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Mis resúmenes de Historia del Derecho Español

1º Grado de Derecho

Prof. Eulogio Fernández Carrasco

Nandae – Historia del Derecho -1-


LECCIÓN 4

1. COSTUMBRE Y LEYES COMO FUENTES DEL DERECHO

A) DERECHO CONSUETUDINARIO PATRIARCAL Y MATRIARCAL

A pesar de los numerosos mitos y leyendas de la antigüedad, no existen datos


que confirmen la existencia de algún régimen matriarcal. Básicamente, las
sociedades han sido siempre patriarcales, regidas por los hombres en todos los
aspectos.
Un texto de Estrabón sugiere la existencia de un régimen matriarcal entre los
pueblos del norte peninsular, sin embargo, una lectura detenida revela lo
contrario:
1 – El texto dice que el padre ordenó la muerte de toda la familia, capturada
por los romanos, de lo que se deduce que es el padre quien ostenta el
derecho a decidir sobre la vida o la muerte de su familia.
2 – La covada es un rito de reconocimiento de la paternidad propio de los
pueblos patriarcales por el que se acepta al recién nacido como miembro de
la familia, lo que no sería necesario en un régimen matriarcal.

Por otra parte, en estas sociedades es el hombre quien compra a la mujer. En


realidad estamos en un régimen matrilineal, en el que la mujer hereda y
transmite los derechos sucesorios sin poseer una autoridad especialmente
relevante. El varón que se despose con ella será quien ejerza la autoridad
dentro del grupo familiar. A nivel político, también la mujer transmite el derecho
a reinar.

B) EL DERECHO ESCRITO EN TARTESSOS

Según la mitología, fue Habis, Rey de Tartessos, el primer Rey de la Península


Ibérica quien sometió a leyes a un pueblo incivilizado. Este pueblo elaboró un
importante sistema de leyes.
El mito de Gárgolis y Habis representa la hazaña ejemplar de un ser
sobrenatural que combate contra el caos para llevar a cabo su labor
civilizadora.
La imitatio dei es el mecanismo esencial de estos ciclos míticos. El mito de
Tartessos debe insertarse en los cambios estructurales que se producen a
causa de la revolución neolítica y en él existen diferentes componentes
jurídicos:
1 – La contraposición de una sociedad sin reglar, a una sociedad
organizada regida por los mandatos jurídicos.
2 – La fijación del tabú del incesto.

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3 – El cambio de una economía cazadora y recolectora a otra agrícola y
ganadera.
4 – La división de la sociedad en clases
5 – La elaboración de normas penales
6 – La fijación de las primeras normas jurídicas

2 – ESTRUCTURA SOCIAL Y POLÍTICA

A) LA GENS Y LAS GENTILIDADES

1 – El grupo social básico era la familia en sentido amplio y la unión de familias


con un vínculo de sangre daba lugar a la cognatio o clan familiar.
2 – El conjunto de clanes familiares constituía la gentilitas, o agrupación de
familias con una relación de parentesco real o ficticio. Estas gentilitas poseían
culto, dioses y Derecho propio.
3 – La unidad superior era la tribu o gens, formada por varias gentilidades, con
Magistrados con autoridad y, probablemente, poseedoras del territorio.

B) LOS VÍNCULOS DE SOLIDARIDAD PÚBLICA: PACTOS DE


HOSPITALIDAD

El hospicio, u hospitalidad, consistía en la práctica de recibir al extranjero en un


grupo social y brindarle su protección.
Los pactos de hospitalidad entre gentilidades fueron el instrumento para evitar
la guerra y el exterminio, se realizaban por escrito y en ellos intervenían los
representantes de las gentilidades y los Magistrados de la gens.

Existieron diversas formas de hospitalidad:


1 – El hospicio, por el que se recibía a un huésped en el grupo social, con el
correspondiente castigo divino en caso de contravención. Probablemente
era usado por mercaderes para asegurarse protección y libertad de
movimiento.
2 – El pacto de hospitalidad, formalizado en planchas de metal o arcilla que
servían de contraseña y se partían en dos para que cada parte conservara
un trozo que se presentaba en caso necesario.

C) LOS VÍNCULOS DE SUMISIÓN PERSONAL: CLIENTELA Y DEVOTIO

Al contrario que los pactos de hospitalidad, los pactos de clientela y devotio


implican condiciones de desigualdad.
A través de los pactos de clientela, un individuo o un grupo familiar se somete
a otro prometiendo fidelidad y servicios a cambio de protección. Este pacto se

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rompe por la muerte de una de las partes o por maltrato del patrono hacia el
cliente.

Existieron diferentes tipos de clientela: individual, colectiva y militar.


1 – Individual: realizado entre una persona y un grupo, terminan por la
muerte de su máximo representante o por la contravención de las promesas
realizadas.
2 – Colectiva: la clientela prerromana tiene carácter bilateral, con
compromisos recíprocos mientras que la clientela romana es unilateral, el
cliente no tiene derechos ni exigencias sobre el patrono.

La devotio, o fides ibérica, es propia de los pueblos hispanos. Por ella se


realiza una consagración perpetua de una persona o grupo al servicio de un
patrono.
La obligación del devoto es especialmente militar, protegiendo al patrono hasta
la muerte con sus armas y su propio cuerpo.
El deber del patrono es proteger al devoto o grupo familiar y proporcionarle
alimento, vestido y armas.
Si el patrono caía en combate, los devotos se quitaban la vida para asegurarse
su continuidad en la comitiva en el más allá e incluso en la siguiente
reencarnación.
Un claro ejemplo de patrono es Viriato.

Existen diferencias entre la fides ibérica y la devotio romana. En cuanto a esta


última:
1 – conlleva la recepción del voto por los dioses ultratelúricos
2 – el objeto de la promesa no es la protección del patrono, si no el
aniquilamiento del enemigo en la guerra
3 – la promesa se cumple cuando los dioses aceptan las vidas ofrecidas
quedando entonces obligada la reciprocidad del cumplimiento

Otra forma de clientela es el ambactus. El término significa criado o servidor,


posiblemente aplicado a personas con una gran dependencia material.

D) REYES Y ASAMBLEAS CIUDADANAS

Los historiadores romanos de la época califican a los jefes celtíberos de


diferentes maneras: Reyes, Reyezuelos, Príncipes, etc.
Generalmente, la realeza era hereditaria aunque en algunos pueblos era
electiva o temporal. Se conocen matrimonios entre dinastías para la
persistencia del sistema de sucesión, y luchas por acceder al trono.
En Lusitania los jefes militares eran elegidos en asambleas populares.

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Algunas comunidades eran regidas por una asamblea de hombres libres, con
carácter democrático, donde participaban todos los hombres libres de la
comunidad; o por un consejo de ancianos aristócratas que en caso de guerra
designaba a un jefe militar con poderes especiales.

LECCIÓN 5 ROMANOS

1 – DERECHO ROMANO Y DERECHOS INDÍGENAS

A) LA ROMANIZACIÓN: CONSIDERACIONES GENERALES

Durante la conquista romana destacaron la estabilidad en la organización


administrativa del territorio y el desarrollo paralelo de una romanización en
múltiples aspectos.
Junto a la romanización social y cultural también se produjo la romanización
jurídica: las concesiones de la latinidad y de la ciudadanía romana supusieron
respectivamente la extensión parcial y completa del Derecho romano a todos
los habitantes de las Hispanias.
La ciudadanía suponía estar libre de la condición de súbdito y disfrutar de una
serie de ventajas jurídico-políticas. Los romanos respetaron la constitución
política de todos los pueblos que se sometían a Roma, siempre y cuando no
perjudicase a sus intereses.

Hasta muy avanzada la civilización las personas se rigieron por el Derecho de


su propio pueblo, razón por la que la romanización jurídica no se produjo al
mismo ritmo en todas las regiones y por la que el Derecho romano estuvo
influenciado por los derechos indígenas. Con el tiempo esta influencia
ocasionó el Derecho romano vulgar.

B) ROMA EN HISPANIA: PACTOS Y DEDITIO

Además de las diferencias temporales en la romanización, deben señalarse las


distintas formas en las que se produjo: foedus o pacto y deditio o rendición.
El foedus es un pacto entre Roma y un pueblo aliado por el que este último se
somete voluntaria y pacíficamente a la autoridad romana. Este pacto podía
ser de igualdad o de desigualdad.
En el primer caso, la ciudad indígena se incorporaba a Roma con carácter de
federada y adquiría la condición de libre. En caso de desigualdad, la ciudad
indígena debía seguir los dictados de Roma, además de pagar un tributo,
adquiriendo la condición de ciudad estipendiaria.

Si la ciudad indígena no se rendía voluntariamente incurría en deditio, en cuyo


caso Roma podía tomar dos caminos distintos:
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- aniquilarla y hacerse dueña del territorio
- respetarla, convirtiéndose en ciudad dediticia que, en muchas ocasiones,
debían pagar también un tributo.

B.1. – Ciudadanos, latinos y peregrinos

- Ciudadanos – el ciudadano participaba plenamente del Derecho romano,


gozando de plenitud de derechos civiles y políticos.
Entre los derechos públicos se encuentran:
1 – derecho de voto en las asambleas populares
2 – acceso a las magistraturas
3 – servir a la legión
4 – apelar a los comicios
Y entre los derechos privados:
1 – comprar y enajenar cosas que estén dentro del comercio
2 – contraer matrimonio
3 – testamenti factio activa y pasiva
4 – acudir a los Tribunales de Justicia

- Latinos – los latinos gozaban de una semi-ciudadanía cuyo grado variaba en


función la clase:
- Latini veteres, habitantes de las ciudades del Lacio. Disfrutaban de los
cuatro derechos privados de los ciudadanos romanos, además del derecho
de voto en los comicios por tribus y a servir como aliados en el Ejército
romano.
- Latini coloniarii, habitantes de las colonias latinas o de territorios a los que
se les concedía la latinidad. Poseían los derechos de testamenti factio
activa y pasiva y de acudir a los Tribunales.
- Latini iuniani, eran los latinos libertos. Poseían la testamenti factivo pasiva
pero debían adquirir la ciudadanía para la testamenti factio activa.

- Peregrinos – personas alejadas del mundo romano pero que vivían dentro
del ámbito de influencia de Roma. Eran súbditos libres que no poseían
ninguno de los derechos de los ciudadanos, rigiéndose por el Derecho de sus
ciudades y por el Derecho de gentes.

Pueden observarse también a los bárbaros, extranjeros al Derecho romano; y a


los enemigos que luchaban contra Roma.

B.2. – Las concesiones selectivas del Derecho romano

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A la llegada de los romanos a la Península la mayoría de sus habitantes eran
considerados peregrinos, y el Derecho romano solo se aplicaba a los
ciudadanos romanos que se trasladaban a Hispania y a aquellos a los que se
les concedía la ciudadanía o la latinidad en casos particulares como
recompensa.

La primera concesión particular de ciudadanía conocida se produjo en el año


211 a.C., a un íbero llamado Moericus. Desde ese momento las concesiones
de ciudadanía particulares son más frecuentes, en su mayoría a miembros de
la aristocracia indígena.

Como ejemplo de concesión colectiva destaca la realizada por Cneo Pompeyo


a la Turma Salluitana, un escuadrón de treinta jinetes, por su valor. El decreto
por el que se concedió tiene carácter de lex data al ser una concesión unilateral
de Pompeyo sin la votación popular.

Dado que solo el ciudadano romano podía servir en el Ejército y habida cuenta
de la necesidad de tropas, terminó concediéndose la ciudadanía para poder
aumentar el número de legionarios.
Todas estas concesiones facilitaron la romanización en algunos territorios
como la Bética que ya en el siglo I a.C. estaba romanizada en su totalidad.

2 – LAS CONCESIONES GENERALES DEL DERECHO ROMANO

A) EL OTORGAMIENTO DE LA LATINIDAD POR VESPASIANO A HISPANIA

Además de concesiones particulares o a pequeños grupos, Vespasiano


concedió la latinidad a todas las ciudades de la Península como recompensa
por la lealtad de sus habitantes.
Mediante esta concesión los habitantes recibieron la condición de latini
coloniarii, lo que supuso que muchas ciudades indígenas pudieran
organizarse como municipios romanos, dotados de curia, senado y
magistraturas municipales. Igualmente, quienes hubieran desempeñado una
magistratura municipal, se convertían, junto a sus familiares más próximos, en
ciudadanos romanos.
En tiempos de Caracalla la mayoría de los indígenas, sobre todo en las
ciudades, habían adquirido ya la condición de ciudadano romano a través de la
latinidad.

B) LA CONCESIÓN DE LA CIUDADANÍA POR CARACALLA A TODO EL


IMPERIO

Mediante una constitución, el Emperador Caracalla otorgó la ciudadanía a todo


el Imperio, excepto a los súbditos dediticios.
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Los motivos de esta concesión fueron religiosos, para agradecer la victoria a
los dioses; y fiscales, para aumentar los ingresos, puesto que sólo los
ciudadanos romanos pagaban ciertos impuestos.
Esta concesión supuso la culminación del proceso romanizador en Hispania y
se logró un derecho único para todos sus habitantes.
Desaparecieron así las diferencias jurídicas, se implantó un único sistema de
fuentes y comenzó a producirse la vulgarización del Derecho.

Al desaparecer la diferencia jurídica entre hombres libres apareció entonces la


diferencia social:
- los honestiores, clases económicamente poderosas
- los humiliores, clase inferior de la sociedad

3 – DERECHO ROMANO Y DERECHO PROVINCIAL HISPANO

A) EL DERECHO ROMANO

El Derecho romano presenta varias etapas: arcaica, clásica, postclásica y


justinianea pero en la Península únicamente se desarrollaron la clásica y sobre
todo la postclásica.
Son fuentes del Derecho romano:
1 – las leyes
2 – los senadoconsultos
3 – las constituciones
4 – los edictos
5 – la jurisprudencia

El Derecho romano clásico estaba formado por el ius civile y el ius honorarium.
En cuanto al primero, existieron diferentes formas de producción:
1 – las leges, procedentes de los órganos competentes primero de la
República y después del Principado.
2 – el ius, producto de la actividad privada de los juristas, es decir, la
jurisprudencia.

El Estado romano no era más que la unión de los distintos ciudadanos, de ahí
que los comicios, en cuanto órganos supremos de la soberanía popular, fueran
los únicos que podían formular leyes.
Existieron diferentes tipos de comicios:
1 – comicios curiados, las asambleas más antiguas
2 – comicios por tribus, asambleas religiosas en su origen. Elegían a los
Magistrados menores e imponían penas pecuniarias
3 – comicios centuriados, de origen militar

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Sólo los comicios centuriados y los comicios por tribus tuvieron facultades
legislativas. Según su participación en la formulación de las leyes, puede
diferenciarse entre:
1 – lex rogata, votada directamente por comicios a petición de un
Magistrado
2 – lex data, promulgada por un Magistrado romano en virtud de una
autorización previa de la asamblea

Los comicios perdieron su poder a favor del Senado por lo que las leyes
comiciales comenzaron a desaparecer y a adquirir importancia los
senadoconsultos, que se convirtieron en la principal fuente del Derecho en la
etapa del Imperio.
Con el paso del tiempo también el Senado perdió facultades a favor del
Emperador y se convirtió únicamente en el lugar donde éste publicaba sus
decretos.
El Emperador, que hasta el siglo I había centrado su actividad en el Derecho
público, amplió sus facultades al Derecho privado promulgando diferentes
disposiciones con valor legal:
- Edictos, disposiciones dictadas por el Emperador como Magistrado
romano
- Mandatos, normas de carácter interno, vinculantes para todos los
ciudadanos
- Rescriptos, respuestas dadas por escrito a consultar formuladas al
emperador
- Decretos, resoluciones del Emperador sobre litigios sometidos a su
conocimiento, que llegaron a crear jurisprudencia

C) DERECHO ROMANO VULGAR

El Derecho romano no penetra activamente en la Península hasta la concesión


de la latinidad por Vespasiano pero su generalización se produce en el año
212, momento en el que ya predomina el Derecho romano vulgar.
La complejidad del Derecho romano clásico dio paso a una aplicación más
sencilla y realista. En esta época se produjo una intromisión de juristas
inexpertos en la interpretación del Derecho por haber desaparecido la
jurisprudencia clásica. Esta intromisión hizo que se redactasen y divulgasen
unas “Interpretationes” que resumían los textos clásicos hasta el punto de que
en el siglo III todo el derecho tuviera esas características. Este fenómeno se
conoce como Derecho romano vulgar.

Los factores que contribuyeron a la vulgarización del Derecho romano fueron


los siguientes:
1 – la concesión de la ciudadanía, que supuso la incorporación del Derecho
indígena al Derecho romano
2 – los contactos con el derecho germánico
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3 – la crisis del Bajo Imperio que produjo un vacío de poder, con el que las
provincias y su Derecho fueron adquiriendo entidad propia
4 – la influencia de la Iglesia, que hizo que el Derecho se adecuara a
principios morales
5 – la desaparición de los juristas expertos en Derecho romano clásico y la
transformación de estos en meros funcionarios imperiales
6 – la enseñanza del Derecho mediante resúmenes de los textos jurídicos

LECCIÓN 6

1 – EL RÉGIMEN PROVINCIAL

A) PROVINCIA Y LEX PROVINTIAE

Concretamente, el término provincia indica el ámbito geográfico donde un


Magistrado ejercía su competencia.
Las provincias se definen como simples parcelas del dominio romano en las
que se trataba únicamente de conseguir un provecho material bajo
presupuestos de paz y seguridad, respetando el Derecho de los indígenas
siempre que no fueran contrarios a los intereses de Roma.

Lo que en principio fuera una sencilla práctica de explotación provincial limitada


a la expansión de la Ciudad-Estado de Roma, hubo de transformar sus
planteamientos frente a las necesidades de un Estado global.
Fue Octavio Augusto quien desarrolló un programa político acorde con las
nuevas necesidades:
1 – el de la política de la Administración central constituida por Magistrados
y funcionarios cuya misión principal era mantener la respectiva provincia
bajo la dominación romana, garantizando la paz y la estabilidad política
2 – la política desarrollada en cada provincia mediante la expansión del
modelo municipal romano junto con sus instituciones municipales

Cuando Roma conquistaba una provincia procedía a la promulgación de una


serie de normas de Derecho público, destinadas a la organización inmediata de
los nuevos territorios.
En el caso de Hispania, una lex provintiae la dividió en dos provincias y se
estableció la condición jurídica de las ciudades quedando su mayoría como
ciudades estipendiarias.

C) SISTEMA DE GOBIERNO: MAGISTRADOS Y ASAMBLEAS


PROVINCIALES
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C.1. – Los Magistrados

En los primeros momentos de la dominación romana, las dos provincias


hispanas fueron dirigidas por sendos Cónsules, generales del Ejército y
provistos de imperium.
Posteriormente, el gobierno de cada una fue encomendado a un Pretor
investido de amplios poderes de gobierno provincial pero en determinadas
épocas, a causa de las sublevaciones, fue necesario encargar un nuevo
gobierno a un Cónsul que englobaba ocasionalmente la autoridad de los
pretores.

Las principales funciones de los Magistrados eran:


1 – el aprovechamiento económico de la Península
2 – el control del pago del impuesto anual de los indígenas
3 – proporcionar tropas formadas en la propia provincia
4 – controlar el cumplimiento de las leyes romanas

Al acceder a su cargo, cada pretor publicaba un edicto que debía acomodarse


a la lex provintiae pero progresivamente fueron manteniendo el de su
antecesor. Los gobernadores estaban obligados a respetar la organización y el
Derecho indígena en los términos marcados por la lex provintiae, si bien por
razones políticas, se llevaron a cabo medidas de carácter extraordinario como
el traslado de poblaciones enteras.

Con la dictadura de Augusto, aunque los senadores continuaron como


elementos dirigentes, el Emperador se situaba por encima de ellos.
El gobierno de las provincias senatoriales recayó en exMagistrados que
pasaron a actuar como procónsules y propretores.

En las provincias imperiales gobernaba un Príncipe con poder militar, como


procónsul, ayudado por un Lugarteniente y otros funcionarios tanto civiles como
militares.

Con la reforma de Diocleciano desapareció la distinción entre provincias


senatoriales e imperiales estableciéndose una división en prefecturas y
diócesis, gobernadas por funcionarios que dependían directamente del
Emperador.
En cada una de las siete provincias que integraban las diócesis de Hispania los
procónsules y los propretores fueron sustituidos por unos gobernadores sin
atribuciones militares llamados praesides (presidentes) que eran meros
administradores con facultades financieras y judiciales.

C.2. – Las asambleas provinciales

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Durante la época del Principado los habitantes de las ciudades llegaron a
tener alguna intervención en su gobierno a través de las asambleas
provinciales, que eran reuniones de representantes de todas las ciudades de la
provincia en su capital.
En un principio estas asambleas no fueron reconocidas e incluso se llegó a
decretar su disolución en territorios como Grecia, Macedonia y Sicilia. Más
tarde esas mismas asambleas adquirieron trascendencia política por los
siguientes motivos:
1 – la costumbre de elogiar la labor del gobernador provincial al término de
su mandato
2 – la de acusarle por su mala administración o sus abusos en el poder
3 – la costumbre de dirigir peticiones y reclamaciones al Emperador o al
Senado mediante el envío a Roma de un legado
En la etapa del Bajo Imperio estas asambleas adquirieron el derecho de
dirigirse directamente al Emperador sin mediación de funcionarios ni del
Gobernador de la provincia. Al estar formadas por los representantes de las
ciudades de la provincia supusieron un anticipo histórico de las futuras
asambleas representativas.
Llegaron a constituir un órgano importante en la administración de las
provincias teniendo facultades para promover voto de censura o de aprobación
de la labor del Gobernador saliente.

2 – EL RÉGIMEN MUNICIPAL

A) CLASES DE CIUDADES

Cuando los romanos llegaron a la Península se encontraron con una diversidad


de comunidades indígenas independientes, con derechos y obligaciones
desiguales, por lo que comenzaron la creación de ciudades y la difusión de su
propio modelo de organización urbana.

1 – Ciudades indígenas o peregrinas


Las poblaciones indígenas se vincularon a Roma de diferentes formas,
resultando distintos tipos de ciudades:
1 – Federadas: ciudades vinculadas a Roma mediante un pacto de igualdad
quedando fuera de la jurisdicción de los gobernadores provinciales y de los
Magistrados romanos. No estaban obligadas a pagar tributos ordinarios a
Roma y podían conservar su propio Derecho.
2 – Libres: vinculadas a Roma mediante un senadoconsulto o una ley.
Conservaron su propio Derecho pero Roma podía revocar sus privilegios en
cualquier momento.
3 – Estipendiarias: vinculadas a Roma por un pacto de desigualdad,
sometidas al pago de un estipendio anual, al Gobernador provincial y a
proporcionar tropas al Ejército romano.
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4 – Dediticias: ciudades que en principio opusieron resistencia a la
dominación romana pero que terminaron rindiéndose sin condiciones ni
privilegios.

2 – Colonias y municipios romanos


Las colonias fueron enclaves fundados de nueva planta o sobre un núcleo ya
existente para el asentamiento de ciudadanos romanos. Se regían con una ley
especial que regulaba su funcionamiento y su constitución político-
administrativa.
La mayor parte de las colonias procedían del asentamiento de ciudadanos
romanos, aunque existían también otras formadas por población civil proletaria
formadas por colonos que al convertirse en propietarios agrarios elevaban su
posición social y económica.
De un modo u otro, ello incluía el reparto de lotes de tierra para los asentados.
Junto a las colonias existieron municipios en los que no se produjo
necesariamente redistribución del terreno ni asentamiento de veteranos.
Como en el caso de las colonias, se promulgaba una ley propia que regulaba
su funcionamiento.
Existieron distintos tipos de municipios:
1 – municipios romanos: antiguas ciudades no romanas que contaban con
numerosas personas con la ciudadanía o a cuyos habitantes se les había
concedido colectivamente
2 – municipios latinos: constituían un grado intermedio entre las colonias y
las ciudades peregrinas, para alcanzar posteriormente el grado completo de
ciudadanía.

B) LEYES DE COLONIAS Y MUNICIPIOS

Las leyes ordenadoras de colonias y municipios fueron leges datae, es decir,


dadas directamente por un Magistrado autorizado para ello.
Durante la dominación se fueron otorgando a las comunidades romanas
conjuntos de disposiciones legales que regularon aspectos concretos y básicos
de su organización. Se conservan algunas de estas leyes, entre las cuales el
grupo más importante se basó en los modelos de las leyes de colonias y
municipios generales para todo el Imperio, esto es, en la Lex Iulia Municipalis
de Augusto y en la Lex Flavia Municipalis de Domiciano. Las más conocidas
que se conservan en Hispania son:

1 – Leyes de colonias
La más antigua es la Ley de Urso, una lex data promulgada por Marco Antonio
para la colonia de Urso, fundada por César tras su lucha con Pompeyo.
Regula la organización de la colonia y diversos temas locales como las
magistraturas, la policía, los ingresos, etc.

2 – Leyes municipales
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Se conocen tres: la Lex de Salpena, la Lex Flavia Malacitana y la Lex de Irni.

Leyes de Salpensa y Málaga: son también lex data, concedidas por


Domiciano para organizar como municipios latinos ambas ciudades, aplicando
así la concesión de la latinidad por Vespasiano.
Ley de Irni: concedida por Domiciano, regula las magistraturas, la jurisdicción,
el nombramiento de jueces, etc. Sus coincidencias con las leyes anteriores
confirman la existencia de una ley municipal general, la Lex Iuilia Municipalis de
Augusto.

C) EL GOBIERNO LOCAL

1 – Los Magistrados
Las magistraturas municipales se caracterizaron por ser desempeñadas por
dos Magistrados y por ser anuales y honoríficas. Desde el momento de su
nombramiento, los Magistrados pasaban a formar parte de la Curia Municipal y
contraían la obligación de aportar la summa honoraria, que se pagaba a la
hacienda local o financiando espectáculos públicos.
Para poder ser elegido Magistrado municipal debían cumplirse los siguientes
requisitos:
1 – ser libre
2 – mayor de edad
3 – poseer dignidad y nivel de renta
4 – no haber desempeñado esa misma magistratura en los últimos cinco
años

Las Magistraturas municipales más relevantes fueron:


- Duoviri iure difundo: similar al Cónsul de la República, constituía la máxima
Magistratura ciudadana. La ejercían dos Magistrados de forma colegiada
para el ejercicio de las competencias jurisdiccionales civiles y criminales.
Convocaban los Comicios y la Curia municipal y tenían derecho de veto
respecto a los demás Magistrados.
- Duoviri aediles: dos magistrados municipales cuya función principal era el
cuidado de la ciudad.
- Cuestores: normalmente eran dos, aunque en Hispania apenas aparecen.
Tenían funciones contables pero sin jurisdicción propia y era un aprendizaje
para ocupar otras Magistraturas más relevantes.
- Magistraturas religiosas: encomendadas a los sacerdotes
- Otros cargos municipales auxiliares de los Magistrados como escribanos,
ordenanzas, etc.

En el siglo IV la función del municipio quedó reducida a la recaudación de


impuestos de modo que las Magistraturas municipales devinieron en simples
oficios de la Administración general.

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2 – La Curia Municipal o Senado
El Consejo municipal, similar al Senado romano y compuesto normalmente por
cien personas, ostentaba los máximos poderes legislativos, políticos, judiciales
y militares en cada ciudad. Sus resoluciones eran vinculantes para los
duunviros.

Los decuriones disfrutaban de un importante reconocimiento, exención de


penas infamantes y privilegios en el reparto de los donativos públicos. Su
elección se realizaba cada quince años y se exigía la ciudadanía municipal,
una edad mínima de 30 años (que luego fue rebajada) y una gran solvencia
económica. Normalmente los exmagistrados pasaban a formar parte de la
Curia.

Con la crisis económica del Bajo Imperio, la Curia fue encargada de la


recaudación de los tributos en el territorio municipal. Ante el impago de
impuestos, los decuriones tenían que responder solidariamente de la cantidad
debida, por lo que nadie quería formar parte del Senado municipal.
Como consecuencia de ello, los emperadores aplicaron duras medidas como la
adscripción forzosa a esos oficios, que así pasaron a ser hereditarios.

3 – Asamblea municipal o Comicios


El término “populus” no se refiere a todos los habitantes de una localidad, si no
únicamente a los incluidos en el censo municipal, es decir, a los que poseen
derechos políticos. Estos ciudadanos actuaban reunidos en comicios para la
elección de los Magistrados, poseyendo, a parte de eso, escasas facultades y
siempre subordinadas a las competencias de la Curia municipal.

LECCIÓN 7

3 – ESTRUCTURA SOCIAL

B) LA CRISIS DEL BAJO IMPERIO Y SUS REPERCUSIONES

1 – La adscripción a los oficios


La crisis del Bajo Imperio se refleja en la adscripción de las personas a la tierra,
al cargo o al oficio.
Esta adscripción significa la permanencia vitalicia y hereditaria para asegurar la
mano de obra y la continuidad del cultivo incluso en el caso de que la tierra
fuera transferida.
A pesar de que ello evitaba el deterioro de vida de los adscritos, pues les
aseguraba trabajo y hogar, ni éstos ni sus descendientes podían abandonar la
tierra, lo que generó una situación similar a la servidumbre, aunque
jurídicamente fueran libres.

Nandae – Historia del Derecho - 15 -


Igualmente, la adscripción al oficio aseguró la producción en las ciudades y
frenó la huída masiva de sus habitantes al medio rural, donde era más fácil
esquivar a los recaudadores de impuestos pero esto originó que adscritos
trataran de huir al campo fingiendo ser esclavos o fugitivos.

También los cargos municipales se convirtieron en obligatorios e


irrenunciables, como los componentes de la Curia municipal, que fueron
obligados a responder con su propio patrimonio de las cantidades que debían
recaudar de los ciudadanos.

Pero ninguna de estas medidas consiguió evitar el despoblamiento de las


ciudades y la caída de las instituciones municipales, que pasaron de ser la
base más sólida de la organización romana a ser organizaciones de la
administración centralizada del Imperio.

2 – El patronato
La crisis política y económica propició la reaparición de la institución
prerromana de la clientela, que en el Bajo Imperio se denominó patronato,
patrocinio o encomendación.
Se trata de la creación de un vínculo de dependencia entre una persona
poderosa y otra necesitada, aunque jurídicamente iguales, por la que el
encomendado entrega al patrono su propiedad o una renta o servicio personal
a cambio de protección y tutela.
El patrocinio fue objeto de múltiples intentos de prohibición que no tuvieron
éxito.

LECCIÓN 8

1 – LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

A) JURISDICCIÓN ORDINARIA Y JURISDICCIONES ESPECIALES

En las provincias
La administración de justicia en las provincias correspondía al Gobernador
provincial, que actuaba como Juez ordinario en cada provincia investido de
jurisdicción civil y criminal. Frecuentemente, el Gobernador delegaba sus
funciones judiciales en legados que administraban justicia en su nombre.

Durante la etapa del Imperio, en las provincias imperiales la justicia era


administrada por legados nombrados por el Emperador, cuyas sentencias
podían apelarse ante él mismo, mientras que en las provincias senatoriales lo
hacían los pretores.

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En el Bajo Imperio los gobernadores provinciales siguieron siendo jueces
ordinarios, pudiendo apelarse sus sentencias ante el vicario de la diócesis y, en
última instancia, ante el Emperador.

En las ciudades
En las ciudades, la administración de justicia correspondía a los Magistrados
municipales, que ejercieron algún tipo de jurisdicción civil y criminal, aunque las
autoridades romanas intervenían por delegación como jueces locales en los
asuntos más importantes.

En el Bajo Imperio se institucionalizó en el ámbito local un Juez de paz para


velar por el orden público; y el defensor civitatis, cuyo cometido protector
implicaba algún tipo de jurisdicción.

Existieron además jurisdicciones especiales como la militar, la mercantil, la


financiera, la señorial o la eclesiástica.

LECCIÓN 9 VISIGODOS

1 – LOS PUEBLOS BÁRBAROS Y SU ASENTAMIENTO EN LA PENÍNSULA

A) LAS INVASIONES: IDIOSINCRASIA JURÍDICA DE LOS INVASORES

1 – Derecho e instituciones en los pueblos germanos: caracteres generales


Las comunidades de vida germánica estaban constituidas por grupos
familiares, tanto cognaticios como agnaticios, que componían la Sippe.
Esta unidad poseía la titularidad de los bienes raíces y se necesitaba el
consentimiento de sus miembros para poder enajenarlos.
La Sippe también era depositaria del derecho de venganza de sangre,
mediante la cual, si se producía la muerte de uno de sus miembros a mano de
una persona, los restantes estaban legitimados para ejercer ese derecho y
recibir la indemnización pagada por el culpable, que se repartía entre todos los
miembros de la unidad.
El conjunto de derechos y deberes propios de la comunidad podía extenderse a
extraños mediante la fraternidad artificial, más o menos similar a la adoptio
romana, formalizada por el juramento y la mezcla simbólica de sangre de
quienes se hermanaban.

Los pueblos germanos estaban compuestos en su mayoría por hombres


libres, destacando entre ellos la clase privilegiada basada en la nobleza de
sangre.
Los hombres libres se agrupan con frecuencia en la clientela o séquito, que
mantienen o ayudan al cliente a cambio de prestaciones personales o auxilio
en la guerra.

Nandae – Historia del Derecho - 17 -


Junto con los hombres libres estaban los semilibres, categoría entre el simple
libre y el esclavo, sujetos de derecho pero dependientes de un señor al que
prestaban servicios.

El grupo de esclavos estaba compuesto por los que no eran sujetos de


derecho: prisioneros de guerra y sus descendientes, y se exigía una ceremonia
especial para su manumisión, quedando normalmente vinculados a su señor
como semilibres.

B) EL ESTABLECIMIENTO DE LOS VISIGODOS: EL REPARTO DE LAS


TIERRAS

La base jurídica del establecimiento de los visigodos en el Imperio romano se


encuentra en el pacto acordado entre el Rey visigodo Vaila y el Emperador
romano Honorio.
Por este pacto se alojaba permanentemente a unos guerreros en la casa y
tierras de los habitantes romanos de las zonas fronterizas y los alojados
recibían una participación en la casa.
La existencia de bosques y prados compartidos nada tiene que ver con el
reparto mismo, puesto que tales zonas, como terrenos de aprovechamiento
comunal, permanecieron al margen de la división de tierras.

Torres López y García Gallo mantienen diferentes opiniones en cuanto al


objeto y proporción del reparto, no obstante, lo más probable es que romanos y
visigodos se repartieran las tierras a partes más o menos iguales. Solo la clase
dirigente visigoda se convirtió en terrateniente.

3 – LA SOCIEDAD VISIGODA

B) ESTRUCTURA SOCIAL

La gran mayoría de la población hispanogoda vivió en el campo y con menor


importancia en los núcleos urbanos. Alguna ciudad prosperó
excepcionalmente, como en el caso de Toledo.
Tres fueron las clases sociales que formaron la sociedad:

1 – La aristocracia
En el nivel superior incluimos a la nobleza visigoda, destacando la familia de
los Balthos, de entre la que se elegía frecuentemente a los reyes.
Junto con la nobleza, se encontraban los altos funcionarios y un reducido grupo
de poderosos que junto con los obispos, el alto clero y los gardingos formaban
el séquito del Rey.
Dentro de la aristocracia se integran también los condes de los distintos
distritos.
Nandae – Historia del Derecho - 18 -
2 – El pueblo libre o los simples libres
Es este el grupo más numeroso, integrado por restos de la Curia romana,
pequeños propietarios, artesanos, comerciantes, etc.
Destacan los simples libres, dependientes económicamente de un señor y, en
algunos casos, vinculados a él por lazos de encomendación generándose una
situación de semilibertad.
Puede distinguirse la encomendación personal de territorial.
En la personal destacan los bucelarios (mercenarios), cuyo servicio consistía
en acudir armados al campo de batalla.
En la territorial, un simple libre se somete al patrocinio de un señor que le
proporciona tierras para trabajarlas, y se pone bajo su protección a cambio de
determinados servicios.

Esta relación de encomendación solía transmitirse de padre a hijos, si bien


podía romperse devolviendo al dueño lo recibido de él así como la mitad de lo
adquirido durante el vínculo.

3 – Los no libres
Los esclavos lo son por nacimiento, prisión de guerra o la comisión de
determinados delitos. A pesar de su condición, en la España visigoda sí eran
objeto de derecho y no eran tratados como simple cosa.
Existieron varios tipos de servidumbre:
1 – los siervos del Rey, llegaron a incorporarse a palacio, a administrar
posesiones del monarca y a poseer sus propios esclavos
2 – los siervos inferiores, dedicados a duros trabajos en el mundo rural
3 – los siervos eclesiásticos, que trabajaban los latifundios de la Iglesia,
llegando a manejar gran cantidad de fondos y a obtener una relativa
manumisión.

De todas formas, la situación de esclavitud era tal que las fugas de esclavos se
dieron con notable frecuencia. La mayor parte huía para establecerse en otro
lugar como trabajadores libres o arrendatarios.

LECCIÓN 10

2 – LAS FUENTES DEL DERECHO VISIGODO

A) LAS LEYES TEODORICIANAS. EL EDICTO DE TEODORICO I (419 – 451)

Las Leyes Teodoricianas


Un precepto del Código del Rey visigodo Eurico menciona el reparto de tierra
realizado por su padre TEODORICO I a raíz del pacto en Roma del año 481.
Nandae – Historia del Derecho - 19 -
Es decir, que fue TEODORICO I el primero del que existe constancia que
legisló por escrito.
Por otra parte, Sidonio Apolinar critica en una carta la actuación de Seronato,
vicario de las Galias, porque prefería la aplicación del Derecho godo sobre el
romano.
De ello podía deducirse no solo la existencia de unas Leyes de Teodorico II si
no que el Derecho godo se estaba aplicando también a los romanos.

Edicto de Teodorico
También se conserva un texto autodenominado Edicto de Teodorico. Su
autoría se atribuye al Rey Teodorico el Grande, que lo habría promulgado
para su aplicación a la población romana, aunque algunos autores creen que
sería una recopilación de leyes ordenada por el Rey visigodo Teodorico II. Sin
embargo esto se contradice con el testimonio de San Isidoro que consideraba
a Eurico el primer compilador visigodo.
Finalmente, para el sector mayoritario, sería un edicto decretado por Magno de
Narbona, cuestión que parece confirmar el propio edicto al hablar en tercera
persona de los reyes y referirse a los godos como bárbaros, lo que parece
indicar que el texto no fue redactado por los godos.

B) EL CÓDIGO DE EURICO (CE) AÑO 480, 1er CÓDIGO ESCRITO

En una carta dirigida a León de Narbona, Sidonio Apolinar comenta que Eurico
se opone a las armas con las leyes, lo que apunta la posibilidad de que Eurico
fuera también un Rey legislador.
Según San Isidoro, Eurico fue el primer legislador godo, sin embargo, el
propio Código de Eurico hace referencia a las leyes de su padre, el Rey
Teodorico I.
Esta afirmación parece contradictoria con la realidad histórica. Se ha pensado
que San Isidoro desconocía la obra legislativa de Teodorico o que le restó
importancia para realzar la obra de Eurico.
Igualmente es posible que San Isidoro no estuviera contemplando un ejemplar
del Código de Eurico, si no el Código Revisus de Leovigildo y que, por tanto,
desconociera la obra legislativa de los antecesores de éste. No obstante,
podrían aceptarse todas las afirmaciones de San Isidoro si se considera que su
intención era señalar que Eurico fue el primer Rey godo que promulgó un
código legislativo.

En cualquier caso, lo que debe destacarse es que hasta Eurico los godos
vivieron bajo un régimen jurídico fundamentalmente consuetudinario en el que
el Derecho escrito tenía cada vez un papel más relevante.

El CE se ha conservado en un palimpsesto, actualmente en la Biblioteca


Nacional de París.

Nandae – Historia del Derecho - 20 -


Fue promulgado cerca del año 480 y su contenido tiene tal grado de
romanización que se sospecha que fue redactado por juristas romanos.
En cuanto a su ámbito de vigencia y aplicación, parece existir unanimidad en
que no fue derogado por el Breviario de Alarico, si no por el Código Revisus
de Leovigildo.

C) EL BREVIARIO DE ALARICO (BA) AÑO 506

El Breviario de Alarico fue elaborado por una comisión de expertos clérigos y


nobles dirigida por el Conde Goyarico, quedando aprobado en una asamblea
celebrada el año 506 en Aduris y presidida por el Rey visigodo Alarico II.
Es una recopilación de derecho romano donde se seleccionaron leyes y iura,
siendo las más importantes:
Leges:
- Del Código Teodosiano se seleccionaron menos de la mitad de sus
preceptos, desechando normas desfasadas o inadecuadas a las nuevas
circunstancias políticas.
- 41 novelas o disposiciones de emperadores posteriores a Teodosio.
Iura:
- El Epítome de Gayo
- Las Sentencias de Paulo
- Una selección de constituciones extraídas de los Códigos Gregoriano y
Hermogeniano

La mayor parte de tales leyes y iura van acompañadas de una interpretación


realizada por juristas de la época con el fin de facilitar la aplicación del Derecho
en la práctica. Estas interpretaciones son la principal fuente para el estudio del
Derecho romano vulgar.

La finalidad del texto obedece al interés de Alarico II de demostrar a la


población romana que estaba dispuesto a respetar y tutelar su Derecho y
disuadirles de pactar con los vecinos pueblos francos, enemigos de los godos.

Existen diferentes opiniones sobre el ámbito de aplicación del Breviario de


Alarico, defendiendo su vigencia sólo para romanos, solo para godos o su
carácter subsidiario respecto a la legislación general goda.

D) EL CÓDIGO REVISUS DE LEOVIGILDO (CR) AÑO 580

San Isidoro mencionó en su “Historia de los Godos” que Leovigildo corrigió


las leyes ya abandonadas del Código de Eurico.
Esta revisión discurrió en tres niveles:
1 – suprimió normas superfluas
2 – corrigió otras normas
3 – añadió leyes ignoradas
Nandae – Historia del Derecho - 21 -
A partir del Rey Recaredo todas las leyes recogidas en Líber Iudiciorum
llevan el nombre del Rey que las promulgó, por lo que se supone que el resto
son anteriores.
A través de las leyes antiguas recogidas en el Líber, podemos tener una idea
aproximada de la labor legislativa de Leovigildo, que es caracterizada por:
- su estilo moralizante y su ostentoso vocabulario
- la defensa de los intereses del Fisco
- la discriminación social en la aplicación de las penas
- el interés por los trámites procesales

E) EL LIBER IUDICIORUM (LI) LA REDACCIÓN DE RECESVINTO. AÑO 654.


REVISIÓN DE ERVIGIO Y REDACCIÓN VULGATA

El Líber Iudiciorum fue promulgado por Recesvinto en el año 654.


Su labor consistió en añadir al Código Revisus de Leovigildo todas las leyes
decretadas por monarcas posteriores, de este modo culminó la reforma
legislativa que había iniciado su padre, Chindasvinto.
Las leyes del Líber se clasifican en tres grupos:
1 – Leyes antiguas, no van precedidas por el nombre del monarca que las
promulgó, por lo que son de Eurico o Leovigildo.
2 – Leyes antiguas enmendadas, probablemente de Eurico y revisadas
por Leovigildo.
3 – Leyes en las que consta el nombre del Rey que las promulgó, de
Recaredo y sus sucesores.

El Líber Iudiciorum fue objeto de dos revisiones oficiales importantes:


1 – La revisión de Ervigio: en el Concilio XII de Toledo, en la que se
añadieron varias leyes favorables a la Iglesia y se modificaron muchas
otras.
2 – La revisión del Rey Egica, en el Concilio XVI de Toledo, modificando
algunas leyes anteriores e incorporando otras promulgadas por él mismo.

Circularon además otras versiones vulgares del Líber y en el siglo XIII fue
traducido al romance con el nombre de Fuero Juzgo.
Para un sector de la doctrina con este texto se alcanzó por primera vez la
unificación jurídica entre godos y romanos, prohibiéndose la aplicación del
Derecho romano.
En cuanto a su grado de aplicación, se han mantenido dos posturas:
1 – la tesis germanista, que afirma que tuvo escasa aplicación debido a una
excesiva romanización que contribuyó al mantenimiento del Derecho
consuetudinario germánico
2 – la tesis que afirma que tuvo un amplio grado de aplicación frente al
Derecho consuetudinario germánico

Nandae – Historia del Derecho - 22 -


El Líber continuó utilizándose en distinta medida en la Península tras la caída
del Estado visigodo.

LECCIÓN 11

1 – LA APLICACIÓN DEL DERECHO EN LA ESPAÑA VISIGODA

Los defensores de la tesis germanista han afirmado que la legislación


contenida en los Códigos visigodos no fue aplicada generalmente entre los
godos por su alto grado de romanización.
Pero a pesar de la escasez de documentos de aplicación del derecho de la
época, el estudio comparado de las fórmulas visigodas y otros documentos
demuestran que sí tuvo un alto grado de aceptación.
Estas fórmulas visigodas, relativas al Derecho civil, procesal y canónico,
contienen esencialmente Derecho vulgar. La mayoría es coherente con el
Breviario de Alarico aunque algunas otras no encajan en él. Algunas fórmulas
se remiten a lo establecido en las leyes, pero sin especificar si son las
romanas, las godas o una ley general por lo que no puede apoyarse la
existencia de distintas leyes para cada población ni la de un único texto legal.

El tratamiento que hacen estos documentos de la manumisión prueba que


tanto las leyes romanas como las godas eran derecho vivido y aplicado pero
con una mayor vigencia de los Códigos visigodos frente a la escasa aplicación
del Derecho consuetudinario ge origen germánico.

3 – LAS FUENTES CANÓNICAS: LA HISPANA

Las principales fuente del Derecho canónico durante la etapa visigoda fueron
los cánones conciliares y las epístolas pontificias.
Los cánones conciliares podían llegar a tener valor de ley civil si eran
confirmados por el Monarca. Por otra parte, éste también podía remitir al
Concilio un conjunto de disposiciones civiles para que obtuvieran además la
sanción espiritual.
La Hispana fue una redacción del Derecho canónico realizada por San Isidoro
de Sevilla, teniendo a la vista textos de concilios griegos, galicanos y
españoles. Tras su muerte, la Hispana fue objeto de varias redacciones,
siendo la Vulgata la más difundida.

LECCIÓN 12

1 – EL DEBATE SOBRE EL ESTADO VISIGODO

Nandae – Historia del Derecho - 23 -


A) CONCEPCIONES QUE LO CONFORMAN

El proceso de formación del Estado visigodo comenzó con el asentamiento del


pueblo visigodo al sur de las Galias, en virtud de un pacto celebrado en 418
que, en principio, no otorgaba al Rey visigodo poder político sobre la población
romana.

A mediados del siglo VI se produjo un traslado masivo de visigodos a España,


siendo éste el inicio del Reino visigodo de Toledo, donde aparecería su primera
forma estatal.
Los visigodos no modificaron la estructura político-administrativa de las
provincias romanas, lo que dio lugar a dos corrientes políticas:
1 – de un lado, la del Estado germánico, de carácter popular y militar
2 – de otro, la del Estado despótico romano, a cuyo frente estaba el
Emperador
Junto a esto también existió una gran influencia canónica tras la conversión al
cristianismo de los Reyes visigodos.

El Estado resultante tuvo una marcada tendencia al absolutismo, entendiendo


como Estado aquél que reúne los siguientes componentes:
1 – un elemento territorial: el reino
2 – un elemento personal: los súbditos
3 – unos fines

El Rey ejercía el poder político, pudiendo diferenciarse entre el Monarca y la


Corona, de modo que a su muerte la Corona y su patrimonio pasarán a su
sucesor en el trono mientras que su patrimonio privado se dividirá entre sus
herederos.

Los súbditos de clases elevadas tuvieron una participación activa en la vida del
Estado, además de un conjunto de garantías, conocido como el habeas corpus
de los godos.

La Iglesia fortaleció la autoridad del Estado en base a la idea implantada del


origen divino del poder monárquico que influyó como elemento corrector del
abuso del poder procurando la moderación y el bien común.

B) TEORÍAS SOBRE LA NATURALEZA DEL ESTADO VISIGODO

En los textos aparecen términos como fideles, gardingos o leudes que han
sido interpretados de diferentes formas por los autores. Mientras unos
consideran que fideles hace referencia a la fidelidad en cuanto a la lealtad
personal jurada, otros consideran que es la designación de los súbditos.
Los leudes son, para unos, personas encomendadas y para otros, simples
soldados, y los gardingos son magnates del Aula Regia.
Nandae – Historia del Derecho - 24 -
Basándose en el significado que se le dé surgen diferentes teorías sobre la
naturaleza del Estado visigodo, resumiéndose en dos corrientes:
1 – para un sector de la doctrina, encabezado por Sánchez Albornoz, las
comunidades populares germánicas fueron la base de las relaciones de
dependencia personal, es decir, era una sociedad de naturaleza jurídico-
privada, lo que podía llegar a replantear la existencia de un verdadero
Estado visigodo puesto que para que éste exista, los vínculos entre los
hombres libres y el Estado han de ser de carácter jurídico-público.
2 – para otro sector, con Torres López, los vínculos son de naturaleza
jurídico-pública. Éste señaló que deben separarse los intereses privados de
los públicos y que la existencia de un juramento de fidelidad no desvirtúa el
carácter de Estado.

2 – LA MONARQUÍA

A) CARÁCTER DE LA MONAQUIA VISIGODA

La forma de gobierno del Estado hispanogodo fue la monarquía. Se trató de


una monarquía popular que tendió al absolutismo por influencia romana,
aunque suavizada por la ideología eclesiástica. De acuerdo con esto, en
principio se trató de una monarquía electiva, en la que el Rey era elegido por la
asamblea y ésta le otorgaba el poder político, el militar y la administración de
justicia.
En un principio, los reyes visigodos eran elegidos entre los miembros de una
misma familia (los Balthos) aunque después dejó de ser así.
Durante toda su historia, los príncipes visigodos se vieron amenazados por
destronamientos y atentados, de tal manera que la sucesión llegó a ser un
problema nacional y la idea de convertir la monarquía en hereditaria fue una
continua tentación, de lo que han surgido diferentes teorías sobre si siempre
había sido electiva:
1 – los que consideran que siempre fue electiva, indican que el hecho de ser
elegidos de entre una familia determinada no significa que la monarquía
fuera hereditaria
2 – los que consideran que aunque a veces fue electiva, también se dieron
otros procedimientos para acceder al trono
3 – los que defienden que en la práctica no fue electiva se basan en la
existencia de ocupaciones del trono por la fuerza.

Lo cierto es que los intentos de convertir la monarquía en hereditaria chocaban


con las violentas reacciones de la nobleza, aunque, curiosamente, los que en
principio se negaban a ello, cambiaban de idea al acceder al trono.

B) LA ELECCIÓN Y PROCLAMACIÓN DEL REY

Nandae – Historia del Derecho - 25 -


La elección del Rey
Los candidatos a monarca debían poseer una serie de requisitos:
1 – ser de estirpe goda y buenas costumbres
2 – no pertenecer a pueblos extraños
3 – no ser siervo
4 – no haber recibido tonsura o hábito monacal
5 – no haberse revelado para alcanzar el trono
Estos requisitos fueron tan estrictos que algunos reyes fueron depuestos,
aunque el procedimiento más usual fue el regicidio, hasta el punto de que diez
monarcas fueron asesinados.

Para evitar discordias, el Rey pasó a ser elegido por un reducido grupo de
magnates y prelados siendo posteriormente confirmada la elección por el
pueblo.
En el IV Concilio de Toledo se reglamentó el procedimiento de elección,
atribuyendo a los principales del Reino y a los obispos la capacidad para elegir
sucesor. Posteriormente, en el VIII Concilio de Toledo, este asunto se reguló
de nuevo, otorgando esa facultad a los personajes importantes de la Corte
junto con los prelados. También en este Concilio se estableció que la elección
debía realizarse en Toledo o donde hubiera muerto el monarca anterior. A
pesar de todo, la Iglesia consintió la elección por anteriores reyes.

La proclamación del Rey


Una vez elegido el monarca, se producía un doble juramento:
- el Rey juraba defender el Reino, gobernar con justicia, guardar la fe
católica y proteger a la Iglesia
- a continuación el pueblo juraba fidelidad al Rey, siendo este juramento
inviolable, conllevando incluso la excomunión y la confiscación de bienes en
caso de incumplimiento

Tras el juramento el Rey era llevado a hombros por sus guerreros sobre un
escudo y tras la conversión al catolicismo se le ungía adquiriendo así un
carácter sagrado.
El Rey era jefe supremo de la comunidad política y desde Leovigildo se rodeó
de una simbología especial (vestimenta, corona, cetro…) así como la utilización
de un trono.

C) EL PODER REAL

La Iglesia elaboró una teoría acerca del poder real según la cual los reyes son
vicarios de Dios, y son reyes porque gobiernan rectamente para la
consecución del bien común.
Nandae – Historia del Derecho - 26 -
Para servir a este fin el Rey dirige la vida política declarando la paz o la guerra,
asume la potestad legislativa, es juez supremo y máximo jefe militar.
Según San Isidoro de Sevilla, el poder del monarca visigodo está limitado
tanto por la justicia como por el bien común, el sometimiento a las leyes y la
rectitud en su actuación. El Rey ha de ser el primero en obedecer las leyes y
mantenerse en las doctrinas de la Iglesia.

La Reina también desempeñó un papel político importante, tanto como


orientadora de las directrices políticas de su marido como a la hora de
destronamientos que concluían con la muerte del Rey.

3 – ASAMBLEAS POLÍTICAS Y ECLESIÁSTICAS

A) EL SENADO VISIGODO
Al margen de las antiguas asambleas populares, ciertos sectores y grupos
sociales se organizaron ocasionalmente para determinadas cuestiones como la
reunión de obispos y representantes provinciales en Aduris para la
promulgación del Breviario de Alarico.
De forma más estable y con competencias más amplias también existieron
otras asambleas de representación colectiva, tal es el caso del Senado y sobre
todo, de los Concilios de Toledo.

El Senado fue una junta reducida de magnates para aconsejar al Rey en su


gobierno. Según Sánchez Albornoz, el Senado fue sustituido a partir del siglo
V por el Aula Regia. Sin embargo Hinojosa cree que ambas instituciones
coexistieron hasta el fin de la monarquía goda.

B) LOS CONCILIOS DE TOLEDO


Existieron dos clases de reuniones conciliares:
- provinciales, que agrupaban al episcopado de una provincia
eclesiástica bajo la presidencia del obispo metropolitano
- generales, que reunían a los obispos del Reino para tratar cuestiones
de interés común

Los Concilios de Toledo asistían al Rey tanto en materias de gobierno como


en las tareas legislativas. Desde la conversión de Recaredo al catolicismo, la
Iglesia asumió un importante papel en el aspecto religioso y moral al dictar
normas éticas por las que debía regirse el poder político.
En el IV Concilio de Toledo se institucionalizó la figura de los Concilios de
Toledo sustituyendo a los Concilios provinciales.

Los Concilios de Toledo reunían a todos los obispos de España y la presencia,


cada vez más activa, de éstos en la vida civil hizo que los miembros del Aula
Regia participaran en ellos tras el VIII Concilio.
Nandae – Historia del Derecho - 27 -
Los reyes convocaban las reuniones y daban comienzo a su actividad
proponiendo sus proyectos a los asistentes en un mensaje que se leía en la
sesión de apertura, aunque no asistían a las deliberaciones. Los acuerdos
tomados se denominaban Decretos conciliares y eran promulgados y
firmados por todos los asistentes, siendo necesaria la sanción real para su
eficacia en Derecho.

Dos corrientes explican la naturaleza jurídica de los Concilios:


1 – Sánchez Albornoz considera que la participación de los Concilios en la
actividad legislativa no supuso que éstos perdieran su carácter de
asambleas eclesiásticas puesto que en realidad ni legislaron ni juzgaron
2 – D´Adabal sostiene que los Concilios poseían una doble naturaleza
política y religiosa aunque en realidad fueron el Tribunal Superior y la
Asamblea legislativa los titulares de la actividad legislativa

LECCIÓN 13

1 – LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL

A) EL OFICIO PALATINO
El conjunto de personajes que rodeaba al monarca durante el siglo VII se
denomina Aula Regia. Dentro de esta asamblea destacó un sector llamado
Oficio Palatino, por lo que se produce una cierta identificación entre ambos,
siendo necesario distinguirlos.

Entre las personas que integraban el Oficio Palatino no existía una


diferenciación cuando realizaban funciones privadas y públicas. El Oficio
estaba formado por una serie de condes palatinos, nombrados y depuestos por
el Monarca, que por delegación de éste se encargaban del gobierno del palacio
y de la organización de la vida cortesana.
Algunos de sus oficios principales tienen origen romano aunque otros son
íntegramente visigodos.
Tras la reorganización de Leovigildo los cargos más importantes fueron:
- Comes cubiculi, tenían a su cargo la cámara real y las dependencias
privadas del monarca
- Comes scanciarum, encargados de las provisiones de palacio y de la
mesa del Rey
- Comes notariorum, máximos responsables de los documentos en palacio
- Comes patrimonio, encargados de la administración del patrimonio de la
Corona y de la recaudación de impuestos
- Comes civitatis, gobernador y juez responsable de la ciudad real
- También había comes encargados de custodiar el tesoro real o de las
caballerizas

Nandae – Historia del Derecho - 28 -


Esta organización se mantiene durante toda la etapa visigoda y se desconoce
si existió una continuidad de la misma en los primeros reinos cristianos
medievales o desapareció para reaparecer más tarde.

B) EL AULA REGIA
El conjunto de personajes que rodeaba al monarca durante el siglo VII se
denomina Aula Regia.
Dentro de esta asamblea destacó un sector llamado Oficio Palatino, por lo que
se produce una cierta identificación entre ambos, siendo necesario
distinguirlos.

La creación del Aula Regia se atribuye a Leovigildo. Este organismo


colaboraba con el Rey en el gobierno, la legislación y la administración de
justicia, contando entre sus funciones:
1 – elegir al Rey y colaborar con él en la preparación de las leyes
2 – el asesoramiento político, jurídico y militar del monarca
3 – funciones judiciales, configurándose a veces como tribunal de apelación

Su carácter consultivo fue el más destacable de su actuación. A pesar de que


los reyes no estaban obligados a solicitar su parecer ni a obedecer sus
resoluciones, sí tenían la presión moral de consultar con el Aula las decisiones
más importantes.

El Aula Regia estaba formada por la Casa del Rey y por algunos personajes
que no pertenecían a ella. A sus reuniones asistían las siguientes
personalidades de la Corte:
1 – los jefes de la Casa Real con Oficio Palatino
2 – importantes personalidades vinculadas al Rey por relaciones personales
3 – los jueces llamados por el Rey para su asesoramiento
4 – los gardingos, que solían encargarse del cumplimiento de las órdenes
del Rey

Los miembros del Aula Regia estaban obligados a asistir a sus reuniones y al
cumplimiento de una serie de deberes, tales como ser los primeros en jurar
fidelidad al nuevo Rey u obligaciones militares especiales. Así mismo tenían
ciertos privilegios, como el habeas corpus de los godos, consistente en ser
juzgado por un tribunal de iguales.

2 – LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL

A) PROVINCIAS Y TERRITORIOS VISIGODOS

Nandae – Historia del Derecho - 29 -


La base de la organización territorial visigoda fue la romana, aunque no todos
los territorios se organizaban de igual modo. El mayor problema fue la
coexistencia de instituciones romanas y germánicas.
Según Torres López las divisiones administrativas se agrupan en dos:
- provincias-ducados, coincidentes con las antiguas provincias romanas,
a cuyo frente se colocaba a un dux que tenía atribuciones militares y de
administración de justicia, con varios condes bajo su autoridad.
Se mantenían así las cinco provincias existentes en la época romana:
Tarraconense, Cartaginense, Bética, Lusitania y Gallaecia, a las que se
añadió la Narbonense.
- provincias-condados, a cuyo frente estaba un comes territorio o un
comes civitatis. Eran territorios integrados en las provincias-ducados,
compuestos por latifundios de la Corona o de particulares.

B) LAS AUTORIDADES: DUQUES Y CONDES

Dux
Al frente de las provincias-ducado se colocaba a un duz. Solía detentar el título
de magnifica potestas, con el que se designaba a cualquier oficial con
funciones militares y condes a su cargo.
Era la máxima representación del Rey en el territorio y sus funciones eran muy
amplias, llegando a ser incluso jueces de apelación de las sentencias dadas
por los condes.

Comes
Los condes comprenden una gran variedad de funcionarios. En el aspecto
territorial, las figuras usuales en las fuentes son los comes civitaties, comes
territorio y comes provintiae. Tenían funciones militares, fiscales, judiciales y
administrativas en el territorio de su actuación.

Los títulos de Duque y Conde eran concedidos por el Rey en virtud de


relaciones personales.

Iudices
También se denominaban iudices a los funcionarios que estaban al frente de
los territoria o terrenos circundantes a las ciudades. Los iudices eran
nombrados por el Rey y tenían facultades administrativas, financieras y
militares, pudiendo actuar independientemente del Dux.

3 – LA ADMINISTRACIÓN LOCAL: CURIA MUNICIPAL, FUNCIONARIOS Y


ASAMBLEA DE VECINOS

El municipio

Nandae – Historia del Derecho - 30 -


En torno al municipio visigodo surge una gran polémica en torno a la
continuidad de los esquemas romanos, pudiéndose distinguir tres posiciones:
1 – los autores que sostienen que el municipio hispanorromano presenta
una continuidad en la etapa visigoda conservándose las instituciones
municipales romanas
2 – los autores que consideran que el municipio romano se extinguió, como
Sánchez Albornoz, que opina que desapareció en la primera mitad del
siglo VII al ser incompatible con el nuevo sistema en el que los comes
civitatis asumieron las funciones de la Curia y de los magistrados
3 – los partidarios de un término medio, como Torres López, que sostienen
que se conservaron unos aspectos, desapareciendo otros

A) LA CURIA MUNICIPAL

La Curia municipal, de origen romano, permaneció un tiempo en la época


visigoda, aunque algunas de sus funciones se transformaron y otras
desaparecieron. El Breviario de Alarico menciona sus funciones:
1 – elección de los magistrados municipales
2 – inscripción en las actas municipales de las donaciones y testamentos
3 – la autorización de actos de jurisdicción voluntaria
4 – cuestiones de jurisdicción civil y criminal
5 – recaudación y reparto de tributos

Por otra parte, se mencionan también al defensor civitatis y al curator rei


publicae como cargos elegidos por el pueblo entre la Curia.
El defensor civitatis fue la figura más importante en el orden local. El curator
sustituyó a los magistrados conservando parte de sus funciones. Desde el
siglo V estos cargos perdieron importancia con la aparición de dos nuevas
figuras: el iudex y el comes civitatis, ambos designados por el Rey, en las
ciudades en las que la presencia visigoda era mayoritaria.
Por delegación de los rectores provinciae, los iudex asumían el gobierno de
las ciudades y poseían jurisdicción civil y criminal junto con la Curia. El comes
civitatis era un funcionario extraordinario, con facultades militares y civiles,
gobernador del territorio y su jefe militar.

B) LOS FUNCIONARIOS: EL DEFENSOR DE LA CIUDAD

El curator y el defensor civitatis, elegidos de entre la Curia por el pueblo, son


ahora los magistrados municipales.
Desde la extinción de la Curia, el defensor civitatis puede ser elegido por los
obispos, lo que se interpreta por algunos autores como una prueba de la
decadencia municipal. En cualquier caso, el defensor civitatis aparece como
un magistrado autoritario y opresor. Su importancia decae con el tiempo y
pasa a ser funcionarios a los que simplemente compete la ejecución de los
acuerdos.
Nandae – Historia del Derecho - 31 -
C) LAS ASAMBLEAS DE VECINOS

En el ámbito municipal se celebran dos tipos de asambleas: el conventus


rusticorum y el conventus publicus vicinorum.
- Con el nombre de conventus rusticorum se designaban las reuniones de
campesinos en los cruces de los caminos para tratar temas de interés
comunitario.
- En los conventus publicus vicinorum se determinaban límites, propietarios
de tierras o los tipos de cultivo y ganado.

LECCIÓN 14

1 – LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA: JURISDICCIÓN ORDINARIA Y


JURISDICCIONES ESPECIALES

Jurisdicción ordinaria
La administración de la justicia visigoda evolucionó desde su impartición por la
propia comunidad hasta ser el monarca el único con capacidad para
administrarla.
De este modo, la jurisdicción ordinaria estuvo encabezada por el Rey, si bien
pueden diferenciarse dos etapas:
1 – la del Reino de Tolosa, en la que el Rey era a la vez juez de 1ª instancia
y de apelación
2 – y un momento posterior en el que se concedieron competencias
judiciales a dux, comes y iudex

Dado que el término “iudex” se aplicaba a todo aquel con atribuciones


judiciales, la relación entre iudex y comes no está del todo clara. En las
ciudades sin comes se le supone capacidad judicial al defensor civitatis.
Basándose en la figura del thiufadus, surgen varias opiniones sobre si existió
una unidad de jurisdicciones o si la justicia era administrada por diferentes
funcionarios a godos y a hispanorromanos:
1 – los que sostienen que en un principio había jurisdicciones distintas,
siendo el thiufadus el juez de los godos y el iudex el de los
hispanorromanos
2 – los que consideran que la unificación de jurisdicciones se produjo en un
momento tardío
3 – los que creen que no existió diversidad jurisdiccional en ningún
momento y que el thiufadus fue siempre un funcionario militar sin
competencias judiciales

Jurisdicciones especiales

Nandae – Historia del Derecho - 32 -


La legislación visigoda contemplaba únicamente la jurisdicción ordinaria del
Estado, aunque en la práctica existieron otras jurisdicciones especiales:
1 – La jurisdicción militar, al existir un Derecho militar especial. Los jefes
militares estaban facultados para la administración de justicia.
2 – La jurisdicción señorial, en la que los grandes propietarios tenían
jurisdicción sobre los habitantes de sus tierras y gozaban de cierta
inmunidad.
3 – La jurisdicción eclesiástica entendía de la fe, disciplina y negocios
civiles de los clérigos, además de los casos de delitos de superstición,
idolatría e infanticidio.
Debe señalarse el derecho de asilo, recogido en el Breviario de Alarico,
consistente en la protección que las iglesias brindaban a quienes se
cobijaban en el templo o en sus jardines.

También hay autores que consideran la existencia de una jurisdicción fiscal, a


cargo de los numerari, y de una jurisdicción mercantil, a cargo de los telonari.

LECCIÓN 15

2 – FUENTES DEL DERECHO (MUSULMÁN)

A) CARACTERES GENERALES: CORÁN, SUNNAH, HADIT, IYMÁ

La esencia del Derecho musulmán es la vinculación entre la ley divina y la


ley natural por lo que religión y Derecho van unidos, no existiendo un
legislador que modifique dichas normas. Pero como el mensaje divino se ha
manifestado de diferentes formas, son varias las fuentes del Derecho
musulmán:
1 – Corán. Texto escrito en el que se encuentra lo revelado a Mahoma
por Alá en el espacio de 23 años, cuya décima parte es Derecho. Al
principio fue la única fuente jurídica pero al resultar insuficiente se debió
acudir a otras fuentes que conservan entre sí una especie de jerarquía.
2 – Sunnah. Es la conducta de Mahoma, es decir, lo que dijo, hizo y
consintió. Transmitida oralmente, la Sunnah se desarrolló mucho por lo que
terminó siendo recopilada en colecciones.
3 – Iymá. Es el consentimiento de la comunidad islámica basado en la
premisa de que la comunidad no puede equivocarse. Normalmente atiende
a la opinión de los juristas más prestigiosos. Su importancia reside en que
sanciona la interpretación de las otras fuentes, además de consagrar la
costumbre.
4 – Quiyas. Se trata, en defecto de norma escrita, de aplicar a un
supuesto la solución dada a un caso similar. Esta fuente se distingue de
las anteriores en que es propiamente humana, frente al componente divino
del Corán, la Sunnah y el Iymá.
Nandae – Historia del Derecho - 33 -
6 – ORGANIZACIÓN JUDICIAL

La función jurisdiccional pertenecía al Califa. La jurisdicción ordinaria


correspondía a los Cadíes, o jueces, nombrados por el soberano y elegidos por
ser expertos en Derecho y tener buena conducta.
El candidato debía cumplir una serie de requisitos como ser varón musulmán y
hombre libre, haber llegado a la pubertad y tener entendimiento.
Entre sus atribuciones estaban también las funciones religiosas y
administrativas.

Dentro de los cadíes destaca la figura del Gran Cadí de Córdoba, en quien el
Califa delegaba la facultad jurisdiccional pero que gozaba de total
independencia del mismo.
Dado que en un principio no eran posibles las apelaciones, entre los cadíes no
existía tipo alguno de jerarquía y puesto que no existía el principio de cosa
juzgada, cualquier litigio podía verse de nuevo con el tiempo.
Sí era importante el principio de unidad de juez: en un tribunal sólo podía juzgar
un juez, en caso contrario las sentencias se consideraban nulas.

Junto con los cadíes existieron dos magistraturas especiales:


1 – el mazalim o juez de las injusticias, que se ocupaba de los casos en que
podían existir abusos de poder por parte de magistrados
2 – el radd, que dictaba sentencia en aquellos asuntos dudosos que le
enviaba el cadí

LECCIÓN 16

2 – CONSECUENCIAS Y CLASES DE REPOBLACIÓN

Desde un punto de vista formal la repoblación consiste en una empresa de


dominación del territorio en la que el monarca pacta con sus colaboradores las
condiciones de participación en el asentamiento del territorio ganado.
La repoblación de la península se realizó en dos etapas diferentes:
1 – Primera etapa de repoblación de la parte septentrional, principalmente
los valles del Duero y del Ebro. Se prolongó hasta el siglo XIII e implicó la
creación de nuevas formas jurídicas e instituciones.
Nandae – Historia del Derecho - 34 -
2 – En una segunda etapa la repoblación se dirigió al valle del Tajo, el bajo
Ebro, el sur y el levante. Con una población asentada, estos territorios
pasaron a manos cristianas sin previa destrucción, realizándose pactos con
los derrotados para conservar a los cultivadores.

En cada una de estas etapas se dieron diversas modalidades de repoblación:


1 – La repoblación oficial, dirigida por el Rey. Se realizó mediante el
otorgamiento de cartas pueblas que recogían los derechos y privilegios del
nuevo colectivo. En los primeros años de la reconquista este modelo fue
el que menos importancia tuvo ya que suponía un gran desembolso para
el monarca, sin embargo fue el método casi exclusivo a partir del siglo XII.
2 – La repoblación señorial, que podía ser monacal, eclesiástica o laica,
dio lugar a la formación de grandes dominios señoriales y monacales.
3 – La repoblación privada, protagonizada por particulares que se
asentaron en las tierras sin dueño para cultivarlas, pudiendo adquirir la
propiedad a través de la presura.
4 – La repoblación concejil, dirigida por los concejos para ampliar su
ámbito jurisdiccional, protegidos por un recinto amurallado que facilitaba
su defensa. Estos concejos vigilaban los principales pasos montañosos del
Sistema Central, para lo que el monarca concedía privilegios especiales a
quienes acudieran a repoblar estas zonas.
5 – La repoblación de las órdenes militares, que se convirtieron así en
beneficiarias de grandes extensiones de tierra cuando ya escaseaba la
repoblación privada y la concejil.
6 – Una repoblación privada especial, efectuada por los francos, que se
fueron asentando como comerciantes y artesanos en los núcleos de
población del Camino de Santiago.

Los instrumentos jurídicos de la repoblación fueron esencialmente la presura, el


repartimiento y las capitulaciones:
1 – Presura: en la región del Duero, devastada y despoblada, se dio una
repoblación, principalmente por particulares y mozárabes, que ocuparon las
tierras que carecían de dueño para su cultivo.
2 – Repartimiento: este fue el instrumento jurídico que reguló la
repoblación en aquellas zonas en las que ya existía población
musulmana. Consistía en una distribución de casas y tierras
reconquistadas, regulada por el Rey, según la condición social y los méritos
de los conquistadores.
3 – Capitulaciones: se dio en los lugares donde se pretendía conservar la
población musulmana. Eran convenios firmados por las dos partes,
formalizados en capítulos, por los que las tierras pasaban al dominio
cristiano respetándose las costumbres, el culto y el Derecho de los
musulmanes.

Nandae – Historia del Derecho - 35 -


3 – EL RÉGIMEN SEÑORIAL

A) PEQUEÑOS PROPIETARIOS LIBRES

La presura otorgaba a cualquier hombre libre la posibilidad de convertirse en


propietario de tanta tierra yerma y despoblada como pudiera cultivar. Se trata
este de un régimen de propiedad generado por la repoblación privada sobre
tierras que previamente hubieran recibido el encargo real de repoblación.

En la sociedad rural altomedieval la auténtica libertad e independencia


correspondían a quienes tenían en propiedad la tierra que cultivaban. Los
campesinos castellanos poseen, cultivan y transmiten por herencia sus
heredades, que en Cataluña se denominaron alodios.

Desde principios del siglo XI este sistema entró en crisis y los pequeños
propietarios libres fueron desapareciendo conforme sus tierras iban siendo
incorporadas al proceso generador de señoríos.

B) FORMACIÓN DE LOS SEÑORÍOS

El régimen señorial es la organización económica, social y jurídica originada


por las relaciones de dependencia que, por razón de la persona o de la tierra,
vinculaban a los habitantes de un gran dominio con su propietario.
La formación de los señoríos tuvo como causa general la reconquista y como
causas concretas:
1 – la repoblación señorial
2 – las donaciones reales de tierras a los magnates e iglesias
3 – las entregas de fincas que los propietarios hacían a la Iglesia o a un
gran señor a cambio de protección y de continuar con su cultivo
4 – la oblatio puerorum y la elección de sepultura, que suponían la
aportación de bienes con fines religiosos
5 – el despojo violento de tierras de pequeños propietarios realizado por
los grandes señores
6 – las entregas como pago de deudas

Según su naturaleza jurídica, los señoríos pueden ser clasificados como:


1 – Solariegos, basados en la mera posesión de la tierra y el derecho a
percibir una serie de rentas de los vasallos.
2 – Jurisdiccionales, en los que el señor cobraba los impuestos y
administraba justicia.
3 – Reales, donde el Rey era la máxima autoridad, tanto pública como
privada.
4 – Eclesiásticos, en los que el señor era eclesiástico.

Nandae – Historia del Derecho - 36 -


5 – De las Órdenes Militares, territorios concedidos pos los maestres a los
caballeros de hábito.

Existieron además otros tipos especiales de señoríos:


1 – Behetrías, en Castilla. Los pequeños propietarios libres se ofrecían
junto con sus tierras en régimen de encomendación territorial a un señor,
pagándole una renta por su explotación a cambio de protección. En las
behetrías de mar a mar el encomendado podía elegir patrono de costa a
costa, y en las behetrías de linaje, podía escoger su patrono entre los
miembros de un linaje concreto.
2 – Honores, en los reinos de la Corona de Aragón. Constituyeron una
mezcla de facultades administrativas y jurisdiccionales sobre un
conjunto de tierras y hombres otorgados por el Rey a los nobles.
3 – Remensas, en Cataluña. En ellos los vasallos estaban adscritos a la
tierra, pudiendo salir de esta situación pagando al señor una cantidad por su
redención.

En su territorio el señor representaba al soberano y ejercía en su nombre,


aunque administraba justicia en provecho propio e imponía el orden. Los
funcionarios reales tenían prohibida la entrada en los señoríos en virtud del
derecho de “no introito”.

C) LAS PRESTACIONES DEL HOMBRE DEL SEÑORÍO

Los cultivadores de las tierras pagan al señor una renta, denominada


martiniega, junto con parte de las cosechas.
Junto con esta renta, existieron varias prestaciones:
1 – Las gabelas, o monopolios de usos del señor sobre sus dominios, como
la construcción de molinos, hornos y fraguas o el aprovechamiento de
prados y montes, obteniendo una serie de beneficios al usarlos los colonos.
2 – Prestaciones de trabajo personal, como la reparación de caminos,
puentes o castillos; o labores de mensajería u hospedaje.
Si el colono moría con descendencia, sus herederos debían entregar al señor
algún objeto o cantidad como última renta del difunto; y si moría sin
descendencia, el señor recuperaba todos sus bienes. Este derecho de
reversión total se suavizó posteriormente, dejando que el colono transmitiera su
derecho de disfrute a quien quisiera y entregara al señor únicamente una
cantidad.
Las mujeres en condición servil, sometidas a la potestad señorial, debían
comprar el consentimiento del señor para poder contraer matrimonio.

Las rentas señoriales solían pagarse en especie pero con el tiempo fueron
sustituidas por el pago de cantidades fijas que los vasallos debían satisfacer
periódicamente.

Nandae – Historia del Derecho - 37 -


D) USOS Y ABUSOS SEÑORIALES

En la Corona de Aragón y en Cataluña, las prestaciones señoriales se


manifestaron más intensamente en los “seis malos usos”.
A mediados del siglo XI se produjo un cambio trascendental en la vida de los
campesinos de estas zonas, que pasaron de ser libres a quedar adscritos a la
tierra, convirtiéndose en siervos.

1 – El derecho de maltratar
Hacia mediados del siglo XIV el trato jurídico a los siervos empeoró
notablemente. En Aragón y Cataluña se consagró un auténtico derecho a
maltratar a los vasallos. El Código de Huesca autorizaba al señor a
encarcelar y dejar morir a un vasallo que hubiera matado a otro, aunque
prohibía que el señor lo ejecutara directamente.
En Cataluña se reconoció a los señores la facultad de maltratar a sus vasallos
y de quitarles sus cosas.

2 – Los “seis malos usos” catalanes


Los siervos catalanes se vieron en la obligación de cumplir unas prestaciones
especiales conocidas como malos usos señoriales:
1 – Remensa personal: el campesino adscrito a la tierra debía pagar al
señor por poder abandonarla. Esta condición se adquiría por nacimiento,
por matrimonio con quien ya lo era o por enajenación voluntaria de la
libertad personal.
2 – Intestia: el señor tenía derecho a quedar con la mitad de los bienes
muebles y del ganado del campesino que moría sin descendencia.
3 – Exorquia: penalización para quienes no tuvieran descendientes en la
sucesión de la tierra. Aplicada únicamente a los bienes muebles, ya que la
tierra revertía en el dueño para ser a su vez revertida en usufructo a alguno
de los parientes del fallecido.
4 – Cugucia: derecho del señor a la mitad o a la totalidad de los bienes de
la mujer adúltera.
5 – Arcía: indemnización pecuniaria que recibía el señor por el incendio de
la finca que explotaba el campesino.
6 – Garantía dotal: gabela que el señor recibía por autorizar al campesino a
hipotecar sus tierras en garantía de la dote de su mujer.

3 – La abolición de usos y abusos señoriales


Los seis malos usos fueron abolidos por la Sentencia de Guadalupe de 1486
que anula el derecho a maltratar y otros abusos como la obligación de las
mujeres de los payeses de ser nodrizas de los hijos del señor o el derecho de
pernada.

Nandae – Historia del Derecho - 38 -


LECCIÓN 17

1 – ECONOMÍA AGRARIA: LA EXPLOTACIÓN DE LA TIERRA, EL


PRESTIMONIO AGRARIO Y OTROS CONTRATOS

En los inicios de la reconquista, la economía es esencialmente agrícola y


ganadera. A partir del siglo XI la España cristiana sigue una evolución
económica, social y política más similar a la del resto de Europa, creándose
nuevas corrientes comerciales.
Posteriormente, en el siglo XIV, se desarrolla una profunda crisis debida al
gran impacto de la epidemia de peste negra que produjo escasez de mano de
obra y una brusca subida de los precios.
En la zona astur-leonesa el trueque fue la base de las transacciones pues las
monedas habían desaparecido prácticamente de la circulación.

La ganadería lanar adquirió preferencia en el siglo XII, momento en el que los


grandes rebaños trashumantes comenzaron a circular por toda la península en
busca de los mejores pastos en cada estación. Los pastores constituyeron
asociaciones gremiales (mestas) que celebraban reuniones periódicas en las
que trataban diferentes cuestiones. Estas mestas recibieron grandes
beneficios y protección de los Reyes y señores, interesados en favorecer su
actividad.
Alfonso X reunió bajo su protección a todos los pastores del reino en una
asociación nacional que se llamó el Honrado concejo de la Mesta y que
adquirió un papel primordial en la economía castellana.

El sector industrial era rudimentario ya que la misma población construía los


artículos que necesitaba. Fue en el siglo X cuando comenzaron a aparecer
personas libres dedicadas a un oficio determinado que vendían en los
mercados los productos que fabricaban.

El comercio marítimo catalán se desarrolló notablemente desde finales del


siglo XII. En esta zona se crearon asociaciones de gremios con ciertas
competencias jurisdiccionales, que sentaron los precedentes de la
jurisdicción mercantil.

El régimen jurídico de explotación agraria del gran dominio fue heredado del
Bajo Imperio, es decir, la parte más productiva y menos extensa se
reservaba para la explotación directa del señor y la parte más extensa se
dividía en unidades agrarias que explotaban los labriegos mediante diversos
sistemas de cesión agraria.
Las formas más generalizadas de realizar estas cesiones derivaban del
precarium romano:
- El arrendamiento, que se trataba de una cesión real.
Nandae – Historia del Derecho - 39 -
- El prestimonio agrario, similar al comodato, consistente en la cesión
del disfrute, no de la propiedad, de una parcela a cambio de una renta
anual y de la realización de jornadas de trabajo no remunerado en la
terra dominicata.
Se acostumbró a conceder estos prestimonios de por vida e incluso se
hicieron transmisibles por herencia.

Se dieron también otros tipos de contratos agrarios de carácter perpetuo como


el foro o la enfiteusis o los contratos de aparecería y coplantación.
Hubo también contratos agrarios colectivos como las cartas pueblas, cuya
naturaleza jurídica se ajusta más a una declaración unilateral del señor que a la
de los contratos consensuales.

2 – MARCO JURÍDICO DE LA GANADERÍA: LA MESTA Y SU


ORGANIZACIÓN

La economía medieval se basó fundamentalmente en el sector agropecuario,


sobre todo en León y Castilla. La abundancia de tierras yermas y la facilidad
de los rebaños para ser desplazados hicieron que la ganadería cobrara gran
importancia.
El ganado equino se desarrolló notablemente por su utilidad en los ejércitos
pero la más abundante fue la ganadería lanar, ya que con el avance
repoblador, las iglesias, los nobles y los caballeros llegaron a convertirse en
grandes propietarios de rebaños.

LA MESTA Y SU ORGANIZACIÓN

En la Alta Edad Media existían pequeños campos comunes a los que acudía el
ganado a pastar y con ellos se desarrollaron unos consorcios de vecinos para
vigilar los ganados y organizar la trashumancia.
De esta organización local surgieron las mestas, que abarcarían más territorio
de modo que en la segunda mitad del siglo XIII las diferentes mestas locales
fueron absorbidas por una organización de mayor alcance.

Alfonso X agrupó las diferentes mestas y fundó el Honrado Concejo de la


Mesta, un gremio de pastores y dueños de ganado dotado de organización
jurídico-administrativa para regular el control y las condiciones de acceso a
los pastos.

La base de la organización de la Mesta fueron los hermanos de la Mesta,


cualquier ganadero que pagase el servicio de ganado, impuesto que comenzó
siendo extraordinario y que la Hacienda Real exigía por toda cabeza de ganado
a su paso por determinados peajes.

Nandae – Historia del Derecho - 40 -


El Concejo de la Mesta celebraba asambleas semestrales en las que decidían
sobre su organización interna y sobre peticiones al Monarca.

La Mesta gozó de una jurisdicción especial, contando con sus propios jueces
y oficiales.
La función de los alcaldes de la Mesta consistía en juzgar en 1ª instancia los
pleitos entre ganaderos, mientras que los alcaldes de alzada entendían de las
apelaciones contra las sentencias de los anteriores.

3 – ECONOMÍA URBANA Y COMERCIO

A) LA REVOLUCIÓN DE LA BAJA EDAD MEDIA

La dependencia de la economía agraria en la España cristiana comenzó a


superarse en los siglos XII y XIII hasta el punto de hablar de revolución
comercial. Se abrieron relaciones con el norte de Europa, Flandes,
Inglaterra y Francia y el Camino de Santiago tuvo una gran importancia por
los numerosos peregrinos que trajo.
Se desarrolla el comercio exterior, principalmente marítimo y en cuanto al
interior creció el volumen de circulación monetaria haciéndose más abundante
el número de mercaderes profesionales.

En principio, los mercaderes eran gentes errantes que se asentaron en burgos


y pequeñas localidades transformando la fisonomía de estos núcleos urbanos.
El desarrollo de la actividad mercantil y artesana en algunas ciudades originó
en ellas una economía urbana potenciada fundamentalmente por comerciantes
y burgueses.

B) FERIAS Y MERCADOS

El núcleo de la actividad mercantil altomedieval estuvo constituido por las ferias


y los mercados.
Las ferias eran grandes reuniones de comerciantes que se celebraban una o
dos veces al año, consolidando o promoviendo el auge comercial de la zona.
Los mercados eran reuniones diarias o semanales. El mercado suponía una
organización jurídica nacida de la necesidad de que las relaciones
mercantiles se desarrollaran con seguridad.

La concesión de la celebración de un mercado o una feria era prerrogativa


real, que con el tiempo también se concedió a los señores, atribuyéndose estos
los derechos y gabelas que gravaban las mercancías.

En León y Castilla las ferias llegaron a ser el centro de toda actividad


comercial, no así en la Corona de Aragón donde se constituyeron únicamente
centros de actividad comercial local.
Nandae – Historia del Derecho - 41 -
C) EL CRÉDITO Y LA EXPLOTACIÓN DEL DINERO

La expansión mercantil producida en la Baja Edad Media se manifestó en el


desarrollo de empresas comerciales y de crédito, en la utilización del
comercio marítimo y en el perfeccionamiento de técnicas mercantiles como la
letra de cambio, la banca y las asociaciones de empresas capitalistas.

1 – La letra de cambio, cambistas y banqueros


La actividad de los mercaderes se veía dificultada por la diversidad de
monedas que se utilizaban, lo que motivó que algunos mercaderes se
dedicaran al cambio del dinero.
La acumulación de beneficios que generaba esta actividad pronto originó que
los cambistas no se limitasen al cambio de dinero, si no que percibiesen
también depósitos de sus clientes y dispusieran de los fondos necesarios para
hacer préstamos, con lo que los cambistas se convirtieron en banqueros y en
establecimientos de crédito.

En su origen, la naturaleza jurídica de la letra de cambio fue la de un contrato


de permuta de unas monedas por otras entre comerciantes o banqueros,
posteriormente, la letra de cambio fue utilizada como una orden de pago sobre
una plaza extranjera en moneda distinta a la de origen.

2 – Las sociedades mercantiles: compañía y comenda


Desde el siglo XII se constituyeron en España sociedades mercantiles de
carácter capitalista tales como la Compañía, la Commenda y la Sociedad del
Mar.

. La Compañía era una modalidad de sociedad mercantil formada por dos o


más negociantes que se unían por determinado periodo de tiempo con la
finalidad de obtener ganancias en una empresa mercantil, aportando en ella
sus respectivos capitales.
. La Commenda, en el siglo XIV, era una asociación de capital y de trabajo
en la que el capitalista confiaba su capital a un mercader para que lo invirtiese
en el extranjero, repartiéndose los beneficios.
. La Sociedad del Mar agrupaba a dos o tres personas que se asociaban para
una determinada operación, participando de los beneficios en proporción a la
parte aportada.

D) FUENTES JURÍDICAS DEL COMERCIO MARÍTIMO

Nandae – Historia del Derecho - 42 -


1- El comercio castellano
El tráfico mercantil marítimo se originó en la cornisa cantábrica y vasca, de
modo que la Península Ibérica mantuvo un constante comercio con el norte de
Europa, Flandes, Inglaterra y con Francia a través del Pirineo.
Castellanos y vascos constituyeron la Hermandad de la Marina de Castilla,
cuya finalidad era asegurar la defensa de sus miembros contra la fiscalidad y
contra los marinos ingleses y franceses, así como arbitrar los conflictos que
pudieran enfrentarlos.
Los comerciantes castellanos y vascos se establecieron en plazas extranjeras,
teniendo sus cónsules para dirimir sus litigios mercantiles.

Los Consulados eran instituciones gremiales con jurisdicción propia que


tenían una capacidad normativa limitada pero eficaz pudiendo elaborar sus
propias disposiciones para regular su organización y régimen interno.
En ellos la jurisdicción fue ejercida por un prior y varios cónsules que
juzgaban en 1ª instancia todos los litigios de carácter mercantil que se
originaban entre los comerciantes. Sus sentencias podían ser apeladas ante la
jurisdicción ordinaria.

2 – El comercio en la Corona de Aragón


El desarrollo de un importante Derecho marítimo en el Mediterráneo durante los
siglos medievales se halla ligado al crecimiento del tráfico mercantil en esa
zona.
El comercio de la Corona de Aragón buscó proyección dentro y fuera de la
península, tanto en el mundo cristiano como en el musulmán.
Uno de los resultados de ello fue la creación de instituciones (Consulados del
Mar) y el desarrollo de mecanismos de financiación como los
establecimientos bancarios y cambiarios.

3 – Fuentes del Derecho marítimo: los Roles de Olerón y el Libro del


Consulado del Mar
El Derecho mercantil marítimo se caracterizó por la universalidad, la autonomía
y la brevedad en la resolución de pleitos. Sus elementos formativos son la
costumbre, la actuación judicial de los tribunales marítimos y las ordenanzas de
los consulados.

Las dos áreas principales de acción del Derecho marítimo mercantil fueron la
mediterránea y la cantábrica.
- En el Cantábrico se desarrolló un Derecho de base consuetudinaria. Entre
los Tribunales destacó el instalado en la isla francesa de Olerón, donde se
elaboró una breve colección de sentencias judiciales de Derecho marítimo
conocida como los Roles de Olerón.
- En la zona mediterránea el Derecho escrito marítimo catalán se compiló en
una serie de textos, en cuya confección se aprecian dos fases:

Nandae – Historia del Derecho - 43 -


1 – una inicial que recogió usos y costumbres mercantiles del Mediterráneo,
denominada Costumbres del Mar
2 – la fase definitiva con la promulgación del Libro del Consulado del Mar,
que compilaba el texto de las Costumbres del Mar junto con disposiciones
oficiales de los monarcas en torno a cuestiones relativas a la navegación
La difusión y vigencia del Libro del Consulado del Mar fue muy amplia por todo
el Mediterráneo, siendo recibido también en la zona atlántica como Derecho
común marítimo.

LECCIÓN 18

1 – LA SOCIEDAD ESTAMENTAL MEDIEVAL

Composición de la sociedad
Tras la conquista musulmana los territorios se reorganizan política y
administrativamente apareciendo dos factores nuevos: la repoblación y el
encomendación o vasallaje.
La repoblación causó que el Rey entregara a los señores grandes porciones
de territorio junto con sus habitantes, en régimen señorial.
Las relaciones de encomendación y vasallaje se generalizaron, sustituyéndose
la vinculación a la tierra por la vinculación personal.

En los siglos XI y XII aparecen los antiguos propietarios libres que no


habían caído en la encomendación y los burgueses, artesanos y mercaderes
que no vivían de la tierra y no estaban sometidos a ningún señor.

La sociedad altomedieval hispano-cristiana se componía de dos grandes


grupos de población: los hombres libres y los no libres. Entre los hombres
libres se distingue entre maiores (nobles y caballeros) y minores (aquellos no
pertenecientes a la nobleza, organizados en hermandades y cofradías).

A) LAS CLASES PRIVILEGIADAS: ALTA Y BAJA NOBLEZA. SU CONDICIÓN


JURÍDICA

La nobleza constituye el grupo social dominante, siendo su base material la


posesión de la tierra y la explotación de los campesinos instalados en ella.
Su superioridad quedaba justificada por la importancia de la función de defensa
que tenía asignada y por ello, los nobles ostentaban una serie de privilegios
como la exención fiscal.

Entre los nobles existían ciertas diferencias:


- A la cabeza del estamento nobiliario se encontraban los magnates que
poseían extensos dominios territoriales en los que gozaban de inmunidad.

Nandae – Historia del Derecho - 44 -


- Por debajo de ellos se encontraban los infanzones y los hidalgos, que no
poseían la importancia económica ni política de los anteriores.
Entre estos grupos se desarrollaron relaciones de dependencia que tenían
contenidos de carácter militar.

En la Corona de Aragón la alta nobleza representaba una minoría


insignificante en número pero poderosa sobre la que recayó gran parte del
proceso de expansión territorial aunque su poder decayó con el ascenso de la
burguesía.

En Cataluña a la cabeza estaban los condes y vizcondes, que prestaban


vasallaje al Conde de Barcelona. La alta nobleza estaba compuesta por los
nobles, los ricos hombres, los magnates y los barones, y por debajo de ellos los
infanzones constituían la baja nobleza.

Entre los eclesiásticos también se presentaban grandes diferencias:


- El alto clero, arzobispos y obispos, procedía del grupo de los ricos
hombres o de los infanzones,
- mientras que el bajo clero se encontraba más próximo a los sectores
populares aunque disfrutase de los privilegios propios de su estamento

B) LOS HOMBRES LIBRES E INDEPENDIENTES

1 – Pequeños propietarios rústicos y promoción aristocrática de los villanos


En España existió un considerable número de hombres libres como
consecuencia del proceso repoblador. Carecían de los privilegios de los nobles
pero gozaban de libertad jurídica y económica, y no estaban sujetos a
vínculos de dependencia personal.
Dependían directamente del Rey o de algún señor aunque únicamente en el
aspecto jurisdiccional.
Por una parte estaban los campesinos, pequeños propietarios llamados
también villanos, y por otra los asentados en las ciudades como pequeños
comerciantes, denominados burgueses.

Este grupo de población rural estaba formado por:


1 – los pequeños propietarios libres, amenazados continuamente por la
presión de los grandes terratenientes, las malas cosechas o las
usurpaciones
2 – los cultivadores adscritos a la tierra, colonos de miserable condición
transmitida de padres a hijos, similar a la de los siervos
3 – los cultivadores no adscritos, que habían recibido de los señores
tierras en precario
4 – los encomendados, campesinos que se entregaban junto con su
propiedad, voluntariamente, a un señor o monasterio a cambio de
protección
Nandae – Historia del Derecho - 45 -
A partir del siglo X alcanzaron una gran importancia los caballeros villanos.
En su origen eran simples labriegos a los que el Monarca fue concediendo
privilegios que terminaron asimilándolos a la pequeña nobleza y ofrecían al
Rey la posibilidad de contar con un ejército potencial con el que podía contar
en cualquier momento.

En el siglo XIII la riqueza actúa como un factor determinante para el ascenso


social y tanto la caballería como la riqueza constituyeron los medios de
ascenso a la nobleza.

2 – Encomendación y patrocinio: las behetrías


La encomendación representa una relación de dependencia personal entre dos
hombres libres mediante la que uno de ellos presta unos servicios personales o
paga una renta al otro por su protección.
La encomendación podía ser:
1 – personal, hombres sin propiedades que se comprometían a servir a
un señor a cambio de un territorio donde vivir y trabajar
2 – territorial, pequeños propietarios que entregaban sus tierras a un
señor a cambio de protección, reteniendo sobre ellas únicamente un
derecho de disfrute

Estos labriegos dependientes trabajaban en tierras ajenas en calidad de


colonos, entregando censos y realizando trabajos no remunerados en la tierra
indominicata del señor (sernas).
También existían pequeños propietarios o gentes sin tierras que se ponían bajo
la protección de un monasterio o iglesia. La persona así encomendada recibía
comida y vestimentas, pudiendo transferir el usufructo de sus bienes a algún
hijo a cambio del pago de un censo.

Entre las diferentes formas de constituir una encomendación territorial, una


muy frecuente en Galicia, León y Castilla fue las behetrías, una relación
voluntaria entre dos hombres libres que podía romper cualquiera de las partes,
y en la que el encomendado conservaba todos sus bienes y podía elegir otro
patrono. El nuevo patrono podía ser elegido de costa a costa (behetrías de
“mar a mar”) o de entre un linaje determinado (behetrías de linaje).

3 – Burgueses y ciudadanos: la formación del patriciado urbano, cofradías y


gremios
Hasta el siglo XI la población era fundamentalmente agrícola pero en el siglo
XII surge una nueva clase social originada por el renacimiento de la vida
urbana: la burguesía.
Las instituciones municipales protegieron a los burgueses de la encomendación
y del régimen señorial. El florecimiento de las urbes propició un tipo de riqueza

Nandae – Historia del Derecho - 46 -


procedente de las actividades artesanales y apareció el patriciado urbano, que
constituyó la clase dirigente de la ciudad.

La práctica de los oficios en las ciudades llevó a la creación de corporaciones,


cofradías y gremios, para la defensa de sus intereses.
Las cofradías fueron asociaciones voluntarias de personas que ejercían un
mismo oficio, con finalidades de beneficencia. Eran similares a los gremios
pero probablemente anteriores en el tiempo.
Los gremios eran corporaciones de trabajadores unidos para el
perfeccionamiento técnico del oficio y para la defensa de la competencia. A
finales de la Edad Media estaban investidos de jurisdicción y facultades de
vigilancia sobre la actividad de los gremios.

C) LAS CLASES INFERIORES: COLONOS, SIERVOS Y LIBERTOS

Durante la Alta Edad Media una gran masa de población estuvo en situación
intermedia entre la libertad y la falta de ella, siendo, por tanto, semilibres.
El grado inferior de la escala social lo ocupaban los siervos, que carecían de
capacidad jurídica y estaban bajo el dominio de otra persona que podía
disponer de ellos como de cosas.
La necesidad de mano de obra para cultivar la tierra dio lugar a asentamientos
de muchos siervos en el campo que pronto quedaron adscritos a la tierra y que
podían ser vendidos con ella.

A estos se asimilaban los colonos, hombres que cultivaban las tierras de otros
aceptando las condiciones que imponía el dueño. Por otra parte, existieron
también los siervos fiscales, reales o eclesiásticos que disfrutaban de mejores
condiciones de vida que algunos simples libres.

La condición de siervo se adquiría por nacimiento, cautiverio, deudas o


consentimiento voluntario, siendo posible salir de ella mediante mecanismos
como el rescate o la recepción del bautismo, que convertían al siervo en liberto.

LECCIÓN 19

1 – EL FEUDALISMO EN LA EUROPA MEDIEVAL

A) EL FEUDALISMO CLÁSICO

El feudalismo fue la forma de organización social y política extendida por toda


Europa occidental en la Alta Edad Media. Causó la proliferación de vínculos de
dependencia entre unos hombres y otros y la desmembración de la soberanía
en beneficio de los poderosos.

Nandae – Historia del Derecho - 47 -


Esta situación no representó la desaparición del Estado pero sí debilitó la
relación Rey-súbdito.

El feudalismo surge por la proliferación de relaciones feudales de tipo personal


que se resumen en dos instituciones complementarias: el beneficio (relación
territorial de cesión de tierras a cambio de prestaciones específicas) y el
vasallaje (relación personal en la que el vasallo promete fidelidad y servicios a
cambio de protección).

B) LA REVISIÓN CRÍTICA: EL PROBLEMA DEL FEUDALISMO CASTELLANO

Existen dos opiniones distintas acerca de la naturaleza del feudalismo:


1 – La concepción institucional, representada por Sánchez Albornoz y
García Valdeavellano, que consideraban que para que existiera feudalismo
tenían que existir feudos y que por lo tanto en España aunque sí hubo régimen
señorial, inmunidades e instituciones feudo-vasalláticas, ello supuso
únicamente una concesión parcial de jurisdicción de poderes públicos a los
señores. Por consiguiente, no hubo feudalismo propiamente dicho salvo en
Cataluña, por influencia franca.
2 – La concepción socioeconómica entiende que por ser el feudalismo un
sistema económico, para hablar de su existencia lo esencial es observar si o no
relaciones de dependencia en la organización social. Esto asimila el
feudalismo con el régimen señorial, por lo que considera que en España sí
hubo feudalismo.

Actualmente esta polémica está superada y parece claro que las estructuras
feudales sí calaron en toda la Península.

Las primeras manifestaciones feudales aparecieron hacia el siglo XI en forma


de donaciones de tierras del Rey a los nobles, llamadas prestimonios. En los
reinos de la meseta se dio un cierto desarrollo de las inmunidades pero no se
llegó en ningún caso a una indepencia total respecto de los reyes.

2 – LAS INSTITUCIONES FEUDALES

La relación feudal estaba integrada por elementos personales y reales


relacionados entre sí mediante el beneficio y el vasallaje. Estos elementos
eran:
- Elementos personales: el señor y los vasallos, según la siguiente escala:
1 – Emperador y Papa como señores supremos
2 – Los reyes
3 – Duques, condes y jefes militares
4 – Colonos y siervos
- Elementos reales: el feudo o conjunto de bienes que el señor donaba al
vasallo para su manutención a cambio del vasallaje.
Nandae – Historia del Derecho - 48 -
A) EL VASALLAJE (elemento personal)

El vasallaje era una relación de servicio y protección acordada entre dos


hombres de distinta condición social por la que el vasallo vinculaba su persona
al señor comprometiéndose a servirle y recibiendo a cambio sustento y
mercedes.
El vínculo no mermaba la libertad del vasallo que únicamente quedaba
obligado a guardar fidelidad al señor, prestarle auxilio militar y entregarle una
garantía proporcional a la valía del feudo.
Por su parte, las obligaciones del señor eran proteger al vasallo militar y
judicialmente, proporcionarle sustento y no imponerle más cargas de las
acordadas.

B) EL BENEFICIO (elemento real)

Los señores acostumbraban a recompensar los servicios de sus vasallos


cediéndoles tierras en beneficio. Al principio esta cesión se hacía por el plazo
de vida del vasallo, siendo después hereditaria.
Posteriormente se exigió que esta entrega de tierras se efectuase
inmediatamente después de la ceremonia del homenaje en la que se
perfeccionaba el pacto. En los reinos hispánicos resultó habitual esta cesión
temporal o vitalicia de tierras, constituyéndose prestimonios, que en
ocasiones fueron revocables.
Por lo general, el prestimonio otorgaba a quien lo recibía el derecho de
usufructo, no de propiedad, de la tierra.
Posteriormente, el beneficio se transformó en feudo, institución que reunía en
sí misma los caracteres del beneficio y del vasallaje.

C) EL PACTO FEUDAL Y SUS CONSECUENCIAS POLÍTICAS

Los vínculos voluntarios de dependencia personal permiten hablar de pacto


feudal, con la consecuencia principal del fraccionamiento del poder político.
La propiedad de la tierra también se vio afectada desde el punto de vista
jurídico-económico, dividiéndose en dos partes: dominio útil del sujeto que la
cultivaba y dominio eminente del señor.

1 – Feudalización de la tierra: señoríos y condados feudales


Ya en la monarquía astur-leonesa existía la inmunidad que permitía al señor
privilegiado percibir tributos, cobrar penas pecuniarias y exigir prestaciones
militares a sus vasallos.
En Castilla la inmunidad debilitó la relación Rey-súbdito al establecerse cotos
cerrados en los que el señor ejercía el derecho de no introito, prohibiendo el
acceso de los oficiales del Rey a sus tierras.

Nandae – Historia del Derecho - 49 -


Cataluña sí se organizó en estado feudal, con los condes transmitiéndose por
herencia sus condados. En la cúspide, el Conde de Barcelona concedía
beneficios e inmunidades a otros condes.

2 – Feudalización de los oficios públicos


Otra consecuencia del sistema feudal fue la concesión regia de oficios y
funciones públicas a personas ligadas a los Reyes por vínculos de vasallaje, de
modo que estos oficios y funciones adquirieron el carácter de beneficios.
Esto facilitó la patrimonialización de los oficios, que se transformaron en bienes
heredables, y la privatización de las funciones públicas.

3 – EL DERECHO FEUDAL

A) LOS LIBRI FEUDORUM

De la recopilación de leyes que regulaban las relaciones feudales, dictadas


para la Lombardía, surge el Líber Papiensis. La reelaboración sistemática de
este libro lleva después a una nueva versión: la Lombarda.
Esta recopilación de Derecho feudal será usada en la elaboración de los Libri
Feudorum de los que nos han llegado tres versiones:
1 – Redacción obertina, selección de textos de la Lombarda
2 – Redacción arzidoniana, que añadía constituciones de Federico I
3 – Redacción Vulgata, la más divulgada al ser impresa

B) EL DERECHO CATALÁN

El vasallaje de los condes de Cataluña a los monarcas carolingios propició la


recepción del Derecho y de las instituciones feudales. La actividad normativa y
judicial era realizada por el Conde de Barcelona con su Curia, recopilándose
las resoluciones a instancias de Ramón Berenguer y añadiéndose nuevos
usos con Alfonso I.
Los usos pretendían suplir los vacíos y deficiencias del Líber Iudiciorum. La
versión más divulgada fue sancionada como ley aplicable con preferencia al
Derecho común y al Líber Iudiciorum.
Otras recopilaciones de Derecho catalán son las Costumbres generales de
Cataluña y las Conmemoraciones de Pere Albert.

LECCIÓN 20

1 – LA NATURALEZA DEL DERECHO MEDIEVAL

A) LA TESIS GERMANISTA

Nandae – Historia del Derecho - 50 -


La existencia de situaciones desconocidas por el Líber Iudiciorum, y de cierta
similitud con la legislación de los pueblos germánicos llevó a los historiadores
a plantear la existencia de un Derecho consuetudinario godo de origen
germánico que había pervivido en ámbitos rurales al margen de la legislación
del Líber.

Se han formulado varias objeciones a esta teoría basadas principalmente en la


improbabilidad de que una minoría de godos consiguiera mantener un Derecho
consuetudinario frente al resto de la población, que aplicaba el Líber o el
Derecho romano.

B) LA REVISIÓN CRÍTICA (a la tesis germanista sobre la naturaleza del


Derecho medieval)

Se ha tratado de basar el origen del Derecho medieval en la influencia ejercida


por el Derecho de los pueblos del norte peninsular sobre los refugiados
hispanogodos que más tarde repoblarían las zonas reconquistadas.

García Gallo matizó que junto a este factor debía tenerse en cuenta también el
Derecho consuetudinario originado por las necesidades de la práctica.
Esta tesis se basa en la relativa independencia mantenida por los pueblos del
norte frente a los romanos y los visigodos y a la romanización jurídica
representada por el Líber.

Existe otra teoría, denominada romanista, que considera el Derecho alto-


medieval como una prolongación de la tradición jurídica romano-vulgar.
Según esta tesis, la legislación del Líber tuvo una aplicación generalizada en el
reino visigodo y los diferencias entre el Derecho oficial y el de la práctica se
debieron principalmente al creciente grado de feudalización de la sociedad
visigoda pero no a un alejamiento entre el Líber y un Derecho consuetudinario
germánico.

Parece más razonable entender el Derecho medieval como una evolución de


la tradición jurídica visigoda, entendiendo como tal la pervivencia y adaptación
de una tradición jurídica creada en torno al Líber Iudiciorum, que, al ir
quedándose desfasado originó la aparición de un Derecho nuevo. En la
medida que este Derecho nuevo nacía para completar o adaptar el antiguo,
cabe hablar de la pervivencia del Derecho visigodo.

No obstante, debe reconocerse que el nacimiento de normas por las nuevas


circunstancias sociales, económicas y políticas conceden al Derecho medieval
su propia singularidad, pudiendo distinguirlo del Derecho visigodo anterior.

2 – LOS SISTEMAS JURÍDICOS EN LA ESPAÑA ALTOMEDIEVAL


Nandae – Historia del Derecho - 51 -
A) EL RÉGIMEN VISIGODO

Los partidarios de la tesis germanista afirman que la caída de la monarquía


visigoda supuso la desaparición del deber de aplicar el Líber y la
revitalización del Derecho consuetudinario de raíz germánica.
Pero la escasa documentación jurídica procedente del reino astur refleja una
aplicación del Derecho coherente con el Líber Iudiciorum y el nacimiento de
nuevas prácticas jurídicas que lo completaron, adaptaron o reformaron.

Suponemos que ese Derecho consuetudinario alto-medieval procede, por un


lado, de la tradición jurídica romano-visigoda y por otro, de la influencia de los
pueblos del norte de la Península.
En cualquier caso, la presencia del Derecho germánico ajeno al Líber es
mínima hasta la primera mitad del siglo XI.
Entre los siglos VIII y X no puede hablarse de vigencia procesal del Líber, en
sentido estricto, si no de costumbres inspiradas en el Derecho visigodo.
Entre los siglos X y principios del XI se encuentras numerosas referencias al
Líber, lo que demuestra su vigencia y aplicación.

En Cataluña, la sustitución del poder político godo por el franco o musulmán


no supuso la desaparición del Líber. Tanto musulmanes como francos
permitieron que los hispani continuaran rigiéndose por sus leyes.

B) EL RÉGIMEN DE LAS FAZAÑAS

En los inicios de la Alta Edad Media, en algunos lugares dispersos seguía


usándose el Líber, y en otros, por motivos de inseguridad por las conquistas
musulmanas, existía una incomunicación que se tradujo en la creación de un
Derecho espontáneo de claro matiz consuetudinario.
Al tener que aplicar el Derecho, los jueces se vieron en la necesidad de
interpretar los usos y costumbres. Estas interpretaciones eran conocidas como
fazañas.
La ausencia de ejemplares del Líber o su rechazo expreso por parte de las
capas populares, convirtió a los jueces en verdaderos creadores de Derecho
pero ello no significaba que pudieran juzgar discrecionalmente. El juez debía
aplicar el Derecho de la comarca y, en ausencia de norma, actuar con justicia y
equidad.

Debe recordarse que el Líber autorizaba también a los litigantes a nombrar a


un tercero como juez-árbitro para resolver un litigio en concreto.
El arbitraje era el medio idóneo para pleitos de poca cuantía originados en
zonas rurales alejadas de la presencia de jueces reales y sin ejemplares del
Líber.

Nandae – Historia del Derecho - 52 -


Algunas fazañas fueron recogidas en colecciones o añadidas a Cartas Pueblas
y Fueros Municipales.

3 – EL DERECHO LOCAL. CARTAS PUEBLAS Y FUEROS MUNICIPALES

El Derecho municipal o local de esta etapa nace como un instrumento jurídico


para favorecer la repoblación. Con él se pretende incentivar el asentamiento
de poblaciones en zonas fronterizas con los musulmanes, otorgando a los
pobladores privilegios económicos, sociales y políticos que no existían en
zonas más seguras.

1 – Cartas Pueblas
El contenido de las Cartas Pueblas se concede como Derecho privilegiado. A
las personas acogidas a este Derecho se les otorgaba unas determinadas
ventajas como las exenciones fiscales o la concesión de tierras. Cuando estos
documentos tenían por finalidad contribuir a la repoblación solían
denominarse Cartas Pueblas. En las primeras son características su
simplicidad y brevedad y las grandes lagunas normativas, lo que hace
sospechar la existencia de otro Derecho paralelo creado a través de la
práctica del Líber y que constituiría el régimen jurídico general, frente al
especial de las Cartas Pueblas.

2 – Fueros Municipales
Los Fueros Municipales son redacciones del Derecho vigente en una localidad
que recogen normas de diverso origen:
- la Carta Puebla
- Fundaciones
- Fazañas del lugar
- Privilegios
- Derecho consuetudinario

Algunos Fueros fueron utilizados como modelo para otras localidades


reconquistadas, como el Fuero de Sepúlveda o el de Cuenca.
Para unificar el Derecho dentro de su territorio, la Monarquía favoreció la
concesión de un mismo texto como Fuero Municipal para varias localidades
creando amplias zonas regidas por una normativa semejante.

La opinión mayoritaria es que las Cartas Pueblas o Fueros recogían el Derecho


consuetudinario de cada zona, que el monarca confirmaba por escrito
añadiendo diversos privilegios.
Por su extensión, los Fueros pueden ser clasificados en breves (los más
antiguos) y extensos (los más tardíos), y por la persona que los otorga
pueden ser de concesión real, nobiliaria, eclesiástica o concejil.

Nandae – Historia del Derecho - 53 -


LECCIÓN 21

1 – LA RECEPCIÓN DEL DERECHO COMÚN

A) UNUM IMPERIUM, UNUM IUS: EL DERECHO COMÚN COMO DERECHO


IMPERIAL

Las invasiones musulmanas dividieron España en diversos reinos, lo que


ocasionó una pluralidad de Derechos locales, en ocasiones de origen
consuetudinario. Al mismo tiempo, más allá de nuestras fronteras, se estaba
gestando lo que podría denominarse el origen de Europa partiendo de
elementos jurídicos como el Corpus de Justiniano, el Derecho canónico y el
Derecho feudal.

En los siglos XI y XII Europa responde al Imperio del Islam con “un Imperio, un
Derecho”.
Este concepto tendrá una función unificadora junto con el Derecho romano
para los monarcas alemanes, que defendían la idea de que si querían construir
un solo imperio era necesario dotarle de un solo Derecho: el antiguo y completo
Derecho romano justinianeo.

B) EL DERECHO COMÚN ROMANO-CANÓNICO

1 – El Derecho romano: La escuela de Bolonia y los glosadores


Entre los siglos VI y XI la obra de Justiniano no fue muy conocida y las
escuelas monacales de Italia explicaban las ciencias dividiéndolas en el Trivium
(gramática, retórica y dialéctica) y el quadrivium (geometría, astrología,
aritmética y música). El Derecho no era una materia independiente si no que
se enseñaba como parte de la retórica.
Desde el siglo XI, los cambios en Europa propiciaron el estudio del Derecho
romano en los textos de Justiniano, que se consideraba el más completo y
perfecto.
La recuperación de la obra justinianea se debe a la Escuela de Bolonia,
destacando Irnerio y sus discípulos entre sus juristas.
La glosa fue su método de trabajo: explicaban y fijaban el alcance de cada
término, los analizaba, aclaraban y relacionaban con otros conceptos. Se
trataba de llegar al espíritu del escrito.
A través de este principio metodológico los glosadores trataban de llegar a la
construcción sistematizada de dogmas jurídicos lógicos entre sí. Los
glosadores defendían la perfección de este Derecho, que debía ser
comprendido y estudiado literalmente, sin modificaciones.

Estos estudios, junto con los del Derecho canónico, fueron esenciales para la
difusión del Derecho común, los sucesores de los glosadores, como los
Nandae – Historia del Derecho - 54 -
comentaristas, lo extenderían posteriormente a toda Europa. Sin embargo,
estos últimos pensaban que este Derecho debía ser modificado y adaptado a
las necesidades de la nueva época, al contrario que los glosadores, que
defendían su literalidad.

2 – El Derecho canónico: Graciano y los decretalistas


Junto con la obra justinianea, el Derecho canónico representa el otro pilar en la
recepción del Derecho común.
El Papa Gregorio VII impulsó la unidad del Derecho de la Iglesia, dictado
desde Roma, para toda la cristiandad. El Derecho canónico nuevo y unificado
debía construirse bajo la dirección del Papa y sobre la base de las resoluciones
pontificias, más que sobre cánones conciliares.
El monje Graciano realizó una obra conocida como el Decreto de Graciano
para sistematizar y ordenar los textos canónicos contradictorios, separando la
teología del Derecho canónico.
Las Decretales fueron respuestas dadas por los Papas a cuestiones jurídicas
planteadas por particulares. Dada su importancia, el Papa Gregorio IX
encargó la elaboración de las Decretales de Gregorio XI.
El Decreto de Graciano y las Decretales de Gregorio IX serán estudiadas por
los decretalistas, y constituirían las fuentes más directas para la formación del
Corpus Iuris Canonici, así como para la elaboración en el siglo XX del
Código de Derecho canónico.

C) EL TRIUNFO DEL DERECHO COMÚN

1 – Los comentaristas
Desde el siglo XIII, los comentaristas siguen la labor de los glosadores
estudiando los problemas concretos surgidos de la práctica, considerando los
textos romanos como fundamentales pero no intocables.
El comentarista más importante fue Bartolo de Sassoferrato, que planteó la
pervivencia del Derecho municipal dentro del Derecho romano.
En los siglos XV y XVI se desarrolló en Francia una escuela de romanistas
más influenciados por preocupaciones humanistas, que elaboró el Derecho con
una orientación distinta conocida como “mos gallicus”, acercándose a las
fuentes y reconstruyendo las instituciones.

En Castilla se prohibió la utilización de textos legales diferentes de los


nacionales y solo a mediados del siglo XIV, Alfonso XI fijaría un orden de
prelación de fuentes en el que el Derecho común figuraría como Derecho
supletorio.

2 – El proceso de difusión: el papel de las universidades


Diversos factores contribuyeron a la propagación del Derecho común en
España y en otros países:

Nandae – Historia del Derecho - 55 -


1 – Las nuevas circunstancias sociales: el florecimiento de la actividad
intelectual, el tráfico de moneda y el auge del comercio requieren un
Derecho más elaborado, lo que lleva a la difusión de un Derecho común
basado en el romano.
2 – El factor eclesiástico: la Iglesia acumula un gran poder e incorpora una
administración fuerte y centralizada procedente del Derecho canónico, que
conforma la otra vertiente del Derecho común.
3 – El reforzamiento de las monarquías: al crecer el poder real, se va
rodeando del aparato burocrático y se inicia la organización de una
administración estatal siguiendo los principios del Derecho romano.
4 – La tradición romana: el Derecho romano-visigodo mantuvo su vigencia
a través de la pervivencia del Líber Iudiciorum.

Junto con estos factores, la labor más importante de propagación del Derecho
común fue el papel de las Universidades, especialmente la de Bolonia.
Cada Universidad funcionaba según sus propios estatutos pero compartían un
mismo método y enseñanza del Derecho.
Solo se enseñaba el Derecho romano-canónico, sin estudiar el Derecho local.
El Corpus Iuris Civilis y el Corpus Iuris Canonici eran los únicos textos de
estudio.
El método de estudio eran las lectiones, que consistían en el comentario de un
texto legal; y las repeticiones, ejercicios académicos extraordinarios, a veces
como repaso al terminar el curso.
Este método se difundió por las Universidades de iban naciendo, como
Salamanca, Valladolid o Alcalá de Henares.

LECCIÓN 22

1 – CARACTERES GENERALES (del Derecho en León y Castilla)

Las Cartas Pueblas o Fueros Municipales son concebidos como la forma de


vertebrar jurídicamente el espacio y de regular las relaciones jurídicas entre los
habitantes de un concejo y de éste con el Monarca o con el señor del territorio.
Encontramos así dos modelos de fueros:
1 – Intervencionista: predominante en los territorios del norte del Duero y
administrado por el señor del territorio. En él sus habitantes apenas
poseen facultades administrativas o políticas. Es el caso de los fueros de
realengo o de abadengo.
2 – Castellano: nacido en zonas fronterizas de Extremadura, el concejo
posee capacidad de autogobierno. Con este tipo de fueros se trataba de
estimular la repoblación en estas zonas concediendo una serie de
privilegios. Es el caso de los fueros de Sepúlveda, Logroño o Cuenca.

Nandae – Historia del Derecho - 56 -


2 – LAS AREAS DE LOS FUEROS

A) LA CASTILLA CONDAL
(El Fuero de Castrojériz de 974 como Derecho privilegiado frente al
ordenamiento general)

El Fuero de Castrojériz del año 974 es el primer y único fuero castellano


conservado de época condal.
Consiste en una relación de exenciones cuyo fin es atraer repobladores. A los
habitantes de la zona solo se les exige acudir al fonsado, siempre que el
Merino les asegure la manutención durante la campaña.
En este fuero únicamente aparece regulado un delito: el homicidio, dejando de
incluir, deliberadamente, otras figuras penales como el robo o las violaciones.

B) LOS FUEROS DEL REINO DE LEÓN

1 – Fuero de León
El Fuero de León nace de la necesidad de completar y adaptar el Líber
Iudiciorum a la nueva realidad social. Sus preceptos pueden clasificarse del
siguiente modo:
1 – Preceptos que regulan situaciones no previstas por el Líber: para
estimular la repoblación, favorecer la economía o atender nuevas
situaciones.
2 – Preceptos que restablecen leyes del Líber: como el que restituye la
prerrogativa real para el nombramiento de jueces o el cobro de caloñas.
3 – Preceptos que modifican leyes del Líber: suavizando penas para
favorecer la repoblación.
4 – Preceptos que regulan aspectos en abierta oposición al Líber.
Dada la pervivencia de la tradición jurídica del texto visigodo como Derecho
general del Reino de León, varios códices latinos del Fuero de León nos han
sido transmitidos en un mismo corpus junto con el Líber.

2 – Fueros de Sahagún
El texto que nos ha llegado en la actualidad consiste en una reelaboración de
varios Fueros concedidos a Sahagún en diferentes épocas:
1 – El fuero concedido a los colonos que repoblaban las tierras
dependientes del Monasterio de Sahagún.
2 – Otros preceptos, claramente feudales, añadidos a favor del Monasterio.
3 – La elaboración de un nuevo texto, redactado por burgueses y
campesinos, a raíz de las revueltas de éstos por el nuevo régimen
feudalizante
4 – El establecimiento del Fuero de Sahagún como Derecho burgués
privilegiado, reclamado también por diferentes ciudades para su gobierno.

C) EL FUERO DE LOGROÑO
Nandae – Historia del Derecho - 57 -
A lo largo del Camino de Santiago se establecieron poblaciones de francos que
vivían de las actividades comerciales generadas por la peregrinación, que los
monarcas estimulaban mediante la concesión de normativas muy ventajosas.
Como en otros fueros, destaca la simplicidad y el reducido número de
preceptos del Fuero de Logroño, que presupone la existencia de un Derecho
general basado en el Líber Iudiciorum. Esto significa que a falta de norma
aplicable en el Fuero, los jueces debían recurrir al Líber, salvo en delitos
graves, que acudirían al Monarca.

Los preceptos del Fuero de Logroño se agrupan en dos categorías:


1 – Preceptos que estimulan la repoblación: exenciones personales o
tributarias, garantías frente a los abusos de los sayones.
2 – Excepciones al régimen general del Líber con fines repobladores: se
sustituyen algunas penas corporales por penas pecuniarias.
D) LOS FUEROS DE TOLEDO

La toma de Toledo añadió un nuevo factor a la política repobladora: por primera


vez una gran ciudad musulmana caía en manos cristianas. En Toledo
convivían musulmanes, castellanos y mozárabes a los que se les respetó su
Derecho y su religión pero pronto surgieron enfrentamientos entre ellos. Para
aliviar estas tensiones Alfonso VI otorgó dos Fueros a Toledo:
1 – El Fuero de los castellanos de 1101, concedido a los castellanos que
repoblaron Toledo.
2 – El Fuero de los mozárabes, que concedía a éstos al derecho de regirse
por el Fuero Juzgo, excepto en materia penal, que se aplicaría el Fuero de
los castellanos.

La necesidad de asegurar la frontera limitó el avance repoblador por lo que


hubo de recurrir a la nobleza y a las órdenes militares para que organizaran la
reconquista y la repoblación a cambio de la cesión de tierras y privilegios. Ello
originó que el territorio castellano-manchego quedara prácticamente en manos
de los señoríos nobiliarios en perjuicio del poder concejil.
Alfonso VII concedió a Toledo los siguientes fueros:
1 – Un fuero a los clérigos de la ciudad
2 – Privilegio de confirmación de sus fueros a los francos
3 – Privilegio de confirmación de sus fueros a la Catedral y al Arzobispo
Raimundo
4 – Confirmación del fuero de los mozárabes

E) LA EXTREMADURA CASTELLANO-LEONESA: EL FUERO DE


SEPÚLVEDA Y EL FUERO DE CUENCA

1 – El Fuero de Sepúlveda

Nandae – Historia del Derecho - 58 -


El de Sepúlveda representa el típico fuero de frontera ofreciendo numerosos
privilegios y exenciones a quienes se arriesgaran a repoblar y defender los
márgenes del Duero.
Es el primer fuero en el que aparece especificada la capacidad autonormativa
del Concejo. Se cree que al estar prácticamente aislada, Sepúlveda se había
dado su propio Derecho, que el Rey se limitó a confirmar aunque un estudio
más cuidadoso del Fuero demuestra que muchos de los privilegios son
excepciones al Derecho general del Líber concedidas por el Monarca para
dotar de recursos económicos al Concejo y a sus pobladores.
En virtud de esa capacidad autonormativa, el juez era nombrado por elección
popular anual por todos los habitantes del Concejo.

La necesidad de pobladores en Sepúlveda era tal que llegaron a concederse


privilegios de inmunidad los fugitivos de la justicia que se refugiaran allí.

2 – El Fuero de Cuenca
El de Cuenca es el más desarrollado de nuestros fueros medievales y dio
lugar a una importante familia de fueros basados en él y otorgados a otras
localidades de Castilla, Aragón y Portugal.
Dadas sus similitudes con el Fuero de Teruel se discute cual fue redactado en
primer lugar.

Contiene el típico Derecho castellano de frontera: exenciones tributarias y


personales, reparto de caloñas con el Concejo, etc.
Cuenca gozaba de una notable autonomía con jueces y alcaldes de elección
popular anual.
El Señor de la villa se limitaba a velar pos los intereses del fisco y por el
cumplimiento del fonsado.

F) CASTILLA LA VIEJA: EL LIBRO DE LOS FUEROS DE CASTILLA Y EL


FUERO VIEJO DE CASTILLA

1 – El Libro de los Fueros de Castilla


Esta recopilación de normas carece de sistemática, integrando sin técnica
alguna numerosos preceptos de diversa procedencia. En ella predomina el
Derecho de origen regio (privilegios y fazañas) además de preceptos
procedentes de fueros locales bastante dispares.
Paralelamente, se fue desarrollando un Derecho nobiliario que se fue fijando
por escrito en colecciones privadas, como el Fuero de Albedrío.
La tradición jurídica burguesa se refundiría posteriormente con la nobiliaria en
la versión primigenia del Fuero Viejo de Castilla.

2 – El Fuero Viejo de Castilla


Nandae – Historia del Derecho - 59 -
Es una recopilación de mediados del siglo XIV realizada por un jurista anónimo.
Aunque su fundamento es la recopilación de Derecho privilegiado nobiliario o
señorial, también integra preceptos de Derecho local y legislación regia.
Esto se manifiesta esencialmente en los siguientes aspectos:
1 – Contiene Derecho territorial: preceptos dirigidos a “todo omne”.
2 – No recopila derecho antiregio, no obstante recoge Derecho nobiliario
al ser heredero de dos tradiciones jurídicas distintas: la nobiliaria y la
municipal.
3 – La confirmación del Fuero Viejo de Castilla, autorizado oficialmente por
Alfonso X.
A pesar de ello, el Fuero Viejo de Castilla tenía sus días contados por la
intención unificadora de Alfonso X, que buscaba un único Derecho para todos
los reinos y territorios de la Corona de Castilla.

LECCIÓN 23

1 – LA OBRA LEGISLATIVA DE ALFONSO X (siglo XIII)

A) INTRODUCCIÓN

En los siglos XI y XII aparecen en Castilla los primeros signos de recepción del
Derecho común. Este proceso fue iniciado por Alfonso VIII y Fernando III
pero fue Alfonso X quien realmente lo llevó a cabo.
Este monarca realizó una unificación política y territorial utilizando fueros
preexistentes como el Fuero Juzgo (versión romance del Líber Iudiciorum
visigodo).
Además de conservar fueros antiguos, Alfonso X inició su propia vía
elaborando la mayor obra legislativa de la Historia del Derecho español,
dejando obras tan importantes como el Fuero Real, el Espéculo o las Siete
Partidas, todas ellas con gran influencia del Derecho común.
Aunque García Gallo puso en cuestión que las Partidas fueran obra exclusiva
de Alfonso X, defendiendo una serie de redacciones sucesivas que, muerto el
monarca, habrían concluido en el siglo XIV.

B) EL FUERO REAL

El Fuero Real fue el primer código realizado bajo el reinado de Alfonso X.


Nació como un intento de unificar el Derecho de todo el Reino y de remediar
la carencia de fueros escritos evitando el juicio de albedrío y el desaguisado
de las fazañas.
Sus leyes proceden del Fuero Juzgo y de otros fueros castellanos.
Nandae – Historia del Derecho - 60 -
El Fuero Real no fue Derecho castellano histórico, si no un fuero de creación
regia concedido por el Rey a diversas ciudades para beneficiar el comercio de
las mismas y asentar el poder de la Corona frente al feudalismo de la época.
No obstante, se convirtió en Derecho castellano junto con las Siete Partidas.
En algunos casos, Alfonso X impuso el Fuero Real por encima de las normas
locales, enfrentándose a la nobleza privilegiada.
En él se plasmaron los principios de la teoría de la realeza y del poder real.
Alfonso X, influenciado por el Derecho romano justinianeo dejaba sentado
que solo al Rey le correspondía legislar y designar a los alcaldes de las
localidades.
El Fuero Real además derogaba todos los fueros y costumbres de las
localidades donde había sido concedido.

A pesar de la fuerte oposición de concejos y nobles y, en consecuencia, la


imposibilidad de llevar a cabo la unificación del Derecho que el monarca
pretendía, el Fuero Real persiste en el tribunal de la Corte del Rey.
Al encontrar dificultades en su aplicación, tuvo que otorgarse sucesivamente
como fuero local.
C) EL ESPÉCULO

La ascendencia de Alfonso X supuso un condicionamiento en su visión de la


política y el Derecho. Su obra es un intento de sistematización y agrupación
del Derecho autóctono tradicional pero organizado conforme al Derecho
común.
El Espéculo se aplicaría a toda la Corona de Castilla-León, por lo tanto es un
texto de carácter territorial.
Está compuesto por un prólogo similar el del Fuero Real y al de las Siete
Partidas, y de cinco libros sobre la Ley y cuestiones relativas a la fe.
Se considera una obra incompleta pues, Alfonso X, al pretender la Corona
imperial, necesitaba un proyecto jurídico más ambicioso y universalista
abandonando el Espéculo en beneficio de las Siete Partidas.

Para García Gallo el Espéculo fue la primera obra legal de Alfonso X, aunque
después fuera desplazado por el Fuero Real, y sería reelaborado y
transformado en las Partidas tras la muerte de Alfonso X.

D) PLEITOS FOREROS Y PLEITOS DEL REY

Alfonso X intentó unificar el Derecho del Reino, lo que significaba un aumento


del poder de la Corona frente a nobles y municipios. Ante la oposición de
éstos, partidarios de los viejos fueros, el Rey cedió y acordó que los pleitos
foreros se resolvieran según los antiguos fueros municipales y por sus propios
jueces, sin intromisión de los alcaldes de la Corte.
De este modo aparecen dos tipos de pleitos:
Nandae – Historia del Derecho - 61 -
1 – los pleitos foreros, juzgados conforme al Derecho municipal de cada
lugar, tanto en primera instancia como en apelación, acudiendo al Tribunal
del Rey en caso de laguna.
2 – los pleitos del Rey, casos de Corte que solo pueden ser juzgados por el
Rey y sus jueces, y pleitos surgidos en la Casa Real y entre sus oficiales.

En caso de ausencia de norma aplicable a un caso concreto en el fuero


municipal, el Monarca dictaba preceptos que después serían recopilados en
las Leyes Nuevas.
La distinción en la práctica entre los dos tipos de pleitos se recoge en las
Leyes de Estilo, que reúnen interpretaciones y casos ejemplares de
jurisprudencia del Tribunal de la Corte.

E) LAS PARTIDAS

1 – La obra: importancia y contenido


Las Siete Partidas constituye el texto más relevante de la labor legislativa de
Alfonso X. Trata de sustituir el viejo Derecho local de los fueros municipales
por un nuevo Derecho de carácter territorial, con gran influencia del Derecho
romano justinianeo y del Derecho canónico.
El texto es una enciclopedia de Derecho sistemático y ordenado en siete
partes, siguiendo al Digesto y a las Decretales en su distribución.
Por su procedencia, las fuentes de las Siete Partidas pueden agruparse del
siguiente modo:
1 – Procedentes del Derecho romano
2 – Procedentes del Derecho canónico
3 – Otras: derecho feudal de los Libri Feudorum, Fuero Juzgo, Derecho
catalán marítimo

2 – Tesis sobre su autoría


Sobre el origen de las Siete Partidas se acepta que Alfonso X abandonó el
Espéculo por una obra de mayor alcance ante la posibilidad de ser elegido
Emperador.
El Rey encargaría una obra que recogiera los principios del Derecho común
como Derecho aplicable en los países donde esperaba gobernar,
sustituyendo los derechos privilegiados locales.
Se puede considerar como la máxima obra jurídica de su tiempo, tanto dentro
como fuera de la Península Ibérica.
La autoría de esta obra es un tema muy debatido. Parece ser que fue
redactada por Alfonso X aunque García Gallo cuestionó que fuera una obra
exclusiva del monarca, defendiendo una serie de redacciones sucesivas que,
muerto el monarca, habrían concluido en el siglo XIV.
Su proceso de elaboración no nos es conocido pero sabemos que Alfonso XI
modificó algunas de sus leyes.

Nandae – Historia del Derecho - 62 -


Por su procedencia, las fuentes de las Siete Partidas pueden agruparse del
siguiente modo:
1 – Procedentes del Derecho romano
2 – Procedentes del Derecho canónico
3 – Otras: derecho feudal de los Libri Feudorum, Fuero Juzgo, Derecho
catalán marítimo

2 – EL ORDENAMIENTO DE ALCALÁ Y EL SISTEMA DE PRELACIÓN DE


FUENTES

La idea unificadora de Alfonso X quedó en suspenso debido a la oposición de


nobles y magnates y de las posteriores Cortes de Zamora que volvieron a
instaurar los antiguos fueros y dividieron los pleitos en foreros y reales. Fue
Alfonso XI quien reanudó la labor, principalmente a raíz de las Cortes de
Alcalá de Henares de 1348.
El Ordenamiento de Alcalá defiende la limitación del poder legislativo del Rey,
siendo necesaria para ello la colaboración tanto de expertos en Derecho como
de los implicados en su aplicación.

El contenido del Ordenamiento es el siguiente:


1 – Incorpora definitivamente el Derecho común
2 – Trata fundamentalmente de la administración de justicia, atribuyendo
su ejercicio al Rey
3 – Fija un orden de prelación de fuentes, del siguiente modo:
- en primer lugar, el Ordenamiento de Alcalá
- en segundo, los Fueros municipales cuyo uso se pueda probar y no
vayan en contra del Ordenamiento, ni contra Dios, ni contra la razón
- en tercer lugar, en caso laguna, se acudirá a las Partidas de Alfonso X
- en caso de duda, la consulta al Rey

A pesar de parecer que el Ordenamiento de Alcalá relega a las Partidas a un


último lugar, paradójicamente supuso su triunfo ya que tanto el Ordenamiento
como cualquier Fuero municipal se quedaron cortos frente a la monumental
obra de las Partidas, que recogían prácticamente todo.

3 – LA EXPANSIÓN DEL DERECHO EN VASCONGADAS: ÁLAVA,


GUIPÚZCOA Y VIZCAYA

Los territorios vascos se incorporan a la Corona castellana entre los siglos XIII
y XIV, momento en el que el Derecho castellano comienza a aplicarse en
dichos territorios, bien directa o supletoriamente.

Nandae – Historia del Derecho - 63 -


A) ÁLAVA

Los derechos y fueros municipales de Álava se deben al monarca navarro


Sancho el Sabio, que otorgó el Fuero de Vitoria basado en una refundición
del Fuero de la Guardia y del Fuero de Logroño.
Las fuentes jurídicas más importantes de esta etapa son las siguientes:
1 – Privilegio de contrato, por el que las tierras que poseía la Cofradía de
Arriaga pasaron a ser tierras realengas de la Corona de Castilla, a cambio
de que se les respetasen sus derechos y de una serie de exenciones.
Desde entonces, toda Álava es realengo, sucediéndose concesiones del
Fuero Real a pequeñas localidades hasta que el Ordenamiento de Alcalá
introduce el orden de prelación de fuentes.
2 – El Fuero de Ayala, que recoge el Derecho consuetudinario de la tierra
de Ayala. Cuando Ayala se incorpora a la Hermandad de Álava conserva su
Derecho hasta que sus habitantes se someten a las leyes castellanas.

B) GUIPÚZCOA

En este territorio predomina el Derecho consuetudinario incluso tras su


incorporación a la Corona castellana. Existió un régimen de fueros de doble
sentido: por una parte el Fuero de San Sebastián en muchas localidades
costeras, y por otra el Fuero de Vitoria en las zonas fronterizas.
C) VIZCAYA

En Vizcaya el Derecho es eminentemente consuetudinario, hasta que a finales


del siglo XIV se plasmara por escrito en algunas comarcas, como en las
Encartaciones.
La Junta General de Vizcaya se preocupa por la redacción del Derecho
general de Vizcaya y forma una comisión cuyo trabajo es el Fuero Viejo de
Vizcaya, debiendo ser jurado por los Reyes para ser reconocidos como tales.
Las ciudades no aparecen hasta el siglo XII y su Derecho se concretó en fueros
que se concedían privadamente a sus pobladores.
A pesar de la imposición del Fuero viejo, éste fue poco eficaz en la eliminación
de conflictos, de ahí que se redactaran unas ordenanzas nuevas que
diferenciaban radicalmente entre la situación de las villas y de la tierra llana.

LECCIÓN 24

1 – EL DERECHO DE ARAGÓN Y NAVARRA: EL FUERO DE JACA Y EL


DERECHO NOBILIARIO DE SOBRARBE

El Derecho de Aragón y Navarra tiene su origen en muchas similitudes ya que


convivieron desde la Reconquista hasta el siglo XII. A la muerte de Alfonso

Nandae – Historia del Derecho - 64 -


el Batallador se produce la división de ambos reinos, desarrollando cada uno
su propio Derecho.
Las líneas de desarrollo del Derecho aragonés fueron:
1 – un núcleo de Derecho consuetudinario con residuos prerromanos y
germánicos
2 – la actividad legislativa de los monarcas
3 – la elaboración de un Derecho de carácter militar y nobiliario en la
comarca de Sobrarbe
4 – el proceso de recopilación

1 – El Fuero de Jaca
El Fuero de Jaca fue concedido por Sancho Ramírez con finalidad
repobladora, y posteriormente ampliado y confirmado por Ramiro II. Dado
que los pobladores eran francos, su Derecho es el que predomina en el Fuero.
Concede a Jaca el privilegio de ser ciudad, se le exime de los malos fueros y
se facilita un Derecho igualitario. Todo ello atrajo a numerosos artesanos y
magnates que se asentaron también en los barrios de Estella, a la que Sancho
Ramírez otorgó un fuero similar al de Jaca.
La dispersión de su población a otras localidades ocasionó la extensión del
Fuero de Jaca a las mismas, siendo utilizado como modelo que generó
numerosos fueros.

Desde finales del siglo XII los juriconsultos realizaron diversas recopilaciones
de este Derecho:
1 – Redacción aragonesa, realizada en Jaca, es la recopilación
romanceada más antigua
2 – Redacción aruñense, inicia el paso a recopilaciones sistemáticas y
añade 21 capítulos

2 – El Derecho nobiliario de Sobrarbe


Es un Derecho de carácter nobiliario y militar, con lo que se diferencia del
Derecho burgués de Jaca.
Este Derecho no afectó a un territorio concreto, si no a una clase: la de los
infanzones, a los que concede inmunidades y privilegios, y que convivió con el
Derecho de burgueses y campesinos.
En el siglo XII se otorga a otras ciudades como Zaragoza, legitimando a sus
habitantes a tomarse la justicia por su mano.

2 – EL DESARROLLO DEL DERECHO ARAGONÉS

A) LA PRIMERA ETAPA: SIGLOS XII Y XIII

Nandae – Historia del Derecho - 65 -


Deben distinguirse dos etapas, separadas por la promulgación de los Fueros
de Aragón. En esta etapa se aprecia tanto la difusión del Derecho propio, por
su extensión territorial, como la influencia del Derecho castellano.
La mayoría de los autores sostienen que la territorialización del Derecho
aragonés se basó en el Fuero de Jaca, mientras otros defienden que
predominó el Derecho nobiliario de Sobrarbe.
La recepción del Derecho común por el Derecho aragonés se realizó de forma
más lenta que en Castilla:
1 – las redacciones de fueros extensos y las redacciones privadas de
Derecho aragonés aprovecharon elementos del Derecho común
2 – la romanización de los derechos aragoneses ocasionó el rechazo de
parte de la nobleza aragonesa, lo que frenó la penetración del Derecho
común
3 – a partir de Jaime II se introduce el Derecho común mediante fueros y
actos de Corte, mediante las Observancias y la literatura jurídica.

B) LOS FUEROS DE ARAGÓN O CÓDIGO DE HUESCA

El Derecho aragonés medieval se encontraba disperso, por lo que Jaime I


ordenó su recopilación en un texto oficial relativo al Derecho privado, penal y
procesal que había de ser el único texto legal vigente, surgiendo así los
Fueros de Aragón o Código de Huesca.
Los Fueros de Aragón se presentan en dos versiones:
1 – Compilatio minor, es un cuerpo legal en el que se expone únicamente
la parte dispositiva de los fueros aragoneses
2 – Compilatio maior, que Vidal de Canellas completa con
consideraciones doctrinales y razonamientos jurídicos
El rechazo de los nobles aragoneses por el Derecho común hizo que se retirara
la Compilatio Maior y quedara la Minor.

C) LAS OBSERVANCIAS

En Aragón siempre han predominado los usos y costumbres locales sobre el


poder de la ley.
Las observancias son obras de literatura jurídica, que interpretan los preceptos
legales procurando conectar los principios tradicionales del Fuero y la
costumbre aragonesa con los criterios romano-canónicos.
Entre las diversas recopilaciones de observancias la más destacada es las
Observancias de Martín Díez de Aux.
La finalidad de esta obra es compilar los usos, observancias y actos de Corte
del Reino de Aragón, denotándose en ella gran influencia del Derecho común
debido a la época en la que fue realizada y las fuentes utilizadas para su
redacción.

Nandae – Historia del Derecho - 66 -


Aunque Aragón era un ejemplo del rechazo del Derecho común, no pudo evitar
su influencia, generalmente por la romanización de las observancias y por la
formación de los juristas.

3 – EL DESARROLLO DEL DERECHO NAVARRO: DEL LOCALISMO


JURÍDICO AL FUERO GENERAL DE NAVARRA

En la Edad Media, Navarra contaba con una sólida base jurídica tradicional y
oral, pudiéndose hablar de textos de Derecho local tan importantes como los
Fueros de Estella, Tudela, Novenera o Val de Funes.
El Derecho navarro estuvo muy influenciado por el Derecho común, si bien con
una formulación autóctona y más alejada de las universidades.
Debido a los desacuerdos existentes con la nobleza, Teobaldo I ordenó que
los fueros navarros se redactasen por escrito, procediendo a jurarlos después.
Así surgió el Fuero Antiguo de Navarra, que fue el origen del posterior Fuero
General de Navarra.
En él se recoge el Derecho tradicional navarro y trata de la monarquía y la
nobleza, del estatus social y del Derecho privado y penal. Destaca la
concepción de que es el pueblo quien cede sus derechos al Rey y de que las
leyes son anteriores a los Reyes.
Entre sus fuentes hay un Fuero Antiguo de España, originario de Aragón, así
como colecciones de fazañas.

La creación del Fuero General no supuso para Navarra la desaparición de los


derechos locales, que siguieron reelaborándose. Este Fuero adquirió gran
difusión a pesar de no recoger todos los fueros de Navarra y fue el símbolo
fundamental de los derechos del Reino.
LECCIÓN 25

1 – CATALUÑA

A) CAPITULARES FRANCOS Y CARTAS PUEBLAS

Tras la invasión musulmana, Cataluña pasó al dominio de los reyes francos,


que respetaron la normativa propia de la zona (el Líber y los usos
consuetudinarios), pero por encima estaban las normas dadas por los reyes
francos entre los siglos VIII y IX para el gobierno del territorio. Estas normas
eran conocidas como las Capitulares.
Con la independencia gradual de los condes catalanes del Imperio carolingio,
los condes de Barcelona iniciaron una política de repoblación mediante
concesiones de exenciones y privilegios en Cartas Pueblas, que pueden ser
clasificadas del siguiente modo:
1 – Cartas agrarias, que regulan la atribución del suelo a los colonos

Nandae – Historia del Derecho - 67 -


2 – Cartas de franquicias y exenciones, con exenciones y deberes para
los colonos
3 – Fueros breves, que incluyen normas jurídicas primarias

La independización del Imperio carolingio supuso el inicio de las


manifestaciones legislativas catalanas, concretadas en los Usatges. Esta obra
trata de dar respuesta a cuestiones que el Líber no podía responder, pero sin
suponer su derogación. Aunque se trataba de un Derecho dirigido a Barcelona,
se aplicó a todos los condados catalanes.

En Cataluña, desde siempre se ha concedido gran importancia a la costumbre.


Dado que era necesario regular situaciones feudales que no tenían cabida en
los Ustages, las costumbres catalanas fueron objeto de redacciones escritas,
como las Costumbres de Cataluña o las Conmemoraciones de Pere Albert.

B) EL SIGLO XIII: LAS CONSUETUTS DE BARCELONA, LAS


CONSUETUDINES ILERDENSES, LAS COSTUMS DE TORTOSA, LAS
CONSUETUDINES DE GERONA

En Cataluña, el Rey y las Cortes eran los órganos productores de Derecho, en


el que predominaba un espíritu pactista.
El Conde de Barcelona creaba Derecho mediante las Constituciones, las
Cortes solicitaban reparación de agravios y establecían las condiciones de los
donativos al Rey en los Capitols de la proferta, y las peticiones de los
estamentos sancionadas por el monarca se llamaban Capitols de Cort.

En el siglo XIII apareció una institución de gran importancia: la Pragmática.


Era esta una disposición que procedía de la voluntad del monarca o de la
petición de los estamentos, y que en principio se refería a Derecho privado
aunque posteriormente regulará también aspectos esenciales de la vida
pública.
Esto supuso un choque con la ideología pactista, por lo que se solicitó al Rey
que transformase las pragmáticas en constituciones y que los privilegios y
la costumbre fueran confirmados por las Cortes.
Esta pugna poder real-Cortes hizo que las Constituciones fueran interpretadas
por un Consejo, que acudía a la fórmula “obedézcase pero no se cumpla”,
para toda disposición real contraria al Derecho catalán.

El Derecho común se recibió tempranamente en Cataluña, debido a la


existencia de estudiantes catalanes en las universidades europeas y a la
necesidad de completar las disposiciones reales.
Pese a haber sido prohibido por Jaime I, que permitió únicamente el uso de los
Usos y de las Costumbres, el Derecho común arraigó con más fuerza que en
otros territorios y se convirtió en fuente del Derecho catalán, ocupando el último
lugar en el orden de prelación de fuentes.
Nandae – Historia del Derecho - 68 -
2 – MALLORCA. CARTAS DE POBLACIÓN. SIGLOS XIII A XV. ORDEN DE
PRELACIÓN DE FUENTES

Mallorca fue reconquistada por señores catalanes, por lo que su Derecho fue
fundamentalmente Derecho feudal catalán, fuertemente influenciado por el
Derecho común.
Jaime I otorgó a Mallorca una Carta de población en la que se establecía un
Derecho general para toda la isla, y se concedían importantes ventajas para los
pobladores.
Esta Carta de población se trasladó también a Ibiza y a Menorca.
La falta de un Derecho tradicional local y la ausencia de Cortes, hizo que el
Derecho mallorquín se basara exclusivamente en la legislación del monarca,
la costumbre no escrita y en la práctica de los tribunales.
Las Islas Baleares estaban gobernadas por un representante del soberano
peninsular, por lo que los gobernadores realizaban cierta actividad normativa.
Junto al Gobernador estaba el Gran i General Consell, asamblea popular
representativa de Mallorca, cuyas disposiciones debían ser aprobadas por el
Gobernador para ser convertidas en leyes.

La falta de normas hizo que se acudiera a un ordenamiento supletorio en caso


de lagunas, que en principio fue el Derecho catalán, siendo sustituido más
tarde por el Derecho común.

3 – VALENCIA: CARTAS PUEBLAS, LA COSTUM, LOS FURS

La incorporación de Valencia al resto de los reinos cristianos reconquistados


fue tardía, lo que hizo que en la zona no existiera un Derecho tradicional, como
ocurría en otros reinos.
La reconquista de Valencia influyó en la organización jurídica y en el Derecho
resultante, pudiendo diferenciar tres etapas:
1 – Etapa castellonense: la repoblación fue principalmente privada, siendo
por tanto utilizados las Cartas Pueblas y los privilegios como instrumentos
jurídicos. Junto a este Derecho se permitió el uso del Derecho musulmán
entre los moriscos, y se autorizó el Fuero Juzgo en alguna localidad.
2 – Etapa valenciana: dándose una repoblación de carácter nobiliario.
3 – Etapa de repoblación del sur del Júcar: dándose una repoblación real.

Nandae – Historia del Derecho - 69 -


La necesidad de un texto completo que recogiera el Derecho de la ciudad
supuso que Jaime I recopilara ese Derecho en el Código de Jaime I, en
principio de carácter local, y el cual experimenta diversas reformas y adiciones
de los cuadernos de Cortes o Furs y privilegios reales, proceso en el que
pasan de ser Costum (texto local promulgado para Valencia) a ser Furs de
Valencia (texto territorial otorgado para todo el Reino).
En su elaboración se observa influencia del Derecho local catalán, del
Derecho marítimo y de las costumbres de procedencia romano-visigoda.
En caso de no ser suficiente el Derecho valenciano, se admite la aplicación del
sentido natural y de la equidad.

LECCIÓN 26

1 – INTRODUCCIÓN: DEBATE SOBRE LA MONARQUÍA Y EL ESTADO


MEDIEVAL

Las monarquías medievales de Europa se formaron y consolidaron como


instituciones políticas en la misma etapa en la que el sistema feudal alcanzaba
en occidente su máximo esplendor y las relaciones feudales afectaban a casi
todas las relaciones jurídicas, tanto públicas como privadas.
Se ha cuestionado la existencia de un verdadero Estado en la Alta Edad
Media, por entender que el feudalismo fue una realidad disolvente del concepto
de Estado y que no es posible la coexistencia de ambas entidades.
Algunos historiadores entienden que las relaciones jurídicas, públicas y
privadas, que vertebraron la vida en los feudos y en los señoríos no llegaron a
suplantar por completo al Estado y que la relación Rey-súbdito (de naturaleza
jurídico-pública) no se llegó a cortar por completo, aunque sí se debilitó.
Esta polémica se planteó a principios del siglo XIX, pero en la actualidad se
considera que aunque la feudalización política sí debilitó el poder público, no
llego a suponer la desaparición de la idea de Estado.

2 – EL REY Y LOS SÚBDITOS

B) LA ORDENACIÓN DEL REY

Cada reino tenía su forma de ordenar al Rey pero básicamente pueden


resumirse en el juramento al Rey y su unción, con rituales más o menos
diversos.
En todos los reinos el contenido de la dignidad real se concretó en una serie de
facultades y atribuciones:
1 – Legislativas. Desde la recepción del Derecho común los reyes son
legisladores y ejercen esta competencia a través de las Cortes.

Nandae – Historia del Derecho - 70 -


2 – Judiciales. La jurisdicción emana del Rey, quien la imparte en
persona o a través de sus jueces. En la Baja Edad Media la justicia del Rey
constituye la última instancia, como tribunal de apelación.
3 – Ejecutivas. El Rey dirige el Gobierno y es jefe de la Administración.
4 – Militares. Ostenta el mando supremo del ejército y a él corresponde
declarar la guerra y firmar la paz.
5 – Financieras. Es jefe de las finanzas del Estado y está facultado para
imponer impuestos a los súbditos.
6 – Religiosas. Interviene en asuntos eclesiásticos, aunque su poder en
este sentido retrocede tras la reforma gregoriana.

C) DERECHOS Y DEBERES DE LOS SÚBDITOS

Los derechos y deberes de los súbditos variaban en función de si eran


naturales o no naturales.

Ser súbito natural significa estar vinculado a la tierra y a quien la gobierna.


Esta condición se adquiere por nacimiento o por residencia estable.
Las obligaciones de un súbdito natural eran las siguientes:
1 – acudir a la llamada del Rey para darle su consejo
2 – contribuir económicamente a los gastos del Estado
3 – defender el territorio con las armas cuando es amenazado
El vínculo de naturaleza podía ser suspendido si el súbdito incurría en ira regia.

La categoría de súbdito no natural acogía a las numerosas gentes de origen


extranjero que, provisional o permanentemente, residían bajo la soberanía de
un Rey que no era el suyo.

Por su parte, el Rey tenía la obligación de administrar justicia y gobernar, lo


que se concreta en un conjunto de competencias dirigido básicamente a la
administración de justicia, moneda y fonsadera.

3 – EL REINO Y LAS SUPERESTRUCTURAS: CORONA E IMPERIO

A) EL REINO COMO UNIDAD POLÍTICA

La sociedad hispano cristiana entre los siglos XI y XIII se fue asentando en


unos territorios constantemente ampliados por la reconquista y la repoblación,
sobre los que se van asegurando unas estructuras / de poder político /
homogéneas, / indivisas/ y autónomas: los reinos.
Desde el punto de vista jurídico, los reinos podían haber sido obtenidos por
abolengo o ganados por conquista, adquisición o designación. Las
Nandae – Historia del Derecho - 71 -
Coronas son unidades políticas más amplias y centralizadas y se forman por
la integración de reinos que mantienen su propia identidad.

La aparición del sentimiento de comunidad de base territorial permitió la


construcción de unidades políticas cada vez más amplias y centralizadas:
desde las Coronas, hasta un proceso de territorialización y centralización que
caracterizó a las monarquías seculares en la Baja Edad Media.

LECCIÓN 27

1 – FUNDAMENTOS Y NATURALEZA DEL PODER REAL

Hasta el siglo XIII los ordenamientos jurídicos estaban sujetos a dos poderes
tradicionales: el espiritual, encarnado por el Papa, y el temporal,
representado por el Emperador.
La tendencia hacia la secularización del Estado logró que la monarquía se
constituyera como la forma obligada y suprema de gobierno.
La monarquía medieval se apoyaba en una concepción teocéntrica del poder
político. De acuerdo con esto, los monarcas no fueron dueños del poder que
ostentaban, ya que éste procedía de Dios y ellos únicamente lo ejercían por su
encargo.
En cuanto a las limitaciones del poder real, existían dos concepciones:
1 – Concepción teocéntrica, según la cual el Rey debía actuar en bien de la
comunidad y regirse por las normas morales y religiosas y por el Derecho y
las costumbres del país.
2 – Concepción democrática, basada en la idea de que si los súbditos
depositaban el poder en el Rey, también ellos podían retirárselo.

2 – EL EJERCICIO DEL PODER Y SUS LIMITACIONES

A) EL DERECHO DE RESISTENCIA

El Rey debe proteger la fe, gobernar con justicia y mantener la paz,


disponiendo para ello de la fuerza de las leyes. De este modo, un buen
monarca es el premio que Dios concede al pueblo, y un monarca malo es un
castigo divino que la comunidad ha de soportar por sus pecados.

Nandae – Historia del Derecho - 72 -


Como consecuencia de las influencias eclesiásticas, los textos atribuyen la
condición de tirano al Rey legítimo que abusa de su poder.
Ante estos posibles abusos, la doctrina de S. Isidoro de Sevilla reconocía el
derecho de resistencia que justificaba que el rey tirano pudiera ser depuesto
o incluso muerto. Las Partidas condenaron la tiranía contemplando la
amonestación al Rey pero no justificaban su deposición.

B) LA CONCEPCIÓN PACTISTA

La concepción de que el Rey debía proteger la fe, gobernar con justicia y


mantener la paz disponiendo para ello de la fuerza de las leyes fue
evolucionando hasta concretarse en la idea de que el poder real se
fundamentaba en el compromiso de cumplir las leyes que el Rey adquiría al ser
investido y en el compromiso del pueblo de guardarle fidelidad.
Con esta idea se elevó a principio la fórmula procedente del Derecho romano-
canónico “lo que a todos atañe debe ser por todos aprobado”, principio que
posteriormente se recogió en algunos pasajes de las Partidas y del Espéculo.

La monarquía como forma de gobierno resultaba así ser un pacto entre el Rey
y el pueblo. Este acuerdo daba la posibilidad al pueblo de resistirse a los
mandatos de un Rey incumplidor.
Este principio contractual se manifiesta fuertemente en Aragón desde Jaime I,
en los Fueros de Egea, donde la aristocracia consigue grandes privilegios y la
conversión del Justicia Mayor en instancia intermedia entre el Rey y la
nobleza.

C) LOS AGRAVIOS Y SU REPARACIÓN

Al igual que los súbditos, el Rey también estaba obligado a respetar el


ordenamiento jurídico, de modo que sus mandatos contrarios a tal
ordenamiento constituían un agravio o contrafuero. La subsiguiente
reclamación para la reparación de los derechos subjetivos de los súbditos se
denominaba “reparo de agravios”.

Los agravios más comunes cometidos por el Rey eran las llamadas “cartas
desaforadas”, que eran cartas donde el Rey hacía concesiones generales o
particulares en relación a la provisión de oficios o a la imposición de nuevos
tributos que traspasaban lo pactado con el pueblo.
La denuncia del contrafuero debía realizarse ante las Cortes o su Diputación, o
en Aragón, ante el Justicia Mayor. Lo más habitual era que el Rey anulase la
disposición causante del agravio dictando otra disposición reparadora que
anulaba la primera y adquiría el rango de ley principal del Reino, quedando así
reparado y fortalecido.

D) LA FÓRMULA “OBEDÉZCASE PERO NO SE CUMPLA”


Nandae – Historia del Derecho - 73 -
El autoritarismo real en cuanto a creación de Derecho se reflejaba
principalmente en dos apartados:
1 – en la superioridad de las pragmáticas por encima de las leyes de
Cortes
2 – en la validez de las disposiciones del Rey o de sus oficiales aún
siendo contrarias a los derechos vigentes

En Castilla se admitió que la norma dictada por el Rey o sus funcionarios fuera
lesiva de los derechos de un individuo o del Reino en general, debía dejarse en
suspenso según el principio “obedézcase pero no se cumpla”. De este modo,
la norma debía acatarse como mandato real que era pero no debía de
cumplirse en la práctica en tanto no se subsanase el vicio contenido en ella.

García Gallo consideró que este principio debía aplicarse a las leyes que
fueran ilegítimas o injustas, sin embargo, Lalinde entiende que debe ser
aplicado a las meras disposiciones de gobierno pero no a las leyes y
pragmáticas del Rey.
Aunque la mayoría de los autores piensan que la fórmula no puede referirse a
las leyes dictadas por el Monarca con las Cortes, pero sí a las pragmáticas.

En Castilla se consideraba que la ley afectada por el principio era anulable,


pero si el Rey, una vez conocido el asunto, insistía en su cumplimiento, los
súbditos debían cumplirla.
En Cataluña se consideraba que una ley del Rey o de sus funcionarios que
fuera contraria al Derecho catalán era nula sin más.
En Aragón, se consideraban nulas de pleno derecho, mientras que en
Navarra las leyes dictadas en agravio del Reino debían ser obedecidas pero
no cumplidas.

3 – LA PUGNA EFECTIVA POR EL PODER

A) PODER REAL Y PODER SEÑORIAL

Los señoríos representaban el principal obstáculo para la consolidación de la


monarquía. El proceso señorial se intentó frenar desde la recepción del
Derecho común desplazando y limitando a la nobleza en el aspecto político,
aunque no en el económico.
Esta situación se tradujo en un juego de apoyo/oposición mutuos entre nobleza
y monarquía que perduraría hasta el final de la Edad Moderna.
Finalmente, la Corona redujo los privilegios de los señoríos y tomó medidas
legislativas que limitaban o prohibían las enajenaciones del patrimonio de la
Corona.

Nandae – Historia del Derecho - 74 -


Esta política no siempre fue observada por los monarcas y cuando lo hicieron
tuvieron que enfrentarse a la nobleza.
Los Reyes Católicos llevaron una política ambigua en este aspecto aunque
lograron imponer su autoridad anulando muchas de las concesiones realizadas.

B) JUNTAS, UNIONES Y HERMANDADES

En la Edad Media fueron frecuentes en toda Europa los fenómenos asociativos


como las juntas, las uniones o las hermandades, que acabaron teniendo una
jurisdicción especial. Las más importantes llegaron a ser verdaderas
instancias intermedias en las relaciones Rey-súbditos.
Juntas, uniones y hermandades fueron las instituciones asociativas más
representativas y un ejemplo de la capacidad de participación de los
súbditos en el gobierno junto al Rey.

Las juntas eran asociaciones de municipios nacidas para la mutua


defensa y eran presididas por un sobrejuntero. La Junta de Obanos es la
primera que con carácter político aparece en la Península.
Las uniones fueron asociaciones de ciudades y nobles unidos para la
defensa de intereses comunes frente al monarca. La Unión Aragonesa
logró muchísima fuerza con el Privilegio de la Unión, donde se reconoce a
la asamblea facultades como la de deponer al Rey, por lo que la Unión se
convirtió en un órgano supremo por encima incluso de las propias Cortes y
del monarca.
Las hermandades fueron uniones de villas y lugares castellanos para la
persecución de delincuentes y el mantenimiento del orden público, que
fueron asumiendo competencias judiciales, gubernativas, administrativas,
fiscales y reglamentarias.

4 – LA DELEGACIÓN DEL PODER REGIO

A) CASTILLA Y NAVARRA: VALIDOS Y GOBERNADORES

El ejercicio del gobierno correspondía al Rey, que podía delegar el poder


temporalmente en otras personas por diversas causas:
1 – ausencia del Rey
2 – minoría de edad
3 – delegación en una persona de su confianza (valido)

En León y Castilla en caso de ausencia del Rey, su primogénito, la Reina o un


hermano se hacían cargo del gobierno del Reino temporalmente.
En Navarra el alejamiento del Rey fue frecuente debido a que los reyes
navarros dispusieron de señoríos en Francia, que tenían que visitar, siendo
nombrado un magnate como Gobernador General.

Nandae – Historia del Derecho - 75 -


El Valido llega a ejercer un verdadero monopolio del poder adueñándose de la
voluntad del Rey e interviniendo decisivamente en el gobierno del reino.

B) ARAGÓN: PROCURADORES, LUGARTENIENTES Y GOBERNADOR


GENERAL

En la Corona de Aragón se hizo necesaria la delegación del ejercicio del poder


dada la imposibilidad de que el Rey estuviera en todos los reinos que la
componían. Las delegaciones del poder real en la Corona aragonesa
quedaron unificadas en la persona del Procurador General, del Gobernador
General y del Lugarteniente.
El Procurador General tenía amplias competencias y jurisdicción que
ejercía en los territorios donde el Rey residía con más frecuencia. En las
zonas más alejadas de la Corona aragonesa, estas acciones eran realizadas
por un Lugarteniente designado por el Rey.
Por debajo del Lugarteniente se encontraba el Gobernador General,
representando la jurisdicción ordinaria y cercana al pueblo.

TEMA 28

1 – EL ORIGEN DE LAS CORTES

A) APARICIÓN DE LOS PARLAMENTOS EN EUROPA Y EL PAPEL


PRECURSOR DE LA ESPAÑA ALTOMEDIEVAL

El derrumbamiento del Antiguo Régimen con la Revolución Francesa dio


paso en la Europa del siglo XIX a un Estado Constitucional, que trajo la
superación del absolutismo político mediante el control del poder por el
pueblo representado en asambleas. Al mismo tiempo se produjo un interés
por las asambleas medievales puesto que convenía que los parlamentos
populares no aparecieran como una novedad radical.

En la Europa occidental el Rey gobernaba con la ayuda de una Curia o


asamblea de nobles y prelados a la que posteriormente se incorporaron los
ciudadanos burgueses.
En los reinos cristianos surgidos con la Reconquista, el Rey ostenta un poder
absoluto pero no lo ejerce en solitario. Con el fin de asesorarle, gentes
procedentes de los estamentos privilegiados integran una curia cercana al
Rey. Las Cortes medievales tuvieron su origen en la Curia Regia, que
constituyó una asamblea que asesoraba al Rey en todos los asuntos
importantes del reino. La Curia Regia evolucionó dando lugar a dos
instituciones: Consejos y Cortes.

La Curia podía ser ordinaria o extraordinaria.


Nandae – Historia del Derecho - 76 -
La Curia ordinaria era convocada por el Rey y asumió funciones judiciales,
bien en primera instancia o como tribunal de apelación.
Excepcionalmente aparecían asuntos de especial trascendencia que afectaban
al reino entero, por lo que el monarca convocaba a otros muchos nobles y
magnates, dando lugar a la Curia extraordinaria.
Los llamados a la Curia extraordinaria estaban obligados a acudir en virtud del
deber de consejo que todos los súbditos debían a su Rey. Los convocados
pertenecían en principio a los estamentos privilegiados pero pronto el monarca
comenzó a convocar a los burgueses.
Se cree que el motivo por el que éstos comenzaron a participar en las Cortes
es que algunos de los temas a tratar eran los impuestos y la contribución a las
campañas bélicas, y puesto que eran los burgueses quienes los pagaban (al
estar exentos los nobles y eclesiásticos), en virtud del principio “lo que a todos
atañe por todos debe ser aprobado”, se generalizó su presencia en la
asamblea.

B) ENTRADA DE LOS BURGUESES EN LA CURIA: ORIGEN DE LAS


CORTES

Las Cortes medievales tuvieron su origen en la Curia Regia que constituyó una
asamblea que colaboró con el Rey asesorándole en todos los asuntos
importantes de gobierno y administración del reino. La Curia Regia
evolucionó dando lugar a dos instituciones: Consejos y Cortes.
La Curia Regia estaba formada por familiares del Rey, altos funcionarios,
nobles y prelados.
La Curia podía ser ordinaria o extraordinaria.
Los llamados a la Curia extraordinaria estaban obligados a acudir en virtud del
deber de consejo que todos los súbditos debían a su Rey. Los convocados
pertenecían, en un principio, a los estamentos privilegiados, pero pronto el
monarca comenzó a convocar también a los burgueses.

El motivo por el que estos comenzaron a participar en las Cortes ha sido


discutido por algunos historiadores.
Sánchez Albornoz indicó como causa principal la reacción de las villas y
ciudades contra los abusos de la monarquía en materia de acuñación de
moneda.
O’Callaghan puso de relieve que la intervención de las Cortes en cuestiones
financieras no fue significativa hasta el siglo XIII, insistiendo en el papel judicial
desempeñado desde sus orígenes.
Para García Valdeavellano lo más importante es relacionar el asentamiento
definitivo de las Cortes con el impulso social y económico de las ciudades, que
a cambio de sus recursos, el Rey les permitía participar en los órganos de
gobierno a través de sus representantes.

Nandae – Historia del Derecho - 77 -


Cuando los representantes de las ciudades formaron parte de las Cortes, a
ellos correspondería además de asesorar al monarca, aprobar la entrega de las
cantidades que el Rey pedía con carácter extraordinario y aprobar o modificar
impuestos.

2 – NATURALEZA Y COMPETENCIA DE LAS CORTES

A) LAS CORTES COMO ÓRGANO ASESOR O COMO ÓRGANO DE


CONTROL DEL PODER REAL

La naturaleza de las Cortes es discutible, en cuanto a si constituyó una


asamblea que controló y limitó el poder real o si fue un órgano consultivo del
monarca.
El Rey escogía libremente a las ciudades convocadas, que eran representadas
por delegados pero existen diferencias entre las Cortes de Castilla-León y las
de Aragón.

La incorporación de los representantes de las ciudades en las Cortes


castellanas fue motivada y acelerada por causas económicas:
1 – Los ingresos obtenidos a través de los impuestos que pagaban los
súbditos no eran suficientes.
2 – Los reyes podían acudir a otros métodos como la quiebra de la
moneda.
3 – Podían también crear nuevos impuestos pero al estar exentos de ellos
la nobleza y el clero, que constituían la Curia en su origen, los monarcas
llamaron también a los burgueses.

Las Cortes aragonesas son más tardías, no documentándose antes de


mediados del siglo XIII, en las Cortes de Huesca, donde había
representantes de los tres estamentos. Hasta ese momento, en Cataluña, los
reyes habían actuado sin ningún tipo de limitación en la imposición de
impuestos, no obstante esto mismo era mucho más complicado de aceptar en
Aragón por la fuerza de la nobleza.
Las tensiones surgidas en Aragón dieron como resultado la disminución del
poder real, algo que no se produjo en las Cortes castellanas.

Pero el tema debatido es principalmente la naturaleza jurídica de las Cortes


manteniéndose tres posturas:
1 – Si el fundamento de las Cortes está en el pacto Rey-reino, postura
adoptada por los autores que defienden la existencia de una corriente
democrática en las Cortes históricas.
2 – Si su naturaleza jurídica obedece al deber de consejo que todo súbdito
tiene con su señor.
3 – O si las causas son principalmente económicas, dado el principio
medieval “lo que a todos atañe, por todos debe ser aprobado”.
Nandae – Historia del Derecho - 78 -
B) LAS CORTES EN LOS REINOS: COMPETENCIAS

1 – Las atribuciones de las Cortes castellano-leonesas fueron amplias:


confirmaban al heredero al trono, prestaban juramento al monarca y lo recibían
de él.
No tenían potestad legislativa pero sí colaboraban las tareas legislativas, ya
que el Rey aprovechaba las reuniones de las Cortes para promulgar de
manera solemne normas que después sus miembros divulgaban en sus
lugares de procedencia.
A este respecto podían aparecer dos tipos de redacciones:
1 – los cuadernos de peticiones, o solicitudes que los procuradores de las
ciudades hacían al monarca, y las que este contestaba o no, sin que
tuvieran valor de ley ni la petición ni la respuesta.
2 – cuadernos de leyes, leyes dadas en Cortes y promulgadas por el Rey.
Las Cortes castellanas podían asumir también funciones judiciales y
gubernativas.

2 – En Cataluña las Cortes se componían del grupo eclesiástico, del militar y


del popular o real y tenían importantes competencias legislativas.
Las disposiciones dadas por las Cortes solo pueden ser revocadas por ellas y
no por disposición del Rey.
La legislación de las Cortes podía ser:
1 – Constituciones, para aprobar la actividad de los condes.
2 – Capítulos de Corte, o peticiones de los estamentos sancionadas por el
monarca.
3 – Actos de Corte, disposiciones del monarca dadas fuera de las Cortes
pero elevadas al rango de acuerdos de Cortes por petición real.
4 – Peticiones de reparación de agravios.

3 – Las Cortes en Aragón, donde el pactismo era determinante, constituyeron


una limitación esencial a la actuación unilateral del Rey.
Tuvieron competencias legislativas:
1 – La elaboración de Fueros o actos de Corte.
2 – Juzgar los agravios cometidos por el Rey, presentados por el Justicia
Mayor.
3 – Confirmar al heredero.
4 – Aprobar nuevos impuestos.

Las Cortes medievales representaban al reino, lo que significa que si varios


reinos se integraban en una Corona, cada uno de ellos conservaba su propia
asamblea en las nuevas Cortes.

Nandae – Historia del Derecho - 79 -


4 – En Navarra las Cortes también tenían competencias legislativas a través
de la elaboración de amejoramientos o ampliaciones al Fuero General de
Navarra.
Así mismo atendían a la reparación de agravios cometidos por el Rey o sus
oficiales y podían actuar como tribunal.

5 – En Valencia Jaime I introdujo el pactismo con el juramento en Cortes de


sus fueros y costumbres. Las Cortes participaban en la elaboración de normas:
1 – Furs, acuerdos del Rey con los estamentos.
2 – Actos de corte, si es producían a instancias de un estamento y eran
aprobados por el Rey.

3 – COMPOSICIÓN, FUNCIONAMIENTO Y CONCLUSIÓN DE LAS CORTES

A) LA REPRESENTACIÓN DE LOS TRES ESTAMENTOS

La composición de Cortes no fue uniforme en todos los reinos.


Mientras que en Castilla, Navarra, Valencia y Cataluña estaban compuestas
de tres brazos (nobleza, clero y estado llano), en Aragón estaban integradas
por cuatro (alta nobleza, baja nobleza, clero y estado llano).

El estado nobiliario estaba compuesto por ricos hombres y caballeros que el


Rey convocaba, en base al poderío militar y económico que representaban.
El estado eclesiástico estaba integrado por obispos, abades y priores que
acudían por sí mismos o enviaban a un representante. A veces en este estado
figuraban los maestres de las órdenes militares.
El estado llano era el formado por los procuradores de las ciudades que eran
convocadas por el monarca.

Se ha afirmado que los procuradores carecieron de autonomía y representaban


un mandato imperativo limitándose a trasmitir lo que la ciudad había
acordado. Sin embargo, el Rey solía acompañar unas cartas de
recomendación, lo que no tendría sentido si la personalidad del procurador no
tuviera importancia. Además, en estas cartas se señalaban las orientaciones
del voto dejando al arbitrio del procurador otros asuntos. Por lo tanto, no
debería hablarse de un mandato imperativo si no de un mandato abierto.

B) CONSTITUCIÓN DE LAS CORTES

La convocatoria a Cortes era realizada por el Rey mediante cartas a los


convocados, señalando en ellas la fecha y el lugar de la reunión, así como los
asuntos que el monarca proponía para su deliberación. En caso de minoría de
edad del monarca, la convocatoria era realizada por los tutores y regentes.

Nandae – Historia del Derecho - 80 -


En Aragón se entendió que la convocatoria era una prerrogativa regia por lo
que los brazos no se sienten obligados a acudir si son llamados por personas
distintas al monarca, aunque en la práctica no fue así.

El Rey trataba de reunir a las Cortes cuando lo necesitaba pero el reino


pretendía sujetar las convocatorias a una periodicidad, siendo llamadas cada
dos o tres años, aunque los Reyes Católicos estuvieron sin convocar 18 años.

El Rey convocaba y presidía las Cortes, aunque en ellas no siempre


participaron todos los estamentos del reino. Antes del inicio de las sesiones se
comprobaban los poderes de los procuradores y la asamblea comenzaba con
una proposición en la que el monarca exponía los motivos de la convocatoria
y los asuntos a deliberar. La proposición era contestada por separado por los
representantes de los tres brazos.

C) DESARROLLO Y ADOPCIÓN DE ACUERDOS

Cada estamento funcionaba representado por un tratador que formulaba las


iniciativas y acuerdos de su grupo. Los estamentos deliberaban por separado
pero se relacionaban entre sí a través de unos embajadores, aunque
finalmente todos los tratadores se reunían con el Rey para la votación de los
acuerdos.
Los requisitos para la adopción de acuerdos variaron según los reinos, aunque
por lo general, existía acuerdo cuando se lograba mayoría en cada brazo.

La reparación de agravios en Castilla quedó en manos del Rey, en Aragón


fue competencia del Justicia Mayor y en Cataluña el Rey y las Cortes
designaron unos reparadores de agravios.

Las deliberaciones de las Cortes se centraban en las demandas del Rey y en


las reparaciones de agravios que solicitaban los procuradores, aunque
también se dirigían al Rey las peticiones sobre asuntos de interés general
para el reino. A continuación el monarca promulgaba las leyes acordadas y
clausuraba y disolvía las Cortes.

D) LA DIPUTACIÓN DE CORTES

La Diputación de Cortes nace con el fin de velar por el cumplimiento de los


acuerdos tomados en Cortes.
La Diputación era un órgano derivado de las Cortes, que actuaba entre
convocatorias representando al reino cuando las Cortes no estaban reunidas.
La misión principal de la Diputación consistía en velar por la recaudación de los
impuestos votados y vigilar el cumplimiento de los acuerdos aprobados. Con el
tiempo llegó a convertirse en un órgano permanente encargado de la defensa
de los intereses del reino.
Nandae – Historia del Derecho - 81 -
LECCIÓN 29

1 – EL OFICIO PÚBLICO: ACCESO AL OFICIO Y CONTROL DE LA


GESTIÓN (PESQUISAS, VISITAS, JUICIO DE RESIDENCIA Y PURGA DE
TAULA)

1 – Acceso al oficio público


Una de las labores del Rey era designar a los oficiales en los que iba a delegar
parte de sus funciones. En principio, este nombramiento fue concesión
graciosa pero acabó siendo una regalía.
Al comienzo se valoraba la amistad y la confianza pero finalmente se exigieron
conocimientos técnicos para el desempeño de un cargo.
Por el término “oficial” se conocía a quien desempeñaba un oficio. Podían ser
oficiales del Rey, del Concejo o del Señor.

2 – Acceso al oficio
Los oficiales eran, al principio, normalmente designados por el Rey con
carácter revocable y temporal pero existieron también otras formas de
acceder al oficio:
1 – por compra del título
2 – por cartas expectativas: el Rey concedía el oficio antes de estar
vacante, creando así una expectativa de derecho.
3 – por renuncia del titular mediante transmisión gratuita y autorización real
4 – por arrendamiento del cargo al titular a cambio de una renta

El oficio podía ser:


1 – a término, establecidos temporalmente para una labor concreta
2 – de por vida
3 – perpetuos y transmisibles por herencia, únicamente revocables por el
Rey
4 – por acuerdo real, intemporales y revocables por el Rey cuando
estimase conveniente

Por otro lado, el aspirante debía reunir unos requisitos, recogidos


principalmente en las Partidas:
1 – ser mayor de veinte años, varón y sin enfermedad prolongada ni
defectos físicos incapacitantes
2 – ser católico, temeroso de Dios y honrado
3 – poseer cierta fortuna y, en los cargos cercanos al Rey, pertenecer a la
nobleza
4 – estar capacitado técnicamente para el desempeño del cargo
5 – prestar juramento de fidelidad al Rey, de respeto al orden jurídico y de
justo cumplimiento de su misión
6 – residir en el lugar de desempeño de la función
Nandae – Historia del Derecho - 82 -
Existían también ciertas limitaciones:
1 – permanentes: adquirir el oficio ilegalmente, ser extranjero o estar
inhabilitado permanentemente
2 – temporales: tener más de un oficio, ser siervo estar incapacitado
temporalmente

3 – Control del oficio público


Ante el abuso de muchos oficiales durante sus funciones o al término de las
mismas, se establecieron diferentes tipos de control.
Durante del desempeño este control podía ser realizado por:
1 – Pesquisidores, creados para indagar e informar sobre el uso que se
hacía del oficio. Podían actuar de oficio o a instancia de parte.
2 – Veedores, que investigaban a actuación de los oficiales de Justicia y
podían sustituir al infractor y concluir los procesos que éste hubiera dejado
inconclusos.
3 – Visitadores, que comprobaban la actividad de adelantados, jueces y
otros oficiales. Poseían fundamentalmente facultades disciplinarias y
judiciales.

Para el control al término del oficio, se estableció en Castilla el juicio por


residencia y en Aragón la purga de taula.
- El juicio por residencia era una revisión de la actuación de algunos
oficiales a su cese. En un principio solo se aplicaba a los jueces, más tarde
se aplicó también a otros oficiales reales.
El oficial debía permanecer residiendo durante 50 días al término de su
cargo para que su sucesor pudiera investigar sus actuaciones y depurar
responsabilidades.
- La purga de taula era un juicio contradictorio aplicado a los oficiales
reales con jurisdicción ordinaria realizada a instancia de parte. Se utilizaba
en casos de negligencia, fraude o cualquier acto ilícito que supusiera
perjuicio para un tercero. La condena era la inhabilitación para el
desempeño de cualquier otro oficio real.
El procedimiento era realizado por jueces de mesa, elegidos anualmente en
cada veguería y pagados por el Rey. Sus decisiones podían ser apeladas
ante el monarca.

2 – LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL

A) LA CORTE Y SUS OFICIALES

El Rey detentaba la función administrativa pero no la ejercía personalmente.


Como en la época visigoda, el monarca aparecía rodeado de un grupo de
Nandae – Historia del Derecho - 83 -
personas cercanas que formaban su Palatium o Corte. Este grupo estaba
formado por miembros de la familia real, magnates, altos eclesiásticos, oficiales
y los miembros del servicio personal de Rey.

Posteriormente, el término Palatium se sustituyó por el de Curia Regia, que se


aplicó sin distinción a dos tipos de reuniones:
1 – las habituales de los miembros que la Corte que rodeaba al Rey o Curia
ordinaria
2 – las convocadas por el Rey, con prelados o magnates, para tratar
asuntos graves o Curia extraordinaria

De la Curia extraordinaria surgieron las Cortes, mientras que de la ordinaria


nacieron los Consejos de los distintos reinos.

B) LOS CONSEJOS DE LOS REINOS

De la Curia ordinaria nacieron los Consejos de los distintos reinos. Una de


las obligaciones de súbditos naturales y vasallos era el deber de consejo, que
se potenció con la recepción del Derecho común, debido a que va a prestar
una fundamentación ética, moral y social al principio de soberanía,
contribuyendo a solidificar las bases sobre las que se asienta el poder
real.

La transformación de la Curia en Consejo fue progresiva y se debió


principalmente a la entrada de juristas y especialistas en ella, y a esa
potenciación cada vez mayor del deber de consejo.
El Consejo se constituye así como órgano de carácter consultivo formado por
los miembros de palacio que habitualmente se encuentran junto al monarca,
llegando incluso a ser tribunal de justicia.

En sus orígenes, el Consejo estaba formado por nobles, prelados y


ciudadanos, teniendo todavía carácter representativo pero paulatinamente se
conviertió en un órgano administrativo en el que prevaleció el interés público.

1 – El Consejo de Castilla
Podemos situar su origen en las Cortes de Valladolid de 1385. En Castilla,
Juan I organizó el Consejo Real y le dio una planta fija en estas Cortes.
Además de su función consultiva, el Consejo de Castilla también entendía de
todo lo que no fuera la administración de justicia.
Los acuerdos debían tomarse por mayoría y debía mantenerse el secreto de
las deliberaciones, aunque estas disposiciones no se cumplían del todo por lo
que se ordenó la entrada en el Consejo de cuatro letrados, comenzado así el
camino hacia la especialización jurídica del Consejo.

Nandae – Historia del Derecho - 84 -


Su estructura varió en distintas ocasiones estableciendo un quórum de
asistencia, reduciendo el número de consejeros o dando mayor
importancia a la presencia de letrados.
Con los Reyes Católicos se reorganiza el Consejo Real de Castilla
otorgándole facultades jurisdiccionales, puesto que hasta entonces había
desempeñado únicamente las funciones de órgano asesor y ejecutivo del
gobierno.
Con ello, el Consejo se convirtió en un elemento básico de gobierno de la
monarquía, coincidiendo su auge con la decadencia de las Cortes, sobre todo
por tener importantes funciones de justicia.

2 – Los Consejos de Aragón y Navarra


En Aragón existía un consejo personal del Rey formado por militares y
oficiales de la Corte y un segundo consejo más numerosos de carácter
asesor. Desde el siglo XIV el Consejo Real de Aragón se unificó y funcionó de
manera permanente, deliberando sobre el gobierno y la administración y siendo
tribunal de justicia en última instancia durante el reinado de algunos reyes.

El profesor Escudero considera que no es más que el precedente del Consejo


de Aragón creado por Fernando el Católico ya que la reforma del monarca
había sido de tal magnitud que se puede hablar de dos instituciones distintas.

En Navarra no hubo dos órganos diferenciados pero se podía distinguir entre la


Corte y el Tribunal de Justicia. En general, había un tribunal para las causas
más graves que también actuaba como órgano asesor y Consejo Real.

C) CANCILLERÍAS Y SECRETARIOS REALES

1 – La Cancillería castellana
La Cancillería se configura como un organismo burocrático y técnico a cuyo
frente existe una serie de oficiales, además del Canciller, notarios y escribanos,
y cuya función básica es la de redactar, autentificar, registrar y expedir los
documentos reales a los interesados.
La Cancillería castellana era uno de los organismos más importantes de la
administración central.

El Canciller Mayor se encontraba al frente de una Cancillería, siendo


responsable de su funcionamiento y de los oficiales que se encontraban bajo
él.
Junto a él aparecería el Canciller de la paridad, que se ocupaba de las cartas
que iban selladas con el sello de la paridad o secreto.
Como oficiales superiores se encontraban los notarios mayores y los
escribanos:

Nandae – Historia del Derecho - 85 -


1 – los notarios mayores mandaban escribir los documentos y los
controlaban, sellaban y registraban. También tuvieron competencias
judiciales en materia económico-administrativa.
2 – los escribanos solían ser eclesiásticos, al estar los documentos escritos
en latín, pero con el tiempo se fueron configurando como oficiales.
Redactaban los documentos y los anotaban en los registros.
Entre los escribanos pueden diferenciarse a los de la Cámara real, creados
por Alfonso X a modo de secretarios particulares y responsables de las
cartas de la paridad, y los escribanos de la Cancillería, dependientes de la
misma.

2 – Las Cancillerías aragonesa y Navarra


La Cancillería se configura como un organismo burocrático y técnico a cuyo
frente existe una serie de oficiales, además del Canciller, notarios y escribanos,
y cuya función básica es la de redactar, autentifica, registrar y expedir los
documentos reales a los interesados.

En Aragón, el Canciller también presidía el Consejo Real. Sus facultades se


centraban en los aspectos concernientes a los documentos reales pero
también nombraba a los oficiales de la Cancillería e incluso tenía jurisdicción
sobre los consejeros y demás miembros de la Corte.
A mediados del siglo XIV la Cancillería de Aragón se estructuró, colocando a
un Vicecanciller por cada estado de la Corona, que sustituía al Canciller en
caso necesario.

En Cataluña los escribanos podían ser de tres tipos:


1 – de mandamiento, si actuaban por encargo del Rey
2 – ayudantes de escribanos
3 – secretarios, encargados de los documentos secretos
Al frente de escribanos y notarios se encontraba el notario del Rey, que con
Jaime II se denominó protonotario.

La Cancillería Navarra se organizó a semejanza de la castellana, siendo el de


Canciller un título honorífico que recaía en la alta nobleza o el clero,
realizando el trabajo efectivo un personal auxiliar de la Cancillería.

3 – Los secretarios del Rey


En un principio, escribano de cámara y secretario eran cargos distintos pero
posteriormente se convirtieron en análogos.
Los secretarios personales del Rey eran pues unos escribanos especiales,
vinculados directamente al Rey, formando parte de la Administración central y
llegando a convertirse en asesores directos del monarca.
Los secretarios aparecen caracterizados como oficiales públicos de la Casa y
Corte del Rey ocupando el puesto más cercano a él. Si procedían de clases

Nandae – Historia del Derecho - 86 -


humildes el oficio les proporcionaba promoción social aunque no todos
tuvieron la misma preparación.
Se les exigía lealtad, fidelidad, suficiencia, guarda del secreto y limpieza. El
oficio se remuneraba en función del número de cargos que el secretario
desempeñase. Sus competencias nunca fueron fijadas por escrito y, aunque
generalmente se centraban en despachar con el Rey y librar su
documentación, también fue habitual que actuasen como embajadores de los
reyes.
Durante el reinado de los Reyes Católicos la importancia del secretario del
Rey aumentó al ampliarse sus competencias, interviniendo en todos los
asuntos de gobierno y administración.

LECCIÓN 30

1 – LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL

La administración territorial evolucionó paulatinamente desde la Reconquista


pero, en términos generales, estuvo inspirada en la organización hispano-
goda y en la administración del Imperio carolingio.
En la España medieval existían dos tipos de territorio: de realengo,
dependientes del Rey, y de señorío, dependientes de un señor.

Las demarcaciones territoriales presentan una gran diversidad que explica la


falta de unidades territoriales que abarquen todo el ámbito del Reino, no
obstante se da una tendencia generalizada en todos los reinos de la
Península hacia la unificación de la ordenación del territorio.

A) EL RÉGIMEN CONDAL PRIMITIVO

Hacia el siglo XII el territorio de la España cristiana se ordenó mediante


condados de extensión variable a los que el Rey decidía incorporar o separar
territorios.

En Galicia se dividieron en tenencias o condados menores, demarcaciones


con un Tenente y ubicadas en lugares estratégicos. En un principio estaban a
cargo de personas de la familia real pero posteriormente estos condados son
encomendados a un Merino General.

En Asturias el territorio se dividió en mandaciones, a cargo de un Mandans


que actuaba en nombre del Rey. Más tarde aparecieron los condes, con una
dignidad personal superior y que podían regir dos distritos a la vez.

Castilla quedó convertida en reino tras la independización del reino astur-


leonés por el Conde Fernán González.
Nandae – Historia del Derecho - 87 -
En los núcleos del Pirineo oriental, la influencia del Imperio carolingio explica
la temprana organización del territorio en condados. Allí los condes tenían
delegados pero los distritos no se delimitaron claramente.

En Aragón y Navarra las demarcaciones fueron conocidas como honores y su


gobierno encomendado en beneficio.

Al frente de estas unidades territoriales están los condes o tenentes,


representantes del Rey encargados de la defensa y del orden público,
administradores de justicia y recaudadores de tributos.

B) EL SISTEMA A PARTIR DEL SIGLO XII

1 – Castilla y Navarra: tenencias, merindades y adelantamientos

A finales de la Alta Edad Media, el territorio reconquistado se dividió en


condados de extensión variable a los que el Rey decidía incorporar o separar
territorios. Estos condados se dividieron a su vez en tenencias o condados
menores, demarcaciones con un Tenente y ubicadas en lugares estratégicos.

Antes del siglo XII habían aparecido en Castilla y Navarra otras demarcaciones
territoriales menores que las tenencias llamadas merindades y
adelantamientos.
Los merinos de una misma zona fueron puestos bajo el control de un Merino
Mayor. Posteriormente, este cargo se configuró como oficio de la
administración territorial y el territorio quedó ordenado en cuatro grandes
distritos con un Merino Mayor al frente de cada uno de ellos.

Alfonso X mantuvo esta estructura pero comenzó a instaurar una nueva


demarcación, los adelantamientos, con un Adelantado Mayor a la cabeza
que poseía competencias gubernativas, judiciales, militares y económicas.
En principio los adelantados sustituyeron a los merinos, no obstante, llegó a
darse una actuación simultanea de ambos.

En el siglo XIV los adelantados fueron sustituidos por los alcaldes mayores y
los corregidores.
Esta nueva organización supuso la posibilidad de administrar el territorio con
criterios centralizadores y la disminución de la independencia de las
ciudades.
Las circunscripciones administrativas en que se dividió Navarra fueron:
1 – Merindades: con un merino al frente de cada una nombrado por el Rey
2 – Valles y bayliazgos: el valle era una confederación de aldeas bajo la
autoridad de uno o varios Bayles menores a las órdenes del Merino.

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3 – Prebostazgos y almirantazgos: circunscripciones inferiores a las
anteriores
4 – Señoríos laicos y eclesiásticos

2 – Corona de Aragón: juntas, veguerías, baylías y justiciazgo

En la Alta Edad Media el territorio se dividía en pequeños honores o


tenencias vitalicias entregadas por el Rey a gentes de confianza, apareciendo
posteriormente los merinatos.

En la Baja Edad Media las circunscripciones territoriales eran las siguientes:


1 – los honores
2 – las gobernaciones
3 – las universidades
4 – las merindades

Además los municipios se asociaron para defender el orden público


constituyendo juntas con jurisdicción sobre el territorio global de los
municipios confederados. La dirección de estas juntas estuvo a cargo de un
sobrejuntero.

La diversidad de los reinos que integraban la Corona de Aragón hizo que el


monarca designara en ellos unos representantes suyos, denominados
procuradores, con amplias facultades, sobre todo en el orden judicial.

En Cataluña, tras la independencia del Condado de Barcelona del Imperio


carolingio, aparecen las baylías con un bayle al frente con funciones de
policía, paz pública o recaudación de tributos, entre otras.
Pero las funciones administrativas correspondían a las veguerías y a sus
titulares, los vegueres.

Valencia se dividía en distritos denominados justiciazgos, con un justicia al


frente con funciones judiciales, de orden público, recaudación de impuestos y
defensa.

El Reino de Mallorca constituía una gobernación, a cuya cabeza se


encontraba un gobernador. Había un veguer en la ciudad y otro en el resto de
la isla con jurisdicción, pudiendo apelarse sus decisiones ante el gobernador.

2 – ADMINISTRACIÓN LOCAL

A) ORÍGENES DEL MUNICIPIO MEDIEVAL

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Los municipios son entidades de derecho público con jurisdicción y
autonomía, constituidas por el Concejo local y regidas y administradas por sus
magistrados y oficiales.
En Castilla-León, el régimen municipal podía diferenciarse entre los fueros de
de León, de Cuenca, el Fuero Juzgo y el Fuero Real, que en la baja Edad
Media se fueron uniendo y perdiendo autonomía, a beneficio de la autoridad
real.

Los elementos que integran el municipio son su población y su territorio.


La condición de vecino se adquiere por nacimiento, por residencia, por ser
propietario de bien raíz o por ser admitido como tal por el Concejo.

La población se dividió en distintos estamentos o clases:


1 – Nobles, hidalgos y caballeros, exentos de pagar impuestos
2 – Caballería de alarde, clase inferior pero con ciertos privilegios por el
servicio prestado
3 – Pecheros, la generalidad de los vecinos sobre la que recaía todos los
impuestos
4 – Excusados y paniaguados, dependientes de un señor, por lo que no
pagaban impuestos
5 – Moros y judíos, obligados a vivir en barrios separados (morerías y
juderías)

Los municipios podían ser de señorío, sometidos a un señor; o de realengo,


dependientes únicamente del Rey.
Estaban gobernados por un concejo abierto que contaba entre sus funciones
acordar las ordenanzas, elegir los cargos municipales o fijar las reglas del
mercado.
El señor de la ciudad, o iudex, era elegido por el municipio en Castilla y por
el Rey en León. Por debajo del iudex se encontraban los alcaldes, cuya
misión principal era juzgar y actuaban colegiadamente. Inferiores a los
alcaldes eran los funcionarios judiciales, con funciones económicas y los
sayones, con la misión de llamar al concejo y llevar la gestión de mercados y
mensajes.

B) LA ORGANIZACIÓN MUNICIPAL

1 – Castilla
El regimiento y la fiscalización del monarca: corregidores, asistentes y
gobernadores

En la baja Edad Media, ante el aumento de la población y la complejidad que


adquiría el municipio como institución, se sustituyó el concejo abierto por un
concejo cerrado, con sus mismas competencias pero representado en una

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corporación llamada cabildo o ayuntamiento. Estaba formado por una junta
de magistrados y algunos hombres buenos elegidos por los vecinos.

Alfonso XI ordenó sustituir el concejo abierto por un concejo cerrado de


carácter representativo nombrado directamente por él.
Esta sustitución fue motivada porque el Rey intentó fiscalizar a los municipios
para obtener beneficios de su economía a través del señor de la ciudad. Por
ello, a mediados del siglo XIV, los municipios más importantes habían quedado
intervenidos destruyendo su autonomía a favor de la centralización.

Como figuras más representativas de este proceso se encuentran:


1 – el Corregidor, figura nacida con Alfonso XI e institucionalizada con los
Reyes Católicos, siendo un representante del monarca fijo en cada ciudad.
Sus funciones fueron esencialmente judiciales, como juez ordinario, y de
alzada en las apelaciones de las sentencias de los alcaldes.
2 – el Asistente Real, de naturaleza similar al Corregidor pero con menores
competencias. Actuaba como portavoz y defensor de los intereses del
monarca.
3 – el Gobernador, para solventar la situación conflictiva que se había
creado.

Las funciones de asistentes y gobernadores fueron absorbidas posteriormente


por los corregidores.

2 – Cataluña, Valencia y Mallorca: los consells


Su régimen municipal fue similar al castellano y su administración estuvo a
cargo de los oficiales del Rey, especialmente la administración de justicia.
También existieron oficiales aportillados, jurados encargados de supervisar la
actividad económica, asesorados por un grupo de consejeros denominado
Consell.

En Valencia, el Consell asesoraba a los consejeros locales, mientras que el


bayle local administraba la justicia.
En Mallorca existieron el Gran i General Consell, compuesto por los jurados;
y el Consell, integrado por los representates de la población no urbana.
En Cataluña, a la cabeza del municipio se encontraban el bayla y el veguer,
que contaban con el asesoramiento de las autoridades municipales.

3 – Aragón y Navarra
La administración municipal aragonesa no era uniforme: por un lado existían
las universidades o concejos, a cuyo frente estaba una ciudad gobernada por
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un consistorio de jurados; y por otro había asociaciones de villas y ciudades
de realengo, más extensas que los concejos y bajo patrocinio de una ciudad
principal.
Zaragoza, como capital del Reino, gozaba de un régimen especial. El principal
funcionario de la administración local era el zalmedina, con jurisdicción sobre
una población determinada y que administraba justicia como juez ordinario
rodeado de una curia o tribunal.

En Navarra se conservaron numerosos núcleos de población musulmana que


mantuvieron sus bienes, derecho y religión a cambio de un tributo y de residir
extramuros. Por otro lado, los francos formaron un grupo aparte con fueros
propios.
Las instituciones concejiles fueron semejantes a las castellanas, con la villa
como unidad administrativa, integrada por varias poblaciones pequeñas.
La capital, Pamplona, se componía de cuatro núcleos urbanos diferenciados e
independientes que formaban la Navarrería.

LECCIÓN 31

1 – LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

D) LAS JURISDICCIONES ESPECIALES: JURISDICCIÓN SEÑORIAL,


ECLESIÁSTICA Y MERCANTIL

1 – La jurisdicción señorial
Procedía de los privilegios de inmunidad concedidos por el Rey a los señores,
mediante los que se prohibía la entrada de los oficiales regios a territorios del
señorío. No obstante, el Rey se reservó el conocimiento de los delitos más
graves y de las apelaciones.

La administración de justicia era ejercida por los señores, que nombraban a los
jueces de los diversos núcleos de población que integraban su señorío.
El alcance de la jurisdicción señorial fue variable: en Castilla los reyes se
reservaron el conocimiento de los casos de Corte mientras que en Aragón los
señores consiguieron la plenitud jurídica, lo que equivalía a conocer cualquier
tipo de cuestiones civiles y criminales (mero y mixto imperio).

2 – La jurisdicción eclesiástica
Estaba administrada por los órganos de la Iglesia. Sus sentencias podían ser
apeladas al Arzobispo y las de éste al Primado y, en última instancia, al
Papa, ante el Tribunal de la Rota.

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Sus competencias alcanzaban a toda cuestión que afectara a la fe católica y,
desde el siglo X también a las cuestiones civiles relacionadas directamente
con la religión, como el matrimonio, la herejía o la hechicería. También
intervenía en las causas civiles y criminales en las que estuviera implicado un
miembro de la Iglesia. Pero en los casos penales solo tenía facultad para
imponer penas espirituales y si el delito era sancionable también civilmente,
una vez sentenciado pasaba a la justicia ordinaria.

En la baja Edad Media esta jurisdicción fue contenida por la monarquía, que
se oponía a ceder parte de su poder jurisdiccional.

Los problemas de la herejía en Europa ocasionaron la aparición de la


Inquisición para investigar y castigar los delitos de herejía.
A pesar de ser un tribunal eclesiástico, en Castilla estuvo sometido a la
autoridad del Rey, que nombraba al inquisidor general con la aprobación del
Papa.
3 – La jurisdicción del libro
Algunos autores la consideran una jurisdicción especial. El Juicio del Libro,
realizado por eclesiásticos de León, consistía en resolver pleitos de acuerdo
con el contenido de un ejemplar del Líber Iudicorum.

4 – La jurisdicción municipal
También gozó de cierta autonomía aunque no fuere totalmente independiente
de la autoridad real. A partir del siglo XIII aparece un juez en cada ciudad con
jurisdicción sobre el municipio y sus habitantes. Este juez era nombrado en
principio por el Rey, hasta que el municipio adquiere importancia, siendo
entonces designado por el Concejo municipal. Aparecen así los tribunales
municipales que juzgan de acuerdo con el foro de la localidad.

5 – La jurisdicción mercantil
En la Corona de Aragón apareció una jurisdicción especial para asuntos
mercantiles, desempeñada por bayles y vegueres. En Valencia surgieron
también unos tribunales mercantiles denominados consulados.
En un principio, esta jurisdicción amparaba a los profesionales de empresas
marítimas pero con el tiempo alcanzó a todos los mercaderes en general, con
lo que el Derecho marítimo quedó vinculado al Derecho mercantil.

6 – La jurisdicción universitaria
Las universidades tuvieron su origen en gremios y corporaciones que
integraban a maestros y estudiantes. Cada universidad contaba con un
juzgado propio para asuntos concernientes a sus miembros. La justicia
universitaria trataba de impedir que la ordinaria alcanzase a ninguno de los
estudiantes ejerciendo el derecho de non introito, que impedía la intromisión
de cualquier funcionario judicial en el recinto de la universidad.

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7 – Otras jurisdicciones
Así mismo, la organización militar, la Mesta, las hermandades, etc.,
constituirían corporaciones dotadas de una jurisdicción más o menos amplia.

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