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llop que intenta posar obstacles per tal de que el o la protagonista aconsegueixin el que es
proposen.
¿Cuántas veces has pensado en hacerlo y no has dado el paso?”. “¿Cuántas otras sí te has atrevido?”
Para hablar de “atreverse a” es necesario visualizar el atrevimiento. El miedo gana poder cuando lo
alimentamos a través de pensamientos que hacen que éste cobre protagonismo. Desde el Coaching
buscamos la conversación con la motivación y la ilusión más que el diálogo arxiconocido con el
problema.
Tal y como decíamos, el discurso del miedo muchas veces es el repetido, el que lidera el pensamiento. En
estos casos, el miedo retrasa una decisión e incluso la toma, dejando fuera de juego a la motivación por el
cambio y el desarrollo.
Por este motivo, dar poder a la voz de la motivación y la meta es una de las estrategias a seguir. Desde el
Life Coaching trabajamos la visualización del objetivo y el atractivo de llevar a cabo el cambio, en lugar
de retroalimentar el discurso del miedo/problema. El video de “Atrévete, cambia”, lanza un valioso
mensaje en este sentido y plantea a todos los espectadores la importancia de valorar el propio potencial a
la hora de atreverse.
Así pues, el contacto con los recursos personales también forma parte de la visualización del objetivo. Las
fortalezas, de hecho, son las principales impulsoras. Ellas son las que nos conectan con nuestro motor o
núcleo vital (aquellos lemas, creencias y valores más intrínsecos de nuestra persona).
Así pues, a través de los patrones de funcionamiento ponemos nombre al núcleo vital de la persona y
creamos dinámicas que lo realcen. El objetivo es que el individuo pueda recobrar la pasión por aquello
que ama y le hace feliz.
Dicho esto y hecha la diferencia (aquí el psicólogo coach juega un papel fundamental), desde el Life
Coaching trabajaremos la motivación por alcanzar el objetivo y los pasos necesarios para llegar a él desde
esta capacidad de “vernos en el nuevo estado”. ¿Y cómo lo haremos? A través de conectar con el propio
potencial.
Son muchas las estrategias que utilizamos para encontrar esta información de forma rápida y visual.
Tanto en las sesiones individuales como en los talleres, buscamos cierto impacto emocional para que la
persona aumente su capacidad de insight y se percate de una realidad que, hasta el momento, no se había
permitido vivir.
Una vez concretada, ya es mucho más fácil visualizarla. Así mismo, conectar con el propio potencial será
un punto primordial que también jugará un papel en la visualización de la meta: nosotros somos quienes
queremos conseguirlo, lo que nos mueve y define será el protagonista del pensamiento positivo y
motivador.
El life coach es quien acompaña a la persona en esta visualización por medio de distintos ejercicios y le
invita a experimentar sensaciones que llegan como un soplo de aire fresco. Acostumbrados muchas veces
a valorar la dificultad más que la satisfacción del logro, este tipo de ejercicios se convierten en auténticos
promotores que, desde un estado de bienestar, todos podemos entrenar.
Hay tantos lobos en la vida, tantos retos, tantos obstáculos, tantos espejos que nos devuelven nuestra
propia inseguridad e infravaloración, …
Pero todos se resumen en MIEDO a actuar y enfrentarnos a las situaciones porque ello implica una
nueva posibilidad, un cambio incierto.
No nos podemos pasar la vida huyendo en el bosque de los lobos y escondiéndonos de nuestros deseos o
responsabilidades. Llega un momento en que hay que atacar y el proceso es “sencillo”:coger impulso,
respirar y lanzarse al ruedo.
Pase lo que pase después, nosotros ya hemos hecho nuestra parte y hemos triunfado, porque el mayor
fracaso es la NO ACCIÓN.