Está en la página 1de 4

Iván Alexéievich Bunin

(Voronej, 1870 - París, 1953) Escritor ruso. Perteneció a una familia de


propietarios nobles arruinados, que había dado ya a la literatura una
poetisa, A. P. Bunina, y mantenido relaciones de parentesco con el
poeta V. A. Jukovski y los hermanos Kireevskie, teóricos del movimiento
eslavófilo. La infancia de Bunin transcurrió en la propiedad paterna de la
región de Orel, y a partir de los siete años vivió siempre entre
campesinos, ajeno a una educación y a una instrucción regulares.

Terminados los estudios secundarios residió en Poltava y en Crimea,


donde se aficionó a andar errante y a pie de una parte a otra. En Orel
colaboró en el periódico local y compuso poesías; en Poltava empezó a
escribir en prosa. En 1895 se estableció en San Petersburgo, desde
donde pasó a Moscú. En 1898 se casó con la hija de un revolucionario
griego emigrado; pero muy pronto se divorció y reanudó su existencia
vagabunda por el sur de Rusia, la Europa occidental, África y Asia.
En 1887 aparecieron sus primeros versos; a partir de entonces empezó
a trabajar como poeta, narrador y traductor. Sin embargo, su primer
conjunto narrativo no vio la luz hasta 1892, el mismo año en que
también Gorki iniciara la publicación de sus obras. Más tarde participó
en el periódico Znanie (El conocimiento), en torno al cual supo reunir Gorki
los mejores elementos literarios de los primeros diez años del nuevo
siglo.
En 1909 publicó una de sus obras más famosas desde el punto de vista
ideológico, La aldea, seguida, a una distancia de dos años, por la más
célebre en cuanto al valor estilístico: Valseca (Suchodol). Reconocida más
como un pequeño poema en prosa que como una novela en sentido
estricto, La aldea dibuja la desintegración de la vida tradicional del
campesinado ruso de finales de siglo XIX, evocada con nostalgia. Por
entonces había conocido ya la fama con las narraciones de los años
anteriores, que le valieron el ingreso en la Academia Rusa tras la
asignación del premio Pushkin debida a las diversas colecciones de
poesías y traducciones; entre estas últimas figuraba la ya clásica
de Hiawatha, de Longfellow.

El período más brillante de la narrativa de Bunin fue el comprendido


entre los años 1912-16, cuando publica El cáliz de la vida (1913-14),
Grammatika liubvi (1915) un relato de intriga, amor y sexo, cuyo clímax
sortea cualquier rezago romántico, y El señor de San Francisco (1915-
1916), donde combina una vigorosa sátira de la civilización occidental
con la expresión de una filosofía pesimista, que irá desarrollando en
toda su obra posterior.
En 1920 abandonó Rusia y se estableció en Francia, donde vivió hasta
su muerte, convirtiéndose en uno de los escritores paradigmáticos de la
emigración. Durante esos años en el destierro escribió El amor de Mitia
(1925), una evocación de su juventud, Insolación (1927), un relato de
adulterio desprovisto de todo sensacionalismo y que recuerda a la Dama
del Perrito, de Chéjov, La vida de Arseniev (1930-1939), cuya técnica de
rememoración es comparable a la de M. Proust, y Temnie allei (1943),
último ciclo de relatos, donde describe el encuentro inesperado de dos
ex amantes, con un amable tratamiento de las imágenes y una
asombrosa economía de lenguaje.
Los motivos principales de Bunin son la naturaleza, las estaciones del
año, la Rusia rural, el destino, el amor, la pasión y la muerte. La mayor
parte de su poesía es de tipo contemplativo y el héroe suele ser un
adulto o un anciano que mira hacia el pasado, hacia la juventud
concebida como una edad de oro perdida. Una percepción trágica de la
existencia, aunque alejada del nihilismo y el pesimismo, subyace en el
conjunto de su obra. Durante toda su vida, Bunin fue fiel a sí mismo y a
sus convicciones artísticas, manteniéndose inmune a las corrientes
literarias. Esa constancia en su particularísimo estilo y su maestría como
continuador de la tradición clásica de la prosa rusa le granjearon el favor
de la Academia Sueca, que le otorgó el primer Nobel concedido a un
escritor ruso en 1933.
Si bien Bunin aseveraba que no pertenecía a ninguna corriente literaria,
ni a tendencia política alguna, en su obra se manifiestan evidentes
rasgos realistas, aunque sin ningún compromiso social.
A pesar de que el mundo estaba cambiando, Bunin siempre desdeñó los
temas de actualidad, argumentando que sólo se puede escribir sobre lo
que uno ha vivido, únicamente así se alcanza a percibirlo y entenderlo
mejor. Por esa razón, la época en la que ubica sus obras es la que
corresponde a su estancia en Rusia. Abordó varios temas en sus obras
(entre los más destacados, la Rusia de antaño que estaba
desapareciendo, el campo, la vida y la muerte), pero donde más destacó
fue en su tratamiento de amor. Escribió varios cuentos sobre el tema
como:
 El columpio.
 La insolación.
 Rusia.
 Crepúsculo matutino.
 Un otoño frío.
 Ida.
 Gramática de amor

Su talento fue reconocido por importantes figuras del ámbito literario


como Antón Chejov.
Obras más importantes
Quedó en la historia de la literatura gracias a obras como:
 Caída de la hoja,
 El señor de San Francisco
 Días malditos (Un diario de la Revolución).
 La aldea.
 El amor de Mitia.
 La vida de Arséniev.
 Alamedas oscuras

Premios
 Premio Pushkin. Otorgado por la Academia Rusa en 1903.
 Premio Nobel de Literatura. 1933

Iván Bunin recibiendo el Premio Nobel de Literatura.

También podría gustarte