Cada uno de nosotros tiene su propia forma de ser. Observamos el mundo de determinada de
manera, nos relacionamos con los demás de formas concretas y, en general, expresamos una
tendencia a hacer determinadas cosas y a responder de maneras más o menos estables.
Dicho de otra manera, y aunque suene redundante, cada persona tiene su propia personalidad.
Este concepto, que define quién y cómo somos, ha sido un objeto de estudio clásico de la
psicología, habiéndose creado numerosos instrumentos de medida para evaluarlo conocidos como
tests de personalidad.
De entre todos ellos destaca el Cuestionario Factorial de la Personalidad o Test de los 16 Factores
de la Personalidad, también conocido como 16PF, creado originalmente por el psicólogo Raymond
Cattell.
El estudio de la personalidad
Entrando en materia: 16 PF
Dichos factores son bipolares, es decir, van en un contínuo que va de un extremo del rasgo al otro,
situándose la puntuación de la persona evaluada en algún punto de dicho contínuo.
Para hacerlo más fácil de entender: si uno de los factores es la dominancia, uno de los polos refleja
a una persona autoritaria, competitiva e independiente mientras que el otro indicaría una persona
sumisa, conformista y dependiente de los demás, estando la mayor parte de la población en una
situación intermedia.
Este test de personalidad está organizado a partir de un total de 185 preguntas cerradas con tres
opciones de respuesta, siendo una de las opciones indicativo de que no se sabe que contestar, con
la excepción de algunas preguntas planteadas como resolución de problemas para evaluar la
inteligencia. Como se basa en preguntas y no requiere de tecnologías muy avanzadas para arrojar
un resultado, ha sido muy utilizado en empresas y todo tipo de organizaciones a la hora de
seleccionar al personal que puede pasar a formar parte del equipo o bien recibir un ascenso.
La puntuación obtenida del 16 PF se calcula a partir de plantillas, en las cuales se tiene en cuenta
el valor de cada uno de los ítems en la predicción del factor que les corresponde, habiendo
alrededor de entre diez y catorce por factor, y pasándose dicha puntuación directa a decatipos
baremados.
El 16 PF consta de diferentes tipos de escalas. En su quinta versión existen tres escalas empleadas
con el fin de detectar los estilos de respuesta, pudiendo valorar la sinceridad y verificabilidad de
los datos obtenidos, cuatro escalas globales o secundarias y por último dieciséis factores de la
personalidad que son valorados en este test de personalidad.
El tipo de población para el que el 16 PF está pensado se sitúa en aquellos sujetos de a partir de
dieciséis años de edad, necesitando de un nivel de comprensión similar a la de un alumno de
segundo de la ESO para poder realizarlo correctamente. Esto es necesario, entre otras cosas, para
garantizar que todos tengan las competencias suficientes para comprender el funcionamiento
básico del test y cómo aplicarlo.
A pesar de ello existen diferentes variantes de este test de personalidad, estando algunas
versiones más dirigidas a personas con dificultades con la lectura o problemas socioculturales.
Objetivos y aplicación
El 16PF está ideado para hacer un análisis de los rasgos y estilos de respuesta de la persona a
evaluar, pudiendo obtener con su interpretación un perfil básico de la personalidad del sujeto.
Este test de personalidad resulta de gran utilidad, siendo frecuentemente aplicado en ámbitos
como la investigación, psicología de las organizaciones y recursos humanos y psicología clínica. Sin
embargo, la idea de este cuestionario es la de evaluar personalidad típica, no estando centrado en
el análisis de psicopatología (si bien a través de su observación se podrían apreciar rasgos que
tienden alguna anomalía, no se trata de su objetivo y no está preparado para el diagnóstico de
trastornos).
Interpretar el 16 PF
A la hora de analizar los resultados, los pasos generales son observar en primer lugar los estilos de
respuesta para observar si los resultados del test son fiables, para posteriormente valorar las las
dimensiones globales y los decatipos extremos, que sirven como idea general de la situación y
perfil del paciente al ser extraídas de las puntuaciones del resto de escalas y finalmente analizar e
interpretar la puntuación de cada una de las 16 escalas primarias, con la ayuda del propio test y de
guías externas.
Las escalas de estilo de respuesta tienen como función principal asegurar la validez y fiabilidad de
los datos recogidos sobre el paciente, observándose si contesta correcta y sinceramente o si
aparecen tendencias que distorsionen los datos y por tanto el análisis de la personalidad.
2. Manipulación de la imagen
Esta escala se encarga de valorar si las respuestas dadas a las preguntas son sinceras o se mueven
por deseabilidad social, sea para dar buena imagen o para aparentar estar peor de lo que se está,
con objetivos secundarios.