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Marcos 14:60-64 RVR1960

60Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No


respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? 61Mas él callaba, y nada respondía. El
sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? 62Y
Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y
viniendo en las nubes del cielo. 63Entonces el sumo sacerdote, rasgando su vestidura, dijo:
¿Qué más necesidad tenemos de testigos? 64Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y
todos ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte.

1- Por qué perseguían los judíos a Jesús?

La excusa era porque había sanado un paralitico el día de reposo

2- Cual fue la acusación que hizo el pontífice a Jesús?


Lo acuso de blasfemia por que Jesús le dijo: yo soy; y veréis al hijo del hombre sentado a la
diestra del poder de dios, y viniendo en las nubes del cielo por haberle dicho que él era el
hijo de dios

3- Cual fue la acusación que presentaron ante Pilato?

y llevaron a Jesús ante Pilato. Y comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que éste
pervierte a nuestra nación, prohibiendo pagar impuesto al César, y diciendo que El mismo
es Cristo, un Rey.

4- Cual fue la última frase de Jesús antes de morir?

Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.

5- Que necesitaba tomas para creer?

Ver en la manos de Jesús la señal de los clavos, meter su dedo en el lugar de los clavos, y
meter su mano en su costado para creer..

6- Qué respuesta le dio Jesús a tomas?

Jesús le dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca
tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

7- Como se sentían los dos discípulos antes de reconocer a Jesús?


Estaban tristes y tenían los ojos velados, y no podían reconocer a Jesús.

8- Como se sintieron después de reconocerlo?

Alegres La desesperanza se cambió en gozo y volvieron a contar las


buenas noticias a Jerusalén.

9- Cuando y donde los dos discípulos reconocieron a Jesús?


Cuando Llegaron cerca de la aldea Emaús adonde iban, y él hizo ademán de
continuar adelante. Pero le retuvieron diciéndole:
Quédate con nosotros, porque se hace tarde y está ya anocheciendo.
Y entró para quedarse con ellos. Y cuando estaban juntos a la mesa tomó el pan, lo
bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron,
pero él desapareció de su presencia.

10- Que cambios tuvieron los dos discípulos cuando conocieron a Jesús?

11-Jesús ante Pilato

23 Entonces toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús[a] ante Pilato. 2 Y


comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que éste pervierte a nuestra nación,
prohibiendo pagar[b] impuesto al César, y diciendo que El mismo es Cristo[c], un Rey.
3
Pilato entonces le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús
respondiéndole, dijo: Tú lo dices. 4 Y Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la multitud:
No encuentro delito en este hombre. 5 Pero ellos insistían, diciendo: El alborota al pueblo,
enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta

Juan 5:16-18 Reina-Valera 1960


(RVR1960)
11
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

16
Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas
cosas en el día de reposo.[a]
17
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
18
Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de
reposo,[b] sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

Marcos 11:15-17 RVR


15 Vienen, pues, á Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó á echar fuera á los
que vendían y compraban en el templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas
de los que vendían palomas;
16 Y no consentía que alguien llevase vaso por el templo.
17 Y les enseñaba diciendo: ¿No está escrito que mi casa, casa de oración será llamada por
todas las gentes? Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

LUCAS 23: 33-38-44-46

Lucas 23:33-46 Reina-Valera 1960


(RVR1960)
33
Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los
malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.
34
Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí
sus vestidos, echando suertes.
35
Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros
salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios.
36
Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre,
37
y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
38
Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL
REY DE LOS JUDÍOS.
39
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el
Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.
40
Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la
misma condenación?
41
Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron
nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.
42
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
44
Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
45
Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.
46
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Y habiendo dicho esto, expiró.

Juan 20:24-28 Reina-Valera 1960


(RVR1960)
Incredulidad de Tomás
24
Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.
25
Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en
sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi
mano en su costado, no creeré.
26
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó
Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
27
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en
mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
28
Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!

Lucas 24:13-35 Reina-Valera 1960


(RVR1960)
En el camino a Emaús

(Mr. 16.12-13)
13
Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a
sesenta estadios de Jerusalén.
14
E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
15
Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba
con ellos.
16
Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.
17
Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué
estáis tristes?
18
Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en
Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?
19
Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón
profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
20
y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de
muerte, y le crucificaron.
21
Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de
todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.
22
Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día
fueron al sepulcro;
23
y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de
ángeles, quienes dijeron que él vive.
24
Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían
dicho, pero a él no le vieron.
25
Entonces él les dijo: !!Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los
profetas han dicho!
26
¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?
27
Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas
las Escrituras lo que de él decían.
28
Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos.
29
Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde,
y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.
30
Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió,
y les dio.
31
Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.
32
Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba
en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
33
Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y
a los que estaban con ellos,
34
que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón.
35
Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le
habían reconocido al partir el pan.

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