordinación , comunicación y cooperación
e. La significación de la sostenibilidad forestal para conservar y aumentar la biodiversidad
f. El fomento de la utilización de la madera y de otros productos forestales (en línea con las reglas
del mercado abierto)
g. La contribución de la selvicultura y de las industrias del sector forestal a los ingresos y al empleo
h. La integración de los bosques y productos forestales en todas las políticas comunitarias
i. El fomento de procesos participativos y transparentes con los sectores
j. El reconocimiento de la variedad de condiciones naturales, sociales, económicas y culturales y su
tratamiento específico.

II. REVISIÓN  Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo “Informe sobre la


aplicación de la Estrategia Forestal Europea” (Bruselas, marzo de 2005)

1.- DIAGNÓSTICO DEL SECTOR FORESTAL

 La diversidad de ecosistemas forestales de la UE permite que alberguen numerosas especies y


cumplan variadas funciones tales como la conservación de la biodiversidad o la protección del suelo y
los recursos hídricos. Igualmente, contribuyen a los valores culturales y paisajísticos y son la base de
otras actividades tales como el recreo , la caza y el turismo.

 Aproximadamente el 12% de la superficie forestal está designada como espacio protegido.

 En torno al 60% de la superficie forestal es de propiedad privada (en manos de unos 15 millones de
propietarios), con una superficie media de 13 ha., siendo la moda de menos de 3 ha.

 La UE es uno de los mayores generadores de productos forestales, así como también de los que más
comercia y consume.

 El sector forestal en su conjunto (incluida la industria) emplean en torno a 3’4 millones de persona,
con una producción anual por valor de unos 356 billones de euros (2001)

 La producción anual de madera está en torno a los 400 millones de m3, procedentes de la corta del
60% del crecimiento anual

 La importancia social y económica del sector forestal está infraestimada

35
Principio que se aplica al proceso de integración europea para limitar la intervención de las autoridades comunitarias
exclusivamente a los supuestos en que los Estados por sí solos no puedan ser eficaces.
86
 El pastoreo y los factores bióticos son las principales causas de los daños en los bosques, junto con
la polución atmosférica, las tormentas y los incendios forestales. Aproximadamente unos 0’5 millones
de ha. de terrenos forestales se queman todos los años, en especial en los países mediterráneos
(aproximadamente unas 150.000 ha en España).

 Nuevas condiciones con la incorporación de los 10 nuevos Estados miembros (mayor superficie
pública)

2.- APLICACIÓN

Desde la puesta en marcha de la estrategia la política forestal ha evolucionado de forma significativa a


través de decisiones que, a diferentes niveles, afectan directamente al sector forestal:

 Cumbre de Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002)


 4ª Conferencia sobre Protección de Bosques en Europa (Viena, 2003)
 6º Programa de Acción Comunitario en Materia de Medio Ambiente (2002)
 Reforma de la Política Agrícola Común (2003)
 Constitución Europea (2004) – No ha supuesto cambios

En lo que respecta a los progresos observados en la aplicación y mejora para promover la protección y la
gestión forestal sostenible (GFS), la revisión efectuada apunta a numerosos aspectos:

1. Programas Forestales Nacionales


2. Acciones comunitarias para apoyar y promover la GFS (en el contexto del desarrollo rural, se han
destinado 4’8 billones de euros en el periodo 2000-2006, lo que supone cerca del 10% de dicho
presupuesto)
3. Vinculación de los programas forestales nacionales con el desarrollo rural para reforzar las acciones
forestales dentro de éste último.
4. Reglamento Forest Focus (2003) sobre el seguimiento de los bosques y de las interacciones
medioambientales en la Comunidad
5. Designación de lugares para la construcción de la Red Natura 2000
6. Cambio climático (avances menores a los esperados)
7. Iniciativas COST (Programas para la cooperación europea en el campo de la investigación científica
y técnica)
8. Certificación (iniciativa del sector privado con una intervención limitada de las administraciones)
9. Legislación sobre el comercio de material (forestal) de reproducción
10. Medidas para ampliar el control en la introducción de madera de terceros países al fin de evitar
posibles enfermedades o plagas.
11. Iniciativa FLEGT (iniciativa para elaborar un Plan de Acción sobre aplicación de leyes, gobernanza
y comercio forestales para abordar la cuestión urgente de la tala ilegal y el comercio conexo a ella
de forma coordinada y en colaboración con los países consumidores y productores, el sector
privado y otras partes interesadas)

3.- PROPUESTAS PARA EL FUTURO

1º. Desarrollar un Plan de Acción para la GFS que proporcione una estructura coherente para la aplicación
de las acciones relacionadas con el sector forestal y sirva como instrumento de coordinación entre las
acciones de la Comunidad y las políticas forestales de los Estados Miembros. La lista de acciones que
se proponen como posibles –pero no únicas- deberían abarcar los siguientes campos:
 Aspectos socioeconómicos (competitividad, incendios, valoración económica de los bienes y
servicios ambientales y sociales)
 Aspectos medioambientales (cambio climático, incendios, agua, conservación de la
biodiversidad)
 Uso de la madera como fuente de energía
87
 Información y divulgación sobre las cualidades de la madera como recurso renovable y
respetuoso con el medio ambiente
 Aspectos sobre gobernanza
 Actividades horizontales (investigación, formación, estadísticas, seguimiento)
 Coordinación, comunicación y cooperación

2º. Revisar los medios actuales de la Comunidad para facilitar la coordinación, comunicación y cooperación
entre las diferentes políticas sectoriales que tengan influencia en el sector forestal, a la vista de la enorme
complejidad que va adquiriendo la política forestal y la toma de decisiones.

III. PLAN DE ACCIÓN DE LA UE PARA LOS BOSQUES: Comunicación de la Comisión al Consejo


y al Parlamento Europeo sobre un plan de acción para los bosques. (Bruselas, 15 de junio de 2006)

El objetivo global del Plan de Acción de la UE para los bosques es apoyar y mejorar la gestión forestal
sostenible y el papel multifuncional de los bosques. Se basa en los siguientes principios:

– Programas forestales nacionales como marco adecuado para aplicar los compromisos
internacionales en materia de bosques;
– La importancia creciente de los temas globales y transectoriales en la política forestal, lo que exige
una mayor coherencia y coordinación;
– La necesidad de aumentar la competitividad en el sector forestal de la UE y la buena gobernanza de
los bosques de la Unión;
– El respeto al principio de subsidiariedad.

1. OBJETIVOS CONCRETOS Y ACCIONES ASOCIADAS

El Plan de acción establece cuatro objetivos a los que se vinculan 18 acciones clave:

1) MEJORAR LA COMPETITIVIDAD DEL SECTOR FORESTAL A LARGO PLAZO Y POTENCIAR EL USO SOSTENIBLE DE LOS
PRODUCTOS Y SERVICIOS FORESTALES (Estrategia de Lisboa)

Acción clave 1: examinar los efectos de la globalización sobre la viabilidad económica y la


competitividad de la silvicultura de la UE
Acción clave 2: fomentar la investigación y el desarrollo tecnológico para potenciar la competitividad
del sector forestal
Acción clave 3: intercambiar y evaluar las experiencias en materia de valoración y comercialización
de bienes y servicios forestales distintos de la madera
Acción clave 4: fomentar el uso de la biomasa forestal para la producción de energía
Acción clave 5: fomentar la cooperación entre los propietarios de bosques y promover la educación
y la formación en materia de bosques

2) MEJORAR Y PROTEGER EL MEDIO AMBIENTE: MANTENER Y POTENCIAR DE FORMA ADECUADA LA BIODIVERSIDAD,


LA CAPTACIÓN DE CARBONO, LA INTEGRIDAD, LA SALUD Y RESISTENCIA DE LOS ECOSISTEMAS FORESTALES A
MÚLTIPLES ESCALAS GEOGRÁFICAS (Estrategia de Gotemburgo)

Acción clave 6: facilitar el cumplimiento por parte de la UE de las obligaciones en materia de


mitigación del cambio climático de la CMNUCC y su Protocolo de Kyoto y fomentar la adaptación a
los efectos del cambio climático
Acción clave 7: contribuir al logro de los objetivos comunitarios revisados en materia de
biodiversidad para 2010 y posteriormente
Acción clave 8: trabajar en favor de la creación de un sistema de seguimiento forestal europeo
Acción clave 9: mejorar la protección de los bosques de la UE

88
3) CONTRIBUIR A LA CALIDAD DE VIDA CONSERVANDO Y MEJORANDO LAS DIMENSIONES SOCIAL Y CULTURAL DE LOS
BOSQUES

Acción clave 10: fomentar la educación y la información medioambientales


Acción clave 11: mantener y potenciar las funciones de protección de los bosques
Acción clave 12: explorar el potencial de los bosques urbanos y periurbanos

4) PROMOVER LA COORDINACIÓN Y LA COMUNICACIÓN: MEJORAR LA COHERENCIA Y LA COOPERACIÓN


TRANSECTORIAL A FIN DE EQUILIBRAR LOS OBJETIVOS ECONÓMICOS, MEDIOAMBIENTALES Y SOCIOCULTURALES
A DIVERSOS NIVELES ORGANIZATIVOS E INSTITUCIONALES.

Acción clave 13: reforzar el papel del Comité Forestal Permanente


Acción clave 14: reforzar la coordinación entre ámbitos políticos en asuntos relacionados con los
bosques
Acción clave 15: aplicar el método abierto de coordinación a los programas forestales nacionales
Acción clave 16: reforzar el perfil de la UE en los procesos internacionales vinculados con los
bosques
Acción clave 17: fomentar el uso de la madera y otros productos forestales derivados de bosques
gestionados de manera sostenible
Acción clave 18: mejorar el intercambio y la comunicación de información

2. SEGUIMIENTO

El Plan de acción tendrá una duración de cinco años (2007–2011). En 2009 se llevará a cabo una
evaluación intermedia y en 2012 se efectuará la evaluación final. Ese mismo año se presentará al Consejo y
al Parlamento Europeo un informe sobre la ejecución del Plan de acción.

Al Plan de Acción le seguirá una Comunicación complementaria sobre la competitividad de las industrias de
la UE basadas en la silvicultura.

3. EVALUACIÓN (Mid-term evaluation of the implementation of the EU Forest Action Plan. Service
Contract No. 30-CE-0227729/00-59)

Tal como estaba previsto, en noviembre de 2009 se publicó la evaluación intermedia (2007-2008) con la que
se pretendía verificar los avances conseguidos en los objetivos propuestos, el grado de aplicación, si el plan
de acción ha dado lugar algún tipo de efecto secundario y si los instrumentos utilizados son pertinentes,
eficaces y eficientes. Se reconoce que las metas previstas se han alcanzado de acuerdo con el calendario
que se había establecido en el que se habían priorizado los objetivos 1, 2 y 4, dejando el 3ª (Contribuir a la
mejora de la calidad de vida) para el segundo periodo (2009-2011) aunque se reconoce que el corto plazo
evaluado de solo dos años impide hacer una valoración completa.

89
LIBRO VERDE
sobre protección de los bosques e información forestal en la UE:
Preparación de los bosques al cambio climático
Bruselas, 1.Marzo.2010
COM(2010)66 final

El Libro Verde tiene por objeto abrir un debate en torno a las distintas opciones posibles para el
establecimiento de una estrategia de la Unión Europea (UE) sobre protección de los bosques e información
forestal, en el marco del Plan de Acción de la UE para los Bosques, tal como anunció la Comisión en el
Libro Blanco «Adaptación al cambio climático: Hacia un marco europeo de actuación». En las Conclusiones
del Consejo de 25 de junio de 2009 sobre este Libro Blanco, se insistía en que el cambio climático había
tenido e iba a seguir teniendo impacto, en particular en los bosques: Habida cuenta de que esos impactos
van a tener consecuencias socioeconómicas y ambientales, conviene prepararse ya, de manera que los
bosques de la UE puedan seguir realizando todas sus funciones en unas condiciones climáticas
cambiantes.

En este contexto, la protección de los bosques de la UE debería tener por objeto garantizar que estos sigan
realizando en el futuro todas sus funciones productivas, socioeconómicas y ambientales.
En virtud del principio de subsidiariedad, la competencia en materia de política forestal recae,
principalmente, en los Estados miembros. El papel de la UE es limitado y consiste, sobre todo, en aportar un
valor añadido a las políticas y programas forestales nacionales mediante:

– el seguimiento del estado de los bosques de la UE y, eventualmente, la publicación de informes al


respecto;
– la anticipación de tendencias globales y la comunicación a los Estados miembros de los nuevos
problemas que vayan surgiendo;
– propuestas de opciones para una actuación rápida a escala de la UE y, eventualmente, la
coordinación o el apoyo a tales opciones.

El debate abierto con el Libro Verde debería centrarse en determinar cómo modifica el cambio climático las
condiciones de la gestión y protección de los bosques europeos y cómo debería evolucionar la política de la
UE para reforzar su contribución a las iniciativas de los Estados miembros en asuntos forestales. El libro
plantea 5 preguntas:

PREGUNTA Nº 1:
¿Considera que debería prestarse más atención al mantenimiento, equilibrio y refuerzo de las funciones
forestales? En caso afirmativo, ¿a qué nivel habría que actuar: a nivel de la UE, nacional u otro? ¿Cómo se
debería actuar?

PREGUNTA Nº 2:
- ¿En qué medida están los bosques y el sector forestal de la UE preparados para afrontar la naturaleza y
magnitud de los retos que plantea el cambio climático?
- ¿Considera que algunas regiones o algunos países concretos están más expuestos o son más vulnerables
a los efectos del cambio climático? - ¿En qué fuentes de información basa su respuesta?
- ¿Considera necesario que la UE adopte medidas rápidamente para garantizar el mantenimiento de todas
las funciones forestales?
- ¿Cómo podría la UE aportar valor añadido a los esfuerzos de los Estados miembros?

PREGUNTA Nº 3:
- ¿Considera que las políticas de la UE y de los Estados miembros son suficientes para que la UE pueda
contribuir a la protección de los bosques, incluso por lo que se refiere a la preparación de estos al cambio
climático y a la conservación de su biodiversidad?
- ¿En qué ámbitos considera que podría ser necesario adoptar medidas adicionales? ¿Cómo podría
organizarse esa actuación: en el marco de la política vigente o más allá?
90
PREGUNTA Nº 4:
- ¿Cómo podría actualizarse la aplicación práctica de la gestión forestal sostenible con vistas a mantener las
funciones productiva y de protección de los bosques y la viabilidad global de la silvicultura, así como para
reforzar la resistencia de los bosques de la UE ante el cambio climático y la pérdida de biodiversidad?
- ¿Qué debería hacerse para que el patrimonio genético de los materiales forestales de reproducción pueda
conservarse con éxito en su diversidad y adaptarse satisfactoriamente al cambio climático?

PREGUNTA Nº 5:
Teniendo en cuenta los distintos niveles políticos pertinentes, ¿se dispone en la actualidad de información
forestal suficiente para determinar con la coherencia y exactitud necesarias
- la salud y el estado de los bosques de la UE?
- su potencial productivo?
- su balance de carbono?
- sus funciones de protección (suelos, agua, regulación de las condiciones meteorológicas,
biodiversidad)?
- el suministro de servicios a la sociedad y su función social?
- la viabilidad global de la silvicultura?
De no ser suficiente esa información forestal, ¿cómo debería mejorarse? ¿Son suficientes los esfuerzos
realizados para armonizar la recogida de datos sobre los bosques?
¿Qué puede hacer la UE para desarrollar más o perfeccionar los sistemas de información forestal?

El objetivo del Libro Verde, además del ya comentado sobre propiciar un debate público a nivel de la UE y
recabar opiniones sobre el futuro de la política de protección de los bosques e información forestal, es el de
sentar las bases para una posible actualización de la Estrategia Forestal de la UE en relación con los
aspectos relacionados con el clima. Por ello, se ha invitado a las instituciones europeas y a todas las partes
interesadas (organizaciones y ciudadanos) a que presenten sus observaciones sobre las preguntas
formuladas en el Libro Verde, así como sobre cualquier otra cuestión que quieran plantear en cuanto a la
protección de los bosques y la información forestal.

El proceso de consulta se pretende desarrollar de acuerdo con el siguiente calendario:


 Hasta el 31 de julio de 2010 se celebrará una consulta pública en Internet.
 En junio de 2010, la Comisión organizará en Bruselas un taller y una reunión de partes interesadas
sobre el Libro Verde.

La Comisión publicará las contribuciones de las partes interesadas en Internet y presentará su propio
análisis sobre los principales resultados de la consulta. Se espera que los resultados ayuden a determinar la
labor que deberá realizar la Comisión en relación con la contribución de la UE a la protección de los
bosques en unas condiciones climáticas cambiantes y con la información que será necesaria a tal fin.

El libro verde se presentó y debatió en Valsaín los días 6 y 7 de abril de 2010. Con motivo de esta reunión
surgió la “Declaración de Valsaín” (Se puede consultar en internet en la siguiente dirección:
http://www.mapa.es/notas/documentos/n100407%20declaracion%20de%20valsain.pdf)

91
REGLAMENTO (CE) no 1698/2005 DEL CONSEJO
de 20 de septiembre de 2005 relativo a la ayuda al
desarrollo rural a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural
(FEADER)

La ayuda al desarrollo rural en el periodo 2007-20013 contribuirá a alcanzar los siguientes objetivos:

a) aumentar la competitividad de la agricultura y la silvicultura mediante la ayuda a la


reestructuración, el desarrollo y la innovación;
b) mejorar el medio ambiente y el medio rural mediante ayudas a la gestión de las tierras;
c) mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y fomentar la diversificación de la actividad
económica.

Estos objetivos se aplicarán por medio de los siguientes cuatro ejes:

EJE 1.- AUMENTO DE L A COMPETITIVIDAD DEL SECTOR AGRÍCOLA Y FORESTAL (98.2 € miles de millones, de los
cuales € 30.9 proceden del FEADER = 34%)

EJE 2.- MEJORA DEL MEDIO AMBIENTE Y DEL ENTORNO RURAL (39.6 €miles de millones del FEADER= 43.6%).
Las ayudas afectarán a las siguientes medidas:

a) medidas destinadas a la utilización sostenible de las tierras agrícolas a través de:


i) ayudas destinadas a indemnizar a los agricultores por las dificultades naturales en zonas de
montaña;
ii) ayudas destinadas a indemnizar a los agricultores por las dificultades en zonas distintas de las de
montaña;
iii) ayudas «Natura 2000» y ayudas relacionadas con la Directiva 2000/60/CE;
iv) ayudas agroambientales;
v) ayudas relativas al bienestar de los animales;
vi) ayudas a las inversiones no productivas;
b) medidas destinadas a la utilización sostenible de las tierras forestales a través de:
i) ayudas a la primera forestación de tierras agrícolas;
ii) ayudas a la primera implantación de sistemas agroforestales en tierras agrícolas;
iii) ayudas a la primera forestación de tierras no agrícolas;
iv) ayudas «Natura 2000»;
v) ayudas en favor del medio forestal;
vi) ayudas a la recuperación del potencial forestal e implantación de medidas preventivas;
vii) ayudas a inversiones no productivas.

EJE 3.- CALIDAD DE VIDA EN LAS ZONAS RURALES Y DIVERSIFICACIÓN DE LA ECONOMÍA RURAL (27.6 € miles de
millones, de los cuales € 12.2 proceden del FEADER = 13%)

EJE 4.- INICIATIVA LEADER (5.5 € miles de millones del FEADER= 6%): Asociada a los grupos de acción local.

El Reglamento de Desarrollo Rural es el principal instrumento de la Unión Europea para la aplicación y


puesta en práctica de la Estrategia Forestal Europea y el Plan de Acción de la UE para los bosques. El
presupuesto total .

En marzo de 2009 la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea publicó un
informe (Report on implementation of forestry measures under Rural Depelopment Regulation 1698/2005 for
the period 2007-2013) en el que se puede consultar, de acuerdo con la información aportada por países y
regiones, el porcentaje de fondos, por acciones, que cada uno de ellos ha programado aplicar al sector
forestal.

92
Tabla: Asignación de fondos a las medidas forestales

Gestos previstos, millones de €

Medidas
Cofinanciación Contribución EU
Privados Total
Nacional (FEADER)

Improvement of the economic


348.8 651.8 1 010.0 2 010.7
value of forests (122)
Eje 1 medidas forestales 348.8 651.8 1 010.0 2 010.7
First afforestation of agricultural
1 248.7 2 410.7 576.0 4 235.3
land (221)
First establishment of agroforestry
9.7 22.7 14.4 46.8
systems (222)
First afforestation of non-
235.4 360.8 181.8 778.0
agricultural land (223)
Natura 2000 payments (224) 48.0 110.6 0.0 158.6
Forest-environment payments
173.5 265.3 6.4 445.2
(225)
Restoring forestry potential and
introducing prevention actions 920.9 1 553.3 307.0 2781.2
(226)
Non-productive investments (227) 570.6 809.2 216.9 1596.7
Axis 2 forestry measures 3 206.7 5 532.7 1 302.4 10 041.8
Total for the eight forestry-
3 555.5 6 184.5 2 312.4 12 052.4
specific measures

La cantidad total de recursos financieros asignados a estas medidas (específicamente forestales) durante el
periodo es de 12 mil millones. Poco más de la mitad de estos fondos proviene del Reglamento de Desarrollo
Rural. A estas cantidades se deberían añadir los fondos destinados a medidas de los ejes 1 y 3 no
específicamente forestales pero sí relacionadas con el sector.

93
POLÍTICA FORESTAL ESPAÑOLA

El Panel Intergubernamental de Bosques (IPF) reconoció la importancia de establecer marcos generales de


política forestal o Programas Forestales Nacionales para lograr la ordenación sostenible de los bosques. En
concreto, una de las acciones que propuso fue que los países, en el ejercicio de su soberanía y de
conformidad con la situación especial de cada uno de ellos y la legislación nacional, procedieran a la
elaboración, ejecución, vigilancia y evaluación de programas forestales nacionales –lo que comprendía una
amplia variedad de criterios para la ordenación forestal sostenible– teniendo en cuenta los siguientes
elementos: compatibilidad con las políticas y estrategias locales, nacionales o subnacionales, y, cuando
procediera, con los acuerdos internacionales; mecanismos de asociación y participación en los que
intervinieran los interesados; reconocimiento y respeto de los derechos consuetudinarios y tradicionales de
determinados grupos, entre ellos, las poblaciones indígenas y las comunidades locales; un régimen seguro
de tenencia de la tierra; criterios integrados, intersectoriales e iterativos; métodos de protección de los
ecosistemas que integrasen la conservación de la diversidad biológica y el aprovechamiento sostenible de
los recursos biológicos, y abastecimiento y valoración adecuados de los bienes y servicios.

El IPF recomendó que los países realizaran una evaluación nacional sistemática de las propuestas de
acción integrando a todas las partes interesadas y planificaran su ejecución dentro de los programas
forestales nacionales específicos para cada país (ECOSOC, 2000). Estos programas debían ser flexibles y
dinámicos para aplicarlos en contextos nacionales políticos, socioeconómicos y ambientales ampliamente
diferentes.

PROGRAMA
FORESTAL
NACIONAL
(IPF/IFF)

ESTRATEGIA LEY BÁSICA INSTRUMENTOS


FORESTAL DE MONTES COMPLEMENTARIOS
ESPAÑOLA

NORMATIVA PARTICIPACIÓN
FISCAL PÚBLICA
(CONSEJO
(Y OTRAS) NACIONAL
PLAN PLANES REGLAMENTO LEYES DE BOSQUES)
FORESTAL FORESTALES ¿? AUTONÓMICAS
ESPAÑOL AUTONÓMICOS
AUTONÓMICAS INFORMACIÓN
FORESTAL

94
ESTRATEGIA FORESTAL ESPAÑOLA (1999)

I.- ANTECEDENTES:

1.- COMPROMISOS INTERNACIONALES


 Cumbre de Rio de Janeiro 1992:
 Convenio de Cambio Climático
 Convenio de Biodiversidad,
 Convenio de Desertificación
 Agenda 21: Principios Forestales
 Proceso IPF (Panel Intergubernamental, 1995-97), IPPF (Foro Intergubernamental,
1997-2000)
 Revisión de los Acuerdos (1997): Programas Forestales Nacionales y Principio de
Multifuncionalidad.

 Foro Forestal de Naciones Unidas UNFF (2000-2005)  ¿Hacia un acuerdo global sobre
bosques? (Mayo, 2005)

2.- COMPROMISOS PANEUROPEOS


 Conferencias ministeriales paneuropeas sobre protección de bosques
 Estrasburgo 1990
 Helsinki 1993
 Lisboa 1998
 
Gestión forestal sostenible 
Programas forestales nacionales Viena 2003
Multifuncionalidad Varsovia 2007
Criterios e indicadores de GFS

3.- UNIÓN EUROPEA


 Estrategia Europea de Conservación de la Biodiversidad (1998)
 Red Ecológica Natura 2000 (Directivas de Aves, 1979 y de Habitats, 1992)
 Políticas de Desarrollo Rural
 Estrategia Forestal Europea (1998)  Puesta en marcha de Programas Forestales o instrumentos
equivalentes a escala nacional o subnacional

4. ESPAÑA
 Estrategia para la Conservación y el Uso sostenible de la Diversidad Biológica (1997)
 Estrategias y Planes autonómicos (12 CCAA disponían de un documento estratégico de Política
Forestal o del Medio Natural):

1. Andalucía 1989  Plan Forestal.


2. Galicia 1992  Plan Forestal
3. Madrid 1993  Plan Forestal - No prospera
4. Cataluña 1994  Plan General de Política Forestal
5. País Vasco 1994  Plan Forestal
6. Castilla La Mancha 1994  Plan de Conservación del Medio Natural.
7. Valencia 1995  Libro Blanco de la Política Forestal
8. Asturias 1996  Plan Forestal - No prospera
9. Navarra 1997  Plan Forestal
95
10. Murcia 1997  Libro Blanco de la Política Regional sobre el Medio Natural
11. Castilla León 1997  Estrategia Forestal
12. Cantabria 1997  Plan de Reforestación

II.- ELABORACIÓN:
 Mesas sectoriales: mesa interna, mesa administrativa, mesa sectorial, mesa social

III.- APROBACIÓN: Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza (aprobado con ligeros retoques) y
Conferencia Sectorial de Medio Ambiente (17 de marzo de 1999 y presentada al público por la ministra en
enero de 2000).

IV.- PRINCIPALES PROBLEMAS: Los temas en los que inicialmente no se obtuvieron acuerdos fueron
básicamente:
1. El papel de la guardería forestal en las distintas regiones,
2. La legislación sobre impuestos,
3. El papel de lo forestal dentro del conjunto del desarrollo rural,
4. Empleo y formación,
5. El uso social y recreativo de los montes,
6. Las industrias forestales y el papel que debería jugar la certificación forestal
7. La propiedad forestal, el papel de los propietarios particulares y el futuro de los montes
públicos catalogados.
8. Las prioridades de la investigación forestal

V.- OBJETIVOS: Se concibió desde el principio como un documento que reflejara un consenso
nacional entre todos los actores con vinculación con los bosques, para lo cual el documento establece
un diagnóstico del estado del sector forestal y propone un modelo forestal para el siglo XXI que se
fundamenta en
 los conceptos de multifuncionalidad y gestión sostenible, basados en la evaluación ambiental y en
la ordenación de montes,
 el refuerzo y consolidación de la Propiedad Forestal Pública, como instrumento de protección de
nuestras mejores masas,
 la flexibilización de la gestión de los montes privados y vecinales en mano común, fomentando, en
los primeros, el asociacionismo y la ordenación y proponiendo para todos una fiscalidad
36
adecuada y, por último,
 una coordinación administrativa más completa entre los distintos órganos de la Administración
General del Estado y con las Comunidades Autónomas, que lo son para formular sus propias
políticas forestales, y para la fijación de objetivos de conservación, mantenimiento y aumento de la
superficie arbolada

36
Plasmado en la Orden del Ministerio de Economía y Hacienda de 7 de febrero de 2000 (BOE 10 de
febrero de 2000)
96
PLAN FORESTAL ESPAÑOL (2002)

I.- ANTECEDENTES: ¿Estrategia Forestal Española?

II.- ELABORACIÓN: Consejo Nacional de Bosques (23 de enero a 1 de julio de 2002)

III.- APROBACIÓN: Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (27 de junio de 2002) ,
Comisión de Subsecretarios (3 de julio de 2002) y Consejo de Ministros de 5 de julio de 2002

IV.- PRINCIPALES PROBLEMAS: Se recibieron 30 escritos que hacían comentarios de diferente estilo
al borrador del Plan, de los que se extrajeron 581 alegaciones al texto del plan, de las cuales 40 eran
observaciones de carácter general, no aplicables directamente al mismo; 312 se aceptaron; 119
alegaciones se desestimaron, bien porque el tema que trataban no era objeto del Plan Forestal, bien porque
no se entendía el sentido de la alegación, o bien porque se oponían directamente al espíritu y objetivos del
Plan y 110 alegaciones se agruparon en tres grandes grupos de temas a debatir.:
1. Los aspectos productivos e industriales en el sector forestal
2. Tratamiento dado a los montes de propiedad particular
3. Escenario económico del Plan.

V.- OBJETIVOS: De acuerdo con los principios de desarrollo sostenible, multifuncionalidad de los montes,
Contribución a la cohesión territorial a través del desarrollo rural, Contribución a la cohesión ecológica y
fomento de la participación pública y social en la formulación de las políticas, estrategias y programas los
objetivos consensuados fueron:

 Promover la protección del territorio en general, y de los montes en particular, de la acción de los
procesos erosivos y de degradación del suelo mediante la restauración de la cubierta vegetal
protectora y sus acciones complementarias, ampliando la superficie arbolada con fines de
protección, y, al mismo tiempo, incrementando la fijación de carbono en la biomasa forestal para
contribuir a paliar las causas del cambio climático.
 Impulsar la gestión sostenible de los montes españoles mediante el fomento de la ordenación y la
selvicultura, integrando las múltiples funciones y recursos forestales.
 El estímulo y la mejora de las producciones forestales como alternativa económica y motor del
desarrollo rural, en especial en áreas marginales y de montaña como forma de contribuir a
satisfacer la demanda de los productos forestales que requiere la sociedad española y realizar la
puesta en valor de las producciones forestales y otros recursos asociados.
 Procurar la adecuada protección de los montes frente a la acción de incendios forestales,
enfermedades, agentes bióticos, agentes contaminantes y la defensa de su integridad territorial y
estatus legal.
 Promover la conservación de la diversidad biológica y paisajística mediante el fomento del uso
sostenible de sus componentes en los espacios forestales españoles, asumiendo los criterios y
acciones pertinentes en la gestión forestal.
 Promocionar y divulgar una nueva cultura forestal que fomente el respeto por los ecosistemas
forestales, su función de fuente de materias primas renovables así como la reutilización y reciclado
de las mismas.
 Favorecer el uso recreativo de los montes así como la influencia del paisaje forestal en otros
sectores, fundamentalmente el turismo rural, como forma de puesta en valor de los mismos,
compatibilizándolo con los demás usos.
 Mantener y mejorar el marco adecuado de formación, información e investigación forestal.
97
 Acabar de configurar el marco de colaboración entre los sectores institucionales y agentes
sociales implicados en el mundo forestal, a fin de coordinar las políticas forestales de las distintas
Administraciones y de vertebrar y coordinar la política forestal con otras políticas sectoriales.

VI.- APLICACIÓN: Mediante la firma de convenios marco de colaboración entre el Ministerio de Medio
Ambiente y cada Comunidad Autónoma.

VII.- ACCIONES:
La restauración con fines protectores
A. 1. Restauración de la cubierta
vegetal y ampliación de la superficie La repoblación con fines prioritariamente productores
A. ACCIONES SOBRE EL TERRITORIO

arbolada.
La forestación de tierras agrarias

Planificación forestal y ordenación de montes


A. 2. Gestión Forestal Sostenible
Selvicultura de mejora de masas forestales

Lucha contra Incendios Forestales

Sanidad Forestal
A. 3. Defensa del Monte y Protección
Conservación y Mejora de Recursos Genéticos
del Patrimonio Público Forestal
Catalogo de Montes de Utilidad Pública

Red Nacional de Vías Pecuarias


La Conservación de la Diversidad Biológica en los
Espacios Forestales.
A. 4. Conservación de la Diversidad
La Red Natura 2000 y los Espacios Naturales
Biológica y uso sostenible de los
Protegidos
recursos forestales
La Red de Parques Nacionales

Los aprovechamientos forestales. Promoción de las


B. 1. Productos forestales
Industrias de productos forestales
Comunicación y Participación
SOCIOECONÓMICAS Y

Asociacionismo Forestal
CULTURALES
B. ACCIONES

Usos Recreativos del Monte y Conservación del Paisaje


B. 2. Cultura Forestal. El Valor Social
del Monte
Lo forestal en la Educación Ambiental

Formación Complementaria a los Sistemas Reglados

La Caza y la Pesca

Estadística Forestal
B. 3. Información e Investigación
Forestal
Investigación Forestal
INSTITUCIONALES
C. ACCIONES

Instrumentos de Coordinación

C. 1. Instrumentos de Coordinación y
Política Forestal Exterior

Política Forestal Exterior

98
OTROS DOCUMENTOS SOBRE PLANIFICACIÓN FORESTAL
O QUE AFECTAN A LAS POLÍTICAS FORESTALES
ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO

I. PLAN NACIONAL DE ACTUACIONES PRIORITARIAS EN MATERIA DE RESTAURACIÓN HIDROLÓGICO-FORESTAL,


CONTROL DE LA EROSIÓN Y DEFENSA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN

La ausencia de un instrumento de planificación nacional en la materia impulsó al MIMAM a la elaboración de


un plan que constituyera el marco general para el desarrollo de los trabajos de restauración, conservación y
mejora de la cubierta vegetal protectora, que desde hace años realiza la Dirección General para la
Biodiversidad. Los objetivos generales del Plan son:
 Mantenimiento y mejora de la función protectora de los bosques sobre los recursos suelo y
agua
 Control de la erosión
 Mejora del Régimen hídrico y regulación de caudales
 Restauración, conservación y mejora de la cubierta vegetal protectora
En este Plan se enmarcan los Convenios que actualmente la AGE mantiene con la CCAA en materia de
restauración hidrológico forestal

II. PROGRAMA DE DEFENSA CONTRA INCENDIOS FORESTALES DEL MMA (REVISADO CADA AÑO)
La defensa contra incendios forestales en España es competencia de las Comunidades Autónomas. El
Ministerio de Medio Ambiente a través de la Dirección General para la Biodiversidad tiene encomendada la
coordinación básica de las actividades de lucha contra incendios y el apoyo con medios de extinción a las
Administraciones Autonómicas, dentro de las directrices del Plan Forestal Español. La naturaleza de las
acciones que incluye el programa (de carácter anual) son las siguientes:
 Acciones de coordinación y planificación
 Acciones de prevención (Convenios con las CCAA)
 Acciones de extinción
 Cooperación internacional

III. PROGRAMA NACIONAL CONTRA LA DESERTIFICACIÓN (PAND) (2008)


La ratificación por parte de España de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación
(CLD), como país Parte afectado, conlleva la preparación de un Programa de Acción Nacional como
elemento central para luchar contra la desertificación.
El Plan ha sido aprobado en Agosto de 2008. Consta de una primera parte en donde se fijan los objetivos
de la lucha contra la desertificación, una segunda parte en donde se hace un diagnóstico de la situación en
España y en la tercera parte se centra en las propuestas de acción para la lucha contra la desertificación:
1. Sistema Integrado de Evaluación y Seguimiento de la desertificación en España.
2. Análisis, divulgación y explotación de resultados de programas de Investigación, Desarrollo e
Innovación Tecnológica sobre desertificación. Promoción de estudios y proyectos. Reforzamiento del
Proyecto LUCDEME.
3. Incorporación de los sectores sociales afectados al desarrollo del PAND.

99
4. Restauración de tierras afectadas por la desertificación: ordenación y restauración de cuencas en
zonas áridas y semiáridas degradadas.
5. Fomento de la gestión sostenible de los recursos naturales en zonas afectadas por la desertificación:
Red de Proyectos Demostrativos de Restauración y Gestión Sostenible de Áreas Afectadas por
Desertificación.

Además de establecer el marco presupuestario de inversiones con cargo a los fondos europeos (FEADER),
se incluyen en un anexo las aportaciones de las Comunidades Autónomas respecto a los Planes,
Programas y Líneas de actuación existentes en materia de desertificación dentro de su ámbito territorial.

IV. ESTRATEGIA ESPAÑOLA PARA LA CONSERVACIÓN Y EL USO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS GENÉTICOS
FORESTALES (2006)
Esta Estrategia se plantea como un marco de trabajo para el apoyo, el desarrollo y la coordinación de
actividades y programas de conservación y mejora genética forestal, que facilite la cooperación y la
integración de las iniciativas llevadas a cabo desde distintas administraciones y organismos. Entre otros
aspectos, la estrategia plantea la puesta en marcha de cuatro planes de actuación dirigidos a establecer
herramientas e infraestructuras básicas para su desarrollo. Los planes que se propone desarrollar son:
 Plan Nacional de Conservación de Recursos Genéticos Forestales
 Plan Nacional de Mejora Genética Forestal
 Plan Nacional de Poblaciones Amenazadas
 Plan de Seguimiento y actualización de la ERGF

V. ESTRATEGIA ESPAÑOLA PARA LA CONSERVACIÓN Y EL USO SOSTENIBLE DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA (1998)


La estrategia pretende conseguir lo que su propio nombre indica, la conservación de la biodiversidad y el
uso sostenible de sus componentes, finalidad que se alcanzará en la medida en que se cumplan una serie
de objetivos básicos, entre los que cabe destacar:
o La cooperación activa de las partes implicadas para lograr el compromiso de toda la
sociedad en la conservación de la diversidad biológica
o La incorporación de los principios de restauración, conservación y uso sostenible de la
diversidad biológica en los procesos de planificación y ejecución de las políticas
sectoriales e intersectoriales.
o La creación de los mecanismos necesarios para la planificación de la gestión y
conservación a medio y largo plazo de los recursos naturales
o El fomento de la investigación
o El fomento de la divulgación, educación e información
o El impulso a la cooperación internacional

La estrategia propone una serie de planes sectoriales: Agrario, forestal, pesca y acuicultura, sector
cinegético y piscícola, energético, turístico, industrial, de ordenación del territorio y urbanismo, transporte,
agua, sanidad, comercio y humedales. Sólo se ha desarrollado el plan forestal

VI. ESTRATEGIAS DE CONSERVACIÓN DE ESPECIES AMENAZADAS


La ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres,
exige la redacción de Planes de Recuperación para especies catalogadas como "en peligro de extinción".
La elaboración y aprobación de dichos planes corresponde a las Comunidades Autónomas.
100
El Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies
Amenazadas establece la necesidad de una coordinación técnica para el desarrollo y aplicación de los
planes de actuación: "Cuando por razones del área de distribución de una especie, subespecie o población
catalogada, los correspondientes Planes deban aplicarse en más de una Comunidad Autónoma, la
Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza elaborará, para cada especie o grupo de especies
catalogadas, criterios orientadores sobre el contenido de dichos Planes". Es por ello que el MMA está
desarrollando numerosas estrategias para la conservación de determinadas especies; muchas de ellas
desarrollan sus ciclos vitales en ambientes forestales. En relación con éstas últimas, se dispone de las
siguientes:
 Estrategia para la Conservación del Oso Pardo Cantábrico (1999)
 Estrategia para la Conservación del Lince Ibérico (1999)
 Estrategia para la Conservación del Águila Imperial Ibérica (2000)
 Estrategia para la Conservación del Quebrantahuesos ((2000)
 Estrategia para la Conservación del Urogallo Cantábrico (2004)
 Estrategia para la Conservación del Lobo Ibérico (Canis lupus) (2004)
 Estrategia Nacional para la Conservación del Urogallo Pirenaico (2005)

De acuerdo con estas estrategias, las CCAA han desarrollado diferentes planes para la recuperación de
aquellas especies más amenazadas en su territorio (o en el ámbito nacional). En la actualidad, el catálogo,
denominado Catálogo Español de Especies Amenazadas, está regulado por la Ley 42/2007 de Patrimonio
Natural y Biodiversidad que ha derogado a la Ley 4/89 antes mencionada.

VII. PLAN ESTRATÉGICO NACIONAL DE DESARROLLO RURAL 2007-2013


La estrategia de Desarrollo Rural para España en el período 2007-2013 se centrará en la consecución de
los objetivos de las estrategias de Lisboa y Gotemburgo, relativas, respectivamente, a la mejora de la
competitividad y la creación de empleo, y al desarrollo sostenible y la integración del medio ambiente en la
política de desarrollo rural, siguiendo el esquema de ejes que se propone en el Reglamento (CE)
1698/2005.

En la consecución de estos objetivos, el sector agrario será el principal elemento en el que incidirá la
programación de desarrollo rural en España, enmarcando las diferentes actuaciones en el mantenimiento de
la población y la mejora de la calidad de vida del conjunto del medio rural. Se concederá especial
importancia al aumento de la competitividad de la agricultura y ganadería española, al desarrollo del sector
de la industria agroalimentaria y a la diversificación económica de las zonas rurales.
En cumplimiento de la segunda directriz comunitaria, España considera como parte fundamental de su
estrategia de desarrollo rural el fomento de prácticas agrícolas y ganaderas respetuosas con el medio
ambiente y la conservación de la red natura 2000 en las superficies agrarias y forestales, que permita
proteger estas zonas de elevado valor ambiental. También en el ámbito del eje 2, España considera
importante el desarrollo de fuentes renovables de energía mediante el apoyo a los cultivos agroenergéticos
que, además, constituyen un nuevo mercado para los productos del sector primario.
Cada Comunidad Autónoma ha desarrollado su propio Plan de Desarrollo Rural para este periodo.

VIII. ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE CAMBIO CLIMÁTICO Y ENERGÍA LIMPIA (2007)


Su objetivo es el cumplimiento de los compromisos de España en materia de Cambio Climático y el impulso
de las energías limpias, a la vez que se consigue la mejora del bienestar social, el crecimiento económico y
la protección del medio ambiente. En este contexto, el Ministerio de Medio Ambiente ha propuesto un total
de 170 medidas, entre ellas, la de potenciar las energía renovables.

101
La Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia – Horizonte 2007-2012-2020 fue aprobado
por Consejo de Ministros de 2 de noviembre de 2007. Incluye un Plan de Medidas Urgentes, en respuesta a
las principales alegaciones recibidas durante el periodo de consulta pública y las aportaciones del Consejo
Nacional del Clima y de la Comisión de Coordinación de Políticas de Cambio Climático

 La Estrategia refuerza el compromiso de España con el Protocolo de Kioto y preserva la


competitividad de la economía española, el empleo, la estabilidad económica y presupuestaria y el
abastecimiento energético
 Presenta 198 medidas y 75 indicadores con el objetivo de asegurar la reducción de emisiones de
gases de efecto invernadero y configura el texto de referencia sobre el que coordinar las políticas de
cambio climático con las Comunidades Autónomas y los municipios
 El Plan de Medidas Urgentes incluye más de 80 medidas que representan el 65 por 100 de las
medidas de mitigación contempladas en la Estrategia. Las medidas y actuaciones legislativas
contempladas en el citado Plan afectan a siete sectores y gases distintos.

IX. ESTRATEGIA ESPAÑOLA PARA EL DESARROLLO DEL USO ENERGÉTICO DE LA BIOMASA FORESTAL RESIDUAL (en
fase de borrador en 2009 y aún sin aprobar en 2010)

102
PLANFICACIÓN FORESTAL Y AMBIENTAL
AUTONÓMICA37,38

1. ANDALUCÍA  Plan Forestal, 1989. Revisado en 1999. 2ª revisión y actualización (2003-2007) en


2004
OTROS DOCUMENTOS:
 Plan de Lucha contra los Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma Andaluza (Plan
INFOCA, elaborado en 1985, revisado periódicamente y actualizado anualmente).
 Plan de Recuperación y Ordenación de la Red de Vías Pecuarias de Andalucía (2001).
Vigencia de 20 años.
 Plan Andaluz de control de la Desertificación (2003)
 Plan Director de Riberas de Andalucía (2003)
 Instrucciones Generales para la Ordenación de Montes de la Comunidad Autónoma
Andaluza (Proyectos de ordenación y Planes técnicos) (2004)
 Estrategia Andaluza ante el Cambio Climático

2. ARAGÓN  Plan de Acción Forestal y de Conservación de la Biodiversidad, 2001


OTROS DOCUMENTOS:
 Estrategia de Conservación de la Naturaleza (¿2003?)

3. ASTURIAS  Plan Forestal, 2001


OTROS DOCUMENTOS:
 Plan de Conservación del Medio Natural

4. CANARIAS 1999  Plan Forestal


OTROS DOCUMENTOS:
 Estrategia Canaria de Biodiversidad

5. CANTABRIA  Plan Forestal, 2005

37
Con motivo de la elaboración del Plan Forestal Español se llevó a cabo una revisión del estado de la
situación de la planificación forestal (propiamente dicha) autonómica que se recogió en la publicación:
“Planificación Forestal en España” 2004, Dirección General de Conservación de la Naturaleza, MMA. 226
pp.
38
Relación de documentos a fecha de 2006 . Hay otros muchos documentos de planificación que que
afectan al sector forestal, en especial los relacionados con la caza, el cambio climático, políticas
energéticas, desarrollo sostenible, educación ambiental, agricultura y ganadería y/o biodiversidad pero no
siempre es posible encontrarlos por no estar “colgados” en las pg. Web o por depender de otros
departamentos diferentes a las Consejerías de Medio Ambiente lo que hace más difícil su localización. En
particular, y en la actualidad, prácticamente todas las CCAA están elaborando o han elaborado Planes de
Acción sobre el aprovechamiento de biomasa forestal.
103
OTROS DOCUMENTOS:
 Plan de Reforestación, 1997

6. CASTILLA LA MANCHA  Plan de Conservación del Medio Natural, 1994. Revisiones periódicas
(última en 2003)
OTROS DOCUMENTOS:
 Plan de Emergencias por Incendios Forestales

7. CASTILLA Y LEÓN  Plan Forestal en 2002. Revisión en 2006


OTROS DOCUMENTOS:
 Estrategia Forestal, 1997
 Instrucciones Generales para la Ordenación de Montes Arbolados en Castilla y León
(Proyectos de ordenación y Planes dasocráticos) (1999)
 Plan 42. Programa integral para la prevención de incendios forestales (2002)

8. CATALUÑA  Plan General de Política Forestal en 1994. 2º Plan General de Política Forestal, en
2006 (Vigencia 2007-2016)
OTROS DOCUMENTOS:
 Estrategia Catalana para la Conservación y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica (1997)
 Plan Estratégico de la Caza de Cataluña (2002)
 Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN)
 Estrategia Catalana para el cambio climático
 Normas que regulan el contenido, la aprobación, la revisión y el seguimiento de los planes
técnicos de gestión y mejora forestal y de los planes simples de gestión forestal –Sólo para
Planes Técnicos-(1994-2003)

9. EXTREMADURA  Plan Forestal, aprobado en 2003


OTROS DOCUMENTOS:
 Plan estratégico de Espacios Protegidos

10. GALICIA  Plan Forestal, 1992


OTROS DOCUMENTOS:
 Plan de Lucha contra Incendios Forestales en Galicia (Plan INFOGA). Activo hasta 2006. A
partir de 2007 se ha elaborado el Plan de Prevención y Defensa contra Incendios Forestales
de Galicia (PLADIGA)

11. ISLAS BALEARES  Plan Forestal en fase de elaboración en 2006. Paralizado.


OTROS DOCUMENTOS:
 Plan especial de emergencia contra el riesgo de incendios forestales en las Islas Baleares
(INFOBAL)

104
12. MADRID  Plan Forestal, 1999. Revisado en 2006.
OTROS DOCUMENTOS:
 Plan de Vías pecuarias
 Instrucciones de Ordenación de Montes de la Comunidad de Madrid (pendientes de
aprobación)

13. MURCIA  Estrategia forestal, 2002


OTROS DOCUMENTOS:
 Libro Blanco de la Política Regional sobre el Medio Natural, 1997
 Estrategia regional de Conservación de la Biodiversidad

14. NAVARRA  Plan Forestal, 1997


OTROS PLANES:
 Plan de estratégico de caza para Navarra
 Estrategia de Conservación de la Biodiversidad

15. PAÍS VASCO  Plan Forestal, 1994


OTROS PLANES:
 Estrategia Ambiental Vasca de Desarrollo Sostenible (2002-2020) y primer Programa Marco
Ambiental (2002-2006)
 Plan Territorial Sectorial Agroforestal (2005)

16. RIOJA  Plan Forestal, 2003


OTROS PLANES:
 Estrategia regional para la Conservación y el Uso sostenible de la Diversidad Biológica, 2001

39
17. VALENCIA  Plan General de Ordenación Forestal en 2004
OTROS PLANES:
 Libro Blanco de la Política Forestal, 1995
 Documento de bases para Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Comunidad Valenciana,
2004

39
EL Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana lo declaró nulo en enero de 2007por ser «contrario a
derecho». La sección tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana aceptó el recurso presentado por J. P. G. solicitando la anulación del decreto por carecer del
«preceptivo informe del Consejo Forestal de la Comunidad Valenciana, así como del trámite de información pública a
las Entidades Locales y al resto de las Administraciones Públicas afectadas...» Además, alegaba que el decreto omitió
«el trámite de evaluación medioambiental» previsto en la ley valenciana. En 2010 se ha iniciado el proceso de
elaboración del Plan de Acción Territorial Forestal de la Comunitat Valenciana (Patfor), promovido por la
Conselleria de Medio Ambiente
105
LEY 43/2003, DE 21 DE NOVIEMBRE, DE MONTES

LEY 10/2006, de 28 de abril, por la que se modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes

I.- ANTECEDENTES:
 Ley de 8 de junio 1957, de Montes y su reglamento (1962)
 Constitución Española (1978): Que en su Artículo 149 dice textualmente:

1. El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias:


…….
23.ª Legislación básica sobre protección del medio ambiente, sin perjuicio de las facultades de las
Comunidades Autónomas de establecer normas adicionales de protección. La legislación básica sobre
montes, aprovechamientos forestales y vías pecuarias.
…….

 Leyes autonómicas

 Cataluña 1988
 Navarra 1990
 Andalucía 1992
 C. Valenciana 1993
 La Rioja 1995
 Madrid 1995
 Normas Forales del País Vasco: Álava (1986), Guipúzcoa (1994), Vizcaya (1994)

II.- ELABORACIÓN: Consejo Nacional de Bosques (9 de enero a 24 de febrero de 2003), Comisión


Nacional de Protección de la Naturaleza (febrero de 2003)

III.- APROBACIÓN: Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, Consejo de Ministros (21 de marzo de
2003), Parlamento (abril- julio de 2003), Senado (septiembre-noviembre de 2003)

IV.- PRINCIPALES PROBLEMAS: Dado el carácter legal del documento las alegaciones que se
suscitaron al mismo fueron de muy diversa índole dependiendo de los sectores. Los sectores más activos
fueron:

 Comunidades Autónomas
 Sector profesional (colegios)
 Ministerios:
 Propietarios privados
 Propietarios públicos
 Sector de la industria
 Sector ecologista

Y los artículos/temas más conflictivos fueron:

 Función social de los montes (art.4)


106
 Definición de monte (art. 5)
 Competencias del Estado (art. 7)
 Montes públicos catalogados. Deslinde (arts. 13 a 21)
 Régimen de los montes privados. Los montes protectores (art. 23 y 24)
 Planes de Ordenación de los Recursos Forestales (art. 31)
 Fiscalidad

V.- PRINCIPIOS/OBJETIVOS: Los principios que inspiran la Ley:

 La gestión sostenible de los montes.


 El cumplimiento equilibrado de la multifuncionalidad de los montes en sus valores ambientales,
económicos y sociales.
 La planificación forestal en el marco de la ordenación del territorio.
 El fomento de las producciones forestales y sus sectores económicos asociados.
 La creación de empleo y el desarrollo del medio rural.
 La conservación y restauración de la biodiversidad de los ecosistemas forestales.
 La integración en la política forestal española de los objetivos de la acción internacional sobre
protección del medio ambiente, especialmente en materia de desertificación, cambio climático y
biodiversidad.
 La colaboración y cooperación de las diferentes Administraciones públicas en la elaboración y
ejecución de sus políticas forestales.
 La participación en la política forestal de los sectores sociales y económicos implicados.

VI.- ESTRUCTURA: La ley se estructuró en 7 títulos, 22 capítulos, 80 artículos, 10 disposiciones


adicionales, 5 disposiciones transitorias, 1 disposición derogatoria y 6 disposiciones finales

• TÍTULO I: DISPOSICIONES GENERALES: Objeto, conceptos y competencias


• TÍTULO II: CLASIFICACIÓN Y RÉGIMEN JURÍDICO DE LOS MONTES: Clasificación y régimen
jurídico de los montes públicos y privados, recuperación posesoria, derecho de adquisición
preferente.
• TÍTULO III: GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE: Información forestal, planificación, ordenación de
montes y aprovechamientos
• TÍTULO IV: CONSERVACIÓN Y PROTECCIÓN DE MONTES: Usos del suelo, restauración
hidrológico forestal, incendios forestales, sanidad y genética forestal.
• TÍTULO V: INVESTIGACIÓN, FORMACIÓN, EXTENSIÓN Y DIVULGACIÓN
• TÍTULO VI: FOMENTO FORESTAL: Defensa de los intereses forestales, empresas forestales, e
incentivos económicos a los montes ordenados.
• TÍTULO VII: RÉGIMEN SANCIONADOR: Infracciones y sanciones

VII.- RECURSOS: La Ley fue recurrida por dos comunidades autónomas. En concreto, mediante
providencia de 23 de marzo de 2004, el Tribunal Constitucional admitió a trámite el recurso de
inconstitucionalidad núm. 1014/2004, promovido por el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de
Andalucía, en relación con los arts. 7.2.h), 46.1 y 47.3 de esta Ley (BOE núm. 83, de 6-04-2004, pp. 14371-
14372).

De igual forma, mediante providencia de 23 de marzo de 2004, el Tribunal Constitucional admitió a trámite
el recurso de inconstitucionalidad núm. 988/2004, promovido por el Gobierno de la Generalitat de
Catalunya, contra el art. 7, apartados 1 letra a), 2 letras c), g) y h) y 3 letra b); el art. 18, apartado 4 inciso
«... excepción de los declarados como de interés general por el Estado»; art. 21, apartados 2, 4 y 7; art. 32;
art. 36, apartado 5; art. 37, en cuanto a la regulación del silencio y de la motivación que efectúan sus
apartados a) y b); art. 42; art. 46, apartados 1 y 2; art. 47, apartados 1 y 3; art. 49, apartado 2 último inciso;
art. 56, apartado 1; art. 63; la disposición adicional primera; la disposición transitoria tercera; y las
disposiciones finales segunda y tercera de esta Ley (BOE núm. 83, de 6-04-2004, p. 14372).]

107
VII.- MODIFICACIONES A LA LEY 43/2003: En abril de 2006 se aprueba la Ley 10/2006, de 28 de
abril, por la que se modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes. Como aspectos más
destacables (o destacados por los medios) de las modificaciones llevadas a cabo por esta nueva ley se
pueden mencionar:
- Competencias del la Administración General del Estado,
- Prohibición de modificar la categoría de los suelos quemados durante 30 años
- Reconocimiento explícito del carácter de agente de la autoridad (policía judicial) a los agentes forestales
y/o medioambientales;
- Modificación de las categorías de montes, con independencia de su titularidad (Montes protectores y
montes con otras figuras de especial protección);
- Prohibición de circular con vehículos a motor por las pistas forestales salvo autorización expresa (uso
público del monte);
- Creación de un fondo para el Patrimonio Natural;
- Modificación del Estatuto del Ministerio Fiscal con la Creación de las Secciones de Medio Ambiente en
las Fiscalías de los Tribunales Superiores de Justicia y de las Audiencias Provinciales especializadas en
delitos relativos a la ordenación del territorio, la protección del patrimonio histórico, los recursos naturales y el
medio ambiente, la protección de la flora, fauna y animales domésticos, y los incendios forestales.

La ley de montes ha quedado por tanto con los mismos Títulos; un nuevo capítulo, dentro del Título II, relativo al
Régimen de los montes protectores y montes con otras figuras de especial protección, 6 artículos más y 1
disposición adicional más.

¿Retirados los recursos de inconstitucionalidad de Cataluña y Andalucía?

IX.- NUEVOS RECURSOS: La ley 10/2006 ha tenido también recursos de inconstitucionalidad, en concreto

- El Tribunal Constitucional, por providencia de 26 de septiembre de 2006, ha admitido a trámite el recurso de


inconstitucionalidad número 7837-2006, promovido por el Consejo de Gobierno de La Rioja, contra los arts.
50.1 y 54 bis de la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, en la redacción dada por el art. único,
apartados 32 y 33, de la Ley 10/2006, de 28 de abril. (BOE nº 241)

- Igualmente, el Tribunal Constitucional, por providencia de 26 de septiembre de 2006, ha admitido a trámite el


recurso de inconstitucionalidad número 8020-2006, promovido por el Consejo de Gobierno de la Junta de
Castilla y León contra el artículo único, apartados 32 y 33, de la Ley 10/2006, de 28 de abril, por la que se
modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes. (BOE nº 241)

X.- NUEVAS LEYES AUTONÓMICAS. Desde la redacción de la ley 43/2003 algunas Comunidades
autónomas ya han elaborado y aprobado sus propias leyes forestales o leyes relativas al ámbito forestal. En
concreto:

 ASTURIAS LEY del Principado de Asturias 3/2004, de 23 de noviembre, de Montes y


Ordenación Forestal.

 ARAGÓN LEY 15/2006, de 28 de diciembre, de Montes de Aragón

 GALICIA LEY 3/2007, de 9 de abril, de prevención y defensa contra los incendios


forestales de Galicia

 CASTILLA LA MANCHA LEY 3/2008, de 12 de junio, de Montes y Gestión Sostenible de


Castilla La Mancha

 CASTILLA Y LEÓN LEY 3/2009, de 6 de abril, de montes de Castilla y León.

108
INFORMACIÓN FORESTAL
ANUARIO DE ESTADÍSTICA FORESTAL

La estadística es una información necesaria para la planificación, diseño de políticas y toma de decisiones
en cualquier ámbito. Cuando no se dispone de estadísticas, tomar la decisión adecuada se convierte en
algo arriesgado. La información acerca de los recursos forestales y las actividades y productos del sector
forestal resulta de gran utilidad para la evolución del debate acerca del medio ambiente y el desarrollo
sostenible a nivel local, nacional, regional y mundial. Entre otros objetivos, con la Estadística Forestal se
pretende:

 Producir información estadística fiable, adecuada (información que se adecúe a la demanda)


oportuna (a tiempo) y comparable (metodología similares en el tiempo y para todo el territorio
nacional)
 Utilizar la información para la planificación y evaluación de políticas económicas y sociales en el
marco de un desarrollo sostenible.
 Difundir en la sociedad la importancia de los productos derivados del bosque.
 Conocer el potencial de la industria forestal y sus posibles vías de desarrollo.
 Cuantificar los incendios forestales producidos en el país y evaluar en el futuro las consecuencias
ecológicas, económicas y sociales de los mismos.
 Elaborar las transacciones de los productos forestales y la balanza comercial, así como las
negociaciones con los bloques económicos.

La Ley 43/2003, de Montes concede especial relevancia a la Estadística Forestal Española que, desde
2005, depende de la Administración forestal, ubicada dentro del actual Ministerio de Medio Ambiente y
Medio Rural y Marino (MARM). Los datos recogidos en esta estadística son continuos, periódicos, y han de
ser suministrados por las Comunidades Autónomas y otras administraciones públicas. Los datos integrados
en la Estadística son:

1. Superficie y estructura forestal (Inventario Forestal Nacional/decenal): superficies según vegetación,


titularidad. Existencias y crecimientos maderables.
2. Repoblación forestal (anual): según tipo y objetivo. Producción de material forestal de reproducción
(semillas, planta y estaquillas)
3. Gestión forestal sostenible (anual): superficie ordenada según titularidad. Superficie certificada
según sistemas de certificación. Número de certificados de cadena de custodia.
4. Aprovechamientos forestales, madera y leñas (anual): cortas de madera por grupo de especies y
tipo de propiedad, Análisis autonómico de las cortas totales de coníferas y frondosas y por
especies, resumen nacional de la extracción de leña por grupo de especies y tipo de propiedad
5. Caza y pesca fluvial (anual): Número de licencias expedidas y vigentes y valor económico, Número
de capturas, peso total, peso medio, valor económico y precio medio según especie cinegéticas,
Sueltas de especies cinegéticas y piscícolas, Producción en granjas cinegéticas y piscifactorías
para repoblación, Número y superficie de terrenos cinegéticos por tipología del terreno y total por
comunidad autónoma, Masas de aprovechamiento pesquero según tipología y total por comunidad
autónoma
6. Red Natura 2000 y Espacios Naturales Protegidos (anual): Caracterización forestal de la Red
Natura y de los ENP
7. Inventario Nacional de Erosión de Suelos (decenal): Superficies y pérdidas de suelo según niveles
erosivos, Erosión Potencial (Laminar y en regueros), Superficies de zonas de erosión en
cárcavas y barrancos según niveles de erosión laminar y en regueros, Superficies según
potencialidad y tipología predominante de movimientos en masa, Riesgo de erosión en cauces y
riesgo de erosión eólica
109
8. Zonas Húmedas (anual): relación de humedales
9. Estado de salud de los bosques (anual): Serie histórica de los daños, Frecuencia y porcentaje de
agentes causantes de daños, Porcentaje de defoliación en España, UE y Europa, Composición
química media del agua de deposición atmosférica de parcelas de la Red Europea de Nivel II,
Análisis autonómico de la distribución de feromonas según plaga forestal, Serie histórica de la
estimación de emisiones de gases no CO2 en incendios forestales, Daños forestales desglosados
por especies según la defoliación, Porcentaje de daños forestales según especie y edad del árbol,
Análisis autonómico de de los porcentajes de daños forestales
10. Incendios forestales (anual): Siniestros, Número de siniestros según probabilidad de ignición e
índice de peligro, Causas, Resumen de datos de los cinco países del sur de la Unión Europea

110
PLANES DE ORDENACIÓN DE LOS RECURSOS FORESTALES
(PORF)

Se trata de una nueva herramienta de planificación en el ámbito forestal que viene a cubrir el vacío
existente entre la planificación estratégica/política (Planes forestales nacional y autonómicos) y la
planificación táctica/gestión (planes de ordenación de montes y planes técnicos) a escala monte y que
intenta que la política forestal sea también considerada a la hora de abordar políticas de ordenación del
territorio.

Si bien ya existe en el pasado un intento de acometer este tipo de planificación, regulado en las
Instrucciones de Ordenación de 1930 –la ordenación comarcal-, lo cierto es que nunca llegó a elaborarse
ningún Plan de Ordenación comarcal en sentido estricto. Las IOMA de 1970 no incorporaron este tipo de
ordenaciones aunque sí reconocen la necesidad de incorporar la ordenación forestal en las políticas de
ordenación del territorio, puesta de manifiesto en su art. 59.1 (“Los objetivos que se asignan al monte o
grupo de montes en el orden político, económico y social y las características de sus producciones y
servicios, hacen aconsejable que la ordenación de los mismos esté coordinada con la planificación de
recursos a nivel regional o comarcal”).

Los PORF han quedado regulados en el art. 31 de la ley de Montes, dentro del Título III, “Gestión Forestal
Sostenible”, Capítulo II, “Planificación Forestal”. Se sitúa entre la Estrategia y el Plan Forestal Español (art.
29 y 30) y la ordenación de montes (Capítulo III del Título III, art. 32 a 34). En sus 8 apartados se específica,
entre otros:

 Objetivos y alcance. Obligatoriedad


 Ámbito y Contenido
 Proceso de elaboración y aprobación
 Compatibilidad con los PORN

El artículo dice textualmente:

Artículo 31.- Planes de Ordenación de los Recursos Forestales.

1. Las Comunidades Autónomas podrán elaborar los planes de ordenación de recursos forestales (PORF)
como instrumentos de planificación forestal, constituyéndose en una herramienta en el marco de la
ordenación del territorio.

2. El contenido de estos planes será obligatorio y ejecutivo en las materias reguladas en esta Ley. Así
mismo, tendrán carácter indicativo respecto de cualesquiera otras actuaciones, planes o programas
sectoriales.

3. Con carácter previo a la elaboración de los PORF, las comunidades autónomas definirán los territorios
que, de acuerdo con esta Ley y con su normativa autonómica, tienen la consideración de monte.

4. El ámbito territorial de los PORF serán los territorios forestales con características geográficas,
socioeconómicas, ecológicas, culturales o paisajísticas homogéneas, de extensión comarcal o
equivalente. Se podrán adaptar a aquellas comarcalizaciones y divisiones de ámbito subregional
planteadas por la ordenación del territorio u otras específicas divisiones administrativas propias de las
comunidades autónomas.

5. Las Comunidades Autónomas, a propuesta de su órgano forestal, delimitarán los territorios forestales a
los que se deberá dotar de su correspondiente PORF cuando las condiciones de mercado de los
productos forestales, los servicios y beneficios generados por los montes o cualquier otro aspecto de
índole forestal que se estime conveniente, sean de especial relevancia socioeconómica en tales
territorios.

111
6. Las Comunidades Autónomas, a propuesta de su órgano forestal, elaborarán y aprobarán los PORF y
determinarán la documentación y contenido de los mismos que, con independencia de su
denominación, podrán incluir los siguientes elementos:

a) Delimitación del ámbito territorial y caracterización del medio físico y biológico.

b) Descripción y análisis de los montes y los paisajes existentes en ese territorio, sus usos y
aprovechamientos actuales, en particular los usos tradicionales, así como las figuras de protección
existentes, incluyendo las vías pecuarias.

c) Aspectos jurídico-administrativos: titularidad, montes catalogados, mancomunidades, agrupaciones de


propietarios, proyectos de ordenación u otros instrumentos de gestión o planificación vigentes.

d) Características socioeconómicas: demografía, disponibilidad de mano de obra especializada, tasas de


paro, industrias forestales, incluidas las dedicadas al aprovechamiento energético de la biomasa
forestal y las destinadas al desarrollo del turismo rural.

e) Zonificación por usos y vocación natural del territorio. Objetivos, compatibilidades y prioridades.

f) Planificación de las acciones necesarias para el cumplimiento de los objetivos fijados en el Plan,
incorporando las previsiones de repoblación, restauración hidrológico-forestal, prevención y extinción
de incendios, regulación de usos recreativos y ordenación de montes, incluyendo, cuando proceda, la
ordenación cinegética, pascícola y micológica.

g) Establecimiento del marco en el que podrán suscribirse acuerdos, convenios y contratos entre la
Administración y los propietarios para la gestión de los montes.

h) Establecimiento de las directrices para la ordenación y aprovechamiento de los montes, garantizando


que no se ponga en peligro la persistencia de los ecosistemas y se mantenga la capacidad productiva
de los montes.

i) Criterios básicos para el control, seguimiento, evaluación y plazos para la revisión del Plan.

7. La elaboración de estos Planes incluirá necesariamente la consulta a las entidades locales y, a través
de sus órganos de representación, a los propietarios privados, a otros usuarios legítimos afectados y a
los demás agentes sociales e institucionales interesados, así como los trámites de información pública.

8. Cuando exista un Plan de Ordenación de Recursos Naturales de conformidad con la Ley 4/89, de 27 de
marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, u otro plan
equivalente de acuerdo con la normativa autonómica, que abarque el mismo territorio forestal que el
delimitado según el párrafo 5 de este artículo, estos planes podrán tener el carácter de PORF, siempre
y cuando incluyan los elementos indicados en el apartado 6 y cuenten con el informe favorable del
órgano forestal, cuando éste sea distinto del órgano que aprueba el PORN.

Algunos de los aspectos más relevantes a destacar de esta nueva figura de planificación son:

1) No tienen carácter obligatorio para las comunidades autónomas. Serán promovidos y elaborados
por las administraciones autonómicas

2) El ámbito debe abarcar territorios forestales y puede ser tan variable en tamaño como las
comunidades autónomas quieran

3) Exige, para su elaboración, la participación pública y la consulta a los interesados

4) Debe tenerse en consideración en la elaboración de otros planes de ordenación del territorio, si bien
los efectos jurídicos, grados de vinculación y rango normativo de los PORF deberá ser determinado

112
por las CCAA. En función de ello podrán o no formar parte de los instrumentos de política forestal
de una determinada región.
5) Su elaboración exige una Evaluación Ambiental Estratégica de acuerdo con la normativa europea
(Directiva 2001/42/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de junio de 2001, relativa a la
evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente) y la
legislación nacional (Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre evaluación de los efectos de determinados
planes y programas en el medio ambiente) en la medida en que estos Planes establezcan el marco
para la futura autorización de proyectos legalmente sometidos a evaluación de impacto ambiental.
No obstante, con independencia de la naturaleza de los proyectos que incluya, este requisito se
está estableciendo como obligatorio para todos los PORF.

Las primeras comunidades autónomas que iniciaron su elaboración son Castilla-León [La montaña
occidental de León, Almazán (Soria), provincia de Valladolid, Sur de Burgos], Galicia, Cantabria y la
Comunidad Valenciana, si bien no siempre adoptando la denominación de PORF.

Los PORF han nacido con la vocación de ser instrumentos de planificación del territorio para
regular/ordenar los usos forestales y las actividades desarrolladas en los terrenos forestales, para dinamizar
la actividad empresarial, movilizar los recursos forestales de un territorio y, finalmente, para coordinar la
planificación forestal comarcal con otros planes territoriales.

Su elaboración conlleva un proceso que debe ser:

1. Participativo, lo que conseguirá el apoyo social y enriquecerá al documento y el conocimiento de


los técnicos
2. Interno (Administración forestal)
3. Coordinador de diferentes departamentos: Organismos de cuenca, fomento y carreteras,
industrias y minas, agricultura (urbanismo y turismo añado yo)
4. De reflexión para llegar a tomar decisiones sobre las actuaciones a desarrollar en los territorios
para cumplir los objetivos a medio plazo.

Los objetivos deben ser claros y posibles, adecuados a la escala comarcal y deben considerar a los
diferentes gestores y/o propietarios así como orientarlos hacia qué tipo de actuaciones se pueden
desarrollar.

Costes de elaboración aproximados en 2007: entre 1 y 3 euros/ha (25-50 euros/ha para los proyectos de
ordenación)

113

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