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Título: La excelencia del amor.

Por: Abraham
Bruno.
Texto: Cantares 8:6-7
Tipo de sermón: Textual.
Tema: Todos los actos de amor en el matrimonio necesitan ser vividos con excelencia.
Propósito: Cómo enriquecer el amor de pareja y consolidarlo.
Lógica: Inductiva.
Área: Cuidado pastoral.
Bosquejo:
Introducción:
Un día caminaba por la vereda de una calle comercial y leí un letrero que decía: El matrimonio
es un yo, que busca un tú para formar un nosotros. Esto me llevó a parafrasear el misterio de la
Trinidad como un Padre unido al Hijo y al Espíritu para formar un solo Dios. En el pasaje de
Cantares 8:6-7 encontramos la esencia de una unidad, que en la pareja debe ser integral. Esta
unidad exige que todos los actos de amor en el matrimonio necesitan ser vividos con excelencia,
para enriquecer el amor de la pareja y consolidarlo. Veámoslo en dos grandes aspectos:
I. Decisiones para mostrar la excelencia del amor:
Una frase popular dice: Somos la consecuencia de nuestras decisiones. El amor es una
decisión para toda la vida. No somos forzados a amar. No obstante, como un pacto de
amor, cada uno debe cumplir con su parte. El cumplimiento debe darse con
excelencia y no liviandad. Consideremos algunas decisiones que hacen del amor una
excelencia:

A. La garantía de entregarse por completo – Ponme como un sello sobre tu corazón.


Quiero ampliar lo que les compartí al principio acerca del letrero: El matrimonio
es un yo integral, que busca un tú integral para formar un nosotros integral. Son
dos vidas integrales que se unen para formar una nueva vida integral. No es la
unión del 50% de uno y del 50% del otro. Es un 100% más otro 100% que da un
nuevo 100%. Muere el lenguaje del yo y el tú para dar paso al “nosotros”.
Nosotros llevamos la carga de la familia, nosotros nos encargamos de los hijos,
nosotros decidimos las inversiones, nosotros hacemos la limpieza.
Si alguien dice: Yo siempre y tú nunca, es que la entrega no ha sido completa.
También indica el sentido de pertenencia que se deben el uno al otro. Nadie es
amo ni esclavo.

B. La promesa del cuidado físico – Como una marca sobre tu brazo.


El matrimonio es la unión de fuerzas emocionales y físicas. Obviamente según las
capacidades de estos aspectos, se distribuirán las responsabilidades familiares.
Hay labores fuertes y livianas, hay quien debe ejercer la disciplina física, y quien
debe ofrecer una sabia consejería con paciencia.

C. La exclusión de los celos – Duros como el Seol los celos.


El amor y los celos están íntimamente relacionados, ya que quien ama permanece
habitualmente en estado de alerta hacia la otra persona. Los celos en pequeñas
dosis son saludables e incluso pueden calificarse de románticos, pero cuando son
excesivos pueden resultar enfermizos y causar un irremediable dolor. Es
importante hablar abierta y sinceramente sobre la causa de ellos.

D. La comunicación para solucionar problemas - Las muchas aguas no podrán


apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos.
El amor es invencible y perseverante siempre y cuando acudan juntos a Dios ante
cualquier adversidad o problema. Recordar el pacto de permanecer juntos en las
buenas y en las malas, en enfermedad o saludo, en pobreza o riqueza. Pablo
recomienda: Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
ni deis lugar al diablo. (Efesios 4:26-27)
Como cristianos no debemos permitir que el diablo gane ventaja sobre la relación.
Debe ser un estilo de vida matrimonial que siempre antes de dormir se aclare
cualquier mal entendido, y haya el perdón y la reconciliación necesaria.

II. Bendiciones por mostrar la excelencia del amor:


Ningún matrimonio es perfecto. Siendo que los dos son una sola carne, la carne puede
contraer “enfermedades”. Hemos visto que una de sus enfermedades son los celos.
Aunque en ciertos momentos uno puede curarse a sí mismo, hay otras ocasiones
donde se requiere la ayuda de un especialista. Un doctor matrimonial. El doctor
diagnostica y recomienda el tratamiento adecuado para la sanidad. Si hemos seguido
las condiciones para mostrar la excelencia del amor, entonces sus bendiciones son
inevitables.

A. El verdadero amor no tiene muerte, no deja de ser – Porque fuerte es como la


muerte el amor;
La muerte es algo que ningún poder en la tierra jamás ha podido vencer. La
muerte tiene una fuerza irresistible. Nadie ha podido contra ella, salvo Jesucristo.
Así es el amor para la amada: inquebrantable e irresistible como la muerte. De
esta manera, el v. 6 presenta el grito apasionado y urgente de la amada, que quiere
estar cerca de su amado, para ya no separarse nunca más de él1

B. El disfrutar de una sana pasión – Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.

1
Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. . (1993–). Comentario bı́blico
mundo hispano Proverbios-Cantares (1. ed., p. 371). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.
Es interesante observar que en su sentido original en el término “llama” se
encuentra el nombre de Dios (Jah=Jehová), lo cual podría indicar que es Dios
mismo quien enciende la llama del amor verdadero. Es la experiencia de un placer
total que involucra las emociones, el espíritu y el cuerpo. Es llegar a realizar cómo
los dos se hacen uno. Es entender que no necesitan encontrar la pasión, el placer
en ninguna otra cosa ni en ninguna otra persona, sino solo en el ser amado.

C. Un amor que no se vende a ningún precio – Si diese el hombre todos los bienes
de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían.
El amor verdadero nunca entregará a su amado contra todo lo que otro pudiera
ofrecer. El amor no se vende, tampoco se compra. No se le puede asignar ningún
precio. Es un amor a toda prueba que se construye en la confianza, la lealtad,
respeto, en una búsqueda unida de la comunión con Dios.

Conclusión
Cuando hacemos todas las cosas con excelencia siempre habrá la garantía que todo nos vaya
bien. Cualquiera cosa hecha a medias o con liviandad es riesgo de fracaso. Hay que ofrecer lo
mejor de cada uno al otro. Una excelente comunicación, un excelente trato, una excelente
relación íntima, una excelente presentación. Todo esto fortalece y consolida el amor. No
debemos ser mediocres en nada. En el contexto del Nuevo Testamento podemos encontrar esta
esencia en las siguientes palabras:
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin
de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
28 Asítambién los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a
su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la
sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque somos miembros de su cuerpo, de
su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y los dos serán una sola carne. (Efesios 5:25-31)
En esta noche, Clara y Tony se presentan para ser una sola carne, habiendo entendido que el
matrimonio es una relación para toda la vida, que es la entrega integral e incondicional de dos
personas que están conscientes que Dios bendice un matrimonio si deciden vivirlo con
excelencia.

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