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PATOCKA, J., PLATÓN Y EUROPA, EN REV. DE FILOSOFÍA UIA, de lo anterior.

los apéndices se encuentran en el mismo tenor;


#77, PP. 322-327, MÉXICO, 1993. básicamente centrados en Platón, a excepción del primero donde se
pregunta: ¿es posible el fin de la filosofía?

Con el método fenomenológico inicia varias cuestiones que dan


cuerpo a las tesis de su ensayo: ¿qué es ahora la realidad? pregunta
sugerente por el 'ahora', e impresionante porque implica que la
realidad no siempre es la misma, ya que el mundo tiene una tendencia
natural a la decadencia, al de-generar y a encontrarse fluctuante. ¿Es
entonces Patocka un pesimista? De ningún modo, puesto que además
inquiere por el alma y su cuidado existencial de vivir en la verdad.
Cuestión que se hace demasiado reiterativa a lo largo del libro.
El cuidado del alma y la verdad, sus apareceres y pareceres son la
tendencia a explicarse la contingencia del universo. Pero este intento
tampoco ha sido siempre igual porque la diferencia entre el pensamien
to dirigido a las cosas y el pensamiento dirigido a la manera en que las
cosas se muestran, al fenómeno, es la diferencia entre la utilización del
fenómeno con vista a la comprensión del ente y la utilización del ente con
vistas a la comprensión del fenómeno. Podemos sostener ambos
caminos en un mismo sentido: como el hombre es un ser de verdad,
PATOCKA, J., Platón y Europa (trad. Marco Aurelio Galmarini),
ésta es para él una maldición. El hombre es un ser enfermo de la
Edicionps Península, Barcelona, 1991, 278 pp.
verdad. Busca inconteniblemente su aparecer y ahí mismo descubre su
precariedad.
Al reseñar este texto debemos iniciar con algunas palabras sobre
Patocka (1907-1977). Fue de los pensadores checos más destacados no
sólo por su actividad política y su lucha incansable en favor de la libertad, Esta enfermedad se ha convertido en un proyecto de vida transfor-
sino por sus profundos análisis fenomenológicos, los cuales lo muestran mador de la maldición en grandeza. Para Patocka este es el
como el discípulo de Husserl m ás importante en su país. Este libro da fundamento de toda la vida europea. Su tesis es muy ambiciosa: todo el
testimonio de ello. quehacer de la historia de Europa se resume en el cuidado del alma.
Cuidado que tiene su punto de partida en la caverna platónica, situación
El título Platón y Europa nos recuerda aquella apreciación de determinada que exige la vía del respeto a la que luego se puede y
Heidegger: "toda la metafísica, y completamente su contraparte, el debe volver. Por esto es partícipe de la verdad de Brezina; en nuestros
positivismo, hablan la lengua de Platón". El texto consta de once capítulos, diálogos con nosotros mismos las respuestas anteceden a las preguntas,
seguidos de cuatro apéndices. En los siete primeros define fenómeno, las respuestas son eternas, mientras que las preguntas esperan su
fenomenología, filosofía, etc. y hace un recuento de la historia presocrática
tiempo.
mezclando en su exposición fenomenológica la actualidad de Platón y la
demostración de sus tesis. En los cuatro últimos se recopilan algunas El primer momento del cuidado del alma se dio en el mito, en él
discusiones que hubo por la exposición la claridad es algo que se instala ante nosotros, del otro lado; allí nos
perdemos y desempeñamos el papel de errantes. Después la filosofía

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no sólo ve el hecho de que algo se manifiesta, sino también la tes de la preocupación por el alma. la primera es ontocosmológica. la
man ifestación mis ma. Co mo diríamos nosotros, logra distinguir entre el segunda es la preocupación del alma en la co munidad en tanto
signo y lo significado. Así, únicamente cuando surge para ella la cuestión confl icto de dos modos de vida. A la esfera de este conflicto pertenecen
de la estructura de la manifestación, es cuando la filosofía puede indagar la la muerte del ho mbre justo y veraz, (Sócrates) signo del fin de la polis
estructura de las cosas, la inversa es imposible. tradicional, y el proyecto de una comunidad nueva fundada en la
verdad filosófica, en la verdad última, en lo que podríamos llamar la
Con la distinción entre signo y significado Patocka sostiene que en la verdad absoluta. Por último , la tercera corriente, la más íntima, la más
admiración y en la filosofía las cosas son llevadas a la palabra. El motivo interior, es el cu idado del alma bajo la relación de su vida interior, su
del saber filosófico, en consecuencia, saber que permanece en un presente relación en el cuerpo y en la incorporeidad, el p roblema de la muerte
continuo, es mantener la opinión sin cambio, no por mera obstinación, sino y el de la in mortalidad.
porque ha resistido a un examen directamente dirig ido a la cosa en
cuestión. El saber filosófico pretende romper con el mito y la tragedia Platón, con sus ideas cabe en las tres corrientes. Porque las ideas
según los cuales errar es el destino de todo hombre. son las primeras relaciones originarias entre la indeterminación y la
unidad. Estas relaciones originarias son números. Relaciones de los dos
principios originarios: lo indeterminado que está forzosamente unido
La in mensa tarea del quehacer del filósofo es el cuidado del alma, es a lo determinado, al mis mo tiempo que la identidad que predomina
decir, aquello por lo cual el alma llega a ser lo que puede ser: una, sin
en el campo de los principios y de la matemát ica, y la d iferencia que
contradicción,. excluyendo toda posibilidad de estallar en parejas de
predomina en el mundo circundante. De modo que hay una diferencia
contrarios y que en realidad permanece en contacto con algo estable, según
Patocka es la especificidad de Europa. Unico sitio donde la filosofía nació fundamental entre las cosas del mundo circundante y lo que nos las
en el despertar mediante el cual el hombre se desprende de la tradición (los revela. las cosas nunca podrían man ifestársenos sin las ideas. En
mitos y el pasado) para entrar en el presente (la razón) del universo. definit iva, las Ideas son lo que nos revela las cosas.
Patocka se adelanta a la objeción: "...suele decirse que la cultura europea Lo anterior nos lleva a otra p regunta capital: ¿por qué el problema
reposa sobre dos pilares: el de la tradición judeocristiana y el de la
de la man ifestación es más fundamental y más profundo que el
antigüedad. A mi juicio, tal co mo he tratado de definirlo aquí, Europa se
problema del ser? Para Patocka no se concibe el ser co mo un mo men
apoya sobre un solo pilar, y esto debido a que Europa es entrevisión, una
vida fundado sobre la mirada dirigida a lo que es. El elemento judío, cuya to del ente, sino que se trata en realidad del modo de aparición de las
importancia capital en la tradición judeocristiana de Europa no podría cosas. la man ifestidad es, pues, un rasgo del ente mismo, una figura que se
negarse, debió helenizarse, pasar por el pensamiento griego antes de poder despliega en el tiempo. En este sentido, la physis, es decir, la
convertirse en lo que es para Europa. Se habla de dogmas cristianos, pero eclosión es al mis mo tiempo la man ifestación. Así, lo que se muestra
los dogmas cristianos estaban justificados, no eran simples mitos; y la de manera in med iata en su originalidad, debe contener también la
propia idea del otro mundo, del mundo verdadero, la idea de una divinidad clave que da acceso a la comprensión de todas las legalidades y de
que es divinidad del puro bien, se encuentra por primera vez en Platón. todas las tesis conjeturales. Y ello no se puede aceptar por conjetura,
Podemos decir con Niet zsche... el cristianismo es un platonismo para el sino por intuición.
pueblo". El problema de la feno menología estriba entonces en convertir en
dado lo que no lo está, de lIevarlo a la lu z, de hacer patente lo que
está latente, pero ¿có mo? Debido a que todo lo que es dado debe
La preocupación por el alma proporciona el acceso a la naturaleza del tener su contrapartida en algo que da: el "donante". Hemos de ir de
alma mis ma. De modo tal que existen, según Patocka, tres corrien - lo dado al donante, y el donante somos nosotros. El que da todo, tanto

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las cosas fuera de nosotros como a nosotros mis mos en tanto cosa entre.
cosas, es nuestro yo. Yo soy el flu jo de esta experiencia donante. De no es una simple observación, sino algo que ejerce una acción
este modo el paso del fenómeno equívoco al fenó meno no equívoco operativa en el alma, que transforma la propia acción del alma. De tal
es un paso de las cosas finitas al sujeto infinito, a un sujeto del cual suerte, el lógos además de su tema, tiene su objetivo: el tema es una
los fenómenos, que son en realidad la esencia propia de las cosas, son ocasión con vistas al objetivo, con vistas a la adquisición de la transpa-
la realización. rencia propia pues el objetivo es ser claro para sí mis mo, es decir,
volverse claro... lo que sólo puede conseguirse a través de un movi-
Pero ¿qué es en realidad la experiencia donante? No es otra cosa que miento.
una interpretación, una explicitación de lo que se da, una manera de
Este libro, muy repetitivo en sus indicaciones y análisis, difícil por
comprensión. Co mprensión del ser y por el hecho de no ser indiferente
respecto al ser, sino por realizarlo permanentemente, por su amalgama de fenomenología y platonismo, sugerente a veces e
ser su portador, el ho mbre vive continuamente la diferencia ontológica, incomp leto en otras ocasiones, no puede concluir más allá de Platón
es decir, la distinción de ser y ente. El hombre es un ente determinado en el mis mo: volverse uno, moverse hacia sí, identificarse en la d iferencia
que continuamente tiene lugar la diferencia. Así la feno menología se entre ser y ser ente, no es para el alma más que un arrebato; el de la
convierte de fenomenología ontológica a fenomenología de la divinidad.
diferencia anta lógica. Platón ya sabía todo esto, porque, en la interpre
tación de Patocka, considera el problema del ser como problema de la
verdad. El ser no se da por sí mis mo, sino que presupone una medida que Jorge F. Aguirre Sala
difiere esencialmente de lo medido. Se trata de una Universidad Iberoamericana
característica inherente a toda medida. Sólo podemos medir las cosas
porque son inexactas y las medidas son exactas. Las medidas, por tanto,
son algo que difiere fundamentalmente de lo que miden. Platón con sus
Ideas como números supo que las matemáticas eran un modelo que
permite trazar el proyecto de una sistemática de las medidas y de lo
med ido.

Aquí Patocka se instala plenamente en la ontología matemática de


Platón: las Ideas son números porque los primeros modelos del mú ltip lo
unificado nos ofrecen los arquetipos de toda dimensionalidad. El punto es
principio, la línea es idea y el alma es superficie. En consecuencia, el alma
se encuentra en la frontera entre lo visible y lo invisible; su privilegio es la
introducción del movimiento en el ente. El alma se mueve por sí mis ma en
tanto comprende, en tanto piensa.

¿Qué significa el cu idado del alma? Querer ser en unidad consigo


mis mo. Ve la distinción entre medida y medido, entre el ente y lo que
constituye el ser del ente, trata de reunir ser y ente, a fin de evitar el
desdoblamiento del ente. Así el movimiento de nuestra vida es al mis mo
tiempo lo que lleva las cosas al ser. Esta intuición fundamental

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