El plagio es una conducta inaceptable pues incentiva la mediocridad en los alumnos, los hace artífices de conductas que lo único que hacen es perjudicar no solo al individuo en cuestión, pues este se niega a recibir una formación académica íntegra, sino también a su entorno laboral, pues el sujeto en cuestión no sería una persona competente y sería incapaz de suplir las necesidades que su entorno laboral demande, esto es grave pues el propio alumno es el que se niega a afrontar las dificultades y a recibir una formación íntegra aun sabiendo las diversas consecuencias que ello conlleva. Un estudiante de honor cumple con sus responsabilidades de una manera veraz, pues es consiente que su formación conlleva el nacimiento de un profesional competente capaz de afrontar cualquier dificultad de manera oportuna.