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LA NOVELA REALISTA

La novela realista es un género específico de novela practicado en España


y, con parecidas connotaciones, en otros países. En España siempre ha
gozado de características propias, como se verá más adelante. Sus
autores más destacados fueron Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas
«Clarín». El realismo se caracteriza principalmente por el ejercicio de un
análisis literario, en apariencia imparcial y objetivo, de situaciones,
paisajes, escenarios y personajes, lo que, en su época de mayor
esplendor, el siglo XIX, se oponía al subjetivismo romántico de la etapa
anterior. Por otra parte, mediante la denominación de "realista" se
contrapone esta modalidad a las obras de la literatura fantástica. Los
antecedentes más remotos de la novela realista hay que buscarlos en las
grandes obras narrativas del Siglo de Oro: El Quijote, Lazarillo de Tormes,
La vida del Buscón, etc., obras igualmente de corte realista. Esta
modalidad sigue practicándose con asiduidad en España.
Representantes más destacados en España

 Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber) (1796 - 1877)


 Juan Valera (1824 - 1905)
 José María de Pereda (1833 - 1906)
 Pedro Antonio de Alarcón (1833 – 1891)
 Benito Pérez Galdós (1843 - 1920)
 Emilio Ferrari (1850 - 1907)
 Leopoldo Alas «Clarín» (1851 - 1901)
 Emilia Pardo Bazán (1851 - 1921)
 Armando Palacio Valdés (1853 - 1938)

Caracteres específicos de la novela realista en España


El costumbrismo
El costumbrismo tiene en Galdós y Clarín a sus máximos representantes;
parte del antiguo cuadro de costumbres romántico (Mesonero Romanos,
Serafín Estébanez Calderón...), género literario que recoge aquellos
aspectos de la vida española más castizos y populares y que, por serlo,
omiten los libros de historia. Los costumbristas cultivan unas formas entre
el relato y el reportaje periodístico, con el fin de describir la sociedad viva
a través de tipos genéricos ('la campesina', ‘el torero’, 'el alguacil'...), con
sus ires y venires, sus alegrías y penas, perfectamente comprensibles
para el lector medio. Recrea también los espacios en que se desarrollan
psicológica y socialmente dichos tipos: el café, el jardín público, el día de
fiestas, la calle, las verbenas y romerías. Todos estos elementos serán
manejados con gran soltura, y más o menos estilizadamente, por autores
como Pedro Antonio de Alarcón, Fernán Caballero, José María de Pereda
o Emilia Pardo Bazán. José María de Pereda elevó dicho costumbrismo,
de carácter meramente folclórico y pintoresco, a la categoría de gran
literatura (en el caso de este autor se aprecian rastros incluso de la novela
picaresca).
Influencia de la novela rusa
Tuvieron gran peso en España los escritores Dostoievski, Gogol, Iván
Turgenev, y en especial Tolstoi, ya a finales de siglo. En España tuvo gran
influencia el idealismo ruso, caracterizado por su peculiar tendencia
pesimista de connotaciones religiosas (se ha comparado muchas veces
con el ‘pesimismo’ español de raíces más bien históricas).
Ideologías características
La novela del siglo XIX, de la política, extrae el liberalismo. De la filosofía,
el krausismo (filosofía racionalista liberal y antitradicionalista de
procedencia alemana, introducida a partir de 1844, que junto con la
Institución Libre de Enseñanza sirvió para despabilar las conciencias);
también, el darwinismo, así como el positivismo de Augusto Comte y
Herbert Spencer, pensadores de gran repercusión en el naturalismo.
Galdós había aprendido del krausismo que podía establecerse entre las
partes en conflicto una "armonía racional"; en este caso, la antítesis
vendría establecida entre idealismo y naturalismo.

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