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.

T. S. Kuhn
y las ciencias
sociales
por BARRY BARNES

Tr¡Jr!llcci(JIl de
ROBERTO HEI.IER

CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA

... ...
Y TECNOLOGIA
~:
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FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO
0$ = • _. •=
-
?mnenz edición en inglb. 1982
Prlmerot eijición en e5p;.ñd. 1986

Di lo que prefieras, mientras no te impida


ver los hechos. (y cuando los veas, habrá
mucho que no dirás.)
WlíTGENSTEIN

Es axiomático que cualquier cosa es tan


semejante como diferente a olra_
KUHN

TilUI,) uriginJI:
r. S. K/{h,¡ .md Snú,.1 Science
19f12, Barry Bnrnes
li:I
Public:ldo por The Macmillan Press Ltd.. Londres

IS&N 0-333_28937_"

o R. O 1986. FoNon DE CUlTIJk,\ EcoNÓNlCA. S A. ni, C. V.


Av de la Universidad, 9n; MiJ:ic(l. D F.

ISBN 968-16-2179-4
ImpreSIl en M¿llin,
PREFACIO

'uando me invitar n a e noir este libro o pri-


mero que me atrajo fue la importancia del tema,
a í como el saber que disfrutaría escribiéndolo.
Pero lo cierto es que también abrigué ciertas
eservas. La obra de Thomas Kuhn es muy co-
no ida, accesible fácil de obtener. Su explica-
ción de la in estigación científica y del desarron
del conocimiento se acepta como punto de refe-
r 'ncia en todo el mundo académico. Por tanto, no
pude encontrar excu a para entregarme al traba'
de. sencillamente. volver a exponer lo puntos de
vista de Kuhn, sobre todo en el momento en qu
antas ramas de la sociología se hallan absortas e
el examen de los textos originales, que corren el
riesgo de 4,'olverse aguas e tancadas de la historia
in electual.
Pero, por fortuna, las e tipulaciones que definen
la serie él la que pertenece este libro están más
inclinada hacia el análi is que hacia la descrip-
ción. Esto me permitió escribir no tanto obre
~ uhn sino de los a untos sociológico de los cua-
les ofrece importantes ideas. Éste es un libro sobre
la sociología del conocimiento, que toma como
punto de partida la obra de Kuhn. No es la bio-
grafía intelectual de Kuhn ni la discusión amplia
de su importancia como filósofo. historiador y
siquiera corno ociólogo. o se considera aquí.
por ejemplo, el funcionalismo sociológico de Kuhn,
9
10 PREFACIO PREFACIO 11

el cual se expresa en los títulos de algunos de sus tales a la sociología del conocimiento. Tuvo la
articulas.) Examino la contribución de Kuhn a suerte de ofrecer, cuando más necesaria era (en
las ciencias sociales. la manera como ~e !lan de- el decenio de los sesenta), una indicación clara
sarrollado esas contribuciones en los últimos años de la manera como se pueden entender desde el
y cómo podrían seguirse dcsarrollanuo con pro- punto de vista sociológico nuestras formas de co-
vecho. nocimiento natural. Esto estimuló los estudios em-
Viendo la obra de Kuhn con ojos de sociólogo, píricos de la cultura científica que en aquel
destaco ciertos lemas y los llevo hasta sus ultimas entonces se iniciaban, e inspiró la conciencia re-
consecuencias, mientras <Iue otros los paso de lar~ novada del carácter social que entraña el conoci-
go. De esto resulta algo que se aparta rotunda- miento en general --conciencia que se hahía des-
mente de la tendencia general de los numerosos vanecido durante la posguerra. Por todo esto es
comentarios hechos por filósofos e historiadores. posible analizar los conocimientos actuales de la
Esto no significa que lo mío sea forzosamente 1T!c- sociología del conocimiento científico a partir de
jeT. Condicionado como está por intereses y obJe- la obra de Kuhn, aun cuando este autor no sea
tivos delimitados, no puede aspirar a que se le sociólogo.
conceda ninguna posición privilegiada. Pero, ¿en Habiendo bosquejado el propósito del libro, no
dónde está la interpretación que pudiera pretender me queda más Que hacer algunas advertencias al
tal categorización? Aun si el propio Kuhn se vol· lector. En primer lugar, deseo asegurar que cl es-
viera hacia sus propios trabajos y ofreciera (con~o tilo del texto no encubre 10 poco que sabemos
indudablemente lo haría) un marco de referenCia sobre el aprendizaje, la credibilidad y nuestros mo·
diferente dentro del cual entenderlo, éste no seria dos de inferencia. Ningún escritor abunda sobre
más que otro comentario, de interés e im~ort¡lnCl<I su ignorancia; no tiene caso. Pero, como conse-
ciertamente, pero de ninguna manera piedra .de cuencia de ello, hay textos, ya sean de fisiología,
toque para determinar la importancia de otrmi \~. de psicología, de teoría de la información, de
terpretaciones. Toda exégesis, incluso la auto~xe­ sociología o de filosofía, Que dejan la falsa im-
gesis, está conformada por objetivos e intereses presión de que han logrado penetrar profunda-
concretos. mente en la manera como llegamos a saber cosas.
Lo que aquí me propongo es asistir a los soció- Incluso a veces dan a entender que la clave del
logos para que hagan un empleo fructífero dc la asunto reside en una sola teoría o en un solo cam·
ob~a de Kuhn. No pretendo corregir su <;islcma po. No tengo ninguna razón para suponer que
de pensamiento. Tampoco me interesa .la .c~ten. mi propio estilo no creará impresiones igualmente
sión precisa de su originalidad como ll1:hVlduo. falsas; por esto trato de anticiparme a ellas. En
Vale la pena advertH', sin embargo. que Kuhn h<l particular deseo subrayar Que un enfoque socio-
hecho una de las contadas aportaciones fundamen- lógico sólo puede ser parte del proyecto de estu-
12 PREFACIO PREFACIO 3

dio, más amplio, tendiente a la comprensión em- investigación. La orientación sociolóoica es muy
pírica de las carac erísticas del conocimiento y a d~ _erente de la propia de los científicos, quiené
cognición. solo consideran explícitamente la manera como
$11 ca ocimiento se relaciona con la experiencia
En segundo lugar, aunque los capitulos de este
volumen e concentran en a untos diferentes, no o con la ej cución de tareas técnicas. Y puede
pueden tomarse como ensayos independientes. La de embocar en resultados que contradigan las imá·
sociología del conocimiento figura entre las áreas genes qu de sí mismos tienen lo científicos
menos desarrollada de la materia, y hay unas así como las formas de justificación procesada~
cuantas ideas y supuestos aceptado rutinariamen- .' admitidas por estos mismos. o se me escapa
te que pueden darse por sabidos mientra se lo. ~actible de que el trabajo sociológico pueda
cribe. De acuerdo con ello introduzco varias ideas ut1hzar e para tratar de debilitar algunas legitima-
de utilidad general mientras avanzo, tratando de io es de la ciencia. Pero la so iología del cono-
explicarlas claramente la primera vez que apare- cimiemo absolutamente no es, como sus criticas
cen y de ahí en adelante utilizándolas libremente. creen erróneamente, en sí, una denigración de la
Por último, está la inevitable advertencia que cie cia. POl el contrario, de muchas maneras es á
debe acompañar siempre a todo tratamiento so- molde da conforme a la investigación cientWca v
ciológico de la ciencia. Cuando los científico cuales ujera preten ion s de credibilidad que negu~
sociale estudian el conocimiento científico, el foco a ener deberán estar relacionadas estrechamente
de su atención está en el conocimiento ligado a con hs propias de la ciencia. La sociología d 1
un contexto social determinado. El interrogante con cimiento es un campo de estudio, empírico
es por qué se acepta como tal ese conocimiento y d sapasionado que contiene en su materia el
tI
dentro del contexto respectivo. La respuesta debe on cimiento y la cultura de la ciencia. Y si a
contener cada factor de interés sociológico que ten- u manten [ su propia integridad, debe examinar
ga que ver con el interrogante. Se supone que tales se onocimiento sin preocuparse por las conse-
factores e tán implícito siempre en la urdimbre cuencia de !>us hallazgos.
de causas que mantiene la credibilidad de un cuer- BARRY BARNES
po de conocimiento. La plausibilidad del supuesto Junio de 19 O
proviene tanto del mérito del trabajo que inspira,
como de la notoria insuficiencia de su opuesto,
que niega que el conocimiento sea un fenómeno
social. El método de investigación adecuado es
el que se acepta para el e tudio del pensamiento
y la acción en general; en este caso el pen amien-
to es el de carácter científico y la acción es la
RECONOCIMIENTOS

Deseo manifestar mi gratitud a las muchas perso-


nas que me auxiliaron en la preparación de este
libro y, en particular, al personal y los estudiantes
de la Unidad Edimburgo de Estudios de la Cien-
cía, por haberme brindado un ambiente tan ade-
cuado para trabajar y escribir. Michael Barfoot
Celia Bloor, David Bloor, David Edge, Anthony
Gidden John Law Donald MacKenzie y Andrew
Pickering quiene leyeron los primeros borradores
del manuscrito y me ayudaron a identificar y eli-
minar mucbas de las deficiencias de sustancia y
presentación. Carole Tanosley hizo fácil la ago-
biante tarea de pasar en máquina mi material ori-
ginal e cTito a mano. Y Moyra Forrest elaboró
un índice muchísimo mejor que cualquiera que
huboera hecho yo mismo.
La gráfica V.I apareció por primera ez en Cen-
laurus. vol. 3, 1953 p. 135. Les agradezco a los
directores de esa revista el haberme permitido re-
producirla aquí.

1S

.... ,..
NOTA DEL AUTOR

Es CONVENIENTE dividir en tres clases las publica~


ciones de Kuhn. En primer lugar están las relacio-
nes históricas, producidas en el decenio de los
años cincuenta y a principios de los sesenta, y
dirigidas principalmente a los historiadores pro-
fesionales de la ciencia. Entre éstas es señalada-
mente digna de mención La revolución copem,i-
cana (1957) y una serie de artículos sobre la
historia de la termodinámica. En segundo lugar
están las publicaciones que, iniciadas alrededor de
1960, representan un intento por entender la cien-
cia en ténninos generales e identificar sus carac-
lleres distintivos. Éste es el trabajo por el que Kuhn
es más conocido y en el cual se encuentra la
mayoría de sus ideas de interés sociológico. A
esta clase pertenece su libro La estructura de las
revoluciones científicas,~ editado en inglés por pri-
mera vez en 1962. Aquí me referiré a la segunda
edición (1970), un poco más larga. A esta clase
corresponde también la diversificada serie sobre
temas histórico1il, filosóficos y sociológicos, muchos
de los cuales fueron reimpresos hace poco en La
tensión esencial (1977)."'''' Siempre que es posi-
ble, cuando comento los escritos de Kuhn o los

:r, La estructura de las revoluciones científicas, lfICE,


1971. [T.]
,¡,~, La tensión esencial, FeB, 1982. [T.]

17
18 NOTA DEL AUTOR NOTA DEL AUTOR 19

cito textualmente, doy Jos números de las páginas Jogro científico. ÉSte es el sentido de uparadi&:tD;s"
que remiten a este volumen. Por último, está el que, en su trabajo más reciente, Kuhn co~uruca
trabajo que refleja la detallada atención que Kuhn con la palabra "ejemplar". En con.s~cuencla•. ex-
ha dedicado en años recientes a la historia de la clusivamente como asunto de decISión ternllno-
mecánica cuántica. A este respecto, La teorla del lógica a la cual trataré de apeganne en todo este
cuerpo negro (Black Body Theory. 1978) es su trabajo, los paradigmas son ejemplares.
contribución principal basta la fecha. Se trata de B.B.
un trabajo tan fascinante como significativo, cuyo
objetivo ccntral es el de establecer, con la mayor
minuciosidad y cuidado por los detalles, una des-
cripción e interpretación particulares de cierto epi-
sodio histórico. Como lA teoría del cuerpo negro
incursiona en nuevo terreno únicamente como na-
rración histórica y se ocupa de acontecimientos de
abrumadora complejidad técnica, no la analizad
aquí. Inevitablemente. la mayoría de mis citas se
referirán al material, variado y relativamente es-
peculativo, de Jo que debiera llamarse el "segundo
periodo" de Kuhn.
Hay un asunto de terminología que exige de acla-
ración preliminar. En la obra de Kuhn uno de
los conceptos más importantes es el de paradigma
científico. Pero en La estructura de Uzs revolucio-
nes cientl/ieas, donde Jo emplea extensamente.
su significado deja mucho que desear en cuanto
a claridad y congruencia (el. Masterman, 1970), Y
esto ha dado lugar a profundas malinterpretacio-
nes. El propio Kuhn (1970, Posdata) reconoció el
problema y trató de eliminarlo, pero persisten al-
gunas dificultades para quien trate de examinar
el desarrollo de su trabajo a lo largo de varios
años. He decidido utilizar el término de "para~
digms" para denotar un problema~soJución acep-
tado en el é.mbito de la ciencia, un determinado
·t/'

..
,

J. TRADICIONES DE INVESTIGACIÓN

ANTEs de pasar a considerar en detalle las conse-


cuencias sociológicas de la obra de Kuhn, hay mu-
cho que decir en un capítulo que trata de ofrecer
una vi ta panorámica, un reconocimiento prelimi-
nar del paisaje intelectual. Es particularmente ú iI
darse cuenta de que Kuhn escnOe no como soció-
logo sino como historiador. Si bien se le conoce
como autor de una "teoría de la ciencia", de una
visión del cambio científico que a veces se com-
para con la de Popper o la de Lakatos, esto puede
conducir a error y no le hace justicia: su pensa-
miento es preponderantemente concreto y empí-
rico. Lo cierto es que Kuhn está profundamente
interesado en el interrogante general de qué es
en realidad la ciencia, la investigación cieniífica
tal y como se practica. Pero muchos de sus méto-
do y su posición se manifiestan mientras trata d"
desentrañar problemas históricos determinados. Co-
meneemos, pues, con sus primeros artículos sobre
la termodinámica, en donde pueden verse en ope-
ración sus métodos históricos, puestos a trabajar
para contestar preguntas particulares. Estos méto-
dos son de interés sociológico y continúan for-
mando parte de su obra posterior.
Todos los historiadores de la ciencia coneueman
con que una de las contribuciones principales a :8
termodinámica, en realidad la inicial y más valí· r
21
22 TRADICIONES DE INVESTIGACIóN TRADICIONES DE INVESIlGACION 23

sa la hizo el francés Sadi Carnot en 1824. Con- Aparte de esta divergencia, la idea de Camot y
siderando un ciclo aislado de una máquina tér- la moderna son notablemente parecidas. Si s~ to-
mica ideal. Camat derivó una serie de resultados man los resultados de Camot y se s~slltuye
teóricos muy semejantes a los de la termodinámica en ellos el "calor" por la "entropía" se obllene en
moderna, "desarrollada completamente". El trata- términos generales la explicación de hoy. En el
miento. llamado "ciclo de Carnol". resultó ser un trabajo de Carnol se encuentra. la estructura
inestimable recurso para las posteriores genera- de la termodinlimica moderna. y sm embargo, en
ciones de cientíJicos que colectivamente estable- última instancia, el trabajo de Carnot parece ser
cieron la tcoda actual. Hay, sin embargo, UD8 erróneo. _
diferencia decisiva entre los resultados de Carnol A veces se piensa que ésta es una extr~na ~n­
y Jos que boyen día se aceptan. Camol sostuvo clusión. Parece indicar que un razonaIDJento 10-
que en la operación de su máquina se conser- fundado desempeñó un papel culminante en el
vaba el ca/arique ("calórico") o choleur ("ca- establecimiento de una de las famas más fructuo-
lor"); pero el concepto actual es que el trabajo sas de la física actual. De acuerdo con ese pa~e­
efectuado por una máquina qebe suministrarse cer, ocasionalmente se hacen intentos por rem-
como energfa procedente de aJguna fuente, y en terpretar el trabajo de Camol. ~ cree ~ue cu~?do
este caso la ruente es una pérdida de calor mien- él escribió colorique lo que qUIso declf fue en-
tras opera la máquina. En )a termodinámica mo- tropía", y que entonces tal V'oca?10 de~ tradu-
derna está presupuesta la ley de la conservación cirse como "entropía" y no como calor'. Lo que
de la energía, la cual indica que la energía útil se pretende es dar a entender que Carnot estaba
extraída de la máquina está equilibrada por una consciente hasta cierto punto de la verdad de que
pérdida de energía calorífica que ocurre dentro el calor era energía en vez de suslan~ia ~a.terial.
de la máquina: la mliquina convierte el calor y que tuvo conocimiento informal o ImplíCito de
en trabajo. Por tanto, la idea moderna es que el la entropía mientras redactaba su ensayo de 1824.
calor no se conserva durante todo el ciclo de Ja En el primer ensayo de Kuhn (1955) sobre. 1~
mliquina; lo que se conserva es la en/ropIa. can- historia de la termodinámica se evalúa esta posibi-
tidad distinta aunque relacionada con aquél. Con lidad. Le concede atención pormenorizada al tex-
todo, Carnot. quien escribió antes de que se formu- to de Carnot de 1824 y rechaza firmemente ~a su-
lara claramente y aceptara el principio de la con- gerencia de que "calórico" se pueda considerar
servación de la energía, utilizó una teorla en ]a como virtual sinónimo de "entropía"; el "cal~
cual se consideraba el calor como sustancia ma- rico" es "calor". Pero más interesante que la con-
terial: hacer esto fue aceptar que el calor se con- clusión es el método por el cual llega a ella; esto
servaba, pues entonces no se creía posible la ani- es, el método que sigue para interpreta! el ~a­
quilación de la materia. terial histórico. Su procedimiento entrana vanas

24 TRADICIONES DE INVESTIGACIó TRADICIONES DE INVESTIGACIóN

suposiciones generales que. mientras no haya con- o los usos léxicos contemporáneos en un ro -
traindicaciones, guían su exploración y exégesis del exto anterior sin asegurarse por anticipado e qu
texto de Camot. ésos fueron efectivamente los acostumbrados en ese
En primer término se supone que el escritor. contex o. Por no atender a esto es frecuente que Sé
en este caso Carnot, es alguien cuyo modo genera
de cognición es casi el mismo que el nuestro. Su
escritos deben tratarse como si estuvieran provis-
.
produzcan contradicciones espuria.
- Por último si trata uno de entender por qué. se
apoyan determinadas creencias o se emplean Cle'-
tos de coherencia interna; deben tener sentido tos contextos en un texto. todos Jos factores ex-
como exposición sistemática de ideas. La manera plicativos a que se recurra deben haber estaílo
como se emplea una palabra en un caso debe ser- presentes ya en el contexto histórico real Las
vir de indicación de cómo será empleada la si- causas deben preceder a los efectos que producen;
guiente vez. Una creencia expresada en un con- las razones deben estar presentes antes que los
texto dado debe tomarse provisionalmente como actos que inspiran. De estos tres irreprochable
convicción duradera en contextos subsiguientes. ..upuestos parecerá que el último es casi axiom'-
Debe preferirse la lectura de un texto libre de tico. Con todo. pronto se verá que sí viene
contradicciones internas a la del que si las presente. cas hacerlo explícito.
Todo lo anterior siempre y cuando no haya con- • 1 analizar el texto de Carnot. Kuhn avanz·.
traindicaciones cerncas. En varios puntos de ser na ente basado en las suposiciones anterio-
reciente trabajo Kuhn elabora expresamente este res. Calorique, el término en disputa. se utiliza
principio. Por ejemplo. en el prefacio de sus en- e muchos conceptos intercambiablemente con
sayos seleccionados (1977. p. xü) ofrece la máxi- chaLeur, indicación de que ambos términos deben
~a de que OIAI leer las obras de un pensa or o arse como sinónimos. Nada rebate esta su -
unportante. búsquense primero las absurdidades sición. El hecho de admitirla no da lugar a con-
evidentes que contenga el texto y luego pregún- tradicciones internas ni a pérdidas de hilaci6n.
tese a sí mismo cómo podría haberlas escrito una ero, en el uso común y corriente, chaIeur e~ tra-
persona cuerda". ducible a "calor": chaleur significaba "calor". Por
En segundo término se supone que el uso ter- tanto. ca/orique debe haber ignificado tambi .n
minológico de un autor es. en general. el corres- "calor". El propio Camot confirma. explícitamente
pondiente a a cultura en la que se encuentra si- ·tal identificación cuando declara que está aplican
tuado y con la cual interactúa. La coherencia de la teoría material del calor -declaración que So"-
un cuerpo de escritos es la coherencia entre los vuelve de lo más misteriosa si calorique se traduce
significados de los términos empleados, significados por "entropía". y se supone que Carnot utilizó
que son los vigentes en la época pertinente del realmente el concepto moderno del calor co
contexto pertinente. Es importante no leer inser- energia.
26 TRADICIONES DE INVESTIGACIÓN TRADICIONES DE INVESTIGACIóN 27

Pero, ¿y las conclusiones de la termodinámica como versiones incompletas de las propias: sus
moderna? Son improcedentes para discernir el tex- creencias como representaciones parciales de le'
to de Carnat, ya que son posteriores n él. Es cierto que ahora se entiende cabalment.e; sus innova-
que la concepción del calor como forma de ener- ciones, sea de costumbres, organización social. téc-
gía, y no como sustancia material, fue tomando nicas o del conocimiento natural, como movi-
forma en Europa a principios del siglo XIX. Es mientos hacia las formas más "avanzadas" que se
verdad que el propio Carnot discutió esta teoria observan hoy en día, El cambio histórico se pre-
e incluso la apoyó. Pero esto ocurrió en escritos concibió como "progreso", y se le explicó como
redactados después de 1824. No hay pruebas de un movimiento hacia el presente. Era virtualmen-
que Carnat trabajara fundándose en tal teoría te como si el presente fuera una de las causas del
antes de 1824. En particular, no hay construc- cambio histórico, que tirara del pasado de con-
ciones imaginativas ni pasos de inferencia en el formidad con él mediante una especie de atrac-
texto de 1824 que indiquen el empleo de tal teoría. ción magnética, o quizá [.treexistiendo como un
Todo se v~elve inteligible con base. en la teoría que código genético en el organismo social en desarro-
Carnat diJo estar aplicando. Del mismo modo, Uo, al cual le comunicaba la forma perfeccicmada
aunqu~ nosotros sabemos de experimentos y oh- final hacia la cual tendrla que crecer. En conse-
servaclOnes que parecen no concordar con la teo- cuencia la historia Whig leia el pasado al revés,
ría material del calor, no existen pruebas de que encontrando sus explicaciones en un periodo pos-
nuestro hombre conociera ninguno de ellos en terior al de los acontecimientos explicados.
ese año. Los "errores" de Carnot se habrían refle- El enfoque profesional moderno que corrigió
jado en su pensamiento sólo en el caso de que él tal estado de cosas fue establecido hace bastante
los hubiera reconocido. Pero DO fue así. Nuestros tiempo y se le acepta por entero en casi todo cam-
puntos de vista sobre los méritos de la teoría de po histórico. Quizá deba acredité.rsele a Alexander
Camot no son de interés histórico. Son las jdeas Koyré haberlo introducido a la práctica de la his-
d~ Camot y el contexto en que se dieron los que toria de la cienciaj Koyré es un estudioso al que
V1enen al caso de la comprensión histórica. Kuhn en muchas ocasiones reconoce su mayor
El enfoque de Kuhn en este caso es sencilla- deuda intelectual. Pero en la historia de la ciencia
mente el favorecido ahora por la mayoría de los la actitud whig persisti6 más tiempo que en los
historiadores profesionales. Reaccionando en con- demás campos, y en realidad ahí prosigue. Con
tra de la historia Whig. común en otro tiempo, en la ciencia puede ser especialmente difícil abs-
la medida de 10 posible considera el pasado en sus tenerse de entender el pasado en función del
propios términos, en lugar de someterlo a una fal- presente. Hay la tendencia persistente a ver el
sa relación con el presente. La historia Whig tra- conocimiento de la ciencia moderna como la con-
tó las instituciones de las generaciones anteriores figuración misma de la realidad, configuración
28 TRADICIONES DE INVESTIGACIÓN TRADICIONES DE INVESTIOACIó

~ue ~iemp.re ha existido y, por tanto, que ha rí sabe cómo, en el pensamiento y en e juicio per-
mflUldo dIrectamente en los científicos de las ge- tenecientes a otros conceptos aislados entre si La
neraciones anteriores. o siempre es fácil recor- explicación que Kuhn hace del tIabajo de Camot,
dar que la ciencia actual es nuestra interpretación la cual se sostiene no obstante cómo se haya eva-
de la r~lidad, algo que no existió hasta que lo luado ese trabajo, si como verdad o error, com
construlDlos, y que no puede proyectarse al pa- inferencia bien establecida o especulación infun-
sado para que opere como influencia fundamental dada, está destinada a atraer en su forma misma
sobre las percepciones de los agentes históricos. a los científicos sociales interesados por la cultura
Por fortuna, el enfoque de Kuhn no tan s610 científica. Es una contribución. a ]a comprensión
. ejemplo de buen método histórico', también es
es de esa cultura como fenómeno.
Justamente lo que se necesita para el estudio so- El trabajo de Camot intrigó a la gente porque
ciológico. El antropólogo se dirige a los miembros parecía estar tan logrado, ser tan impOliante y
de una cultura ajena del mismo modo que Kuhn sin embargo erróneo. Kuhn no compartió ese des-
trata a los agentes históricos. Supone que el dis- concierto. De manera diferente, empero, también
curS? ~e. la otra cultura es coherente y poseedor se sintió desconcertado por el mismo material. Pa-
de sl?Wflcad~. Trata de entenderlo en sus propios recía estar en el contexto cultural, y a pesar de
ténnmos, eVitando evaluaciones etnocéntricas y ello seguía siendo notablemente innovador. Pa-
analogías engañosas con su propia cultura. Lee el recía ser un salto singularmente largo y sin pre-
cambio social y el cultural del pasado hacia el pre- cedentes, un alto casi sin paralelo en la historia
sente. Y así como el antropólogo trata de entender de la ciencia y ciertamente no igualado en la ter-
una cultura diferente así también el sociólogo tra- modinámica: 'En la historia de la termodinámica
ta de entender la subcultura de la ciencia -en sus nadie sino Carnot ha dado un paso tan atrevido o
propios términos y del pasado hacia el presente. tan perspicaz. ED. particular no hay nadie que
La sociología es una disciplina con orientación haya dado un paso que lo haya apartado tanto de
naturalista, no prescriptiva ni normativa. Senci- _8 corriente principal del pensamiento científico
llamente trata de entender las convicciones y los contemporáneo" (Kuhn, 1955, p. 94). Es evidente
conceptos de las culturas diferentes como fenóme- que Carnot no encaja muy bien en el contexto
nos empíricos. La evaluación externa de las con- cultural de su época.
vicciones y los conceptos no cabe dentro de su Pocos años más tarde, Kuhn había resuelto este
interés naturalista; lo que importa se sostiene real- problema y reformulado radicalmente la imagen
~ente en un momento dado y dentro de un par- de Camot en ese proceso. El trabajo de Carnm
tlcular contexto. Como Kuhn, el sociólogo no es en realidad alarmantemente original cuando 'e
puede abrigar la noción de que nuestras concepcio- contempla contra el telón de fondo de la cultu ~
nes actuales de Jo cierto o correcto influyan, quién de la física de su tiempo. Pero éste no es el fond
30 TRADICIONES DE INVESTIGACIÓN TRADICIONES DE INVESTIGACIóN 31

adecuado. Años antes había ocurrido una diferen- Carnnl (Kuhn, 1960, p. 254). Y hay una má-
ciación entre la física y la ingeniería. y sus li- quina real, que Carnot conoció. la cual en su es-
teraturas se habían separado. La formación de tructura y operación mismas es la viva imagen de
C~r~ot fue principalmente en el terreno de la inge- uno de los procesos clave con los que tuvo que
men~ y es ésta la que debe servir de marco para lidiar Camot (Kuhn, 196Ia). Kuhn muestra c6mo
consIderar su trabajo. El trabajo de Carnol tiene Carnot sintetizó toda una variedad de recursos cul-
precedentes en la literatura y en los artefactos de turales, verbales y no verbales, en una sola y efi-
la ingeniería de la fuerza motriz. y Carnot los co- caz representación: el ciclo de una máquina ideal
noCÍa (Kuhn, 1960, 1961b). La obra de Carnol -el ciclo de Carnat. Pero la imaginación de Car-
sigue siendo una realización tan brillante como not no creó de la nada estos recursos; provinieron
creativa; pero viéndola por encima de la cultura de la tradición de la ingeniería.
de la ciencia tan estrechamente concebida, se re- Así se hace al fin inteligible el trabajo de Camot,
vela como un suceso inteligible dentro de una tra- como Kuhn trata siempre de hacerlo, por su re-
dición de investigación. lación con una tradición de investigación, subcul-
Camot extrajo muchas cosas de la ingeniería tura en la cual se realiza la investigación con un
de la fuerza motriz. Su problema inicial, el de ob- conjunto de procedimientos, representaciones y
tener el efecto máximo de un gasto dado de ener- conceptos recibidos. sobre un conjunto de clases
gía en una máquina, fue uno de los temas funda- recibidas de problemas. Esta es ahora la manera
mentales en la literatura ingenieril. Varios de sus común y corriente como los historiadores enfocan
conceptos se originaron en la misma fuente, y no el trabajo de los científicos individuales. Quienes
aparecieron en la literatura científica de la época efectúan la investigación científica son los recep-
en Francia. Ejemplo notable de eUo es el concepto tores de una cultura desarrollada por las genera-
de trabajo o efecto mecánico. Probablemente se ciones anteriores. La investigación no puede efec-
utilizaron varias generalizaciones'Y teoremas so- tuarse independientemente de ella; su aceptación.
bre el comportamiento de las máquinas. Pero aun cuando sea provisional, es condición previa
Kuhn está preocupado por subrayar también la para hacer ciencia. El progreso de la investigación
manera como la tradición de la ingeniería pro- modifica y desarrolla a su vez la cultura recibida,
porcionó más que meras formulaciones verbales. y así modificada y desarrollada es entregada a la
De la manera que es típica en todo su trabajo generación subsiguiente. El trabajo de un determi-
busca modelos y maneras concretos de estructu- nado científico tiene que entenderse dentro del
rar la percepción dentro de la tradición de 1~. in- particular marco de -referencia cultural que lo
geniería; y Jos encuentra. Hay representaciones de rodea en su punto de entrada en la tradición
máquinas. ideales en los textos de ingeniería, que de investigación.
se asemejan a las que figuran en el trabaje de Con esto en mente será interesante considerar
32 TRADICIO ES DE INVESTIGACIO TRADICIONES DE INVESTIGACIó 33

dos estudios históricos que son otros tantos libros fue u a obra de física clásica, en la cual no s
de Kuhn, los cuales giran en torno de dos episo- reconoce la existencia de discontinuidad en la na-
dios de significación revolucionaria en la historia turaleza. Sólo después, cuando otros le hicieron
de la ciencia. En el primero, La revolución coper- patente la necesidad, Planck aceptó renuentemen-
nicana (1957), se examina un gran viraje de la te una física discontinua Sus contribuciones crea-
cultura científica e intelectual de Europa, a fin tivas más importantes son inteligibles si se ven
de demostrar la importancia de la sustitución de como continuaciones de una tradición de investi-
la cosmología tolemaica, geocéntrica, por el sis- gación existente, centrada en la tennodinámica.
tema heliocéntrico de Copérnico. Pero el propio En sus estudios históricos Kuhn relaciona con
Copérnico no fue figura revolucionaria. Se le tiene roan maestra los logros de los científico indi-
que entender a la luz de la tradición de investiga- viduale con los contextos culturales en los cuales
ción que proced del A lmagesto de Ptolo~eo. ~s efe ruaron sus inve tigaciones. Y sus método his-
intereses astronómicos de Copérnico se clrcunscn- tóric s son también buenos método sociológicos.
bieron a problemas técnicos; sus métodos, esoté- Esto no da cuenta, sin embargo, de la particular
ricos y matemáticos, fueron los de la tradición atención que los sociólogos le han otorgado a su
.
existente', su innovación, que consistió en conferir- labor. Cuando por fin se volvieron aJ estudio de-
le movimiento a la Tierra, apenas fue un restrm- tallado de la investigación científica hubo una gran
gido desvío de la ortodoxia, hecho al objeto de variedad de material histórico que era sensible a la
resolver dificultades reconocidas del e quema tole- función de la tradición y la cultura recibidas. En
maico. En cierto sentido. como dice Kuhn, 0- la mayoría de sus fundamentos, la manera como
pémico sí fue el primer astrónomo moder~.o. ~er? Kuhn abordó el trabajo de Carnot, e incluso el de
a pesar de esto, al considerar u aportaclon mdl- Copérnico, fue igualada en otros estudios históricos.
vidual, Kuhn lo presenta en su libro como el úl- En esta época, sin embargo, la mayoría de los
timo exponente de la gran tradición tolemaica historiadores atacaban el e tudio de las tradicio-
(cf. Kuhn, 1957, pp. 184-187). El estudio más re- nes de inve tigación en una forma que reducía al
ciente de Kuhn La teoría del cuerpo negro (1978 , mínimo el valor ociológico del trabajo re ultan-
es de conclusiones aún más orprendentes. Este te. Por principio de cuentas no tenIan curiosidad
libro está centrado en la obra de Max Planck, re- real por la tradición, la cultura ni el conocimien-
cordado como el hombre que demostró la necesi- to recibidos. Se referían a estas cosas encillamente
dad de una física discontinua y como el descubri- como a medios de infundirle sentido a los pen-
dor del cuanto de acción h -la constante de samientos y a tos de científi o determinado. El
Planck. De algún modo e ocupa Kuhn de ~tica; centro de interés era el individuo. e invocaba
o devaluar lo realizado por Planck, pero SI e ta el contexto cultural para hacer razonable el ca -
en 10 cierto, el trabajo culminante de este físico portamiento del científico como individuo, casi d
'4 TRADICIONES DE INVESTIGACIóN TRADICIONES DE INVESTIGACION
"
la misma manera como podría apelarse al contexto razón de las causas y las características de la ac-
geográfico para hacer razonable el comportamien- tividad humana.
to del navegante. La tradición se .aceptaba como Buenos indicios de su enfoque empírico son las
un recurso de la explicación, pero no como algo fuentes extrahistóricas que Kuhn cita como per-
que en s1 ameritarn ser estudiado. En segundo lu- tinentes a su concepción general de la ciencia. Qui-
gar> como los conceptos y las creencias recibidos z1i la más notable sea una monografía de Ludwik
se utilizaban rutinariamente para explicar los actos FIeck (1935), que no hace mucho fue traducida
dejos cientificos como individuos, hubo en la his- al inglés (1979). Este trabajo anticipa muchas de
toria de la ciencia la tendencia al idealismo, exac- las ideas de Kuhn, lo que posiblemente sea la cau-
tamente de la misma forma en que está presente sa de que haya pasado prácticamente inadvertido
siempre tal tendencia en la historia de las ideas. cuando apareció por primera vez. Es el producto
A los conceptos. creencias y principios se les atri- del trabajo de un científico médico con auténtico
buyó ¡x>tencia inherente; se concibieron como en- cuidado por los detalles de la investigación real; la
tidades autónomas con poder o influencia sobre magnitud del libro ahora es muy clara. No tan
las mentes humanas. Incluso en ocasiones el cam- sólo es quizá el primer estudio empírico efectuado
bio cultural se conceptuó como el desenvolvimien- en el terreno de la sociologfa del conocimiento cien-
~o de las consecuencias inherentes a las ideas. Tal tífico; es muy bueno como tal; y aún se puede
concepción unilateral, que pasaba por alto la fa- aprender mucho de él. Otra fuente importante es
cultad que poseen los hombres de extender, adap- el psicólogo del desarrollo lean Piaget. A menudo
tar. modificar o rechazar las ideas recibidas, no Kuhn se remite al trabajo de este científico para
fue acogida en el campo de la sociología. entender la manera como son comunicados y ad-
En la obra de Kuhn, en cambio: la tradición y quiridos los conceptos científicos, sin preocuparse
la cultura recibidas son focos de curiosidad em- de que en las investigaciones de éste los sujetos
pírica. No hay conceptos explicativos que lo abar· suelen ser niños y no científicos. Por último, Kuhn
quen todo; ellos mismos exigen ser investigados y cita a Ludwig Wittgenstein. en cuya última obra
conocidos. Por tanto, al leer a Kuhn, se penetra se vinculan los significados de los conceptos a la
también en la naturaleza de la tradición y la cul- manera como se emplean realmente dentro de co-
tura. Y se le exime a uno de los peores excesos de munidades concretas.
la historia idealista; pues aunque Kuhn atribuye a Estas fuentes renejan el reconocimiento de Kuhn
veces a las ideas lo que debiera imputarle a la gen- de que para entender la manera como se desarro-
te, r~noce no obstante el hecho decisivo de que lla una tradición tiene uno que dirigirse a la base
las tradiciones de investigación son mantenidas en del comportamiento humano, y ademfls que lo
existencia por las actividades de los propios cien- que está. en juego es el comportamiento social.
tíFi·;05. Se en.tiende empíricamente la tradición, l":n lo mismo corno problema sociológico que psico-
36 TRADICIONES DE lNVE5TIGACION TRADICIONES DE INVESTlGACION 37

lógico. Es esta noción reveladora, combinada con en la ciencia, la autoridad y el control no operan
su sensibilidad histórica. lo que le imprime a la senciUamente para garantizar la interacción desem-
obra de Kuhn su originalidad y significación. La barazada entre la "razón" y la experiencia. Las
con~inuación de una forma de cultura supone me~ propias normas científicas constituyen una fonna
camsmos de socialización y transmisión de conoci- detenninada de cultura; la autoridad y el control
m.ientos, procedimientos para mostrar la gama de son esenciales para mantener un sentido de la ra·
los significados y representaciones aceptados, mé- cionalidad de esa forma específica. En consecuen-
!odos para ratificar las innovaciones aceptables e cia , si Kuhn está en 10 cierto,. la ciencia debe ser
Imponerles el sello de la legitimidad. Y todo esto susceptible de estudio socio16glco, en lo fundamen-
debe ser mantenido en operación por los miem- tal de la misma manera que cualquier otra forma
~ros de la cultura en cuestión, a fin de que per- de conocimiento o cultura.
sistan los conceptos y las representaciones propios La explicación general que da Ku.hn. de la. in-
de ésta. En donde hay una forma duradera de cul- vestigación y el desarrollo del conOCimIento cien-
tura debe haber también fuentes de autoridad y tífico apareció por primera vez en 1962 como La
control cognoscitivos. En un principio Kuhn fue estructura de las revoluciones cientlficas (a la que
virtualmente el único historiador que le prestó de aquí en adelante llamaré sencillamente La es-
atención seria a estos caracteres de la ciencia. tructura). Algunos temas de este libro se tratarán
El resultado de esa atención. que en sus últimas porrnenorizadamente en capítulos posteriores. Por
obras se vuelve cada vez más general y teórica, es ei momento bastará con notar su consideraci6n de
el de mostrar lo profunda y universal que es la que todos los procedimientos de in~estigación
i~portancia de la subcuUura en la ciencia y la ac- _manipulativos. cognoscitivos y evaluahvos- po-
tIvIdad comunal de tos grupos organizados de los seco un aspecto tradicional y específico en cuanto
profesionales que la sostienen. La cultura es mu- a lo cuhural. La investigación científica. tan a
cho más que el entorno de la investigación cien- menudo descrita íntegramente en funci6n de la
tífica; es la propia investigación. No tan sólo los "razón" y la percepci6n del individuo. aislada., y
problemas, técnicas y resultados existentes son su experiencia, es expuesta. como un~ mte,racclOo
los específicos culturalmente; también lo son los compleja entre una comumdad que lllVestlga con
modos de percibir y conceptuar la realidad, las for- su cultura recibida y su medi? Según Ku~n. ~1
mas de inferencia y analogía, así como las normas conocimiento Y la competenCia de una CIenCIa
y los precedentes para juzgar y evaluar los que se madura son transmitidos en el curso de una fo!'-
emplean realmente en el curso de la investigación, mación dogmática y muy estructurad~. dura~te la
La ciencia no es un conjunto de normas univer- cual se inculca un profundo compromIso haCIa .Io~
sales, que sostienen descripciones verídicas e infe- modos existentes de percepción. las creencHiS.
rencias válidas en contextos culturales específicos; los paradigmas o problemas-soluciones Y los proce-
38 TRADICIONES DE INVESTIGACION TRADICIONES DE INVESTlGACION

dimientos. Tal compromiso es la condición pre- socialmente. Lejos de ello son transiciones de una
via de la ciencia nonnaI. la forma característica a otra pauta de práctica tradicional, convertida en
que adopta la investigación en un campo desarro- rutina. Durante un periodo dado de ciencia nor-
llado, que equivale a "un esfuerzo tenaz y fer- mal se acumulan anomalías, problemas y dificul·
viente por forzar a la naturaleza a entrar en las tades que resultan del intento por acomodar la
cajas conceptuales de la educación profesional" naturaleza en el esquema definido por la ortodoxia
(Kuhn, 1970, p. 5). existente. Cuando por la extensión de las anoma-
La ciencia normal es la pieza clave de la em- tías empiezan a propagarse la inquietud y la insa-
presa científica; es la manera como se desarrolla tisfacción con la manera como está orientada en
y acumula el conocimiento casi todo el tiempo. Sin ese momento la investigación, se inicia un periodo
embargo, no es en modo alguno una actividad de de crisis durante el cual el trabajo se vuelve más
innovación radical. Se trata más bi~n de una ruti- especulativo y laxo de estructura. Por fin la prác-
na que hace persistir una forma dada de vida cien- tica se reorganiza en tomo de procedimientos y
tífica, que aplica procedimientos admitidos confor- conceptos nuevos que, según se piensa, servirán
me a lineamientos indicados por nonnas aceptada:; para manejar adecuadamente las anomalias pre-
y supone extensamente lo correcto del conocimien~ sentes en el antiguo esquema de las cosas: ocurre
to existente. En ningún momento se puede enten- una revolución científica, y así se crea la base
der la cognición como manifestación de la "razón" para un nuevo periodo de ciencia normal. Recons-
o la "lógica" solas; en ningún momento hace que truida la práctica, nunca es posible, sin embargo,
alguna adición al conocimiento corresponda pura presentar ninguna "justificación racional" inde-
y simplemente a un nuevo aspecto de la propia pendiente del contexto para preferir lo nuevo a
realidad. Lo que es posible pensar y conocer se lo viejo, ninguna prueba irrecusable de «avance"
encuentra hasta cierto punto preestructurado. Cual- o "progreso". Cambian los conceptos, las teorías y
quier cosa que se gane la credibilidad generaJ )0 los procedimientos; cambian los problemas; cam-
hará por procesos que supongan compromisos cog- bian los criterios para emitir juicios y con ellos
noscitivos, adquiridos por socialización y manteni- los referentes a lo que se va a conceptuar comO
dos por la aplicaci6n de ]a autoridad y las formas problema y lo que se va a conceptuar como so-
de control social. lución de problema; también se modifica la percep-
A veces, lapsos de innovación radical inte- ción, igual que la base de la imaginación científica.
rrumpen el curso de esta investigación normal. No hay nada que haga las veces de anclaje, estable
Sobrevienen reorientaciones de procedimientos y y esencial, para la evaluación comparada. Las re~o­
conceptos a las que Kuhn designa como "revolu- luciones separan formas inconmensurables de VIda
ciones". Pero éstas de ninguna manera equivalen cientifica.
a la "razón" liberándose de ataduras impuestas La estructura se atrajo muchas críticas y con-
I

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..
".

TRADICIONES DE INVFSTIGAClóN TRADICIONES DE INVESTIGACIÓN

troversias. Hoyes fáciJ olvidarse de lo insólita y es a veces muy sensible. Las orientaciones genera-
provocadora que fue la obra en la época de su les hacia la organización social y la forma de
primera edición. Reñía abiertamente con los mi- vida de la sociedad occidental cOnlemporánea se
lOs e jdeal~cjones de la ciencia diseminados por expresan a menudo como evaluacío.ne~ del a!ca~­
toda la SOCiedad; ayudó a bien morir al este- ce y el modo de validez del conoclmlent.o ~Ienu­
reotipo del científico como registrador de la ex- fico. En consecuencia, la idoneidad descnpttva de
periencia, imparcial y desinteresado. También se una interpretación de la ciencia puede tener me-
apartaba tajantemente de Jas interpretaciones aca- nos peso sobre la manera como es recibida, que la
démicas de la naturaleza general de la investiga- manera como sea percibida: si como una manera
ción científica, las cuales en esa época eran pro. de legitimar el conocimiento científico u otra de
ducidas casi completamente por los filósofos de desacreditarlo. y ciertamente éste fue el caso cuan-
la ciencia. Estas interpretaciones, así como los do el interés por el libro de Kuhn llegó a su má-
mitos y las imágenes generales, carecían de la di- ximo en el decenio de los años sesenta.
mensión social que caracteriza a la obra de Kuhn. Aun la lectura más superficial revela rápida-
Estos filósofos trataban de retratar el juicio cien- mente que lo último que se propone La esfructura
tífico durante toda la historia de la ciencia como es emprender la crítica de las ciencias natu:ales.
determin.ado. en grado suficiente por la "lógica" y y con todo el público percibió que la mter-
la expenenc13; y al hacerlo producían formaliza- p:etaci6n de Kuhn arrojaba co~secue~cias d~afor­
ciones e idealizaciones de teorías científicas ape- tunadas. Al introducir la dlmensl6n SOCial y
nas reconocibles como versiones de sus ori"inales relacionar la categoría del conocimiento científico
históricos. Los filósofos de la ciencia encon~raron con los juicios contingentes de comunidade.s huma-
extraña y difícil de entender esa forma socioló- nas concretas, Kuhn socavaba toda una sene de ar-
gica de argumentación; y también se toparon con gumentos filosóficos tendientes a ase~rarle ,a. la
que el intemo de Kuhn por analizar el juicio cicn- ciencia una privilegiada categoría ~plstemolog.l~a
tifico mediante el estudio histórico empírico era u onlOlógica. Como toda cuidadosa mterprelac~on
incompatible con su propio enfoque a priori. De sociológica del juicio científico, la de Kuhn Im-
ahí quc nada tenga dc asombroso el escepticismo plicaba cierta forma de relalivismo -~lgo que
con quc recibieron el libro de Kuhn. siempre ha parecido inspirar repugnan~la enlre
Sin embargo, para apreciar la intensidad del los filósofos. Más concretamente, en tanto que des-
interés y de la frecuente hostilidad que suscitó el cripción de la manera como actúan realmenle los
libro, es preciso ver más allá de su helerodoxia. científicos, hubo consenso en cuanto a que no era
Las ciencias naturales ocupan ulla posición cen- nada halagüeña: largos periodos de monótona con-
lral en la sociedad moderna, y sus imágenes son, formidad alternando con accesos de irracional de~­
enlre otras cosas, emblemas a los cuale.<¡ la genle carrío -lo que no era más que una parodia ~Ie
42 TRADICIONES DE INVESTIGACIÓN TRADICIONES DE INVESTIGACIóN 43

las ideas de Kuhn sobre la historia de la ciencia. la evaluación positiva de la ciencia de parte del es-
Kuhn se vio así atacado por filósofos que sabían, critor, vale decir que éste se halla cumpliendo con
a priori, que la ciencia sencillamente. no podía ser su deber de justificar y legitimar el pensamiento
como él la describía, y que de ser así ello traería o los actos descritos. Tal clase de indicador, sin
consigo consecuencias devastadoras. y así también embargo, no estaba presente en La estructura. Y
fue elogiado por los radicales, quienes no tenían de ahí los filósofos sacaron en conclusión que
la necesidad de ver para saber que la ciencia era Kuhn, cuyo método se basa íntegramente en el
doctrinaria y coercitiva, corno al parecer afirmaba supuesto de que los agentes históricos son hom-
Kuhn. bres racionales, estaba acusando a los científicos
Tampoco el estilo del libro sirvió de mucho de irracionalidad endémica (Lakatos y Musgra-
para contrarrestar esta clase de apreciaciones. Fue ve, 1970).
presentado, manifiestamente, como un esfuerzo y sin embargo La estructura despertó muchas
por identificar lo distintivamente valioso y eficaz respuestas positivas, no relacionadas con ninguna
en la práctica y organización de la investigación de sus repercusiones iconoclastas. Entre los pro~
y, consiguientemente, ostentó la forma de una pios historiadores, sociólogos y profesionales de
apología típica. A pesar de todo, La estructura las ciencias naturales, hubo quienes se sintieron
fue, para su época, un extraordinario trabajo, ob- impresionados por la plausibilidad empírica de mu-
jetivo y desapasionado. Poca energía se desperdi- chas de sus afirmaciones. Se le reconoció como
ció en urdir justificaciones o en declarar los va- un empeño, bien fundado históricamente, por des-
lores personales del autor. Ni su lenguaje otorgó cribir en términos generales la actividad cientí~
concesiones a los prejuicios científicos de su pú- fica real. Y así, aunque indudablemente el libro
blico probable. Se valió de analogías con la teo~ se hizo presente en un principio por otras razo-
logía, la conversión religiosa y las revoluciones nes, en cuanto sus temas se difundieron empeza-
políticas para comunicar aspectos de la operación ron a servir de recurso e inspiración en numero-
de la ciencia; pero los escrúpulos de muchos in- sas ramas de la investigación empírica.
telectuales fueron tales; que estas asociaciones La estructura fue leída con particular interés
produjeron enajenación en vez de iluminación. Por en el campo de la sociología de la ciencia, en
otro lado, Kuhn se olvidó de valerse de las ma~ donde su llegada coincidió con un periodo de ex-
neras aceptadas de simbolizar un compromiso po- pansión y reorientación apresuradas. En ese mo-
sitivo con la ciencia. En los escritos filosóficos no mento los sociólogos de Estados Unidos empeza-
es raro encontrar cada tres o cuatro párrafos de- ban a intensificar el aumento de los lentes con
claraciones sobre la "racionalidad" de la ciencia y que estudiaban la ciencia y a examinar la espe-
los científicos. En muchos casos la fraseología es cialidad como la unidad social característica de
más o menos hueca, pero sirve para simbolizar la investigación, la unidad encargada de desarro-

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44 TRADICIO DE lNVESTIGACIÓ TRADICIO ES DE . VESTIGACI0

Uar organizadamente un determinado cuerpo e mo, las co as on muy diferentes. Aquí e utilizan
conocimiento comp lencia. En Inglaterra y el res- métOdos interpretativos, y los e critos históricos
to de Europa mientr tanto, la sociolooia de figuran destacadamente entre los materiales que
la ciencia comenzaba a establecerse por primera tienen que interpretarse. En realidad esta clase de
vez, y aquí e interés por el conocimiento cien- trabajo ociológico se relaciona ahora estrecha·
tífico en sí era muy vigoroso, tanto como el de- mente con la actividad comparabl que se realiza
dicado a la naturaleza y la organización de las es- en la historia social e intelectual. Qué de raro
pecialidades. La obra de Kuhn fue bien acogida tiene, pues, que las ideas de Kuhn hayan resul-
en estos dos contextos. tado de particular interés en este contexto, que
Las especialidades científicas han sido un im- es precisamente en donde se han explorado y ela-
portante foco de investigación en ambos lados del borado má frecuentemente sus repercusiones so-
Atlántico durante la década de los 70 (e/. entre mu- ciológicas (cf. Law, 1975; Bloor, 1976).
chos otros ejemplos, Mullins, 1972; Mullin y Ha ta pudiera argumentarse que el trabajo que.
otros, J977; Edge y ulkay, 1976' Lemaine y otros se efectúa. en la sociología del conocimiento cien-
J976). Tal trabajo expre a el interés bien esta- tífico ha gravitado excesivamente en 'uhn, cuyos
blecido que hay por la organización y la estruc- intereses académicos, después de todo, no n
tUfa sociales en forma que concuerda con lo idéntico a los de los científicos sociales. Kubn
conceptos de Kuhn sobre cómo el conocimiento no se ha propuesto desarrollar una teoría so io-
se ordena socialmente y e extiende de man ra lógica ni entender el conocimiento y la cultura en
comunal. o obstante, aunque el trabajo de Kuhn los témlino más generales que a po ible. Por
contribuye a definir los objetivos de esta iove ti- lo contrario su objetivo explícito ha sido el de
°a ión, no le proporciona lo instrumentos nece- descubrir lo que es privativamente distintivo y
rios. Los estudios de 1 especiaJidade bien pue- eficaz en la inve tigación científica, y ha tendido
den estar relacionado con la manera como se a desaprobar la extensión de u ideas a formas
evalúan a largo plazo las ideas de Kuhn; pero de cultur que no sean la ciencia (ef. Kuhn,
en e tos estudios se siguen métodos importados 19 9).
de otras partes de la sociología y adaptados se- Por ortuna, este conflicto de objetivos es me-
gún las ncces.idades. El propio Kuhn tiene muy nos grave de 10 que a primera vista podría juz-
poco que deCIr sobre los detalles finos de la or- garse. La manera de entender la peculiar efica-
ganización sociaL de la ciencia. ~ia de la investigación consistió ~gún Kuhn, t: 1
Pero cuando nos volvemo. hacia la otra línea describir la investigación real tan cuidadosa y fiel
oe investigación, la que apunta hacia el con _ mente como fuera posible, como f nómen em_ !n-
cimiento científico en í y a los proce o de pro- ca. D ahí que su concepción inicial, de qu~ 1...
ducción, transmisión y mantenimiento de este mis- ciencia era algo especial, no haya menoscaba I
46 TRADICIONES DE INVESTIGACIóN

In categorfa de su trabajo como exposición des-


criptiva y naturalista de la ciencia. De hecho, sea
que lo reconozca, sea que no Jo reconozca, su
descripción ha puesto en tela de juicio su pre- II. LA FORMACIÓN
concepción: por 10 menos en lo que concierne a
los factores de interés sociológico no ha revelado
nada que sea distintivo en 10 fundamental dentro 11.1. LA PEDAG06iA
de la cultura de la ciencia (Barnes, 1974). Y así,
aunque en su trabajo hay temas que pertenecen Lo QUE dice Kuhn de la formación científica es
única y exclusivamente al campo de la ciencia. las la parle más débil y menos sustanciada de su in-
intuiciones sociológicas y generales de Kuhn calan terpretación general de la ciencia. No está avala-
tan hondo que es imposible confinar su importan- da por investigación empírica ni se relaciona cla-
cia a un área delimitada. Su tratamiento de la ramente con el campo de su competencia. Pero
naturaleza de la convención, la cultura y la tra- esto sólo realza 13 importancia de sus considera-
dición es tan revelador y de tanta trascenden- ciones. En el panorama antiguo de la formación
cia, que debe ser lectura esencial para quienquiera científica se ha supuesto Que hay en ésta genui-
que se interese por estos temas, no importa cuál na validación experimental y razonamiento con-
sea el centro de su actividad. Sin embargo, para cluyente, que aÚllan la mentalidad receptiva a la
justificar esta pretensión, debo empezar por exami- experiencia, lo que fomenta una actitud verdade-
nar, con los detalles necesarios, las ideas de Kuhn ramente crítica y escéptica. Tal vez las aprecia-
en el contexto al que presumiblemente corres- ciones de Kuhn sean débiles empíricamente, pero
ponden. al negar todos los tópicos anteriores revelaron que
éstos no tenían nada que ver con los hechos. Las
observaciones informales de Kuhn sobre la ma-
nera como se enseña realmente la ciencia resul~
taran de gran significación sencillamente porque
se ocuparon de un tema sobre el cual son muy
raras precisamente las observaciones fidedignas.
Según Kuhn, cuando se observa el prolongado
adiestramiento que precede a la investigación en un
campo científico desarrollado, salta a la vista como
carácter distintivo la medida en que tal adiestra-
mient('l se halla cifrado en libros de texto: la
47
48 LA FORMACIÓN LA FORMACIóN 49

terminología aceptada de cierto campo, sus méto- Aunque invariablemente está organizada como
dos, sus resultados, sus modos de percepción fa- preparación para la investigación, la formación
vorecidos, todo esto es transmitido mediante li- científica no instruye a los estudiantes en la prác-
bros de texto. Y la credibilidad de todos estos tica de la investigación: ni les pone tarea con di-
componentes de la cultura científica depende 110 mensiones de problema ni les enseña la forma en
de las indicaciones de la experiencia que hay POI' que las técnicas se pueden combinar y adaptar
detrás de 10 que dicen los textos, sino de la auto- para vencer las dificultades con que se pJlcde tro-
rización del profesor y el aparato institucional pezar en la investigación real. En su lugar, la
que los apoya. Con esto basta para instituir la formación se concentra en la transmisión de lo~
manera de ordenar y manejar el medio físico que conocimientos existentes. Puede decirse que otorga
sea peculiar a una ciencia dada. La formación los recursos culturales necesarios para la investi-
científica es dogmática y autoritaria, y es difícil gación, y presupone sencillamente que esos recur-
ver cómo podría ser de otra manera. Como el sos serán bien utilizados. La formación no genera
neófito carece en un principio de la competencia ni fomenta rasgos como la creatividad o el rigor
y los conceptos de la cultura científica, no puede lógico; lejos de ello, equipa a los científicos Je
evaluarla ni criticarla en los términos propios de modo que puedan ser creativos, o rigurosos, o lo
ella. Se le tiene que considerar más o menos como que sea, en el contexto de una forma concreta
un aprendiz. En esta etapa sus capacidades natu- de cultura.
rales de razonamiento, memoria, destreza, le sir- Cuando nos preguntamos cómo transcurre pt"/:..
ven de recursos para adquirir pericia, no cOmO cisamenle el adiestramiento basado en libros Ut;
medios para interrogar a la naturaleza. Aun su texto y cómo se transmiten el conocimiento y lo
percepción debe encauzarse y estructurarse ade- Cl mpetencia, nos encontramos por primera vez
cuadamente: con el concepto que posiblemente sea el de mayor
importancia en ei t¡".abajo de Kuhn, el de para.-
digma científico. Como aparece en los libros de
Al ob~ervar una carta topográfica, el estudiante ve tt:xto, un paradigma es una rt3lización científica
líneas sobre el papel; el cartógalfo, un retrato del "igentt:, un problema-solución concreto, que h~
terreno. Al contemplar una fotografía de una cáma-
ganado aceptación universal en el mundo cienli-
rá de burbujas, el estudiante ve líneas confusas e
interrumpidas; el físico, el registro de conocidos fico como procedimiento válido, y también caml}
acontecimientos subnucleares. Sólo después de mu- modelo de procedimiento vúlido para uso peda-
chas transformaciones de visión como éstas, el es- gógico. En este sentido se ha adaptado para !jcr
tudiante adquiere carta de ciudadanía en el mundo utilizado como paradigma el ciclo de Carnot; -'
del científico, y ve lo que ve el científico y reaccio- lo mismo el trabajo experimental de Mencie! Sü-
na como éste lo hace [Kuhn, 1970, p. 111.] bre la herencia en los guisantes, el de Bohr sobre
--------------------------------------·1
LA FORMACIóN 5)
50 LA FORMACIóN

las órbitas ele trónicas del átomo de hidrógeno, y rir competencia para utilizarlos rutinariamente. De
el de Crick y Watson sobre el ADN. Se pueden esta manera Y no por medios puramente verb -
encontrar más e'emplos examinando los textos les el estudiante llega a entender cabalmente le:
autorizados de rácticamente cualquiera de las es- qu~ se sabe dentro de su disciplina. La cap~ción
pecialidades de la física y las ciencias biológicas. correcta del significado de los conceptos CIen J-
Lo alumno estudian paradigmas minucio a y ficos y las consecuencias de las leye científicas s
pormenorizada ente; luego ya sea con papel y lá- adquieren s lamente utilizando lo conceptos. y.l3.$
piz o en los la oratorios de la institución r uel- leyes en el curso de la aplicació de p ocedimíen-
ven los ejercicios del libro de texto todos lo tos paradigmáticos. Las presentaciones verbal
cuales son d estructura semejante y requieren abstractas de conceptos, definiciones, eglas y leyes
más o menos de lo mismos procedimiento. De son in ati factonas pedagógicamente Y ocupan un
e ta manera e asimilan concienzudamente las e- segundo lano en la enseñanza de.' c"er:cia..E?
tructuras de los paradigmas'y se dominan y co - realidad la manera más satisfactOria de descn Ir
vierten en ru ma los rocedimientos correspon- el conocimiento científico es sencillamente como
dientes. Kuhn ace na analogía con la enseñanza repertorio de paradigmas. Hablar de una u 'dimbre
de la música. Aunque tanto la ejecución mu ical abstracta de conceptos y creencias, o de proposicio-
como la inves~jgación on en cierto sentido acti- nes, puede acarrear serias confusiones. (Sin
vidades creativas, la enseñanza de ambas entraña bargo, a veces consideraré la cultura verbal de l<'
la producción fu rtes "predisposiciones menta- ciencia como configuración abstracta, ya que grar
les' o Einstellungen (Kuhn, 1963, p. 351). Los parte del trabajo existente procede sobre esta base.
ejercicios del ibro de texto científico son como En tales ocasiones hablaré de "tramas conceptua-
las prácticas de digitación del pianista, preferibles les" r curriendo así a una metáfora que aparece
desde el punto de vista pedagógico a la mú ica de de ~ez en cuando en el propio trabajo de Kuhn
la investigación real. De la misma manera como (e/. uhn 1964.
las destrezas motrices adquiridas mediante los ejer- La formación científica exige sie pre que uue
icio de digi ación on explotadas en la ejecu- o varios paradigmas ean reconocidos como la
ción de una mposición musical, así también las única y leg'tima repre entaci n manera de ID&-
capacidades co o citivas del científico converti- nejar un aspecto dado del medio físico. Demanda
das en rutinas. on explotadas en la actividad de la aceptación de la ortodoxia re alecien~e en u:
solución de enigmas de la investigación. campo determinado. De alú su tendencla a eVI-
La cultura d una ciencia natural establecida se tar cualquier cosa que mine u ofrezca une OPC! '1
tran mite en f rroa de paradigmas. La tarea pri- a esa ortodoxia. La historia de un campo dado. e
mordial d~l profesor s la de mostrarlos. La tárea la que se encuentran conceptos problemas:. w'-
central del estudiante es la de asimilarlos y adqui- todos de problemas-soluciones de 1 mts dJ·l. ~

52 LA FORMACIÓN LA FORMACIóN 53

I>8;"tes. entre sí, o es relegada sin más, o es rees- de enigmas, en donde la evaluación de los resul-
crita Slstemá~icame~te convirtiéndola en una especie tados depende del juicio comunal basado en con-
de lrayect.ona hacia. el conocimiento presente. Jo venciones, entonces la formación autoritaria y ba-
q~e constituye también una legitimación de este sada en libros de texto es preparación adecuada
~lSmo. Los científicos, dice Kuhn, son en par- para dicha empresa. La normalización de )a per-
lIcular vulnerables a la tcntación de escribir al cepción y la cognición facilita la comunicación.
rev.és la historia y de despreciar los hechos oo. la organización, Ja interdependencia y la división
tóncos. no obstante el profundo respeto que mues- del trabajo: cuanto mis dogmática es su fonna-
tran .P?f los detalles fácticos penenecientes a otros ción, tanto más los científicos se ligan a una em-
dominIOS (el. Kuhn, 1970, p. J38). Asimismo se presa comunal con todas las ganancias de efi-
pasan por airo las perspectivas y los procedimien- ciencia conocidas que ésta comporta. Y ati como
tos heterodoxos; y las posibles debilidades e in- la formación dogmática vincula eficiente y bené-
cluso 1a~ dificultades bien conocidas y admitidas ficamente a los científicos con sus camaradas. aSI
de .las mterpretaciones ortodoxas no encuentran también los rehlciona eficiente y benéficamente
Cabl?a en ~os textos didácticos. La educación por con la" naturaleza. La naturaleza es demasiado
mediO de libros de texto reclama la concentración compleja como para investigarla al azar, sin sis-
en los componentes de una tradición en detrimen- tema y de modo difuso. La consecuencia del com-
to ~e todos !?s ajenos a ésta. Lo que se propone promiso fomentada por la educación dogmática
es que la investigación se delimita y concentra, y
es mculcar un profundo compromiso con una
manera particular de ver el mundo y practicar a esto se debe que sea tan productiva.
dentro de él l~ ciencia" (Kuhn, 1963, p. 349). Por lo demás, el compromiso "dota al cientifico
. Al. ~r pubhcada, esta visión de la fonnación de un detector de focos de perturbación. inmen-
cl~nuflca y sus repercusiones causó alarma y fue samente sensible. Surgen de ahí casi inevitable-
leida e~ algunos sectores como comentario crítico. mente innovaciones relevantes de hechos y [caria"
':" lo cierto es que se orrecia como una descrip- (Kuhn, 1963, p. 349). Las anomalías y las excep-
cl~n de ~n régimen bien ordenado y eficiente, cuya ciones se destacan y adquieren significado conlra
e~lst~ncla contribuía a explicar el "éxito" de la un trasfondo de firmes expectativas; y de las
ClenCla (Kuh~, J959), Si se imagina la ciencia anomalías y los intentos por eliminarlas o asimi-
COITIO un conjunto de individuos aislados que in- larlas brotan muchas de las innovaciones cieoti-
terrogan a la naturaleza sin ideas preconcebidas ficas fructíferas. Kuhn ofrece así la fascinante in-
ento~ces la. descripción que hace Kuhn de I~ dicación de que la innovación es alentada po.
ensena~za bIen puede leerse como una acusación. métodos de socialización de lo más eficaz, y que 1>
~ero ~I. ~omo lo percibe Kuhn acertadamente, la menudo la creatividad puede verse como una cs·
investIgación es una empresa colectiva de solución pecie de conformidad. Ro;¡ta en particular es una
LA FORMACIóN LA FORMACIóN 55

conjetura muy valiosa, por cuanto es en extremo textos de ciencia presentan las predicciones teó-
tentador suponer que la creatividad es producto ricas y los resultados experimentales (Kuhn. 1961aj
de un individuo de mentalidad fle~ible y abierta, el. Kuhn, 1977, pp. 204 Y ss.).
descarriado o antiautoritario, para seguidamente Lo común es que las predicciones y los resulta-
asociar las vali(\sas actividades de innovación y dos se expongan en los libros de texto en forma
síntesis creativa con el precioso estado del agente tabular, en correspondencia unívoca. Tal vez haya
autónomo. dos columnas de números; los de la izquierda se-
Hoy en día los rasgos generales del esquema rán los valores predichos y los de la derecha, los
de Kuhn tienden a ser aceptados de manera ru- valores observados de· algún fenómeno mensura-
tinaria en sociología. Siguen siendo interrogantes ble. La presentación también puede ser gráfica;
no respondidos en la medida en que. la formación habrá una curva que indique las predicciones de
científica es particularmente autoritaria y el grado la teoría y puntos especificos para señalar los re-
en que esto hace más inteligible el "éxito" par- sultados experimentales. Los valores predichos,
ticular de la ciencia. Pero se reconoce que Kuhn anuncia el libro de texto. provienen de la teoría.
describe justamente la formación como proceso Se parte de ciertas leyes o enunciados científicos
de socializaci6n. Transmite no tan sólo las pautas generales y se combinan con "condiciones iniciales"
singulares e inherentes a la naturaleza física; tam- definidas. especificas de una situación experim~n­
bién las pautas de convenciones que constituyen tal dada. Luego se ejecutan operaciones lógicas y
una subcultura. La credibilidad se origina no en matemáticas para deducir de las leyes y las con-
la prueba o demostración. dicho en el sentido de diciones conjuntos de predicciones. P lt P:. P,. etc.
una sucesión intrínsecamente obligatoria de infe- Los resultados reales R lt R:. R 3 • cte., se obtienen
rencias, sino principalmente en la autoridad y su por medición directa en el curso del experimento
modo de aplicación. La consecuencia de ia forma- respectivo. Como los valores medidos R lt R 2 , R 3
ción no estriba en que sean eliminados los impe- "concuerdan" con P h P: Y P 3 , respectivamente,
dimentos a la percepción e inferencia correctas, confirman la teoría a la cual pertenecen las leyes
sino que se adquieren competencias específicas de científicas de las que se partió. Los resultados me-
percepción e inferencia: la socialización brinda los recen crédüo porque son extraídos de la realidad
recursos adecuados para la práctica de la invcs~ y, por 10 tanto, es de suponerse que corresponden
tigación. a ella misma. A su vez, la teoría es creíble por-
Pero de la obra de Kuhn puede extraerse algo que sus predicciones corresponden a los resulta-
más que la formulación abstracta de 10 que entra- dos. Sobre estas bases el texto pide compromiso
ña la formaci6n: él muestra las maneras concre- para con la teoría..
tas como ésta se cifra en la autoridad. Buen ejem- Pero Kuhn se adelanta a señalar que la credi-
plo de ello es su análisis de la forma en que jos bilidad real que se le da a las teorías no resulta
56 LA FORMACIó LA FORMACIóN 57

de las tablas que aparecen en los libros. La credi- investigaciones. Pero lo hacen de mane a indi-
bilidad de todo 10 que hay en Jos texto provi ne recta, que enma cara su función y el carácter de
d~ ~u categoria de fuentes autoritarias. La pre- la información que aportan. (Haciendo alusión al
diCCIones, los resultados la relación entre ambos trabajo de Émile Durk.heim, diríase que los textos
son creídos a ojos cerrados por los estudiantes de- de ciencia codifican mensajes sobre las relacione·
bido al contexto en que se muestran. Las tablas sociales en proposiciones sobre la naturaleza. Aquí
de los libros de texto no contribuyen en nada a vendría al ca o agregar que Kuhn e un auténtico
que la aceptación de las teorías sea "justificada virtuoso en lo que a desciframiento del código se
(más) racionalmente", ¿Por qué, pues, aparecen refiere.)
tales tablas en los textos? Como se pregunta Kuhn
¿cuál es su función? (1977, p. 211; e/. 1970 ca-
pítulo XI).
n.2. RELACIONES DE SEMEJ ANZA
SU respuesta es ésta: antes que la concordancia
de J~s dos conjunto de cifras que confirman la - uchas corias del conocimiento son dramas mo-
teona, es la presentación de los dos conjuntos, u- ralistas representados en un cosmos maniqueo. L
puest~e.nte en concordancia. lo que sirve de guía fuen e de la luz es ]a experiencia; su agente,
aWOfllarla para determinar a qué se le llama "con- la "razón". La fuente de la oscuridad es la cultu-
cordancia" en ese COnf X[o. ada ha en el car, c- ra' su agente la autoridad. El resto del eIen-
t r inherente a l~ . d s números que indique que va ataviado egún sus orígenes. La verdad, la va-
e encuentran uflclentemente cerca de lo mismo lidez, la racionalidad, la objetividad e hallan e
o son diferent ignificativamente. Tampoco (~ las filas de los muchos hijos de la luz. ve tidos
pesa: d~ .las .~i trib~ciones no.rmaJes y las pruebas de blanco. El error y la sinrazón la costumbre, la
d slgniflcaclOn) eXl ten medios para ma}lejar to- onvención, el dogma y muchos otro visten rop -
das las aproximaciones que intervienen realmente jes negros. El principio motriz del drama e el
~ la teoriza~ión. ni lo demás problemas que ha- conflicto incesante de las dos fuerzas opuestas e
bItualmente mfestan la medición, de manera tal irreconciliables.
que pueda deducir e una definición de concordan- No hay nada que decir a favor de esta mitolo-
cia. En ciencia ésta es siempre la "concordancia gía maniquea. La cultura y la experiencia interac-
razon~ble", que varía de un contexto a otro y es túan conforme crece el conocimiento: por así de-
s.ostenlda de manera social. Las tablas de los cirlo , operan simbióticamente, no en conflicto. .Con.
lIbro de texto ayudan a transmitir la noción todo, el mito se halla muy propagado y es SIgnI-
a.ce~tada de lo que es la concordancia y, por con- ficante; y deben tomarse en cuenta los hábitos de
I ulente, contribuyen a sentar la base de conven- pen amiento que favorece. En particular el térmi-
ciones para la evaluación de lo resultado de las no u razón" se interpreta tan ampliamente coro
58 LA FORMACIóN LA FORMACIÓN 59

cognición e inferencia sin componente social, que y las teorías de la ciencia, lejos de proporcionar
hay poca oportunidad de darle otro sentido en lo descripciones convencionales y por lo tanto impro-
que sigue. El lector deberá entender simplemen- pias del medio fisico, son precisamente represen-
te que al sostener la insuficiencia de la "razón" taciones convencionales de ese medio. Utilizamos
en la ciencia, el texto no tendrá la intención de nuestros conceptos y tcorias para agrupar, orde-
denotar que los cientfficos son hombres irraciona- nar y organizar los objetos y procesos que encon-
les. En lugar de eso, se opondrán a una concep- tramos en la naturaleza según sus semejanzas o
ción intolerablemente individualista de la cognición similitudes y sus diferencias. Tal agrupación y or-
y la inferencia. El argumento no será que algo, el ganización pueden llevarse a cabo de innumera-
opuesto de 10 que es razonable o racional, guía bles maneras. Las convenciones a favor de las cua-
la inferencia en el campo científico, sino que debe les se decide una comunidad, con exclusión de
descartarse todo el sistema de pensamiento en otras, son las propias de esa comunidad y poseen
donde aparecen en conflicto lo racional y lo so- el respaldo de su autoridad: constituyen una or-
cial. denación del medio, apoyada socialmente, y no
Recordemos ahora cómo Kuhn, al rechazar la una distorsión sostenida de la misma manera.
imagen de libro de texto del conocimiento cien- Extendamos estas consideraciones acudiendo a
tífico, 10 identifica sin embargo como "funciona)" una ilustración tomada de uno de los análisis de
(véase sección 11.1). Es funcional no tan sólo por- Kuhn más amplio y útil, cuyo tema es éste pre-
que, como dice Kuhn, transmite información cisamen'e (1977, pp. 331-343). El ejemplo es de
sobre la convenci6n o la costumbre, sino también increíble simplicidad, pero a pesar de ello, por
porque tal información la transmite implícitamen- su fonna misma, servirá para encauzar correcta-
te. La imagen de libro de texto, al relacionar mente nuestras reflexiones. Kuhn imagina a un
explícitamente el conocimiento' exclusivamente niño que va de paseo en compañia de su padre.
con la "razón" y la experiencia, lleva al máximo En el curso del paseo aprenderá algo sobre las
su autoridad y credibilidad en los términos del diferentes especies de aves. Vamos a suponer que
mito maniqueo: relaciona el conocimiento sólo el niño ya reconoce aves, entre ellas algunas espe-
con las fuerzas de la luz. Por lo contrario, la in- cies determinadas. Durante su paseo aprenderá a
terpretación de Kuhn, que invoca explícitamente distinguir estas especies nuevas: patos, gansos y
la autoridad y la convención, sería "disfunciona]" cisnes. El padre del niño, que puede considerarse
como mitología. fuente de1 uso léxico de su comunidad, le enseña
Pero Kuhn no es maniqueo. En ningún lugar al niño tal uso por medio de la ostensi6n. Le se-
de su obra sugiere que haya con nieto entre la ñala ciertas aves y las nombra, digamos, como cis-
cultura y la experiencia, la autoridad y la "razón". nes. Cuando llega su turno el niño también señala
Para Kuhn es asunto consabido que Jos conceptos aves y las identifica como cisnes, el padre confir-

.. .
60 LA FORMACIÓN LA FORM..J\CIÓN 61

mará la identificación o la rechazará: "No, ese usuario competente del lenguaje en lo que a estos
es un ganso". Habiendo visto varios ejemplos (o términos respecta.
caso) de "cisne", "ganso" y "pato" y habiendo Cada uno de los tres grupos de especies cuyo
practicado él mi mo la identificación de las aves conocimiento adquiri6 el niño es 10 que Kuhn lla-
respectivas bajo la guía de su padre, el niño ad- ma relación de semejanza aprendida. Un siste ro

quiere competencia en identificar las tres espe- de ales relaciones es una ordenación impuesta nE
cies de aves. Así concluye su instrucción; el niño la naturaleza, no una ordenación que ésta ·pida •
conoce ahora las tres especies de esas aves. De haber pertenecido a otra comunidad, el niño
Todos los patos, gansos y cisnes encontrados por bien pudo haber aprendido ordenaciones const.m~­
el niño y su padre son entidades singulares. No das análogamente y a la vez diferentes. Las sun!-
son absolutamente idénticos unos a otros pero to- !itudes y las diferencias se habrían explotado de
dos ellos guardan semejanzas entre sí. Las aves modo diferentes. (El trabajo de campo antropo-
muestran ente ellas un inmenso número de simi- lógico revela la existencia de otras clasificaciones
litudes y diferencias. No obstante, al final del pa- de especies naturales, igual que la historia e
seo, están ordenadas en tres grupos distintivos. Las ciencia.) De ahí que lo que el niño aprende sea
ave que pertenecen a un grupo dado difieren unas la ordenación preferida de alguna comunidad, n 1
de otras, igual que se diferencian recíprocamente algo reclamado por la naturaleza misma. A la na-
las aves pertenecientes a grupos distintos. Las aves turaleza no le importa qué agrupaciones hagamo~
de grupos diferentes se asemejan unas a otras, de partiendo de la multitud de similitudes y diferen-
la misma manera que las aves que pertenecen a cias que somos capaces de discernir en ella: tod
un mismo grupo. El niño ha aprendido a recal- lo que hace falta es que esas agrupacione . cons-
car los punto de semejanza dentro del grupo tituyan una base tolerable para el uso ultenor de
las diferencia entre grupos. Como re uhado de .émún s. Los grupos son convenciones; las re a-
su esfuerzo por aprender de u padre, su cognición tione de semejanza que los conceptos simbolizan
se ha fijado en emejanzas y diferencias particu- son convenciones también.
lare y su manera de percibir bien puede haberse Po- raro que parezca, Kuhn insiste en que al
modificado para destacar tales semejanzas y aprender tales convenciones se incrementa el co-
diferencias: " ...se ha reprogramado parte del me- nocimiento. de la naturaleza. Al final de su paseo
canismo neural por el cual el niño procesa es- el niño podrá identificar los cisnes que hay~ en
tímulos visuales" (Kuhn, 1977, pp. 334-335). Esta su medio y en consecuencia esperar de los Clsne~
"reprogramación" por expo ¡ción a caso particula- particulares que reconozca too aquello que se-
res de los ténninos "cisne", "pato" y "ganso" es gún u comunidad sea cierto o típico de e los. P-.1
la adquisición del conocimiento de e tas especies aprender las relaciones de semejanza sancion~ .
por parte del niño, y la base de su categoría de comunalmente, el niño se vuel e capaz de apliCa!
62 LA FORMACION LA FORMACIóN 63

el conocimiento general de su comunidad a situa- ci.es de aves sin asistencia parental, pero tampoco
ciones particulares en la naturaleza. La adquisi- podrá hacerlo con los ojos cerrados.
ción de cultura le concede al niño cierto dominio He aquí, pues, un ejemplo· que se antoja
sobre la experiencia. realista, pulcramente descrito, y que impugna los
En lugar de hablar de lo aprendido por el niño, elementos centrales de la mitología maniquea. Ade-
podemos considerar el propio proceso de aprendi~ más la forma del ejemplo es la general del apren-
zaje. El que se acaba de describir es un proceso dizaje por ostensión; el aprendizaje ostensivo con-
social en el que interviene la aplicación de auto- funde al milo maniqueo. ¿Por qué entonces se
ridad. le concede mayor reconocimiento y relevancia?
Si el niño encuentra que un ave se asemeja Hay muchas causas, pero ninguna de ellas seria
a un cisne pero se topa con que es. rechazada su eficaz si no nos fuera posible concebir de otra ma-
identificación, no opondrá su propia percepción nera el aprendizaje: como proceso de puras pala-
a Ja de su padre ni supondrá que su percepción en bras. Tendemos a olvidamos del aprendizaje oste!l-
cuanto tal es errónea. Lo que hará será admitir sivo en nuestra obsesión con el aprendizaje como
la improcedencia de la semejanza o analogía que adquisición de reglas y definiciones. Hay una pre-
percibió y entonces buscará las diferencias que jus- disposición hacia lo verbal en la imaginación socio-
t;fiquen la declaración autoritaria del padre. Sin lógica. Aprender un concepto se hace equivaler au-
aceptación de una autoridad que transmita la orde- tomáticamente a que se le diga al aprendiz lo que
nación convencional, el niño sería incapaz de significa; la ostensión, cuando se le toma en cuenta,
aprender hasta los términos simples y descriptivos es tratada como una posibilidad inferior y elimina-
de las especies de aves. Pero la autoridad que es ble. Descubriremos, Sln embargo, que si una de
aceptada sirve para guiar y formar la percepción, ambas modalidades va a quedar debajo de la otra
y sólo puede guiar a ésta en la medida en que se será el aprendizaje por reglas y no el aprendizaje
perciba adecuadamente la naturaleza. La autod- por ostensión el que deberá ocupar el segundo es-
dad no puede sustituir ni desbancar al aparato calón.
perceptual del niño. Sólo puede servir de fuente Tal vez se proponga que el padre del ejemplo
de guía sobre la manera como debe organizarse y anterior debiera haber transmitido el significado
conceptuarse la percepción. Durante el aprendizaje de "cisne" de manera verbal en lugar de ostensi-
Jo social y lo natural trabajan mancomunadamen- va: que una definición por el estilo de "un cisne
te; la cultura y la experiencia corren a la par; las es un ave grande, de plumaje blanco y pico ana-
capacidades cognoscitivas naturales y Jos modelos ranjado". siendo precisa y confeccionada conve-
autoritarios en combinación permiten hacerse de nientemente, comunica el significado sin que haya
destreza en la aplicación de los conceptos. El niño de por medio ningún acto parental de aplica-
no puede adquirir su conocimiento de las espe- ción de conceptos que tenga que admitirse con base
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _. _ 'ÍlI "

64 LA FQRMACIQN LA FORMACIÓN 65

en la autoridad, y sin la intrusión de elementos estrategias rivales entre las cuales sea siempre po--
sociales o convencionales. Del mismo modo se in~ sible elegir. El aprendizaje por ostensi6n no es
sinuaría que todos los demás términos del lengua- algo que amerite reflexi6n seria tan s610 porqUt
je debieran aprenderse por regla y no por osten- los profesionales de las ciencias naturales le den
sión. Tal concepción del aprendizaje del lenguaje con tanta frecuencia empleo provechoso. El cono-
se amolda perfectamente a la mitología maniquea. cimiento no es social tan sólo aquí y alJá., irregu-
Cada término va acompañado de reglas verbales larmente, en donde el recurso a la ostensión intro-
que Je informan a su receptor cómo tiene que apli- duzca relaciones de semejanza aprendidas. Kuhn
carlo. El receptor individual, si es movido por la es demasiado conciliatorio para con uoa imagen
"razón", empleará el término de la manera que impropia del conocimiento, y por eso no logra que
dictan las reglas. Si quebranta las reglas. debe ha- su empleo surta todos los efectos que debiera.
ber algo que esté anulando sus tendencias racio- En el ejemplo de Kuhn se mostraron términos
nales, tal vez presiones sociales o propensiones cul- que son aprendidos directamente. por un proceso
turales. social de interacci6n con el medio físico y con
En respuesta a esta explicación del aprendi- poca o ninguna participación del lenguaje existen-
zaje, Kuhn se limita a proponer que no se aplica te. Imagínese, sin embargo, que en el proceso de
siempre. Los procesos de ostensión intervienen aprendizaje se hubieran utilizado reglas verbales
frecuentemente en la adquisición del conocimiento o definiciones. Ciertamente habrían ayudado al
y poseen relevancia particular en las ciencias par- aprendizaje. Pero no podrfan hacerlo asf 8 menos
ticulares. Además constituyen una forma de ad- que los términos que contuvieran, "blanco", "plu·
quisición de conocimientos con ventajas prácticas maje", etc., hubieran sido informativos. El niño
sobre el aprendizaje por reglas y definiciones (e/. tendría que haber conocido el significado de esos
Kuhn, 1977, pp, 331-343), Y por eso no pueden ténninos nuevos, o sea la manera de utilizarlos
remplazarse, sin pérdida, por procesos que sola- con propiedad. Pero no existen términos euyo sig-
mente comprendan reglas y definiciones. Las per- nificado o uso salten a la vista; tampoco el signi-
cepciones de semejanza aprendidas por ostensión ficado acompaña al concepto como un halo mis·
ordinariamente formarán parte de la estructura terioso. De ahí que el empleo de reglas y defini·
del conocimiento, e introducirán un carácter con~ ciones para transmitir significados, o se sustenta
vencional en tal estructura. en anteriores actos ostensivos de aprendizaje, a
Pero esta manera de justificar la importancill acarrea el problema ulterior de los significados de
de las relaciones de semejanza aprendidas es cic- los términos presentes en las reglas. Llegado el
masiado modesta y lImitada, y acaso produzca momento, estos problemas quizá sean resueltos
una falsa impresión. El aprendizaje por ostensión apelando a más reglas y definiciones, pero tal es-
y el aprendizaje por reglas y definiciones no son trategia sólo conducirá a un regreso infinito. RI
66 LA FORMACION LA FORMACIóN 67

término "cisne" puede adquirirse haciendo refe- enseñado como convención; también nos hace ver
rencia a "blanco"; "blanco" por referencia a "ea- que el conocimiento debe tener siempre carácter
lar"; "color" por referencia 8 •.. Pero tal sucesión convencional, y nos ayuda a entender por qué el
tiene que finalizar en una relaci6n de semejanza conocimiento posee tal carácter.
aprendida por ostensión, un conglomerado finito
de casos aceptados de algún término.
Se patentiza ahora lo falso del contraste cntre 11.3. EL FlNITlSMO
aprendizaje por ostensión y aprendizaje por apli-
cación de definiciones y reglas. El contraste real Del ejemplo de Kuhn se han extraído conclusiones
que hay aquf se da entre el aprendizaje que des~ interesantes, pero sus posibilidades est{rn muy le-
cansa directamente en la ostensión y el que 10 jos de haberse agotado. Lo podemos emplear para
hace indirectamente. No se puede aprender nada considerar 10 que determina el uso propio de un
ah initio meramente por medios verbales. El niño término empírico. Dado el argumento inmediata-
puede aprender directamente "cisne". o (por mente anterior, basta con considerar las relaciones
ejemplo) por la vía de "todos los cisnes son blan- de semejanza y desentenderse de las generaliza-
cos". que se conecta con procesos de ostensión ciones verbales o definiciones. En última instancia
previos en los que figuró "blanco". De esto se in-
fiere que todos los sistemas de conocimiento em-
PATO ~~o
pírico deben cifrarsc en relaciones de similitud
aprcndidas, transmitidas por ostcnsión o demostm-
ción prá.ctica, y aqucllo a lo que se refiera un tér-
~,
""',
mino dado de tal sistcma no se podrá. caracterizar
nunca sin referencia a relaciones de semejanza <,
aprendidas, es decir, a conjuntos finitos de casos ............
SO"'ljlud y
Siml~tudy
" Som~'\Ud
tillar""",.
,

--- --
<lonho <lo .. <, <Iif... noio ."". _u"
aceptados de términos. El conocimiento es con- ""u_lOO
.....,....... do ouol..-;e.._
"'. ovru
<lo lo
pOI: ion <le

vencional de cabo a rabo. Si entendemos el con-


cepto de relación de semejanza aprendida, comen-
Zdremos a entender también de manera profunda
y generalizada el modo como se entrelazan la na-
~-
<.



<;.
UO<lI""""'-
••

'.
--
...o<;t.,.•••
cu.Ietqo.ior.


turaleza y la cultura en la producción del conoci-
miento. El análisis hecho por Kuhn de este con- ....... "'." , 0<>.... Iocior>o. do >Imillluo
cepto es de valor e importancia mayores de lo que
él mismo señala. Su obra no se limita a mostrar
que el conocimiento contiene convenciones y es

,:1---------~----
68 LA FORMACiÓN LA FORMACIÓN

todas las restricciones al u deben provenir e PormaImen e, su everaci6n de que un e,.


rela iones de semejanza dadas por o tensión o rrespon e a cierto término tan sóio es su juiciu
por cualquier otro proceso análogo que permit contingente al efecto de que la similitud so re~
relacionar un término directamente con a expe- a la diferencia. El uso pasado ofrece precedente_
rien ia. De acuerdo con ello, consideremos el para el uso pro io del sujeto, pero no bas a para
estado de cosas del ejemplo de Kuhn cuando se marlo porque no hay escala natural .ni univen;ai
ha obtenido íntegramente competencia lingüística que sirva para ponderar la semejanza en contra
con respecto a las relaciones de semejanza de "pa- de la diferencia.
to H y "ganso" (véase gráfica JI.l). Análogamente, el uso aceptado dentro de un:::
Lo más importante es advertir la pauta de las comunidad determinada no puede ser más que el
semejanzas que hay entre lo casos de 1 ' dos re- a .uerdo en la práctica de la comunidad. Si u t
laciones. Los caso de cada conjunto entre sí aun- indi .duo subordina sus inclinaciones al odo
que siendo pa o o gansos, son 10 mismo en ese acep do rutinariamente de uso de un términc..
sentido. Los casos de los diferentes grupos se ase- esta mostrando deferencia hacia la prác ica do
mejan uno al otro, aunque nombrados de modo sus camaradas de comunidad, no hacia ningún
diferentes, son diferentes en ese sentido. ~od conjun o de reglas o instrucciones de uso que po
presunto nuevo caso o ejemplo será diferente y ~ así decirlo, vengan con el término. El uso propk.
la vez semejante a los casos pertenecientes a am- e$ sencillamente aquel que se juzga comunalmente
bos conjuntos. É ta es la pauta que surge invaria- que es propio, y no está predeterminado por el uso
blemente de la ostensión y de otro modos óe inetivi ual e idiosincrático. Por sí solos, los e n
aprendizaje an° o"os. No hay sujeto particulares cep no pueden informarnos sobre la manera d
claramente id nticos indistinguibles que reunir ~mplearlos acertadamente. Somos siempr nosu--
en e mismo grupo. A pesar de la complejida tI s mismos quienes debemos convenir, tratar
y riqu za del len aje, la experiencia es incon- de convenir, en que se justifica la aplicación de
mensurablem nte más inextricable abundan e un érmino a cierto ejemplo o caso, que la imil'-
en información. Los objeto y los acontecimien- tud debe exceder a la diferencia en ese ca. o.
tos físicos nunca son evidentemente idénticos ni Lo que se está diciendo obre el juicio y el
están dotados de esencias idénticas. acuerdo no es mera exageración retórica. La COTi1-
De esto se desprende que la experiencia y el uso binación de nuestra naturaleza de organismos v
pasa os de un concepto no bastan para determi- nuestra experiencia social confieren a menudo há-
nar uso futuro. Cuando el individuo e enfrenta bitos iguales de aplicación de conceptos, y ase~:i
a i1 presunto nuevo caso de un término, coteja la concordancia entre nosotros en situacione paI
un conjunto de similitudes y diferendas, en los ticuJares siempre y cuando utilicemos 1 Jengu~j:­
casos nuevos y los pasados y en éstos entre si sin de enemos a reflexionar en lo que estam
70 LA FORMACIóN LA FORMACIóN 71

haciendo, de la manera "rutinaria". la manera en el uso pretérito. Por tanto, el uso pasado es
que parece ser "natural". Pero de ninguna ma- revisable: puede sostene~ que se formularon jui-
nera es necesario deíarse llevar así por el hábito, y cios "erróneos" en el pasado. Es posible convenir
ciertamente no es algo que los propios concep- en que un caso ordinario y actual de Upato" sea
tos nos impongan. Además, habrá siempre situa- después de todo una polla de agua. Puede decirse
ciones en donde no parezcan ser aplicables las que la pauta de semejanza y diferencias que
rutinas, en donde nada parezca ser el concepto u na_ justifica una atribución justifica aún mejor la otra.
tural", en donde no sea posible la reacción irre- N6tense también las opciones que tenemos al ínter-
flexiva y automática. En tales situaciones el uso pretar tal revisión del uso terminológico. Podría-
establecido debe desarrollarse y extenderse activa- mos decir que hemos cambiado el significado de
mente en el curso de la interacción social; deben nuestro concepto de "pato", o que el significa-
fundarse otras rutinas lingüísticas. ¿Es agua el óxi- do permanece sin cambio alguno, pero que se ha
do de deuterio? ¿Se puede clasificar como oro detectado y corregido el uso incorrecto. El signi-
el de nueve quilates? ¿Y el de ocho quilates, o el ficado se cambia o se conserva, según lo desee la
de siete? ¿Es el totemismo una práctica religiosa? comunidad.
Todo término corre el riesgo de caer en "negocia- La aplicación de conceptos, en fin, es asunto
ciones" de esta clase. Cuando las negociaciones de juicio al nivel del individuo, pero de acuerdo
producen concordancia. el resultado es una con- al nivel de la comunidad; es asunto por verse y
vención, una rutina nueva. Y si bien la nueva ru- revisable. No hay nada en la naturaleza de las
tina puede ayudar a la comunidad en sus tratos cosas, ni en la naturaleza del lenguaje, ni en la
con la naturaleza, esta misma no se restringe a la naturaleza del uso pasado que determine cómo
forma de la rutina producida. Se puede concordar empleamos. o empleamos correctamente, nuestros
igualmente bien en cualquier forma de desarrollar términos (el. Bames, 1980).
el uso aceptado de un concepto, ya que cualquier Pero si no existe nada externo que determine a
aplicación de un concepto a un caso dado se pue- qué se refieren los conceptos, entonces tampoco
de hacer aparecer como correcta y justificarla con hay nada externo que determine la verdad o la
la invocación de una adecuada ponderación de la falsedad de las proposiciones verbales. Si la aplica-
semejanza con respecto a la diferencia. Por desa- ción de conceptos es materia de juicio contingen-
gradable y. ad Me que se antoje tal justificación, te, entons;:es deben serlo también los procesos de
no tiene que encontrarse nunca con problemas confirmación o refutación de generalizaciones. Si
formales de consistencia (el. el ejemplo extremo lo que es un pato depende de juicios futuros, en-
en Hesse, 1974, capítulo m). tonces la verdad o la falsedad de "todos los patos
Si en el uso presente hay de por medio juicio y tienen las patas palmeadas" como pretensión em-
el logro de acuerdo, entonces así debe haber sido pírica dependerá también de juicios futuros. Esto

•• -'--o
l"
I

72 LA FORMACIÓN !.A FORMACIóN

nos lleva directamente a una visión radical del ca- opuesto, que en la gráfica U.2 se designa com:J
rácter convencional del conocimiento. No es que "semántica extensional". Según ésta, un COflcept-·
el conocimiento sea un sistema de convenciones empírico es o verdadero o falso de todas las cosas
que determina cómo pensamos y actuamos. Al de1- universo espacio-temporal. Divide ese universo
contrario, son nuestras decisiones y juicios los que nítidamente en dos partes, lo que es verdad de los
determinan qué es lo que vale como convencio- constituyentes de una parte y falso de la otra. El
nal, y consiguientemente lo que sostiene y desarro- conjunto de los seres de 10 que es verdad se llama
lla una estructura de convenciones. Decir que e] a veces "extensión" del término (el "referente"
conocimiento es convencional no significa que las de un término es expresión íntimamente relacio-
evaluaciones, por ejemplo, de "verdad", seán "de- nada y a veces su uso se intercambia con "exten-
pendientes del sistema", ni "dependientes de la sión"). Hablar, pues, de las extensiones de los tér-
teoría", ni únicamente pertinentes ~'dentro de cier- mino es supon~r que el futuro uso propio está
to sistema de referencia"; significa que tales eva- determinado de antemano, que todo se encuentr'_
luaciones dependen de nosotros.
A esta concepción del conocimiento se le llama
a veces finitismo (el. Hesse, 1974, capítulos vm CC)lrlcep¡o,:J¡ COlla::f.110 f.\

y XIl). Su afirmación cardinal consiste en que el uso


propio se desarrolla paso a paso, en procesos que .
Cd'\Ol

o
no A Ce.~l

C2
""p..
E
X
C.lm,

C1
I'}(l A

envuelven sucesiones de juicios emitidos en el mo- " C3


T
E
mento en que son necesarios. Todo caso de uso, o N
SI~mp(O
t:
de uso propio, de un concepto debe explicarse en I filien finilo
eu O
última instancia por separado, haciendo referencia t;

a determinantes concretos, locales, contingentes. rt;D.:I. i Kl !a1l:.ole

El finitismo niega que propiedades o significados Clcrrl:!

inherentes se anexen a los conceptos y determinen


sus futuras aplicaciones correctas; y en consecuen- TlJilos 1m " ..~ e'l.[~n ~n
1" ~ondlnon tlt! ~r o fA
cia niega también que la verdad y la falsedad sean Cl no A dl"l.tlll ~n1i!.S ttal u~o : Toao.s los GlSó:' (leINIT.lnatlo!o
c:.'ilO en la call,-,••-1011 dli ,u"'I~~I.i.~
propiedades inherentes a las proposiciones. "Ver- 10

dadero" y "falso" son términos que interesan so- flrllllSMO

lamente cuando son usados por una comunidad,


que desarrolla y mantiene sus propias pautas acep-
tadas de aplicación de conceptos.
La significación y las repercusiones del finitismo
quizá se consideren mejor en relación con su
74 LA FORMACIO LA FORMACION 75

ya dentro o fuera de la extensión de un término. el punto de vista finitista, sin embargo, se están
El individuo descubre, por observación y por la ha.ciendo esfuerzo por desarrollar el uso termino-
"razón", cuál de estas dos opciones pertenece a un lógico de "hembra" e inventar nuevas aplicaciones
caso particular y, por tanto, lo que constituye rutinarias del término a un contexto específico.
el uso propio. Comportándose como autómata ra- N o tiene sentido, a no ser como estrategia en el
cional, sin discreción, el individuo se conforma contexto de la propia discusión suponer que los
al uso correcto. Consecuentemente, el uso correcto atleta ya están dentro o fuera de una extensión
no es de intetés sociológico; es tan sólo una mani- de "hembra" delimitada previamente.
festación de "racionalidad". Entre los filó ofos de la ciencia hay una disputa
El finitismo, en cambio, no supone que ninguna de estructura muy relacionada con la del comen-
entidad como la extensión e té asociada al con- tario anterior pero más bien sobre teorías que
cepto, y por eso niega que el uso correcto se pue- sobre concepto aislados. Di cusiones importan-
da descubrir o inferir. En lugar de eso hace de tes sobre el status de las teorías científicas giran en
todos los casos de aplicación de conceptos, y de to- torno de cuáles son los seres o sucesos a los que
dos los actos de aceptación o rechazo de la apli· aquéUas se aplican propiamente. Se dice a veces,
cación de conceptos, objeto de estudio sociológico por ejemplo, que la mecánica clásica se aplica en
en calidad de juicios contingentes. toda partes a todos los cuerpos, en todos los con-
Considérense, por ejemplo algunos de los deb - textos en todas las condiciones. Esto insinúa que
tes recientes sobre el uso propjo de los términos la mecánica clásica es una teoría falsa, pues da
relativos a los sexos humanos. Las autoridades del lugar a prediccione erróneas de los movimientos
atletismo se han mostrado interesadas en distin- de los cuerpos que viajan a velocidades próximas
guir las hembras "genuinas" de entre los preten- a la de ]a luz: si la mecánica clásica se aplica a
dientes a esa caracterización y han recurrido a los estos cuerpos, debiera predecir sus movimientos:
citogenetistas y otros especialistas científicos en bus- pero no lo hace. A esto se puede contraargumen-
ca de ayuda (que ha sido menos efectiva de 10 tar, sin embargo, inquiriendo si la mecánica
esperada). Desde un punto de vista este problema clásica en realidad "debiera" predecir estos pro-
es el de descubrir quién está incluido en la exten- blemáticos movimientos. Se dice que la mecánica
sión de "hembra" y quién no. El debate es de clásica creció vinculada a cuerpos de movimiento
índole tém.ica y concierne a los cariotipo XY. ni- lento (relativistamente hablando); se aplica sólo
veles hormonales anatomía y el grado de confian- a tales cuerpos y sí predice satisfactoriamente sus
za de estas cosas como indicadores de si alguien movimientos. Por tanto, la mecánica clásica es una
es o no es "realmente" hembra. "Hembra" tiene teoría verídica. Que fracase con os cuerpos que se
una extensió-n fija de antemano, y el problema mueven rápidamente no indica más que es una
es el de determinar quién cae dentro de ella Desde teoría de alcance restringido, no que sea falsa.
7ó LA FORMACIó LA FO l.fACIó T

Se trata de un debate sobre la verdad o la fal- quie momen o pu de aise u cambio de pers-
sedad e una teoria científica centrada en el pro- ectiva, de un extremo al otro, sin inconvenie cii>
blema de a qué se aplica la teoría. Pero estos do- alguna al nivel de la práctica de investigación. "\
minios son precisamente como las extensiones de entonces, ¿puede abrigarse ]a e peranza de dedUCh
los términos empíricos simples, e igualmente in- de las intenciones un determinado conjunto de a h-
existente. Las aplicaciones de una teoría no exis- e ciones cuando que las intenciones son por 10 m
ten antes de los actos que constituyen las aplica- n s variables heterogéneas y revisables? {Quien
ciones. han eyperimentado a desalentadora dificultad em-
e diría que os ientificos intentaron que a lrica de estudiar las intenciones asumen vec
mecánica clá ica se aplicara en todas partes y una osición aún más negativa que ésta, yen ¡-
que definieron implícitamente los alcances de su deran que las intenciones son inaccesibles i no {;~
teoría por medio de sus intenciones. Esto s ría que inexistentes.
e:róneo. S~lo examinando una sucesión de aplica- La mecánica clásica no es una eOfía falsa
c~one.s .Plll'llcu]are de la mecánica clásica, por los se aplique en todas partes; tampoco es una teor:
CIentífIcoS que creyeran qu "s aplica en todas ver adera de alcance restringido. Como toda ia
partes", en lo que a éstos concierne se tendria eorias, no tiene conjunto predeterminado de apl ~
una idea el significado de que la teoría "se apli- caci nes, ni alcance ni dominio dados. Y por tant
ca en todas partes". ¿Cómo por ejemplo, tra an es e el ex erior. no tiene caso calificarla de '·wr
estos cien ífic s los imanes o la luz? "Aplicarse u era" o "falsa". u deba aplicársele uno u Ol ",
en todas partes" es noción negociable revisable adjetivo es presunción gratuita. Es difícil exagere 1
como cualquier otra. Por tanto, emplear la n 'ón la . portancia de esta presunción, igual que 1
para descnoir las intenciones de los científicos no cousecuencias de largos alcances de rechazarla li
sirve de ayuda para fijar la amplitud de aplicaciól avor del enfo ue finitista.
de la mecánica clásica. En todo caso, 10 cientí- Si se estudia mpír-icarnente la aplicación. de ca .
ficos. como individuos, varían en cuan o a sus in- ~ep os, tiende uno i1 notar prontamente su cará -
tenciones y el mismo individuo en cualquier mo- ter ele problema pendiente, sí como las dificul-
mento puede cambiar de intenciones obre cómo tades que se presentan al aplicar nociones com
y cuándo aplicar cierta teoría. uchos científicos a e e. tensión. Entone ,no debe asombrar que el
sostienen que sus teorías "se aplican en todas par- iirútism haya adquirido diversas apariencias el
tes". <?tros son ~?strumeotalistas y consideran que as ciencias sociales, y que en ese c ntexto 1 1 -
el radlo de acclon de sus teorías es materia de lerrogante por contest e precisam..nte Qué ¡!Ir
investigación empírica interminable. Individuos o ma de finiti mo es la más atisfactoria. En ~11Ibl"
grupo difer ote pueden adoptar actitudes con- los filósofos, cuyos objetivos suelen ser aluativu
flictivas con respecto a la misma teoria y en cual- en Jugar de empíricos, se han inclinad a eVI"ia
78 LA FORMACIóN LA FORMACIÓN 79

posiciones finitistas. lo que les ocasiona dificulta- presentan analogías en el caso del desarrollo tem-
des en muchas de sus principales actividades de poral de un sistema dado de cultura. ¿Qué de ex-
evaluación. Si acepta uno el finitismo. no puede traño tiene así que los filósofos eviten el fini·
separar la verdad del error sin que surjan pro-- tismo?
blemas. Tampoco es posible demarcar individuos A pesar de eso se encuentran inestimables ideas
racionales e irracionales según la manera como reveladoras sobre lo que he llamado finitismo en
aplican Jos conceptos. Y. lo que quizá sea el ma- escritos filosóficos, particularmente en la obra de
yor desastre de todos, el finitismo supone que no Ludwig Wittgenstein (1953. 1964). Es raro encono
hay solución perfecta al problema de la traducción. trar enfoques finitistas, ya sea en sociología, el-
e impone así severas restricciones a la evaluación nometodología o filosofía que no partan de él
comparada de fonnas diferentes de conocimiento (e/. Garfinkel, 1967; Bloor, 1973; Dongl.., 1973;
y cultura. Hesse, 1974; PhiUips, 1977). Asimismc, en la obra
En todos los intentos por lograr la perfecta de Kuhn los análisis más afines a la posici6r. fi-
traducción de un concepto se trata de hacer equi~ nitista remiten a Wittgenstein (el. Kuhn, 1970,
valer las propiedades inherentes al concepto con capítulo v), y la sensibilidad de aquél hacia los
las propiedades inherentes a los conceptos del otro problemas de aplicación de conceptos planteados
idioma. Se buscan correspondencias entre las ex- por Wittgenstein le infunden a su trabajo mayor
tensiones y las intenciones de- los dos conceptos, interés sociológico. Lo que no es claro es si sea
o sus referentes y sentidos. o sus denotaciones y procedente caracterizar a Kuhn como finitista (el.
connotaciones. Pero el finitismo hace dudar de la Stegmüller, 1976, para interpretaciones relativas a
existencia de tales propiedades. Y así no sólo de- Kuhn; y Kuhn, 1975, para comentarios sobre Steg-
bilita los métodos comunes y corrientes de equi- müller); pero esto carece de importancia. Lo que
paración de los conceptos de los dos idiomas; in- importa es que el trabajo de Kuhn, y en especial
dica también las dificultades que hayal iguaJar el su estudio de las relaciones de semejanza apren-·
significado de cierto término en determinado pun- didas. le presta apoyo a la posición finitista y nos
to del uso con su significado en el punto siguiente, guía para ver cómo se puede entender el conoci-
cuando cambie la relación de similitud. Desde la miento de esta manera sociológica, tan interesante.
perspectiva finitista, los problemas de traducción
entre sistemas, que se discutirán más adelante en
relación con paradigmas científicos inconmensu- lJ.4. EL FlNITISMO EN LAS TEORfAS DE
rables, constituyen tan sólo un caso especial . LA FÍSICA
un problema de más vastos alcances. Todos loo
problemas de traducción que se enC":iilran al Se justifica una interpretación finitista del cono-
entrar en contacto dos culturas y dos idiomas cimiento siempre que la adquisición de éste de-
80 LA FORMACIóN LA FORMACióN 81
'.
penda de procesos de aprendizaje de tipo osten- de problemas-soluciones aceptados, o paradigmas.
sivo. En la sección Il.2 se afirmó que estos A esto se debe que la solución de problemas con
procesos son esenciales en todo el reino del co- fundamento en paradigmas o ejemplares dados sea
nocimiento empírico, pues sin clJos los términos característica prominente de la formación cien-
no se ~onectarían con Jos fenómenos Y. en con- tífica:
secuencia, tampoco transmitirlan información. Sin
embargo, la repercusión de que el finitismo da Adquirir todo un arsenal de ejemplares, igual que
una descripción de, digamos, la física teórica tan- aprender generalizaciones simbólicas. son partes in-
tegrales del proceso por el que el estudiante logra
to como de la historia natural, sigue siendo difícil llegar a las realizaciones cognoscitivas de su grupo
de aceptar. Por lo general estos dos dominios del disciplinario. Sin ejemplares, nunca aprendería mu~
conocimiento empírico se perciben como funda- cho de lo que el gmpo sabe sobre conceptos fun-
mentalmente distintos: a menudo se concuerda en damentales como los de fuerza y campo, elemento
que las taxonomías de la historia natural son con- y compuesto, o núcleo y célula [Kuhn, 1977, p. 3311-
vencionaJes y revisables, como lo exige la inter-
pretación finitista. pero comúnmente se considera l\sí como la competencia con respecto a "pato"
que los conceptos de la flsica difieren de los de )a supone familiaridad con un conjunto finito de ca-
historia natural precisamente en este punto. seña sos de "pato", así también la competencia con,
erróneo abandonar este contraste aceptado y re- digamos, "compuesto", o "fuerza". o urapidez"\
conocer la equivalencia sociológica fundamental presupone familiaridad con un conjunto finito de
del conocimiento de la física y de la historia na- probJemas-soluciones (paradigmas, ejemplares) en
tural sin más base que el argumento abstracto. donde el uso (yen consecuencia el "significado")
Par~~ del valor de la obra de Kuhn es que nos de los ténninos se muestra directamente. Y asl
au~xlha al comparar las dos formas de conoci- como la consideración del conjunto finito que es
mlento. de manera más concreta. Kuhn es de Jos la relación de semejanza "pato" conduce a la in-
contados escritores que tratan de describir los pro- terpretación finitista de su uso, del mismo modo
cesos reales por los que los conceptos físicos se la consideración del conjunto finito de ejemplares
conectan directamente con los fenómenos natura- asociados con los conceptos físicos establece cómo
les. Y su descripción de estos procesos guarda es- el finitismo describe propiamente el uso de los con-
trecha analogla con el análisis anterior de los ceptos de la física.
términos relativos a las especies naturales. La naturaleza de un concepto físico como con-
Así como el uso de términos como "pato" y junto de ejemplares queda perfectamente ilustrada
'~gallso" debe aprenderse por la vía de casos par- con respecto a "rapidez" (o "velocidad") en uno
IIculares, así también, dice Kuhn, el uso de los de los más lúcidos artículos de Kuhn (1%4). Kulm

I
conceptoo de la física debe aprenderse por la vía parte de la FEnca de Aristóteles. Aquí, nos dice,
32 LA FORMACION LA FORMACIóN 83

el movimiento se concibe como un cambio de un ferente a la velocidad. Los ejemplares del término
estado a otro, es decir, como un movimiento to- aristotélico difieren entre si, igual que los casos
tal, completo. Y la "velocidad" se estudia común· de nuestros términos de historia natural. Y Aris-
mente en relación con esta particular concepción tóteles no indica explícitamente las diferencias, de
del movimiento: "La más rápida de dos cosas re- la misma manera que algunas diferencias entre los
corre una magnitud mayor en un tiempo igual, casos de nuestras modernas especies naturales per-
una magnitud igual en menos tiempo, y una mag- manecen siempre sin ser expresadas.
nitud mayor en menos tiempo". Este concepto Las diferencias particulares que ahora nosotros 1
aristotélico de la velocidad se asemeja mucho al percibimos rutinariamente entre los casos de Aris-
que hoy llamamos "velocidad media". En su fa- tóteles, en virtud de que poseemos los conceptos
mosa carrera sería propio, en ténninos aristotéli- de "velocidad media" y "velocidad instantánea",
cos, decir que la velocidad de la tortuga era mayor fueron rotulados y diferenciados en un proceso
que la de la liebre; del mismo modo, nosotros di- de cambio cultural en el que participaron Jos
ríamos que la velocidad media de la tortuga era teóricos de la mecánica del periodo medieval, pro-
mayor. ceso que culminó con la obra de Galileo. Galileo
Hay, sin embargo, otros pasajes de la Física en demostró lo importante que era tal diferenciación
donde Aristóteles habla de la velocidad de una de conceptos, imaginando circunstancias en las que
cosa en un instante dado, o al menos sin refe- surgían dificultades cuando no se hada dicha di-
rencia alguna a los puntos terminales de un mo- ferenciación. Galileo describió experimentos imagi-
vimiento completo. Por ejemplo, habla de cosas narios que fomentaron la diferenciación conceptual
Que ganan o pierden velocidad muy rápidamente. en la mecánica de su época.
En estos pasajes "velocidad" parece ser algo muy La carrera de la liebre y la tortuga puede ha-
parecido a lo Que nosotros llamaríamos "velocidad cer las veces de experimento imaginario en reIa~
instantánea", Para nosotros, tal concepto es dife- ción con la física de Aristóteles, Seria perfecta-
rente del de "velocidad media", Hub~, por ejem· mente posible que una cultura fuera partidaria
plo, en la carrera muchos puntos en que la ve- de las nociones aristotélicas y, aun así, entendie- ,,
locidad de la liebre --en el sentido de velocidad ra, o por 10 menos conociera como creencia po-
instantánea- fue mayor que la de la tortuga; en pular, la historia de la carrera. Así podría ocurrir
realidad, la velocidad instantánea de la liebre fue que alguien se sirviera de la historia para plantear
la mayor durante prácticamente el periodo ínte- problemas: mira la liebre, ¿no es la más rápida
gro en que se estuvo moviendo. Pero, aunque de las dos1 Y sin embargo la tortuga es la más
insistamos en esta distinción, Aristóteles no la hizo; rápida ¡pues llega en primer lugar! Hay buenos
los ejemplos del tipo de "velocidad media" y "ve- precedentes aristotélicos para decir que la liebre
locidad instantánea" se incluyen en su término re- es tanto más rápida como menos rápida que la
84 LA FORMACIóN
LA FORMACIÓN
tortuga. Esto es contradictorio. Lo peor es que
causa confusión y es hostil a la comunicación efi~ crítica científica, se diría, reveló contradiccionc~
caz. Los aristotélicos, al hablar de la carrera en en el concepto aristotélico. ,.
términos generales, tal vez tropezaron con difi- Pero Kuhn refuta convincentemente e~ae Olilg-
cultades al intercambiar ideas e información; y a nóstico. No había contradicción en el conceph.
la luz de esto acaso decidieran cambiar su uso La gente fue persuadida de que debía descal:tfm:¡:
léxico. El experimento -imaginario pudiera alentar ei concepto, o diferenciarlo, por refel'enc/{~ (1'
el cambio cultural. mundo real. De haber sido diferente la reahdad
Esta no es precisamente la manera como Ga- física el concepto aristotélico habría continuado
lileo trató el problema de la velocidad, pero su en u~o sin dificultad. Por ejemplo, en un _l~lUlJ­
propio experimento imaginario no fue muy dife- tia en el que se hubiera observado que los Objeto:,
rente, y en cuanto a las características formales pa5an siempre del principio. al final de un mo.~
que aquí nos interesan absolutamente no difirió -'¡miento con velocidad umforme, el conceptv
del de Aristóteles. De la misma manera que en el ~~·¡stotélico habría trabajado a satisf,acc~6n. El
caso unterior, Galileo recurrió a diferentes eje.mw ejemplo de la liebre y la tortuga habn.a SIdo una
pIares comunes y corrientes de la concepción exis- ü"uposibilidad. Por tanto, si est~os dlsp~est~s.:'1
tente de velocidad para producir conclusiones con- hablar informalmente de las propIedades mtrm~.c­
flictivas en un caso concreto. El resultado fue el cas de los conceptos, debiéramos d~cir ~ue .cl con,
de persuadir a la gente de la utilidad de reagrupar cepto de Aristóteles no era contradIctor,1O smo (j~l'
¡os ejemplos comunes en dos conjuntos. era falso (e/. Kuhn, 1977, p. 280). MeJo~ tod.avló.
Así, pues, la "velocidad" de la física aristoté- simplemente diríamos que se señalaron sItuacIOn~<:
lica es una rel;;¡ción de semejanza, un conjunto de reales en donde el uso del concepto acarreaba dI·
casos entre los cuales hay diferencias lo mismo ficultades ¡mictieas y ambigüedades.
que similitudes. Sólo queda por demostrar por qué AqUÍ lo importante es que hasta que no se sc-
este ejemplo puede figurar como caso típico de J1alan tales' situaciones el uso puede ser segur~),
un concepto de física, y entonces también le ha- directo y carente de problemas. Kuhn bosque]R
bremos dado sólido fundamento a la pertinencia un oa-ralelo con algunos experimento~ ~e Plagct
general del finHismo. A primera vista parecería sobre el aprendizaje en los niños. En CienO n~t.­
difícil esta taren final. Se tiene la impresión de mento de su desarrollo los niños parecen relaclO
que Aristóteles estaba confundido en su manera nar Sll concepto de velocidad con dos clases tlf'
de concebir el movimiento y que su concepto de experiencia: la de que un objeto llega. a 1I,n~ ,me~;'
velocidad, lejos de ser científico, fue desenmasca- antes que otro; ese objeto es el mas rap.lOo ~':
rado y rechazado por el pensamiento más analítico los dos. La otra experiencia es la. aprehens!6~ '.';
que sobrevino con el ascenso de la ciencia. La recta del movimiento rápido medIante, por eJel'.
pIo, una imagen borrosa en el espacio. Lo '1!1l
86 LA FORMACIóN LA FORMACIóN 87

termina por diferenciar estas clases de experien- tales casos. Sabemos igualmente que muchos de
cia es la exposición a situaciones en que objetos los conceptos de física que aplicamos rutinaria y
que se mueven rápidamente llegan a la meta des- confiadamente se pueden diferenciar más todavía,
pués que los que se desplazan con menos celeri- y a veces debe hacerse para mejorar la comunica-
dad. Para llegar a una noción de velocidad "adul- ción. "Velocidad", por ejemplo, se puede utilizar
ta" y enteramente diferenciada, los niños deben a menudo tal y como está, pero en muchos con-
entrar en contacto con esta clase de situaciones, a textos es decisivo distinguir la velocidad absoluta
fin de que puedan reconocer las dificultades que de la relativa. Sabemos, por tanto, que el uso de
les crea el concepto de que disponen hasta ese mo~ rutina de conceptos "no diferenciados por com-
mento. Sólo entonces los niños se sentirán confu- pleto" es cosa natural y trillada en el contexto
sos y motivados para modificar el uso prevale- de la cultura científica moderna. Sabemos, por
ciente. último, que muchos conceptos a los que alguna
¿Qué tanto se parecen, pues, nuestros concep- vez se consideró imposibles de diferenciar más y
tos físicos a los de Aristóteles o a los de los niños a salvo de toda revisión resultaron de hecho po·
de Piaget, dada nuestra confianza en su uso, y seer el mismo carácter que el concepto de velo-
no viene a cuento la falta de conciencia de con- cidad de Aristóteles. Así lo m.uestra claramente
fusión y contradicción en ellos? Hay toda clase la historia de la ciencia. Kuhn cita la manera
de razones para suponer que son muy parecidos; como los experimentos imaginarios de Bohr, Eins-
que abarcan casos que difieren en detalle unos a tein y Heisenberg sirvieron para revelar el carác~
otros, y que podrían surgir en el futuro circuns- ter mixto y confuso ex post lacto de las nociones
tancias que nos animaran a diferenciar los casos de tiempo, simultaneidad, espacio y posición. En
en agrupaciones más pequeñas para evitar proble~ estas condiciones, parece sensato suponer por in·
mas prácticos. Revisemos los hechos referentes a ducci6n que nuestros propios conceptos de física
esto. Están en primer lugar las indicaciones pro- son exactamente como los de nuestros anteceso-
venientes de la psicología del desarrollo de que, res. Aun cuando intuitivamente tomemos algunos
cuando niños, adquirimos los conceptos físicos fa- de nuestros conceptos presentes como fundamen~
miliarizándonos con grupos de casos concretos, de tales, no es nada inteligente presumir que en si-
la misma manera que adquirimos conceptos como tuaciones nuevas no serán tratados como grupos
"pato" y "ganso". Luego tenemos la descripción finitos de casos que se pueden reagrupar o dife R

informal de Kuhn de la función de los paradigmas renciar provechosamente. Por tanto, abundan las
y los problemas-soluciones de la educación cien- pruebas, y también los argumentos abstractos, a
tífica: si nuestro conocimiento de los conceptos fí- favor de una explicación finitista de la aplicación
sicos no resíde en determinados casos conocidos de conceptos en física y, por extensión, en todo
de uso, por lo menos parece adquirirse mediante el dominio del conocimiento empírico.
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _1
88 LA FORMACIÓN

. .
El finitismo indica un esmerado tratamiento 50-
cioJógic·o
. del conocimiento y la coouición. Por 10
contrarlo, todo intento de refutar esta clase de
enfo~ue sociológico tiende a rechazar el finitismo, IlI. LA INVESTIGACIÓN
y a Imputarle poder y capacidad de acción a los
conceptos mismos, no a quienes los aplican. Ha-
bla~ de extensiones o esencias es el resultado con~ IIl.I. EL DESCUBRIMIENTO
sabido. La obra de Kuhn debe quedar como una
de las grandes contribuciones a las ciencias socia~ EL CONOCIMIENTO resultante de la formación cien-
les, aunque sólo sea por su utilidad para comparar tífica es en verdad el conocimiento de la natura-
estas posibilidades. leza. Pero al mismo tiempo es un sistema de co-n~
venciones. Esto vale tanto para el conocimiento
verbal co~o para el de procedimientos: los con·
ceptos científicos integran sistemas de convencio-
nes. Además estas convenciones no determinan la
cognición de quienes las adquieren, ni siquiera
la de los individuos racionales que las adquieren.
La percepción de 10 convenido se deriva de nues-
tra actividad cognoscitiva comunal, y no vicever-
sa. Las convenciones son los productos de procesos
cognoscitivos que suponen juicios contingentes y
concordancias, y son mantenidas y desarrolladas
mediante más procesos cognoscitivos de la misma
índole. De ahí que 'para comprender la investiga-
ción científica debamos mantener en cada punto
una profunda curiosidad por nosotros mismos, lo
mismo que por el medio natural.
En nuestra sociedad la mayoría de las explica-
ciones de la investigación y el crecimiento dd
conocimiento se han concentrado en la natural.:>
za, con la virtual exclusión de nosotros mism(I\.
Vagas alusiones a inferencias "racionales" ¡'flll
sustituido a la discusión correcta del papel .1r)
'0 LA INVESTIGACIóN LA INVESTIGACIóN 91

quehacer humano. Para nosotros, por tanto, la en que fuera receptivo a la experiencia y que po~
utilidad de ese amplio estudio realizado por Kuhn seyera la capacidad de hacer inferencias raciona-
acerca de la investigación consiste en que resta- les, así como de una cámara todo lo que se re-
blece el equilibrio en esta imagen tan parcial del quiere es que funcione bien su diafragma y que
asunto: nuestro interés particular debe estar en la la lente esté limpia. En suma, el concepto del des-
dimensión sociopsicológica del esquema de Kuhn. cubrimiento formaba parte del esquema interpre-
Con esto en mente volvámonos a los primeros tra- tativo que relacionaba el conocimiento científico
bajos de Kuhn sobre el descubrimiento científico. por entero con la naturaleza y para nada con la
Descubrir algo es hacer un hallazgo, revelar cultura.
algo, mostrarlo a la luz del día. A diferencia de En "La estructura histórica del descubrimiento
la invención, que debe construirse, un descubri- científico" (1962)* Kuhn critica este concepto del
miento ya está plenamente preconstituido y no se descubrimiento analizando ejemplos concretos. Se
hace más que encontrarlo. Por tanto, la inven- concentra en el descubrimiento dcl oxígeno, su-
ción es un proceso, un acontecimiento. Lo que se ceso que por tradición se ha venido identificando
descubre ya está ahí completo. Un descubrimien- ya sea con el experimento realizado por Priestley
lo es completamente del mundo. No se pueden en 1775 o con el de Lavoisier, en 1776. Kuhn
descubrir falsedades porque en la realidad no hay revisa circunstanciadamente los registros históricos
nada que corresponda a ellas. y el propio concepto de descubrimiento. ¿El des~
Hubo una época en que este concepto del des- cubridor del oxígeno es la primera persona que
cubrimiento ocupó lugar prominente en la historia obtuvo una muestra del gas? De ser así, entonces
de la ciencia. Se concebía el crecimiento del co- Hales lo descubrió en la década de 1730 y, si no,
nocimiento como una serie de descubrimiento~. Bayen a principio de la de 1770. Ambos hicieron
Cada suceso de la serie agregaba otro componen- lo que era menester para producir el gas y ambos
te permanente al creciente haber del conocimien- recogieron las muestras así conseguidas. Pero nin-
to. Y cada suceso no era más que el encuentro guno de ellos logró identificar el gas como una
entre un individuo y un aspecto de la realidad. El sustancia nueva. No sabían 10 quc tenían, y en
individuo era, por así decirlo, una cámara foto- consecuencia nunca fucron reconocidos como los
gráfica, que registraba la verdad de la misma ma- descubridores. Haber tenido un recipiente lleno de
nera que la película registra una imagen. Su so- oxígeno no hizo dc Hales su descubridor, mere-
cialización previa era o perniciosa o por 10 menos cimiento al que tampoco se hizo acreedor Adán
improcedente para entender su trabajo, del mismo por el mero hecho de tener los pulmones llenos
modo que la subexposición de una película suele del mismo gas. La posesión no es los nueve déci-
dañarla y nunca contribuye a mejorar su rendi-
miento. Todo 10 que se requería de él consistía " La (elIsión esencial, cap. VIL [T.I
I
lA lNVE5I1GACION
92 LA INVESI1GAClON
ttimbra volverse a U!voisier. Siguiendo el trabajo
mos de la propiedad cuanuo se refiere al descu- de Priestley, Lavoisier estudió el "aire deflogisti-
brimiento. Se tiene que cambiar el esquema men- ~do" en 1776. Como resultado, fue modificando
tal: saber qué es lo que se posee. Por tanto. si el poco a poco su preconcepción de que el aire era
descubrimiento es un suceso, debe ser un suceso de una ~ola clase homogénea; y sacó en conclu
psicológico: un3 percepción nueva, un chispazo sión que el "aire deflogisticado" de hecho era
de penetración, lIO cambio de Geslalt. componente separable del aire común como mez-
Priestley fue uno de jos primeros en producir cla de gases. A tal componente volvió a darle Dom·
el oxígeno y luego se dio cuenta de que había bre: "gas oxígeno". t~rmino que hasta hoy se
obtenido algo nuevo o extraordinario. Pero este sigue usando. "Oxígeno", sin embargo. significó
darse cuenta ocurri6 paulatinamente. Pnestley pen- origin2.1menle "formador de ácidos" y reflejabfl
saba que había preparado una muestra de aire una orientación teórica muy semejante a la del
común. Poco a poco se fue percatando de que no "aire defiogisticado". Era además. de acuerdo con
era asf. No se trató de un suceso psicológico único. 1m criterios de hoy, una orientación tan errónea
sino de todo un proceso de reorientación cognos· como la de' Priestley. El "error" de Lavoisier es
citiva. menos notorio que el de Priestley porque ha sido
Priestley. por lo demás, cambió u manera de "corr~gido" al haber cambiado de significado el
pensar pero en el sentido uequivocado·'. Se re- concepto de "oxígeno"; a Priestley se le recuerda
presentaba la combustión como emisión: la mate· por un cambio en la terminología.
ria ni arder emitia una sustancia llamada "flogis· Podría elaborarse y continuar la anécdota. No
lO". Las sustancias dejaban de arder dentro de tiene caso. Basta con el caos conceptual que se ha.
un volumen dado dI" aire común porque éste puesto de manifiesto. Hemos visto un término que
terminaba por saturarse de "flogisto", y ya no denota un acontecimiento definido, empleado para
quedaba espacio para nada más. Las mismas sus- referirse a procesos cognoscitivo!> prolongados. Y
tancias urdían durante más tiempo y más viva· hemos vi!;to UIl término que denota la exposición
mente en el nuevo gas. Esto fue lo que persuadió de la verdad, empleado pura referi~e a los proce-
a Priestley de que se trataba de un gas nuevo. sos cognoscitivos de ci~nlíricos del pasado. proce-
Como en otros I1spectos era muy semejante al aire sos que conforme a nuestros crittrios casi ¡nvuria·
connín, se figuró que se trataba de este mismo blemente desembocaron en el error. Interpretar
pero con una cantidad de "f1ogislO" menor que el descubrimiento como acolltecimiento unitario
la normal. Era aire capaz de contener m~s flogis· tiene obvias conveniencias para la propia ciencia'
to que el aire llorma!. Por eso Prie~tley le llamó legitima las oportunas decisiones comunales QU":
al nuevo gas "aire deflogisticado", término que honran a individuos seleccionados eon el recooo-
acusa. su "incorrecta" orientación teórica. cimiento de "descubricJores". Pero ese mismo t'n
Para algo más próximo n la "verdad" se acos·
"4 LA INVESTIGACIóN LA INVFSI1GACION 95

Coque descriptivo violentará la historia si resuJta de origen terrestre o celeste. Las señales desapare-
que es típico el caso anterior. cían para Juego reaparecer. Prosiguieron las oh-
¿Fue un caso especial el proceso de reorienta- servaciones y los cálculos teóricos para verificar
ción cognoscitiva del descubrimiento del oxígeno? si las señales se originaban dentro o fuera del sis-
¿Fue consecuencia de que el oxigene es una en_ U teOla solar, para indag&r si se trataba de una fuente
tidad teórica" invisible en vez de algo observa- puntual u otra extensa, y para saber si se estaban
ble? Es importante dejar en claro que esto no fue malinterpretando efectos espurios atribuibles a los
asf. El propio Kuhn narra la historia parecida del instrumentos empleados. Antes de que se publi-
descubrimiento de planet'8 Urano, y hay varios cara algún anuncio del descubrimiento, muchos
relatos independientes de descubrimientos que ro- individuos habían participado en el proceso, con-
rroboran el de Kuhn. Por ejemplo, en un escrito tribuyendo y combinando diferentes destrezas y
en el que se discuten diversos asuntos de interés competencias.
sociológico, Woolgar (1976) describe el descubri- El descubrimiento de los pulsares fue un pro-
miento de los pulsares por los radioastrónomos. Los ceso de cambio cognoscitivo, que se inici6 dentro
puJsares son una especie de estrellas que emiten de un pequeño grupo de cientificos. Esta es la
energía en pulsaciones regulares, Y no en forma pauta tfpica. Por claras que sean las comunica.
continua como las estrellas con las que la ma- ciones de la naturale7a, no están codificadas en
yoría de nosotros estarnos familiarizados. Pudiera nuestro lenguaje: la naturaleza no se descoDe a
pensarse que ese descubrimiento fue simplemente sí misma. Somos nosotros quienes le infundimos
el primer suceso en que un radiotelescopio. ~ di- significado a sus mensajes determinando cómo de-
rigió hacia un pulsar y se detectaron las ~~Iones ben amolda rse a los conceptos y creencias vigen-
intermitentes de la señal. Pero la descnpclón de tes y basta dónde nuestros conceptos y creencias
Woolgar trastorna cualquier explicación del tipo del momento deben modificarse y extenderse para
de "acontecimiento". acomodar estos mensajes. Dicho de otro modo, no
Al estudiar varios registros, de esos en que una hay diferencia pertinente entre conceptos Uteóri-
o varias plumillas dibujan automáticamente líneas cos" y "fé.cticos" en la ciencia: ambas clases de
zigzagueantes, se observó una mancha borrosa en conceptos son in.venciones nuestras -"estrena" y
las inscripciones de una señal proveniente de un "pulsar" tanto como "flogisto" y Uoxfgeno". Y
radiotelescopio explorador. El resultado fue que de esto se desprende que "descubrir" las entidades
se siguieron tomando registros y, después de innu- correspondientes de cualquier clase entraña pro-
merables vicisitudes, se obtuvieron registros gráfi. cesos de reorientación cognoscitiva.
cos que indicaban una señal de entrada que variaba ¿Y si la naturaleza meramente confirma nues-
regularmente. Se hicieron cálculos y se iniciaron tras teorfas preexistentes? ¿Y si, cognoscitivamen-
las pesquisas para determinar si las señales eran te hablando, una comunidad se halla por entero
_________"1
96 LA INVESTIGACION LA INVESI1GACION 97

preparada para un descubrimiento desde antes de en un solo aeto o acontecimiento. Por tanto, el
que éste se efectúe? ¿No pueden ha~~ mM o empleo del término "descubrimiento" indica que
menos instantáneamente tales descubnmlC:ntos, en la validación puede cumplirse como acontecimien-
contraste con los descubrimientos imprev~stos que to único, signo inequívoco de una deficiente teo-
exigen reorientación cognoscitiva? E? realidad esta ria del conocimiento.
era la posición de Kuhn en su articulo de 1962. No hay "descubrimiento" que logre liberarse de
Demasiado conservadora. la epistemología asociada; el término está irremi-
Veamos la descripción que hace Woolgar del siblemente unido a ella. En consecuencia, la re-
descubrimiento de los pulsares. ¿Habría tenido éste comendación que hizo Kuhn hace dos décadas, de
mAs carácter de acontecimiento si hubiera estado que el descubrimiento se entienda mejor como pro-
predicho, de modo que las observaciones se hu~ie­ ceso que como acontecimiento, es indebidamente
Tan tomado como meras confinnaciones de rutina cautelosa; es preferible abandonar en defirtitiva
de la teoría existente? Seguramente se habrían el uso serio del término. Hablar de "descubri-
compilado aún series de observaciones Y cálculos; miento" es encubrir una especie de amnesia ca-
se habrían eliminado otras hipótesis; de todos mo- lectiva, inocua e incluso "funcional", que existe
dos se habría verificado el funcionamiento de los dentro de la propia ciencia, pero desastrosa si lo
aparatos. Todo esto habóa sido n~c~sario, aunque que se pretende es estudiar la ciencia (el. tam-
s610 fuera para validar el descubnmlento.. Pero el bién sección V.1).
término "descubrimiento" se emplea prectsamente
para denotar un hallazgo validado. A. las ~pecu­
laciones infundadas y a las observacIOnes tOcon- ill.2 LA ClENClA NOJlMAL
troladas o sin confinnaci6n jamás se les llama
"descubrimientos", pues carecen del co,:"pone?t~ Veamos ahora cómo describe Kuhn la investiga-
de validación. Se supone que la propia activI- ción. Su punto de enfoque es el grupo de cientí-
dad de hacer un descubrimiento indica la compro- ficos, unidos por el empleo de algún o algunos
bación de Que lo que se está descubriendo es en problemas-soluciones o paradigmas. Esta clase es-
verdad 10 q-ue es. El "descubrimiento" es una ca- pecifica de consenso es la base de la ciencia nor-
tegoría social de aprobación que denot.a el status mal, que es el modo típico de operación de una
de validez de aquello a 10 que se refIera (Bran· comunidad cientffica y asimismo el modo para el
nigan, por publicarse). Decir que algo es un des- cual la formación, ya descrita, sirve de prepa-
cubrimiento es describirlo como resultado de un ración adecuada. Con la llegada de la ciencia nor-
procedimiento que 10 registra y valid~ simultánea- mal, l1ega también la mayoría de edad de un de-
mente. Es también, como hemos Visto, supo~er tenninado campo científico, momento en que
que el procedimiento en cuestión está contemdo empieza la investigación en efecto productiva. To-
98 LA INVESTIGACIóN LA INVESTIGACIóN

das las ciencias n:conocidas han cruzado esa eS M


desarrollo, el resultado es un fracaso para el cien-
pecie de línea divisoria, y es de discutirse si las tífico. De esto debe responsabilizarse a su aparato,
disciplinas que no lo han heche aún merecen el su competencia o su suerte, pues inculpar al para-
nombre de ciencia~ (Kuhn, 1970, capítulo n). En digma sería iniciar un rompimiento con ia ciencia
todo caso la investigación científica normal y fun- normal.
dada en paradigmas es el punto de partida del La ciencia normal es, pues, el proceso de exten-
análisis de Kuhn. Debe entenderse su carácter para der y redondear el dominio de lo conocido; no
que sean captadas las repercusiones generales de busca novedades fundamentales. y. sin embargo
tal análisis. no es ni con mucho la clase de labor monótona,
Es fácil ver que la concordancia respecto de un de forzadas rutinas y vacuidad intelectual que al-
paradigma pued(' mejorar la comunicación dentro gunos comentaristas suponen. Las tareas de la
de una c"n'<t1ní .ao y, con ello, la coherencia y la ciencia normal varían enormemente y aun las má.,;:
eficiencia globales de sus investigaciones. No hay ordinarias de ellas pueden someter a dura prueba
necesidad de describir la manera como puede res- las capacidades de cualquiera. Ninguna parte de
tringir la comunicación y bloquear las opciones. la ciencia normal es tan exigente como la obser-
Pero, ¿cómo la aceptación de un paradigma indica vación y la medición de esas cantidades cuyo
problemas para la investigación? ¿Y cómo un pa- significado depende de los paradigmas. Piénsese
radigma en sí le sirve efectivamente de recurso en las gravedades específicas, los calores eSIXfCificos,
al científico? Es curioso que la respuesta resida las conductividades o los potenciales de contacto
en la insuficiencia lJercibida de un paradigma al de la física o los pesos atómicos de la química.
ser formulado y aceptado inicialmente; en su tos- Cuando la aceptación de un paradigma establece
quedad, su insatisfactoria virtud predictiva y su por primera vez la importancia de una de estas
limitado alcance, que en muchos casos puede equi- cantidades, lo común es que sólo sea conocida en
valer a una sola aplicación. Al ponerse de acuerdo unos cuantos casos, yeso de manera inexacta y
sobre un paradigma los científicos no lo aceptan poco digna de confianza. Se siente ]a necesidad
como producto terminado; en su lugar, convienen de mejorar las técnicas de medición y extenderlas
en aceptarlo como base para el trabajo futuro y en a más casos. Parte de este trabajo no pide más
tratar como ilusorias o eliminables todas sus insu- que esfuerzos modestos, al grado de que los pro-
ficiencias y defectos evidentes. Los paradigmas se pios científicos lo tienen en poca estima y esperan
~rfeccionan y ponen a punto en la ciencia nor- que sean los demás quienes lo hagan. Pero incluso
mal. Se utilizan para la invención de más proble· aquí pueden presentarse escollos intelectuales )' téc-
• • mas resueltos, extendiendo así el alcance de las nicos difíciles de sortear. Aumentar la urecisi6n
capacidades y los procedimientos científicos. Cuan-
do fallan tales intentos de perfeccionamiento y
j de una medición es problema tanto teórico como
técnico. Se tienen que tomar en cuenta todas las

1
100 LA INVESTIGACIÓN LA INVESTIGACIóN 1(>1.

posibles fuentes de error del aparato y del con-


junto de procedimientos, y en consecuencia todas
las posibles fuentes de perturbación de las condi-
ciones de medición ideales. Esto remite a una
orientación teórica hacia el medio físico -las fuer-
zas y los campos presentes en éste, las fuentes
de variaciones locales de las fuerzas y campos, la
naturaleza fundamental de los materiales de que
/"
está hecho el aparato, etc., sin que se vislumbre
un final próximo. Así, pues, aun en el nivel más
cotidiano de la ciencia normal, ]a teoría y ]a prác-
tica van de la mano y nunca cesan de aparecer
demandas intelectuales.
En el otro extremo están lo problemas que le
imponen al intelecto y a la imaginación obvias
y exorbitantes cargas. Se tienen entre éstas la cons-
trucción de nuevos problemas~soluciones por ana-
logía con los existentes o, para decirlo de otro constante, se convirtió en problema modelo al prin-
modo, la reconstrucción de los actuales problemas~ cipio de la historia de la mecánica. Galileo lo
soluciones de manera que se ajusten a la llueva estudió y asoció al movimiento de una bola que
situación. Una situación nueva tiene que recons- rueda por un plano mclinado. Reconoció que e
truirse creativamente, y por tanto percibir e como ambos casos las variables clave eran la al ra y
un problema modelo conocido: la inferencia tiene la velocidad. Supo cómo se relacionaban y tam-
que proceder por analogía de un caso concreto a bién las c~ndiciones especialmente simples que ha-
otro. Truesdell (1967) describió elegantemente esta bía en los puntos extremos del movimiento, en
clase de desarrollo con respecto a la historia de donde la velocidad era de cero y la altura alcan-
]a mecánica. Kuhn (1970, p. 190) toma su propia zaba su máximo, para luego llegar la velocidad al
ilustración del proceso del mismo contexto: exa- máximo valor al pasar por e] punto de menor al-
mina la solución al problema del movimiento del tura. Para Galileo los dos movimientos (partes a
péndulo de masa puntual y la historia de cómo fue y b de la gráfica) eran significativamente análogos.
aprovechada subsiguientemente (el. gráfica m.I). Una vez establecido, el problema modelo de!
En resumen, el movimiento de una masa con- péndulo de masa puntual sirvió de base para calcu-
centrada en un solo punto, que oscila hbremente lar los movimientos de otros péndulos, y en reali-
al extremo de una hebra ingrávida y de longitud dad de cualesquiera otros movimientos que pudie
102 LA INVESTIGACIóN LA INVESTIGACIóN 103

niD verse como pertinentemente análogos a ése; el entender y explicar esto último. El paradigma es
problema modelo se había convertido en paradig- uno de los recursos del cientifico, no una deter-
ma. Es fácil ver cómo un péndulo real hecho con minante de lo que hace. Los paradigmas no son
una cuerda ligera y una masa muy densa pued.e algoritmos. No le dicen al cientifico cómo realizar
tratarse como aproximación del péndulo de masa su investigación. Tan sólo se hallan ahí, a su al-
puntual. Huygens se valió del paradigma para de- cance, como recursos aprovechables para la in-
terminar el movimiento de cualquier péndulo real vestigación. Como decisiones judiciales admitidas,
o masa extensa oscilante (por ejemplo, una regla constituyen precedentes por ser especificados y
que oscile suspendida de uno de sus extremos). articulados (Kuhn, 1970, p. 23). No se puede
La masa extensa tuvo que descomponersr- en un deducir nada de ellos. En lugar de deducir un
gran número de masas puntuales, para que se pu- problema-solución de otro más general, o de una
dieran combinar las tendencias de todas las masm:; teoría abstracta, el científico tiene que hacer ac-
puntuales a fin de que arrojaran información so- tivamente que su problema sea visto y tratado
bre el comportamiento del todo. (el. parte e de igual que uno de los paradigmas existentes. Tiene
la gráfica.) Se reconoce este procedimiento en los que convertir 10 desconocido en un caso de 10 co-
métodos que aplican el cálculo para determinar nocido, en otro caso de rutina.
el centro de gravedad de un cuerpo, y luego s~ Agreguemos al ejemplo de Kuhn algo que ilus-
ocupan de éste como si fuera una masa puntual tre lo esencial de manera más sencilla, al costo
localizada en ese centro. Estos métodos tan diflm- de tratarse de algo hipotético y desconectado de
didas aprovechan una técnica matemática para ex~ la historia de la ciencia. Supongamos que sabemos
tender el alcance de los paradigmas basado:; en que el área de un triángulo es lh X longitud
la idealización de la masa puntual. Por últim(l, de la base X longitud de la perpendicular tra-
Kuhn hace notar la manera como Daniel Bernou- zada de la base al vértice opuesto, es decir. Ih
lli percibió la forma del paradigma en el problema X Be X AD, en la gráfica III.2a. Supongamos
no resuelto del flujo de agua a través de un orifi- también que se desconoce el área del paralelo-
cio hecho en un recipiente. Las particulas de agua gramo (de la parte b). No hay manera de que
que abandonan el orificio en un instante dado de- e) paradigma a le diga a alguien cómo resolver el
ben poseer la velocidad suficiente para alcanzar problema b. Pero mediante una construcción es
la altura que equilibre exactamente la pérdida de posible utilizar a en solución de b. Si nosotros
altura del agua dentro del recipiente en el mismo agregamos una diagonal. como en c, el paralelo-
tiempo (véase parte d en la gráfica). gramo se podrá tratar como dos triángulos y
Lo primordial de este ejemplo es que el cien- entonces calcular su área como 2 X Ih X BC
tífico debe construir afanosamente una 311alogíCl. X AD = BC X AD. Hacer la construcción fa-
entre lo conocido y lo desconocido con objeto de cilita el paso de un problema-solución a otro.
- -.JI-
104 LA INVESTIGACIóN LA INVESfIGACIóN 105

En resumen, la ciencia normal supone extender ajedrez. Por lo general tiene solución umca, pero
y perfeccionar lo conocido; pero el proceso no es ésta no se puede deducir. Son indispensables tanto
ni formal ni deductivo. Tampoco es cuestión de el conocimiento existente como el ingenio, y am-
seguir instrucciones o aplicar reglas. La ciencia hm: se obtienen por la práctica con problemas re-
normal es más bien una prueba de ingenio e ima- sueltos y el familiarizarse con los problemas.,solu-
ginación, en la cual los paradigmas se cuentan ciones existentes. El solucionador de problemas
entre los recursos culturales del científico. El éxi- experto ve los temas de los problemas modelo en
to y el fracaso se consideran convencionalmente los que trata de resolver. Toma los prime-
como indicadores de la destreza en la investiga- ros como recurso para la imaginación y los se-
ción: el primero puede aumentar la credibilidad gundos como pruebas de su conocimiento y su
de un paradigma, pero el segundo no vale en con- habilidad cognoscitiva.
tra. Kuhn combina diestramente todos estos temas En cierto sentido la analogía con los acertijos
al describir la ciencia normal como solución de pudicrn causar confusión. A veces, al completar
acertijos, y hacer una analogía con los crucigra- un acertijo ~J:.iste una indicación independiente de
mas, los rompecabezas y los problemas de ajedrez, la validez de la solución. Un rompecabezas, td
etc. (1970, p. 70-76). Considérese un problema de insertarle la pieza final, :::eñala que está completo;
la validez de la solución al cnl.dgrama es confir-
Á Á , mada por el peri6dico del día siguiente. Pero una
obra de ciencia normal no genera ningún candi-
,.;,~,. ~ /le. AV
,.;_. ? dato a problema-solución que después sea valida-
do independientemente. Si la manera de obtener
, , , , el problema modelo es aceptable comunalmente, es
r~J P~radioma lb) Probklma
eso en sí lo que constituye el fundamento para
,. , aceptarlo. La ciencia normal es al mismo tiempo
• ,, un proceso de invención y un proceso de valida-
'0%
"~'\. ,,
,, ción. Cierto es que más tarde podrá obtenerse un
problema-solución de una manera que tal vez será
",,o , Árn.BC'AD
juzgada más convincente. O se pueden realizar ex~
,
fe) Solución
, ", perimentos para luego juzgarlos y confirmar la"
predicciones indicadas por el problema-solución
(el sección n.l). O el problema modelo en sí
GRAF>C'" "'.1 El paradigmo cOmo recurso puede utilizarse como paradigma y juzgarse que
así funciona bien. Pero todos estos juicios son de
la misma clase que la referente a la aceptación
lO6 LA INVESTIGACIóN LA INVESTIGACIÓN 107

de la pieza inicial de la ciencia norma); represen- ne, como investigación basada en paradigmas. Del
tan la sabidurfa convencional de ]a tradición de mismo modo ve la educación científica de hoy en
solución de acertijos, no la evaluación indepen- día como adiestramiento en la aplicación de pro-
diente. En ]a fonna en que se acepta el paradigma blemas modelo aceptados. Y cuando pasa revista
inicial como asunto de convención, así es toda a su propia experiencia con comunidades cienti-
aplicación de él en el transcurso de la ciencia ficas tal y como existen, encuentra que éstaS no
normal. En ciencia no hay equivalente del perió- poseen nada que sea un número suficiente de re-
dico del dia siguiente: no hay base para la vali- glas y generalizaciones que den cuenta de la prác-
dación superior del juicio contingente y colectivo tica de la investigación. Además, cientificos que
de la comunidad que comparte el paradigma. trabajan muy próximos a una misma tradición de
El trabajo sociológico actual descansa exagera- investigación, a menudo son incapaces de concor-
damente en la descripción de la ciencia normal dar en cuanto a las reglas y los principios exactos
hecha por Kuhn, y da por establecido mucho de Jo que guían sus trabajos, mientras que sí pueden ci-
que ahí se dice. La mayoría de los escritores tar al instante los mismos y principales problemas-
reconoce la importancia del consenso comunal en soluciones y modelos concretos.. En consecuencia.
la investigación y el papel de la competencia y el todas las pruebas apuntan hacia la prioridad de
conocimiento recibidos de los antCGesores. Hay los paradigmas. Basta con los paradigmas como
quienes están dispuestos a ir más allá y aceptar base para la investigación; y empíricamente es ob-
que el juicio y la evaluación en la ciencia normal vio que los científicos prefieren los paradigmas a
están descritos con precisión; y quienes niegan esto las reglas (Kuhn, 1970, capílulo v).
no se ballan menos dispuestos a reconocer la Gracias al análisis de Kuhn, podremos llegar a
importancia de los asuntos de la validez plantea- una conclusión más radical, ligada estrechamente
dos por el trabajo de Kuhn. Pero la literatura con los temas tratados en el capitulo anterior. Si
sociológica tiene aún que llegar a un avenimiento la investigación se basa en reglas verbales y prin-
con la explicación de Kuhn sobre la función del cipios antes que en paradigmas, deberá estar clara
problema modelo aceptado. Consideremos por qu~ entonces la manera como los términos de las re·
Kuhn insiste tanto en los paradigmas y, en compa- glas se relacionan con la naturaleza. P~ro establ~­
ración con otros autores, se ocupa tan poco de cer esta retación es la función misma que Kuhn
las reglas verbales y las generalizaciones o de las le atribuye a los paradigmas. Si está bien encami-
leyes simbólicas. nada la intención general de la interpretación kuh-
Al principio, Kuhn justifica el hincapié que hace niana, entonces sin ejemplos concretos y, por tan-
en los paradigmas acudiendo sin rodeos a la ex- to, en física, sin paradigmas, no hay manera de
periencia. Gran parte de la historia de la ciencia entender el uso propio de los términos científicos.
~e ve paladinamente, por lo que a Kuhn concier- El modo de aplicar tales términos en casos espe-
108 LA INVESTIOAClON LA 1.NVESTlGAClON 109

dficos no se puede deducir de su presentación de semejanza Jo hace conforme a los lineamien-
abstracta en leyes y teorías (el. también la sec- tos de su comunidad; esto se indica por la forma
ción II.2). Así que no es tanto que los científicos en que resuelve problemas de rutina con los que
hayan decidido basar la investigación en paradig- él no está familiarizado por completo pero si sus
mas, como que la ciencia debe proceder con base profesores. En la investigación el científico ro-
en eUos. Los paradigmas son a conceptos como "ma- suelve problemas tomando como modelos los pro-
sa" y "fuerza" lo mismo que los casos concretos blemas resueltos existentes o los paradigmas; y así
son a conceptos como "gato" o "camisa". llegado el caso inventa relaciones de semejanza
En su obra Kubn pone de relieve muchas veces para abarcar casos nuevos. Aquí hay de por medio
esta relación de los paradigmas y los conceptos. la diferencia de que ni él ni la comunidad están
Aun así nunca se abandona del todo la noci6n familiarizados con estos casos, y debe esperar a
de q~e las reglas y los paradigmas son componen- que la comunidad acepte que su trabajo es acep-
tes aislabJes de Ja investigación. cada uno de ellos tado. En lo tocante a los propios procesos cognos-
con capacidad de guiarla independientemente. Pe~ citivos, no hay diferencia fundamental entre el
ro nunca se aclara la imposibilidad de swtituir aprendizaje y la innovación en el contexto de la
los paradigmas por reglas. Kuhn afirma tan sólo ciencia normal. Y a esto se debe precisamente que
que no seria deseable (ef. 1974, pp. 313-319). Quizá los procesos de aprendizaje descritos por Kuhn
esta posición ultraconservadora esté relacionada (véase capítulo u) sean una preparación tan efi-
con sus intereses evaluativos. Él sostiene Que los caz como adecuada para la investigación.
paradigmas son los componentes característica- En la enseñanza se exponen relaciones de se-
mente valiosos de la cultura científica. Pero si la mejanza conectando casos con casos; en la inves-
ciencia está deslindada de las demás formas via- tigación se extienden esas relaciones enlazando
bles de cultura por el uso de paradigmas en lugar casos con casos. En ambas situaciones los enlaces
de reglas. éstas deben constituir entonces una op- se hacen por analogía. Durante la formación
ción viable a los paradigmas. aprende uno a ver un problema en ténninos de
Admitiendo que los conceptos de la física de- otro conocido. y así a calcular los valores de las
~n amoldarse a la naturaleza por medio de para- variables del problema. Exactamente 10 mismo
digmas y aplicaciones particulares, se evidencia sucede en la investigación. Viendo lo desconocido
de inmediato una equivalencia reveladora entre en función de un problema modelo conocido es
enseñanza e investigación. En la enseñanza el posible hacer inferencias de tipo inductivo: las
cientifico aprende las relaciones de semejanza acep- variables de la situación desconocida se calculan
tadas por exposición sucesiva a casos o aplicacio- suponiendo que ésta debe comportarse anllloga-
nes particulares de Jos términos. Se le juzga com~ mente a la conocida. Así la ciencia procede por
petente cuando al idear posteriormente relaciones analogía e inducción; con la analogía. autorizando
110 LA INVESTIGACIóN LA INVESrIOACION 111

a esta última. En donde se percibe analogia se que se rebele a ser analizado como lo familiar en
proyecta la expectativa. En la formación los proce- forma no familiar. Además, como los científicos
sos perceptual y cognoscitivo por los que se capta a menudo manifiestan un compromiso intenso y
la analogía son socializados, hasta que en situa- exclusivo para con sus paradigmas (véase la sec-
ciones normales se proyectan analogias de confor- ción B.I), y hasta es posible que insistan en una
midad con pautas aceptables; en la investigaci6n ontología que sólo contenga entidades o procesos
estos procesos socializados proyectan analogías en paradigmáticos, es frecuente que las anomalías se
circunstancias no tan normales. vean como seres sin derecho a existir, insultos a
Si bien los científicos suponen a menudo que la doctrina ortodoxa.
sus conceptos y teorías en cierto sentido se apli- Por eso gran' parte de la ciencia normal tiende
can ya por toda la naturaleza, lo que efectiva- a centrarse en las anomalías. De ordinario la ac-
mente hacen en el curso de la investigación nOf- tividad de resolver acertijos se dirige a demostrar
mal es subordinar de manera activa fenómenos a que eso que prima facie se revela anómalo es o el
conceptos. caso por caso. La actividad de la cien- producto espurio de equipo o técnica deficiente, o
cia normal es 10 que le confiere significado a los fenómeno familiar disfrazado de otra cosa. Y de
conceptos, no es el significado inherente a los con- esta manera se logra asimilar la mayoría de las
ceptos lo que determina la actividad. Por eso cuan- anomalías. Otras, sin embargo, persisten obstina-
do Kuhn habla de la ciencia normal nos da una damente y Uegan a ser conocidas en todas partes
interpretación fini/ista de la aplicación de concep- como problemas fastidiosos. Con el tiempo, estas
tos de la clase discutida en la sección 11.3. Pero recalcitrantes anomalías se acumulan como pro-
en cierto sentido es la mejor descripción, pues re- ductos secundarios de la investigación normal. En
vela cómo los científicos, al modelar una situación algunas circunstancias generan un clima de intran-
conforme a otra, construyen, tanto como perci- quilidad, o acaso de crisis, entre los profesionales
ben, las semejanzas en cuestión. de la investigación. Y según Kuhn, la existencia de
un residuo creciente de problemas que tercamente
se resisten a ser asimilados termina por desenca-
m.3. LAs REVOLUCIONES ClENTÍFlCAS denar la generalizada sospecha de que algo anda
mal en la parte medular de la propia investiga-
El grupo de científicos capacitados para efectuar ción nonnal.
la investigación normal es al mismo tiempo un Como reacción a una crisis de esta índole suele
sensible descubridor de anomalías. Un potente darse un cambio en el carácter de la investiga-
conjunto de expectativas hace destacar cuaJquier ción. Se vuelve más aceptable la especulación.
cosa que no las confirme, cualquier acertijo que Se ensayan procedimientos e interpretaciones no-
se resista a ser solucionado, cualquier fenómeno vedosos y manifiestamente disidentes. Se desconfía

f'f-------------
112 LA INVESJ1GACION
, LA INVESIlGAClON 113

de los paradigmas, así como de las actividades


y juicios fundados en ellos. Pero no se les descar-
! contexto de la ciencia nonnnl que las product;o
Se espera que ocurran revoluciones porque éstas
ta; no hay comunidad científica que simplemente desempeñan una función esencial; son vitales para
arroje a un lado sus instrumentos y abandone la la evolución de la cultura científica. del mismo
investigación. Sólo cuando se conviene en un pa- modo que son vitales para la evolución de las ins-
radigma nuevo, como respuesta adecuada a las di- tituciones políticas (el. Kuhn, 1970. capítulo IX).
ficultades del momento y base aceptable para el Aquí, como en todas partes, Kuhn escribe como
trabajo futuro, se hacen a un lado los fundamen- funcionali~1a; y su interpretaci6n sólo será acep-
tos prevalecientes. En tal momento sucede una tada tal y como está. por quienes no le encuentran
reorganización en gran escala de la práctica y la dificultades a tal corriente.
percepción, la cual refleja los requisitos ejempli- Kuhn insiste en que las revoluciones constituyen
ficados del nuevo paradigma; análoga reconstrue- discontinuidades en la investigación y en el creci-
ción sufre la trama conceptual. Está listo el esce- miento del conocimiento. Reconstruyéndoia en
nario para que se desarrolle un nuevo acto de torno d~ una llueva realizaci6n, los científicos ne-
ciencia normal: ha ocurrido una revolución cien- van i1 efecto una transfonnaci6n verdaderamente
tf/ica. radical de su cultura, en los niveles verbal y sim-
Entre los ejemplos de revolución cientifica que bólico asf como en el nivel de los procedimientos
da Kuhn están lo que ocurrió. en la quimica. con y la percepci6n. Se modifican las relaciones de
la aceptación de la teona de la combustión basada sem~j3nza aprendidas, formándose grupos nuevos
en el oxígeno y. posteriormente, del atomismo de con lo:: casos concretos: antes de Dalton las alea-
Daltan; en la fisica, en la transición de la mecá- C'Ones eran compuestos; después de su trabajo,
nica aristotélica a la c16sica y, més tarde, con el fueron mezclas. En la mecánica anterior a Newton,
advenimiento de la mecánica cuéntica y la rela- los objetos terrestres y los celestes eran diferentes
tivista; y en la astronomía, con la aceptación del en lo fundamental; después del trabajo de éste.
sistema de Copérnico. Cita también revoluciones fueron idénticos desde el punto de vista mecánico.
"menores" como las correspondientes a los descu- La trama conceptual se reconstruye también de
brimientos de Jos rayos X y el planetd Urano (el· modo que los conceptos fjguran en diferentes le
Kuhn, 1970, capítulos VID-X). yes y ge.neralizacioncs; esto fue 10 que ocurriÓ con
En generaJ Kuhn espera encontrar que la inves- el té mino "compuesto" a resultas del trabajo de
tigación normal se vea interrumpida por episodios Dallon y con el de "masa" por consecuencia del
revolucionarios. En tiempos de revolución los cien- de Einstein. Consiguientemente, cuando examina-
tíficos reaccionan tan severamente como sea ne- rnos un campo cientffico antes y después de una
cesario para salir adelante con las anomaHas que revolución, observamos 10 que son esencialmente
se acumulan, pero sus esfuerzos son vanos en el dos estilos de vida diferentes, que mantienen dos
114 lA INVESI1GACION LA INVESTIGACiÓN 115

sistemas distintos de cultura verbal. La reconstruc- tiricas, con sus efectos relativistas explicitas, se
ción de la práctica se manifiesta en nuevos modos debió que la obra de Kuhn llegara a conocerse
de cognición, inferencia y explicación. A veces ampliamente. La ciencia normal era un fenómeno
éstos equivalen a una nueva visión del mundo, que nada llamativo, y algunos comentaristas, observan-
es transmitida autoritariamente a las nuevas gene- do las referencias del propio Kuhn a su carácter
raciones de científicos, tal y como lo fue la visión "acumulativo", se las arreglaron para reducir-
del mundo a la que vino a sustituir. la a "indagación racional", en el sentido tradicio-
Esta discontinuidad que en la práctica se presen- nal. La consecuente imagen de las revoluciones
ta en el lenguaje }' la percepción es también, subra- como grietas infranqueables que cortan la trayec-
ya Kuhn, una discontinuidad en el juicio científico. toria del progreso científico racional fue vívida
La base para evaluar presuntos conocimientos es y excitante. y suscitó gran interés. Se trataba, sin
diferente después de una revolución. La decisión embargo, de una imagen apoyada ent;:¡dmente en
de cambiar de paradigmas nunca es forzada por un esl~;,~otípo anacrónico e insostenible del desa-
las indicaciones de la lógica y el experimento solos: rrollo del conocimiento; y al desecharla el valor
en cuanto a lo formal, los paradigmas son in- del concepto de Kuhn se vuelve discutible y se
conmensurabl~s. Si bien Kuhn sostiene que un ponen de manifiesto varias debilidades en la ma·
conjunto determinado de anomalías percibidas pre- nera como está formulado.
cipita una revolución científica, y que la mayoria Pocos comentaristas negarían que las caracte-
de los científicos encuentra que estas anomalías rísticas empíricas de las revoluciones científicas
son mejor explicadas con base en el paradigma están especificadas insuficientemente en Lo. estruc-
nuevo, también considera que éstos son hecilos tura; y el no haberse hecho avances en este fren-
contingentes, de interés puramente sociopsicológí- te durante las dos décadas subsiguientes a la pu-
oo. No prueban -ni podria haber prueba- que blicación de la obra viene a sumarse a la fuerza
el nuevo paradigma sea intrínsecamente el mejor de la crítica. Las revoluciones varian desde recons-
y ni siquiera que cualquier persona razonable de trucciones monumentales que se extienden a lo
la época se verá obligada a aceptarlo como el me- largo de décadas. hasta reorientaciones cogno:sci-
jor. En último anMisis DO hay manera de clasificar tivas y de procedimientos, que se ejecutan rápIda-
los paradigmas y sus tramas conceptuales asocia- mente, tales como las supuestas. por ejemplo, por
du según su mérito intrínseco, determinado poI el descubrimiento de algún planeta. Comprenden
la lógica y el experimento solos. Tampoco es nada cambjos en la cultura común de la minoria edu-
claro en qué sentido el paradigma y la trama con- cada de Europa y modificaciones esotéricas de los
ceptual últimos serían ontológicamente superiore... problemas-soluciones aceptados de pequeños gru-
a cualquiera otro anterior. pos de profesionales muy especializados. Se defi-
A esta interpretación de las revoluciones cien- nen por 10 eeneral como operaciones de rcinstru-
______,·IA
116 lA INVFSI1GAClON LA INVESTIGACIóN 117

mentación con repercusiones imponantes para la las ciencias normal y revolucionaria 0970, capI-
práctica de la investigación, pero a veces son tra- tulo [X). Por eso los comentaristas describen su obra
tadas de modos más abstractos como cambios en como "teoría del desarroUo cientifico", y aceptan
la cosmología o en la visión del mundo. Es ine- ia consecuencia de que todo episodio de la histo-
vitable preguntarse por qué Kuhn no cortó desde ria de una ciencia establecida debe ser "normal"
un principio y corrigió esta diversidad de sentidos. o «revolucionario". Pero ésta, aun cuando sea una
La historia de cómo surgen y se efectúan las interpretación legítima, demanda demasiado de !a
revoluciones es más satisfactoria, al menos en lo de Kuhn. Uno de los méritos de su bien detallado
relativo a la claridad y coherencia. Las revolucio- tratado histórico de la revolución copemicana es
nes son las respuestas a problemas que ocurren su demostración de que Jos cambios corresoon-
d~ntro de las tradiciones de investigación, no reac- dientes a ésta no se hicieron necesarios por la acu-
ciones a perturbaciones externas. Giran en torno mulación de anomalías y la sensación de crisis. Esto
de un conglomerado de anomalías recalcitrantes. no es una inferencia; el propio Kuhn )0 comenta
Se efectúan por discusión y recurriendo a la natu- (Kuhn, 1957, el. especialmente capítulo IV). Que
raleza -aun cuando el poder de las argumenta· las revoluciones cientificas son necesarias desde
ciones y las apelaciones a Jos hechos sean más el punto de vista funcional es pretensión dificil
sociopsicológicas que lógicas, en el sentido ordi· de conciliar con la propia obra de Kuhn. para no
na~o. El interrogante consiste en si la interpre- tocar la exuberante riqueza del registro históri('.o.
tacl6n de Kuhn es precisa y suficiente, algo que Por lo demás es una pretensi6n ofensiva para la
solamente la sabiduría colectiva de los historiado- imaginación: es fácil representarse diferentes cia-
res será capaz de decidir. Por fortuna están en ses de transición de un paradigma y trama con-
buena posici.ón para hacerlo así a largo plazo, ya ceptual a otros o incluso procesos que lleven a
que Kuhn cita muchos casos de revoluciones que paradigmas optativos que coexistan alIado de otros;
se pueden considerar empíricamente. De mi pro- tampoco poseemos argumentos para sugerir que
pia lectura de las investigaciones hist6ricas actua- tales transiciones y procesos no podrían ocurrir en
les saco en conclusión que están revelando por lo realidad (el. ,también sección IV.3).
menos cuáles son las insuficiencias importantes de Por su relativa falta de interés teórico, la inter
N

la interpretación de Kuhn (el, capItulo v), aun- pretación que hace Kuhn de las revoluciones es
que, indudablemente su caracterización de los epi- menos valiosa que la de la ciencia normal. Esta
sodIOS revolucionarios seguirá siendo de utilidad última es de importancia teórica fundamental por-
en la historiografía. que describe muchas características generales de
Por .último está el asunto de la necesidad de las la cognición y la cultura que son difíciles de iroa N

revoluciones científicas. Como ya vimos, Kuhn ginar de otra manera. En la interpretación de las
satura de necesidad funcional de alternaci6n de revoluciones no hay nada de esto. En consecuen-
118 lA INVFSI1GACION LA INVESTIGACIóN 119

cia es, cuando mucho, una descripción empírica ciologfa. Como la exposición debe ser por fuerza
de episodios de la historia de la ciencia. muy breve, no haré el intento por demostrar mis
Pero las partes de La estructura que describen propios puntos de vista ni por lograr acuerdo en
las revoluciones cientificas son de interés por otra polémicas concretas. Me concentraré en cambio
razón. Sirven de motivo para discutir extensamen- en hacer patentes los caracteres generales de la li-
te los problemas de evaluación en el terreno de teratura crítica que, según yo, son los principales
la ciencia. Ahf se analizan e ilustran cuidadosa- causantes de la confusión.
mente las dificultades que se encuentran en la Buena manera de entender la orientación de los
estimación comparada de paradigmas y tramas con- epistem610gos es examinar las siete valoraciones
ceptuales distintos, de modo que se ven con sor- de Kuhn publicadas como La crítica y el desarro.-
prendente claridad las bases para una concepción llo del conocimiento [Criticism and the Growth
relativista del conocimiento. En el siguiente capi- of Knowledge, Lakatos y Musgrave, 1970]. Cinco
tulo se discutirá este componente, de carácter más de estoS! ensayos son de filósofos; dos no lo son.
abstracto, del estudio kuhniana de las revolucio- De inmediato se reconoce la diferencia sistemá-
nes científicas. ticn que hay entre los cinco y los dos. Lo que és-
tos se preguntan es si Kuhn dio una correcta
descripción empírica de la ciencia, la ciencia real
111.4. Los CRíTICOS DE KUHN tal y como la conocemos. Margaret Masterman
piensa que sí, y explica por qué es un ensayo tan
En su mayoría los comentarios críticos al trabajo útil como notable. L. Pearce WilJiams duda de
de Kuhn se deben a epistemólogos profesionales que así sea, y justifica su reserva señalando la
y son reflexiones, de ordinario negativas, sobre su falta de pruebas empíricas detalladas adecuada-
significación filosófica. Esos comentarios son muy mente para sustanciar sus premisas generales (el.
conocidos y han ejercido gran influencia en el ám- Pearce \Villiams, 1980). La documentación insu~
bilO de las ciencias sociales, en donde se le asigna ficiente de los acontecimientos de la ciencia real
gran importancia a la líteratura sobre epistemolo- preocupa al historiador Pearce Williams, de ]a
gía y en parti<;ular al llamado debate Popper-Kuhn. misma manera que las observaciones subjetivas
Toda valoración del significado sociológico de la de la ciencia real convencen a la científica Mas-
descripción de la ciencia hecha por Kuhn nevará terman. En contraste con ello ninguno de los cin-
forzosamente a evaluar este material. En lo que: co filósofos le concede gran importancia a los
sigue sugiero que el material no es en realidad hallazgos empíricos, algunos los desdeñan. El pro-
de interés sociológico fundamental y que existe pio Popper encuentra que la demanda de Pearce
confusión considerable sobre la medida en que es WiIliams de pruebas empíricas es "sorprendente
pertinente a los propósitos y objetivos de la so- y frustrante" (1970, pp. 57-58).
---------
~~- --....,;·I
120 LA INVESTIGACION LA INVESIlOACION 12t

A fin de cuentas las criticas de Jos filósofos DO mismo modo, si existe la ciencia normal, entonces
tienen ninguna base empírica. Actividades como será casi imposible demarcar la actividad cientifica,
las que Kuhn reseña existen efectivamente (el· distinguiéndola de la cotidiana. Por tanto, la cien-
Lakalos y Musgrave, 1970, pp. 25, 52). Pero tales cia norma! debe no existir. A lo que Kuhn alude
accividades no merecen el calificativo de cientffi· con ese término debe redefinine como acientífico:
cas, aun cuando así sean consideradas en el terre-
no de los hechos. La mera realidad no es más que la condición que Kuhn jt.a.ga como la normal Y pro-
un problema secundario. Los filósofos "estipulan" pia de la ciencia es tal que, de obtenerse realmente.
lo que es la ciencia Y. cuando se ven obligados a sería considerada acicntífica por Popper (Watkins,
elegir entre el uso común y sus estipulaciones, se 1970. p. 28].
aferran a éstas. Así, para un popperiano, la ciencia [Lo que Kuhn describe como ciencia normal] es un
es lo que la filosofía poppcriana asegura que es. y fenómeno que no me gusta (porque lo considero
no necesariamente 10 que se encuentra de ma- un peligro para la ciencia) mientras que a E:l evi-
nera típica en los contextos científicos aceptados. dentemente sí le gusta (porque lo considera u nor·
Si los trabajadores científicos del mundo se vol- m.I") [Popper, 1970, p. 52).
vieran (o resultaran ser) kuhnianas o baconianos.
La cruncia quizá 9Cll una debilidad biológica. pe.
se diría que habían abandonado la ciencia. nesa e inevitable, que debe mantenerse bajo el con·
La mayoría de Jos epistemólogos y todos los POI'" troJ de la critica; pero para Popper el compromiso
periaDos tienen una orientación normativa para es un crimen declarado.
con la ciencia, no una orientación naturalista. As- Kuhn piensa de otra manera fLakatos, 1970,
piran a ser moralistas. Moralizan con el término p. 92].
"ciencia" y sobre la ciencia. Tienden, pues, a leer
también a Kuhn como si ~ste fuera moralista, y Kuhn es leído, pues, como moralizador, y Cfluca-
no les gusta lo que leen. Kuhn no deslinda satis- do por abogar por cosas equivocadas. No es ésta
factoriamente la ciencia de la no ciencia. En rea· una lectura del todo equivocada. Pero no siendo
lidad su obra socava cualquier demarcación de esta epistemólogo ni sociólogo, Kuhn puede permitirse
clase, y por eso frustra la gran empresa de se- y se permite el lujo de ser simultáneamente nor-
parar la "razón" de la "sinrazón", En caso de mativo y descriptivo. En su propio ensayo incluido
que haya revoluciones cientificas, señala Lakatos, en La erílica y el desarrollo del conocimiento así
el desarrollo del conocimiento está determinado io reconoce y explica cómo relaciona estas dos di·
insuficientemente por las "reglas de la razón". Así mensiones de su pensamiento:
queda expuesto a que los "maniáticos religiosos·'
justifiquen su irracionalismo señalando la existen- La estructura de mi argumentación es simple y,
cia de ~ste en la propia ciencia (1970, p. 93). Del creo yo, irreprochable: los científicos se comportan
--..... ~- •

LA INVESTIGACION LA. INVESTIGACION 123


122

de las siguientes maneras; esos m~ de ~m~r­ confundir las imposibles (e indeseables) prescrip-
tamiento poseen (aquí entra la trona) las slg~len­ ciones de la epistemología popperiana con una ex·
tes funciones esenciales; a falta de otfa modalidad posición bien infonnada de los caracteres de la
que desempeñe funciones similares, los científicos ciencia real.
deben comportarse esencialmente tal Y como 10 ha- Por ejemplo, si bien el estudio empírico de la
cen, siempre y cuando su preocupación sea la de ciencia real es algo que la mayoría de los episte--
incrementar el saber científico (en Lakatos y Mus- mólogos popperianos tiene en poco aprecio, citan
grave, 1970, p. 237]. sin embargo esa realidad en contra de Kuhn. Crean
la impresión de que Kuhn no tan s610 es un
Es éste un moralizar de alcances mucho más mo- hombre de moral dudosa, sino que tampoco sabe
destos que el de los popperianos. Y definitivamente mucho de la ciencia real. Con todo, esta impre-
coloca el estudio empirico antes que las preocu- sión resulta de una oscilación de la orientación
paciones normativas: el conoci~iento i.odependien- prescriptiva a la descriptiva, y viceversa. Los tes-
te de la ciencia real es necesariO, no tmporta que timonios empíricos que apoyan las ideas de Kuhn
la meta final de uno sea descriptiva o normativa. se hacen aparecer improcedentes, ya que, por es-
Kuhn ~xtrae conclusiones normativas sólo después tipulación. lo que está en juego no es la ciencia
de que realiza su descripción. con bases empíri· genuina; los testimonios empíricos en favor del
cas de la manera como procede en realidad la punto de vista popperiano se citarán tal y como
cie~cia; y esto es !o que le infunde a su trabajo están.
inter¿s empírico y por Jo mismo sociológico. En Así la crítica popperiana logrará sus objetivos
gran parte de los escritos epistemo~ógicos, por otro independientemente del estado de cosas empírico.
lado, las consideraciones normativas lo saturan . A pesar de las innumerables referencias a Galilco
todo y con frecuencia se entremezclan con eXI- y Newton, Einstein y Bohr, todo lo que expresa
gencias empiricas de manera que se provocan con~ la crítica popperiana es su rechazo a la imagen
fusiones graves (e/. Law, 1975; Barnes, 1976). kuhniana de cómo debe ser la ciencia y la aseve~
La epistemología popperiana t.iene en 10 funda- ración dogmática de la imagen creada por Popper.
mental el carácter de un código moral. Carece de Es importante entender claramente. la vacuidad
interés sociolÓgico como descripción de la ciencia. empírica de tal crítica, para no llegar a una falsa
Esto en sí no es motivo para condenarla. Todo el impresión de la naturaleza de la ciencia tal y
mundo moraliza; no hay excepciones. Pero si mo- como se practica. Por desgracia, sus autores son
ralizar es deficiencia biológica inevitable, fusionar- aquí menos que útiles. No es tan sólo que aúnen
)a con la descripción es crimen flagrante. crimen la prescripción a la descripción. A veces parecen
que, a sabiendas o no, los popperianos comete~ creer que sus fantasías sobre lo que la ciencia de-
frecuentemente. Por consiguiente, es muy fácil biera ser influyen en realidad en cómo es. Le
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _1
124 LA INVESTIGACIÓN LA INVESTIGACIóN 125

proyectan al mundo el resultado de su moralizar se aplica a una historia de la ciencia "recor.struida


y lo ven como una fuerza que deja su marca en racionalmente", ¿Cómo se produce esto? La res-
la historia. !Juesta completa un círculo: se debe reescribir la
Tómese, por ejemplo, la contribución de trore historia para que concuerde con la teoría de La-
Lak.atos. en la cual se presenta una teoría filo~ katos -no importa que esto implique escribir una
sálica del desarrollo científico. El modelo de la historia falsa, ya que las mentiras serán la historia
teoría es que la ciencia crece bajo el impulso de de la ciencia tal y como debió haber sido (e!.
programas de investigación que compiten entre ]970, pp. 138 Y ss.). En estas condiciones apena!;
sí, los cuales de tiempo en tiempo sufren cambios sorprende que la teoría de Lakatos se aplique en
de problema "progresistas" o "degenerativos", La el "tercer mundo", ya que éste en realjdad está
preferencia racional de los científic~s P?.r los pr.?- proyectado para concordar con la teoría, E."i un
gramas en Jos cuales ocurren cambIos progresis- dominio platónico llamado a existir precisamente
tas" en lugar de "degenerativos" produce el pro- para darle a la epistemología popperiana algo a lo
greso científico. cual referirse.
A veces los historiadores confunden esto con Seguro en su reino platónico, la interpretación
una teoría empírica y tratan de someterla a prueba de Lakatos es inmune a los hallazgos de la histo-
con respecto a materiales históricos concretos, o ria real. De ahí que razonablemente se imagine
de compararla con interpretaciones que supuesta- uno que, si alguna pertinencia tiene, ésta no será
mente compiten con ellas, como la de Kuhn (Gay. de carácter empírico. Pero ésta no es la opinión de
1976; Frankel, 1979). Pero lo que realmente ocu- Lakatos. La historia del tercer mundo, la fals-<1
rre es que se transpone una descripción empírica historia que la fantasía de Lakatos proyecta sobre
-la de Kubn- de manera que deja de referirse cómo debió haber sido la ciencia, evidentemente
al reino de lo empírico. Para citar a Lakatos: "mi afectará 10 que existe en la ciencia real:
concepto de programa de investigación' puede in-o
terpretarse como una reconstrucción obj.etiv~ d~J In imag(ln espectacular del tercer mundo que hay
tipo de 'tercer mundo' del concepto soclOpslcolo- en 13 mente de los dcntíficos individuales -in-
gico de paradigma de Kuhn" (1970, p. 179). Las cluso en la mente de los "normales"- suele ser
teorías del "tercer mundo" se aplican al reino in- una caricatura del original; y al describir est(¡ cari-
catura sin relacionarla con el original del tercer
dependiente de las ideas, el .. 'tercer mundo' de
mundo el resullado pudiera ser la caricatura de lHM
Platón y Popper" (1970, p. 180), en el cual ocu- caricatura. No puede uno entender la historia ck
rre no el desarrollo de la ciencia real sino el desa- la ciencia sin tomar en cuenta la interacción de lo-,
rroUo de una ciencia "reconstruida racionalmen- tres mundos fLakatos, J 970, p. 1801
I te" (1970, p. 179).
La "teoría del desarrollo científico" de Lakatos Habiendo hecho una descripción de la ciencia en

I
126 LA INVESTIGACIóN LA INVESIlGACIóN 127

el "tercer mundo" que, como él reconoce, es una tonces adoptar los métodos de la "reconstrucción
reconstrucción modelada bajo los dictados de la racional" (ej. Lakatos, 1970, p. 138, y especial-
descripción hecha por Kuhn de la ciencia real, mente la nota 2). Es fascinante comparar estos
Lakatos critica a Kuhn por no hacer caso de este métodos, que abarcan tanto los extremos de la
"original del tercer mundo". Pero ni en esta con- historia Whig y ]a distorsión intencional de los
tribución ni en los últimos desarrollos de sus ideas acontecimientos, con los procedimientos propia-
muestra Lakatos cómo la referencia a tal "origi- mente históricos de Kuhn, bosquejados en el ca·
nal" puede conciliarse con la práctica de los his- pítulo I. Poca duda puede haber de que, en cuanto
toriadores respetables. los historiadores entiendan correctamente las de-
Los hallazgos empíricos no pueden obligar a mandas que hace la teoría filosófica de Lakatos,
que se tome una decisión entre Lakatos y Kuhn, perderán toda inclinación á satisfacerlas.
y los historiadores que han tratado de utilizarlos En general, los intereses normativos que suelen
para ello s6lo han logrado perder el tiempo. Cual- prevalecer entre los epistemólogos son difíciles de
quier cosa que apoye las tesis de Kuhn apoyará reconciliar con una orientación empírica hacia la
igualmente bien las de Lakatos, o no será apta ciencia. Ya ilustré este punto con un ejemplo ex-
para ingresar al reino platónico. Cualquier cosa tremo. Pocos epistemólogos son tan entusiastas
que vaya en contra de Kuhn siempre podrá ser como los de la escuela popperiana, y menos aún
reconstruida en route b.acia el reino platónico y los que se permitan un entusiasmo desbordante.
a su llegada apoyará a Lakatos. Los historiadores 1'~.) todos los epistemólogos creen, como evidente-
no pueden darle respaldo concreto a la tcoría de mente io hacen los popperianos, que hacer ciencia
Lakatos: al proponérselo estarán tratando una teo- es "participar de 10 divino", ni tampoco, sospe-
ría filosófica del reino platónico como si fuera la cho, sentirán todos ellos "reverente temor ante el
clase de teoría científica, empírica y refutable, trascendente milagro de las matemáticas y la cien-
planteada en los primeros escritos del propio Pop- cia" (Jarvie, 1979, p. 496). Hay mucho que apren·
per, antes de que se convirtiera al platonismo. La der de los epistemólogos que se hallan dispuestos
teoría de Lakatos no requiere de apoyo empírico. a que lo esotérico predomine en su pensamiento,
Aceptarla consiste sencillamente en aceptar los va- así como de aquellos que, como Quine, se las
lores de Lakatos, el platonismo que permite 111. arreglan de algún modo para afirmar sus valores
representación de éstos como un reino de ideas sin destruir la pertinencia empírica de su trabajo.
independiente, y la conjetura parapsico16gica de Aun así, todo aquel que tenga objetivos empíricos
que, al manifestarse como ideas independientes, habrá de abordar la literatura epistemológica con
sus valores interactúan con las mentes de los de~ gran cautela y hasta con desconfianza. La sociolo-
más hombres. El historiador que aplique la teorí8. gía, como la historia, se ocupa de la comprensión
de Lakatos deberá dejar de ser historiador y co- empírica de lo que en términos generales se con-
128 LA INVESTIGACIóN

sidera ciencia. Igual que Pearce WiUiams, quie~


tantu sorprendió y decepcionó a P??per, lo pn-
mero que deben preguntarse los soclOlogos acerca IV. LA EVALUACIÓN
de la obra de Kuhn es si la ciencia real es tal y
como éste 1a describe.
IV.I. OTROS PARADIGMAS

IvlUCHO se ha dicho sobre la evaluación del co-


nocimiento, ya que ésta es porción integral del
proceso de investigación y no modo de actividad!
4
1 distinto. Ya se indicaron los motivos para tratm·
,~ la evaluación como inexplicablemente simple ha-
ciendo referencia a la lógica y la experiencia. Con
todo, será útil una discusión más abstracta para
dar una estimación de lo que es posible en el
modo de evaluación de la ciencia. La estructura
servirá de base para tal discusión.
Que los juicios que se originan en el discurrir
de la ciencia normal son específicos de la cultura
y basados en convenciones es algo que se despren-
de claramente de la descripción hecha por Kuhn
(por 10 menos así debiera ser. Véase, sin embar-
go, la sección IV.3). Tales juicios son extensiones
de la costumbre, que se atiene a la doctrina acep-
tada y la afirma. Una "razón" autónoma, incon-
dicionada, cualquier cosa que esto pudiera ser, no
tiene papel que desempeñar en los juicios de esi:f!!
clase. Por tanto, si es que la "razón" tiene una
función debe ser en épocas de cambio de para-
digma, cuando hasta cierto punto se desbarata la
costumbre y es menos obvia la forma y la perti..
nencia de una reseña sociológica de la evaluación.
129
130 LA BVALUAClON LA BVALUACION 1JI
En todo caso, en los periodos revolucionarios, en est~ carácter. ~n lo que concierne a escoger pa.
que es posible decidir entre modos diferentes de radlgm~,. la lógica y la experiencia por sí solas no
actividad convencional, sería cuando aparecieran son suficientes, COmo tampoco lo son en la ciencia
juicios detc:rminados suficientemente por la lógica normal. No existe escala adecuada para ponderar
y la experiencia. Pero Kuhn demuestra que no los méritos de paradigmas diferentes; son incon-
aparecen. ni pueden aparecer, en tales épDC8.S. meosu.rables. Inclinarse a favor de un paradigma
Vale la pena hacer notar que si la u razóo" se es a fm de cuenlas expresar una preferencia por
"abriera paso" en épocas de revolución científica, una fonna de vida en lugar de otra -preferencia
este hecho provocarla una contrarreacción y arrui- que no puede explicarse racionalmente como no
Daría la explicación kuhniana de la ciencia nor- sea por medio de un argumento circular cosa
mal. La investigación en periodos de ciencia que Wittgenstein ya demostró (1953; ej. 'Kuhn,
DOODal se funda en el compromiso para con un 1970, p. 94). No obstante que la insuficiencia de la
paradigma dado; es inteligible como patrón de "razón" para escoger paradigma se entiende me-
actividad convencional apoyada por la autoridad ~r haciendo referencia a las formas de vida pre.
y los mecanismos de control social. Los paradig- ClSamente en el sentido de Wittgenstein, Kuhn
mas antagónicos presuponen modos incompatibles está preparado para examinarla de manera abs-
u optativos de actividad convencional. Caro está tracta. Está dispuesto a comparar otras tramas
que los dos conjuntos de convenciones no pueden conceptuales, otros sistemas conexos de conceptos
por si mismos brindar una base adecuada para eva- y creencias. de conformidad con la jerga de la
luarlos mutuamente. Pero si hubiere algún factor "perspectiva declarada" de las teorías cientfficas
externo, la "racionalidad" o la corazón", indefJf!"~ (ej. Stegmüller, 1976). De hecho esta parte de
diente de la convención. que pudiera servir para su análisis ha resultado ser una estrategia de ro-
evaluar las otras convenciones posibles, entonces muni~aci6n de lo más fructífera; ha IJevado la
tendría uno que preguntarse forzosamente por qué atenctón hacia el significado de su trabajo de ma-
ese factor no ingresa en el dominio de la ciencia nera que no habría conseguido su discusión, mis
normal y por qué sólo podrla operar en tiempos profunda, de la ciencia normal por si sola .
de crisis. La aceptación de que la "razón" tiene La tesis general de Kuhn en contra de la sufi-
un papel independiente pondría en tela de juiciO ciencia de la "razón" aparece en la segunda mitad
tooo el esquema kuhniana de la ciencia. Este es- de La estructura 0970, capítulos IX, X Y XII). La
quema, en su totalidad, sólo podría sostenerse si argumentación es engañosamente informal. Steg-
el razonamiento tuviera en todas partes y siempre mUllee (1976, pp. 216 Y ss.) la desecha como un
carácter convencional. "arrebato de meditación" de un incompetente en
Por fortuna, cada parte de la obra de Kuhn materia de filosofía, y sugiere que los uexpertos"
sustancia la idea de que el razonamiento posee serán capaces de taponar los "huecos de raciona-

"
132 LA BYALUACION
LA BYALUACION III
lidad" que parece revelar. Vale la pena notar, sin
embargo. que el propio StegmUller, epistemólogo podían separar en sus constituyentes por medios
profesional y vinuoso de la teoria de los conjun- mecánicos.
tos, fue absolutamente incapaz de hacerlo. Excusa La nueva teoría de Dalton describía también
su fracaso indicando que el campo en el cual es los procesos quimicos en función de partículas
experto se halla "todavia en la infancia" (1976- (átomos) y asimismo distinguía compuestos y mez-
p. 269; el. también 246). Otra manera de interpre- clas; era análoga a la teoría anterior en varios
tar este fracaso es tenerlo por signo de la solidez aspectos. Pero alinnaba además que los átomos
e importancia del "arrebato de meditación" de de cualquier elemento eran idénticos unos a otros,
Kuhn. y. que la combinación qu.fm.ica suponía la agrega-
Consideremos los argumentos de Kuhn cuando ción de los átomos de los diferentes elementos en
examina. en el campo de la química, la transición propo~o~es numéricas enteras. pequeñas y fijas.
de la teoría de la afinidad al atomismo de DaJtOD Esto Significaba que los compuestos químicos de-
(el. Kuhn, 1970, pp. 130(135). Según la leorla de bían contener siempre las mismas proporciones por
la afinidad selectiva, las diferentes sustancias man- masa de sus elementos componentes --condición
tenían su integridad por las afinidades mutuas que formalizada como la ley de Dalton de la compo.-
había entre sus partículas o corpúsculos compo- sición fija, la cual aparece todavía en los planes
nentes. En los cambios químicos ocurrían reato- de estudio de química.
modos de estas afinidades: el cobre, por ejemplo, ¿Por qué, pues, no se hizo de este significativo
se disolvería en una solución ácida de plata y punto de diferencia entre el atomismo de Daltoo
I precipitaría a ésta, porque la afinidad de los cor- y la teoría anterior de la afinidad selectiva la base

¡ púsculos del cobre por los del ácido sería mayor.


Tales cambios químicos iban acompañados por 10
general de calor, luz, efervescencia o cualquier
otra indicación del vigoroso acoplarse de los
~ra la evaluación comparada foonal? La; predic.
Clones hechas con base en estas teorfas diferían
en lo tocante a la composición de los compuestos.
¿Por qué entonces no sirvieron los resultados ex-
corpúsculos bajo las fuerzas de la afinidad. El perimentales para juzgar entre ambas?
resultado era la producción de sustancia! homogé· Tales resultados, si se hubieran utilizado rutina.
oeas, en las cuales era indiscernible la existencia riamente, sin duda habdan estado en contca de
, . independiente de los componentes de la combina· la posición de Dalton. La teona de la afinidad ef~
ción. Estas sustancias eran compue~tos químicos, bastante compatible con la experiencia tal y como
de clase diferente a las mezclas físicas producidas era conceptuada en aquel entonces. La teoría de
sin la creación de una sustancia nueva y verda- Dalton se enfrentaba a anomalfas mayores. El
deramente homogénea. A diferencia de los corn- vidrio, las aleaciones, Jos minerales y las solucio-
pL:t.:...OS, las mezclas, como la sal y la arena, se nes eran clases enteras de compuestos químicos
que se desviaban claramente de la ley de la com-
134 LA EVALUACIóN LA BVALUACION

posición fija. Y aun los resultados que "confir- de una estructura nueva y coherente. Hecho esto,
maban" la teoría de Dallan 10 hacian así tan sólo la antigua visión de la afinidad selectiva se encon-
interpretados caritativamente. ya que los diferen- tró el:! ]a misma posición desesperada en que al
tes análisis químicos nunca arrojaban resultados principio había estado el atomismo de Dalton. La
completamente idénticos. teoría de la afinidad no podfa explicar la mani-
A la llegada de la teoría de Dallan, "compues- fiesta invariabilidad de la composición de los "com-
to" era una relación de similitud, una agrupación puestos". mientras que la de Daltoo si.
de casos, que se había ido desenvolviendo a la En los casos históricos reales, a medida que sur-
par de la teoría de la afinidad. La relaci6n de ge un paradigma nuevo, ocurre concomitantemen-
semejanza y la teoría de la afinidad se habían te una transformaci6n de toda la trama concep-
construido como partes de un sistema cultural ro- tual. Lo que se tiene que evaluar son dos sistemas
herente: se les había dado formas tales que en- optativos de discurso y actividad. Se ~reconstruyc
samblaban unas con otras. Por tanto, someter a íntegramente la configuración de cada uno de eUas.
prueba el atomismo comparándolo con los casos Los términos se conectan unos con otros de ma-
de "compuesto", aceptados en ese momento, em Deras diferentes y varía también su forma de
confrontarlo con una reaUdad preorganizada y conectarse con la naturaleza. Así después de Dal-
preconcebida en los términos de la posición ad- ton el ténnino "compuesto" vino a estar definido
versaria. Presumiblemente, un hombre movido so- casi por la ley de la composición fija, ley que
lamente por la "razón" podría discutir adecuada- no había tenido papel alguno en la anterior trama
mente lo correcto de tal prueba. conceptual. Y "compuesto" abarcó ácidos, bases
Pero no hay manera de revisar la relación de y sales, diferenciándolos de aleaciones y salucio--
semejanza "compuesto" de manera que suministre nes; se conectó con la naturaleza de modo dife-
casos "neutrales" con los cuales someter a prueba rente. Aunque el signo "compuesto" siguió en
las otras posibilidades. ¿Cómo sabríamos cuái uso, había cambiado la relación de semejanza
de las innumerables revisiones de la agrupación "compuesto". Además, la nueva relación justifi-
aceptada por convención deberla tomarse como caba las nuevas leyes y generalizaciones cientHi·
"neutral"? cas, de la misma manera que la relación antigua
Lo que ocurri6 en la historia fue que la teoría habia justificado las sostenidas en su tiempo.
de Dalton ganó terreno y se tuvo que reconstruir Habrá quedado claro que ni las tramas concep-
la relación de semejanza "compuesto" para que tuales anterior y posterior a Dalton eran, en si.
concordara con aquélla. Cada vez más se utilizó incompatibles con la experiencia ni inconsistentes
la propia ley de Dalton para identificar compues- desde el punto de vista lógico. Como bases opta-
tos: aleaciones, soluciones, etc., se reclasificaron tivas para la práctica de la química, los científicos
como mezclas. Se resistematizó la cultura dentro podian asimilar los fen6menos nuevos a cualquiera
136 LA BVALUACIóN LA BVALUACIÓN 137

de ellas, de manera que conservaban su utilidad como ice Kuhn; y los intentos de traducción pue-
y coherencia respectivas. Las dos diferentes tra- den aumentar la extensión de la comunicación
mas conceptuales eran los correlatos de formas útil y permitir el intercambio de "argumentacio-
de investigación viables aunque distintas. De ahí nes persuasivas" en ales situaciones. Así, pues, es
la pre ensión de Kuhn de que nunca e pueden concebible que lo intentos de traducci6n ean de
medir concluyen emente tales opciones, una con- cierta ignilicaci6n práctica en el curso del cam-
forme a la otra, y sin más recursos que la expe- bio científico. Pero en última instancia Jo mejor
riencia y la lógica deductiva. que cualquier traducción puede lograr, aun· en
Una consecuencia de la insistencia de Kuhn en circunstancias ideales, es llegar 'a producir el co-
la manera como cambian las relaciones de simili- nocimiento pleno y adecuado de que existen dos
tud y por tanto, los "significados" en el curso de iteren es esquemas de las co as. Persiste el pro-
las revolucione ha sido un mayor interés en los oleroa de la evaluación (de a misma manera
problemas de traducción. Se piensa a veces que, que en el ejemplo anterior en donde se e pera que
si es posible sustituir sin mayor problema los. con- re le comunique al lector algo de la teoría ato-
ceptos de una trama conceptual por los de otra, o mista y algo de la teoria de la afinidad sin reso-
quizá los términos de ambas con equivalentes ex- ver an es el problema de la evaluación). Como
traídos de algún conjunto más elaborado y uni- individuo, el científico tendrá que resolver aún el
versal de conceptos, entonces podría mostrarse que asunto, tan formidable como siempre, sobre qué
existe entre ellas ulla base para la comunicación enfoque adoptar como base para sus investigacio-
correcta y (a la larga) también para la adecuada nes. Tendrá que decidir entre diferente formas
evaluación lógica. Hay razones muy fuertes para de vida científica.
afirmar que no es posible la traducci6n de esta y ara subrayar este hecho Kuhn habla del
índole (por ejemplo, es incompatible con los ar- cambio de paradigma que requiere de la "conver-
gumentos finitistas expuestos en la secci6n ll.3). sión" del científico individual, y también del cam-
Pero, aun en caso contrario, no se resolvería el bio de Gestalt: lo que se requiere de una comuni-
problema de la evaluación planteado por Kuhn. dad científica es algo parecido a la "revolución
Cuando dos grupos de científicos se han com- polí ica". Estas locuciones fueron bien elegidas
prometido con paradigmas y tramas conceptuales para hacer hincapié en la insuficiencia de la ló-
diferentes, claro está que debe haber problemas gica y la experiencia solas al decidir entre para-
de inteligibilidad que en la práctica pueden ser digmas optativos (el. Kuhn, 1970, pp. 198-204).
aminorados por los intentos de traducir los térmi- Supongamos que al hacer la intentona final r
nos de un sistema a los de otro. Los científicos eludir las consecuencias de la interpretación
con compromisos diferentes pueden encontrarse con Kuhn se busca una norma externa de evaluación.
que al principio "hablan a través del otro'\ El atomismo y la teoría de la afinidad no se 1 -
138 LA BYALUAC10N LA BYALUAC10N 139

den diferenciar satisfactoriamente por medio de a los partidarios de una posici6n y otras a los de
sus predicciones sobre los "compuestos" porque la contraria. Lejos de resolver los problemas
el término "compuesto" es interno respecto de am- de evaluación, el empleo de tales términos no
bas, aparte de que se le emplea de distintos modos hace más que crear nuevos problemas de la misma
en los dos contextos asociados. En última instan- clase. Los paradigmas y sus tramas conceptuales
eia, la traducci6n no ayuda. Pero, ¿por qué no asociadas son el cimiento sobre el cual construir
buscamos criterios que no indiquen conceptos in· el todo de la realidad, sin dejar fuera nada que sirva
ternos? ¿Por qué no, por ejemplo, comparamos de fundamento independiente para ser evaluado.
sencillamente el número de problemas resueltos Kuhn rechaza así todos los empeños de decidir
por la aplicación de cada teoda? entre atomismo y teoría de la afinidad exclusiva-
Lamentablemente, toda noción que se aduzca mente por medio de la lógica y la experiencia.
como base para la evaluación "externa" será dis- Al hacerlo aplica sus argumentos a los de quienes
cutible al ser aplicada. Lo que se considera "pro-- piensan en términos de sistemas verbales que com-
bIeroa resuelto". por ejemplo, suele ser motivo piten por explicar una masa de experiencia acep-
de disputa entre quienes profesan paradigmas di- tada sin mayor problema. Pero debemos recordar
ferentes. Para un partidario de la teoría de DaIton que, a la postre, tanto la quúnica anterior a Dal-
quizá una variación del cinco por ciento en los ton como la que lo sucedió fueron modos de ac-
análisis de la composición de un compuesto sea tividad, no sistemas verbales abstractos. Y ambos
una predicción exitosa, mientras que para un opo- modos fueron capaces de engendrar y legitimar
nente quizá esta misma variación será una anoma- distintos conjuntos de datos. No hubo masa de
lia del atomismo. Lo que el primero atribuye a "experiencia" aceptada rutinariamente; 10 que con-
error experimental e impurezas aleatorias, el se- taba como experiencia tuvo que ser determinado
gundo lo adjudicará tal vez a la naturaleza in- por hombres cuyos juicios, inferencias, percepcjo-
herente del compuesto. Dificultades parecidas se nes y sensaciones corrían el riesgo de estar con-
presentan cuando se habla de casos de refutación. dicionados por sus expectativas y objetivos. Es
Términos como "problema resuelto", "caso de evidente que a medida que se propagó el sistema
refutación" o "anomalia" no vienen acompaña- de Dalton aumentó la disposición general a acep-
dos de las instrucciones para aplicarlos con pro- tar los hallazgos "daltonianos", igual que se in·
piedad. De ahí que tampoco se puedan aplicar crementó la proporción de tales hallazgos en los
como preludio a la evaluación por medio de informes e:xperimentales. Los datos fundamentales
procedimientos formales, "puramente racionales", de los químicos seguidores de DaltoR no eran un
como los filósofos los entienden. El uso propio reino independiente, sino una construcción rela-
de tales términos puede percibirse de las maneras cionada sutilmente con su posición teórica (Kuhn,
más diversas, algunas de las cuales confortarán 1970, capítulo x).
..~>--------------,....-....; •.'
LA EVALUAClON .41
."" LA EVALUAClON
uno de ellos parte de un sistema de cultura verbal
Kuhn expresa vívidameotc estos asuntos en su Qlando se habló de la conmensurabilidad y la Ira-
úhima y más radical argumentación acerca de la ducción en la sección IV.l se introdujeron ya a!-
inconmensurabilidad de los paradigmas. Los com- gunos de los caracteres de tal sistema conexo. En
prometidos con los paradigmas contrarios, dice, esta sección llevaré adelante el amllisis concentrán-
efectúan su investigación en mundos diferentes dome en los temas de interés sociológico.
(el. Kuhn, 1970, pp. 177 Y ss.). Si "el mundo" se Siempre es posible relficar el componente verbal
refiere no al medio físico tal y como es. no perci- de una cultura considerándolo una trama concep-
bido y no expresado verbalmente, sino a la expe- tual, estructura compuesta de generalizaciones que
riencia y a la actividad, ordenada, expresada ver- enlazan conceptos de manera que forman un todo
balmente e imbuida de significado por un grupo único y sistematizado. Oerto es que algo se pierde
de hombres. cntonces no cabe duda de que es ro- al reducir así la actividad lingüística a una confi-
rrecto lo que afirma Kuhn. Me pregunto, a pesar guración verbal abstracta. Pero la reificación es
de ello. si habrá formulado su afirmación de la irresistiblemente cómoda, y bastante inocua siem-
mejor manera. El vocabulario que eligió puede su- pre y cuando no se olviden en ningún momento
gerir fácilmente una ontología radicalmente idea- sus limitaciones. La gráfica IV.1 muestra lo que se
lista. así como una negativa de la existencia de un quiere decir. Las lineas interiores y las del con-
solo medio físico compartido; pero hay en todo tomo del cuadrado representan generalizaciones;
su trabajo demasiadas referencias a una naturale- las que se proyectan hacia afuera enlazan concep-
za independiente que le prestan plausibilidad a su tos con casos. El todo de la gráfica representa la
interpretación. forma básica de cualquier trama conceptual. (Cf.
Hesse, 1974, 1980. El "modelo de red"' de Hesse
es muy parecido a lo que aquí se Dama Utrama
IV.2. TRAMAS CONCEPTUALES conceptual"'.)
¿Cuáles son las consecuencias de que existan
Los conceptos científicos se aprenden y emplean tramas conceptuales de esta índole? Una de eUas
de dos maneras: ostensivamente y como compo- es que tienen que revisarse algunas de las nocio-
nentes de leyes y generalizaciones. En los prime- nes comunes del proceso de aprendizaje. Tende-
ros capítulos sólo fue necesario considerar en de- mos a pensar en actos de aprendizaje distintos,
talle la primera manera. Pero la segunda es de cada uno de ellos relacionado con un concepto
crucial importancia. Si la ostensión exhibe casos distinto: esta definición verbal o acto de ostensión
de conceptos, la generalización transmite lo que nos enseña algo acerca de este concepto; la si·
podemos esperar en esos casos. Si la ostensión co- guiente definición o el siguiente acto nos enseña
necta los conceptos con la natureleza, la generali- algo sobre otro, y así sucesivamente. Pero tal con-
zación los conecta unos con otros y hace de cada
142 LA EVALUACION LA BVALUAClON 143

cepción atomista es impropia. Volvamos al apren- encontramos un nuevo candidato a caso, X, el


dizaje acerca de los patos y los gansos (e/. capítu- cual, como antes, tanto se asemeja como difiere
lo n) . Esta vez introduciremos generalizaciones de los casos anteriores de "pato", y que el profe-
verbales explícitas entre los dos términos (el. grá- sor anuncia autoritariamente que X es en realidad
fica IV.2, que debe imaginarse, desde luego, como un pato. Esta vez se le informa simultáneamente
parte de una trama conceptual mucho mayor, den- al aprendiz que X no es un ganso. Ahora X en sí
tro de la cual se originan muchas más generaliza- se asemeja y difiere al mismo tiempo de los casos
ciones de "pato" y "ganso"). Imaginemos que existentes de "ganso", que antes de la declaración
~1 ~ ~ ~ del profesor podría haberse adjudicado a este ani-
mal. Por tanto, al aprender algo acerca de los pa-

c,;1\, c,lGc' c,;1\, c,l1\c,


COl C2
~1
~ C02 e
C07
C03 Co3 c2 C03
e03
C0 4 e2
Co 4
CO.1
tos, se adquiere simultáneamente conocimiento
acerca de los gansos. X representa un área del
espacio perceptuaI a la cual no debe extenderse
el uso del concepto "ganso". Vemos así que el
(a! Corn:eptos aislados (Col coneclados $610 a casos ICI uso propio de los conceptos se puede aprender, y
Ce en realidad debe aprenderse, desde el exterior, por
G 12 e
así decirlo, lo mismo que desde el interior. Apren-

G Un pato nunca es ganso


PATO G Un ganso nunca es pato GANSO
----_.-:....._-------
/1\e e
/1\
e e e


C
Simbolode
la red
o G =Ger.eralizaciÓn
x (caso nuevol

X es pato (profesor)
lb) Conceptos ahO/'iJ conectados rec(procamenle por
generalizaciones verbales IGI MI como con casos
GRÁl'lCA .v 1 Aprendizaje V llama conceptual
GR,(~'CA'V' Tromas c:oocepIU.:es
-- ------------~~~---
144 LA EVALUACIO
LA BVALUACION 145

demos adónde no debe extenderse el uso de tal


o cual concepto mediante casos de aprendizaje de las bipótesis de la física teórica de ~as ~emás ~po­
otros conceptos que son reconocidos como nece- siciones en las que se funda esta ClenCl~ a f~ de
sariamente diferentes de ese concepto. No hay otra someterlas aisladamente a pruebas observaao -
manera de aprender esta información sobre los les, es perseguir una quimera. Pues la co.mpren-
confines dentro de los cuales deben desarrollarse sión y la interpretación no importa de que ~­
las relaciones de similitud. ri..mento de física entrada apegarse a un conJUOlO
Esto significa que no hay manera de adquirir total e proposiciones teóricas" (Duhem, 1954,
el conocimiento verdaderamente paso por paso. de pp. 199-2(0). De cuando en cuando .filósofos o
modo que cada paso se entienda y justifique timistas tratan de encontrar excepc10nes a es
completamente antes de darse el que sigue. El co- afi.rmación. o incluso argumentos generales. qu
nocimiento asociado con cualquier parte de una la refuten tajantemente. La única consecuenCIa de
trama conceptuaJ sólo se adquiere íntegramente tal empeño ha sido la de establecer qne la ~­
cuando se adquiere toda la trama. Las tramas con-
mación de Duhem es uno de los hallazgos mejOr
ceptuaJes, entre ellas las de las ciencias natUl'ales. fundados q~e se han producido en la filosofía
la ciencia.
poseen el carácter de sistemas hermenéuticos. Todo
lo escrito sobre tales sistemas y cómo deben en- .Es lamentable que los ejemplos de Duhem
tenderse se aplica al contexto de la ciencia. inconvenientemente técnicos. Por eso tendré que
A conclusiones semejantes se llega sobre el em- recurrir a un caso hipotético muy simple para ilus-
pleo y la evaJuación del conocimiento. El co~oci­ trar el punto. Considérese la trama conceptuaJ de
miento se aprende como un todo y de la mJSma le gráfica IV.3 e imagínese que. se ~a a som~t~r,;
manera se relaciona con la experiencia. Utilizar 'Prueba la hipótesis de "las especies sm ~t~~clonn.
un concepto es vaJorar un caso en función de toda Para. taJ fin se escoge la presunta espeCIe ganso,
una trama. Evaluar una generalización es evaluar se colectan miembros de esta especie y se les in-
la pauta total de generalizaciones que hay dentro duce a aparearse. Imaginemos que algunos de los
de la trama. No se puede aislar ninguna proposi- vástagos resultantes pre!lentan una forma que no
ción ni concepto para estudiar separadamente su estamos dispuestos a aceptar como gansos. Esto
veracidad o adecuación. Hace mucho que Duhem es. imaginemos que el experimen!o de. reproduc·
señaló esto. Tomó varias hipótesis científicas y ción rebate prima jade nuestra hipóteSIs. ~ que
demostró que en ningún caso podía evaluarse su dice Duhem es qUe los resultados del expenment
posición con respecto a la observación, o los resul- se podrán atribuir siempre a la insu~ciencia de
tados de experimentos, sin hacer referencia a con- una hipótesis diferente dentro del sIStema que
juntos totales de hipótesis conexas. Llegó a la corresponda. En la gráfica IV.3. por ejemplo~ se po.
conclusión de que "tratar de separar cada una de dría sostener que la otra generaJización -<le que
los gansos constituyen una especie- es la fuen
LA BVALUACION LA EVALUACIóN 147
146
Pero esto no es más que reiterar la aseveración
de Duhem. Se salvaría la hipótesís de que "los
gansos se reproducen sin alteración", desplazando
los problemas resultantes del experimento a las
demás hipótesis de la trama conceptual.
En resumidas cuentas, la posición de Duhem es
tan sólo una variante de la interpretación finitista
de la aplicación de conceptos, estudiada en la -sec-
ción .3. Nunca se puede comprobar concluyente-
mente una hipótesis debido a que aplicamos los
conceptos de manera discreta: depende de nosotros
co~tinuar tomando "ganso" como especie, o se~
gUlf aceptando los casos particulares como casos
genuinos de «ganso". La forma en que aplicamos
los términos, y la medida en que aceptamos las
e e e
generalizaciones, no son más que caras diferen-
GFlA~IC" IV ~ Evaluación V tramA conceptual tes de la misma moneda. Decidir cómo conectar
un concepto con la naturaleza es al mismo tiempo
decidir cómo se le debe enlazar con otros concep-
de la insuficiencia, no la hipótesis concerniente al tos. Se puede mantener un vínculo concepto-con-
comportamiento de la especie. cepto aplicando adecuadamente los conceptos a ca-
Consideremos ahora la posibilidad de evadir a sos y, a la inversa se puede mantener un vínculo
Duhem pasando a la hipótesis de que "los gansos se concepto-caso por el enlace adecuado de ese con-
reproducen sin alteración". ¿No es ésta, en aisla- cepto con los demás conceptos.
miento, impugnada por el experimento anterior? La flexibilidad y la revisabilidad de los proce-
No 10 es, porque así como en el primer caso o sos por medio de lo cuales se ligan casos a tér-
puede decirse que los gansos sean una especie, minos garaJitiza que la aseveración de Duhem se
tampoco es posible decir que los "gansos" particu- aplicará siempre. En realidad hay más que esto.
lares utilizados en el experimento sean después dI" No tan sólo, como resultado, es incapaz la realidad'
todo gansos genuinos. Cierto es que rechazar la de desmentir una hipótesis aislada; tampoco es
condición de las aves utilizadas como gansos po- capaz de indicar la existencia de la deficiencia den-
dría contar en contra de otras generalizaciones tro de todo un conjunto de hipótesis conexas.,
que contuvieran el término "gansos", por ejemplo Siempre se puede Mcer ver que toda una trama
"entre las aves, sólo los gansos comen .. er " conceptual se halla en perfecta correspondencia.

,"
148 LA BVALUACION LA EVALUACION ,..
con la experiencia, siempre y cuando la comunidad que una colección de ténninos ejemplificados em-
que la sustenta esté dispuesta unánimemente a píricamente y asociados unos con alTos de manera
hacerlo así. Hay varias maneras de evidenciar este tosca. La forma de las generalizaciones que enla-
~unlo. Quizá la más fácil sea notar que ningún zan entre si los términos puede variar enorme-
sIStema total de cultura verbal es por naturaleza. mente. Err lugar de "las aves vuelan". se puede
cerrado y completo. Siempre se pueden agregar sostener que acostumbran volar. o que probable-
nuevos conceptos y nuevas generalizaciones a la mente lo bacen, o que siempre lo hacen, o que
trama conceptual Por tanto, tan pronto como sur- por definición lo hacen, o que en realidad lo ha-
ja de ~ experiencia algo fastidioso, podrá ser juz- cen. o que por naturaleza lo hacen. Aunque su
gado siempre como una nueva clase de cosa o uso no invalida nada de lo expuesto hasta aquí,
~echo y asimilado a UD concepto nuevo. dejando vale la pena considerar brevemente los muchos
maltcrada la estructura existente. Los miembros términos calificativos que 8kibuyen probabilidad,
de una cultura siempre pueden hacer, si así lo grado de creencia. certidumbre moral, analiticidad.
dese.an, que sus generalizaciones se apliquen ex. necesidad. significación ontológica, etc.. a los diver-
c1usl~amente a los fenómenos que las confirman. sos hilos conectores de la trama conceptual.
No tienen que ser anomalías de tal cultura; sólo Para quienes se valen de eUas. utilizar los tér-
fenómenos en espera de nombre. Tal cultura pue- minos es tan sólo parte de la compleja tarea de
de ser utilizada por sus miembros como instru- representar. dentro del sistema del conocimiento.
mento, empleándola donde sea útil, no en donde el carácter de la experiencia. Pero como la expe-
sea inútil riencia no nos fuerza al empleo de tales términos,
Es tentador llegar a la conclusión de que las tenemos libertad de el(8minar su incidencia desde
tramas conceptuales de las ciencias naturales po- una perspectiva sociológica. ocupándonos de las
~en el carácter de sistemas irrefutables. Pero, en personas que aplican los términos, en vez de
rigor, esto no es correcro. La irrefutabilidad no las cosas a las cuales los aplican. Podemos pregun-
es una propiedad intrínseca de una trama. Debié- tarnos, sin deseo de criticar. por qu~ la gente
ramos limitamos a decir que los cientfficos. en emplea estos términos, a qué fines los destinan. qué
caso de que lo deseen, podrán mantener siempre tareas desempeñan. ¿Qué estrategias comunales se

~ su cultura verbal como sistema irrefutable. Pero reflejan en el empleo de un tipo de generalización
esta conclusión es suficiente para confirmar el en lugar de otro? (el- también sección V.2.)
I análisis de Kuhn de la sección precedente: en Los términos que denotan frecuencia o confia-
cuanto se acepta la conclusión. se derivan fácil- bilidad poseen clara utilidad práctica. Matizando
mente todos los intratables Cormales de evaluación generalizaciones con "a veces", "a menudo". "pro-
que él identifica. bablemente", etc., podemos ajustar la trama con-
Toda trama conceptual es. desde luego. algo más ceptual como instrumento t&Ojeo, predictivo. Ta-
150 LA EVALUACION LA BYALUACION 151

es delimitaciones están abiertas a revisión continua habría fenómeno empírico que nos obligara a re-
mientras interactuamos con el medio. Poseemos visar nuestro punto de vista: ningún fenómeno
roclividade asociativas e inductivas inherentes problemático y ajeno al vuelo sería un ave, inde-
que nos llevan a confiar más en las generaIiza~ pendientemente de su esencia real El problema
ciones que son confirmadas en el curso de aplicacio"- de asimilar tal fenómeno tendría que resolverse
nes de conceptos, rutinarias e irreflexivas, confor- en algún punto de la trama conceptual; permane-
me a los cauces e tablecidos por socialización. cería inalterada la relación entre las aves y el vuelo.
al revés, tendemo a debilitar, delimitar o evadir Al ponerse de acuerdo sobre lo que es analítico
aquellas generalizaciones que conducen a expecta- y sobre lo que no lo es, una comunidad conviene
tivas frustrantes en el curso de nuestra práctica una estrategia de aplicación de conceptos y cambio
rutinaria. Con el tiempo, el resultado tal vez sea cultural. Las generalizaciones analíticas no se to-
la tendencia a que la distnbución de los ténninos carán; las demás generalizaciones sí wdrán ser
que indican frecuencia y confiabilidad se desplace revisadas de inmediato (véase gráfica IV.4). Los
a todo 10 que le confiera el máximo de ventaja ajustes diarios de la trama conceptual, inspirados
instrumental en relación con una pauta dada de por problemas emprncos inmediatos y prácticos,
actividad y objetivos sociales. caen dentro de las generalizaciones no analíticas
Pero ¿y los demás términos que atnbuyen cer- y las subordinaciones de casos a conceptos.
tidumbre, analiticidad, necesidad. significado on-
tológico, etc., a muchas de las generalizaciones
de una trama conceptual? El empleo de estos tér-
minos puede entenderse también como asunto de
e trategia comunal. Considérese, por ejemplo, la
pretensión de que una generalización se sostiene
como cosa de definición, como tautología, 0, se-
gún el decir de alguno filósofos con el mismo
sentido, como juicio analítico. Aceptar al pre-
tensión es cOñvenir en aislar la generalización de
la experiencia. '"Las aves vuelan" es una generali-
zación que podemos sentirnos libres de modificar:
si nos topamos con algo que parece un ave pero
que no vuela, diremos implemente que se ha eles-
cubierto que después de todo sólo la mayoría de
as aves vuela. Pero por otro lado, si aceptáramos
que las aves por definición, vuelan, entonces no
152 LA eVALUACIóN LA EVALUACIóN 153

Tal sistema de dos hileras de generalizaciones también el estado de sus generalizaciones. Las afir-
puede tener gran conveniencia práctica. Por ejem- maciones empíricas de ayer tal vez sean las verda-
plo, puede facilitar la comunicación dentro de una <les analíticas de hoy, o bien los juicios analíticos
cultura dada. Al darle a ciertas generalizaciones de pasado acaso sean degradados a meras gene-
estabilidad a largo plazo, y protegiéndolas de los ranzaciones empíricas -y falsas en eso (el. Quine.
efectos del ajuste diario, sel'virán de telón de fon- 195 ).
do, de conjunto de precedentes consabidos esen- n la mstoria y en la filosofía de la ciencia es
ciales para todo discurso. Harán las veces de ro- bien sabido que las leyes científicas pueden oscilar
nodmientos importantes y compartidos que estará..11 de esa manera entre 10 empírico y lo analítico.
presentes cuando se pretenda que interactúen in- Las leyes del movimiento de ewton son los ejem-
cluso los miembros más distantes de una cultura p os típicos. La discusión que hace Kuhn de la
muy dinámica. Si todas las generalizaciones fuesen ley de la composición fija de Dalton señala otro
susceptibles de modifica-;ión y ajuste menores, se- caso. Pero a pesar de que estos ejemplos sean
ría más difícil encontrar o crear conocimientos tan familiares, y no obstante que existan traba-
antecedentes, y se exacerbarían los problemas co- jos tan bien reconocidos como el de Quine, qu
rrientes de comunicación e inteligibilidad dentr indican a importancia de tales casos, la analitici-
de una cultura. Con respecto a cuáles partes de una da no se percibe todavía como fenómeno de
trama serán estabilizadas, el asunto es de acuerdo interés sociológico. La analiticidad se continúa
comunal, y por entero contingente. tra. ando como propiedad intrínseca de las propo-
Debe hacerse hincapié en que en es a clase de siciones y no como producto de una política con-
análisis no se está suponiendo la existencia de dos tinuada. que fuera puesta en práctica por una co-
clases de generalizaciones con propiedades intrín- munidad.
secas diferentes. Se está hablando de dos clases Pasemos a otro ejemplo, el último. Considere-
extremas de poli/icas que la gente puede adoptar mos en lenguaje del platonismo, de apariencias
hacia sus generalizaciones. Las proposiciones ana- realidad, de las sombras proyectadas obre el fon-
liticas de una c munidad son, por así decirlo, aque do de la caverna y la esencia fundamental d los
Uas que tal comunidad está tratando arduamente seres. Este "modo de di curso se puede emplear
de mantener estables en un momento dado. Las casi para el mismo fin que el lenguaje de la sino-
proposiciones analíticas no son intrínsecamente más nimia y la analiticidad: puede servir para estabi-
inmunes a la experiencia ni se hallan más exen- lizar parte de una trama conceptual Pero en es (:;
tas del ajuste que las demás' son meramente aque- caso la protección de una generalización no re-
llas que una comunidad dada, por convención, está quiere de cambio en ninguna parte del sistem"
tratando como analíticas en ese momento. Al al- ni tampoco de la invención de nuevas clases
terarse la práctica de una comunidad se altera ser. El lenguaje del platonismo es susceptible de se!
LA BVALUACION LA EVALUACION

utilizado para mantener cualquier forma de c.ultura to de error, o de la presencia de otras entidades
verbal como conjunto de verdades neeesanas en desconocidas. asociadas con los electrones que se
correspondencia perfecta con cualquier clase de ex- están midiendo. Hasta puede uno ser realista con
periencia. No es sorprendente entonces que tan respecto a Jos patos y a los gansos; en realidad,
poderoso recurso lingUistica sea de lo mlls apre- quizá. debiera uno serlo. La generali~ci6n ulos
ciado en todas las culturas. patos vuelan" sobrevive a incontables contraejem4
Supongamos que dibujamos un número muy plos: los patos recién nacidos, los patos heridos,
grande de triángulos, medimos sus ~~los y de- Jos patos cansados, los patos indolentes, etc. Diría·
terminamos lo que suman en cada tnangulo. S~­ se, a manera de justificación, que el término se
pongamos también que nuestro resultado prome~lo refiere a una esencia, a un pato ideal que se ma·
es de 179.90° ± 0.01. Es improbable que pe~ta­ nifiesta en grados diversos en los casos reales; in·
mos que este resultado altere nuestra conv1CC1ón dependiente mente de lo que en realidad sean estos
de que Ja suma de los éngulos de un trián~ es casos. la generalización ulos patos vuelan" sigue
1800. Lo que se diría es que nuestros dibuJOS son siendo verdad de la naturaleza esencial de los
manifestaciones impcñectas de 10 que realmente patos.
es un triángulo. En esencia, un triángulo es una Igual que en el caso anterior, estas estrategias
forma ideal cuyos 6ngulos si ~an 180°.; y a estabilizan la trama conceptual sólo en la medida
esta forma ideal es a la que se refiere pro~)lamen­ en que las comunidades de usuarios del lenguaje
te el término utriángulo90 -todos los tn{mguIos las dirijan a tal fin. Las esencias de ayer pueden
reales son esencialmente idénticos en cuanto a que ser desechadas hoy por inexistentes o como basura
sus ángulos totalizan exactamente 1800 • Por .T8- metafísica; o se las puede conservar como ficcio-
ronamiento semejante se dirfa que el ~énnlOo nes convenientes, o como meros agregados de par-
"electrón" denota una esencia y que se apltca. pro- ticulares -en ciencia, piénsese en el nogisto. los
piamente tan sólo a partfculas cuya esencia es rayos de luz, el calor latente, los radiata (el.
idéntica, es decir, id~ntica en cuanto a las pro- Winsor, 1976), los ácidos, las bases y las saJes. Las
piedades esenciales de ".lasa y carga. Los cas;os esencias de hoy son vulnerables a tener destinos
reales medidOS' revelado mdudablemente, al ser in- similares en el futuro, según cambien las prácti-
terpretados de modo superficial, variaciones de cas comunales. No hay manera de protegerlas del
masa y carga de una particula a otra; pero estas cambio afirmando que, a diferencia de las ante·
mediciones no son más que las sombras que se ciares, éstas si se hallan presentes en la naturaleza.
proyectan sobre el fondo de la caverna, las cuaJes Tales afirmaciones son meramente pane de la
dan un indicio de la verdadera realidad, de que actividad de sostener nuestras convenciones pre·
la masa y la carga son idénticas en todos los ca- sentes, y cUas mismas cambiarán a medida que
sos. Las variaciones de las mediciones son produc~ cambien estas convenciones.

. ------
156 LA EVALUACION LA EVALUACIóN 151

En sociología el uso del lenguaje de las esencias


para estabilizar tramas conceptuales se entiende
como reificación. A un cosmos reificado, en don-
de los procesos fluctuantes se representan co~o
manifestaciones de esencias fundamentales e m~
mutables se le ve como un aparato ideo16gico y
reaccion~rio que evidentemente impone limites ob-
jetivos a las posibilidades. de cambio .y apaga las
aspiraciones humanas. A menudo se Cita la creen-
cia en una naturaleza humana esencial y funda-
mental como ejemplo de reificación.
Esto es enfocar con demasiada estrechez un ins-
trumento tan vatio o y polifacético como es el len-
guaje del esencialismo. Primero debemos preg~n­
tamos cómo trabaja el instrumento y en segUIda
cómo utilizarlo provechosamente.
El lenguaje de las esencias desconecta los con- Esl t ,wau .. cIeiaa>pI. cases Jos c:on<:epIDS o
ceptos de la relación directa con sus casos (véase pumlbl _ » fUl'9O~ enm. ellos fet. qr¡iflal 1 1

gráfica IV.5). Los casos se convierten en meras GA4FlCA IV" El realismo


apariencias, sombras sobre el fondo de la caverna,
que sólo dan indicios de las esencias que son los ne 'ones dentro de la trama de conceptos y gene-
referentes reales de los conceptos. Es posible in- ralizaciones. Se presenta la trama como intento
tercalar una anécdota para hacer que un caso se provisional por atrapar la relación que hay entre
relacione con el concepto de la manera que se oe- las esencias a las que pertenece en realidad; se
see. Toda apariencia se puede representar como ha e ver que en el mamen o presente los concep-
esencia contingencias superpuestas + errores tos tán definidos imperfectamente, mal ejempli-
de percepción: ÉSte es en verdad un soberbio r~­ ficados, y que existe la necesidad de continuar la
curso defensivo que, como el recurso de la anah- transformación hacia el sistema ideal; se conciben
ticidad, se puede utilizar para proteger generali- los casos como asignaciones falibles de cosas co
zaciones (ef. sección m.4). Pero también se puede nacidas imperfectamente a términos igualment..
emplear de la manera opuesta: desacoplar una tra- TiLal definidos.
ma conceptual de los casos puede facilitar )a tarea Así aplicado, el esencialismo puede tanto legi-
de cambiarla. Tratar los casos como apariencias timar como organizar la introducción de grandes
inconfiables legitima las reordenaciones de las co- innovaciones en las ciencias naturales. Se hi20 no-
LA EVALUACION LA EVALUACION

tar en la sección IV.l cómo la teoría atómica de si el modo de cognición esencialista (por contnt~
Dallao, en la época en que fue int~oduc¡da. pa- posición a cualquier teoría particular de las esen~
reció ser incompatible con la mayana d~ las ob- cias) no será sencillamente el modo de cognición
servaciones y los experimentos de quimlca; .Para general de cualquier comunidad humana, que pro~
quienes estaban dispuestos a. pens~r, explicita. o venga de las estructuras innatas que hay de por
implícitamente, conforme a lineamientos esencla- medio en la epigénesis de las destrezas lingüística
listas, ésa habría sido una objeción mucho menos y de inferencia. Todas las culturas tienen que or~
formidable de lo que aparentaba. Los resulta,dos ganizar un medio increíblemente complejo utili-
existentes podrían haberse exhibido como apanen- zando unos cuantos miles de símbolos. Para tal fin,
cias y los cambios de la trama conceptual, reque- todas ellas utilizan lo que equivale a estrategias
rid~ por Daltoo, habrían sido manejad?S como esencialistas, y las utilizan tanto con seguridad
avances hacia la representación de la realidad fun- como creativamente. Por otro lado, no es fácil iroa·
damental. Los casos y los resultados experimenta- ginar qué otros modos de discurso podrían sus-
les podrían haberse reasimilado a la nueva estruc· tituirlas.
tura por reinterpretación. reasignación de ~rror y Las apreciacíones actuales de los modos esen~
en algunos casos por repetición de los propIos ex- cialista y realista de hablar son indebidamente res-
perimentos. (Este relato hiP?tético es con to~a tringidas, así en las ciencias sociales como en la
probabilidad un buen bosquejo de 10 que ocurnó filosofía. En las primeras, no obstante que se re-
verdaderamente.) conoce al esencialismo como estrategia, sus posi-
No es muy grande la proporción de científicos bilidades no se aprecian cabalmente. Los metafi-
naturales que explícítamente abogue por e~ esen- sicos reiricadores están lastrados de pensamientos
cialismo. y sin embargo la forma de su diSCurso idiotizantes, que ocuJtan Jos procesos convirtién-
es casi siempre, aun cuando sólo sea de manera dolos en cosas y, consecuentemente, aJentando Ja
tácita, justamente de esta clase. y dada la gama resignación y la pasividad política. Pero es tomar
de posibilidades tanto de imponer como de ~da¡r en cuenta no más que un solo modo de uso del
tar las pautas -al mismo tiempo si es precIso- tilX> realista de habla. Y lo peor es atribuirle a las
que la forma del lenguaje. de las esen~ias pone a ideas, 10 que propiamente debiera imputárseJe a
la disposición de la comumdad de usuanos, esto no sus usuarios.
tiene nada de raro. Como cualquier otra, la co~ En rilosofía, por Jo contrario, se conoce el va-
munidad de científicos es responsable tanto del lor y la ubicuidad del esencialismo pero no se le
mantenimiento autoritario del conocimiento como analiza como estrategia. Lejos de el1o, los filó-
de su desarrollo continuo, y ambas tareas puede." sofos arguyen que, como el modo realista de ha-
marchar a la par dentro del marco de referenCia bla se halla tan difundido y es tan eficaz, partieu~
de la jerga esencialista. Es razonable preguntarse larmente en las ciencias naturales, de seguro que
160 LA EVALUACIóN LA BYALUACION 161

la naturaleza física está constituida por esencias IV.3. EVALUACIÓN y CIENCIA NOllMAL
que se ocultan detrás de las apariencias de los fe-
nómenos (el. Putnam. 1975). Este argumento de era como Kuhn explica la ciencia normal
cómo le hablamos a la naturaleza última de la rea- es una descripción fascinante y reveladora de una
lidad seria implausible en la mejor de las circuns- actividad tradicional y regida por convenciones.
tancias, pero dado nuestro conocimiento presente A veces nos anima a olvidarnos de esto. Su tesis
de la historia de la ciencia, y el destino que han de la insuficiencia de la lógica y la experiencia en
tenido esencias tales como el flogisto, el calórico épocas de cambio de paradigma puede producir
y el éter. es singulannente débil la impresión de que en otras épocas si son sufi·
Las presuntas esencias y sus varios destinos sólo cientes. En ocasiones hasta se refiere a la in-
ueden entenderse aceptando que la cultura verbal vestigación normal como "acumulativa", lo que
es un recurso de la comunidad que ]a sostiene. dentro de los alcances del sentido común es descrip-
Las esencias están entre los medios que empleamos ción bastante razonable, pero que hace evocar toda
para afinar el instmmento que es nuestra cultura clase de asociaciones equivocadas en los filósofos
verbal, de modo que asimJle y organice la infor- que tanto anhelan representar la historia de la
mación con lo que, para nosotros, es la eficiencia ciencia como "progreso raciona}". Así alentados,
máxima. Desde esta perspectiva instrumentalista, algunos de ellos argumentan que el significado
lo que cierta comunidad trata como real no es de los conceptos es estable y libre de problemas
un problema de carácter filosófico ni de ciencias en los periodos de ciencia normal, de modo que en
físicas: es un problema sociológico que supone lo tales periodos es posible la "evaluación racional".
que la comunidad tiene por las tareas de su cul- Sólo las discontinuidades de significado en épocas
tura y de qué manera estrategias realistas concre- de revolución es 10 que hace que surjan proble-
tas pueden demostrar que son conducentes a tales mas en las explicaciones filosóficas ortodoxas del
tareas. Desde luego que esto no es afirmar que juicio cientifico. (e/. mi propia sugerencia de la
no haya esencias reales que existan por debajo de sección IV.I, de que sólo en estos puntos de dis-
lo~ fenómenos naturales: afirmar eso, igual qu continuidad, en donde un modo de actividad con-
afmnar 10 opuesto, sería abandonarse a una es- vencional e!i remplazado por otro, es en donde
pecie de especulación ontológica que las investi- posiblemente se presentan los problemas para el
gaciones de la sociología nunca tendrían la espe- estudio sociológico del juicio científico.)
ranza de justificar. Scheffler (967) es un filósofo que ve la discu-
sión de los paradigmas inconmensurables corno el
aspecto perturbador de la obra de Kuhn. Trata de
eliminar el "problema" de la il\conmensurabiJida
estableciendo una relación entre los significados
162 LA EVALUACIÓN LA EVALUACIúN 163

antes y después de las revoluciones. En particular en su descripción de las revoluciones. La sustan~


busca los traslapes de referencia o extensión, pre- cia de la interpretación de Kuhn de la ciencia nor·
sumiendo equivocadamente que las revoluciones mal es finitista (e/. sección n.3, que es una refu-
cambian el sentido de los términos, pero no aque- tación mucho mejor de la tesis de Scheffler y
llo a lo cual se refieren en la naturaleza. Martin Martin. que esta breve discusión). Los científicos
(1971) reconoce que el sentido y la referencia, normales no son autómatas racionales, que utili-
la intensión y la extensión, cambian por igual con cen las palabras de acuerdo con sus significados
las revoluciones. Pero busca también las equiva- y extensiones inherentes. El uso presente deja siem-
lencias de significados, con la misma finalidad que pre que el uso futuro sea desarrollado por los pro-
Scheffler. Ambos estudiosos tratan las revolucio- pios usuarios. Precisamente por esto es que el
nes como episodios problemáticos en un desarrollo papel conrinuado de la autoridad y el control so-
histórico que, por lo demás, sigue un trayecto cial es de significación inerradicable en la ciencia
claro y definido. Se supone que la ciencía normal normal. La autoridad no puede imprimir en los
entraña evaluaciones que se conforman a las des- científicos normales las relaciones de similitud de
cripciones filosóficas tradicionales. La "amenaza" una especialidad científica, para luego abandonar-
que Kuhn plantea para la "objetividad" de la cien- los a sí mismos a fin de que, por as( decirlo, sean
cia puede eliminarse sencillamente encontrando conducidos por las consecuencias de esas relacio-
un método de aplicar la semántica extensional y nes de similitud. Una relación de similitud no pue-
métodos "lógicos" de comparación de proposicio. de funcionar como instrucción que le diga a un
nes extraídas de los bandos opuestos de una divi- autómata racional cómo conducirse. Por lo con-
sión revolucionaria. trario, es un recurso que debe ser sostenido y des-
Schefflcr y Martin han trabajado bajo el influjo arrollado por un agente humano colectivo. Éste
de un malentendido descomunal aunque excusable. es el sentido profundo en que la ciencia normal es
La obra de Kuhn no indica puntos ocasionales en una actividad social. Y ésta es la causa de que
los cuales sea inaplicable la noción de "objetivi- la interpretación objetiva que hace Kuhn de la
dad"; demuestra la absoluta improcedencia de la actividad científica cotidiana sea para la ortodoxia
noción. Todo~ los problema~ de evaluación que epistemológka una amenaza más radical que su
inquietan a los filósofos porque suponen la pre- análisis, declaradamente filosófico, de los estados
sencia de una dimensión "social" y con ello la de cosas revolucionarios.
insuficiencia de la "razón" autónoma saturan todo Considérese un ejemplo identificado por el pro-
el ámbito de la ciencia normal. El mantenimiento pio Kuhn como ciencia normal y mencionado en
y el desarrollo de los usos rutinarios es de todo el capítulo anterior. En la sección III.2 se descri-
punto tanto un fenómeno social como los cambios bió el problema resuelto del péndulo de masa pun-
de uso, radicalmente innovadores, que Kuhn cita tual, el cual se generalizó al cálculo de la velocidad
_ _ _ _ _ _----'-1
164 LA BYALUACION LA EVALUACION 16S

en el punto más bajo de su descenso de una mass el de uvelocidad" era un término que sólo se podía
sólida que oscilara o rodara. Más tarde. el cálculo referir a los sólidos. También se pudo decidir de
becho por 8emouIJi de la velocidad de flujo de otra manera que en un Hquido velocidad equival-
u;n. líquido q~e ,escapa de un recipiente por un ori~ dría a .. )o mismo" que en un sólido. Una sucesión
flclO se convirtió. por extensión de esos problemas contingente dc tales acontecimientos de uso fue
resueltos anteriores. en otra realización aceptada lo que construyó el actual concepto de '~eloci­
de la ciencia nonnal. Pero esta evaluaci6n del tre. dad", que se aplica de maneras no muy e~ldentes
bajo de Bemoulli dependió de que antes se acep- al movimiento de objetos rígidos. de liqu,~ de
tara que los liquidas tambitn pose[an velocidad ondas que ''viajan'' a través de líquldos, de resor·
de "la misma" manera que Jos sólidos. No obs- tes que vibran hacia adelante y hacia atris, de
tante que la idea ganó la aceptación necesari~ ruedas, etc. "Velocidad" es una relación de seme-
ya sea a partir de casos familiares de las veloci. janza, un cúmulo convenido de casos o apliC8~()­
dades de los sólidos extendidos a problemas en nes no idénticos (el. sección 11.4); y las aphca-
que intervenían liquidas, o viceversa, no hubo ciones se establecen a lo Jargo de un desarrollo
revolución científica. Tal avance, sin embargo. no histórico impredecible que indica la modificación
p~~e ente~derse como predeterminado por el sig. continua del significado.
m(lcado mISmo del t~nnino "velocidad" ni como El cambio de significado no ocurre solamente
inferencia deductiva de una definición de 'CVcloci- en épocas de revolución. Ocurre todo el tiempo,
dad". Suponiendo que la consideración de los li- produciendo en todo momento proble~as fo~a­
quidas fue históricamente la segunda, las nociones les de evaluación. En caso de que eXJstan epISO-
de velocidad con respecto a los llquidos deben dios tales como las revoluciones científicas. no bay
haberse desarrollado por analogía con casos y con- periodos en que ocurra una clase especial de cam-
ceptos sobrentendidos dc vclocidad en el dominio de bio cultural que genere desusados problemas for-
los sólidos. y en el momento en que los casos de la males de evaluación. Todo cambio particular que
velocidad de los liquidos se empezaron a usar para ocurra en un episodio revolucionario igualmente
enseñar el t~nnino "velocidad", éstc llegó a vincu- puede ocurrir en un periodo de. cienci~ ~~rmal,
larse sistemáticamente a la naturaleza de una ma- bien sea que se trate de un cambiO de slgmflcado,
nera reconociblemente nueva. Se babia transfor- de un cambio técnico, del surgimiento de nuevos
mado su "significado". problemas. resueltos o del establecimiento de nue~
Nótese que en este caso, cuando se habló por vas normas de juicio. Si hay algo que merezca ser
primera vez de "velocidad" de los liquidos, la ro- llamado episodio revolucionario, es el periodo ;1\
munidad científica respectiva tuvo oportunidad de que ocurren simultáneamente numerosos cambiOS
rechazar la analogía impUcita, insistiendo en que se culturales, o aquel en que los propios ci~tíficos
trataba de un uso incorrecto y sosteniendo que se ven obligados a optar por uno de vanos con·
166 LA EVALUACIóN LA BVALUAClóN 167

juntos de prácticas y creencias. El concepto de Ahora puede empezarse la aplicación rutinaria


revolución cientí.fica se presta a la narración his-- del término "verde" en un extremo de la serie y
t6rica. Para la delimitada finalidad sociológica de concluir en el otro, en donde "verde" se referirá
identificar procesos básicos del cambio cultural a amarillo. Extiéndase la serie de aplicaciones du-
es improcedente. rante un tiempo prolongado y supóngase que son
Una vez más llegamos a la conclusión de que olvidadas las aplícaciones antiguas y desligadas
la insistencia de Kuhn en la "necesidad" de las de la relación de similitud "verde", que está cons-
revoluciones científicas está fuera de lugar (e/. tituida solamente en Jos casos señalados. Ahora el
Kuhn, 1970. capítulo IX). En la ciencia normal no uso rulinario puede desplazarse de un punto a
hay nada que prohíba una clase particular de otro del espectro sin que nadie perciba ningún
desarrollo, de técnica, de problemas resueltos o cambio de significado --en realidad, en cierto sen-
de cultura verbal. No hay, pues, nada que obli- tido, sin que haya ocurrido tal cambio. Ahora la
gue a abandonar el sistema: nada que haga ne- sensación de que ha habido cambio cultural s610
cesario sustituir, en lugar de desarrollar, la prác- podrá resultar de una investigación histórica que
tica existente. Acaso la convicción de Kuhn sobre resucite tanto el uso antiguo como las entidades
la necesidad de las revoluciones provenga de una relativas a éste. Tal investigación, que retrocederá
apreciación incorrecta de lo que es posible dentro muchos años del uso rutinario, es casi seguro que
de los marcos de la ciencia normal. Vale la pena producirá una sensación de contraste, tan fuerte,
apuntar que pueden producirse grandes cambios al observar en retrospectiva la práctica idiomáti-
culturales no sólo por la acumulación de muchas ca, que se dirá que la rutina habría sufrido un
y pequeñas desviaciones de la rutina, o de exten- cambio desmesurado.
siones de esta misma, durante un tiempo dado; a Observando momentos muy separados en un lap-
igual desenlace puede llegarse f<?r la actividad so de ciencia normal puede llegarse también a la
realizada con meticulosa conformidad a la rutina. convicción de que han ocurrido gigantescos cam-
Imagínese que se toman dos colores, verde y bios culturales y de significado. A veces los his-
amarillo por ejemplo. Seguidamente se producen toriadores comentan que Jos principios del atomis-
cien tonos intermedios, en una serie que va del mo químico contemporáneo son casi exactamente
primer color al segundo. Si cualquiera de los dos los opuestos a los originales de Daltoo, y que tam-
colores adyacentes de la serie son perceptiblemen- bién ha cambiado profundamente la práctica aso-
te diferentes, entonces se preparan cien matices ciada n ese campo. La abundancia de ejemplos
intermedios más. Se continúa con este procedi- de esta índole indica que la flexibilidad y la adap-
miento hasta que ningún color sea perceptible- tabilidad de las tradiciones de investigación no tie-
mente diferente de su vecino inmediato de la nen límites. (el. también el material histórico de
serie. Edge y Mulkay, 1976.)

..r -~=~------
_ _ _ _ _ _ _--J·I
168 LA EVALUACION LA EVALUAC10N 169

El problema de las discrepancias de significado y su Genesis and Development 01 a Scienli/ic POd


se da en todos los rincones de la ciencia de la mis- (editado por primera vez en 1935). .
ma manera que en la cultura. Esto no representa El estudio de Collins de la observaCIón de ou-
menos problema en donde el uso es rutinario e das gravitacionales (1975), ,aunque. fue el p~e~
impe~sado. que en donde se desarrolla y extiende de los estudios de evaluaclón recientes, contmua
conscientemente. En consecuencia. todo cuanto figurando entre los mfls interesantes. Se ~ en
hay en la ciencia, todo acto de aplicación de entrevistas con científicos que. después de los infor-
conceptos, toda inferencia, todo juicio, es de inte- mes del registro de ondas gravitacionales en 1969.
rés sociológico. En la ciencia normal hasta los se propusieron repetir el ~er, ~xpe~ento
pasos mbs rutinarios soo interesantes. DO tan sólo y para tal objeto construyeron dispos1Uvos ~os
ro.mo símbolos de conformidad para COn procedi- para registrar esas ondas. El presunto conOClD'llen-
mlen~os o suposiciones prescritos por autoridad; to que estos científlcos estabaD; comproba~do e~
también )0 son como muestras de en qué consiste uno muy controvertido, y CoUms lo cscogJó deli-
tal conformidad e incluso como contribuciones beradamente para poder ver los hechos Umientras
para establecer en qué debe consistir dicha con- se iban formando. antes de que quedaran ·conge-
formidad. La presentación de hallazgos de rutina lados' como parte del mundo (científico) natural
como tales contribuye a sostener la sensación ge- de cualquier individuo" (1975. pp. 205-206). Se es-
neral de qué es la rutina: como acto de confor- taba de acuerdo en que la radiación gravitacional
midad social es una fonna de control social. era un fenómeno físico respetable (predicho por
. ~ pr~s de evaluación en el campo de la la tcoria de la relatividad general). que sucesos
CienCia, bien sea en periodos "nonnales" o "revo- astronómicos como los derrumbes de estrellas sobre
lucionarios", no están determinados suficientemen- sí mismas (colapsos) deblan producir grandes
te p?r I~ !ógica y el experimento solos. Tampoco cantidadeS de esa radiación, y que era posible la
son ~tehgIbJes como repercusiones lógicas de con- construcción de un detector de ondas gravitato-
vencIOnes. o normas aceptadas comunalmente. Nada rias, dadas las técnicas de investigación de que
de esto s~e ~ra entender los juicios de igualdDd actualmente se dispone. No se pensó que el de-
que Jos científicos formulan para decidir lo que tector empleado en la investigación inicial tuviera
son, rea.Jmente Jos hechos. Hay varios estudios errores de concepción serios. De 10 que en gene..
S?CIOJÓgICOS empíricos que exponen esta deficien- ral se sospechó en cuanto a Jos resultados ¡oid.a-
c~a. y revelan. que los juicios de igualdad son de- Jes fue de la intensa ruerza de las señales regIs-
CISiones contlDgentes, tomadas sobre la marcha tradas, que se manifestaban en niveles dificil~ de
Figuran entre ellos Collins (1975 y 1981). Wynn~ conciliar teóricamente con fuente ni mecantsmo
(1976). Lalour y Woolgar (1979) para no men- algunos -ya fueran reales o posibles- de produc.-
cionar al precursor a este respecto'. Ludwik Fleck ci6n del fenómeno.
170 LA EVALUACIÚN LA EVALUACIóN l7l

Quienes emprendieron la repetición del trabajo estos desacuerdos. Sugiere, por ejemplo, que el uso
inicial procedieron a construir sus propios apara- del término "repetición" se relacionó con la es-
tos para la observación de ondas gravitatorias. tructura percibida del reconocimiento y la recom-
Pero tales aparatos no fueron concebidos como pensa. El experimentador original pretendía ha-
réplicas indistinguibles del original. Los diseñado- ber repetido consistentemente sus propios resultados
res consideraron que cualquier aparato era "el Y. con el tiempo. haber mejorado sus métodos
mismo" que el original, en la medida en que am- de diversas maneras, Pero los demás científicos no
bos podían describirse como "detectores de ondas trataron su secuencia de trabajo como secuencia
gravitacionales". Pero a la vez los consideraron de repeticiones independientes del hallazgo inicial,
diferentes, típicamente Umejores" en aspectos im- aunque pudo haberse argumentado que los expe-
portantes. Podía ser un "mejor" receptor, o te- rimentos de su secuencia eran "el mismo" mAs
ner "mejor" electrónica, o "mejor" programa de obviamente que cualesquiera otros. La propia idea
computadora para procesar las entradas, o "mejor" de repetición pareció contener la noción de varia-
estadística. Estos juicios sobre la calidad fueron ción reconocida con respecto al trabajo inicial. Y
legitimados haciendo referencia a creencias cien- al producir tal variación los científicos atendieron il
tíficas establecidas sobre la naturaleza, la técnica, a sus propios repertorios de competencia y peri-
el procedimiento, etc., tal y como son aplicadas cia, "mejorando" la parte del experimento que
rutinariamente en el curso de la ciencia normal. más se prestara a sus destrezas particulares (el·
'j
Pero CoUins puso de manifiesto que había marca- Collins, 1975, pp. 210-211), Los científicos notaron
das diferencias en estos juicios, tanto con respecto que la repetición exacta, como de "copia al car- 1:
a la extensión de la igualdad y a las clasificaciones bón", o arrojaría resultados diferentes del origí·
cualitativas de los méritos de las varias reproduc- nal, y entonces no habría nada qué decir sobre I
ciones. No hubo consenso sobre cuál era el mejor qué experimento era el mejor, o bien arrojaría
de los detectores, cuáles se parecían más y ni si- resultados iguales, con lo que únicamente se lo-
quiera si todos los diferentes diseños merecían ser graría el reconocimiento al experimentador ¡ni·
considerados como "detectores", También fue cial. Seria más satisfactoria la repetición con un
asunto de controversia 10 que iba a contar como detector "mejorado", Se aseguraría que los resul-
detector: a pesar de, que se le percibía como algo tados diferentes superaban a los originales, por el
q.ue podla ser producido por la física actual. Por úl- diseño más avanzado del detector. Los resultados
timo, y que dado 10 anterior no causará sorpre- iguales, manejados convenientemente, servirian
sa, hubo evidente desacuerdo sobre el valor de para establecer los que al pri.ncipio fue~o~ dudo·
los resultados obtenidos con las varias "réplicas". sos, también debido a la mejora del diseno. Por
E:n el artículo de CoUins hay varios indicios, muy consiguiente, a los científicos les convino recalcar
cunosos, sobre el porqué de que ~e hayan dado las diferencias entre sus propios trabajos y el ex-
_____- - - - 1
172 lA EVALUACION lA EVALUAClON 173

perimento inicial Y considerar las repeticiones de gravitatoria" se convertirá en la relación de se-


los demás casi como si fueran el trabajo ori-- mejanza que conjunte todas las lecturas procesa-
ginal. das de los experimentos que sean reconocidos como
Es muy plausible el procedimiento general para hechos con "competencia". (e/. Collins, 1981. para
entender los varios juicios de similitud y diferen- una relaci6n de los últimos acontecimientos. entre
cia en este estudio de caso (el. V.2). Sólo es de ellos el logro del consenso relativo al status de
¡ lamentarse que ColJios sea incapaz -en realidad los resultados experimentales iniciales.)
ni lo intenta- de desarrollarlo y establecerlo en
detalle. Su objetivo principal, alcanzado admira-
blenlente, es demostrar que lo que cuenta como IV.4. LAS AONTnAS DE LA CIENCIA
repetición (o réplica), como 10 mismo que ya ocu-
m6 antes, no cstá determinado ni por la lógica ni Hay UDa tarea de evaluaci6n más que. los propios
por la experiencia, como tampoco es inferible de científicos encuentran que es necesano ejecutar,
los conocimientos de física o normas científicas pero que no se ha considerado basta ahor~ Lo
que gocen de aceptación en ese momento. Sacan- mismo que evaluar la investigaci6n de sí mwnos
do a la luz los juicios contradictorios de cicutí- y sus coleaas. tienen que definir quimes son. tales
f~~s sumamente competentes, juicios que no se colegas. Conjuntamente con el resto de la SOCJedad,
h~ll1t~ . a explicar por referencia a errores, pre- deben decidir qué es un campo científico y qué es
disposiCiones o supc:ñicialidad, Collins muestra 10 un campo pseudocientífico, qué es un argumento
erróneo que es hablar de las "consecuencias" del científico propiamente dicho y qué no lo es. sobre
conocimiento presente. Diferentes científicos infi- qué puede pronunciarse la ciencia y sobre qué no.
rieron cosas diferentes y conflictivas del conoci~ y tales decisiones se relacionan con asuntos de
miento prevaleciente. Los conocimientos vigentes gran importancia: a qué experto ha de creérsele. a
de física no sirvieron para decirle a los científicos qu~ instituciones se les prest~á crédito•. en d6nde
qué era y qué no era un detector de ondas gra- reside la autoridad cognOSCitiva, y 61tlmamente.
vitatorias. Los científicos tuvieron que desarrollar en qué clase de sociedad vamos a vivir.
por si mismos la acepción. Colectivamente tu- Si dentro de la ciencia la evaluación se da ne--
vieron que buscar el acuerdo sobre lo que debía cesaríamente por la interpretaci6n activa de las
Ilam~rs~ "detector de ondas gravitatorias" y, por convenciones, entonces así deberá ser tambi~n la
conslgUle~te, qué debería significar el decir que evaluaci6n de 10 que se considera ciencia. La linea
un expenmento de deteceión de ondas gravitato- fronteriza entre lo científico y 10 acientífico debe
rias estaba bien hecho. Cuando Collins tenninó ser en si una convenci6n. resultante de procesos
de escribir su articulo aún no se había llegado a sociales. De ahí que entender por dónde pasa. real-
tal acuerdo. Cuando se logre el consenso, "onda mente esta frontera exija. no que se formule un
174 LA BYALUAC10N LA EVALUACIóN

princIpio de demarcación, sino el estudio empí- como legítima disciplina científica. Para tal fin,
rico de los problemas sociales por los que se ma- operaron tanto como les fue posible de la misma
terializa y sostiene la frontera. manera que los representantes ortodoxos del pa-
Se dispone ahora de una gran cantidad de ma- pel de cienUfico, y pretendieron que sus trabajos
terial de investigación que se concentra en el man- fueran publicados en revistas científicas acepta-
tenimiento de la frontera en tomo de la subcultura das. A su vez esto exigía que su legitimidad fuese
de la ciencia (el. Wallace, 1979; Collins y Pinch, reconocida por quienes trabajan en los campos
por publicarse). Los procesos en cuestión no di- científicos respetables y unánimemente aceptados,
fieren de los que por regla general se encuentran asunto que result6 nada fácil de lograr. El escep-
al demarcar subculturas. Sin embargo, por la im· ticismo de gran. número de científicos ortodoxos
portancia de esta frontera en particular, será tan ocasionó una controversia sobre la categoría cien-
alarmante como saludable mostrar cómo se man- tífica de la parapsicología.
tiene en realidad. El material adecuado está en El primer lance de los parapsic610gos hacia la
un estudio reciente de la parapsicologia. efectuado legitimación de su actividad consisti6 en presentar
por CoUin, y Pineh (1979). lo que consideraron sus credenciales metodol6gi-
Se consideran fenómenos paranonnales aquellos cas impecables. Los fenómenos de los que se
que son físicamente imposibles de acuerdo con la ocupaban eran dudosos, sí; pero su trabajo incor-
opinión científica aceptada generalmente. Los fe- poraba todos los caracteres del "método cientí-
nómenos parapsicológicos son, pues, aquellos que fico". Utilizaron técnicas estadísticas adecuadas,
requieren de ser explicados en términos de la por medio de aparatos electrónicos avanzados que
percepci6n extrasensorial (PES) y otras nociones generaban números aleatorios para emplearlos en
análogas. Importante clase de tales fen6menos es sus experimentos, aplicaban métodos "doble a cie-
la que se obtiene al pedírsele a los sujetos que gas" y otros análogos para eliminar la interferen-
adivinen el resultado de acontecimientos de los cia del experimentador. "Parece probable que la
cuales no tienen conocimiento. Se han presentado mejor parapsicología moderna comprende algunos
pruebas de que unos cuantos individuos pueden de los trabajos que se realizan en el ámbito de la
adivinar correctamente en tales situaciones en un ciencia más rigurosamente controlados y más re-
grado que no se ajusta a la hipótesis de la variaci6n finados en cuanto a metodología" (Collins y
aleatoria. La parapsicología es el campo relativo Pineh, 1979, pp. 243-244).
a tales fenómenos y su naturaleza: ser parapsicó- Pero a pesar de esto muchos científicos ortQ-
logo es por lo menos tomar en serio la posibilidad doxos mantuvieron su actitud de negar a la para·
de que existan estos fenómenos. . psicología la categoría de actividad científica ge-
Collins y Pinch describen cómo algunos parapsi- nuina. Collins y Pinch dan una lista de los motivos
c610gos trataron de que su campo fuera reconocido expuestos por estos científicos para fundar su ne·

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176 LA BVALUACIÓN LA BVALUACIÓN 177

gativa. Son de dos clases: los que nunca se ha vocaron se revelan como medidas especiales toma-
aducido al evaluar las disciplinas aceptadas y los das para una tarea de demolición específica. Es
que emplean el conocimiento de las disciplinas imposible darles el crédito de razones universales
aceptadas como criterio de referencia. Dentro de que sean empleadas reeurrentemente para el juicio
la primera clase están las afirmaciones de que la científico. Si las propiedades formales de las legi-
parapsicología es trivial, carente de interés y con timaciones tuvieran importancia real, éstas segura-
débil desarrollo teórico. En este caso los cientíti- mente habrían trabajado en contra de su propia
cos también se han sentido en libertad de citar causa.
"prejuicios" como la causa de sus reservas y de Es útiJ hacer ver lo poco convincente de la re-
señalar la posibilidad de que todos los inciertos tórica y lo superficial del discurso que acompaña-
resultados que se obtienen dentro del campo en ron a la tarea de trazar frontera tan importante
cuesti6n son fraudulentos. En la segunda clase como es la que separa la ciencia de la pseudocien-
están las afirmaciones de que, so pena de violar cia. No debe considerarse atípico el ejemplo. Muy
la "navaja de Oeeamn , antes de que se postule la por el contrario, lo probable es que sea lo co-
PES deben eliminarse concluyentemente todos los mún, al menos en cuanto a lo que ocurre cuan
posibles y existentes mecanismos naturales. Luego el establishment científico interviene en procesos de
están las pretensiones, más simples, de que la PES trazo de fronteras. Quienes trabajan en el campo
contradice a la ciencia existente y por tanto a la de las cienoias naturales no son, en conjunto, ni
"lógica" o, de la misma manera, que la PES no consumados casuistas ni penoDas que ientan gran
forma parte de la ciencia existente y, en conse- aprecio por las explicaciones verbales. Sus defi-
cuencia, tampoco forma parte de la "experiencia". ciencias en estos aspectos ya se mencionaron antes
He aquÍ, pues, una relación de las "negociacio- (Grazia, 1966).
nes" que tuvieron lugar al establecerse la frontera El ejemplo irve también, sin embargo, para
de la ciencia en torno a un sector particular de evelar lo trival de estas insuficiencias. Después de
nuestro terreno cultural. Y asombra no tan s6lo asistir a cursos intensivos de 16gica y retórica,
la insuficiencia sino también la franca negligen- nuestros expertos del establishment acaso mostra-
cia de los argumentos, particularmente de los que ran mayor competencia en el arte de la legitima-
corresponden al bando del stablishment. No es- ción y ocultar con más eficacia la base contingente
tando dispuesta a aceptar las pretensiones de los de sus juicios. Pero no serían capaces de cambiar
parapsicólogos, la ortodoxia debiera haber presen- el carácter básico de lo propios juicio , ni de las
tado legitimaciones más refinadas para rechazar- legitimaciones invocadas para fundamentarlos. De-
las. Los argumentos que realmente se esgrimieron terminar, con respecto a la ciencia, la posición
en contra de la egitimaci6n fueron un alegato de la parapsicología, con u' inocencia metodoló-
especial y demasiado obvio. Las normas que in- gica y culpa teórica" (Alli on, 1979, p. 2 8)
178 LA EVALUACION LA EVALUACIóN 179

seguma exigiendo algo más que la "razón"; y la "ología" en cuestión. Recurrir a los epistem6-
cualesquiera legitimaciones por el estilo de una lagos tampoco ayudarfa a hacer la evaluación,
evaluación inducida serían en consecuencia de la ya que la epistemología no es una emanación de la
clase ya considerada (e/. también la extensa dis~ "razón", sino que se compone de doctrinas y nor-
cusión de Collins y Pincho por publicarse). mas que también tienen que ser evaluadas. No
Desde el punto de vista sociológico, hay poco queda uno más exento de la evaluación clamando
más que decir de este ejemplo, o de las fronteras que es racional, que clamando que se es científico.
de la ciencia en general. La frontera es una con- En última instancia. una comunidad evalúa to-
vención: rodea un conglomerado finito de casos das sus autoridades cognoscitivas en relación con
concretos de ciencia, sin indicar que haya una su manera de vida total, no por referencia a un
esencia companida por éstos; los casos son el re· conjunto específico de normas verbales. Indudable-
sultado acumulado de un proceso histórico de mente, esta es la manera como el stablifhment
negociación. Todo intento por expulsar casos del científíco evalúa realmente la parapsicología. Y si
conglomerado, o por añadirle casos antes rechaza- los sociólogos procuran separar siempre la compe~
dos, es emplear el término "ciencia" en sentido tencia propia de la idiotez institucionalizada, en su
evaluativo, y participar en el proceso de trazo de propio campo o en cualquier otro, estará al al-
fronteras que, como observadores sociológicos, cance de ellos la misma base para emitir juicios.
debemos estar describiendo.
Los epistemólogos dicen a veces que rechazar
toda definición estipulativa de ciencia es quedar
inerme ante los grupos de incompetentes que oca-
sionalmente deciden constituirse a sí mismos en
una ciencia. Todo lo que estos incompetentes tie-
nen que hacer es, se dice, conformarse a cualquier
colección de rutinas imbéciles que elijan, ponerse
el nombre de "xologistas", y publicar articulos
donde se citen unos a otros servilmente y hagan
hincapié en lo terriblemente científicos que son; en
este punto deberá. reconocerse, a falta de una de-
finición estipulativa, que la "xología" es una cien~
cia o una especialidad científica.
En la práctica, sin embargo, las comunidades
sí evalúan una "ología" sin referencia a ninguna
otra, y a menudo le niegan cualquier posición a

.'
~

"
____________-1·
lENDENCIAS JlECIEN1'E5 1&1

lógi~ me arriesgaré a describir someramente al-


gunos de sus temas y a comentar su significación
en el contexto presente. Para ilustrar mi exposi-
V. TENDENCIAS RECIENTES ción, emplearé el escrito de Pannek.oek. sobre "El
descubrimienlo de Neptuno" (1953). Al elegir este
, estudio. pensé ante todo en su mérito y adaptabi-
V. L LA ETNOMEroOOLOOfA lidad inherentes, así como en su relación con el aná-
lisis del descubrimiento hecho en la sección m.1.
EN ESTE capitulo final examinar¿ algunas tenden. y mi elección resultó ser afortunada por partida
cias recientes en la sociología del conocimiento doble: ahora hay la esperanza de que cuando sean
científico, y terminaré relacionando sus problemas leídas esta!; palabras estará publicado un admira-
y hallazgos con los asuntos generales del desarro- ble y completo estudio etnometodológico del des-
llo de la teoría sociológica. Reaparecerén algunos cubrimiento científico (Brannigan. por publicarse;
de los temas ya tratados, servirán para Uevar ade- el. también Brannigan. 1979).
Jante la exposición y hasta cierto punto de reca- A fines del siglo XVIII se "descubrió" el planeta
pitulació~. Nótese, sin ~mbargo, que Jo 'que sigue Urano y su órbita fue estudiada detalJadamente.
no es. DI uJ?a exploración de la investigación ac- Pero se encontró que, después de tomar en con-
tual ni un Intento por evaluar la importancia de sideración todas las perturbaciones conocidas. la
la obra de Kuhn en dicha investigación. Me limito órbita seguía desviándose sistemáticamente más de
a bosquejar algunas ideas y temas interesantes y a lo esperado: variaba en una cantidad muy pequeña
explorar cómo podrían armonizarse entre sí. pero significativa respecto de las predicciones de
. ~ primer lugar. siendo la ciencia una forma la mecánica clásica. Así nació la idea de que había
tlplca de cultura, los procedimientos etnometodo- otro planeta (aún desconocido) que giraba en tor-
lógicos debe~ aplicarse a ella tan bien, o tan mal, no del Sol a una distancia mayor que la del propio
como se aphcan en ol.ras partes. No porto tarjeta Urano, y afectaba el movimiento de ¿ste. En el
de elnometodólogo 01 pretendo estar calificado decenio de 1840 dos astrónomos teóricos, Adams
para ~velar los .~islerios de esta disciplina. Estoy de IngJaterra y Lcverrier de Francia, calcularon la
conSCiente tamblen de la gran variedad de pun- órbita del planeta desconocido asi como su posi-
tos de vista que hay dentro de este campo así ción en aquel momento. Y en 1846, en Berlín, las
c?mo de la imposibilidad de describirlo a satisfac- indicaciones de Leverrier sirvieron para confirmar
cIón de todos sus practicantes. Sin embargo como que era posible observar un objeto celeste con
la etnometodología constituye una de las ¡endeo- todas las características de un planeta a un grado
cias más importantes de (o para) la teoria socio- de la posición predicha. Se trataba de Neptuno.
y su descubrimiento fue, se dijo, un triunfo no-
180
182 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 183

table de las leyes de la mecánica, por medio de


las cuales se había deducido la existencia del pla- so'
neta y calculado su órbita.
Pero a medida que se obtenían más detalles de
la órbita de Neptuno, el status preciso del descu-
brimiento de 1846 empezó a presentar problemas.
Divergían las órbitas "real" y la "predicba", al
grado de que se puso en duda si efectivamente
la una podía considerarse como predicción de la
otra (e/. gráfica V.I). El astrónomo norteamerica- 270·'--l:JP=---+==-----....1f------'<f---+---+-+-+--9O"
no Peirce negó que se hubiera hecho el descubri-
miento: "Neptuno no es el planeta cuya órbita fue
calculada por Leverrier y Adams sino otro dife-
rente, que por casualidad estaba en la misma re-
gión" (Pannekoek, 1953, p. 134). Peirce, con otro
astrónomo norteamericano, Walker mostró cómo
las suposiciones contenidas en los cálculos de
Adams y Leverrier daban lugar a una particular
O'
solución de la órbita; el movimiento de Neptuno "Urano V eptuno. SUs posiciones en 1690, 1720, 1750. 1790.
representaba otra solucjón. Si Adams y Leverrier 1800, ete.. V líneas Que unen dlc/las pOS!Clones. La de afuera es la
hubieran supuesto un tamafio menor para a órbi- segunda órbita calculada por Leveoier (agosto de 1846) con las
poSIciones en los m' mas instilnl!$, Se ve que las posiciones cal-
ta y una masa más pequeña para el planeta, ha- culadas V las verdadel'ilS de epluno son muy parecidas entre 1BOO
brían obtenido una solución mucho más próxima y 1850, pero muy diferentes durante lodo el siglo XVIII':
FUéNTE : Pannekoek (1953).
a la órbita "real".
En Europa, con todo, Leverrier y Adams siguie- GRÁFICAV,l Las órbitas de Urano y Neptuno
ron siendo honrados como descubridores de Nep-
tuno y el propio descubrimiento se siguió consi-
derando un caso del poder predictivo de las leyes plicaciones defendibles y sin problemas lógicos ni
científicas. o era ésta una posición difícil de de- emánticos, los científico recurrieron a ambas.
fender: se había predicho la existencia de un pla- Pero, ¿cuál es ]a correcta? ¿Leverrier y Adams
neta próximo a cierto punto; cerca de ese punto descubrieron o no descubrieron Neptuno? Estos
se había encontrado un planeta; nunca hay cálcu- interrogantes nos invitan a tomar partido en el
]0 ni predicción perfectos. asunto. Y, de de luego, es perfectamente posible
En aquel entonces había por lo menos os eli- hacerlo y luego inventar argumentos a favor de
184 TENDE ClAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 185

la posición que escojamos. En este caso estaremos cubrimiento. Del mismo modo, en cuanto al
haciendo, ni más ni menos, lo mismo que hicieron descubrimiento en general, el interrogante etnome-
los científicos en la situación real del ejemplo. Si todológico es siempre el de cómo la gente logra
somos capaces de reconocer que los "datos" (por mostrar las cosas como descubrimientos, y la res-
ejemplo, los de la gráfica V.I) por su naturaleza puesta se obtiene siempre atendiendo a los méto-
misma no están inclinados a favor de ninguna de dos de explicación empleados. La técnica general
las explicaciones antagónicas dadas por los cientí- de la etnometodología e la de explorar, con res-
fico, debemos ser capaces también de reconocer pecto a cualquier término, los métodos de expli-
que cualquier interpretación que prefiramos no cación que emplea la gente para hacer visibles las
tendrá staJus especial en relación con esos "da- cosas como casos de tal término. De ahí que la
tos'. uestras preferencias serán asunto de cómo etnometodología pueda verse como la forma más
omo nosotros, más que de cómo es la realidad. extrema de nominaljsmo que actualmente se pro-
Los etnometod610gos efectúan más vigorosa y fesa en las ciencias sociales. (Y bastaría con que
radicalmente este desplazamiento de la percepción los sociólogos utilizaran los términos como lo hace
de la naturaleza a la persona. Sus métodos de la mayoría de los demás académicos para que
investigación se concentran exclusivamente en el resultara ser también la forma más extrema de
discurso y la comunicación. En este caso, por ejem- positivi mo.)
plo, los acontecimientos constituyen un descubri- Es importante reconocer con justeza lo esmera-
miento sólo en la medida en que se sostiene que do e inexorable que es el nominalismo de los
a í es. Los etnometod610gos subrayan este punto etnometod6logos. Con idérense de nuevo las dos
tan enérgicamente, que a veces 10 expresan como posibles explicaciones de los cálculos de Adams
sigue: los método utilizado para descn'bir y y Leverrier y la órbita del planeta Neptuno. ~an­
explicar algo (por ejemplo, el descubrimiento) son nekoe e pregunta por qué una de estas explica-
idéntico a ese algo. En consecuencia, un descu- ciones fue preferida en Europa y la otra en Esta-
brimiento no es un fenómeno que goce de existen- dos Unidos. En su respuesta alude a los intereses
cia independiente. Hablar de un descubrimiento es y objetivos distintos asociados con los dos con-
hablar por hablar, inclusive del propio hablar de textos. En Europa, las ciencias naturales eran com-
"lo que se está hablando". ponente importante de las luchas ide?16gica~ ~e
De acuerdo con ello, en" nuestro ejemplo, el la época. Eran una opci6n a I~s doctnnas rehg~o­
asunto no es el de si Leverrier y Adams descubrie- sas tradicionales de los terratementes y las IgleSIaS
ron o no Neptuno. Es el de cómo en un escena- establecidas, doctrinas que estaban apoyadas por
rio en un medio dado, se efectu6 la descripción una burguesía pujante y vigorosa. De ahí que fue-
de. que Leverrier y Adams descubrjeron Neptuno. ra importante, para fine políticos, de.mostrar a un
mientras en otro e decía que no hubo tal des- público tan amplio como fuera poSible el poder
186 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECmNI'ES 187

y el alcance de las ciencias naturales y sus leyes. En la sección D.3 se subrayó que el uso léxico
Una explicación en la que figuraran Adams y propio del presente no está determinado nunca
Leverrier como científicos.-que habían logrado pre- por el uso anterior. Hasta ahora, sin embargo. no
decir en dónde hallar un planeta desconocido sa- se ha hecho intento alguno por desarrollar la idea
tisfacía bien esa función. En los Estados Unidos, (ni tampoco hay nada en Kuhn que ayude a
por otra parte, no habia incentivo análogo para hacerlo). Ahora hay aquf dos respuestas contra-
adoptar tal explicación, mientras que subrayando dictorias al mismo problema. Pannekoek trata de
la diferencia entre el comportamiento real y el acercarse a una explicación adecuada de aplica-
predicho del planeta los astrónomos estadouni- ción de conceptos. considerando la función de los
denses harían resaltar la magnitud de sus propias intereses. &te es el procedimiento que seguiré y
capacidades técnicas. desarrollaré en la sección siguiente. Pero los etno-
Los méritos particulares de esta explicación de metod61ogos sugieren que todo intento por expli-
Pannekoek no importan aquí. Lo interesante es car actos concretos de uso debe ser incorrecto
su estrategia explicativa. Percibe que fueron po- metodológicamente hablando: se limitan a estudiar
sibles por lo menos dos interpretaciones, y explica los métodos de explicación y se abstienen de pre-
la asociación de éstas con dos contextos diferentes guntar por qué tales métodos son empleados de
aludiendo a objetivos e intereses. Para muchos so- una manera en lugar de otra. Algunos de ellos se
ciólogos éste seña un procedimiento acenado. abstienen de preguntas de "por qué" como asunto
Pero un etnometodólogo purista no procedeña así: de principio metodológico, reconociendo de buena
el resultado de tal "teorización positiva". desde gana que con ello ponen en tela de juicio todos
un punto de vista inexorablemente etnometodo- los demás enfoques actuales que hay dentro de
lógico. no sería una contribución a la explicación. las ciencias sociales.
sino tan sólo una muestra más de discurso que a No tiene uno que compartir el ascetismo de los
su vez requeriría de ser analizado. Así como el etnometod610gos para reconocer el valor de sus es-
trabajo de Lcverrier fue explicado por los cientí- tudios reales y recibir con hCneplácito su crecien-
ficos europeos como una predicción de la órbita te interés por el discurso cientifico y por el de
de Neptuno, así también Pannekoek lo explica los filósofos, los historiadores y los soció)o~os
como una consecuencia de objetivos e intereses. de la ciencia. Muchos de los conceptos capIta-
El recurso de Pannekoek a intereses genera sen- les que se aplican en la descripci6n de la cultura
cillamente otra explicación que de igual modo científica requieren de ser examinados desde la
amerita estudio etnometodol6gico (el. Wieder, perspectiva etnometodol6gica. Ejemplo obvio es
1976). E igualmente 10 ameritaría cualquier otro el concepto de "anomalía", del propio Kuhn, que
intento de "tcorización positiva" (el. Douglas, desempeña un papel clave en su descripción de las
1971). revoluciones científicas. Justo sería decir que, se-
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-J.~

r IU TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 189

g11n Kuhn, las anomalías ocasionan las revolucio- los &ujelos terminaban por reconocer y describir
nes aunque no sean causas suficientes de 6stas. el seis de espadas rojo y cuatro de corazones ne-
Enminemos más de cerca )0 que debe entenderse gro. No se revisó ninguna teoría. no se descartaron
por anomalfa. generalizaciones sobre la naturaleza de las barajas.
De acuerdo con Kuhn. tener conocimiento de Los sujetos reconocieron algunas clases nuevas de
la anomalía es uel reconocimiento de que la na- cosa Y. habi6ndolas reconocido, dejaron de tener
turaleza ha violado, quién sabe cómo. las expec- dudas. Lo que los sujetos ya sabian DO fue con-
tativas inducidas por un paradigma" (1970, p. 93). tradicho en ningún sentido obvio.
Una manera de interpretar esta defmici6n es la Análogamente, en el caso de los científicos, la
de subrayar su dimensión sociopsicoJ6gica. Una violación de las expectativas de individuos o gru-
anomalía es algo que sorprende a la gente, algo pos de individuos pod.rla tener como ~encia
que va en contra de lo inmediatamente predeci. senciRamente que se agregara una expectativa mis
ble o para lo que se está preparado. El propio a las existentes, y que todo siguiera como antes.
Kuhn hace destacar eSle aspec'o de la anomalía Ut noción sociopsicológica de anomalía sencilla-
cuando cita la obra de Bruner y Poslman, quie- mente no explica el fenómeno. Siempre se puede
Des realizaron experimentos psicológicos con ba· manejar rutinariamente lo inesperado, añadiendo
rajas "an6malas" (1970, p. 108). Bruner y Post· un recuerdo mis al depósito. Si las anomallas oca-
man encontraron que, al presentar brevemente sionan crisis Y revoluciones. está ~r contestarse
barajas como un seis de espadas rojo o un cuatro la pregunta de por qu~ son prefendas esas res-
de corazones negro, las personas las identificaban puestas a otras mM conservadoras. Kuhn nunca
como barajas normales y no percibían ninguna aborda sistemAticamente este problema. . .
rareza. Una carta seda vista como UD seis de es- De todos modos, la consabida concepcl6n SOC!o-
padas negro, digamos, o un cuatro de corazones psicológica de anomalla tiene que enfrentar senas
rojo. Con exposiciones ligeramente mis largas los objeciones, entre ellas algunas anotadas por el
sujetos se dieron cuenta de que había problemas propio Kuhn:
y dificultades, y algunos incluso se sintieron per·
turbados por sus experiencias u an6malas". Indu- ( . .. ) 0_'_
~
105 problemas que en la ciencia normal
desde otra
se consideran enigmas pueden verse, . •
dablemente, hay pruebas suficientes d~ .que la gen- perspectiva, como contraejemplos ck. ~a mwna.)l,
te posee fuertes expectativas cognoscItivas que, al por consiguiente. como fuentes de CrtSlS. Copérm:
ser confundidas por los fen6menos naturales. pue- tomÓ poi'" contraejemplos lo que la. mayor p~e
den provocar sorpresa y confusi6n. demú sucesores de Ptolomeo v.o como ent~
Pero en los experimentos de Bruner y Postroan \os d nn....;...... la observación con la teona.
al tratar e a . . . . . . - . . Pr' 11 Y
hay otro hallazgo que no debe pasarse por. ~to. Lavoisier vio como conuae)emp~o 10 que :::~,
Conforme aumentaban los tiempos de exposICl6n, considerÓ enigma resuelto al articular la teo
190 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES

flogisto. Y para Einstein fueron contraejemplos los explicativa de los científicos. Su diagn6stico, con-
que para Lorentz, Fitzgerald y otros fueron enig- tenido en la cita anterior, es válido en general
mas en la articulación de las teorías de Newton y y se" puede ilustrar con numerosos casos (el. Win-
de Maxwell. (... ) o ninguna tooria científica en- sor, 1976; Lakatos, 1963). Pero en la medida en
frenta nunca un contraejemplo, o todas las teodas que la atribución de anomalía es una estrategia
en todo tiempo enfrentan contraejemplos [1970,
pp. 131-132]. explicativa, las anomalías no pueden dar cuenta
de los cambios que acontecen en la práctica de
Lo que un cientifico ve como aDomaUa en un la investigación. Las atribuciones de anomalía
paradigma otro lo ve como acertijo de este mismo en la ciencia deben ayudar no a satisfacer nuestra
-incluso como acertijo resuelto. Hay una obvia curiosidad sino a estimularla.
analogía entre el presente problema de por qué
se toman las cosas por anomalías y la discusión
anterior de por qué se tomaD las cosas como des- V.2. FINES E INTERESES
cubrimientos. Si Kuhn está en 10 cierto, entonces
no es tanto que la sensación de anomalfa se im- Identificar el conocimiento articulado verbalmen-
ponga a los científicos, como que éstos juzguen te como sistema de convenciones será útil sólo en
que un desajuste en la relación paradigma-reali- )a medida en que comprendamos el comporta-
dad es asunto que tienen que resolver por si Jnis.. miento convencional. Hasta ahora, sin embargo,
mos. De acuerdo con ello, es tentador sugerir únicamente hemos eliminado algunas interpreta-
que los acontecimientos anómalos, en lugar de ciones posibles de cómo se mantienen, aplican y
ocasionar una sensaci6n de inquietud hacia los pa- desarrollan las convenciones lingüísticas. La inter-
radigmas, son denominados anomaUas para signi- pretación finitista de la aplicación de conceptos
ficar (es decir, el<]lresar) el maIeslar que los ha puesto de manifiesto la insuficiencia del uso
científicos sienten para con sus paradigmas. Si no previo, la realidad, la "razón", o cualquier com-
se sintiera ya la inquietud, no se usarlan términos binación de los tres, para determinar el siguiente
como "acertijo", "problema" y menos aún "solu- caso de uso, o de uso propio, de un término. Pero
ción" o "predicción acertada". no se ha dicho nada de 10 que determinan real-
Característico de la obra de Kuhn, documenta- mente los juicios contingentes que desarrollan el
da como está con materiales históricos concretos, uso léxico. A menos que consideremos que esto
es que debe contener en sf misma algunas de nada tiene de problemático y esquivemos el asun-
las razones e ilustraciones més persuasivas con las to a la manera delineada en la sección V.I, "debe-
cuales poner en tela de juicio una de sus afirma- mos aceptar la obligación de seguir buscando los
ciones generales expHcitas. Kuhn identifica fielmen- detenninantes de la aplicación de conceptos. Esto
te la atribución de anomalía como una estrategia es 10 que haré en esta sección, en )a creencia de


__- - - - - - - - - - - - - - - - - 1
192 T1!NDI!NCIAS RECIENTES T1!NDENCIAS RECIENTES 193

que la Uteorización positiva". tan ofensiva para automática en situaciones normales. ¿No debemos
algunos etnometod6logos, al fin hará valer sus mé- entonces explicar la aplicación de conceptos como
ritos. resultado de la habituación y rutinización de nues-
Al tratar de entender la aplicación de conce~ tros procesos cognoscitivos? Hay mucho que de-
tos, lo primero que hay que reconocer es lo fútil cir de esta clase de explicaciones. Pero como suele
de lomar como determinantes las propias formu- exponerse es incorrecta. La gente puede romper
laciones verbales. Nada se resuelve con invocar con el hábito y la rutina. Y esto es parte de lo
valores, principios, aforismos, compromisos meta- que tiene que explicarse. Además el hábito in-
ffsicos, suposiciones teóricas, y así por el estilo. Un dividual no da cuenta de una aplicación de con-
acto de aplicación de concepto no se puede ex- cepto convencional. Ésta requiere de que se haga
plicar en Jos términos de, digamos, conformidad a referencia a la interacción social y a la compren-
un principio, pues los efectos de la formulación sión colectiva. Los individuos deben someterse a
verbal que es el principio dependen de cómo se la autoridad en Jo que a asuntos semánticos se
interpreten activamente sus conceptos constitu- refiere.
yentes. Al apelar a la fonnulación verbal se in- El uso lingüístico del individuo es inteligible,
crementan las dificultades de explicación. Tal es las más de las veces, como conducta conforme,
la razón de que las explicaciones idealistas, que que indica el reconocimjento de la autoridad co-
toman los conceptos. las ideas o las creencias como munaL Pero la referencia a la autoridad es insufi-
sus variables independientes, est6n mal concebidas ciente como explicación, de la misma manera que
desde sus fundamentos. A pesar de la popularidad lo es la sola referencia al hábito. Igual que el
de que gozan actualmente en sociologia no hay hábito, se puede rechazar la autoridad. Y cuanao
otro camino que rechazarlas. A menos que sea un número suficiente de miembros rechaza lo que
uno contrario al finitismo y le confiera a Jos con- percibe como indicaciones autoritarias de su gru-
ceptos poderes intrínsecos, tendrán que buscarse las po, desaparecen tajes indicaciones. Además, que
explicaciones adecuadas más allá de las palabras la autoridad apoye una opción de aplicación de
(el. tambi6n Bames, 1m; Dames y Mackenzie, concepto en lugar de otra es algo que en sí cons-
1979; Dames, 1980). tituye problema: la autoridad no desplaza al azar
¿Y entonces el hábito? Si bien la aplicación de el apoyo de una a otra opción. Y al preguntarse
conceptos no está nunca suficientemente deter- por qué la autoridad se mantiene en donde lo
minada por el uso previo, de hecho la mayoría de hace, reaparece íntegramente el asunto de la de-
las veces no tenemos problema al aplicar concep- terminación de la aplicación de conceptos.
tos rutinariarnente. Es como si nuestra percepción En muchos casos se puede tomar el hábito y
y cognición se hubieran rutinizado, de manera que la autoridad como causas inmediatas de aplicación
en el terreno de lo lingUistico operamos de manera de conceptos, o de acuerdo con la aplicación de
'94 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECffiNTES 19$

conceptos. La rutinizaci6n del uso lingüístico se ticular a un conjunto de casos preferente a otros.
manifiesta en que es habitual respecto al indivi- Esta preferencia deberá reflejar un juicio sobre
duo y 10 autoritario por lo que toca a la comuni- cuál estrategia de aplicación de concepto promue-
dad. Tal rutinizaci6n es decisiva para nuestro uso ve mejores fines, objetivos o intereses específicos.
de los conceptos. Pero la naturaleza de esa rutI- Del mismo modo, la aceptación general de la es-
nizaci6n debe entenderse por referencia a otras trategia preferida refleja el juicio compartido de
causas. Las personas sostienen, desarrollan, modi- que de esa manera se favorecen los fines, obje-
fican o abandonan sus rutinas cuando lo ven con- tivos o intereses comunes. Se desarrollan relaciones
veniente, y esto es tan cierto de las rutinas lin- de semejanza y crece el conocimiento a medida
güístjcas como de cualesquiera otras. que con el paso del tiempo se acumulan series de
Para entender la aplicación de conceptos debe- tales juicios, los cuales a veces toman en cuenta
mos desenvolver la noción de que la gente desa- esto y a veces la constelación de fines e intereses.
rrolla el uso "cuando lo ve conveniente", Debe- Las metas e intereses que operen más insistente
mos volvemos hacia los fines e intereses que le y recurrentemente conforme una comunidad em-
dan fonua al juicio cuando se aplican conceptos plee una gama específica de conceptos desempe-
y se desarrolla el uso. Haciendo referencia a los ñarán el papel principal en determinar el carácter
fines e intereses es posible hacer inteligibles los mo- de los casos y generalizaciones aceptados, asocia-
dos particulares de aplicación de conceptos, se- dos rutinanamente con los conceptos (Barnes,
leccionados y preferidos de entre innumerables 1980).
opciones posibles. Así atacó Pannekoek el proble- Esto equivale a una descripción íntegra e inexo--
ma cuando, como se describió en la sección ante- rablemente instrumentalista del crecimiento del
rior, trató de dar cuenta de las estrategias opuestas conocimiento. Nótese que las finalidades y los in-
en la aplicación del concepto "descubrimiento". tereses no se invocan como consideraciones opcio-
Cualesquiera que sean sus méritos, la explicación nales a las de verdad, o adecuación empírica o
informal que dio fue de la forma requerida. racionalidad. No es que los agentes humanos apli-
No disponemos todavía de una descripción pre- quen conceptos y evalúen la aplicación de los mis·
cisa y detallada de la relación que guardan entre mos, haciendo referencia a fines e intereses en
sí fines e intereses por un lado y conceptos y creen- lugar de criterios de, digamos, verdad. En lugar
cias por el otro. Durante mucho tiempo todavía de eso, es que lo que toman como verdad es in-
todos los estudios de este difícil problema deberán teligible sólo después de examinar los fines e inte-
ser tentativas y provisionales. No obstante, se pue- reses contingentes que vengan al caso. Los fines
de afirmar con confianza el hecho de la relación y los intereses tienen que formar parte de nuestra
y algo relativo a su forma. concepción básica de ]0 que requiere la evalua-
Cuando se aplica un concepto, se vincula un par- ción del conocimiento (el. Habermas, 1972). Cuan·

.
....~ ,
------------'
196 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 197

do se encuentran conocimientos esotéricos, técni- pueden confirmar y reforzar rutinas, pero no p~e·
cos. como los de las ciencias físicas. entonces el den ir completamente en contra de ellas. Los m·
uso y desarrollo de ellos es inteligible en relación ten~ses no pueden presionar demasiado al uso ruli·
con finalidades e intereses predictivos, técnicos y nario sin efectos contraproducentes. El papel de
dependientes del contexto, en lugar de criterios ios intereses no puede ser más que el de desarro-
abstractos. o "reglas de correspondencia", o cua- llar y modificar una de las bases existentes. de
lesquiera otras fonnulaciones verbales. la rutina. Respecto a la cultura global. los fmes
Pero aunque la referencia a fines e intereses y los intereses dan cuenta de la relación que hay
sobrepase la referencia a reglas y normas verbales, entre el conocimiento viejo y el nuevo. El coo().
no y absolutamente no sobrepasa la referencia a cimiento viejo, las rutinas viejas, son condiciones
rutinas y al papel del hábito y la autoridad. Hay necesarias para entender lo nuevo. Recurrir a los
una relación decisiva entre fines e intereses y ru- fines y a los intereses nos ayuda a ente~d~r el
tina y conocimiento existente. Los fines y los in- desarrollo histórico de los cuerpos de COnOClfillento
tereses se relacionan con el juicio que hay de por existentes (Bames, J977, 1980).
medio en cualquier acto de aplicación de concepto. Hay un sentido en que todos los fines y los in·
Pero sólo se puede formular tal juicio cuando se tereses específicos, asociados con una forma de
supone que los demás conceptos tienen un uso ru- cultura, son fomentados por un uso que le da prio-
tinario que los otros continuarán, y que en conse· ridad a lo que se ocurre automática e impreme-
cuencia puede darse por sentado como caracterís- ditac1amente a sus miembros. Este uso surte de
tica estable al formular el juicio. No hay manera relaciones de semejanza con los particulares com-
de juzgar el valor pragmático de continuar uti- partidos, reponiendo las pérdidas de particulare~ de
lizando "ganso" corno término que denota una la memoria comunal, y asegurando que se Sigan
especie, si mientras tanto el uso del término compartiendo las relaciones de semejanza Y que
uespecie" está desarrollándose rápida e imprede- no haya degeneración hacia las imposibilidades
ciblemente. De ahí que las finalidades y los inte~ que constituyen los idiomas privados. Las rela H

reses, considerados en el contexto de una cultura ciones compartidas son las condiciones previas y
verbal, total y coherente, dehan actuar, en su ma- necesarias para el empleo provechoso de la cul-
yor parte, sobre los juicios de manera que los con- tura verbal en relación con los fines o los intereses
ceptos sean aplicados del modo esperado, el modo de que se trate. En cualquier cultura el uso idio-
predicho, el modo al que se llama "rutina". Tiene mático tiende, pues. hacia las condiciones de la
un límite la posible incongruencia entre hábitos e máxima pereza cognoscitiva. Tales condiciones son
intereses. entre lo rutinario e institucionalizado, y indispensables para la transferencia de comunic3-
10 que es indicado de inmediato por referencia ción e información, de modo que favore<:er 511
a los fines y objetivos compartidos. Los intereses establecimlenlo es también favorecer cualesqllie(~
198 TENDENCIAS RECIENTES mNDENCIAS RECIENTES 199

objetivos e intereses y asimismo todos los mAs es- darse los conceptos maniqueos del papel de los
pecüicos. intereses como factores de predisposición y distor-
Para quienes gustan de las explicaciones evolu- sión y demostrarse que son inadecuados (el. sec-
tivo-funcionales de las capacidades humanas, he ción 11.2), A tal fin habrá que considerar la re-
aqui un buen lugar para ponerlas a prueba. Se lación entre "ciencia" e "ideología". En segundo
le puede asignar un papel a ese incesante gorjeo lugar, deben ilustrarse más concretamente las afir-
de conversación que acompaña a toda actividad maciones hechas antes, y en particular demostrar-
colectiva, no obstante lo a menudo que discurre a se cómo los intereses forman parte de la evalua-
la deriva y es divagante. Es el mecanismo que ha ción incluso del conocimiento esotérico, técnico y
evolucionado para mantener traslapes tolerables de predeciblemente útil Trataré de alcanzar a la vez
los conjuntos finitos de casos que diferentes indi- ambos objetivos considerando modos posibles de
viduos asocian con términos específicos. Mantiene uso de términos relativos a los dos géneros hu-
el carácter comunal de las relaciones de semejanza manos: se examinarán dos desarrollos hipotéticos
y por lo mismo la concordancia en el lenguaje que del uso de "macho" y "hembra", uno de ellos
empleamos. Sin esta particular clase de acuerdo, "ideológico" prima lade, el otro "científico",
la cultura dejaría de ser instrumento viable: no Es fácil inventar un caso hipotético de uso
podríamos emplear conceptos para transmitir in- "ideológico" de los términos relativos a los géne-
fonnación, ni tampoco desarrollar comunalmente ros masculino y femenino, sencillamente por ex-
relaciones de semejanza con referencia a objeti- tens';ón de las controversias actuales. Imagínese,
vos técnicos o sociales. Tal concordancia debe ser por ejemplo, una controversia entre conservadores
mantenida por interacción idiomática constante, hereditaristas y liberales ambientalistas, en la
aun cuando no haya la clara e inmediata "nece- cual intereses sociales opuestos sostienen creencias
sidad" de tal interacción. Para ser buenas máqui- opuestas acerca de los géneros. Los del primer
nas de aprendizaje, y también buenas máquinas de grupo podrían afirmar que las diferencias sexuales
hacer inferencias, debernos también ser buenas má- provienen de diferencias del cariotipo; que la agre-
quinas de "gorjear" (Klee, 1922). sividad, por ejemplo, es mayor en los individuos
En suma, el desarrollo de las relaciones de se- XY por su tendencia inherente a secretar con M

mejanza existentes por medio de actos concretos centraciones abundantes de ciertas bormonas, y
de aplicación de conceptos, y por medio de la eva- que los machos son justamente individuos XY. El
luación comunal de estos actos, se comprende me- segundo grupo, por su lado, diría que las dife-
jor haciendo referencia a fines e intereses. En 10 rencias conductuales relacionadas con el sexo son
que resta de esta sección me reduciré a consolidar aprendidas; que las diferencias de agresividad re-
y redondear esta posición básica. Debo destacar flejan diferencias en la definición de los pape-
aquí dos objetivos. En primer lugar, deben abor- les, y que los individuos machos son simplemen-
....~

200 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 201

te los que tienen el status de tales. Si se pro- niquea que es el idioma institucionalizado para
longara indefinidamente una controversia de esta expresar las evaluaciones del conocimiento. Exa-
índole, inmune a las entradas de "datos" en lo minamos una doctrina, notamos que se utiliza en
concerniente a su estructura básica, exactamente la promoción de objetivos sociopolíticos, y conje-
como han persistido algunas controversias reales turamos que sus afirmaciones capitales se man-
entre hereditaristas y ambientalistas, entonces es tienen tan sólo porque tienen que ver con esos
probable que la aceptáramos como ejemplo ra- objetivos. En consecuencia, formulamos (usualmen-
zonable de conflicto entre "ideologías" opuestas, te) una evaluación negativa de la doctrina en
y relacionaríamos la estabilidad de las doctrinas cuestión. Volvemos en seguida al mito maniqueo
centrales de ambos bandos con intereses sociopo- como idioma normal para expresar una evaluación
líticos opuestos. negativa, y hablamos de predisposición e incom-
Es tentador sugerir que en este caso los intere- patibilidad con la experiencia. Este modo de ha-
ses operan como predisposiciones y hacen que las blar indica nuestra desaprobación de los intereses
I,. "ideologías" dejen de conformarse a la experien-
cia. Ya sabemos, sin embargo, que tal posici6n
en cuestión como factores pertinentes en la eva-
luación del conocimiento. Cuando objetivos o
l' es insatisfactoria. Las tramas conceptuales pue- intereses que sí aprobamos pesan sobre la evalua~
den mantenerse siempre por medio de la estra- ción, no hablamos de predisposición. Por ejemplo,
tegia del tipo de la de Duhem, de modo que, inde- cuando fines e intereses concretos y locales, re-
1I pendientemente de su forma, sigan estando libres lacionados con la técnica y la predicción, nos
de contradicciones internas y concordando con la llevan al uso y la evaluación positiva de términos
experiencia (e!. sección IV.2). Los partidarios de tales como "calor latente", o a generalizaciones
las ideologías hereditarista y ambientalista induda- como la ley de Boyle, no tendemos a hablar de
blemente podrían mantener la congruencia de sus predisposiciones, a pesar de que creamos que la
sistemas respectivos precisamente de esa manera. leyes falsa y el término capcioso. Aunque estos
Podrían asegurarse de que se mantuvieran las afir- conceptos y generalizaciones "científicos" se con~
maciones clave, y de que todo ajuste a las "prue- serven y empleen tan sólo en la medida en que
bas" se hiciera en la periferia de sus tramas promueven fines e intereses contingentes, no se
¡: conceptuales. El resultado sería dos interpretacio-
nes diferentes de la experiencia, ambas congruen-
habla de ellos así, explícitamente, pues tal cosn
indicaría desaprobación: para indicar aprobación
1I tes y compatibles con esta última, pero ambas se habla de la naturaleza, no de la cultura; de

I también relacionadas con intereses sociopolíticos,


sentido en el cual serían "ideologías" las dos.
La tentación de aludir a "predisposición" en
correspondencia con la experiencia, no de evalua-
ción con respecto a intereses (el. la discusión en
Habermas, 1972, especialmente el capítulo LX '!
esta clase de ejemplo procede de Ja mitología ma- el apéndice).
TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 203
202

El desarrollo y la evaluación del empleo de tér- pre hormona H", se podría emplear para hacer
minos en función del interés en la predicción y predicciones, es decir, para hacer una conjetura
el control (para utilizar el vocablo de Habermas, sobre un futuro estado de cosas. Para emplear el
si no es que su propio concepto) resulta ser algo término de esta manera, deberá ser posible el em-
que se aprueba y acepta ampliamente Y a lo cual. pleo rutinario e impremeditado de "macho", lo
en consecuencia, se alude simplemente como "des- mismo que de "hormona H". Así, de quienquiera
cribir la naturaleza". Goza de aprobación amplia que rutinariamente sea considerado macho se
porque la capacidad de predecir e intervenir con esperará que secrete una sustancia identificable
éxito en los procesos naturales se valora positiva- rutinaria mente como H. Y esta expectativa condu-
mente en todos los modos de vida: es lo más cer- cirá a confirmaciones o refutaciones prima lade.
cano a una finalidad o interés universales que hace En ese sentido, cuanto mayor sea la utilidad predic-
que la concordancia con la naturaleza sea lo más tiva e instrumental de la generalización, lo más
cercano a una legitimación universal también. frecuente será la confirmación y lo menos fre-
(Nótese cómo los propositores de "ideologías" nie- cuente el mentís. Cuando las comunidades crean,
gan casi siempre el papel de intereses sociopoH- desarrollan y modifican sus usos idiomáticos para
tiros estrechos en determinar el empleo de éstas que, en el curso de sus actividades, sea más fre-
y tienden a hacer aparecer sus doctrinas como re- cuente esta clase de confirmación y más rara esta
presentaciones directas de la naturaleza.) Sin em- clase de desengaño, entonces estarán sírviendo a
bargo, los intereses que aprobamos y los que desa- intereses predictivos y técnico-instrumentales.
probamos no afectan por separado y desigualmente Cuando una comunidad científica desarrolla el
el desarrol1o y la evaluación del uso idiomático; Y uso idiomático atendiendo especialmente a la uti-
entonces, desde el punto de vista sociológico, no lidad predictiva de "los machos secretan siempre
tiene caso la distinción fundamental entre "cien- hormona H", entonces es probuble que en ese con-
cia" e "ideología". texto la relación de semejan:r.a "macho" cada vez
¿De qué manera los "intereses en la predicción se distinguirá menos de la relación de semejanza
y el control" influyen en el desarrol1o de las re- "XY". "Macho" sufrirá este desarrollo del uso
laciones de similitud y la evaluación del conoci- por medio de una serie de actos de aplicación de
miento? ¿Qué significada, por ejemplo, sostener concepto, evaluados en relación con un interés
que el uso de "macho" en un contexto determi- específico situado en la predicción y el control.
nado durante cierto tiempo determinado también También se describe este desarrollo como una
se relaciona con el interés en la predicción y el serie de operaciones de aprendizaje por asociación
control? El primer paso deberá ser considerar una e inferencias inductivas. Separar el conjunto de
generalización que contenga "macho". Tal gene- casos de "macho" que aumenta al máximo la uti-
ralización, por ejemplo, "los machos secretan siem- lidad predictiva de "los machos secretan siempre


204 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 205

hormona H" supone proceder inductivamente, bajo dad, toda "estrategia defensiva" del tipo de Duhem
el supuesto de que lo que se haya asociado más se puede describir igualmente bien como forma de
fuertemente en la experiencia anterior continuará aprendizaje. Imaginemos al hereditarista que pa-
estándolo en la experiencia futura. Toda una mo- rece estar librando una desesperada acción de re~
dificación de una relación de semejanza que tien- taguardia en contra de las pruebas que rebaten su
da a hacer que una generalización sirva mejor concepción 'de la agresividad innata del macho.
para la función de conjeturar con ella entraña Diría que está "aprendiendo" todo lo relativo él.
y presume la validez de este supuesto inductivo y los muchos factores que son capaces de ocultar
básico. no obstante que en raras ocasiones tome- ~sa ~gresivklad innata. Incluso ofrecería gener¡:¡~
mos nota explícitamente del hecho de que en nues- hzaclOnes "buenas para hacer conjeturas con ellas"
tra cognición somos inductivos congénitamente. respecto de cómo la desnutrición, la fatiga, las
Somos, como dice Hesse (1974), máquinas de enfermedades, etc., enmascaran la agresividad inna~
aprendizaje inductivo (el. también Hesse, 1980; tao En lugar de encontrar la inferencia inductiva
Barnes, 1980). d.islocada por los intereses sociales, la encontra-
A primera vista, el desarrollo de la relación de namos estructurada por esos mismos intereses.
semejanza "macho". tal y como se describió. se Aun en esta c1ase de contexto las capacidades de
antoja diferente en lo fundamental de lo que ha- razonamiento y los factores sociales deben concu-
bría de por medio en su desarrollo "ideológico". nir como codeterminantes de la cognición.
El maniqueo alegaría que el primer desarrollo está Por el contrario, así como los desarrollos "ideo-
guiado por la "lógica inductiva" y el segundo por lógicos" no están relacionados con los factores
intereses sociales, y que después de todo debe ha- sociales en lugar de lo que se indica inductivamen~
cerse un contraste entre desarrollos "científico" e te, así también los desarrollos "científicos" no es-
"ideológico". Pero precisamente porque somos in~ tán relacionados con las indicaciones de la "lógica
ductivos de manera congénita no se sostiene este inductiva" ell lugar de estarlo con las considera-
contraste. Un desarrollo "ideológico" se puede ciones sociales. Ya hablé de un contexto "cientí~
considerar siempre inductivamente razonable exac- fico" en donde se desarrollaba la relación de se-
tamente de la misma forma en que se considera mejanza "macho" para que la generalización "los
así un desarrollo "científico". Por ejemplo, nin~ machos secretan siempre hormona H" fuera me-
guna de las dos "ideologías acerca del género", jor para hacer conjeturas con ella. Pero el proble-
mencionadas antes, contiene desviación alguna de ma no es nunca el de hacer "mejor" de esta
las indicaciones obligatorias de la "lógica induc- manera una sola generalización. Las relaciones de
tiva". Las estrategias defensivas del tipo de Duhem semejanza pueden aparecer en cualquier número
que intervienen en mantener dichas ideologías son de generalizaciones y lo que hace que una de ellas
en sí variedades de inferencia inductiva. En rea1i~ sea mejor para conjeturar invariablemente han't
206 TENDENCIAS REClENrES TENDENCIAS RECIENTES 207

que otra empeore. Sencillamente no hay lógica que nes y actividades asociadas? (Esto es casi como
indique cómo debe representarse un ténnino con preguntarse por qué la descripción que hace Kuhn
respecto a la experiencia nueva cu"ando tal tér- de las comunidades que comparten paradigmas es
mino es parte de todo un sistema de términos tan apropiada.) Indudablemente, los procesos ini-
y generalizaciones, es decir, cuando es parte de ciales de reducción y concentración no son sus-
los recursos culturales de una comunidad real. El ceptibles de ser explicados de una sola manera y
desarrollo de la relación de similitud "macho". pueden resultar de circunstancias varias. Pero en
por ejemplo, podría proceder refiriéndose en par- cuanto emerge una pauta dada, se generan de in-
ticular a generalizaciones sobre el comportamiento, mediato los intereses que tienden a mantenerla.
la personalidad, la anatomía, la endocrinología o Se valoran en mucho las capacidades y los proce-
el cariotipo, en cada caso con resultados diferen- dimientos adquiridos laboriosamente y no es fácil
tes. No hay lógica que sirva para determinar las que sean abandonados. Las leyes y las definicio-
ventajas técnicas re1ativas de diferentes estrategias nes aceptadas se convierten en emblemas de pres~
de aplicación de conceptos: la gente simplemente tigio y posición tanto como los recursos técnicos.
tiene que ponerse de acuerdo sobre cuáles genera- Así en las diferentes especialidades se manifiestan
lizaciones tomará en cuenta y convenir, en la prác- distintas relaciones de semejanza y estrategias de
tica, de qué manera las tomará en cuenta. aplicación de conceptos, que son sostenidas por
La forma de tal acuerdo puede ser diferente en distintos intereses profesionales creados. Entre es-
contextos diferentes, de modo que una relación pecialidades, las distintas estrategias pueden hacer-
de semejanza se diferencia en varias progenies, se aparecer como compatibles cuando están a la
cada una de ellas acompañada usualmente (pero orden del día la cooperación y las alianzas, o como
no siempre) por un nuevo signo verbal. Por ejem- contradictorias y antagónicas cuando existe com~
plo, entre diferentes especialidades académicas la petencia y hostilidad (e/. Mackenzie y Barnes,
relación de semejanza "macho" podóa diferenciar- 1975, 1979; De.n, 1979; Latour y Woolg.r, 1979).
se en "macho XV", "macho XYY". "macho Una de las características más interesantes de las
morfológico"', "macho psicológico", "status de ma- ciencias naturales contemporáneas es la medida en
cho", etc. Tal diferenciación reflejaría la concen- que se ha logrado un acuerdo pro forma de que
tración de especialidades diferentes en generali- las creencias y las prácticas de sus diversas espe~
zaciones clave diferentes, cada una de ellas limitada cialidades son compatibles entre sí como partes de
a una serie pequeña y particularizada de procedi- un todo que las engloba.
mientos y capacidades. En toda especialidad científica la inferencia es
¿Por qué las especialidades se concentran de esta inductiva; al mismo tiempo, está estructurada so-
manera, con la autoridad y el control que enlazan cialmente. Por cuanto las inferencias hacen que
la inferencia, en una corta serie de generalizacio. las generalizaciones sean mejores para conjeturar

. - -------
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~~~------"'~!,,,
208 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 209

con ellas, se relacionan con el "interés en la pre- son espe~íficos de los escenarios "ideológicos",
dicción y el control" y son formas de inducción. ~ues los mtereses creados de los profesionales son
Por cuanto las inferencias toman en considera- slempre componentes del desarrollo del uso acepv
ción algunas de las generalizaciones existentes en tado en los medios "científicos", y reducen la
lugar de otras, y las toman en consideración den- serie de elecciones para hacer de una pauta con-
tro de un determinado contexto de uso, se rela- venida una posibilidad.
cionan con intereses sociales y son convenciona- El análisis del desarrollo de los usos "científico"
les. La dimensión social no es algo que se agrega e "i.deológico'~ comenzó con la afirmación de que
a voluntad: elimínesela y refiérase exclusivamen- los mtereses tIenen un papel importante en la eva-
te a las propensiones inductivas innatas, y de in- luación de ambos. Ha terminado con la observa-
mediato quedarán determinados insuficientemente ción de que ambas clases de intereses figuran en
los actos de aplicación de conceptos e inferencias ambos contextos. No se ha encontrado base s6.
asociadas. Ninguna explicación basada en la lógica lida para hacer la distinción entre "ciencia" e
inductiva ni en el agente individuo como máquina "ideología". Esto no implica crítica alguna a nues-
de aprendizaje inductivo bastan para identificar tras intuiciones informales. Cuando (y si) consi-
la "mejor" manera de aplicar un concepto de- deramos las expresiones verbales en relación con
terminado. La máquina de aprendizaje inductiva la actividad concreta, y percibimos que un grupo
que genera y extiende el conocimiento es una co- ar?umenta, legitima y apoya programas políticos,
munidad, no un individuo. Y lo que una comuni- ":Jlentras que el otro mide, registra, analiza, expe-
dad encuentra que es razonable inductivamente, rimenta, entonces adquieren sentido práctico los
de manera invariable será asunto de convención. contrastes de lo científico con lo ideológico. Div
En suma, las características de los dos ejemplos C??S contrastes describen los conceptos y las ac-
anteriores, el "científico" y el "ideológico", así tIVIdades asociadas a medida que ocurren dentro
como el paralelismo que se da entre ambos ejem- de un contexto de uso; y suponen un juicio sobre
plos, exponen concluyentemente las deficiencias cuáles fines predominan realmente cuando se de-
del mito maniqueo. En ambos casos puede ocurrir sarrolla y evalúa el uso. Cuando vemos que el
el aprendizaje como resultado de la experiencia. desarrollo de una relación de semejanza se vincula
Con el tiempo algunas generalizaciones pueden predominantemente con una actividad técnico-
volverse mejores para hacer conjeturas con eUas. predictiva, tendemos a hablar de "ciencia"; cuan-
El interés en la predicción y el control no opera do se ve tal desarrollo ligado principalmente con
exclusivamente en el escenario "científico". En interacciones persuasivas y actividades políticas
ambos casos existen intereses sociales delimitados hablamos de "ideología". Pero, si bien esto es sa-
que influyen en la aplicación de conceptos y en la t!sfactorio como discurso informal, no se sos-
evaluación del conocimiento. Tales intereses no tIene la distinción implícita entre diferentes clases
2LO TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 2lI

de conOCImIento. El último suspiro del mito ma-


niqueo es clamar que la ciencia es la clase de
conocimiento que resulta de una orientación, es- F,,," R .,lIt..-.ro

tructurada socialmente, hacia fines técnicos o ore-


dictivos, mientras que la ideología es el prod~cto
análogo de finalidades sociales o políticas.
Es decisivo lencr presente que los fines y los
intereses pesan sobre la actividad colectiva de la
gente. Nos ayudan a entender por qué 'Oe hizo ~~w
AcOOKRIlC_ót
....."·1.... _ ~~~~~.~ _ IWlco6n~
algo: por qué, por ejemplo, se aplicó un concepto "...,l,tw
U'"Rt''' ~.ol'_
o aceptó una aplicación, dentro de un conte~to
determinado en un momento determinado. Los fi- (C""ox:n"~",u "'''9<'(1) {C<>f'IO<:,,,,.mto n"~.c}
nes y los intereses no son simples correlatos de (0_ <lRl "'O ~n ... rnon>eo'llo , 1) •
(a-dol ..... .., .. ~IO '2)
pretendidas clases de conocimiento; son factores
en la explicación de la dinámica institucional. En
GO"'lO;AV l 'nlRtnl"l y _.0:10 do' «'f\OC'''-''o
su efecto total en nosotros como organismos, nos
inducen a desarrollar o cambiar nuestros concep-
tos y generalizaciones del estado en que se encon-
traban en un momento anterior (el. gráfica V.2). otro, como ocurre en todos los procesos histó-
Por eso el estado anterior de nuestro conocimien- ricos. Reconocido el carácter de esta secuencia
to y cultura debe ser siempre elemento ilecesarlO histórica, no hay manera de afirmar una corres.
en la explicación de cualquier estado poster¡m pondencia entre un concepto o una creencia y
(Barnes. 1977, 1980). una cla:.e específica de objetivo o interés.
Para comprender en qué consiste el desarrollo Una relación de semejanza es el producto del
del conocimiento, debe uno tomar la fOfma del uso de un término específico. Se constituye a par-
acto de aplicación de concepto y en gran esca]::¡ tir de una serie de actos de aplicación de con~
repetirla en la imaginación. Deben considerarse ceptos. Pero en esa secuencia bien puede influir
comunidades completas durante grandes periorios. toda cIase de metas e intereses. Y no podemos
Tales comunidades están agrupando particulare~ y tener la esperanza de confirmar el pedigree de
desarrollando relaciones de similitud incesantemen- ninguna relación antes de que Ja usemos nosotros
te. Sobre toda esta multitud de actos de aplIca.. mismos. Cuando hablamos de relaciones de seme-
ción de conceptos, metas e intereses harán sentir janza particulares, o de las generalizaciones en las
sus efectos, a veces en una configuración y a veces cuales intervienen, como partes de la ciencia, de-
en otra, a veces con un resuítado y a veces (:1;11 bemos reconocer que esto no es más que la expre-

~.',-"
'1' '-,'
212 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 213

si6n de una actitud convencional. Sin duda refle- que se les da, son un recurso para quienes deseen
jará el hecho de que la relación se ha heredado tomarlas como taJo De ahí que debamos pensar
de los ancestros dentro de un contexto de uso siempre no en diferentes clases de conocimiento
específico. Pero a la relación en sí no debe lo- y cultura sino en diferentes modos de uso del co-
mársele como una atribución de propiedades par- nocimiento y la cultura que compartimos.
ticulares. Por desgracia, cuando nos referimos a El finitismo y el instrumentalismo se comple-
una parte de la cultura como "la ciencia" o "la mentan y refuerzan mutuamente. En la medida
ideología" (o "la religión" o "la filosofía"), es en que los conceptos son impregnados de poderes
frecuente que predomine, y dé lugar a intermina- y propiedades inherentes se imponen límites a
bles confusiones, esta forma incorrecta de enten- la descripción instrumentalista del desarrollo del
derla. Imaginamos que "la ciencia", "la ideolo- conocimiento. Y a la inversa, una interpretación
gía". etc., se pueden describir en términos de finitista de la aplicación de conceptos no puede
propiedades inherentes y ofrecemos "teorías" equivaler nunca a una explicaci6n. a menos que
que cumplen con tal propósito. Y cualesquiera que sea completada por alguna referencia a fines e
sean las teorías en cuestión, creamos con ellas intereses contingentes. El valor del análisis fini-
para nosotros mismos perturbadores espectáculos tista es principalmente negativo: socava una am-
históricos como los de la "ideología" que se trans- plia clase de doctrinas filosóficas y sociológicas
forma en "ciencia", o la "ciencia" y la "metafí- muy favorecidas pero mal ideadas, preparando así
sica" que se metamorfosean la una en la otra. Es- el camino para lograr mejores resultados. Pero
tas misteriosas transformaciones históricas de las si lo que se busca es la comprensión positiva de la
ideas amenazan con paralizar la mente, hasta que aplicación de conceptos, entonces será necesario
nos damos cuenta de que simplemente estamos salirse del finitismo y pasar a indagar las cau-
mirando cómo.1a gente cambia los modos de uso sas de la actividad humana situada. Una lectura
que le da a su cultura. detenida de la obra de Kuhn nos demuestra con-
Volviendo al presente, las relaciones de simili- cluyente y vívidamente este punto. Su análisis
tud siguen siendo, como siempre, no más que agru- derruye efectivamente las racionalizaciones más
paciones de casos. Cómo se extenderán en lo su- ortodoxas de la investigación y la inferencia cien-
cesivo es cosa que incumbe a sus usuarios. Las tíficas. Pone do manifiesto la vacuidad de tantas
relaciones no vienen acompañadas de instruccio· referencias a "la razón", "la justificación racio-
nes sobre el modo de utilizarlas, ni a qué fines e nal", "la lógica". "la prueba", "la experiencia",
intereses serán tomados en cuenta cuando sean "la realidad", etc. En cambio, se destaca cla-
desarrolladas. Como agrupaciones, las relaciones ramente el carácter convencional del juicio
no poseen más propiedades que las de ser agrupa- científico. Kuhn brinda todo cuanto puede es-
ciones. Son inertes: están disponibles para el uso perarse razonablemente de una interpretación fi-
214 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 215

nitista del conOCimiento (aun cuando él mismo de una comunidad concreta, debe uno ocupar-
nunca se ubique explícitamente dentro de esta se de la actividad de ésta, de los recursos disponi-
corriente). Pero cuando se buscan explicaciones bles para dicha actividad y de los fines comunales
positivas en la obra de Kuhn, de inmediato se hacia los que tiende esa misma actividad. Según
siente uno insatisfecho. ¿Por qué un nuevo pro- el caso particular que se estudie, estos fines y re-
blema resuelto llega a ser aceptado comunalm(~nte cursos comunales podrán ser específicos del con-
como tal? ¿Por qué se toma corno extensión de texto inmediato, el estrecho dominio de la sub~
un paradigma existente, como lo mismo qw, yr.. cultura científica diferenciada; o acaso se hallen
estaba? ¿Por qué lo que para una persona ef: U!1 muy difundidos. Los estrechos intereses profesiona-
buen problema resuelto para otra es una anom:.'.1ía? les, ya establecidos, quizá contribuyan a explicar
¿Y por qué quienes están en lados opuestm' ron cómo procede la inferencia, o tal vez sirvan para
las controversias relativas a paradigmas o!J'f{ltiv/)s ello los intereses sociopolíticos, de base más am~
tienen que encontrarse precisamente en esos lH.dp:,? plja. Pero en cualquier caso la manera como los
A éstas y otras preguntas por el estilo la obre:. :¡e intereses estructuran la inferencia, y por tanto la
Kuhn no responde satisfactoriamente. Es im'o(';:i~ manera como se explican los juicios, serán las mis-
ble que lo haga pues sistemáticamente nunca tOina mas formalmente.
en cuenta el carácter profundamente intencion::Il_ Existiendo ahora varios estudios empíricos que
y dirigido Qe toda la actividad humana y la cog· tratan de relacionar el conocimiento científico con
nición. Kuhn, sin embargo, nos permite apredar los intereses, es posible examinar estos asuntos
la profundidad de estos interrogantes, así como ;8 con más fundamento. Forman (1971) trató de re-
vacuidad de la mayoría de las respue~;tas a cHos. lacionar la rápida aceptación por parte de los fí.
Con su obra barre los detritos de 10 que salín :;;e. sicos alemanes de una mecánica cuántica inter-
la tradición filosófica indebidamente genera'liz¡1-'J~ pretada ocausalmente Con las condiciones sociales
y con ese logro es suficiente. y políticas generales prevalecientes en la república
de Weimar, las cuales fomentaban la aversión al
determinismo: aquí está de por medio la hipótesis
V.3. LA CIENCIA EN CONTEXTO de que objetivos e intereses de amplia base social
intervienen en la estructuración de la inferencia.
Si la argumentación anterior es correcta, enlonces Pickering (1981) se propuso relacionar la gran .1
en la ciencia las inferencias y los juicios est"'n aceptación de la hipótesis del "encanto" de la fí-
estructurados siempre por los caracteres ~GflÍ"i;l·· sica moderna de las partículas con fines y obje-
gentes de los medios en donde ocurren, y particl'~ tivos muy concretos, localizados dentro de la pro·
larmente por los fines y los intereses comUiwíi:'c. pia física: aquí la hipótesis consiste en que los
Para entender los .iuicios que "e emiten der\tg-, reducidos jntereses profesionales estructuran la in-

,

r
216 lENDENCIAS RECmNTES TENDENCIAS REClENfES 217

terenda, y no se presta atención al medio social gencias propias del estrecho medio científico, y
en su conjunto. Pero las formas de los muy dife- así también con factores macrosociol6gicos, es
rentes intentos de explicación de Pickering y For- asunto claramente empírico. Como ambas clases
man son las mismas. Existen fines e intereses; de contingencias pueden operar en un caso es-
éstos encauzan la inferencia y el juicio; nos ayudan pecífico, ya sea por separado o conjuntamente,
a explicar el surgimiento de un determinado cuer- hay la necesidad de buscar ambas en todo estudio
po de conocimientos. (Tampoco es evidente que la empírico o hist6rico. No es válido suponer que,
operación de los factores macropolíticos, como en cuando está en operación un conjunto de contin-
el primer caso, sea inherentemente menos desea- gencias, el otro no lo está, ni que el juicio cientí-
ble que la operación de factores micropolíticos, fico debe relacionarse ya sea con consideraciones
como en el segundo caso.) profesionales delimitadas o con consideraciones so-
Esto mismo se aplica a las controversias cien- ciales generales. Se puede relacionar con las dos.
tificas. Los distintos juicios de los científicos que El reciente estudio realizado por Wynne (1979)
participan en la controversia se han explicado a es buen ejemplo de lo que se necesita. Wynne
i, veces en razón de las condiciones macropolíticas
y los intereses sociales generales (entre otros, Mac-
muestra c6mo el concepto de "éter" desempeñó
un papel importante en la cultura de laborato-
kenzie y Bames, 1975, 1979, sobre la controversia rio de física de Cambridge a fines de la época
f biometría-mendelismo; Farley, 1977, sobre la con- victoriana. Fue una noción técnico-te6rica, em-
troversia de la generación espontánea; Mackenzie, pleada rutinariamente al planearse experimentos
I, 1?78, sobre la controversia de la estadística; Sha-
PID. 1979, sobre la anatomía cerebral del siglo XIX).
y al evaluar leyes y generalizaciones. Los movi-
mientos del "éter luminífero" podían explicar la

I
Pero la referencia a las contingencias peculiares existencia de la luz, la electricidad, la energía ra-
de la subcuItura de la ciencia pueden bastar para diante e incluso la materia ponderable. Pero Wyn-
explicar las diferencias de los juicios científicos ne señala otro contexto de uso en donde mu-
conforme a lineamientos paralelos; los intereses chos de los físicos de Cambridge desplegaban el
establecidos sustituirían a los intereses sociales más concepto de éter. También se empleaba el término
amplios,. el contexto esotérico a la sociedad total. para rebatir las doctrinas, reducidamente instru-
I~s conSIderaciones micropolíticas a las macropoIí-

I
mentales, del naturalismo científico, que en aquel
tlcas (ef. Dean, 1979, sobre taxonomía botánica; tiempo se empleaba para atacar las pretensiones
Pickering, por publicarse, sobre los quarks libres). de los teólogos y c1érigos del establishment y, por
Aquí no estamos tratando con diferentes clases de tanto, el predominio de los intereses de los te-
explicación. rratenientes aristócratas representados por ellos.
Hasta qué punto se relacionan Ja inferencia y Como concepto lleno de utilidad científica y que
la evaluación dentro de la ciencia con las contin- era uno de los menos "metafísicos" y estaba un
I

218 TENDENCIAS RECLENTES TENDENCIAS RECIENTES 219

paso más allá de las apariencias, el éter servía vcniente hablar de las fronteras de un campo cien-
para confundir a los naturalistas. Además, como tifico; pero tal habla es de UJl modelo que la gente
entidad teórica cuyas propiedades explicaban tao ha producido dentro de su actividad, no de algo
vasta gama de fenómenos el éter servía de funda· que determine su actividad, y menos aún de una
mento para vislumbrar un cosmos unificado y al"· gran línea divisoria entre lo bueno y 10 malo.
monioso que por su misma inlegración apuntaba Una subcultura científica, con sus propios pro-
hacia algo trascendente. cedimientos esotéricos. sus competencias. objetivos
Wynne documenta el empleo del concepto del y normas, es exactamente como cualquier otra.
éter dentro del estrecho contexto orientado técni· Tómese la pintura. por ejemplo. Se puede estudiar
camente y también en el contexto politico, más ]a manera como ]a gente mantiene el arte de pin-
amplio, demostrando así cómo el concepto se de. tar en calidad de actividad distinta, y diferencia
sarrolló y elaboró al mismo tiempo en relación sus métodos y producciones de cualquier otra co!;a
con dos conjuntos de fines e intereses. Nada en que se encuentre en el resto de la sociedad. Al
el estudio de Wynne justifica que antepongamos mismo tiempo, puede observarse c6mo los pro-
ni un contexto ni un conjunto de intereses a otros. ductos del arte del pintor brotan de estudios en-
Es erróneo hablar de un concepto uciel}tífi(~o" davados en la sociedad rt la que pertenece y son
que sea utilizado fuera del ámbito de la ciencia, puestos en servicio como fuentes de simple placer,
o de un concepto "acientífico" o ':ideoI6gico" que como objetos decorativos, como símbolos de esta-
sea empicado dentro de ella. El concepto del éter tus, como mensajes sobre el orden moral, como
se desarrolló por el uso en dos contexto:; del proposiciones sobre el lugar del hombre en el Uni-
discurso. Y cualquier caso particular de su uso verso. y se puede documentar también cómo estos
dentro de uno u otro contexto se pudo consiruir diferentes requerimientos regresan e influyen en
con base en el uso previo en ambos, de modo que la cultura artística esotéric? estimulando la pro·
ocurrió una interacción de la cultura esoléric:'l ducci6n de nuevos objetos y con ello de nuevas
con la exotérica. técnicas y nuevas normas. El estudio de la pintura
Debemos presumir siempre tal jnteracciÓ~l al desde csta perspectiva es as~nto de rutina que no
estudiar una comunidad científica, y al mismo tiene automáticamente re¡mrcllsiones evaluativas.
tiempo tratar de averiguar su naiura!e;&:1. r; in- Si los artistas reaccionan a l~ demanda de reta-
tensidad. La intensidad cero debe contar simplt"- hlos o de obras espectaculares, y consecuentemen-
mente como posible hallazgo empírico. Cier 10 es te modifican sus métodos. sensibilidades y normas
que los propios científicos tratan de <!.islar d~l de juicio, no va a suponerse que en virtud de tal
"exterior" su cultura esotérica; pero si io logren he.::-ho han devaluado su arte. Así es como deben
y hasta qué punto es asunto empírico, y nada tomarse las cosas también en el estudio empírico
más. En muchos casos es irresistiblemente <:00· de Iv ciencia; y así es cada \'ez más.

..
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~~~~~~~~~~~~---=~-_.!~
220 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 221

Debe admitirse la presencia de un importante lizar la misma tarea de· explicación. Se considera
residuo de obra sociológica e histórica que rechaza que los dos enfoques son incompatibles entre sí.
esta concepción y, para cumplir con los requisitos El primero es el ideal; el segundo, la pesadilla de
del mito maniqueo del conocimiento, legisla una gran parte de la retórica historiográfica.
imponente frontera entre la ciencia y su contexto Pero, por fortuna, la dicotomía interno/exter-
social. Se sostiene que el juicio científico procede no, que durante tanto tiempo fue origen de in-
enteramente por referencia a "reglas de razón", satisfacción (Thackray, 1970), ya no tiene gran
universales e intemporales. Se niega el papel de importancia metodológica en la historia de la cien-
las contingencias sociales para que, como las fuer- cia, si bien los términos continúan en uso corno
zas de la oscuridad, no vayan a socavar el pedes- indicadores convenientes de los focos, selecciona~
I tal del conocimiento científico. Se gastan muchas dos pragmáticamente, de trabajos de investigación
energías en proteger a la ciencia de las amenazas particulares. Ya no se carece tampoco de estudios
I de contaminación que invariablemente presentan empíricos que relacionen el juicio científico (como

~ los estudios empíricos de su desarrollo.


En sociología, la imagen resultante del barco
parte de la actividad global de investigación) con
el contexto respectivo. Entre muchos otros ejem-
de la razón que abre su propia vía a través del si~ plos figuran Young (1969), Forman (1971), Thac-
lencioso mar de las contingencias sociales no sirve kray (1974), Brown (1974), Farley (1977), Jacob
más que para desalentar el estudio del conoci- (1977), Caneva (1978), Barnes y Shapin (1979)
miento y el juicio científicos. Su importancia es y Shapin (1980, por publicarse). Incluso tene-
predominantemente negativa (aunque en Ben-Da- mos estudios del trabajo de determinados cientí-
vid, 1971, se encuentra un intento, digno de Pro- ficos, al margen completamente del mito maniqueo
custo, por hacer encajar los hallazgos reales en y proceden de manera genuinamente histórica y
ese esquema). En la corriente principal de la his- apegada al contexto (Cowan, 1977; Mackenzie,
toria de la ciencia, por otra parte, el mito mani- 1979). Más importante que la propia tendencia,
queo está entrelazado más íntimamente en la tra- sin embargo, es la manera como la historia de la
ma de la retórica y la investigación. Sostiene los ciencia en su conjunto ofrece ahora una carac-
bien conocidos estereotipos de las historias "inter- terización mucho más amplia y rica de su ma-
na" y "externa". Hacer historia interna es expli- teria. Determinados historiadores no estarán de
car el cambio científico con respecto a las fuerzas acuerdo. No habrá dos de ellos que sean igual-
de la luz, dentro del contexto científico esotérico mente sensibles al panorama que contemplan. Pero
-la observación, el experimento y la inferencia la misma diversidad de las contribuciones histó-
racional Hacer historia externa significa invocar ricas sirve ahora para dar una explicación ade-
esos oscuros agentes exteriores Que son los inte- cuada de la cultura científica tal y como opera en
reses y las predisposiciones sociales a fin de rea- medios sociales particulares. (Es curioso que Kuhn,

,1
).22. TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 223

en sus últimas publicaciones, haya contribuido no- no tiene caso tornar una forma de utilidad para
tablemente poco a esta turca. Su historiografía excluir la otra. Los comentarios de Wynne sobre el
abstracta se ocupa siempre de la ciencia como su\)- concepto del éter, ya descritos, se aplican igual-
cult.ura con fronteras trozadas convencionalmente mente a las nociones de inercia y escasez de la
-·Kuhn, 1968, [971a, 1971b. Pero su jnvesliS¡l materia y a la función del agente espiritual en
ción empírica se ha ido alejando cada ve.z ;l'fu; Newton, así como a las nociones de lucha por
de esas fronteras, hasta que en su trabniu !Hu::; ir.: la existencia y selección natural en Darwin,
dente, sobre la teoría en Ja física [19781, a~cfl"s Conceptos como éstos, fáci1ts de dotar de sig~
si se notan.) nificaciones cosmológicas y ont.ológicas, sí pare~
&te ensanchamiento de horizontes en la Ilbto- cen lograr prominencia en el curso de muchos de
ria de la ciencia señala que sus resultados ganaráil esos cambios que Kuhn identifica con revolucio-
cada vez más en interés sociológico generaL Po'" nes. Dada la utilidad de tales conceptos para po-
ejemplo, ya hay indicios de que acontocmllcntos lemizar, y su relación indirecta con las tareas
sociales y políticos de gran envergadura Dl'edGl1 técnicas de la ciencia, tiene uno que preguntarse
estar enlazados con el cambio cultural en el ~\-'l­ si las "revoluciones", en cuanto reorientaciones
bita de la ciencia, mucho más estrechümcpt" ,,~ básicas de la práctica esotérica, no habrán sido,
lo que antes se reconoda, y que la funcIón (l.:,! :;. en muchos <:'1S05, estimuladas o facilitadas por ten-
Jes acontecimientos puede ser particu1arm~!lrf' ..;.... dencias sociopolíticas generaJe.'i. Ciertamente ha-
tab~e en épocas de grandes reorientncion~ 'r- ~ ,': Imí unos cuantos casos en que los historiadores
cas. Considérense, por ejemplo, las obras de iu;. :\-,~ puedan afinnar con confianza que esto no fue
reconocidos gigantes de la ciencia inglesa, d,.....·..-,·; así, pero podrán citarse muchos más casos seme-
If Darwin. que han sido estudiadas de !rl~Hlt"'.';" jantes a los reseñados en el párrafo anterior. La
e;.:traordinariamente detalladas y sistemlltizmi;.:;. importancia del debate entre los materialistas y
Las teorías de estos dos personajes, para ~ecli- ¡,) sus opositores asegura la abundancia de ejemplos
menos, fueron incorporadas a las doc~rin •..s ez;."·- en la historia de la biología, o en la historia de las
cltamente políticas del newtonianismo y del d,;."· teorías de la materia, que abarca buena porción
Wllllsmo social (e/. Jacob, 1976, y Shapin, l'fX. i"-~' de la física.
pe-Cto al newtonianismo; y Young, l%~I, ..' Antes de proseguir este análisis hacen falta más
respecto del darwinismo). Ya pasó much0 tl~:·,:l .,~. investigaciones históricas. Los resultados actua-
desde que se pudo caracterizar estas t!'iOCiaCi,v".j les, sin embargo. indican patentemente la incon-
.::omo "ma) uso social del conocimiento f"i~nl,l' veniencia de considerar suficiente la interpretación
Los Frincipia de Newton y El origen uf". ':'F. ;O'J. básica de Kuhn, que relaciona la "revolución" ex-
poseyeron simultáneamente utilidad técni-;'..J.-iflS·,'-I> clusivamente con el contexto esotérico (e/. tam-
mental y ~ociopolítica, e históricame.t"<("; ;J(¡W· y .. bién Franke1, 1976).

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224 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 225

VA. LA BASE DE LA CDMUNIDAD cuando el propio Kuhn no haya advertido de su


importancia generaL
Mencioné en el capítulo I que el valor sociológico Citaré tan s610 un ejemplo para ilustrar el valor
de la obra de Kuhn rebasaba el contexto de las potencial del trabajo de Kuhn con respecto a la
ciencias naturales y merecía la atención de todo teoría sociológica. El ejemplo se refiere a lIn in-
científico social interesado en la cultura y en la terrogante decisivo y bastará con que esté bien
cognición. No pensaba, sin embargo. defender el concebido. Para empezar, recapitularé la manera
amplio uso de las ideas de Kuhn como sistema como Kuhn trata de entender una teorla cientí-
"listo para usarse", La popularidad de los debates fica. En La estructura muestra a quienes sostienen
acerca de si la sociologfa posee un paradigma o una teoría como poseedores de cierto número de
si ha habido revoluciones científicas en la econo- problemas resueltos aceptados; y muestra cómo la
mía o en la psicología, atestigua más el predomi- investigación normal consiste en la extensión de los
nio de la pereza intelectual que la importancia problemas resueltos a casos ulteriores por mode~
del pensamiento kuhniana. El mismo recomienda lamiento directo. Todo cuanto se describe está
claramente prudencia en la aplicación de sus con- en función de lo dicho. Por el uso competente
ceptos característicos y subraya que sólo puede de los paradigmas Jos científicos adquieren sensi~
abogars,e por la utilidad de éstos en el contexto bilidad hacia los significados de los términos, IR$.
de la historia de las ciencias naturales (e/. Kuhn, consecuencias de las leyes y las generalizaciones y,
1969). por tanto, hacia el contenido de las teorías. Las
A mi juicio, la significación general de la obra teorras no están separadas de los paradigmas. Por
de Kuhn reside no en sus relaciones históricas del lo contrario, una teoría se puede entender senci-
desarrollo de la ciencia, ni en los conceptos in- llamente como una agrupación de problemas re~
ventados para hacer tales relaciones, sino senci- suellos aceptados. El conocimiento establecido
llamente en sus discusiones explicitas de los pro- abarca todos los casos aceplados como "los mis-
blemas generales relativos a la cognición, la se- mos". de manera mtinaria y sin problemas, en
mántica y la cultura. Kuhn es importante cuando calidad de problemas resueltos de norma. La in-
examina las relaciones de semejanza, los proble- vestigación se ocupa de aquellos casos que se con-
mas concretos resueltos, y el desarrollo del uso sidera son "los mismos" que los casos de norma,
léxico y el procedimiento por analogía y el mode- pero no establecidos aún definitivamente como
lado directo. Aqui aumenta nuestra comprensión "los mismos" por el desarrollo de los casos de
de la naturaleza convencional del conocimiento, norma. En consecuencia, una agrupación de pro-
igual que la de la naturaleza de la propia conven- blemas resueltos aceptados representa tanto 10 que
ción. De quienes trabajan! en las ciencias sociales, equivale a conocimiento establecido, asociado con
nadie deberá pasar por alto este material, aun la teoría, como lo que se tiene a mano en tanto
I
1
226 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECiENTES 227

que recurso para el desarrollo y extensión de la La interpretación teórica de Stegmüller, del ca~
leoría. ráeter de una teoría científica, fundada en la teo-
Identificar una teoría como agrupación de pro~ ria de los conjuntos, se inspira en la descripción
bJcmas resueltos, en caso de ser correcto, tiene informal de Kuhn, y también se asemeja mucho a
considerable importancia. Normalmente pensamos ella. & una interpretación en extremo útil que
que la teoría es una cosa, quizá un sistema de pro~ presta atención a muchas de las repercusiones fi~
posiciones o bien una estructura matemática for· nitistas de la obra de Kuhn y que reconoce que
mal, de la cual se deducen o derivan 16gicamente una teoría no puede identificarse como algo
soluciones particulares. Los problemas resueltos independiente de sus aplicaciones. Stegmüller in~
concretos se consideran aplicaciones de una teo- siste, sin embargo, en que toda teoría posee una
ría general: se cree que cada uno de ellos jncor~ estructura matemática básica y en que las aplica~
pora parte de la estructura general de la propia ciones se derivan de la "especialización" de la
teoría, que es por lo que en realidad son denomi~ estructura básica (Stegmüller, 1976, pp. )()9-11O, Y
nados aplicaciones de esa teoría. Pero ahora se el. pp. 43-44). Pero; por desgracia, aunque su co-
invierten los papeles y una teoría, en lugar de de- nocimiento de la ciencia real es inusitadamente
finir sus aplicaciones por estar presente en enos detallado para un teórico de los conjuntos, Steg-
y así hacerlos "los mismos", se define por sus müller no alcanza a encontrar ahí indicaciones
aplicaciones: es sencillamente el conjunto de 10 de la presencia de estructuras matemáticas funda-
que se Uama sus aplicaciones. mentales ni del proceso de "especialización" por
Esto no quiere decir que todas ¡as "aplicaciones medio del cual los paradigmas y los problemas
de una teoría" sean completamente ajenas e \n~ resueltos se derivan de tales estructuras. A Steg~
dependientes unas de otras. Se encuentran slem~ müller le gustaría establecer la existencia de un
pre muchas semejanzas entre los ,asos de tal con- nivel de teoría por encima del de los paradigmas
glomerado: unas cUlmtl:l.S constantes físicas, por y los problemas resueltos, pero su incapacidad de
ejemplo, aparecen una y otfa vez en los par"dig- hacerlo tan sólo tiende a confirmar la ausencia
mas de la mecánica clásica; y 10 mismo ocurre de tal nivel.
con valNcs cspecíficos de cantidades elegidas prdg- Postulando la existencia de la estructura mate-
máticamente, como la masa de la Tierrn. Pero su- mática básica de la teoría, situada por encima de
perponer semejanzas no indica la presencia de una los conjuntos de aplicaciones de la interpretación
estructura lógica. o forma, o esencia, básicas "den- de Kuhn, Stegmül!er concibe algo cuya forma es
tro", "detrác;" o "encima" de cualquier aplicación muy parecida a la tradicional visión deduetivista
de ulla teoría. No hay más necesidad de postular de la ciencia. Por encima de las aplicaciones par-
esto, que de postular la esencia del "pato" o el ticulares se coloca una estructura general, más o
"ganso" . menos una esencia. Una aplicación es una "es-

~ i
';
.3,
...~

228 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 229

pecialización" derivada de la estructura general. nómenos empíricos envuelve un paso anal6gi<'o


La inferencia recorre hacia abajo Jos escalones oculto.
de la jerarquía que va de Jo general a lo particu- Así como en la epistemología y la sociología
lar. Las soluciones particulares se derivan de re- del conocimiento debe enfrentarse Ja relación de
laciones generales, casi a la manera de los lógicos lo particular con lo general, así también debe
deductivos. En contraste con esto, la interpreta- h,ac:e rse en la corriente principal de la teoría socio-
ción de Kuhn permite poner en tela de juicio el l~glca con respecto a la explicación de la ac-
papel de la deducción. Se muestra la teoría sim- cIón. Muchos sociólogos, particularmente los de
plemente como un conjunto de aplicaciones rela- l~ escuela funcionalista, explican la acción supo-
cionadas. ¿Y entonces cómo podrá hacerse una de- men~o la posibilidad de inferencia segura de lo
ducción partiendo de la teoría, para llegar -a una parlicular ~ lo general. Erigen una jerarquía qut=:
aplicación de norma, si esta última es parte de la va de '~valores" a "normas implícitas" y de ahí a
propia teoría? ¿Y cómo podrán deducirse las apli- las accIOnes adecuadas en contextos específicos.
caciones fuera de la norma si son significativa- I..:os valores son la clave para entender las ac-
mente diferentes de las anteriores? ciones; son la base de la comunidad. De ahí el
La inferencia científica. como por lo general la familiar hincapié de la leoría funcionalisla en los
inferencia empírica. no es deductiva. Va de par- "valores dominantes" de una sociedad o institu~
ticular a particular con base en la semejanza y la ción. ?tros rechazan esta posición. y sugieren que
analogía. El conocimiento se construye y extiende más bIen somos nosotros mismos quienes en cada
porción a porción. mediante la agrupación provisio- caso particular interpretamos las acciones como si
nal de casos y aplicaciones. Nuestro sentido del al- estuvieran de conformidad con las normas. y re~
cance y la vi;llidez de una afirmación general pro- presentamos las normas como encarnaciones de
viene de la manera como desarrollamos analogías valores. Esta idea. adoptada desde hace mucho
entre particulares y de cómo agrupamos estos últi- por los int.eraccionistas simbólicos y los sociólogos
mos. Las inferencias. así como las convicciones de l~terpretatIV?S. presenta lo general como produ~
validez, pueden ir de particular a particular o bien c!do a partir de lo particular, y a la inferencia
ascender de lo particular a lo general; pero no Circulando por la jerarquía cognoscitiva en direc-
pueden descender directamente los escalones de la ción opuesta a la postulada por los funcionalistas.
jerarquía de lo general a lo particular. Esto se debe No es asunto fácil decidirse entre estas posicio~
a que la única manera de averiguar si una afirma- nes contradictorias. y se trata de uno de los más
ción general se aplica a un particular dado es la grandes problemas de la teoría sociológica. Tam-
de considerar que existe analogía entre éste y otros bién es triste observar cuán a menudo se pasa por
particulares a los que ya se reconoce abarcados alt~. A la escuela funcionalista, que hasta años
por Ja generalización. Toda "deducción" sobre fe- reCIentes ha prevalecido abrumadoramente en Ji!
230 TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES ¿.\ I

sociología, debe cargársele la mayor parte de maneras diferentes en lo fundamental dc las em-
la responsabilidad por este olvido. En algún mo- picadas para en~eñar conceptos empíricos. En el
mento el funcionalismo parece haber perdido gran scgundo caso se presentan conjuntos finitos de
parte de su ímpetu intelectual original, y dejado estados de cosas; en el primero. conjuntos finilm>
que su teoría degenerara en una mera manera de de modos de acción aprobados. Y así como la
hablar. Entre más han hablado de valores y nor- más general de las nociones cmpírico·científicas.
mas los funcionalistas, m~nos se han preocupado la teoría en su conjunto, se conserva como con·
por transmitir. o siquiera entender, de qué están junto finito, así ocurre también con la mi... ge-
hablando. Ha decaído el interés por las cuestiones neral de las nociones normativas. el valor. Así
sociológicas reales que giran en torno de los tér- como una teoría es un conjullto de aplicaciones
minos. (Hay quienes no escatiman en crear y mos- concretas aceptadas, así también un valor es un
trar analogías entre la sociología y las ciencias conjunto de modos de acción aceptados -o, más
naturales, y quienes defienden el funcionalismo bien. esto es lo más que puede ser un valor, en
como el paradigma sociológico. Pero si esto per- caso de que se sostenga que es algo más que una
milc excusar la superfidalida4 del último fun- mera formulación verbal.
cionalismo rococ6, considerando la muestra de En 1<\ medida en que se acepte la analogía,
investigación. igualmente da lugar al embarazoso habrá que poner en tela de juicio el papel incoa-
interrogante de cuáles !on los acertijos que ha (ivo de los valores en la vida social. No puede uno
resuelto esta corriente y cuáles son las anomalías deducir de un valor una acción adecuada, mús
que reconoce. Hay mucho que decir para evitar de lo que puede deducirse una aplicación de la
las analogías explícitas entre la~ ciencias sociales estructura abstracta de una teoría empírica. Todo
y las naturales, salvo quizá que deseemos carto- sentido general del valor debe ser mantenido por
grafiar el desierto en sociología.) la agrupación continuada, activa y revisable (le
Sigue indecisa la significación de los valores en los casos paniculares. Los valores deben ser tos pro·
la teoría sociológica. Y aunque en los últimos años duetos de la actividad comunal, no parte de 1:1 1
ha merecido considerable atención, y a pesar de base de la comunidad. Esto se asemeja, desde lue- I
que se han aclarado muchas cosas, todavía sigue
siendo causa de beneplácito cualquier avance que
go. a In postura tradicional del interaccionislllo
simbólico, las sociologías interpretativas y las teo· I
se haga hacia la solución del problema. Que la rías finilistas relacionadas. Así la obra de Kuhn I
obra de Kuhn ofrece exactamente esto se pa- presta apoyo inductivo. vía la analogía anterior.
tentiza de inmediato cuando reconocemos la ana- a las varias escuela~ finitistas de la sociología. y
logía entre valores y teoría, acciones y aplicacio~ en caso de ser necesario sus métodos y conccpto<;
oes. Los conceptos con los cuales transmitimos podrían .~cguir la misma ruta para convertirse en 1
nociones normativas no se pueden enseñar de recursos aplicables en gran parte de la investiga-

1~~!." ~ ,•.
,
-'
1
TENDENCIAS RECIENTES TENDENCIAS RECIENTES 233

ción sociológica. Como ahora el finitismo está ra- contexto que se utilicen también como recursos
zonablemente bien establecido en sociología. vale en el otro (el. la aplicación que hace Kuhn de
la pena examinar esta última posibilidad. Ahora las ideas de Piaget).
se reconoce ampliamente que el sentido del orden El propio Kuhn es ciertamente tanto un expo~
social se construye pieza por pieza y se sostiene siwr como un defensor del funcionalismo socio-
por una serie de transacciones particulares; pero lógico. Como tal, es poco probable que llegue a
lo que no se sabe es la forma exacta en que esto concordar con el análisis que he hecho en esta
se cfc:ctúa. En 1973 Cicourel resumió la posición en sección, y en sus escritos hay en realidaCJ afirma-
relación con la teoría de la socialización: ciones claras que se hallan en oposición explícita
a lo que acabo de escribir. En una conferencia
La programación momento a momento que cad.\ sobre "Objetividad, juicios de valor y elección de
miembro efectúa para sí y los demás restablece el teoría", publicada en 1973, Kuhn recalca su con-
ordcn normativo por el eslabonamiento po.,;/ ¡IOC con vicción de que los valores, aunque acaso no deter-
políticas o reglas generales. Al (ratar de socializar minen la acción, sí la guían e influyen en ella
a los niños, este proceso, hasta hoy ambiguo, de
t..-slahonar casos particulares con políticas o reglas
(1977, el. capítulo XUI; el- también la reiteración
g~neT:lles, se convierte en un laboratorio perpetllo
de su postura en las pp. 21-22). Los valores poseen
para descubrir cómo se hace posible la organización evidentemente repercusiones y potencia inheren-
social mediante el aprendizaje de la estructura social tes: "Mejorar la calidad de la vida es un valor, y
por parte del niño (1973, p. 73]. en un tiempo se tomó como norma correlativa
el ideal de un coche en cada garaje" (Kuhn, 1977,
El libro de eicoure1 comunica muy bien la 1m- p. 354); "(...) hay sociedades con otros valores y
pOflancia de este proceso post hoc y hace ver (. .. ) estas diferencias de valores producen otras
también lo poco que entendemos del mismo. La maneras de vida" (Kuhn, 1977, p. 355).
interpretación de Kuhn, del trabajo de solucionar Sobra decir que, según yo, este análisis de la
i¡certijos en el campo de la ciencia, con su acento función de los valores es completamente incorrec-
en la~ relaciones de semejanza, el modelamiento to y 110 encaja muy bien con el resto de la obra de
y la analogía, y el enfoque finitista a 1<:1 cultum Kuhn. Por fortuna, empero, no figura destacada-
científica, alentado por el trabajo de aquél, son mente en su investigación. l!1 nunca ha dirigido
recursos potenCIalmente útiles con los cuales ata- ninguna investigación empírica sobre la cuestión
l.:ur este problema. No obstante que la cultura del papel de los valores en la ciencia, no ha con-
cicntíríca seu en cierto modo más compleja que siderado las ramificaciones técnicas del asunlo, ni
la de los ninos, en olros aspectos es más simple las dificultades con que se ha topado su punto
y fácil de entender. Por tanto, tiene que decirse de vista en el contexto de las ciencias sociales.
algo sobre los método... y re~ultados de cualquit.'"r "Objetividad, juicios de valor y elección de leo-

I
234 TENDENCIAS RECIENTES

ría" trata problemas raramente locados en otra


obra de Kuhn. BIBLlOGRAFIA
Por tanto, si Kuhn se ha equivocado realmente
en su apreciación de la función de los valores, no
debe asignársele gran peso a ello en la evaluación Allison, P. D. (1979) "Experimental Parapsychology as
de su obra. Abstractamente hablando, es un gran a Rejected Science", Sociological Rl'view Morl'Ograph,
problema. Pero la significación de un cuerpo de no. 27, pp. 271-92.
escritos no tiene que ver gran cosa con sus formu- Barnes, S. B. (1974) Scientific Knowledge and Socio-
laciones verbales abstractas, menos aun con sus logical Theory, Londres, Routledge & Kegan Pau!.
temas principales. Marx y Durkheirn hicieron Barnes, S. B. (1976) "Natural Rationality: a Neglected
contribuciones de inestimable valor a la sociolo- Concept in the Social Scienccs", Philo50phy 01 rile
gía; pero ahora se considera rutinaria mente que Social Sciences, vol. 6, no. 2, pp. 115~ 16.
la mayoría de sus aFirmaciones fueron erróneas. Barnes, S. B. (1977) /t1terests aJld Ihe Growth 01 Know-
Su valor radica en los métodos y procedimientos ledge, Londres, Routledge & Kegan Paul.
protolípicos que nos legaron, incorporados a los Barnes, S. B. (1980) "00 the Conventional Character
análisis de situaciones y acontecimientos concre~ of Knowledge llnd Cognition", KOlner Zeit.rcltrilt für
tos. Ofrecen recursos para la investigación socio~ Soziologie, Special Edition No. 23, pp. 163~90. Tam-
lógica, no instrucciones correctas. Quizá 10 mismo bién en Philosophy of Ihe Social Sciences, vol. 11,
dcba decirse de Kuhn. no. 3, 1981.
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"

lNDICE

Prefacio 9
Reconocimientos 15
Nota del autor 17

I. Tradiciones de investigación 21

n. La formación . 47
n.!. La pedagogía 47
I1.2. Relaciones de semejanza 57
11.3. El finitismo . 67
11.4. El finitismo en las teorías de la fí-
sica . 79

nI. La investigación 89
IU.I. El descubrimiento 89
I1I.2. La ciencia normal 97
111.3. Las revoluciones científicas 110
111.4. Los CÓlicos de Kuhn 118

IV. La evaluación 129


IV.l. Otros paradigmas 129
IV.2. Tramas conceptuales 140
IV.3. Evaluación y ciencia normal 161
lV.4. Las fronteras de la ciencia 173
245
.!46 INDICE

V. Tendencias recientes . 180


V.1. La etnometodología 180
V.2. Fines e intereses 191
V.3. La ciencia en contex.to 214
VA. La base de la comunidad 224
Bibliografía sumaria 235 E.qte libro se terminó de imprimir el dll1 18
de marzo de 1986 en los t.n.lleres de Lito
F~Jicione8 Olimpia, S. A. Sevilla 109, y se
encuadernó en Encuadernación Progreso,
S. A. l\'¡unicillio Libre 188. México 13, D. F.
Se tiraron 10.000 ejemplares.

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