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ENTREVISTA
Benjamín G. Rosado
20/07/2018 13:26
• Será el primer español que dirija una ópera en el mítico Festival de Bayreuth.
Tras triunfar allí con tener heroico en los años 90, Plácido Domingo
descenderá al foso de la Festspielhaus para empuñar la batuta en una
sobrecogedora producción de "La valquiria". Unos días antes, el 26 de julio,
estará con "Thaïs" en el Teatro Real como barítono.
Camila Nylund y Christopher Ventris en una escena de "La valquiria" dirigida por
Plácido Domingo.
Domingo cantó por última vez en Bayreuth en el verano del año 2000.
Interpretó entonces la parte de Siegmund de La valquiria, que es precisamente
el título que dirigirá desde el foso a lo largo de tres funciones (31 de julio y 18 y
29 de agosto) que se prometen históricas. A la edad en que los cantantes de
ópera sacan brillo a los palos de golf, Domingo sigue madrugando cada día
para estudiar partituras. "No lo puedo evitar", se sincera. "La música es mi
forma de comunicarme con el mundo". A sus 77 años, ya ha superado el
umbral de los 150 roles, a razón de 100 telones al año. "Si las cuentas no me
fallan, la función cuatro mil podría coincidir con mi 78 cumpleaños. Me
gustaría celebrarlo en Madrid y rodeado de mi gente". Unos días antes, el 26,
se encargará de clausurar la temporada del Teatro Real encarnando, en su
tesitura de barítono, al monje cenobita Athanaël en la versión de concierto de
la ópera Thäis de Massenet.
P. ¿Es cierto, como han recogido algunas crónicas, que el día de su debut en
Bayreuth el público lo agasajó con varios minutos de aplausos antes de
empezar a cantar?
R. Eso se dijo, aunque no ocurrió así. Lo que pasó es que, un año antes de mi
debut, fui a Bayreuth como público para ver una función de Parsifal. Ya sabe,
para aclimatarme y conocer el ambiente de primera mano. Entonces, sí,
cuando la gente me vio aparecer en el patio de butacas se puso en pie y
empezó a aplaudir. Fue uno de esos momentos que jamás olvidaré.
P. En esta nueva etapa como barítono que emprendió en 2009, ¿se atrevería
con algún rol "wagneriano" dentro de ese registro?
P. Parece ser que su padre, cantante de zarzuela, se dejó tentar por Wagner.
Tanto como para plantearse seriamente viajar a Alemania para perfeccionar
la técnica. ¿Cuánto habría cambiado eso las cosas?
R. Menos de las que la gente se imagina. La última vez que asistí como
público al Teatro Real me puse a contar cabezas y llegué a la conclusión de
que la media de edad rondaba los 45 años. Quizá exagere, pero esa fue la
impresión que me llevé. ¿Casualidad? En absoluto. Cuando diseñas una
programación como la que nos ha ofrecido en los últimos años Joan
Matabosch, el público joven reacciona.
R. Con optimismo, desde luego, y mucho orgullo. Han sido unos años difíciles,
y aún nos quedan algunos retos importantes por delante. La idea que yo tengo
de España, y que siempre defenderé, es la de una gran nación. Pienso que la
historia de nuestro país es como una ópera que acaba bien. Por eso tenemos
que seguir remando en la misma dirección. Con nuestras diferencias, por
supuesto, pero hacia un mismo objetivo de convivencia pacífica y prosperidad.
Mi bisabuelo era de Ibiza; mi abuelo y mi padre, de Barcelona. Tuve una abuela
aragonesa y una madre vasca, que me trajo al mundo en Madrid. De Barcelona,
donde viví una temporada, guardo unos recuerdos maravillosos. Esa es la
España en la que me gustaría que vivieran mis nietos y bisnietos cuando yo ya
no esté.
R. Un día tendrá que ser. Y no andará muy lejos. Cada vez tengo más claro
cómo será ese momento. No es algo que vaya a anunciar en rueda de prensa,
sino que me levantaré una mañana con la decisión ya tomada. Me subiré al
escenario y diré: señores, esta noche será la última función. Y ya.
Discografía selecta
Lohengrin
Fue el primer rol "wagneriano" que cantó el tenor madrileño. Tenía 27 años y no
dominaba el idioma. La noche de su debut en la Ópera de Hamburgo (1968)
sufrió un inesperado lapsus en el pasaje del aria Mein lieber Schwan. Se
resarció años más tarde, durante las navidades de 1985, a las órdenes de
George Solti al frente de la Filarmónica de Viena y con Jessye Norman en el
papel de Elsa. Decca (descatalogado, pero disponible en Spotify).
Parsifal
La Valquiria
Tristán e Isolda