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"EL AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

INSTITUTO: IEST AMAZÓNICO

CURSO: SALUD PUBLICA

FORMADOR: MILJAN SAUCEDO DÍAS

TEMA: EL MODELO MULTISECTORIAL

CICLO: II

ALUMNA: PATRICIA TAPULLIMA SINTI

TARAPOTO - PERU
2018
EL MODELO MULTISECTORIAL

Las experiencias obtenidas en el terreno


en materia de elaboración de programas
revelan que ningún sector o entidad es
capaz de abordar por sí solo todos los
aspectos de la respuesta a la violencia
contra las mujeres y las niñas. El modelo
multisectorial propone medidas
interinstitucionales que promueven la
participación de las personas a quienes
van dirigidas, la cooperación
interdisciplinaria e interinstitucional, la
colaboración y coordinación entre los
sectores clave, incluidos (aunque sin
estar exclusivamente limitado a ellos) los
de la salud y la ayuda psicosocial, la justicia y la seguridad. Los sectores están integrados por
todas las instituciones, entidades, personas y recursos que van orientados a objetivos específicos
(p. ej., el sector de la salud lo componen el Ministerio de Sanidad, los hospitales, los centros, los
prestadores y administradores de la atención sanitaria, las instituciones que imparten formación
al personal sanitario, los suministros de salud, etc.).

El modelo multisectorial señala de forma explícita las responsabilidades propias de cada sector
(para más información sobre estas responsabilidades, véase el apartado VII: Implementación de
programas de respuesta):

El sector de la salud debe capacitar a los prestadores en un amplio abanico de servicios de


salud a fin de que puedan reconocer y hacer frente a la violencia contra las mujeres y las niñas;
emplear entrevistadores del mismo sexo que la persona que ha estado expuesta a la violencia;
responder de inmediato a las necesidades sanitarias y psicosociales de las mujeres y las niñas
que han estado expuestas; establecer protocolos para el tratamiento, la remisión, la reunión de
datos y documentación que garanticen la confidencialidad; tratar las lesiones causadas por la
violencia de forma gratuita; así como proporcionar pruebas forenses y prestar testimonio ante los
tribunales cuando la persona los autorice.

El sector de ayuda psicosocial debe estar en condiciones de brindar asistencia psicológica de


forma continuada —lo que requiere la formación y supervisión permanente de psicólogos,
trabajadores sociales y trabajadores de servicios a la comunidad— y facilitar la remisión a otros
servicios. En el modelo multisectorial, los proyectos de educación y generación de ingresos se
consideran parte de los programas psicosociales. Los sistemas educativos deben velar por que
los programas de estudio incluyan temas como el “contacto físico apropiado”, las relaciones
saludables y los derechos humanos fundamentales; imponer códigos de conducta para todo el
cuerpo docente y capacitación a fin de aprender a reconocer las señales de los niños en riesgo;
así como ofrecer servicios asentados en la escuela para aquellos que han estado expuestos a la
violencia. Los proyectos de generación de ingresos no sólo deben promover la autosuficiencia
económica de las mujeres, sino también vigilar los riesgos de violencia doméstica e incorporar la
educación en materia de derechos humanos en sus actividades.

El sector de la justicia debe estar en condiciones de proporcionar asesoramiento legal gratuito


o de bajo coste, asistencia letrada y otras formas de asistencia jurídica a las mujeres y las niñas
que han estado expuestas a la violencia; estudiar y revisar las leyes que atizan la violencia contra
las mujeres y las niñas; aplicar las leyes que protegen a las mujeres y las niñas y castigan a los
agresores; hacer un seguimiento de los asuntos y procesos judiciales; emitir órdenes de
protección y otras medidas legales de seguridad para las sobrevivientes; y vigilar que los
agresores cumplan con los programas de rehabilitación ordenados por el tribunal (p. ej., los
programas para maltratadores).

En el sector de la seguridad, debe educarse a los policías, militares y otro personal de seguridad
acerca de la violencia contra las mujeres y las niñas. También deben recibir capacitación sobre
la forma de intervenir debidamente en estos casos. La policía ha de disponer de espacios
privados donde se garanticen la confidencialidad y la seguridad de las sobrevivientes que
denuncian tratos vejatorios; emplear entrevistadores del mismo sexo que la víctima; establecer
protocolos de remisión a otros sectores; reunir datos estandarizados y desagregados por sexo
relativos a los incidentes; y crear unidades especiales para combatir la violencia contra las
mujeres y las niñas.

Entre las funcionas transversales a cada sector, se incluyen la participación y la educación de


la comunidad, la reunión segura y confidencial de datos, así como la supervisión y la evaluación.
Otro elemento fundamental es la coordinación intersectorial e intrasectorial, incluida la
elaboración y la supervisión de los informes y de las redes de remisión, el intercambio de
información y la participación en reuniones periódicas con los representantes de varios sectores.
(Véase la información relativa a los procedimientos operativos estándar.)

El enfoque multisectorial tiene como principio fundamental la preeminencia de los derechos y las
necesidades de los sobrevivientes, en términos de acceso a servicios respetuosos y de apoyo,
garantías de confidencialidad y seguridad y elección de la línea de acción para resolver el
incidente.

Otro elemento esencial del enfoque multisectorial es la estrecha colaboración con los grupos
locales de mujeres. Las mujeres y las niñas han de estar incluidas en la elaboración de los
programas desde el inicio, y desempeñar una función activa en todas las etapas de supervisión,
evaluación y desarrollo continuo de los programas. (Para más información, véanse los Principios
rectores.)

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