Está en la página 1de 5

Nic 20

1. 1. IV) PRESENTACIÓN, RECONOCIMIENTO Y REVELACIÓN INGRESOS Y


GASTOS
2. 2. NIC 20.. CONTABILIZACIÓN DE LAS SUBVENCIONES DEL GOBIERNO E
INFORMACIÓN A REVELAR SOBRE AYUDAS GUBERNAMENTALES Abril 2001
3. 3. 1. Diferenciar las subvenciones del gobierno de otras formas de ayudas
gubernamentales y otras formas de ingresos. 2. Saber identificar cuándo una
subvención del gobierno esta reuniendo los requisitos para ser reconocida como
ingresos. 3. Medir las subvenciones del gobierno. 4. Presentar, contabilizar y
revelar las subvenciones del gobierno en los estados financieros. Esta sección de
la NIIF para las PYMES, tiene como objetivo:
4. 4. • Se cumplan las condiciones de rendimiento. • Las subvenciones recibidas
antes de que se satisfagan los criterios de reconocimiento de ingresos de
actividades ordinarias se reconocerán como pasivo. • Cuando los importes
obtenidos por la subvención sean exigibles. Una entidad reconocerá las
subvenciones del gobierno cuando:
5. 5. Una entidad medirá las subvenciones al valor razonable del activo recibido o por
recibir. • El 31 de diciembre de 20XX, una entidad recibió 40.000 u.m. por parte del
gobierno nacional por no cultivar 40 acres de su tierra durante ese año. • La
transferencia de las 40.000 u.m. constituye una subvención del gobierno; es un
recurso transferido a la entidad por parte del gobierno a cambio del cumplimiento
pasado con condiciones específicas respecto de las actividades agrícolas de la
entidad.
6. 6. La naturaleza y los importes de las subvenciones del gobierno reconocidas en
los estados financieros. Las condiciones incumplidas y otras contingencias
relacionadas con las subvenciones del gobierno que no se hayan reconocido en
resultados. Una indicación de otras modalidades de ayudas gubernamentales de
las que se haya beneficiado directamente la entidad.
Qué es una subvención estatal?
Posted by Emprendedor

Date: febrero 05, 2013

in: Economía

3690 Views

(2 votos | promedio: 5,00 )


Las subvenciones estatales son cantidades del dinero que abona el Estado para
determinados objetivos, ya sean personas, proyectos, inversiones, etc. Muchas personas
que se inclinan de una manera ingenua hacia el liberalismo económico, sostienen que las
subvenciones estatales son innecesarias, y que todo debería funcionar gracias a las
propias leyes del mercado, salvaguardadas por una figura legal y de poder como es el
Estado (que es para lo único que debería intervenir, según ellos).
De qué trata la subvención estatal
Sin embargo, ver el tema de este modo tan estrecho sería un grave error. El argumento de
los que están en contra de la “intervención estatal” sostienen que el Estado hace mal
dando dinero, cuando este debería generarse. El punto es que no siempre se está en
condiciones de que se genere el dinero y que hay cosas en las que sí vale la pena
que el Estado invierta su dinero así como lo haría una empresa privada que, al fin y al
cabo, invierte al hacer dicha subvención o financiamiento.

En primer lugar, el tema más sonante es el de la educación pública. Muchos están en


contra de que el estado brinde una educación escolar y universitaria gratuita, así como
medio pasaje y alimentación gratuita para los estudiantes. Sin embargo, ¿no es la
educación la inversión más poderosa de un Estado a largo plazo? Sin educación, el
país se condena a ser siempre obrero, empleado de las empresas internacionales que
vienen a producir riqueza en el país, sí, pero se llevan la mayor parte de esta.

Algo que también genera polémica son las subvenciones a personas. Por un lado, están
los jubilados que trabajaron para el estado, así como los contribuyentes, que obviamente
merecen una compensación por todo el servicio que brindaron al país en sus años
de trabajo. Negar esto es simplemente ser mezquino, ya que es justo que luego de
prestar la vida al trabajo por el país es justo que el país, el Estado, recompense por esto.
También están los casos en las que las subvenciones no surgen producto del trabajo. Por
ejemplo, las que son producto de la pobreza y el desempleo.

Aquí el argumento de los que están en contra de la participación del Estado es: “¿Para qué
les vamos a regalar dinero a los pobres? ¡Que trabajen, así como yo!”. El punto no es ese.
En el caso de la pobreza, es necesario que el Estado invierta dinero de sus propios fondos
para poder ayudar a familias en pobreza extrema a acceder a programas de vivienda,
alimentación y empleo. En el caso del desempleo, como sucede en España, cuando la
demanda de trabajo es considerablemente menor a la oferta, es porque el mercado
laboral está funcionando mal, y entonces el Estado está obligado a cubrir dicha necesidad
dando una pensión a los afectados.

Por último, hay proyectos en los que es el Estado quien debería tener la capacidad de
invertir. Muchos serían y aplauden siempre a la inversión privada, a tal punto
que dependemos de la inversión privada (y extranjera) para construir una pista. Si el
Estado realmente tomara consciencia de la importancia de la palabra “invertir”, lucharía por
tener tal capacidad económica de poder intervenir e invertir allí donde sea necesario
hacerlo, como por ejemplo: promoviendo a las pequeñas empresas, financiando proyectos
de investigación/inversión, apoyando la construcción y mejora de vías de comunicación,
invirtiendo en desarrollo tecnológico.
Los términos subvención y subsidio no son equivalentes: aunque en
ambos casos se trata de ayudas económicas, la subvención contribuye
a costear los gastos de algo (una obra, un proyecto) y el subsidio trata de
satisfacer de forma extraordinaria una necesidad concreta en un
momento determinado (subsidio familiar, subsidio de desempleo).
Sin embargo, en los medios de comunicación es común encontrar frases
como: «El Gobierno ayudará con algún tipo de subvención a los parados
de larga duración», «El Gobierno reitera el hecho de que nunca hubo más
parados cubiertos por una subvención», cuando lo correcto hubiera sido:
«El Gobierno ayudará con algún tipo de subsidio a los parados de larga
duración» y «El Gobierno reitera el hecho de que nunca hubo más
parados cubiertos por un subsidio».

También podría gustarte