Bibliografía: “Los Múltiples sentidos de la vida” de Jaime Barylko.
Desarrollo:
En una forma factible para comenzar, puedo afirmar que la vida es
el amanecer del alma. La vida, para algunos filósofos, solo es: Nacer, crecer, Reproducirse y Morir. Yo creo que la Vida no se juzga solo con esas etapas. Dentro de cada Etapa, encontramos momentos únicos e irrepetibles. Entre el Nacer y el crecer, aprendemos a hablar, a caminar, apreciamos la primera sonrisa de Mamá, la mirada enamorada de Papá, reconocemos el olor de la sopa de la abuela con tan solo entrar a su casa, y muchas cosas. Entre el crecer y la reproducción, encontramos la primera y segunda comunión, Salimos de la primaria para avanzar hacia la secundaria. De la secundaria para ir a la universidad o conseguir un trabajo. También está el primer abrazo de la chica que te gusta, el primer beso de la mujer que te enamoraste, el conocerse y tratar de conocer al otro; el casarse, o nunca hacerlo. Y montones de cuestiones más. Entonces, la vida y la existencia del hombre se dividen en momentos y situaciones.
Recuerdo a mi Tío cuando dice: “Todo lo que compramos en la
vida, nada de eso se quedará con nosotros arriba”. La vida es el momento. Es el ya, la familia, la novia, el perro, los amigos, los conocidos, el pueblo, la política, la economía, el guiso de mi vieja, y el olor de las Rosas de mi abuela Rosa. La vida también es recuerdo. Lo que no es la vida, es vivir del pasado. La vida es amor, libertad, fidelidad, respeto, elegir, alegría.
Próximo a la vida, se encuentra la muerte. Morir es Cesar de vivir.
El hombre sabe, que nunca sabrá cuando va a morir. No sabe en qué año, mes, semana, día, hora, minuto o segundo va a partir. Solo sabe que algún día llegará ese día. Sabe que al fundirse la vida y la muerte, solo quedarán otras velas que aún no fueron creadas, algunas que recién comienzan a derretirse y otras que no les quedan milímetros de cera. La vida, al fin y al cabo, se convierte en muerte, con punto final.