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Las economías de América Latina crecieron 2,6 por ciento en 2013, registrando un menor
ritmo de expansión respecto al 2012 (3%). Esto se explicó tanto por una desaceleración de
la demanda interna como por un menor estímulo externo. Entre los principales países con
metas de inflación, las mayores tasas de crecimiento se observaron en Perú, Chile y
Colombia. Por su lado, México registró una importante desaceleración en su crecimiento
debido principalmente al deterioro de su producción industrial asociado a la contracción del
sector construcción. Brasil crecio a una tasa superior al año previo pero por debajo de la
tasa promedio de expansión de los últimos 3 años. Este resultado se vio favorecido por la
recuperación de la inversión, luego de retroceder el año previo, que compenso la
desaceleración del consumo público y privado y el impacto negativo de las exportaciones
netas.
.
Para el año 2013 la economía peruana creció 5 % tasa inferior a la registrada en 2012
(6,3 %). Este menor ritmo de crecimiento fue generado en gran medida por el menor
impulso externo asociado a un escenario internacional menos favorable, con un alto grado
de incertidumbre y de desaceleración de las economías emergentes más importantes. Al
menor crecimiento de las exportaciones se le sumó la desaceleración, tanto del consumo
(5,4%) como de la inversión privada (6,4 %) en un contexto de deterioro de expectativas
que se manifestó durante casi los tres primeros trimestres del año.
Con respecto a la producción per cápita, la tasa de crecimiento en 2013 fue de 4,6 %.
Demanda Interna
En 2013, la demanda interna creció 7,0 %, tasa menor a la registrada en 2012 (8,0 %).
Analizando el desempeño de sus componentes, se observó una moderación en el
crecimiento del consumo privado, que pasó de 6,1 % en 2012 a 5,4 % en 2013 y de la
inversión privada que creció 6,4 %, luego de crecer 15,6 % durante el año 2012. El gasto
público continuó creciendo a una tasa alta (8,6 %), si bien menor que el año previo, pero
que generó un impulso fiscal positivo en el año.
Figura 3: PRODUCTO BRUTO INTERNO POR TIPO DE GASTO (Variaciones
porcentuales reales)
Otro componente es la inversión privada que a aumentó 6,4%, por debajo de lo observado
el año previo (15,6%), comportamiento asociado principalmente a la desaceleración del
sector de la construcción. Con ello, el ratio de inversión bruta fija privada respecto al PBI
se mantuvo en 20,8% en 2013. Esta fue el componente que mostró el mayor ajuste durante
el año. La desaceleración fue reflejo en gran medida del deterioro de las expectativas de los
empresarios frente a un panorama externo de mayor incertidumbre, y uno interno afectado
por la demanda de empresarios de medidas que permitieran agilizar el desarrollo de los
proyectos de inversión, en particular, en los sectores relacionados a la explotación de
recursos naturales. Por el contrario, el monto de nuevos anuncios de proyectos de inversión,
indicador relacionado en mayor grado con expectativas de más largo plazo, continuó
aumentando durante el año.
El gasto público, consistente con un impulso fiscal positivo durante el año, aumentó 8,6%
durante el año 2013, menor al incremento de 11,5% de 2012. El gasto en consumo público
se elevó en 6,7% como resultado de los mayores recursos destinados por los pliegos en
contratos administrativos de servicios (CAS). La inversión pública creció 12,5%, impulsada
principalmente por proyectos de inversión del sector transportes, en concesiones viales y
rehabilitación de carreteras; en educación, para mejoras en infraestructura, y en salud, para
equipamiento de hospitales.
Sin embargo, las exportaciones de bienes y servicios se redujeron 0,9% en 2013, luego de
que en 2012 habían tenido un aumento de 3,7%. Durante el año se observó una débil
evolución de las exportaciones por el menor envío de productos tradicionales, los cuales
cayeron 4,4%, principalmente por café y oro, mientras que las no tradicionales
disminuyeron en 1,5%, principalmente por menores exportaciones de productos textiles.
Las importaciones de bienes y servicios crecieron 3,6%, 7,7 puntos porcentuales menos que
en 2012, reflejando la desaceleración principalmente de las importaciones de bienes de
capital, en un contexto de desaceleración de la inversión privada.
Ahorro e Inversión
El menor crecimiento del PBI entre 2012 (6 %) y 2013 (5,8%) se explica principalmente
por la desaceleración en los sectores construcción, servicios y agropecuario. La
desaceleración del sector construcción, de 15,8% en 2012 a 8,9% en 2013, explica 0,4
puntos porcentuales de la caída del crecimiento del PBI. Este resultado estaría asociado a
un menor dinamismo de la autoconstrucción y al menor ritmo de avance de algunos
proyectos de inversión. El crecimiento del sector servicios se redujo de 7,4% a 6,4% entre
ambos años, explicando 0,4% del menor crecimiento. El sector agropecuario explica 0,3%
del crecimiento del PBI, debido a las condiciones climáticas desfavorables relacionadas con
un evento frío que afectó la producción agrícola.
El sector agropecuario creció 1,4% en 2013, resultado del menor crecimiento, tanto de los
productos orientados al mercado externo como al mercado interno. Así, mientras los
productos orientados al mercado externo disminuyeron con respecto al año anterior, reflejo
en gran medida de la caída de la producción del café, los productos orientados al mercado
doméstico mostraron una fuerte desaceleración, en particular, la papa, el arroz y la cebolla.
Durante 2013, la actividad pesquera mostró una expansión de 18,1% debido a la mayor
extracción de anchoveta para el consumo industrial por la mayor autorización del Límite
Máximo Total de Captura Permisible de la zona norte-centro. De igual manera, en dicho
periodo se observó una mayor extracción de especies destinadas al consumo humano, en
particular al rubro de congelado y fresco. En la actividad pesquera para consumo humano
destacó la mayor presencia de especies destinadas al consumo en fresco como bonito,
merluza y cachema. Este crecimiento se complementó con el mayor desembarque de
especies para congelado (28,3%), por las mayores capturas de caballa y merluza. Por otro
lado, hubo una caída de la captura de especies para conservas (1,8%) debido a la menor
disponibilidad de jurel.
La manufactura no primaria creció 4,4%, observándose una desaceleración por tercer año
consecutivo. Este resultado obedece al menor ritmo de crecimiento de la economía mundial
que impactó de manera negativa en ramas orientadas a la exportación como el sector textil.
Luego de un primer trimestre caracterizado por un bajo crecimiento, el sector se recuperó
en los siguientes dos trimestres de la mano de una mayor producción de material para la
construcción y cemento.
El sector construcción creció 8,9% en el año, siendo el segundo sector de mayor expansión
y el cuarto de contribución al crecimiento del PBI (0,6 puntos porcentuales), después de los
sectores de comercio, servicios y manufactura. Esta evolución muestra una desaceleración
respecto al resultado de 2012 (el sector creció 15,8%), consistente con un menor
incremento en el consumo interno de cemento y un menor dinamismo de la
autoconstrucción.
Ámbito Laboral
Según ámbito geográfico, se observó un menor ritmo de crecimiento del empleo respecto a
2012 tanto en Lima Metropolitana, cuyo crecimiento pasó de 4,2% a 3,5%, como en el
resto urbano. Este último presentó la mayor desaceleración, pasando de 2,9% a 0,8%.
Balanza de Pagos
En el año 2013, los términos de intercambio del Perú registraron una disminución promedio
de 4,7%, en un contexto de caída de las cotizaciones internacionales de nuestros principales
productos de exportación. Este resultado, aunado al crecimiento de la demanda interna,
explica que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos haya aumentado de 3,3%
del PBI en 2012 a 4,5% en 2013.
La cuenta financiera registró un flujo de US$ 11 407 millones, equivalente a 5,6% del PBI,
principalmente por las operaciones de largo plazo del sector privado (7,4% del PBI) cuyo
flujo se sustenta en la colocación de bonos en mercados externos (por parte de empresas
locales del sector financiero, de hidrocarburos y manufacturero), en la inversión directa
extranjera (empresas de la minería y de servicios no financieros) y en los préstamos de
largo plazo (empresas de energía, de la minería y de hidrocarburos).
La cuenta financiera del sector público presentó un flujo negativo de US$ 1 350 millones,
mientras que la salida neta de capitales de corto plazo totalizó US$ 2 125 millones,
principalmente por la disminución de pasivos externos de las empresas bancarias, cuya
contraparte puede encontrarse en la colocación de bonos de largo plazo llevada a cabo en
los mercados internacionales.
Las exportaciones totalizaron US$ 42 177 millones, monto inferior en 9,0% al registrado
en el año previo debido a un descenso en los precios promedio de exportación (5,5%),
principalmente de los productos tradicionales (oro, cobre y café), como reflejo de un
entorno internacional menos favorable.
Las importaciones ascendieron a US$ 42 217 millones, superior en 2,6% al de 2012. Los
volúmenes importados crecieron 3,5%, reflejo de la mayor demanda de bienes de consumo
y de bienes de capital, asociada al crecimiento de la actividad económica y al desarrollo de
proyectos de inversión que se encuentran en ejecución en el país. El precio de las
importaciones descendió 0,8%.
Al igual que en los años 2011 y 2012, en 2013 los dos principales socios comerciales del
Perú fueron Estados Unidos y China, con un incremento de la participación del comercio
total de 2,9 y 0,8 puntos porcentuales, respectivamente. En el caso de Estados Unidos,
destacaron principalmente las mayores exportaciones tradicionales, especialmente oro. En
el caso del país asiático, éste continuó comprando principalmente minerales como cobre,
hierro y zinc y harina de pescado, en tanto que el Perú siguió adquiriendo principalmente
maquinarias, teléfonos móviles, equipo informático y automóviles.
Finanzas Publicas
Figura 10: RESULTADO DEL SECTOR PÚBLICO NO FINANCIERO
En 2013, el sector público no financiero registró un resultado económico superavitario de
0,9% del PBI, menor al superávit de 2,3% del PBI de 2012. Descontando los efectos del
ciclo económico, así como las fluctuaciones de los precios de las exportaciones mineras e
hidrocarburos sobre el resultado económico, se obtiene el resultado económico estructural,
que en 2013 fue negativo en 0,3% del PBI. Este resultado es consistente con una posición
fiscal anticíclica con un impulso fiscal del orden de 0,5% del PBI, en un contexto en el que
los precios de los minerales de exportación, cayeron significativamente respecto al año
previo y los gastos no financieros del gobierno general alcanzaron un máximo histórico de
los últimos cuarenta y cinco años (20,5% del PBI).
El superávit fiscal del año fue inferior al requerimiento de recursos para la atención de la
amortización de la deuda pública (S/. 7 859 millones). Esta brecha se cubrió con
desembolsos externos, colocación de bonos soberanos e ingresos por privatización. El
sector público continuó acumulando activos bajo la forma de depósitos.
Los ingresos corrientes del gobierno general ascendieron a 22,1 por ciento del PBI, inferior
en 0,2% del producto respecto al año previo, lo cual representa, sin embargo, un
crecimiento real de 3,7%. Los ingresos tributarios, excluyendo los impuestos provenientes
del sector minero, crecieron 8,9%. La presión tributaria del gobierno central ascendió a
16,3% del PBI, mientras que la presión fiscal del gobierno central fue 18,9% del PBI.
La recaudación del Impuesto a la Renta pasó de 7,3 a 6,7 por ciento en términos del PBI,
mostrando una reducción de 4,7% en términos reales. Esta evolución estuvo vinculada
principalmente a la caída de las exportaciones mineras, como al menor ritmo de
crecimiento de la actividad económica, lo cual llevó a que la recaudación por renta de
tercera categoría cayera 7,9% en términos reales. Los ingresos por el Impuesto Selectivo al
Consumo crecieron 8,4% en términos reales y como porcentaje del producto se
mantuvieron en 1,0% del PBI. Este aumento fue impulsado tanto por el crecimiento del ISC
aplicado a cervezas, licores y otros bienes (4,6%), cuanto por el incremento del ISC
combustibles (13,3%).
La deuda pública externa, que representa el 45 por ciento de la deuda total del sector
público no financiero, ascendió a US$ 17 196 millones (equivalentes a S/. 48 084 millones)
lo que significó una reducción de US$ 2 364 millones respecto a 2012. Dicho monto
incluye el prepago al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$ 1 348 millones y
al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) por US$ 423 millones,
realizados en virtud de la operación de administración de deuda pública autorizada por el
gobierno con el propósito de reducir la exposición de la deuda al riesgo cambiario. Esta
reducción de deuda, sin embargo, fue compensada con el incremento en el adeudado
externo valorizado en soles derivado de la depreciación de la moneda nacional en los
últimos meses. El financiamiento de esta operación de prepago se efectuó mediante una
emisión de bonos soberanos.
Inflación
En 2013, la variación del índice de precios al consumidor (IPC) de Lima Metropolitana fue
2,86%, tasa ligeramente superior a la registrada en 2012 (2,65%). En este mismo periodo,
la inflación, excluyendo alimentos y energía se elevó de 1,91 a 2,97 por ciento. Las
principales alzas se registraron en comidas fuera del hogar, educación, pasaje urbano y
electricidad. Estos cuatro rubros explicaron más del 55% de la inflación del año. En 2013,
la variación del índice de precios al consumidor (IPC) de Lima Metropolitana fue 2,86%,
excluyendo alimentos y energía se elevó de 1,91 a 2,97 por ciento.
En 2014 la economía mundial creció 3,3 por ciento, tasa ligeramente menor a la registrada
en los últimos dos años6. Este resultado reflejó, por un lado, la desaceleración de la
mayoría de economías emergentes y, por otro, la recuperación en el crecimiento de las
economías desarrolladas (en particular de Estados Unidos y la Eurozona).
La economía peruana creció 2,4% en 2014, luego de expandirse en 2013. El menor ritmo de
crecimiento reflejó, en gran medida, el menor impulso externo asociado a un escenario
internacional menos favorable, caracterizado por un alto grado de incertidumbre. Esto
provocó una caída de las exportaciones (-1,0 %), que se sumó al descenso de la inversión
privada (-1,6%) y pública (-2,4%, principalmente por problemas de gestión en los
gobiernos regionales y locales). Asimismo, el consumo privado se desaceleró a 4,1% en
2014, en línea con el menor incremento del ingreso disponible.
Con estos resultados, la tasa de crecimiento de la producción per cápita fue 1,2%. Este
indicador ha aumentado 4,9% en promedio en los últimos 10 años.
Demanda Interna
Por componentes, se observó una moderación en el crecimiento del consumo privado, que
fue de 4,1% en 2014. Esta moderación es consistente con la reducción en la tasa de
crecimiento del ingreso nacional disponible, que se redujo entre 2013 y 2014 (2,2%), y con
la disminución del empleo nacional urbano, que pasó de 2,8 a 1,9 por ciento, lo que fue
compensado parcialmente con la confianza del consumidor, que se mantuvo en el tramo
optimista durante 2014.
La inversión privada registró una tasa de variación negativa de 1,6 por ciento, que contrasta
con el crecimiento del año previo. El entorno internacional menos favorable y el deterioro
de los
respecto al PBI, pasó de 20,9 por ciento en 2013 a 20,4 por ciento en 2014.