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3 Lenguaje y vocabulario
El lenguaje y el vocabulario, es la parte en la que un profesional debe destacarse o hacer la
diferencia, con respecto a otros postulantes o candidatos al mismo puesto de trabajo.
¿Quizás, deberíamos comenzar por tener una breve descripción de “lenguaje” y
“vocabulario”…no?
Lenguaje, es un sistema de comunicación estructurado para
el que existe un contexto de uso y ciertos principios
combinatorios formales. Existen contextos tanto naturales
como artificiales.
Desde un punto de vista más amplio, el lenguaje indica una
característica común al hombre, para expresar sus
experiencias y comunicarlas a otros mediante el uso de
símbolos, señales y sonidos registrados por los órganos de
los sentidos. El ser humano emplea un lenguaje complejo que expresa con secuencias sonoras
y signos gráficos.
La capacidad humana para el lenguaje, tal como se refleja en las lenguas naturales, es
estudiada por la lingüística.
Se considera que la progresión de las lenguas naturales va desde el habla, luego por la
escritura y, finalmente, se instala una comprensión y explicación de la gramática.
Por su parte, vocabulario, es el conjunto de palabras que forman parte de un idioma
específico, conocidas por una persona u otra entidad (como un diccionario).
El vocabulario de una persona puede ser definido como el conjunto de palabras que son
comprendidas por esa persona, o como el conjunto de palabras probablemente utilizadas por
ésta. Así es que por ejemplo "valiente" forma parte del vocabulario normal de las personas
hispanohablantes, mientras que "bizarro" no lo es, ya que a pesar de éstos ser sinónimos,
"bizarro" es una palabra prácticamente en desuso (o erróneamente utilizada con el significado
del vocablo del idioma inglés bizarre, que significa extraño, o extravagante). La riqueza del
vocabulario de una persona es considerada popularmente como reflejo de la inteligencia o
nivel de educación de ésta.
El incremento del propio vocabulario es una parte importante tanto en el aprendizaje de
idiomas, como en la mejora de las propias habilidades en el idioma en el cual la persona ya es
nativa.
La adquisición del vocabulario (tanto en el primer idioma como en los segundos y/o
extranjeros), es un proceso muy complejo. La primera distinción que debemos hacer es entre
vocabulario pasivo y vocabulario activo:
- El vocabulario pasivo, es el que el sujeto entiende sin ayuda o con muy poca ayuda, pero que
no es capaz de utilizar autónomamente.
- El vocabulario activo, es el vocabulario que el sujeto comprende sin problemas, pero que
además, es capaz de utilizar cuando lo necesita y sin necesidad de ayuda.
Por lo anterior, el vocabulario más amplio de una persona es el vocabulario pasivo, y parece
claro también, que si una persona no tiene una palabra "almacenada" en su vocabulario
pasivo, difícilmente esa palabra podrá llegar a formar parte de su vocabulario activo. Uno de
los defensores de esta teoría fue Tracey Terrell, co-autor del "Natural Approach", y que invirtió
un gran esfuerzo en intentar explicar este proceso de adquisición lingüística. Terrell afirma que
una forma primero se "liga" (binding en inglés), es decir, se relaciona una forma con su
significado. Este proceso parece ser un proceso paulatino y relativamente "lento", ya que no
sería un aprendizaje sino una adquisición. Una vez la forma ya está "ligada", el sujeto debería ir
intentando "acceder" (accessing en inglés) a esa forma en repetidas ocasiones. Las primeras
veces requerirá de mucho tiempo, y posiblemente de cierta ayuda, pero ese tiempo o esa
necesidad de ayuda se irá reduciendo paulatinamente. Cuantas más veces ese sujeto intente
acceder a esa forma, más "accesible" estará.
Con lo anteriormente señalado, se hace importante que
en un proceso de selección laboral, tanto para el
postulante y así para el entrevistador, la persona
maneje un lenguaje y vocabulario relacionado a su
entorno de desempeño laboral.
En lo anterior, para un cargo de menor jerarquía, la
organización no se fije en ese aspecto de la persona,
sino más bien considere y evalúe otras habilidades y
experiencias de la persona. Si efectivamente y en el
desarrollo de tu carrera profesional, estás enfrentando opciones de trabajo o de selección a
cargos medios hacia arriba, entonces ésta parte será fundamental para un proceso de
selección.
Por lo tanto, el lenguaje y el vocabulario, forman lo que se llama la comunicación. Es así como
la comunicación tiene dos aspectos: Hablar y Escuchar. Mientras que hablar es un proceso de
decir palabras, en el escuchar es donde radica toda la esencia de la comunicación y por lo
tanto, se ha convertido en la inquietud más importante del proceso de comunicación.
No nos comunicamos sólo por el habla, también nos comunicamos por medio de los cinco
sentidos: Oído, vista, olfato, tacto e incluso el gusto. Por lo tanto, si analizamos bien el proceso
de comunicación, nos daremos cuenta que no sólo se hace efectiva por el habla, sino
principalmente por saber escuchar.
El escuchar, es el factor fundamental que debe tener una persona o un postulante a un cargo,
sobre todo en el momento de una entrevista laboral. Es ahí donde esa persona podrá entender
y saber las necesidades de la empresa, entender en que parte del proceso se está e incluso,
llegar a entender instrucciones simples. Además, escuchar no es sólo oír, porque oír es un
proceso biológico que todos los seres humanos y animales pueden realizar. Donde radica la
importancia que diferencia el escuchar del oír, es que escuchar aparte de “oír”, se le agrega la
interpretación de lo dicho.
Las acciones implícitas que genera el
escuchar, no hace necesariamente que la
comunicación y el proceso comunicativo
sean efectivos, sino que al escuchar se le
deben agregar las “intenciones” del
mensaje recibido. Todo lo que hablamos,
es escuchado por una persona y en ese
proceso se transfieren las inquietudes del
comunicador cuando dice lo que dice y se
le agrega la forma en que lo que se dijo,
afectará el futuro del que escucha. Con
ambas situaciones, se genera la fusión de
horizontes.
La matriz básica del escuchar
La matriz básica del escuchar y la que permite un proceso de comunicación efectiva, está dada
por:
- El ámbito de la acción
o Una primera forma a través de la cual conferimos sentido al hablar (y que,
por lo tanto, constituye el escuchar), guarda relación con identificar las
acciones comprometidas en el hablar.
Estas son de tres tipos:
 Las acciones “locutorias”: Tienen relación con lo que se dice.
 Las acciones “ilocutorias”: Tienen relación con aquello que se
ejecuta al decir lo que se dice (afirmar,
declarar, pedir, ofrecer y prometer)
 Las acciones “perlocutorias”: Tienen relación con los efectos en el
otro que resultan del decir lo que se dijo
(indignar, persuadir, estremecer, etc.)

- El ámbito de las inquietudes


o Además de escuchar los diferentes tipos de acciones indicados arriba, al
escuchar generamos una interpretación sobre aquello de lo que la persona
que habla se está haciendo cargo al hablar (inquietud)
o Una buena relación interpersonal descansa, en una medida importante, en
nuestra capacidad de hacernos cargo del otro antes de que éste lo pida. Esto
lo logramos escuchando las inquietudes del otro y haciéndolas nuestras.

- El ámbito de lo posible
o El hablar articula el mundo como espacio de lo posible. Todos los que tratan
con personas y son efectivos en lo que hacen, saben escuchar cómo el hablar
modifica lo posible. Los grandes comunicadores, son maestros en el arte de
modificar lo posible a través de la conversación.

- El ámbito del alma humana


o Sostiene que en el hablar, como una forma importante del actuar, se
constituye el ser que somos.
o El hablar no sólo nos crea, sino también nos da a conocer, nos abre al otro,
quién a través del escuchar, tiene una llave de acceso a nuestra forma de ser a
lo que llamamos el alma humana. Se trata de un escuchar que trasciende lo
dicho y que trata de acceder al ser.
Lo anteriormente expuesto, es parte vital de la comunicación de un profesional y como puntos
principales, se debería considerar lo siguiente:
- Usar un lenguaje claro.
- Modular bien las palabras (evitar comerse las letras “s”, “d” y “r”.
- Evitar el uso de modismos al hablar formalmente.
- Evitar el uso de palabras terminadas en “ai” (cachai, estai, vai, etc.).
- Evitar el uso de garabatos o palabras de “grueso calibre”.
- En ambientes más formales o técnicos, se exigirá comunicación técnica relacionada al
área de especialización.
- Escuchar atentamente al interlocutor, para determinar sus intenciones y tener mayor
claridad en lo que se expone.
- Hablar correctamente, con cortesía y gentileza.
- Mantener una entonación constante en las oraciones que se dicen.
- Utilizar la inflexión de la voz para hacer preguntas, afirmaciones o expresiones de
sorpresa.

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