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Cuando a los siete años garabateé mis primeros versos mi abuela y mi madre

reaccionaron como suelen reaccionar los seres que nos quieren : piensan que todos en
la familia –entre comillas- son muy inteligentes. En realidad, en casa era una especie
de costumbre hacer versos. Eso viene desde atrás, un poco también entre comillas.
Quizás el hecho de haber sido criada en un hogar de mujeres influyó en mi capacidad
de observar el mundo , el entorno. Creo que tenía mucho que hacer también el
carácter particular del individuo, en este caso yo. Tenía cierta actitud congénita,
digamos, para ser observadora y curiosa. Indudablemente la presencia de mujeres
afinó en mí esa capacidad de mirar. Somos por naturaleza muy observadoras. Como el
género femenino ha estado reducido a un papel secundario en la vida, de alguna
manera ha tenido que callar y observar más las cosas.

En Casa de cartón, Lima : primavera de 1996- verano de 1997, II Época , N 10 .

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¿Cómo puede cumplirse un ser humano en la condición femenina? ¿qué caminos le


están abiertos? ¿Cuáles conducen a callejones sin salida? ¿Cómo encontrar la
independencia en el seno de la dependencia? ¿Qué circunstancia limitan la libertad de
la mujer? ¿Pueden ellas superarlas? Éstas son cuestiones fundamentales que
quisiéramos aclarar. Es decir que, puesto que nos interesamos en las oportunidades
del individuo, no definiremos esas oportunidades en términos de felicidad, sino en
términos de libertad.

Introducción de El Segundo Sexo, Simone de Beauvoir , 1949. (Este fragmento del


libro probablemente estará en la expo, para que dialogue con las primeras ideas que
sobre ser mujer se hacía Blanca)

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De Simone de Beauvoir me impresionó mucho su libro El segundo sexo, porque en ese


momento estaba muy preocupada por mi condición femenina. No soy feminista, pero
me perturbaba que por ser mujer había que sentir de determinada manera. Por
ejemplo, me ha indignado siempre que consideren a las mujeres como autoras de
poesía erótica. Creo que el erotismo está estupendo si la poesía es buena, pero detesto
que les pongan en la frente un papelito que diga "poesía erótica".

Entrevista a Blanca Varela

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En el momento en que tuve hijos, supe que ya no estaba sola y que ya no podía
confinarme dentro de mí misma. Ya había salido de mi mundo interior. Te diré que
hasta aquel momento me sentí un poco angélica, me desesperaba de la realidad y de
los otros; volaba por cualquier lado; en fin, estaba en mis cosas. Cuando tuve a mis
hijos, ya no pude: eran dos seres que estaban caminando y eran parte de mí. A través
de ellos me comuniqué seguramente con los otros. La maternidad me hace aceptar mi
feminidad, me hace aceptar que soy una mujer. Antes no lo había aceptado; yo quería
ser una persona absolutamente asexuada. Con mi responsabilidad de madre nace otra
persona.

Roland Forgues, Palabra Viva: las poetas se desnudan. Lima, El Quijote, 1991

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Las mujeres ,en general, somos muy valientes. Afrontamos muchas cosas que
aparentemente son poco importantes pero que en realidad son tremendamente
importantes. Tenemos mucho que hacer por los hijos, por la sobrevivencia, ¿no es
cierto? Nuestra condición de individuos que hemos llevado de alguna manera una
carga viva dentro de sí, nos hace fuertes, muy fuertes.

En Casa de cartón, Lima : primavera de 1996- verano de 1997, II Época , N 10 .

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A mí siempre me ha interesado la literatura de mujeres, siempre y además creo que la


base de mi poesía es mucho más poesía femenina o literatura femenina en general de
lo que se cree. Es una poesía de experiencia humana y biológica también. Yo tengo
mucha simpatía por las mujeres en general y ahora que soy una persona mayor he
vivido muchas dudas, muchas frustraciones, muchas cosas hermosas también. Recién
ahora puedo ser todo lo clara para poder tener una relación más suelta, más viva con
las mujeres. No me tocó tenerlas con las mujeres de mi generación, entonces estaba
muy preocupada en formarme como individuo, las mujeres somos individuos, somos
seres, claro que existimos, ¡vaya que existimos! Entonces en ese momento yo estaba
todavía tanteando, buscando cosas, las cosas que iban llegando, pero ahora que me
paro sobre los pies muy cansados (…)y miro alrededor, me da una gran placer ver a
las mujeres cómo están funcionando, cómo hacen cosas, cómo se atreven, cómo han
dejado ese papel de bambalinas, secundario, de ser la mano que aparece detrás del
telón y acerca el vaso de agua, o la que recibe la bofetada en la cocina. Ya se acabó.
Yo siempre he sido muy rebelde. Yo nunca me he sentido inferior a un hombre;
jamás. Me he sentido una persona que tiene conciencia de que un ser humano jamás
será inferior a nadie. No importa cuál sea su condición.

En Casa de cartón, Lima : primavera de 1996- verano de 1997, II Época , N 10 .

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Lo que podría hacer la particularidad de mi poesía es que yo soy mujer. Entonces,
claro, yo me he atrevido , como mujer, a tocar una serie de asuntos que pertenecen al
mundo de los hombres. Porque en general la poesía “femenina” acá (…) es una poesía
que solo ha hablado del pajarito, del hijo, de la madre, es decir, temas femeninos. En
cambio en mi poesía verás que no he tenido ninguna censura respecto a los temas
tocados. Lo que pasa es que lo he dicho a mi manera, como mujer.

Roland Forgues, Palabra viva, tomo III :Las poetas hablan, Editorial San Marcos,Lima,
2011

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