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49 Revista *Realidad Sconémica” N@ 107, TAA, Suenos Aires, 1/4 a] 15/5/199 4 a n a BD Ciencia politica LA CRISIS DEL | ESTADO POPULISTA ARGENTINA 1976-1990° Horacio Tarcus** 7 laittor propone una serie de lineamientos tedricos y un histérico para -la crisis del estado populista ; d aj ‘estataly una modalidad de ideologia hegeménica— const hiyaron una salida eficaz'@ 1a calsis de la sociedad oligér- quico liberal, pero en los afios setanta se mostraban cads ez mas incapaces dé asegurar las condiciones esenciales . de acumulacién y hegemonia. La actual ofensiva “liberal” ‘contra el estado, en vertiad no aremete contra el “estado én general”, sino contra una forma histérica particular 4 éste: elpopulista, | i , ay (Lintreduceiso ‘ps partidos popuisas erari hegemd- nicos, accederon electivamente af go- les golpes mitares que se suce- bien, desde Alan Garcia al frente del leren en América tana a bo targa de APRA peruano, a Cartas Menem enca- Ios aos seventa y seterta, desde el bezando una afanza que tenia al Path del aiiscal Castelo Branco en el Bra- do Justcilisa por fuerza principal en la ‘si en 1964 basta el del general Videla Argentina. Estos nuevos gobieros, sin enla Argentina en 1976, vinieron 2 in- embarde, profundizaron las “politicas de. 7 temumpr visertamerts bas Gimas ex- ajuste” de las econamias latinoamerca- ‘pedencias de lcs gotiemos popuiistas - nas, avanzaron en la esralegia de des- en of continents. Después de targes esbuchrackin de los esiadas populsias, afies de “congelamiento” poltica, las pasieran tudo su coasenso al servicio (is de las icidures miltares desde de discpfinar a fa "ano ds obra rebel {Snes de los sefenfa y primeres ochen- 62" con vistas a fa modernizacién capt ta penmiieron el retanc do bos pat Essar dosy movimientos popuistas abtare- Las primeras reacciones acudieron a tna piliica. Vohioron a desempolvarse lo cbvix la Trakiin” de os digenies; la fos wigps programas contrados subse penetraciin de lbs poderosos lobbies ef desanoia econdnica, la pramociin empresarios: las Imposiciones del 2 industraizarin necional a wea FMI. Estas aproximacones al poble- ‘2 redsuibucién progresiva ¢elingre- ma desi el ciscurso politico “de la ca- ‘Soyel foriaecimients del mercado in- le" parecem pooo spropiadas para dar ‘team, fas polices intemacionaies de cuenta da un proceso profundo, esiruc- ino alineartionte... En Gn, tas césicas tural, que en América latina asume la ‘rateioras de la fsteia sucial, fa sube-~ forma de cxtsis de Ios estados popu- ‘aria pallica y ta independencia eco- Estas y en bos paises del “centro” cap nica. {asta Se presenta como la ctists ce! ‘Cikecam de fas Gctauras ciitaes “Welfare State”. ‘en cansthur parties poftices que fun- _ Eleasa argentino, con sus agudos ‘Cooaran coma comets del poder mil- Gontrastes; es casl paradigmatico del {ery ef renpvado contacia de fas cipo- “proceso que verimos describiondo. El- tes e los pores popuistas con sus ido que va desde la pottizacion y la ‘bases, parecian prometer que se padia eufoia miante de bs '82-'34 hasta el desandar el camino de las cictaturas y desencarup de fines de la década, pe. retogar el seadem adecuzdo. Sin mili acaso camprender que el camine ‘westras de i radicalizaciin deliso- transiiado por la dictadura no'se podi2 ‘soy las practicas populstas akarwadas” “desandar’; que mds‘ald de la, "desin- tenes 60, con ta tecderacién que acon-. dustiaizacién’ sa Kabian operado pro- ‘Seohan 6s locounes de una Gemowa- cesos de “recomposicién indusiial: Ce todavia tragi,is paves popuisias que debris de las fracasos relatives del paresion lamados 2 revert ls proce- “Proceso de Reorganizacsin Nacional’ “Wesindistiakracsie’, apetura de ka aventura de Ia guerra de las Mah jnniccrtminada 6 mmostras etonomias, nas y su precipitada retrada, habla und (Gatibacsbs recresiva del ingress, espe; victoria de fanda. A diferencia de las ‘ecb fnancera desentrenadi. experioncias militares anteriores sult} ‘Las padidos populstas, 0 akarmcas das en el pats, ta dl “proceso” habla sk ‘polican mis amps en tas cuales Ibs do efcar en la apicaciin de una est legia'de “cirugia mayor. Ayudida por la + coyuntura internacional que empujzba fen ese sentido, a dctadura mir logs implementar prolundas transtormacio- ries en la ‘oldad de la estructura eeo- ‘rémica, social y poiica del pas, en la felacién entre el estado y la sociedad, ‘en los vineuls entre la case dominante y el estado. El poder, aun el més dicta- Totial, como quiere Foucault, nunca es s6lo represivo. Es también productvo. Como un avior ha sehalado temprana- mente: "No se tralé simplertenio de Cambios en el peso relatvo de cierfos ‘grupos que constiuyen los fos sociae les del poder, las bases sociales de do- iminacién, sia una onda de estructura cid que alecté también tos lazes 60 fepresertacién, el comportamiento de fos actares de la sociedad cWily la corittucion de las Kenlidades polices, culturales, Heoligieas. En este sentido podtla decirse que el poder dictatorial en las diversas manfestaciones que atravesaron Iodo el cuerpo soctal— no ‘actué solamente en fo represivo, sino también como formador da conserso, y més ain, en su cardcter =productivo=" (Villareal, en Jazami, 1985: 209). El de- ‘curso de los afos ’80 periié compren- der mejor que detrés de la aparente *racionaldad" del tarr habla una log cca muy racional da poder, que el cone de1976 ora irevarsible, que estéba- ‘mos intalados en un proceso ‘sin retar- ‘no” (Sctivarzer, 1980). En las paginas qua siguen quisimos ‘ésbozar le principales tneamientos le rieos y un marco histéica adecuado para pensar ia crisis del estado popu- -lista argentina y laremergencia (enta, problematica) de una nueva forma de dominaciin estatal en questo pais. La hipétesis tentral consiste, precisamen- le, en que la socledad y ol estado po- puillstas —una totaidad social quo lin- plied un espectfica régimen de acu- : a8 Lacrtsis del estado populista as ‘mulacién del capital, un tipo de relaciin ‘nlve las clases, una forma propia de dominacién estalal y una modalidad de ieologia negeménica—, que comenta- fon a configurarse en los "20, conocie- ton susttima forma bajo Perén-Gebard en 1973.74, Incapaces cada vex més de garar- zar las condiciones esenciales de acu- ‘mulacién det capital y hegemonia polt- a, desembocaron en una crisis palica (crisis de una forma estadoverss de un modelo de acumvlacSin}: 1875-76. Esta crisis comienza a resolverse deste 4976 en adelania, en las condiciones ‘excepcionaimente lavorables que ofe- ce la cisis caplalsia mundial desatada ‘en 1973-74, en que comlenza a.corl- gurarse una nueva totalidad social y ‘una nueva forma de dominacién esta tal) a medida que se va desartlculan- da la anterior. Este proceso conoce hasta hoy tes ‘momentos (y tres modalidades que no pueden confundirse, pero tampeca ‘comprenderse como imeconctiales =n vo si: la dictadura mila, la gestin del presidente Rall Atonsiny la gestn en ‘curso del presidente Carlos Sol Me- em. Dicho en ofres términos, no es ue canfundamos el. terror dictatorial on estas democracias fragles, per democracias al fin, de Afonsin y Me- rem. Lo que queremos sastener es que por debejo de sus sustanciales dieren- as poliicas, hay que. descubrir una continudad, as el corte de 1978. Que ante la fay de reforma financier inul- sada por el equipo da Martinez de Hoz a las leyes do “velorma el estado” y “Texbillzacion salva” del equipo miis- levial de Menem, existe, a peser de ls evidenies dierendas en el cardctet do Ibs goblemos y de os regimenes pol- os una misma I6glca, una estraiegia ‘carnin, que responde a las necesida- des ackiales de retormulacién do la ‘squmulacién det eapttal y la domina- cin politica ena Argentina. i Algunos lineamlentes teéricos Los tines veinte aftos conaceron un notabla desarolo de las distnias esouelas de peasamniento que, en nom- bye del martismo, intentaron tundar 0 ‘cua ima nia aria de ado ¥ Desde los trabajos pione- 10s de Rafph Matband y Nicos Poulan zs a fines do los sesenta, hasta las aportaciones mis recientes de Goran ‘Therbor o Claus Ofe, se ha desplega- oun instrumental tes‘co y metodolbg- 2 pio para repensar {5 fomas do corainaconestaal en fa ‘Agentina, No cbstanie, ka uillzacién de ‘sis desarolhs noves de “apcacséi™

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